lunes, junio 14, 2021

REFLEXIÓN 721. PREPARACIÓN PARA EL MINISTERIO/Hacia Septiembre Del Año 27 DC (LUCAS 3).

Lucas 3. Jesús Se Prepara Para El Ministerio. Vers. (1-14) Predicación y bautismo de Juan, (15-19) y su testimonio en cuanto a Cristo. (20) Herodes encarcela a Juan.

 (21-22) Cristo es bautizado y recibe la aprobación del cielo. (23-38) Edad y genealogía de Cristo a partir de su padre José.

1 EN EL año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia 2 y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. 3 Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados, 4 como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. 5 Todo valle se rellenará, se bajará todo monte y collado. Los caminos torcidos serán enderezados, Y los caminos ásperos allanados; 6 Y verá toda carne la salvación de Dios. 7 Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?

8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 9 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. 10 Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? 11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. 12 Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? 13 Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. 14 También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿Qué haremos?  Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.

15 Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, 16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 17 Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. 18 Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo. 19 Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho, 

20 sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel.

21 Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, 22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

23 Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí, 24 hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José, 25 hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahúm, hijo de Esli, hijo de Nagai, 26 hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá, 27 hijo de Joana, hijo de Resa, hijo de Zorobabel,  hijo de Salatiel, hijo de Neri, 28 hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er, 29 hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat, 30 hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim, 31 hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán,

32 hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón, 33 hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá, 34 hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abrahán, hijo de Taré, hijo de Nacor, 

35 hijo de Serug, hijo de Regau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala, 36 hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec, 37 hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán, 38 hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios. (Lucas 3).

1. En el año decimoquinto. [Predicación de Juan el Bautista, Luc. 3:1-18 = Mat. 3:1- 12 = Mar. 1.-1-8. Comentario principal: Mateo y Lucas. Ver diagrama p. 218.] En la antigüedad se computaban las fechas de los acontecimientos según los años del reinado de los reyes o citando los nombres de los funcionarios bajo cuya jurisdicción ocurrían los sucesos. No había una cronología universal que se pueda comparar con la que usamos hoy. Los seis detalles históricos que Lucas presenta aquí ocasionan, en algunos aspectos, ciertos problemas cronológicos a los estudiosos de la Biblia; sin embargo, esos mismos detalles señalan con certeza que Lucas era un historiador preciso y exacto (ver com. cap. 1: 1-4), lo cual testifica que su Evangelio es digno de confianza. La principal dificultad cronológica que hay en este pasaje es hacer coincidir "el año decimoquinto del imperio de Tiberio César" con otros datos cronológicos que existen de la vida de Cristo y con el sistema de fechas de la era cristiana. Con referencia a este problema, ver pp. 234-238.

Aunque suele considerarse que Lucas era gentil, es posible que aquí empleara la forma de cómputo cronológico común entre los Judíos. Si se calculan los años del reinado computando el año de otoño a otoño, sin contar como año de ascensión al trono la parte del año entre la entronización y el año nuevo (ver t. II, pp. 139-143) el primer año de Tiberio habría terminado en el otoño (septiembre-noviembre) del año 14 d. C. Por lo tanto, su decimoquinto año habría comenzado en el otoño del año 27 d. C. y habría terminado en el otoño del año 28 d. C. El bautismo de Jesús ocurrió en el otoño del año 27 (DTG 200), a comienzos del año quince de Tiberio.  Esta fecha y su relación con la profecía de las 70 semanas se discute en com. Dan. 9: 25, 27. Ver también DTG 84-88.

Otro procedimiento utilizado por algunos para determinar la fecha del comienzo del ministerio de Cristo, se basa en Juan 2:13, 20, donde se sitúa la primera pascua del ministerio público de Jesús en el año 46 del templo (Juan 2:20). Este problema se trata en las pp. 233-234. Con referencia a la expresión "como de treinta años", ver com. Luc. 3:23.

Tiberio. Ver p. 237. Excepto la mención de Augusto en Luc. 2:1, todas las referencias que se hacen al "César" en los Evangelios se aplican a Tiberio César. Tiberio se destacó por sus triunfos en diversas campañas militares antes de que fuera nombrado gobernador militar de las provincias, siendo aclamado como el "primer soldado del imperio". 

Fue reconocido por su estricta disciplina, por haber sido considerado en el cobro de impuestos y por su estricta economía en la administración. Fomentó el comercio y las comunicaciones. En su honor, el mar de Galilea recibió el nombre de mar de Tiberias (Juan 6:1; etc.). Ver diagramas 3, 11, pp. 218, 224.

Gobernador. El gobernador o procurador era un administrador de orden ecuestre nombrado por el emperador como gobernante de una subdivisión de una provincia. En ese tiempo Judea era una subdivisión de la provincia romana de Siria. (ver p. 67; com. Mat. 27:2).

Poncio Pilato. Fue el quinto en la serie de procuradores nombrados por Roma después de la deposición y del destierro de Arquelao en el año 6 d. C. (ver com. Mat. 2:22). Pilato sucedió a Valerio Grato aproximadamente en el año 26 d. C., y fue destituido por Tiberio en el año 36 d. C. por su conducta indebida mientras ejercía el mando. Ver pp. 69-70; diagramas 3, 11, pp. 218, 224.

Herodes. Herodes Antipas (ver com. Mat. 2:22), fue designado por su padre, Herodes el Grande, como tetrarca de Galilea y Perea. Este nombramiento fue confirmado más tarde por Augusto. La madre de Herodes era samaritana. Este Herodes se casó con su sobrina Herodías, esposa de su medio hermano (ver diagrama p. 40), matrimonio objetado por los Judíos y por el cual Herodes Antipas fue reprendido por Juan el Bautista (Luc. 3:19-20). Jesús con toda propiedad lo llamó "zorra" (cap. 13:31-32), y se refirió a su mala influencia utilizando la figura "levadura de Herodes" (Mar. 8:15). Pilato envió a Jesús a Herodes Antipas durante el transcurso del juicio del Salvador (Luc. 23:7-15). El nombre Antipas es una forma contracta de Antípater, abuelo de Herodes Antipas. Aunque sólo era tetrarca, gobernó prácticamente como rey desde la muerte de su padre Herodes el Grande hasta que fue destituido alrededor del año 39 d. C. (Josefo, Antigüedades xvii. 11. 4; Guerra ii. 6. 3).  Parece que por simple cortesía se le permitió ostentar el título de rey (Mar. 6:14; ver pp. 65-66; diagramas 3, 11, pp. 218, 224 y mapa frente a la p. 353).

