Romanos 14. LA NECESIDAD DE TOLERANCIA MUTUA ENTRE LOS CRISTIANOS: Vers. (1-12) Los hombres no deben menospreciar ni condenar a nadie por cosas de poca importancia, (13-14) sino estar atentos para no ofender. (15-23) Por esto, el apóstol desaprueba ciertas cosas por muchas razones.
1 RECIBID al débil en la fe, pero
no para contender sobre opiniones. 2 Porque
uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 3
El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que
come; porque Dios le ha recibido. 4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno?
Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es
el Señor para hacerle estar firme. 5 Uno hace diferencia entre día y día; otro
juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia
mente. 6 El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso
del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da
gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.
7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. 10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. 11 Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. 12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. 14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. 15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. 16 No sea, pues, vituperado vuestro bien;
17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. 19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. 20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come.
21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. 22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena así mismo en lo que aprueba. 23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado. (Romanos 14).
1. Recibid. Gr. proslambánomai, "recibir para sí",
"dar la bienvenida". "Acoged bien" (BJ); "acoged"
(NC). A pesar de que son débiles "en la fe", deben ser recibidos en
la comunión cristiana como hermanos, porque Cristo así los ha recibido y les ha
dado la bienvenida (cap. 15:7).
Débil en la fe. Es decir, alguien que sólo tiene una comprensión limitada de los principios de rectitud.
Anhela ser salvo y está
dispuesto a hacer cualquier cosa que cree que se le pide; pero debido a la
inmadurez de su experiencia cristiana (cf. Heb. 5:11 a 6:2) y quizá también
como resultado de su educación anterior y de sus creencias, trata de asegurar
su salvación por medio de la observancia de ciertas reglas y prescripciones que
en realidad no son obligatorias para él.
Da mucha importancia a esas
reglas; las considera como absolutamente vigentes para poder alcanzar la
salvación, y está angustiado y perplejo cuando ve que otros cristianos que
conoce, especialmente los que parecen tener más experiencia, no comparten sus
puntos de vista.
Las Afirmaciones De Pablo En Rom. 14 Han Sido
Interpretadas De Diversas Maneras Y Usadas En Las Siguientes Formas: 1 para menospreciar el régimen vegetariano, 2 para abolir
la distinción entre carnes limpias e inmundas, y 3 para eliminar toda
distinción entre días, aboliendo de paso el sábado.
Que Pablo no se ocupa de ninguna
de estas tres cosas, resulta evidente cuando se estudia el capítulo entendiendo
ciertos problemas religiosos entonces vigentes, que perturbaban a algunos
cristianos del primer siglo.
PABLO MENCIONA varios problemas que eran motivo
de controversia entre los hermanos: (1) algunos se refieren a la alimentación
(vers. 2), y (2) los otros tienen que ver con la observancia de determinados
días (vers. 5-6).
En 1 Cor. 8 también se trata el problema de la alimentación y
los conceptos del hermano fuerte y el hermano débil. La Primera Epístola a los
Corintios fue escrita menos de un año antes que la de Romanos. Por lo tanto, es
razonable concluir que en 1 Cor. 8 y Rom. 14 Pablo está tratando, en
esencia, el mismo tema.
En Corintios el problema es si se
debe o no comer alimentos sacrificados a los ídolos. De acuerdo con una antigua práctica, los sacerdotes paganos comerciaban
ampliamente con los animales sacrificados a los ídolos. Pablo dijo a los
creyentes corintios, tanto de origen judío como pagano, que como un ídolo
"nada es" no era malo en sí mismo comer carnes dedicadas a los
ídolos. Sin embargo, sigue explicando que, debido a sus antecedentes, educación
y diferencia de discernimiento espiritual, no todos tienen ese
"conocimiento", y por lo tanto no podrían comer con limpia conciencia
tales alimentos (ver com. 1 Cor. 8). Por eso Pablo instaba a los que no tenían
escrúpulos en cuanto a esas comidas a que no participaran de ellas para no
poner una piedra de tropiezo en el camino de un hermano (Rom. 14:13). Su
admonición está, pues, en armonía con la decisión del Concilio de Jerusalén, y
proporciona por lo menos una razón por la cual ese concilio se definió así en
cuanto a este tema (ver com. Hech. 15). Quizá para no escandalizar en esto,
algunos cristianos se abstenían por completo de comer carne, por lo que su
alimento se reducía a "legumbres", es decir, alimentos de origen
vegetal (ver com. Rom. 14:2).
PABLO no está hablando de alimentos dañinos para el
organismo. No está sugiriendo que el cristiano de fe estable puede comer
cualquier cosa sin tener en cuenta los efectos sobre su salud. Ya ha mostrado
(cap. 12:1) que el verdadero creyente procurará que su cuerpo se conserve santo
para que sea aceptable delante de Dios como un sacrificio vivo. El hombre de fe
firme considerará que es un acto de culto espiritual el cultivar la buena salud
(Rom. 12: 1; 1 Cor. 10: 31).
OTRO HECHO aclara el problema que Pablo está tratando. Al principio, y no muy nítidamente, muchos cristianos de origen judío
comprendieron que la ley ceremonial había hallado su cumplimiento en Cristo
(ver com. Col. 2:14-16) y que, por lo tanto, ya no estaba en vigencia.
A los primeros cristianos no se les
prohibió súbitamente que asistieran a las festividades anuales judaicas, ni se
los instó a que abandonaran inmediatamente todos los ritos ceremoniales.
La ley ceremonial obligaba a los
judíos a observar siete días de reposo anuales. Pablo asistió inclusive a
algunas de esas fiestas después de su conversión (Hech. 18:21, etc.). Aunque
enseñaba que "la circuncisión nada es" (1 Cor. 7:19), circuncidó a
Timoteo (Hech. 16:3) y cumplió con un voto de acuerdo con las estipulaciones
del antiguo código (Hech. 21:20-27).
Debido a las circunstancias parecía que lo mejor era permitir que varios elementos de la ley ceremonial judía desaparecieran poco a poco, a medida que la razón y la conciencia se fueran aclarando. Por eso se hizo inevitable que entre los cristianos de origen judío se levantaran preguntas en cuanto a si era correcto observar ciertos "días", o sea ciertos días de fiesta judíos que correspondían con sus festividades anuales (ver Lev. 23:1-44; com. Col. 2:14-17).
En Vista De Estos Hechos Resulta Evidente Que Pablo,
En Rom. 14, (1) no está menospreciando una
alimentación de "legumbres" (comidas de origen vegetal), ni (2)
anulando la distinción secular bíblica entre carnes limpias e inmundas, ni (3)
aboliendo el sábado semanal de la ley moral (ver com. cap. 3: 31). El que
pretenda afirmar que así fue, debe estar leyendo en la exposición de Pablo algo
que él no enseñó.
