jueves, junio 24, 2021

REFLEXIÓN 737. MINISTERIO EN PEREA, OTOÑO A PRIMAVERA, AÑO 30-31 DC/ Enseñanza Mediante Parábolas (LUCAS 13).

Lucas 13. Enseñanza Mediante Parábolas. Vers. (1-5) Cristo predica el arrepentimiento basado en la experiencia de los galileos y de otros. 

(6-9) La higuera estéril no permanecerá. (10-17) Saneamiento de la mujer encorvada. 

(18-23) Las parábolas de la semilla de mostaza y de la levadura muestran el poder de la palabra de Cristo en los corazones de los escogidos. (24-30) Exhortación a entrar por la puerta angosta, (31-35) y reprobación contra Herodes y Jerusalén.

1 EN ESTE mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. 2 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? 3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. 

6 Dijo también esta parábola: tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. 7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? 8 El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. 9 Y si diera fruto, bien; y si no, la cortarás después. 

10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo;* 11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. 12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. 

14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo,* dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.* 15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo* su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? 16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? 17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él. 

18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? 19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas. 20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios? 21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.

22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. 23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan?  Y él les dijo:

24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. 25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, el respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. 26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. 27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. 28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. 29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. 30 Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.

31 Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar. 32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra. 33 Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.

34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntara tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! 35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor. (Lucas 13).

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 1-28.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1-16

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1. En este mismo tiempo. [La justicia y la misericordia de Dios, Luc. 13:1-9. Con referencia a parábolas, ver pp. 193-197.] Comúnmente, Lucas emplea esta frase para mostrar que hay una estrecha relación con la sección anterior (ver com. cap. 12: 1). 

Es probable que ese hecho ocurriera en el invierno (diciembre-febrero) 30-31 d. C. Jesús había estado hablando de las señales de los tiempos.

LAS PARÁBOLAS Y SU INTERPRETACIÓN. La palabra "parábola" deriva del Gr. parabol': :uxtaposición", "comparación", "ilustración", "parábola", "proverbio"; de un verbo que significa "poner una cosa al lado de otra [para comparar]", "situar al lado de". 

El vocablo Gr. pa'rabol' y su equivalente hebreo (t. III, p. 957) tienen un significado más amplio que la palabra "parábola"; sin embargo, las parábolas que se presentan como tales en este Comentario son las que con propiedad caven dentro de los límites más estrictos de la palabra 194 parábola. De acuerdo con la definición expuesta, la parábola es una narración cuyo principal propósito es enseñar una verdad; pero literariamente hablando es una alegoría o sucesión de metáforas. Muchas de las parábolas de Cristo fueron tan breves que pueden considerarse como metáforas o proverbios.

UNA PARÁBOLA ES EN LOS EVANGELIOS UNA NARRACIÓN "colocada al lado de" cierta verdad espiritual con el fin de hacer una "comparación". Las parábolas de nuestro Señor se basaban, por lo general, en hechos comunes de la vida diaria familiar de sus oyentes, y con frecuencia se trataba de hechos específicos que acababan de ocurrir (ver DTG 462) o de algo que los oyentes podían ver en ese momento (PVGM 16; cf. DMJ 34-35). La narración era simple y breve, y por lo general su conclusión era tan obvia que no admitía confusiones (Mat. 21: 40-41); y se colocaba paralelamente la verdad espiritual con el propósito de ilustrar a ésta. La parábola se convertía así en un puente por el cual los oyentes podían ser conducidos hacia la comprensión y apreciación de esa verdad. La narración comenzaba al nivel de los oyentes, y Jesús dirigía los pensamientos hacia donde él quería valiéndose de un miedo agradable y familiar. Era una ventana a través de la cual el alma podía contemplar perspectivas de una verdad celestial.