Tetrarca de Galilea. Antipas hizo acuñar monedas en las que aparecía con el título de "tetrarca". Al principio "tetrarca" era, estrictamente hablando, el gobernador de la cuarta parte de una provincia, pero posteriormente el término se comenzó a usar para designar a cualquier gobernante que tuviera menos jerarquía que un rey.

Felipe. Hijo de Herodes el Grande (ver diagrama, p. 40) y probablemente el más justo y juicioso de todos los hijos de Herodes el Grande (Josefo, Antigüedades xviii. 4. 6). Se casó con Salomé, hija de Herodías y de Herodes Felipe I, poco después del episodio registradoen Mar. 6:22-25 (Josefo, Antigüedades xviii. 5. 4). Felipe fue el primero de la familia de los herodiaiios que hizo grabar la efigie de Augusto y de Tiberio en las monedas que ordenó acuñar. Los judíos consideraron que eso era idolatría, pero afortunadamente para Felipe sus súbditos eran casi todos paganos. Reconstruyó la ciudad de Cesarea de Filipo al pie del monte Hermóti, poniéndole ese nombre en homenaje a Tiberio César y a sí mismo (Josefo, Antigüedades xviii. 2. 1; Guerra ii. 9. 1). Reconstruyó la ciudad de Betsaida Julias, a la que puso el nombre de la hija de Augusto. En esta ciudad, en el extremo norte del mar de Galilea, vivieron Pedro, Andrés y Felipe (Juan 1:44; 12:21). Felipe gobernó durante 37 años, desde el año 4 a. C. hasta 34 d.C. (ver diagramas 3, 11, pp. 218, 224).

lturea. Región situada al noreste del mar de Galilea y al este de Cesarea de Filipo. Algunos han pensado que el nombre deriva de Jetur, hijo de Ismael (Gén. 25:15). 

Traconite. Región al este de Iturea. El nombre evidentemente deriva del Gr. trajús, que significa áspero o pedregoso, adjetivos que describen bien esa región. Sus soldados se destacaron como hábiles arqueros.

Lisanias. Los críticos de la Biblia afirmaron durante largo tiempo que el hecho de que Lucas mencionara a Lisanias como tetrarca de Abilinia era un grave error cronológico. Señalaban que el único gobernante conocido por ese nombre en ese lugar fue un hijo de Tolomeo, que había sido rey y no tetrarca, que su capital estuvo en Chalcis en Celesiria y no en Abilene, y que reinó desde el 40 hasta el 36 a. C. Aunque debe admitirse que no se tienen mayores datos acerca de Lisanias para confirmar la aseveración de Lucas, existen hoy suficientes evidencias en cuanto a este tetrarca, hasta el punto de que en la Enciclopedia de la Biblia (Barcelona: Editorial Garriga, 1964) se afirma que "se le ha dado la razón al evangelista" (ver "Lisanias"). Josefo habla de "Abila de Lisanias" (Antigüedades xix. 5. 1.) y de la tetrarquía de Lisanias (Antigüedades xx. 7. 1; Guerra ii. 11. 5). Se encontró una medalla en la cual se nombra a un tal Lisanias como "tetrarca y sumo sacerdote". Se sabe que durante el reinado de Tiberio la región de Abilinia fue gobernada por un tetrarca Lisanias; y finalmente se ha encontrado en Abilene una inscripción que data del período comprendido entre los años 14-29 d. C., en la cual aparece Lisanias como tetrarca.

Abilinia. Distrito situado entre Damasco y las montañas del Antilíbano.

Sumos sacerdotes. Caifás era oficialmente el sumo sacerdote, pero Anás, destituido por los romanos, era respetado por el pueblo como sumo sacerdote (Juan 18: 13, 24; Hech. 4:6). El oficio de sumo sacerdote originalmente era hereditario y vitalicio; pero durante el gobierno herodiano y el romano se nombraba y se destituía a los sumos sacerdotes en rápida sucesión. Uno de ellos ejerció sólo durante un día. Desde la entronización de Herodes el Grande en el año 37 a. C. hasta la caída de Jerusalén en el año 70 d. C., 28 personas ocuparon ese sagrado puesto, con un promedio de unos cuatro años cada uno.

2. Anás. Nombrado sumo sacerdote por Quirinio, gobernador de Siria alrededor del año 6 ó 7 d. C., Y destituido en el año 14 ó 15 d.C. por Valerio Grato (Josefo, Antigüedades xviii. 2.2), quien precedió a Pilato como procurador de Judea.Anás tuvo cinco hijos; todos ellos fueron sumos sacerdotes como también lo fue su yerno Caifás. Este cargo fue ocupado intermitentemente por miembros de su familia durante unos 50 años después que Anás fue destituido. Aunque éste ya no ejercía el sumo sacerdocio durante el ministerio de Jesús, aún seguía siendo considerado como legítimo sumo sacerdote por un buen número de sus compatriotas (Hech. 4:6).

Caifás. Yerno de Anás. Nombrado sumo sacerdote por Valerio Grato alrededor del año 18 ó 19 d. C. Ocupó el puesto aproximadamente hasta el año 36 d. C.; por lo tanto, fue oficialmente sumo sacerdote durante todo el ministerio de Jesús. Era saduceo, orgulloso y cruel, prepotente e intolerante; pero su carácter era débil y vacilante (Juan 11:49-50; DTG 497-498, 651). Ver diagramas 1, 3, pp. 217-218.