Que Pablo no enseña y ni siquiera
insinúa la abolición del sábado semanal, ha sido reconocido por muchos
comentadores conservadores. Por ejemplo, Jamieson, Fausset y Brown al comentar
este pasaje (cap. 14:5-6) enseñan: "Desafortunadamente Alford deduce por
la lectura de este pasaje que no se podría haber usado este lenguaje si la ley
del sábado hubiera estado en vigencia en cualquier forma bajo el Evangelio.
No hay duda de que el sábado no
podía estar entonces en vigencia si hubiera sido una de las fiestas judías;
pero no debe darse por sentado que el sábado fuera un día festivo sencillamente
porque se guardaba bajo el sistema mosaico. Y como sin duda alguna el sábado es
más antiguo que el judaísmo, y que bajo el judaísmo fue incluido entre las
cosas sagradas del Decálogo, el cual fue pronunciado verbalmente en medio de
los terrores del Sinaí como ninguna otra enseñanza del judaísmo; y en vista de
que el mismo Legislador declaró personalmente, en la tierra: 'EL HIJO DEL HOMBRE ES SEÑOR AUN DEL IDA DE
REPOSO [SÁBADO]' (Mar. 2: 28), es sumamente difícil demostrar que el apóstol
tenía el propósito de que ese día [el sábado] fuera clasificado por sus
lectores entre los días festivos judaicos que ya habían caducado, y que sólo un
'débil' podría imaginarse que estaba en vigencia, un 'débil' que sólo debía ser
tolerado debido al amor de los que tenían más luz".
En Rom. 14:1 a 15:14. Pablo insta a
los cristianos más firmes a que consideren con simpatía los problemas de sus
hermanos más débiles. Como lo hizo en los cap. 12 y 13, muestra que el origen
de la unidad y de la paz en la iglesia es el genuino amor cristiano. Este mismo
amor y respeto mutuo asegurarán una continua armonía entre el conjunto de
creyentes a pesar de las diferencias de opiniones y de los escrúpulos en
asuntos de religión.
Contender sobre opiniones. Los creyentes "débiles"
deben ser recibidos dándoles la bienvenida a la comunión cristiana, pero no con
el propósito de hacerlos participar en controversias. Los creyentes más firmes
no tienen la misión de dictaminar en cuanto a los escrúpulos de los que quizá
son más débiles en la fe.
2. Cree. O "tiene fe" (ver com. cap. 3:3). Pablo
destaca que la convicción (o "fe") de un hombre le permite comer
cosas que la fe de otro no le permite.
Legumbres. Gr. lájanon, "hortaliza",
"verduras" (BJ, BC, NC). Ver com. vers. 1. Pablo no se ocupa de la
conveniencia de comer ciertos alimentos o de abstenerse de ellos, sino más bien
exhorta a ser pacientes y tolerantes en tales asuntos. "El reino de Dios
no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo"
(vers. 17). Por lo tanto, el hombre de fe firme seguirá "lo que contribuye
a la paz y a la mutua edificación" (vers. 19) y tendrá cuidado para que
por lo que come o bebe, o por cualquier otra práctica personal, no se destruya
la obra de Dios (vers. 20) y no sufran aquellos por los cuales Cristo murió (vers.
15).
3. Menosprecie. Gr. exouthenéÇ, literalmente
"echar afuera como nada", por lo tanto, "despreciar",
"tratar con desdén". Los de fe más fuerte naturalmente se sentían
inclinados a considerar con menosprecio la estrecha visión de los débiles
"en la fe" (vers. 1) en lo referente a la alimentación. Por supuesto,
esto revelaba que la fe de quienes creían que eran fuertes aún era deficiente,
pues la fe genuina obra movida por el amor (Gál. 5:6).
Juzgue. La crítica con frecuencia es una característica de
aquellos cuya vida religiosa se basa principalmente en el cumplimiento de
deberes externos. Ambos lados -"el que come" y el "que no
come"- están equivocados; ambos revelan orgullo espiritual y no amor
cristiano.
Le. Es decir, el hermano más firme, que no tiene
escrúpulos en comer "de todo" (vers. 2). Lo que destaca Pablo es que
el creyente que se abstiene no debe condenar, debido a su libertad, al hombre a
quien Dios ha aceptado y recibido en su iglesia dentro de esa libertad (ver 1
Cor. 10:29; Gál. 5:13). Si Dios le ha perdonado sus pecados y lo ha recibido
como a su Hijo, y su vida revela en otros respectos la presencia del Espíritu
Santo, todas esas críticas están fuera de lugar.
Recibido. Gr. proslambánomai, "aceptar",
"recibir". Esta es la palabra que se traduce "recibid" en
el vers. 1. El cristiano debe "recibir" a su hermano así como Dios lo
recibe a él (cf. cap. 15:7).
4. Tú. . . que juzgas. Pablo se está refiriendo al
hermano débil, pues "juzgas" se relaciona con "juzgue",
vers. 3.
Criado ajeno. En este caso "de Dios" o "de
Cristo", lo que depende de si se acepta "Dios" o "el
Señor" como parte del texto en la parte final del versículo (ver com.
"el Señor"; cf. vers. 8-9). La
palabra griega traducida "siervo" (oikét's) es rara en el NT. Sólo
aparece aquí y en Luc. 16:13; Hech. 10:7; 1 Ped. 2:18. Significa "criado
doméstico", diferente del esclavo común, pues está más íntimamente
relacionado con la familia. El creyente "débil" (Rom. 14:1) está
condenando a uno de los siervos de Dios, a uno que es responsable ante Dios, no
ante el consiervo criticón.
Está en pie. Algunos han entendido que esta frase significa
firmeza moral o espiritual (cf. 1 Cor. 16:13; Fil. 1:27); otros, absolución o
aprobación ante Dios (cf. Sal. 1:5).
Cae. En contraste con "está en pie" (ver
comentario respectivo). Algunos
consideran que se refiere a una caída moral o espiritual (cf. cap. 11:11,22);
otros, a condenación o desaprobación en el juicio. Ambas expresiones se usan en
el primero de estos dos sentidos en 1 Cor. 10:12: "El que piensa estar
firme, mire que no caiga".
Estará firme. O "quedará en pie" (BJ). A pesar de las
críticas de los hermanos que lo censuran, el creyente que con fe emplea su
libertad cristiana en los asuntos que aquí se tratan, será fortalecido y
sostenido por su Amo. Aquel cuya fe es "débil" (vers. 1) aún puede
temer que el hermano más fuerte esté en grave peligro por no compartir sus
escrúpulos. Pero Pablo sugiere que cualquiera que sea el peligro, el Amo que
llamó a su siervo a vivir en libertad (Gál. 5:13) tiene poder para librarlo de
los peligros que conlleva esa libertad, peligros que el hermano
"débil" (vers. 1) está tratando de evitar de otra manera. Sin
embargo, algunos interpretan que esta frase se refiere a absolución en un
juicio.