POR MEDIO DE PARÁBOLAS JESÚS (1) despertaba el interés, la atención y las preguntas; (2) enseñaba verdades desagradables sin despertar prejuicios; (3) eludía a los espías que lo perseguían implacablemente; (4) creaba en la mente de sus oyentes impresiones duraderas que se renovarían e intensificarían cuando vieran nuevamente las escenas presentadas en la parábola o pensaran en ellas; (5) convertía la naturaleza en un instrumento para conocer a Dios.  Las parábolas revelaban la verdad a los que querían recibirla, y, a veces, la ocultaba a otros.

AL ESTUDIAR LAS PARÁBOLAS DE JESÚS ES IMPORTANTÍSIMO SEGUIR PRINCIPIOS CORRECTOS DE INTERPRETACIÓN. Esos Principios Pueden Resumirse Brevemente Así:

1. Una parábola es un espejo por el cual se puede ver la verdad; pero no es la verdad misma.

2. El contexto en que se presenta una parábola -lugar, circunstancias, personas a las que se dirigió la parábola y el problema que se trataba- debe tomarse en cuenta y convertirse en la clave para su interpretación.

3. La introducción y conclusión de Cristo a la parábola aclaran generalmente su propósito fundamental.

4. Cada parábola ilustra un aspecto básico de una verdad espiritual (ver la lista de los principios que ilustran las diversas parábolas de nuestro Señor, pp. 195-197). Los detalles de una parábola sólo son significativos cuando contribuyen a aclarar ese punto especial de verdad.

5. Antes de que se pueda entender el significado espiritual de la parábola, es necesario tener una clara perspectiva de la situación descrita en la parábola: costumbres orientales y modalidades de pensamiento y expresión.  Las parábolas son cuadros verbales vívidos que deben verse para que puedan ser entendidos.

6. Es un hecho fundamental que una parábola tiene el propósito de ilustrar la verdad, y generalmente una verdad particular; por lo tanto, no se debe basar ninguna doctrina en los detalles incidentales de una parábola.

7. La parábola se debe interpretar, sea en conjunto o sea en parte, teniendo en cuenta la verdad que tiene el propósito de enseñar, tal como se presenta en lenguaje literal en el contexto inmediato y en otras partes de las Escrituras.

Estaban allí. O también, "llegaron". La masacre había ocurrido poco tiempo antes (PVGM 167-168), y podría ser que los que hablaban ahora de este asunto a Cristo fueran los primeros en dar la noticia de lo ocurrido.

Algunos que le contaban. No se sabe quiénes eran estas personas ni por qué daban este informe. No hay una razón aparente para pensar que tuvieran motivos ocultos.

Los galileos. Esta masacre no es mencionada específicamente por ningún autor, excepto Lucas, aunque Josefo se refiere a muchas masacres similares cometidas por Pilato y varios otros administradores de la provincia de Judea (Antigüedades xvii. 9. 3; xviii. 3. 2; xx. 5. 3; Guerra ii. 2. 5; 9. 4). Una masacre de adoradores samaritanos en el monte Gerizim pocos años más tarde, en el año 36 d. C., indujo al César a destituir a Pilato (Antigüedades xviii. 4. 1-2).

Había mezclado. Fueron muertos mientras ofrecían los sacrificios.

2. Más pecadores que todos. Esta respuesta da a entender que los mensajeros y el público reunido alrededor de Jesús consideraban que la matanza era, por lo menos en cierto grado, un castigo divino para los que habían muerto (cf. Job 4:7-8; 8:4, 20; 22:5; Juan 9:1-2).  Pero Jesús negó enfáticamente esta idea. Siempre que surgía la oportunidad de hacerlo, Jesús contradecía la idea popular de que el sufrimiento es siempre y necesariamente un castigo por el pecado.

La tendencia a pensar que Dios causa los accidentes o las desgracias procede de Satanás, quien procura por este medio inducir a los hombres a que piensen que Dios es un Padre duro y cruel.