Juan. Ver com.  Mat. 3:1. Sólo Lucas llama a Juan hijo de Zacarías (Luc. 1:67). Parece que los datos cronológicos de Mat. 3:1 se aplican al momento cuando fue "palabra de Dios a Juan", es decir, cuando Dios lo llamó a cumplir la misión que se le había asignado y le dio la "palabra", o mensaje específico que debía proclamar. Tal vez Juan comenzó su ministerio cerca de la pascua del 27 d. C. (ver diagrama p. 220).

El desierto. Ver com. Mat. 3:1. Los tres Evangelios sinópticos afirman que Juan estuvo "en el desierto" para hacer destacar que se apartaba de los lugares donde la gente solía congregarse. Es probable que la "palabra de Dios" le fuera dada a Juan en el desierto de Judea, pues allí había transcurrido una gran parte de su adolescencia y los primeros años de su juventud (ver com. Luc. 1:80); pero, en realidad, comenzó a predicar y a bautizar en Perea, frente a Jericó (Juan 10:40; DTG106; ver com. Luc. 1:80; Juan 1:28).

3. Región. Gr. períjÇros, "región circundante", "región vecina" (ver com. Mat. 3:1, 5). Juan comenzó a predicar y a bautizar en "Betábara, al otro lado del Jordán" (ver com. Juan 1:28). Más tarde, Juan aparece "junto a Salim" (ver com. Juan 3:23); pero la mayor parte de su ministerio se desarrolló en el desierto (DTG 191).

Predicando. Gr. k'rússÇ, "proclamar". Juan proclamó el valor y la necesidad de bautizarse y de abandonar el pecado (ver com. Mat. 3:2, 6) como una preparación indispensable para la venida del Mesías y de su reino.

El bautismo del arrepentimiento. Ver com. Mat. 3:2, 6; cf. Isa. 1:16. El "arrepentimiento" predicado por Juan abarcaba mucho más que la confesión de los pecados pasados (Sal. 32:1). Como lo demuestran sus palabras de admonición (Luc. 3:9-14), el "arrepentimiento" debía ser seguido inmediatamente por una nueva vida en la cual debían ponerse en práctica los principios de justicia ya revelados en las Escrituras (cf.  Miq. 6:8).

Perdón. Gr. áfesis, "remisión", "perdón", o literalmente, "un despido". El arrepentimiento y la confesión, y por lo tanto también el perdón, debían preceder al bautismo, y eran los primeros pasos que debían darse en la preparación del "camino del Señor" para enderezar "sus sendas", para rellenar los valles y bajar los montes del carácter (Luc. 3:4-5; cf. Mat. 3:6). Lucas emplea más la palabra áfesis que todos los otros autores del NT juntos.

4. Sendas. La palabra griega se refiere a sendas muy transitadas.

5. Todo valle. Es decir, toda barranca o cañada, todo lugar áspero del camino. Sólo Lucas añade los detalles de los vers. 5-6, tomados de Isa. 40:4-5. La obra que aquí se describe es una ilustración apropiada de la transformación de carácter que acompaña a la genuina conversión. Las alturas del orgullo y del poder humanos debían ser abatidas (DTG 186; ver com. Mat. 3:3).

6. Verá toda carne la salvación. En Isa. 40:5, de donde cita Lucas, se lee: "Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne, juntamente la verá". Cuando Simeón contempló al niño Jesús en el templo, exclamó: "Han visto mis ojos tu salvación" (Luc. 2:30). Jesús vino a la tierra a revelar la gloria del carácter de Dios, y nosotros, al contemplar "la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen" (2 Cor. 3:18).

7. Decía. El empleo del tiempo verbal imperfecto indica que Juan habló muchas veces, recalcando, sin duda, el mismo tema. Por lo tanto, no debe entenderse que Lucas se refiere aquí a un sermón específico, predicado por Juan en una determinada ocasión, sino que más bien presenta un resumen, de varios sermones, de los puntos especiales que impresionaban a los oyentes (ver com. vers. 18).

Multitudes. Gr. ójlos, "muchedumbre", "gentío".

Salían. Ver com. Mat. 3:5.

Para ser bautizadas. Ver com. Mat. 3:6.

Generación. Gr. génn'ma, "descendencia", prole". Estas palabras fueron dirigidas específicamente a los fariseos y a los saduceos (ver com. Mat. 3:7). Las ilustraciones concretas que usa Juan en su predicación, poniendo énfasis en las escenas comunes y cotidianas del campo, nos recuerdan los mensajes de profetas del AT tales como Joel y Amós, y las parábolas de Cristo. Nótese la rápida sucesión de figuras literarias: los obreros que reparan un camino, generación de víboras, frutos, el hacha puesta al tronco de un árbol, el siervo que desata el calzado de su amo. un bautismo de fuego, la era con un aventador, su montón de grano v el tamo llevado por el viento.

¿Quién os enseñó? El profeta del desierto puso en duda con esta penetrante pregunta los motivos de los fariseos y de los saduceos. Sus motivos y sus ideales eran ajenos a los principios del reino de los cielos. En esa condición presente no recibirían una mejor bienvenida en este reino que la que se hubiera dado a una camada de víboras en la era en época de cosecha (ver Luc. 3:17; cf. com. Mat. 3:7).

Ira venidera. Ver com. Mat. 3:7; cf. Luc. 3:18.

8. Haced. Ver com. Mat. 3:8.

Por padre. En griego, la palabra traducida como "padre" está en posición enfática.

9. El hacha está puesta. Ver com. Mat. 3:10.

10. La gente. Literalmente, "las multitudes".

Preguntaba. La gente preguntaba después de cada discurso cómo podría aplicar esos principios a los problemas de su propia vida. A cada uno Juan le daba el consejo apropiado (vers. 10-14).