5. Hace diferencia. . . juzga. Ambas frases son una traducción
del verbo krínÇ, "juzgar", "estimar", "decidir".
Pablo ahora trata la observancia de días especiales, otra causa de disensión y
confusión entre los creyentes. Ver com. vers. 1. Compárese con una situación
similar que existía en las iglesias de Galacia (Gál. 4:10-11) y en la iglesia
de Colosas (Col. 2:16-17).
Aquellos creyentes cuya fe les
permitía abandonar inmediatamente todas las festividades ceremoniales, no
debían despreciar a otros cuya fe era menos firme; y estos últimos no debían
criticar a aquellos que les parecían intemperantes. Cada creyente es responsable
ante Dios (Rom. 14:10-12); y lo que Dios espera de cada uno de sus siervos es
que esté "plenamente convencido en su propia mente" y que proceda
cuidadosamente según sus convicciones de acuerdo con la luz que ha recibido y
entendido. Entre los seguidores de Cristo nada debe hacerse por la fuerza ni
por imposición. Siempre debe prevalecer un espíritu de amor y tolerancia
comprensiva. Los que son más fuertes en la fe deben "soportar las flaquezas
de los débiles" (cap. 15:1), así como Cristo ha llevado las debilidades de
todos nosotros. No hay lugar para una crítica que emana de la justicia propia
de aquellos cuyos puntos de vista y prácticas quizá difieran de las nuestras, o
menosprecio por aquel que quizá aún "es niño" en la fe (Heb. 5:13).
Otra interpretación de este
pasaje, aceptada por muchos estudiosos de la Biblia, es que aquí Pablo hace
referencia a días de ayuno. Se sabe que los judíos acostumbraban ayunar lunes y
jueves, y la Didajé (8:1), a comienzos del siglo II, insta a los cristianos a
ayunar miércoles y viernes. Así se entendería que Romanos 14 habla de prácticas
de importancia secundaria, qué comer y cuándo, acerca de las cuales la Palabra
de Dios no tiene nada claro que decir. (Ver Raoul
Dederen, "On Esteeming One Day Better Than Another", Andrews
University Seminary Studies 9 [enero, 1971]: 16-35.)
Plenamente convencido. "¡Aténgase cada cual a su
conciencia!" (BJ). Ver com. cap. 4:21. Pablo no sugiere que los cristianos
no deben tener convicciones acerca de aquellos asuntos en cuanto a los cuales
podría haber divergencias, antes bien insta a los creyentes a que lleguen a conclusiones
claras y definidas. Pero al mismo tiempo debieran hacerlo con caridad para
aquellos que llegan a otras conclusiones. No debe hacerse nada para despojar a
nadie de esta libertad de tener sus propias convicciones respecto a su deber
personal. Compárese con DTG 505; Ed 15.
6. Hace caso. Esta frase aparece cuatro veces en este versículo
como una traducción del verbo griego fronéo, que aquí significa
"observar", "estimar". Compárese esto con Fil. 3:19 y Col.
3:2, donde froné se ha traducido como "sólo piensan" y "poned la
mira", respectivamente.
Para el Señor. En ambas circunstancias el motivo es el mismo, ya
sea que se observe un día o no, de fiesta o de ayuno, o ya sea que se coma de
cierto alimento o no se coma. El hermano más fuerte agradece a Dios por
"todo" (vers. 2) y participa de su alimento para la gloria de Dios
(cf. 1 Cor. 10:31); y el hermano más débil agradece a Dios por lo que come, y
para la gloria de Dios se abstiene de alimentos que pudieran haber sido
sacrificados a los ídolos (ver com. Rom. 14:1).
No hace caso. La evidencia textual (cf. p. 10) establece la
omisión de la siguiente oración: "y el que no hace caso del día, para el
Señorío lo hace". La omiten la BJ, BC, NC y otras versiones. El
significado de este versículo no se altera, pues esta oración sólo presenta el
pensamiento anterior en forma negativa.
No come. Ver com. "para el Señor".
7. Vive para sí. Pablo ahora amplía como una regla
general de vida el pensamiento sugerido por las palabras del vers. 6,
"para el Señor". El cristiano hace todo "para el Señor", no
sólo en asuntos de comida y de días especiales. El propósito de toda su
existencia es no vivir "para sí", para sus placeres personales y de
acuerdo con sus propios deseos, sino "para el Señor", para la gloria
divina y de acuerdo con la voluntad celestial (cf. 2 Cor. 5:14-15). Su vida
entera, hasta su último momento, pertenece al Señor (Rom. 14:8), y a su debido
tiempo tendrá que rendir cuentas ante Dios (vers. 12). Por lo tanto, los
cristianos debieran vivir como quienes algún día estarán "ante el tribunal
de Cristo" (vers. 10).
Las palabras de este versículo con frecuencia se han
aplicado a la influencia que uno ejerce sobre sus prójimos; sin embargo, debe
recordarse que este no es el significado principal, tal como lo demuestra el
contexto. Pablo destaca que cualquier cosa que haga el cristiano, la hace con
referencia al Señor.
8. Del Señor somos. Es decir, pertenecemos a Cristo,
pues él es "Señor así de los muertos como de los que viven" (vers.
9). Ya sea que seamos débiles en la fe o fuertes en ella, siempre somos
responsables ante el Señor pues le pertenecemos porque él nos compró (Hech.
20:28; 1 Cor. 6:20; Efe. 1:14). ¿Qué derecho tenemos de ponernos a juzgar a
cualquiera que pertenece a Cristo?
9. Para esto. Es decir, a fin de que Cristo pudiera convertirse
en el Señor de los muertos y de los vivos.
Murió y resucitó, y volvió a vivir. La evidencia
textual favorece (cf. p. 10) la variante "murió y volvió a la vida"
(BJ). Mediante su muerte Cristo compró a muchos y por medio de su resurrección
liberó a aquellos a quienes había comprado (ver com. cap. 4:25). Después de su
muerte y resurrección, Cristo fue entronizado a la diestra del Padre y se le
dio el dominio universal (Mar. 14:62; 16:19; Efe. 1:20-22; Fil. 2:8-11; Heb. 1:3).
Para ser Señor. Gr. kuriéuÇ "regir
sobre", "ser señor de".
De los muertos como de los que viven. La inversión del orden común de esta frase quizá se deba al orden de las ideas que se exponen acerca de Cristo en la primera parte del versículo. El cristiano pertenece a Cristo aun en la muerte porque cuando muere, duerme "en Jesús" (1 Tes. 4:14; cf. Apoc. 14:13).
"Los muertos en Cristo
resucitarán" y a partir de este momento "estaremos siempre con el
Señor" (1 Tes. 4:16-17). Aun los que rechazan a Cristo no podrán escapar
de depender de él porque mueren, pues todos los muertos resucitarán otra vez,
ya sea para "resurección de vida" o para "resurrección de
condenación" (Juan 5:29; cf. Apoc. 20:12-13). En ese día "cada uno de
nosotros dará a Dios cuenta de sí" (Rom. 14:12).