3. Arrepentís. El tiempo del verbo griego indica una acción continuada, por lo tanto Jesús aquí los insta a perseverar en el arrepentimiento. El castigo por el pecado se consumará en el gran juicio final. Jesús no condena ni a Pilato ni a los galileos. Si alguno de los judíos estaba esperando que Jesús condenara la crueldad de Pilato, quedó decepcionado. El cristiano, si así lo desea, puede aprender de todas las vicisitudes a caminar más perfectamente y con corazón humilde delante de Dios.

Los Fracasos, las desgracias y las calamidades, ya sean ajenas o propias, pueden enseñarle al humilde y receptivo hijo de Dios lecciones preciosas que no se aprenden de ningún otro modo.

4. La torre en Siloé. Esta torre probablemente estaba cerca del estanque de Siloé, y, sin duda, formaba parte de las fortificaciones de Jerusalén.  Con referencia al estanque de Siloé, ver t. I, p. 129; t. II, p. 89; com. 2 Rey. 20:20; Neh. 3:15; Juan 9:7.

Culpables. Gr. ofeilét's, "deudor", empleado en el sentido de "culpable" o también refiriéndose a uno que ha ofendido.  No se usa el adjetivo hamartolós, traducido "pecadores" en el vers. 2 (cf.  Mat. 6:12; Luc. 7:41).

5. Os arrepentís. Ver com. vers. 3.

6. Esta parábola. Con referencia a la enseñanza de Jesús por medio de parábolas y los principios que rigen la interpretación de las mismas, ver pp. 193-197.

En esta parábola Jesús quiso enseñar la relación entre la misericordia y la justicia divina (PVGM 167). Además, se presenta la paciencia de Dios frente a la necesidad que tiene el hombre de arrepentirse oportunamente.

Una higuera. La parábola de la higuera ilustra apropiadamente la verdad de que Dios ama aun a los que no dan frutos, pero que su misericordia puede finalmente agotarse. La higuera debía ser cortada si no producía un fruto aceptable (cf. Isa. 5:1-7). 

La higuera representa, en sentido general, a cada persona; y en un sentido especial, a la nación judía.

En su viña. Hasta el día de hoy es común ver higueras entre los viñedos de Palestina.

No lo halló. Ver com. Mar. 11:13.

7. Hace tres años. El dueño de la viña había calculado que la higuera tardaría tres años en dar fruto, y este tiempo ya había transcurrido.  Le había dado amplia oportunidad para llevar fruto, si es que alguna vez lo iba a producir.

Inutiliza también. La higuera no sólo no daba fruto sino que ocupaba un terreno que de otro modo podía ser productivo. La nación judía había llegado al punto en que no sólo era inútil en el cumplimiento del papel que Dios le había designado, sino que también se había convertido en un obstáculo en la predicación a otros del plan de salvación (ver PVGM 170; t. IV, pp. 33-34).

8. Déjala. Se ha sugerido que los tres años del vers. 7 se refieren, en forma figurada, a los tres primeros años del ministerio de Jesús. El año que transcurría en ese momento (el 4.º) sería entonces el año de gracia, pues ya habían transcurrido más de tres años desde el bautismo de Jesús (ver com. Mat. 4:12), y restaban sólo unos pocos meses para su crucifixión (ver com. Luc. 13:1). La misericordia de Dios seguía esperando y exhortando a la nación judía para que se arrepintiera y aceptara a Jesús como el Mesías. Pero junto a la prolongación de la misericordia estaba la advertencia implícita de que esta oportunidad sería la última.

Yo cave... y la abone. El viñador sin duda le había dedicado tanto cuidado a la higuera como a los otros árboles de la viña. Pero en este último intento por ayudarla para que produjera fruto, parece que hizo más que nunca antes (ver Isa. 5:1-4; com. Mat. 21:37).