¿Qué haremos? Las palabras de Juan el Bautista, inspiradas por el Espíritu Santo, conmovieron los corazones hasta que la gente sintió anhelo de hacer algo inmediatamente para prepararse para la "ira venidera" (vers, 7) y el reino de Dios (vers. 4). Un sermón que no conmueve a los oyentes y produce una respuesta positiva, no ha alcanzado su propósito. Juan era un poderoso evangelista. Después de exhortar a la gente a prepararse para la venida del Señor, le pidieron que les explicara cómo hacerlo.  Juan respondió señalando a cada persona o grupo los pecados que los acosaban, indicando así a cada uno por dónde debía comenzar. Josefo escribió que Juan "era un hombre bueno, y mandaba a los judíos a que practicaran la virtud, tanto en su justicia mutua como en su piedad para con Dios, y que luego procedieran a bautizarse" (Antigüedades xviii. 5. 2).

11. Túnicas. Gr. jitÇn, la vestimenta interior que llevaba junto a la piel, y no himátion, manto exterior que se ponía sobre el jitÇn.

Dé. De un verbo griego que significa "compartir".

12. Publicanos. Gr. telÇn's, recaudador de impuestos", llamados publicani por los romanos. La palabra telÇn's deriva de télos, "impuesto", y Çnéomai, "comprar", literalmente "comprador de impuestos". Los romanos no tenían empleados en el gobierno para cobrar los impuestos, sino que vendían al que pagara más el derecho de recaudarlos dentro de una determinada ciudad o provincia. Sólo los ricos podían comprar ese derecho, porque se exigía que el comprador pagara cierta suma al tesoro real, sin importar la cantidad que fuera finalmente recaudada, y debía depositar cierta fianza hasta que la suma fuera pagada. Los telÇnai (plural de telÇn's) solían subdividir entre subcontratistas la zona que les había sido asignada, o pagaban a otros para que hicieran el trabajo de recaudar los impuestos. Los "publicanos" que menciona el NT eran los funcionarios que recaudaban los impuestos, y, con raras excepciones, probablemente eran judíos.

Los recaudadores de impuestos eran representantes de un conquistador pagano, Y por eso evocaban en el pueblo un recuerdo sumamente triste del bajo nivel al cual había descendido la nación judía. Un hecho que aumentaba la vergüenza de los publicanos delante de los judíos, era la inescrupulosa práctica que seguían la mayor parte de esos despiadados parásitos de despojar a la gente de toda moneda, por pequeña que fuera, que pudieran quitarles autorizados por la ley o la constante presencia de los soldados romanos. Al judío que era "publicano" lo consideraban traidor de Israel y lacayo de los odiados romanos. Si desde el punto de vista de los Judíos era incorrecto pagar impuestos, ¡cuánto peor no sería entonces recaudarlos! Por lo tanto, el publicano era excluido de la sociedad y excomulgado de la sinagoga. Era considerado como un perro pagano y tratado como tal. Se lo toleraba únicamente porque estaba respaldado por el poder romano (ver com. Mar. 2:14; p. 68).

Maestro. Juan no sólo predicaba como Cristo, sino que además enseñaba.

13. No exijáis más. Ni Juan ni Cristo condenaron la ocupación de recaudador de impuestos. Jesús fue "amigo" de los publicanos (Mat. 11:19) y se juntaba con ellos en reuniones sociales (Mat. 9:10-13). Pero tanto Jesús como Juan exigían justicia, honradez y bondad de los miembros de este grupo que desearan ser ciudadanos del reino del cielo.

Ordenado. Debían recaudar sólo lo que la ley les permitía, y ganar una suma razonable para mantenerse, porque no había -ni hay- lugar en el reino de los cielos para los extorsionadores ni para los que son como lobos implacables.

14. Soldados. Literalmente "que servían como soldados", quizá porque estaban de guardia en ese momento. Juan quizá estaba predicando en Perea (ver com. Juan 1:28), dentro de la jurisdicción de Herodes Antipas (ver com. Luc. 3:1), y los soldados que se dirigieron a él probablemente eran judíos al servicio de Herodes. Posiblemente fueron enviados por Herodes para vigilar a Juan, para prevenir una revuelta popular, o tal vez eran policías que ayudaban a los recaudadores de impuestos ya mencionados.  La palabra que se usa para nombrarlos podría indicar que los "soldados" habían sido destacados allí y no eran sólo unos curiosos. Probablemente preguntaron con toda sinceridad: como soldados que eran, ¿podían entrar en el reino de los cielos, Juan les respondió afirmativamente: podrían entrar si cumplían con los requisitos de la ciudadanía del reino de los cielos. Si los soldados hubiesen sido romanos, probablemente, Juan les hubiera dicho que creyeran en el verdadero Dios y se convirtieran a la fe judía.

¿Qué haremos? En griego, la construcción es enfática, como si los soldados hubieran preguntado: "y nosotros, ¿qué haremos nosotros?" Este énfasis podría sugerir que los soldados estaban junto con los recaudadores de impuestos que acababa de hablar con Juan (vers. 12-13).

No hagáis extorsión. Es decir "no exijáis dinero de nadie con violencia o intimidación". El abuso del poder que practicaban los soldados era el pecado dominante sobre el cual debían obtener la victoria a fin de estar listos para recibir al Príncipe que iba a venir.  Juan no condenó a los soldados por ser soldados, sino destacó que debían ejercer su autoridad con justicia y misericordia.

Salario. Gr. opsÇnion, "salario", "soldada". Pablo utiliza la palabra opsÇnion en Rom. 6:23 al hablar de la "paga del pecado"; y pregunta a los creyentes de la iglesia de Corinto: "¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas [Gr. opsÇnion]"? (1 Cor. 9:7). Evidentemente los soldados que se acercaron a Juan eran mercenarios y no conscriptos.