Algunos comentadores
usan este versículo como una prueba de que el alma es inmortal y que la muerte
sencillamente cambia al creyente de una esfera de servicio consciente a otra.
Esta interpretación no armoniza con
el resto de las Escrituras. Si el alma es inmortal o no debe determinarse
usando otros pasajes que tratan de la condición del alma en la muerte, tema del
cual Pablo no se ocupa aquí (ver Job 14:21; Ecl. 9:5; Juan 11:11; etc.).
10. ¿Por qué juzgas? La primera parte de este
versículo está expresada enfáticamente en el griego: "Pero tú, ¿por qué
juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué tienes en nada a tu hermano?"
El que juzga a su hermano es aquel que "come legumbres", y el que
tiene en nada a su hermano es el que cree con pura conciencia que puede
"comer de todo" (vers. 2).
Todos compareceremos. En el texto griego la palabra que
se traduce "todos" está en una posición de énfasis. Todos nosotros,
tanto débiles como fuertes, tendremos que comparecer ante el tribunal
divino. Puesto que todos los creyentes,
sin excepción, son súbditos y siervos de Dios y todos deberán comparecer ante
el mismo tribunal, no tienen derecho a juzgarse mutuamente. Este tipo de juicio usurpa una prerrogativa
de Dios (Rom. 14:10; cf. 2 Cor. 5:10).
De Cristo. La evidencia textual favorece (cf. p. 10) la
variante "de Dios" (BJ). El texto "de Cristo" podría
proceder del pasaje paralelo de 2 Cor. 5:10. Dios el Padre juzgará al mundo
mediante Cristo (ver Rom. 2:16; cf. Hech. 17:31).
11. Escrito está. La cita es de Isa. 45:23, aunque
difiere algo del hebreo.
Toda rodilla. Estas palabras destacan el carácter universal del
juicio final.
Confesará. Gr. exomologéomai, "reconocer",
"confesar", "dar alabanza". Este último sentido es común en
la LXX (ver 1 Crón. 29:13; etc.). Compárese con el uso de esta palabra en Luc.
10:21, donde se ha traducido "alabar". Sin embargo, también es
posible el significado "confesar", "reconocer" (cf. Sant.
5:16: "confesaos vuestras ofensas"). Cualquiera de estos significados
concuerda con el contexto de Rom. 14:11. En la cita original de Isaías el
juramento de homenaje expresado por las palabras "hice juramento"
(cf. Jos. 23:7; 2 Crón. 15:14; Isa. 19:18), indica la sumisión de todo el mundo
a Jehová y la solemne confesión de su soberanía.
12. De manera que. El orden de las palabras en el
texto griego añade énfasis a la responsabilidad individual de cada creyente:
"Así pues cada uno de nosotros acerca de sí mismo cuenta dará a
Dios".
Cuenta. Gr. lógos (ver com. cap. 9:28). En asuntos de
conciencia cada persona es responsable ante Dios, y sólo ante él.
13. Sino más bien decidid. "Juzgad más bien" (BJ,
BC). Una segunda razón por la cual los creyentes no debieran juzgarse
mutuamente. Pablo presenta esta razón con un juego de palabras basado en el
vocablo "juzgar" ("Juzguemos" y "decidid"
["juzgad", BJ, BC, que corresponde más literalmente con el texto
griego, krínate]). En esta frase usa el
verbo con el sentido de "decidir", "determinar" (ver 1 Cor.
2:2; 2 Cor. 2:1; Tito 3:12).
Si ha de haber un juicio que no
sea para criticar a otros, sino con la determinación de que no sea la causa de
que caiga un hermano. La primera razón de Pablo para no juzgar es que las
personas no darán cuenta una a la otra, sino a Dios que es su Señor y juez.
Su segunda razón es su regla de
amor cristiano repetida con frecuencia. Debido a su amor, los creyentes que son fuertes en la fe deben ser
considerados con las opiniones y la conciencia de sus hermanos más débiles. Procurarán ser muy cuidadosos para no
ofenderlos o confundirlos.
Aunque es cierto que en asuntos
de conciencia nadie es responsable ante otro, sin embargo todos los cristianos
son responsables por el bienestar ajeno. Y aunque un cristiano está en libertad de desprenderse de todos los
restos del legalismo que tenía, sin embargo el amor a los otros prohíbe
cualquier uso de esa libertad que pudiera herir al creyente que es "débil
en la fe" (Rom. 14:1).
14. Yo sé. Pablo expresa su convicción personal, iluminada por
el Espíritu, en cuanto a la libertad cristiana y el derecho a rechazar ciertos
escrúpulos albergados por otros (cf. 1 Cor. 8:4). Mediante esta enfática
afirmación muestra que la consideración por el "débil" (Rom. 14:1)
debe basarse en el amor y no en un reconocimiento de que tales escrúpulos son
justificados.
En el Señor Jesús. La convicción de Pablo emanaba de
una mente que vivía en comunión con Cristo y que de esa manera recibía la luz
del Espíritu Santo. Cf. cap. 9:1.
Nada. Es decir, dentro de este contexto, aquellos alimentos de los cuales Pablo ha estado hablando aquí (ver com. vers.). La palabra "nada" no debe ser entendida en su sentido absoluto.
Las palabras, con frecuencia tienen más de un
significado; por lo tanto, el sentido particular que expresan debe ser
determinado en cada caso por el contexto. Por ejemplo, cuando Pablo dijo:
"Todas las cosas me son lícitas" (1 Cor. 6:12), esta afirmación
-aislada de su contexto- podría interpretarse como una declaración de que el
apóstol era un libertino. El contexto que es una advertencia contra la
inmoralidad anula inmediatamente tal deducción (ver comentario respectivo). En
Exo. 16:4 la palabra "diariamente" también podría interpretarse como
que significara todos los días de la semana; sin embargo, por el contexto se
demuestra que se excluía el sábado.
Inmundo. "Impuro" (BJ, BC, NC). Gr. koinós,
literalmente "común". Ese término se usaba para describir aquellas
cosas que aunque eran "comunes" para el mundo, estaban prohibidas
para los judíos piadosos (ver com. Mar. 7:2).
En sí mismo. Los alimentos que el hermano "débil"
(vers. 1) se abstiene de comer, pero de los que participa el hermano fuerte, no
son aquellos alimentos inmundos por naturaleza, sino los que son considerados
como tales por escrúpulos de conciencia (ver com. vers. 23). Pablo no está
eliminando todas las distinciones entre los alimentos. La interpretación se
debe limitar a los alimentos de aire se está hablando aquí: los que han sido
ofrecidos a ídolos. También se debe recordar el problema específico que trata
el apóstol, a saber: el trato comprensivo que se debe dar a aquellos cuya
conciencia, no del todo clara, les impedía comer ciertos alimentos.