9. Si diere fruto, bien. Literalmente "si diere fruto en el futuro". La declaración queda en suspenso. Se trata de una reticencia, figura de retórica que consiste en dejar incompleta una declaración o no concluir una explicación, para que se entienda mejor lo que se calla y a veces más de lo que se dice. "A ver si da fruto para el año que viene ...; si no, la cortarás" (NC).

Si no. Nada se dice en cuanto al resultado final de la prueba.

10. Enseñaba Jesús. [Jesús sana a una mujer en el día de reposo, Luc. 13:10-17. Con referencia a los milagros, ver pp. 198-203.] Es probable que esto ocurriera en Perea, unos meses antes de la crucifixión (ver com, vers. 1). Esta es la última vez que se menciona en los Evangelios que Jesús enseñó en una sinagoga. En cuanto a la descripción de la sinagoga y sus servicios, ver pp. 57-60; y en relación con una ocasión anterior cuando Jesús fue acusado por los dirigentes religiosos por haber sanado en una sinagoga en día sábado, ver com.  Mar. 3: 1-6.  Para otros hechos ocurridos en la sinagoga, ver Luc. 4: 16-30; Mar. 1:21-28. En cuanto a otra curación hecha en sábado, ver Juan 9: 1-14. En las pp. 200-203 aparece una lista de los milagros realizados en sábado.

En el día de reposo. Gr. en toís sábbasin, literalmente "en los sábados". Sin embargo, no debe entenderse como plural, sino como un sábado específico. Esta era la manera común de expresarse en esa época.

11. Andaba encorvado. Gr. sugkúptÇ, "encorvarse" como si se llevara una carga. Este verbo también aparece como término médico para referirse a la curvatura de la columna.

12. Eres libre. O "quedas libre" (BJ).

13. Puso las manos. Ver com. Mar. 1:31; 7:33; cf.  Luc. 4:40; 5:13; 8:54; 22:51.

14. Principal. Ver p. 58; com.  Mar. 5:22.

Dijo. El griego dice "respondió". Hasta donde se sepa, nadie le había hablado al principal de la sinagoga ni le había preguntado nada. Respondió a la situación creada por la curación de la mujer enferma, y en este sentido, lo que dijo fue una "respuesta" (ver com. cap. 14:3).

A la gente. El principal de la sinagoga estaba enojado con Jesús; pero evidentemente no se atrevía a atacarlo en forma personal y por eso se dirigió a la gente.

Seis días hay. Según los reglamentos rabínicos podía atenderse en día sábado a un enfermo en caso de que peligrara su vida (Mishnah Yoma 8. 6); pero no era lícito prestar cuidados especiales a un enfermo crónico en día sábado. Esta mujer quizá había asistido a esa sinagoga durante los 18 años de su enfermedad, y por eso su caso no se consideraba urgente. Este modo de razonar indica que la mujer podría haber esperado hasta después del sábado (ver com. Mar 1:32-33; 3:1-6; Juan 5:16).

15. Hipócrita. La evidencia textual establece (cf. p. 147) el uso del plural, "hipócritas". Jesús se dirigió al principal de la sinagoga y a todos los que lo apoyaban o simpatizaban con él. Con referencia a la palabra que se traduce como "hipócrita", ver com. Mat. 7:5; 6:2.

Pesebre. La palabra traducida como "pesebre" aparece sólo aquí y en Luc. 2:7,12,16 (ver com. cap. 2:7).

16. Hija de Abraham. No sólo era un ser humano, y por lo tanto de valor infinitamente mayor que un animal, sino que también pertenecía a la raza escogida. Es probable que este argumento tuviera efecto en la gente y sirviera para hacer callar al principal de la sinagoga (vers. 17), aunque no necesariamente lo convenciera de que estaba equivocado.

Satanás había atado. Cf. Isa. 61:1-3; Isaías dice que el Mesías libertaría a los cautivos de Satanás. Estas palabras de Jesús no necesariamente significan que la mujer había sido atacada a propósito por Satanás. Quizá sólo quería decir que Satanás es el gran responsable de toda enfermedad.