15. Estaba en expectativa. Gr. prosdokáÇ, "aguardar", "buscar" o "esperar". Se usa el mismo vocablo griego al hablar del cojo que estaba sentado a la puerta la Hermosa, quien miró a Pedro y a Juan "esperando recibir de ellos algo" (Hech. 3:2-5). La imaginación de las multitudes que escuchaban a Juan ardía con la ansiosa expectativa de que estuvieran a punto de cumplirse las profecías mesiánicas a las cuales él se refería. Así como sucedió con los dos discípulos a quienes Cristo se les apareció en el camino a Emaús, cuyos corazones ardían en ellos (Luc. 24:32), la gente anhelaba con vehemencia la pronta aparición del Libertador de Israel. El mensaje de Juan captó la imaginación popular en una forma tal que conmovió a la nación y llegó hasta la más remota aldea y el más apartado caserío.

Preguntándose todos. Literalinente "estaban razonando" o "estaban deliberando" (ver com. cap. 1:29).  "Andaban todos pensando en sus corazones" (BJ). La conmoción general había llegado a su máximo grado. La gente se preguntaba cuál sería el resultado de toda esa excitación. Josefo dice que las multitudes que se reunían para escuchar a Juan "se conmovían grandemente al escuchar sus palabras", y que Herodes Antipas "temía que la gran influencia que Juan tenía sobre el pueblo pudiera proporcionarle el poder y la inclinación para producir una rebelión (pues parecían estar listos a hacer cualquier cosa que él les aconsejara)" (Antigüedades xviii. 5. 2). La misión que se le había señalado a Juan era la de despertar la mente de los hombres de su sueño de siglos, de encender en su corazón la esperanza de que un nuevo día estaba por amanecer y de impulsarlos a prepararse para Aquel que vendría: el Deseado de todas las gentes. Tuvo un éxito tan grande en esta obra que, sin duda, aun pudo interesar a los dirigentes judíos para que investigaran su mensaje (Juan 1:19-25). Todos sabían de Juan, y todos los que podían hacerlo, venían a escucharlo.

Si acaso Juan sería el Cristo. Los dirigentes judíos muchas veces exigieron a Jesús que hiciera milagros como evidencia de que era el Mesías (ver com. Mat, 12:38, 16:1; etc.); sin embargo, Juan "ninguna señal hizo" (Juan 10:41). Su burda vestimenta no tenía ningún parecido con la de la realeza. Era, sin dada, de la tribu de Leví (Luc. 1:5), no de la tribu de Judá como habían dicho los profetas que lo sería el Cristo (ver com. Mat. 1:1); sin embargo, el pueblo estaba listo para aceptarlo como al Mesías si afirmaba serlo, y aun los representantes del sanedrín se preguntaban si no podría acaso ser el Prometido (Jn. 1:19-21). La nación judía no podría haberle hecho mayor elogio ni haber dado un testimonio más elocuente acerca del poder de su mensaje. Ciertamente, su proclamación de la venida del Mesías fue tan efectiva, que el pueblo creyó que él era el Mesías.

16. Bautizo en agua. Ver com. Mat. 3:11.

No soy digno de desatar. Ver com. Mar. 1:7.

La correa. Ver com. Mar. 1:7.

Calzado. Ver com. Mat. 3:11.

Os bautizará. Ver com. Mat. 3:11.

17. Su aventador. Ver com. Mat. 3:12.

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18. Otras muchas exhortaciones. Esto indica que lo que se ha presentado constituye un resumen de la predicación de Juan el Bautista, y no un informe al pie de la letra de un sermón determinado (ver com. vers. 7).

19. Herodes el tetrarca. [Encarcelamiento de Juan, Luc. 3:19-20 = Mat. 14:3-5. Comentario principal: Lucas.  Ver mapa, p. 207; diagrama, p. 220]. Lucas relata aquí el encarcelamiento y la muerte de Juan el Bautista para completar su narración acerca de éste antes de ocuparse del ministerio de Cristo.  Parece que Juan no fue encarcelado sino hasta varios meses, quizá un año o más, después del bautismo de Jesús (DTG 185; cf. p. 203), cerca de la pascua del año 29 d. C. Permaneció encarcelado hasta la primavera (marzo-mayo) del año 30, y fue decapitado unas pocas semanas antes de la pascua de ese año (DTG 327-328, 332; ver p. 66; diagramas 6 y 7, pp. 219-221; Nota Adicional de Lucas. 4).

Reprendido. Según Josefo, los judíos en general desaprobaron este matrimonio (Antigüedades xviii. 5. 4).

Herodías. Hija de Aristóbulo y nieta, de Herodes el Grande. Herodes Antipas se divorció de su esposa, hija del rey Aretas de Arabia, para casarse con Herodías (Josefo, Antigüedades xviii. 5. 1). Ver com. vers. 1.

De Felipe. Este Herodes (ver diagrama p. 40) era medio hermano de Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande y Mariamna (II), y no Felipe el tetrarca (ver com. vers. 1), hijo de Herodes el Grande y de Cleopatra. Salomé era hija del primer Felipe y de Herodías. Felipe fue desheredado por su padre Herodes el Grande, y vivió como un ciudadano cualquiera, primero en Jerusalén y después en Roma.

20. Añadió, además. Esta fue una maldad muy grande que Herodes añadió a todas sus otras "maldades" que había cometido (vers. 19).

Encerró a Juan. Juan fue encarcelado a comienzos de la primavera el año 29, quizá en marzo o abril, después de un ministerio de unos dos años (ver diagramas pp. 218-220; com. Mat. 3:1). El hecho de que fuera encarcelado por Herodes Antipas significa que Juan fue detenido cuando estaba predicando en la parte oriental del Jordán, es decir en Perea (ver com. Luc. 3:3).

A Herodes le pareció que el pueblo estaba dispuesto a hacer cualquier cosa que Juan le dijera, y temió que esto produjera una revuelta popular (Antigüedades xviii. 5. 2; DTG 327). Josefo no menciona el asunto de Herodías en relación con el encarcelamiento de Juan, aunque sí lo menciona en otro lugar (Antigüedades xviii. 5. 4). Josefo quizá registre la razón que dio Herodes públicamente para encarcelar a Juan. Difícilmente Herodes habría anunciado que encarcelaba a Juan por causa del asunto privado de Herodías, el cual los judíos en general desaprobaban (ver DTG 185).