Para él lo es. La impureza no radicaba en la naturaleza del
alimento sino en la opinión del creyente acerca de él. El cristianismo
"débil" (vers. 1) cree, por ejemplo, que no debe alimentarse de
alimentos ofrecidos a los ídolos, y convierte en un asunto de conciencia el
abstenerse de ciertos alimentos, y mientras mantenga esa convicción sería malo
que participara de ellos. Puede estar
equivocado desde el punto de vista de otro, pero no sería correcto que violara
lo que con toda conciencia supone que Dios requiere (cf. vers. 23).
15. Pero. Mejor "ahora bien" (BJ), con lo que
indudablemente se relaciona este versículo con la exposición precedente.
La comida. Gr. brÇma, término que se refiere al alimento en
general.
Es contristado. La conciencia del hermano débil
sufre y se perturba al ver que creyentes de más experiencia se complacen en lo
que él considera pecaminoso. Ese pesar puede resultar en su destrucción, pues
bien podría apartarse de la fe cristiana porque le parece que está relacionada
con prácticas que él considera pecaminosas, o podría ser inducido por el
ejemplo de sus hermanos más fuertes a aprobar cobardemente una conducta que
para él es pecaminosa (ver 1 Cor. 8:10-12).
Andas. Es decir, vives, "procedes" (BJ). CE com.
cap. 13:13.
No. . . conforme al amor. Compárese con el cap. 13.
Por la comida tuya. Ver com. Mar. 7:19.
https://elaguila3008.blogspot.com/2021/07/enlace-sobre-los-evangelios-de-mateo.html
Se pierda. "No destruyas" (BJ). Todo lo que tienda a
influir en alguien para que viole su conciencia, puede resultar en la
destrucción de su alma. La conciencia se debilita mucho una vez que ha sido
violada. Una violación puede inducir a otra, hasta que el alma es destruida. Por
lo tanto, cuando un cristiano mediante su complacencia egoísta, aun en algo que
considere perfectamente lícito, ejerce una influencia destructora, es culpable
de la pérdida de un alma por la cual Cristo murió (cf. 1 Cor. 8).
Cristo murió. Cristo murió para salvar al hermano
"débil" (vers. 1), y sus hermanos en la fe no deben destruirlo participando
de ciertos alimentos. Se pide un sacrificio muy pequeño en comparación con lo
que Cristo dio: su vida. Seguramente los cristianos que son firmes en la fe
estarán dispuestos a privarse del placer de algún plato favorito o de alguna
bebida, debido a su hermano más débil.
16. No sea, pues, vituperado. Gr. blasf'méÇ,
"blasfemar". Compárese con el uso de este verbo en Rom. 3:8; 1 Cor.
10:30. El creyente fuerte no debe permitir que el uso egoísta de su libertad dé
ocasión para que el "débil en la fe" (Rom. 14:1) condene y hable mal
de algo que para el fuerte es una cosa buena y una bendición. Debe tener cuidado de no dar ningún motivo para
que otros lo reprochen por el daño que su conducta personal pudiera haber
causado en algún hermano demasiado escrupuloso. Ver com. 1 Cor. 8:7-13.
Vuestro bien. "Vuestro privilegio" (BJ). Quizá se
refiera a la fe más firme, al conocimiento mayor y a la libertad más plena de
los cuales disfruta el creyente más fuerte (cf. 1 Cor. 8:9-11; 10:30).
17. El reino de Dios. Esta expresión, si estuviera
aislada, podría referirse al futuro reino de gloria (cf. 1 Cor. 6:9-10), o al
reino presente de la gracia (ver com. Mat. 4:17; 5:2-3). Es obvio que aquí
corresponde el segundo significado. La esencia del reino de Dios no consiste en
cosas externas sino en las gracias internas de la vida espiritual.
Comida ni bebida. Estos asuntos son baladíes e
insignificantes en comparación con aquellos de los cuales consiste en realidad
el reino de Dios. El cristiano cuya fe es robusta quizá comprenda la naturaleza
espiritual del reino de Dios. En realidad, el conocimiento de esta verdad vital
es parte del "bien" mencionado en el vers. 16. Por lo tanto, ese
conocimiento impedirá que apene o destruya a su hermano más débil por asuntos
que son relativamente insignificantes en sí mismos.
Justicia. Es decir, rectitud en la vida y en la conducta (cf.
Rom. 6:18; Efe. 4:24).
Paz. Esto incluye no sólo reconciliación con Dios (cap.
5:1) sino también armonía y amor en la iglesia (cf. Rom. 14:19; Efe. 4:3; Col.
3:14-15).
Gozo en el Espíritu Santo. Esta es la santa alegría que el
Espíritu de Dios difunde en los que viven "por el Espíritu" (Gál.
5:25; cf. Rom. 15:13; Gál. 5:22; 1 Tes. 1:6). Los que son más fuertes en la fe
entienden mejor que el reino de Dios consiste en mercedes espirituales como
éstas, y no en cosas materiales como comida y bebida. Por lo tanto, en lo que
se refiere a su libertad cristiana en cuanto a comida y bebida, están
dispuestos a reducir su propia libertad personal, antes que permitir que el uso
de esa libertad destruya la paz de la iglesia (Rom. 14:13), o induzca a un
hermano más débil a hacer lo que para él sería incorrecto (vers. 14), o lo
prive de su gozo en el Espíritu al contristarse su conciencia (vers. 15).
18. En esto. Es decir "en esta manera", con paz y
gozo, en el Espíritu. El creyente que procede con caridad gana la buena
voluntad de su hermano, en vez de poner una piedra de tropiezo en su camino.
Aprobado. Gr. dókimos, "probado", "capaz de
resistir la prueba de la inspección y de la crítica". Ver el uso de
dókimos en 1 Cor. 11:19; 2 Cor. 10:18; 2 Tim. 2:15.
19. Así que, sigamos. Cf. 1 Tes. 5:11; 1 Cor. 14:26.
20. No destruyas. Gr. katalúo, literalmente
"echar abajo". Este verbo se usa para describir el derribamiento de
algo que estaba en pie. En esta forma continúa como un contraste, con la figura
que comienza con la "edificación" del vers. 19. Los cristianos no
deben luchar contra Dios por afición a algo como los alimentos, derribando y
destruyendo lo que él ha edificado.
La obra de Dios. Cf. 1 Cor. 3:9; Efe. 2:10.
Comida. Gr. brÇma, alimento en general.
Limpias. Ver vers. 14; cf. 1 Cor. 10:23.