17. El pueblo se regocijaba. El interés de Jesús por la mujer llevaba implícita una reprensión para el principal de la sinagoga, quien, según parece, no había hecho nada en favor de la mujer durante los 18 años de su enfermedad. Se enojó con Jesús (vers. 14); pero la gente se regocijó.

18. El reino de Dios. [Crecimiento del reino de los cielos, Luc. 13:18-30. Cf. com. Mat. 13:31-33; con referencia a las parábolas, ver pp. 193-197.] Ver com. Mat. 3:2; 5:2-3; Mar. 3:14; Luc. 4:19.

19. Grano de mostaza. Aquí Cristo repite una de las parábolas que había pronunciado junto al mar de Galilea casi un año y medio antes (DTG 452; ver com. Mat. 13:31-32).

21. Levadura. Otra parábola que Jesús probablemente había pronunciado en diferentes ocasiones (ver com. Mat. 13:33).

22. Encaminándose a Jerusalén. Ver com. Mat. 19:1. No se sabe si esta jornada es parte del largo viaje desde Galilea a Jerusalén, pasando por Samaria y Perea, o si se trata de otro viaje posterior de Perea a Jerusalén. La última vez que salió de Galilea probablemente fue algún tiempo antes de esto, y quizá debería considerarse como un viaje aparte. Aunque las actividades de Jesús tuvieron su centro en Perea y Samaria durante los últimos seis meses de ministerio, visitó Betania y Jerusalén en varias oportunidades; pero sólo por corto tiempo a causa de la enemistad de los dirigentes judíos. Ver com. Luc. 9:51.

23. Alguien le dijo. No se sabe quién fue el que habló.

Pocos los que se salvan. Esta era una pregunta abstracta, teórica y teológico que se discutía con mucho entusiasmo (ver 2 Esdras 8 [lib. IV, Vulgata latina], libro de fines del siglo I d. C.).

24. Esforzaos. Gr. agÇnízomai "luchar"; relacionado con el sustantivo agÇn, "lucha", "contienda", "pleito" y también con el sustantivo agÇnía, "angustia". "Agonía" y "agonizar" derivan de este vocablo griego. El sentido primario del verbo agÇnízomai es el de luchar en una competencia atlética para conquistar el premio, y por eso llegó a tener el sentido general de "luchar" o "esforzarse". AgÇnízomai se usa algunas veces en el NT para referirse a la lucha del cristiano para entrar en el reino de los cielos (1Cor. 9:25; Col. 1:29). En 1 Tim. 6:12 y 2 Tim. 4:7 se traduce "pelear", y se emplea para referirse a la batalla de la vida cristiana. En Juan 18:36 también se traduce "pelear". Ver com. Mat. 7:13-14.

Jesús no respondió directamente a la pregunta que se le había hecho (vers. 23); y en cambio, basó su respuesta en la verdad de que nuestra principal preocupación no debe ser cuántos se salvarán sino que nosotros mismos seamos salvos. Jesús enseñó en la parábola de la semilla de mostaza, que muchos entrarán en el reino (ver com.  Mat. 13:31-32); y en la parábola de la levadura destacó la influencia transformadora del Evangelio sobre la vida, y cómo esa influencia prepara para el reino eterno (ver com. Mat. 13:33).

25. Cerrado la puerta. Con referencia a este versículo, ver com. Mat. 25:1-13; y en cuanto a la importancia de la puerta cerrada, ver com. Mat. 25:7.

No sé de dónde sois. Ver com. Mat. 7:23; 25:12.

26. En nuestras plazas enseñaste. Ver com. Mat. 7:22.

27. Apartaos de mí. Ver com. Mat. 7:23.

Hacedores de maldad. Ver com. Mat. 7:21-28.