Cárcel. Según Josefo (Antigüedades xviii. 5. 2), Juan fue encarcelado en la fortaleza de Machaeros, en Perea, al este del mar Muerto. El lugar de Machaeros fue descubierto en 1807; aún pueden verse las ruinas de los calabozos. Sin embargo, en vista de la secuencia de los acontecimientos narrados en Mar. 6:17-30 (cf. DTG 193-194), algunos eruditos creen que el cumpleaños de Herodes pudo haberse celebrado en Tiberias, por lo tanto ponen en duda la exactitud de la afirmación de Josefo.

21. Todo el pueblo. [El bautismo de Jesús, Luc. 3:21-23ª=Mat. 3:13-17=Mar. 1:9-11. Comentario principal: Mateo.] Una hipérbole común judía, que quizá signifique que una gran mayoría de los que escuchaban, se bautizaban. Pero, por lo menos, ciertos fariseos y saduceos rechazaron el bautismo (Luc. 7:30, 33; Mat. 21:25, 32).

Orando. Sólo Lucas registra que Jesús oró cuando salió del agua. Es apropiado que Lucas, quien con tanta frecuencia menciona a Jesús orando, señalase aquí este detalle.

22. En forma corporal. Únicamente Lucas describe el Espíritu Santo descendiendo en forma de paloma.

Mi Hijo amado. Ver com. Mat. 3:17. El Códice de Beza y algunos otros antiguos autores y versiones añaden "hoy te he engendrado". Lucas afirma aquí la verdadera deidad de Jesús, pero inmediatamente procede a su verdadera humanidad (vers. 23-38). Mateo comienza su narración del Evangelio con la presentación de la genealogía de Jesús (ver com. Mat. 1:1); Lucas, en cambio, reserva su genealogía para el momento cuando Jesús emprende la misión de su vida. Moisés también presenta su propia genealogía después de registrar su primera actuación pública como portavoz de Dios y dirigente de Israel (Exo. 6:16-20)

23. Al comenzar. Gr. árjomai, "comenzar" (Mat. 4: 17; Mar. 4:1; Luc. 3:8; Hech. 1:1, 22; 10:37; etc.). El problema no está tanto en el sentido del verbo sino en la forma verbal que se emplea, arjomenos, "comenzando", sin que haya referencia exacta a lo que está comenzando.

La palabra "ministerio" no está en el griego; fue añadida por los revisores de la RVR. En la RVA se había traducido: "Jesús comenzaba a ser como de treinta años".

La BJ traduce: "Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años". De acuerdo al contexto (vers. 1-22), que concluye con el bautismo de Jesús, parece lógico suponer que el pasaje se refiere al comienzo de su ministerio Y no al comienzo de su trigésimo año.

Como de treinta años. Lucas no da la edad precisa de Jesús cuando fue bautizado, sino que hace notar que era "como de treinta años". La declaración de Lucas podría significar o uno o dos años más o menos que treinta. Entre los Judíos se consideraba que a los 30 años de edad un hombre llegaba a la plena madurez, y por lo tanto podía asumir las responsabilidades de la vida pública. Ver diagramas 1, 3, pp. 217-218.

Si Jesús nació en el otoño (septiembre-noviembre) del año 5 a. C., lo cual parece razonable (ver com. cap. 2:6, 8), su trigésimo año según el cómputo judío (ver com. cap. 2:42) habría comenzado en el otoño del año 25 y concluido en el otoño del año 26 (ver com. vers. 1). Esto armoniza plenamente con la declaración más o menos general de Lucas en el sentido de que Jesús "era como de treinta años" y con todos los datos cronológicos que se tienen de la vida de Jesús. Por lo tanto, parece que Lucas no hace aquí una declaración cronológica precisa, sino sencillamente indica que Jesús había llegado a la edad madura cuando fue bautizado y dio comienzo a su ministerio público.

Según se creía. [Genealogía de Jesús, Luc. 3:23b-38 = Mat. 1:1-17. Comentario principal: Mateo y Lucas.] Desde el punto de vista legal y según la creencia popular, Jesús era hijo de José (Juan 8:41). En los registros oficiales del templo de Jerusalén, Jesús estaba registrado como primogénito de José y de María (Luc. 2:21; DTG 36). El rápido proceder de José cuando el ángel le dijo que tomara a María por esposa, sin duda protegió el buen nombre de María y del niño (ver com. Mat. 1:24). Según los registros oficiales y ante la ley, Jesús era hijo de José.

Hijo. En cuanto a la importancia y al valor del registro de los antepasados de Jesús para la gente de los tiempos del NT, ver com. Mat. 1:1. La genealogía que presenta Lucas es diferente en varios puntos importantes de la que presenta Mateo, y esas diferencias significan para los modernos lectores de la Biblia un asunto bastante difícil de resolver. El problema consiste, en esencia, en el hecho de que aunque ambas listas genealógicas se proponen presentar a los antepasados de José, sin embargo, difieren entre sí no sólo en cuanto al número de antepasados enumerados dentro de determinado período, sino también en lo referente a la identidad de la mayoría de los mismos. Los principales puntos de diferencia entre las dos listas son los siguientes:

1. Lucas enumera 41 descendientes de David, antepasados de Jesús; Mateo 26.

2. Con la excepción de Salatiel, Zorobabel, y José, esposo de María, la lista de descendientes de David es totalmente diferente.

3. Las dos genealogías convergen brevemente -con Salatiel y Zorobabel-, pero Mateo identifica a Salatiel como hijo de Jeconías, en tanto que Lucas lo cataloga como hijo de Neri.