Haga tropezar. Esto podría referirse o bien al hermano fuerte que,
aprovechando de su propia libertad, hace tropezar a su hermano
"débil", o al hermano "débil" (vers. 1) que, por el ejemplo
de su hermano fuerte, se torna arrogante y come lo que su conciencia no le
permite (ver 1 Cor. 8:10). La mayoría de los comentadores parecen preferir la
primera interpretación. Si es así, Pablo dice que es incorrecto que una persona
sea una piedra de tropiezo para otros por lo que come.
21. Bueno es. El cristiano fuerte debe estar dispuesto a
renunciar a su libertad en estos asuntos relativamente insignificantes, antes
que herir a un hermano más débil (cf. 1 Cor. 8:13).
Carne. Gr. kréas, "carne". La palabra aparece
sólo aquí y en 1 Cor. 8:13.
Vino. Es evidente que la carne y el vino eran las
principales causas de los escrúpulos religiosos del hermano más débil, quizá
porque habitualmente se empleaban en los sacrificios de los paganos ante sus
ídolos.
Ni nada. Aunque la palabra "nada" no está en el
texto griego, está implícita en él. Pablo añade esta amonestación general para
abarcar cualquier actividad que, aunque fuera legítima en sí misma, pudiera
perturbar o confundir al hermano que todavía no estaba persuadido de que tales
acciones están permitidas por el cielo. El cristiano que tiene la perspectiva
de seguir cierto proceder, no sólo preguntará: ¿es eso correcto?, sino también:
¿cómo afecta eso a la conciencia de mi hermano?
Tropiece. Gr. proskópto, "golpear contra",
"tropezar", "batir contra", metafóricamente,
"ofenderse de". Ver com. Rom. 9:32.
Se ofende. La evidencia textual (cf. p. 10) se inclina por la
omisión de "o se ofenda, o se debilite"; sin embargo, estas ideas
están implícitas en "tropiece".
Se debilite. Literalmente "es débil", en el sentido de
que el hermano más fuerte debe ser cuidadoso en todo aquello en que fácilmente
puede ser perturbada la conciencia del hermano que tiene poca luz.
22. ¿Tienes tú fe? La evidencia textual se inclina
(cf. p. 10) por el texto: "tú, la fe que tienes". La "fe"
en este contexto es la fe para comer "de todo" (vers. 2).
Tenla para contigo. No se debe hacer exhibición de
una fe que ofenda al hermano "débil" (vers. 1), sino debe ser
guardada entre uno y Dios.
Bienaventurado. Gr. makários (ver com. Mat. 5:3).
Esta bienaventuranza es la bendición de una conciencia clara y libre de dudas.
Aprueba. Gr. dokimázo (ver com. cap. 12:2).
23. Duda. O "debate consigo mismo". Compárese con
la descripción del hombre de doble ánimo (Sant. 1:6; cf. Mat. 21:21, Mar.
11:23; Rom. 4:20).
Es condenado. Gr. kaiakrín, "condenar". "Es
condenado" el que come contrariando las dudas de su conciencia.
Fe. Se refiere a una convicción de lo correcto y lo
falso, que resulta en la determinación de hacer cualquier cosa que se crea que
es la voluntad de Dios. Lo que Pablo quiere decir es que si un cristiano no
procede basándose en una firme convicción personal de que lo que hace es
correcto, sino que obra débilmente de acuerdo con el juicio de otros, entonces
su proceder es pecaminoso. El cristiano nunca debe violar su conciencia. Quizá
necesite educarla; quizá ella le diga que son malas ciertas cosas que de por sí
no lo son. Pero no debe seguir determinado proceder hasta que no esté
convencido por la Palabra y por el Espíritu de Dios de que esa conducta es la
que debe seguir. No debe dejar que otros determinen el criterio que debe seguir
su conducta. Debe recurrir a las Escrituras para saber por sí mismo cuál es su
deber en ese asunto (ver 2T 119-124). 6CBA
COMENTARIOS DE EGW
4. DMJ 52. "Cualquiera
que diga: Necio, a su hermano, será culpable 52 ante el
concilio". En la dádiva de su Hijo para nuestra redención, Dios
demostró cuánto valor atribuye a toda alma humana, y a nadie autoriza para hablar
desdeñosamente de su semejante. Veremos defectos y debilidades en
los que nos rodean, pero Dios reclama cada alma como su propiedad, por derecho
de creación, y dos veces suya por haberla comprado con la sangre preciosa de
Cristo. Todos fueron creados a su imagen, y debemos tratar aun a los
más degradados con respeto y ternura. Dios nos hará responsables
hasta de una sola palabra despectiva hacia un alma por la cual Cristo dio su
vida.
"¿Quién
te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo
recibiste, ¿Por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?" "¿Tú
quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio Señor está en
pie, o cae". *1 Corintios 4:7; Romanos 14:4.
"Cualquiera
que le diga [a su hermano]: Fatuo, quedará expuesto al infierno de
fuego". En el Antiguo Testamento la palabra fatuo se usa para
describir a un apóstata o al que se entregó a la iniquidad. Dice
Jesús que quienquiera que considere a su hermano como apóstata, o como
despreciador de Dios, muestra que él mismo merece semejante condenación.
El mismo Cristo, cuando contendía con Satanás sobre el cuerpo de Moisés, "no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él". Si lo hubiera hecho, le habría dado una ventaja a Satanás, porque las acusaciones son armas del diablo. En las Sagradas Escrituras se lo llama "el acusador de nuestros hermanos". Jesús no empleó ninguno de los métodos de Satanás. Le respondió con. las palabras: "El Señor te reprenda". *Judas 9; Apoc. 12:10.
Su
ejemplo es para nosotros. Cuando nos vemos en conflicto con los
enemigos de Cristo, no debemos hablar con espíritu de desquite, ni deben
nuestras palabras asemejarse a una acusación burlona. El que vive
como vocero de Dios no debe decir palabras que aun la Majestad de los cielos se
negó a usar cuando contendía con Satanás. Debemos dejar a Dios la
obra de juzgar y condenar.53
5. DTG 505. EL PRINCIPIO POR EL
CUAL CRISTO SE REGÍA DEBE REGIR A LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA, la cual es su
cuerpo. El plan y fundamento de la salvación es el amor. En el reino de Cristo
los mayores son los que siguen el ejemplo dado por él y actúan como pastores de
su rebaño. 505 Las palabras de Pablo revelan la verdadera dignidad y honra de
la vida cristiana: "Por lo cual, siendo libre para con todos, me
he hecho siervo de todos," "no procurando mi propio beneficio, sino
el de muchos, para que sean salvos." (1 Corintios9:19; 10:33).
EN ASUNTOS DE
CONCIENCIA, EL ALMA DEBE SER DEJADA LIBRE. Ninguno debe dominar otra mente,
juzgar por otro, o prescribirle su deber. Dios da a cada alma libertad para
pensar y seguir sus propias convicciones. "De manera que, cada uno
de nosotros dará a Dios razón de sí." (Romanos 14:12).
