domingo, junio 07, 2020

REFLEXIÓN 260. LA RESTAURACIÓN DE LA CAUTIVIDAD “UN SUEÑO REAL” (Salmo 126).


El Salmo 126, expresa el sueño del regreso de la cautividad. Lo presenta como si fuera un hermoso sueño, hecho realidad; añorado por mucho tiempo. Usa los verbos en pasado y futuro.

Cántico gradual.
1 CUANDO Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan.
2 Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; 
Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.
4 Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, Como los arroyos del Neguev.
5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; 
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

1. Hiciera volver.  Las distintas versiones hablan con el verbo en pasado “hizo volver”, 
“hizo renacer”. La versión Kim James: usa el verbo brought back (trajo de vuelta).
Si vemos que la cautividad tuvo más de una etapa: es correcto la traducción de RV60 “Hiciera volver” 
y el resto en “hizo volver” o lo “trajo de vuelta” etc.
2. Entre las naciones. Las naciones que rodeaban a Israel veían constantemente el poder milagroso que Dios desplegaba en favor de su pueblo escogido.  El Señor deseaba que mediante esas demostraciones de su poder los paganos lo conocieran y lo buscaran, 
"si en alguna manera, palpando" pudieran hallarlo (Hech. 17: 27).
3. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.
Las bendiciones y beneficios que recibimos de Dios, son innumerables; al  comprenderlos, 
activan nuestro gozo y gratitud. Y esa gratitud lo expresa el salmista. Amen.
4. Haz volver (RV60).  Trae de vuelta. (KJ).  
Haz volver (LBLA; NVI).  haz que cambie de nuevo nuestra suerte (DHH).
Solo en éste versículo, todas las versiones están de acuerdo 
en que la restauración de la cautividad está en el futuro.
Neguev. La parte sur de Palestina.  En verano era un desierto árido, pero cuando llovía en otoño y los arroyos comenzaban a correr, el Neguev revivía.  El salmista rogaba a Dios que, en la misma forma, 
le concediera nueva vida y vitalidad a su pueblo.
5. Sembraron con lágrimas. Lágrimas de desesperación e incertidumbre, derramadas a causa de la perplejidad mientras se echa la simiente en tierra sin saber cuál será la cosecha.
Regocijo. Heb. rinnah, por lo general "grito  de júbilo".  En el vers. 2, rinnah se traduce "alabanza".  Cuando llega la cosecha, las lágrimas se transforman en resonantes cánticos de júbilo, pues el Señor ha bendecido el fruto de la tierra.
6. El que lleva. El que predica el Evangelio puede hallar consuelo en este texto mientras esparce la buena semilla, pero ignora qué éxito coronará sus esfuerzos (PVGM 45).  Si siembra fielmente, puede estar seguro de que a su debido tiempo podrá presentar sus gavillas a los pies del Maestro y oír la bendición: "Bien hecho" (Mat. 25: 21, 23).  Las lágrimas del trabajo aflictivo se transformarán en cánticos de gozo.  La alegría reemplazará la tristeza, "y huirán la tristeza y el gemido" (Isa. 35: 10). 3CBA

Cuán Importante Es La Fidelidad A Dios! 
Era la voluntad de Dios, y sueño, que Israel siempre fuera próspero y feliz.
 Leamos éste deseo de Dios en Deuteronomio 5:29: 
¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen 
y guardasen todos los días todos mis mandamientos, 
para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
En Isaías 48:18. ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar. 19 Fuera como la arena tu descendencia, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; nunca su nombre sería cortado, 
ni raído de mi presencia…

Haz escuchado quizá la frase: “¡Te lo dije!”.  
Dios le dijo a Israel siglos antes que fueran llevados en cautividad. Les previno, que alejarse de él y vivir conforme a la moda de sus vecinos, les traería consecuencias amargas. Sabemos que la única cautividad que regreso, son los que fueron llevados a babilonia por Nabucodonosor, el resto se perdió.
Aplicando a nuestro tiempo. ¿Estamos escuchando la palabra de Dios? 
¿estamos atesorándolo en el corazón para luego ponerlo por obra? ¡Dios nos ayude! 
Porque todo los que sembramos de seguro lo cosecharemos. Sembremos bendiciones. Amen.  Ministerio Hno. Pio

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