4. Mateo identifica a José como hijo de Jacob; Lucas, como hijo de Elí.

Estas diferencias parecen ser, a primera vista, discrepancias mayúsculas entre las listas dadas por Mateo y Lucas. El problema se complica más porque no se sabe absolutamente nada en cuanto a 60 de las 64 personas nombradas en ambas listas, y porque la información que se tiene acerca de los otros cuatro es escasa. Esta falta de información hace que sea prácticamente imposible reconciliar las diferencias entre las dos listas. Sin embargo, y por fortuna, se sabe lo suficiente acerca de las antiguas costumbres judías y la manera de pensar y de expresarse de esos tiempos como para proporcionar una explicación enteramente razonable de cada punto de diferencia, y para demostrar así que las discrepancias bien pueden considerarse aparentes y no reales. Se consideran a continuación, en orden, los diversos puntos de diferencia:

1. Según ya vimos, Mateo asigna 26 generaciones, con un promedio de 37 años cada una, al período transcurrido entre la muerte de David y el nacimiento de Jesús. Lucas da 41 generaciones, lo que daría un promedio de unos 24 años a cada una. Según la cronología adoptada por este Comentario, David murió en el año 971 a. C. (t. II, pp. 79, 146-148), y Cristo nació en el año 5 a. C. (p. 233) lo que significa un intervalo de unos 966 años. Es posible explicar en parte la gran diferencia entre 26 y 41 generaciones, suponiendo que cada antepasado de Jesús en el linaje trazado por Lucas, era, por término medio, unos 13 años menor cuando nació su descendiente que el antepasado promedio de la lista de Mateo. Pero la diferencia es demasiado grande para que pueda explicarse sólo con este argumento. En vista de que Mateo claramente ha omitido, al menos, cuatro eslabones genealógicos en esos 966 años, en donde puede hacerse una comparación con las listas del AT (ver com. Mat. 1: 8, 11, 17), es enteramente posible que pudiera haber omitido al menos 11 del período intertestamentario (los 400 años entre Malaquías y el nacimiento de Cristo), del cual se sabe muy poco. También podría señalarse que un período promedio de 24 años entre el nacimiento de un hombre y el de su descendiente es mucho más probable que un período de 37 años. Esta observación tiende a confirmar las 41 generaciones de Lucas y la probabilidad de que Mateo llegó al número de 26, mediante la omisión intencional de unos 15 nombres en su lista (ver com. Mat. 1:8, 11, 17).

2. Con excepción de Salatiel, Zorobabel y José, esposo de María, las listas genealógicas presentadas por Mateo y por Lucas evidentemente dan los antepasados de Jesús hasta David siguiendo dos líneas totalmente diferentes. Mateo sigue la sucesión de los monarcas de la familia real desde David hasta el cautiverio, y puede suponerse que lo mismo ocurre desde el cautiverio en adelante (ver com. Mat. 1:17). Lucas parece seguir otra rama de la familia, no la que reinó, pero siempre de la familia real, remontándose a Natán, otro hijo de David y de Betsabé (1 Crón. 3:5, donde se lee "Natán... hijo de Bet-súa"; en cuanto a la diferencia de grafía entre "Betsabé" y "Bet-súa". ver com. 2 Sam. 5:14; com. Luc. 3:31). 

El matrimonio entre miembros de la familia real explica fácilmente que la ascendencia de Cristo pueda remontarse hasta David por dos ramas familiares casi totalmente diferentes. Sin embargo, esto no explica por qué se presentan las dos ramas (ver N.º 4).

3. Con referencia al problema presentado por la convergencia de las dos listas en Salatiel y Zorobabel, después de los cuales otra vez se separan, ver com. vers. 27.

4. Ver com. "de José" y com. "hijo de Elí".

De José. Lucas, como Mateo (ver com. Mat. 1:16), evita cuidadosamente decir que Jesús era hijo de José.  La expresión "según se creía", que constituye un paréntesis, indica que no había una relación sanguínea directa, y también sugiere que tanto la ley como la gente consideraban a Jesús como hijo de José.

Los términos "padre" e "hijo", "madre" e "hija", "hermano" y "hermana", etc., se empleaban comúnmente entre los hebreos para incluir relaciones (el parentesco más distantes que las que estas palabras representan actualmente (ver com. Gén. 29:12; Núm. 10:29; Deut. 15:2; 1 Crón. 2:7). Por lo tanto la palabra "hijo", tal como se emplea en la Biblia, puede denotar relación por nacimierito (inmediata o remota), por adopción, por matrimonio en caso de levirato (ver com. Deut. 25:5-9), o sencillamente hijo espiritual (2 Tim. 1:2).

Hijo de Elí. José, cónyuge de María, evidentemente no podía ser el hijo literal de Elí y de Jacob, según Mat. 1:16. Se han propuesto dos explicaciones razonables y ambas armonizan plenamente con lo que se conoce de las costumbres judías. Según una explicación, ambas listas dan los antepasados de José, una por ascendencia sanguínea, y la otra por adopción o matrimonio según el levirato. Según la otra explicación, Mateo da los antepasados de José, y Lucas los de María, por el linaje del padre de ésta.

Quienes consideran que ambas listas se refieren al linaje de José, explican que una lista presenta sus verdaderos antepasados consanguíneos, mientras que la otra da sus antepasados por adopción en un linaje familiar emparentado. Si José fue literalmente hijo de Jacob, como lo dice Mateo, tuvo que llegar a ser hijo de Elí de algún otro modo, no en un sentido literal. Si Elí no tuvo herederos, pudo haber adoptado a José, por medio de quien, según la costumbre, judía, ambos linajes podían haberse preservado. Según la segunda explicación, María era hija única de Elí, y cuando José se casó con ella se convirtió en hijo y heredero legal de Elí en armonía con las estipulaciones de las leyes del matrimonio en caso de levirato, dadas en tiempos de Moisés (ver com. Deut. 25:5-9; Mat. 22:24).