28. El llanto y el crujir de dientes. Ver com. Mat. 8:12; 13:42.

Vosotros estéis excluidos. Ver com. Mat. 22:11-14; cf. Luc. 16:22-23.

29. Vendrán del oriente. Jesús cita aquí, en parte, las palabras de Isa. 49:12, que se refieren a la reunión de los gentiles en la casa de Dios (ver t. IV, pp. 28-35).

Se sentarán. Literalmente "se reclinarán"; esta era la posición que se acostumbraba en las fiestas (ver com.  Mar. 2:15).

Cuando los judíos se referían a las delicias del reino mesiánico, solían hablar de sentarse a la mesa de la fiesta del Mesías (ver com. Luc. 14:15; cf. Apoc. 19:9).

30. Y primeros que serán postreros. Jesús repitió esta enseñanza en diversas ocasiones (Mat. 19:30; 20:16), como una advertencia para quienes se consideraban seguros de su admisión en el reino del Mesías porque eran hijos de Abrahán. Los que habían tenido la mejor posibilidad para entrar no habían aprovechado sus oportunidades (ver t. IV, pp. 28-35), sino habían descuidado las ventajas que se les habían concedido (ver com. Luc. 14:18-24).

Los gentiles, a quienes los judíos despreciaban y consideraban indignos y no aptos para entrar en el reino, en muchos casos lograrían con mayor facilidad un lugar en la mesa mesiánica, por la sencilla razón de que habían aprovechado mejor sus oportunidades que los judíos.

31. Aquel mismo día. [Lamento de Jesús sobre Jerusalén, Luc. 13: 31-35.] La evidencia textual establece (cf. p. 147) el texto: "en aquella misma hora"; "en aquel momento" (BJ).  Lucas suele emplear esta expresión para indicar una relación temporal muy próxima con la narración inmediata que precede.  Con referencia a las circunstancias de este episodio, ver com. vers. 1.

Fariseos. Ver pp. 53-54. Los fariseos en conjunto eran ahora enemigos de Jesús, y estaban decididos a hacerlo morir. Ver com. Mat. 19:30; 20:18-19.

https://elaguila3008.blogspot.com/2021/04/los-judios-del-primer-siglo-de-la-era.html

Sal, y vete de aquí. Esto ocurrió, según parece, en el territorio de Herodes Antipas, que comprendía Galilea y Perea (ver com. cap. 3:1). Como Jesús había partido de Galilea por última vez unas semanas antes (ver com.  Mat. 19: 1-2), en esta ocasión debe haber estado en Perea.

Herodes te quiere matar. Aproximadamente un año antes, Herodes había hecho matar a Juan el Bautista (ver com. Mar. 6:14-29). Pero como Herodes temía a Jesús (ver com. Mat. 14:1-2) y a la vez tenía deseos de verle (Luc. 23: 8), es muy poco probable que realmente procurara matarlo. 

Los fariseos quizá se valieron de este ardid con el intento de asustar a Jesús para que se fuera de Perea a Judea, donde ellos podrían apresarlo. Los dirigentes de los judíos habían estado tramando durante casi dos años la muerte del Salvador (DTG 184, 367; Juan 11:53-54, 57; ver com. Mat. 15:21), y los judíos hacía poco habían intentado dos veces apedrearle (Juan 8:59; 10:31; 11:8).

32. Aquella zorra. Quizá dijo esto para dar más realce a la astucia de Herodes que a su rapacidad. Ver. p. 65.  Algunos sospechan que el calificativo "zorra" podría más bien referirse a la maniobra de los fariseos (ver com. vers. 31).

Hoy y mañana. La hora de Jesús todavía no había llegado; aún tenía una obra que terminar.