NINGUNO TIENE EL
DERECHO DE FUNDIR SU PROPIA INDIVIDUALIDAD EN LA DE OTRO. En todos los
asuntos en que hay principios en juego, "cada uno esté asegurado en su
ánimo." (Romanos 14:5).
EN EL REINO DE
CRISTO NO HAY OPRESIÓN SEÑORIL NI IMPOSICIÓN DE COSTUMBRES. Los ángeles del
cielo no vienen a la tierra para mandar y exigir homenaje, sino como mensajeros
de misericordia, para cooperar con los hombres en la elevación de la humanidad.
Los principios y las palabras mismas de la enseñanza del Salvador, en su divina
hermosura, permanecieron en la memoria del discípulo amado.
EN SUS ÚLTIMOS
DÍAS, EL PENSAMIENTO CENTRAL DEL TESTIMONIO DE JUAN A LAS IGLESIAS ERA: "Porque
este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a
otros." "En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por
nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos."
(1 Juan 3:11,16).
TAL ERA EL ESPÍRITU
QUE ANIMABA A LA IGLESIA PRIMITIVA. Después del derramamiento del
Espíritu Santo, "la multitud de los que habían creído era de un
corazón y un alma: y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseía; mas todas
las cosas les eran comunes." "Ningún necesitado había entre
ellos." "Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del
Señor Jesús con gran esfuerzo; y gran gracia era en todos ellos.' (Hechos 4:32,
34,33). 506 DTG/EGW
7. CC 121. Los ángeles están atentos para
oír qué clase de informe dais al mundo acerca de vuestro Señor. Conversad de
Aquel que vive para interceder por nosotros ante el Padre. Esté la alabanza de
Dios en vuestros labios y corazones cuando estrechéis la mano de un amigo. Esto
atraerá sus pensamientos a Jesús. Todos tenemos pruebas, aflicciones duras que
sobrellevar y tentaciones fuertes que resistir. Pero no las contéis a los
mortales, antes llevad todo a Dios en oración. Tengamos por regla el no
proferir nunca palabras de duda o desaliento. Si hablamos palabras de santo
gozo y de esperanza, podremos hacer mucho más para alumbrar el camino de otros
y fortalecer sus esfuerzos.
Hay muchas almas valientes, en extremo acosadas por la tentación, casi a
punto de desmayar en el conflicto que sostienen con ellas mismas y con las
potencias del mal. No las desalentéis en su dura lucha. Alegradlas con palabras
de valor, ricas en esperanza, que las impulsen por su camino. De este modo la
luz de Cristo resplandecerá en vosotros. "Ninguno de nosotros vive para
sí" (Romanos 14:7). Por vuestra influencia inconsciente pueden los demás
ser alentados y fortalecidos o desanimados y apartados de Cristo y de la
verdad.
Hay muchos que tienen ideas muy erróneas sobre la vida y el carácter de
Cristo. Piensan que carecía de calor y alegría, que era austero, severo y
triste. Para muchos toda la vida religiosa se presenta bajo este aspecto
sombrío. 122
CM 29. LA NOTA TÓNICA DE LA ENSEÑANZA DE CRISTO. La abnegación es la nota tónica de las enseñanzas de Cristo. Con frecuencia se impone este concepto a los creyentes con un lenguaje que parece autoritario, porque no hay otra forma de salvar a los hombres si no se los separa de su vida de egoísmo. Mientras Cristo vivió en el mundo hizo una correcta presentación del poder del Evangelio. . .
A
cada alma que sufra con él mientras resiste al pecado, trabaja por su causa y
se niega a sí misma por el bien de otros, él le promete una parte en la
recompensa eterna de los justos. Poniendo en práctica el mismo espíritu que
caracterizó la obra de su vida, llegaremos a participar de su naturaleza. Al
compartir esta vida de sacrificio por amor a otros, disfrutaremos con él la
vida futura, "un cada vez más excelente y eterno peso de gloria" (2
Cor. 4:17).-RH, 28/09/1911
LOS FRUTOS DEL EGOÍSMO. Los que permiten que un espíritu codicioso se posesione de ellos fomentan y desarrollan los rasgos de carácter que harán que sus nombres sean registrados en los libros del cielo como idólatras. A todos éstos se los clasifica con los ladrones, vilipendiadores y extorsionistas, ninguno de los cuales, declara la Biblia, heredarán el reino de Dios. "Porque el malo se jacta del deseo de su alma, bendice al codicioso, y desprecia a Jehová" (Sal. 10:3). Las características de los codiciosos siempre están en pugna con el ejercicio de la caridad cristiana.
Los frutos del egoísmo siempre se manifiestan en el descuido
del deber y en el fracaso en la tarea de emplear los dones dados por Dios para
el adelantamiento de su obra.- RH, dic.
1, 896.
LA MUERTE DE TODA PIEDAD. Cristo
es nuestro ejemplo. El dio su vida como sacrificio por nosotros, y nos pide que
demos nuestras vidas como 30 sacrificio por los demás. Así podremos desechar el
egoísmo que Satanás se esfuerza constantemente por implantar en nuestros
corazones. Este egoísmo significa la muerte de toda piedad, y puede vencerse
únicamente mediante la manifestación de amor a Dios y a nuestros semejantes.
Cristo no permitirá que ninguna persona egoísta entre en los recintos del
cielo. Ningún codicioso puede cruzar las puertas de perla, porque toda codicia
es idolatría.-RH, julio 11, 1899. 31CM
10. MC 123. Al Tratar Nosotros Con Los Tentados y extraviados, nos manda: Considérate
"a ti mismo, porque tú no seas también tentado." (Gálatas 6:1.) Si sentimos nuestras propias flaquezas, nos
compadeceremos de las flaquezas ajenas. "Porque, ¿Quién te distingue? ¿o
qué tienes que no hayas recibido?" (1 Corintios 4:7.) "Uno es vuestro Maestro; ... y todos
vosotros sois hermanos." (Mateo 23:8.)
"¿Por qué juzgas a tu hermano? o tú también, ¿por qué menosprecias
a tu hermano?" "Así que, no juzguemos más los unos de los otros:
antes bien juzgad de no poner tropiezo o escándalo al hermano." (Romanos
14:10,13.)
12. DTG 505.
EL
PRINCIPIO POR EL CUAL CRISTO SE REGÍA DEBE REGIR A LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA, la cual es su cuerpo. El
plan y fundamento de la salvación es el amor. En el reino de Cristo los mayores
son los que siguen el ejemplo dado por él y actúan como pastores de su rebaño.
505 Las palabras de Pablo revelan la verdadera dignidad y honra de la vida
cristiana: "Por lo cual, siendo libre para con todos, me he hecho
siervo de todos," "no procurando mi propio beneficio, sino el de
muchos, para que sean salvos." (1Corintios9:19; 10:33).