24. Matat. Ver com. Mat. 1:15. Nada más se sabe acerca de las personas nombradas en Luc. 3:24-27, desde Matat hasta Resa, excepto que fueron antepasados de Jesús. No se mencionan en la Biblia, ya que el canon del AT apenas se extiende hasta el retorno de los judíos del cautiverio babilónico.

27. Zorobabel. Lucas dice que Zorobabel era hijo de Salatiel, y Salatiel hijo de Neri. Mateo dice que Zorobabel era hijo de Salatiel, pero que Salatiel era hijo de Jeconías (ver com. Mat. 1:12). Bien pudo haber otro Zorobabel en este período (el nombre significa "retoño de Babilonia" o "engendrado en Babilonia") cuyo padre se llamaba Salatiel, pero esta posibilidad queda casi totalmente descartada, Por lo tanto, el problema que se presenta aquí es común a las dos teorías generales que se dan para explicar las diferencias entre las dos listas genealógicas (ver com. Luc. 3:23).

Se han propuesto varias soluciones al problema de la ascendencia de Salatiel. Algunos han sugerido que Salatiel era el hijo literal de Neri, pero hijo de Jeconías (Joaquín; ver com. 1Crón. 3:16) por adopción. Otros han sugerido qué Salatiel, aunque hijo de Neri, llegó a ser el sucesor legal de Jeconías, quizá debido a la extinción de la familia de éste (ver com. Jer. 22:30) o por alguna otra razón. También otros sugieren que una hija de Jeconías se casó con Neri, y que por lo tanto Salatiel era hijo de Neri y nieto de Jeconías; pero que, según la costumbre judía, fue conocido como hijo de Jeconías. 

En cuanto a los ascendientes de Zorobabel, tanto Lucas como Mateo lo llaman hijo de Salatiel de acuerdo con Esd. 3:2; 5:2; Neh. 12:1; y Hag. 1:1, aunque el texto masorético de 1Crón. 3:19 dice que Zorobabel era hijo de Pedaías (ver com. 1Crón. 3:19; Esd. 2:2); sin embargo, la LXX dice en 1Crón. 3:19 que Salatiel era padre de Zorobabel, y es evidente que Lucas aquí sigue a la LXX era todos los casos en que le proporciona información pertinente a su lista genealógica (ver com. Luc. 3: 36).

Neri. Las personas nombradas desde Neri en el vers. 27 hasta Matata en el vers. 31 no aparecen en ninguna otra referencia bíblica. El período comprendido entre estas generaciones se extiende hacia atrás desde el cautiverio babilónico hasta la división del reino de Salomón.

31. Natán. Natán fue hijo de David y de Betsabé, nació en Jerusalén (ver com. 2 Sam. 5:14).

32. David. Ver com. Mat. 1:1, 6. Con referencia a los nombres desde David hasta Abraham, que se registran en Luc. 3:31-34, ver com, Mat. 1:2-6-

34. Taré. Padre de Abrahán (ver com. Gén. 11:26-32).

Nacor. Abuelo de Abrahán (ver com. Gén. 11:22).

35. Serug. Bisabuelo de Abrahán (ver com. Gén. 11:20).

Ragau. Es decir, Reu (ver com. Gén. 11:18).

Peleg. Ver com. Gén. 11:16.

Heber. Ver com. Gén. 10:21; 11:14.

Sala. Ver com. Gén. 11:13.

36. Cainán. El nombre de Cainán aparece aquí y en la LXX, en Gén. 11:12-13 y 1 Crón. 1:1 8, pelo no en el texto masorético. El hecho de que la transliteración griega de estos nombres hebreos en Luc. 3:34-38 sea idéntica a la de la LXX en Gén. 5:5-32; 11:10-24, sugiere que Lucas siguió la LXX en esta parte de su genealogía. Esta posibilidad es confirmada por el hecho adicional de que Lucas incluye a Cainán en este punto, entre Sala y Arfaxad.

Arfaxad. Ver com. Gén. 10:22; 11:12.

Sem. Segundo hijo de Noé (ver com. Gén. 5:32; 11:10-11).

Noé. Ver com. Gén. 5:29.

Lamec. Ver com. Gén. 5:25.

37. Matusalén. Ver com. Gén. 4:18; 5:25.

Enoc. Ver com. Gén. 5:22, 24.

Jared. Ver com. Gén. 4:18.

Mahalaleel. Ver com. Gén. 4:18.

Cainán. Ver com. Gén. 5:9. Este patriarca, hijo de Enós, no debe confundirse con el Cainán de Luc. 3:36, que no aparece en el texto masorético del AT (ver com. vers. 36).

38. Enós. Ver com. Gén. 4:26.

Set. Tercer hijo de Adán y Eva (ver com. Gen. 4:25).

Adán. Con referencia al significado del nombre, ver com. Gén. 1:26; 3:17; Núm. 24:3. Lucas comienza su genealogía con el nacimiento sobrenatural del segundo o "postrer" Adán (1Cor. 15:45), y la concluye con la referencia a la creación del primer Adán.

Hijo de Dios. Lucas afirma aquí su fe en Dios como Creador del hombre y Autor de la vida, Aquel que "da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres" (Hech. 17:25-26). El hombre fue creado al principio a la imagen de Dios. Y por la fe en Jesucristo tenemos el privilegio de ser creados de nuevo a su semejanza (2 Cor. 5: 17). 5CBA

COMENTARIOS DE EGW

1-18. DTG 72-83. "LA VOZ QUE CLAMABA EN EL DESIERTO"

(Basado en San Lucas 1:5-23; 57-80; 3:1-18; San Mateo 3:1-12; San Marcos 1:1-8).

https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/dtg-capitulo-10-la-voz-que-clamaba-en.html

21-22. DTG 84-88. "EL BAUTISMO"

(Basado en San Mateo 3:13-17; San Marcos 1:9 -11; San Lucas 3:21,22).

https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/dtg-capitulo-11-el-bautismo.html

Ministerio Hno. Pio


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