Al tercer día. Esta es una ilustración muy clara de la costumbre común en el Cercano Oriente de emplear el cómputo inclusivo. Según el cómputo judío, el tercer día era el día después de mañana (vers. 33); pero según nuestro uso, ése es el segundo día.  Con referencia al cómputo inclusivo, ver t. 1, pp. 191-192; t. V, pp. 239-242. Sin embargo, aquí Cristo habla en forma figurada acerca del tiempo cuando su ministerio habría de terminar.  Es momento, aunque más distante que los tres días, estaba cercano.

Termino mi obra. Gr. teleióumai, forma pasiva del verbo teleióÇ, "terminar", "completar", "acabar", "perfeccionar" (ver com. Mat. 5:48), es decir, "soy completado". Jesús tal vez se estaba refiriendo a su muerte, con la cual completaría o perfeccionaría su ministerio terrenal. Según Heb. 2:10, Jesús fue perfeccionado por medio del sufrimiento (cf. Heb. 5:9). En su oración intercesora, antes de entrar en el huerto de Getsemaní, Jesús declaró: "He acabado [del verbo teleióÇ] la obra que me diste que hiciese" (Juan 17:4). Con referencia al plan trazado previamente para la vida de Jesús, ver com. Luc. 2:49.

33. Es necesario que... siga mi camino. Ver com. cap. 2:49. Jesús debía continuar con su obra asignada, y no interrumpiría su ministerio por causa de Herodes. El día es el tiempo habitual para caminar y trabajar.

Fuera de Jerusalén. Jesús no quiso decir que los profetas no podían morir fuera de Jerusalén, sino que Jerusalén era la ciudad que mataba a los profetas, como lo explica de inmediato en el vers. 34. Jesús no tenía temor de que algo le ocurriera mientras trabajaba en el territorio que gobernaba Herodes, pues sabía perfectamente que moriría en Jerusalén.

34. Jerusalén, Jerusalén. Con referencia a los vers. 34-35, ver com. Mat. 23:37-39. 5CBA

COMENTARIOS DE EGW

1-9. PVGM 167-172. "ALIENTO EN LAS DIFICULTADES" 

(Basado En San Lucas 13:1-9).

https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/17-aliento-en-las-dificultades-palabras.html

18-19. PVGM 54-57. "PEQUEÑOS COMIENZOS, GRANDES RESULTADOS"

(Basado En San Mateo 13:31,32; San Marcos 4:30-32; San Lucas 13:18,19).

https://elaguila3008.blogspot.com/2009/10/05-pequenos-comienzos-grandes.html

20-21 PVGM 68-74. “UN PODER QUE TRANSFORMA Y ELEVA” 

(Basado En San Mateo 13:33; San Lucas 13:20,21).

https://elaguila3008.blogspot.com/2009/10/07-un-poder-que-transforma-y-eleva.html

25. Ed 257. La oración y la fe están íntimamente ligadas y necesitan ser estudiadas juntas. En la oración de fe hay una ciencia divina; es una ciencia que debe comprender todo el que quiera tener éxito en la obra de su vida.  Cristo dice: "Todo lo que pidiereis orando, 258 creed que lo recibiréis, y os vendrá". *Mar. 11:24.

Él explica claramente que nuestra petición debe estar de acuerdo con la voluntad de Dios; debemos pedir cosas que él haya prometido y todo lo que recibamos debe ser usado para hacer su voluntad. Cuando se satisfacen las condiciones, la promesa es indubitable.

26-27. DTG 766. ¿Cuáles serían los sentimientos de un padre y una madre si supiesen que su hijo, perdido en el frío y la nieve, había sido pasado de lado y que le dejaron perecer aquellos que podrían haberle salvado?

¿No Estarían Terriblemente Agraviados, Indignadísimos?

¿No Denunciarían A Aquellos Homicidas Con Una Ira Tan Ardiente Como Sus Lágrimas, Tan Intensa Como Su Amor?