EN ASUNTOS DE CONCIENCIA, EL ALMA
DEBE SER DEJADA LIBRE. Ninguno
debe dominar otra mente, juzgar por otro, o prescribirle su deber. Dios da a
cada alma libertad para pensar y seguir sus propias convicciones. "De
manera que, cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí." (Romanos
14:12).
NINGUNO TIENE EL DERECHO DE FUNDIR
SU PROPIA INDIVIDUALIDAD EN LA DE OTRO. En todos los asuntos en que hay principios en
juego, "cada uno esté asegurado en su ánimo." (Romanos 14:5).
EN EL REINO DE CRISTO NO HAY
OPRESIÓN SEÑORIL NI IMPOSICIÓN DE COSTUMBRES. Los ángeles del cielo no vienen a la tierra para
mandar y exigir homenaje, sino como mensajeros de misericordia, para cooperar
con los hombres en la elevación de la humanidad. Los principios y las palabras
mismas de la enseñanza del Salvador, en su divina hermosura, permanecieron en la
memoria del discípulo amado.
EN SUS ÚLTIMOS
DÍAS, EL PENSAMIENTO CENTRAL DEL TESTIMONIO DE JUAN A LAS IGLESIAS ERA: "Porque este es el
mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros."
"En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros:
también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos." (1 Juan
3:11,16).
TAL ERA EL ESPÍRITU QUE ANIMABA A LA IGLESIA PRIMITIVA. Después del derramamiento del Espíritu Santo, "la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma: y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseía; mas todas las cosas les eran comunes." "Ningún necesitado había entre ellos."
"Y los apóstoles daban testimonio de la
resurrección del Señor Jesús con gran esfuerzo; y gran gracia era en todos
ellos.' (Hechos 4:32, 34,33). DTG/EGW
13. 1JT 170; MC 123; 2T 87,
552; 5T 352
16. CM 197; Ev 493; 2JT 234;
PE 70
17. 2T 319. Y ¿CUÁL ES LA OBRA Que Hemos De Emprender Aquí
Precisamente Antes De Recibir La Inmortalidad? Consiste en conservar
nuestros cuerpos santos y nuestro espíritu puro, para que podamos subsistir sin
(319) mancha en medio de las corrupciones que abundan en derredor nuestro en
estos últimos días. Y para que esta obra se realice, necesitamos dedicarnos a
ella en seguida con todo el corazón y el entendimiento. No debe penetrar ni
influir en nosotros el egoísmo. El Espíritu de Dios debe ejercer perfecto
dominio sobre nosotros, e influir en todas nuestras acciones. Si nos
apropiamos debidamente del cielo y del poder de lo alto, sentiremos la
influencia santificadora del Espíritu de Dios sobre nuestros corazones.
CUANDO hemos procurado
presentar la reforma pro salud a nuestros hermanos, y les hemos hablado de la
importancia del comer y beber, y hacer para gloria de Dios todo lo que hacen,
muchos han dicho por sus acciones: "A nadie le importa si como esto o
aquello; nosotros mismos hemos de soportar las consecuencias de lo que
hacemos".
ESTIMADOS AMIGOS, estáis muy
equivocados. No sois los únicos que han de sufrir a consecuencia de una
conducta errónea. En cierta medida, la sociedad a la cual pertenecéis sufre por
causa de vuestros errores tanto como vosotros mismos. Si sufrís como resultado
de vuestra intemperancia en la comida y la bebida, los que estamos en derredor
vuestro o nos relacionamos con vosotros, también quedamos afectados por vuestra
flaqueza. Hemos de sufrir por causa de vuestra conducta errónea. Si ella
contribuye a disminuir vuestras facultades mentales o físicas, y lo advertimos
cuando estamos en vuestra compañía, quedamos afectados por ello. Si en vez de
tener espíritu animoso, sois presa de la lobreguez, ensombrecéis el ánimo de
todos los que os rodean. Si estamos tristes, deprimidos y angustiados,
vosotros, si gozarais de salud, podríais tener una mente clara que nos
mostrase la salida y dirigiese una palabra consoladora. Pero si vuestro cerebro
está nublado como resultado de vuestra errónea manera de vivir, a tal punto que
no podéis darnos el consejo correcto, ¿no sufrimos acaso una pérdida? ¿No nos
afecta seriamente vuestra influencia? Tal vez tengamos mucha confianza en
vuestro juicio y deseemos vuestro consejo, porque "en la multitud de
consejeros hay salud" (Prov. 11:14). Deseamos que nuestra conducta parezca
consecuente ante aquellos a quienes amamos y deseamos buscar el consejo que
ellos nos puedan dar con mente clara.
TM 429. ¿Quiénes son los súbditos del reino de Dios? Todos los que hacen su
voluntad. Tienen justicia, paz, y gozo en el Espíritu Santo. Los miembros del
reino de Cristo son los hijos de Dios, socios en su gran firma. Los elegidos de
Dios son una generación escogida, un pueblo peculiar, una nación santa, para
mostrar las alabanzas de Aquel que nos ha llamado de las tinieblas a su luz
maravillosa. Son la sal de la tierra, la luz del mundo. Son piedras vivas, real
sacerdocio. Son socios con Cristo Jesús. Estos son los que siguen al Cordero
dondequiera que va. . . .
NUESTRA
INDIVIDUALIDAD. Hay derechos que pertenecen a todo individuo. Tenemos
una individualidad y una identidad que es nuestra. Nadie puede sumergir su
identidad en la de otra persona. Todos deben actuar por sí mismos, de acuerdo
con los dictados de su propia conciencia. En lo que respecta a nuestra
responsabilidad e influencia, somos responsables ante Dios porque derivamos
nuestra vida de él. No la obtenemos de la humanidad, sino sólo de Dios. Somos
suyos por la creación y por la redención. Nuestros propios cuerpos no nos
pertenecen para tratarlos como nos agrada, para arruinarlos por hábitos que
conducen a la decadencia, haciendo imposible rendir a Dios un servicio
perfecto. Nuestra vida y todas nuestras facultades le pertenecen a él. El cuida
de nosotros en todo momento; él mantiene la maquinaria viva en acción; si se
nos dejara para que nosotros la accionáramos durante sólo un instante,
moriríamos. Dependemos absolutamente de Dios. 430
Captamos una gran lección cuando
entendemos nuestra relación con Dios, y su relación con nosotros. Las palabras:
"No sois vuestros, porque comprados sois por precio", deben colgarse
en los vestíbulos de nuestra memoria, para que siempre reconozcamos el derecho
que Dios tiene a nuestros talentos, nuestras propiedades, nuestra influencia,
nuestro yo individual. Hemos de aprender cómo tratar este don de Dios, la
mente, el alma y el cuerpo, para que, como posesión comprada por Cristo,
hagamos un servicio saludable y salvador para él.
19. DTG 322; 6T 460
23. CS 489; 2JT 140; MJ 196
Ministerio Hno. Pio
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