viernes, enero 22, 2021

REFLEXIÓN 546. PROFECÍA DEL CASTIGO DE NACIONES EXTRANJERAS (SECCIÓN II. Varias fechas, profecías concernientes a Egipto: Quinta división (11.º año, 3er mes, 1er día): La gloria y la caída de Egipto corren paralelamente con las de Asiria (EZEQUIEL 31).

Ezequiel 31. En forma de alegoría profético y con un impresionante paralelismo poético, el profeta describe la caída de la gran nación de Egipto, simbolizando para su mensaje con el cedro la gloria pasada de Asiria, “era el asirio cedro en el Líbano” Pero pasó. La Causa de su caída: su arrogancia. 

También puede entenderse la alegoría en el sentido de que la historia y la caída de Asiria representaban la historia y la caída de Egipto.

*Esta es la lección que debe aprenderse de la parábola. Que los otros árboles no confíen en su propia fuerza ni se infatúen con la prosperidad. “La gloria y la caída de Egipto corren paralelamente con las de Asiria o terminará igual, en destrucción”

Solo hay permanencia en el tiempo, si le damos la gloria, la gratitud a Dios, la fuente de toda esa prosperidad. Pero éstas naciones olvidaron de donde procedía su poder y prosperidad. Olvidaron que “Dios mantiene el registro de sus cuentas, de sus hechos. Él es quien determina cuándo se ha colmado la copa de su iniquidad y cuando debe actuar con sus juicios”.

Versículos (1-2) Referencia al faraón; (3-9) en cuanto a la gloria de Asiria, (10 -17) y la caída debido a su orgullo. (18) Destrucción paralela de Egipto.

1 ACONTECIÓ en el año undécimo, en el mes tercero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo de hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza?

3 He aquí era el asirio cedro en el Líbano, de hermosas ramas, de frondoso ramaje y de grande altura, y su copa estaba entre densas ramas. 4 Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes. 5 Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas, y a causa de las muchas aguas se alargó su ramaje que había echado. 6 En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban muchas naciones. 7 Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto a muchas aguas. 8 Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a su ramaje; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura. 9 Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.

10 Por tanto, así dijo Jehová el Señor: Ya que por ser encumbrado en altura, y haber levantado su cumbre entre densas ramas, su corazón se elevó con su altura11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto le tratará según su maldad. Yo lo he desechado. 12 Y lo destruirán extranjeros, los poderosos de las naciones, y lo derribarán; sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todos los arroyos de la tierra será quebrado su ramaje; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán. 13 Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo, 14 para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos están destinados a muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.

15 Así ha dicho Jehová el Señor: El día que descendió al Seol, hice hacer luto, hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas; al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo se desmayaron. 16 Del estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando las hice descender al Seol con todos los que descienden a la sepultura; y todos los árboles escogidos del Edén, y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en lo profundo de la tierra. 17 También ellos descendieron con él al Seol, con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de las naciones.

18 ¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del Edén en lo profundo de la tierra; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada. Este es Faraón y todo su pueblo, dice Jehová el Señor. (Ezequiel 31).

1. El año undécimo. Del cautiverio de Joaquín (ver com. cap. 1:2); esta fecha corresponde con junio de 587 o 586 a. C. (ver p. 602). Esta profecía fue dada unos dos meses después de la anterior (cap. 30: 20). En forma de alegoría profético y con un impresionante paralelismo poético, el profeta describe la 713 caída de la gran nación de Egipto.

2. Faraón. Hofra o Apries, conocido por su arrogancia y orgullo (ver com. cap. 29: 3).

3. El asirio. Heb. 'ashshur, que se traduce correctamente como "Asiria"… También puede entenderse la alegoría en el sentido de que la historia y la caída de Asiria representaban la historia y la caída de Egipto. Si se modifica el texto, la aplicación es directa. Cedro. Véanse figuras similares en Isa. 10: 34; 37: 24; Eze. 17: 3; Dan. 4: 20-22; Zac. 11: 1-2.

4. Las aguas lo hicieron crecer. La LXX dice: "Las aguas lo nutrieron". Se hace referencia aquí al Nilo o al Tigris, según la interpretación que se adopte (ver com. vers. 3).

6. Las aves del cielo. Compárese con Eze. 17: 23; Dan. 4: 21.

8. El huerto de Dios. La LXX dice: "paraíso de Dios". Pareciera tomarse esta figura del huerto del Edén (cf. Gén. 2:8; Eze. 31:9). Mediante el uso de una hipérbole poética, el profeta describe la pretendida grandeza de Egipto. Es posible que el "huerto de Dios" represente aquí a Israel, el pueblo de Dios.

10. Su corazón se elevó. Ver com. cap. 29: 3.

11. Poderoso de las naciones. Es decir, Nabucodonosor (ver com. cap. 29: 19).

12. Lo dejarán. Cf. cap. 29: 5.

13. Sobre su ruina. Cf. cap. 29: 5.

14. Para que no se exalten. Esta es la lección que debe aprenderse de la parábola. Que los otros árboles no confíen en su propia fuerza ni se infatúen con la prosperidad.

15. Seol. Heb. she'ol, y en la LXX, hád's, morada simbólica de los muertos, representada bajo la forma de una caverna subterránea (ver com. Prov. 15: 11).

16. Seol. Ver com. vers. 15.

17. Los muertos a espada. Aquí la realidad irrumpe en lo simbólico. Su brazo. Los que lo ayudaron en sus conquistas.

18. Este es Faraón. Aquí el lenguaje es alegórico. (4CBA) Ministerio Hno. Pio

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