LOS SUFRIMIENTOS DE CADA HOMBRE SON LOS SUFRIMIENTOS DEL HIJO DE DIOS, y los que no extienden una mano auxiliadora a sus semejantes que perecen, provocan su justa ira. Esta es la ira del Cordero. A los que aseveran 766 tener comunión con Cristo y sin embargo han sido indiferentes a las necesidades de sus semejantes, les declarará en el gran día del juicio: "No os conozco de dónde seáis; apartaos de mí todos los obreros de iniquidad." (Lucas 13:27).

EN EL MANDATO Dirigido A Sus Discípulos, Cristo No Sólo Esbozó Su Obra, Sino Que Les Dio Su Mensaje.

ENSEÑAD Al Pueblo, Dijo, "Que Guarden Todas Las Cosas Que Os He Mandado."

LOS DISCÍPULOS HABÍAN DE ENSEÑAR Lo Que Cristo Había Enseñado. Ello Incluye Lo Que Él Había Dicho, No Solamente En Persona, Sino Por Todos Los Profetas Y Maestros Del Antiguo Testamento.

EXCLUYE la enseñanza humana. No hay lugar para la tradición, para las teorías y conclusiones humanas ni para la legislación eclesiástica.

NINGUNA LEY ORDENADA POR LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA ESTÁ INCLUIDA EN EL MANDATO. Ninguna de estas cosas han de enseñar los siervos de Cristo. "La ley y los profetas," con el relato de sus propias palabras y acciones, son el tesoro confiado a los discípulos para ser dado al mundo.

PVGM 340. Las Diez Vírgenes Están Esperando En El Atardecer De La Historia De Esta Tierra. Todas aseveran ser cristianas. Todas han recibido un llamamiento, tienen un nombre y una lámpara: todas profesan estar realizando el servicio de Dios. Aparentemente todas esperan la aparición de Cristo. 340 Pero cinco no están listas. Cinco quedarán sorprendidas y espantadas fuera de la sala del banquete.

En el día final, muchos pretenderán ser admitidos en el reino de Cristo, diciendo: "Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste".  Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Pero la respuesta es: "Dígo os que no os conozco; apartaos de mí". Lucas 13:26,27; Mateo 7:22.

En Esta Vida No Han Practicado El Compañerismo Con Cristo; por lo tanto no conocen el lenguaje del cielo, son extraños a sus gozos. "¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios". 1Cor. 2:11.

Las Más Tristes De Todas Las Palabras Jamás Escuchadas Por Oídos Mortales Son Las Que Constituyen La Sentencia: NO OS CONOZCO". El compañerismo del Espíritu, que vosotros habéis despreciado, es lo único que podría identificaros con la gozosa multitud en la fiesta nupcial. No podéis participar en esa escena. Su luz caería sobre ojos cegados, su melodía en oídos sordos. Su amor y su gozo no haría vibrar ninguna cuerda de alegría en el corazón entumecido por el mundo. Sois excluidos del cielo por vuestra propia falta de idoneidad para habitar en él.

No Podemos Estar Listos Para Encontrar Al Señor Despertándonos Cuando Se Oye El Clamor: "He aquí el esposo", y entonces recoger nuestras lámparas vacías para llenarlas.  No podemos mantener a Cristo lejos de nuestra vida aquí, y sin embargo ser hechos idóneos para su compañerismo en el cielo.

34-35. DMJ 572. La Compasión Divina Se Leía En El Semblante Del Hijo De Dios Mientras Dirigía Una Última Mirada Al Templo Y Luego A Sus Oyentes. Con Voz Ahogada Por La Profunda Angustia De Su Corazón Y Amargas Lágrimas, Exclamó: "¡Jerusalem, Jerusalem, que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti! ¡cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste!" Esta es la lucha de la separación. En el lamento de Cristo, se exhala el anhelo del corazón de Dios. Es la misteriosa despedida del amor longánime de la Divinidad. Los Fariseos Y Saduceos Quedaron Todos Callados.

Ministerio Hno. Pio


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