1 CORINTIOS 1:10-31.
CONDENACIÓN DE IRREGULARIDADES: Facciones En La Iglesia, Reproche Y Defensa de Pablo: Vers. (10-11) Pablo exhorta a la unidad, (12-17) reprueba sus disensiones. (18-20) Dios anula la sabiduría de los sabios (21-25) mediante la locura de la predicación, y (26-31) llama no a los sabios, ni a los poderosos, ni a los nobles, sino a los que el mundo tiene por necios, por débiles a los que se consideran sin importancia.
10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.
12 Quiero decir, que cada uno de
vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido
Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el
nombre de Pablo?
14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agrado a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24 más para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31 para que, como está escrito: El que se gloria, gloríese en el Señor. (1 Corintios 1).
10. Ruego. Gr. parakaléÇ, "llamar al
lado de", por lo tanto, "amonestar", "exhortar",
"consolar" (ver com. Juan 14:16). Aquí se aplican los significados de
"amonestar", "exhortar". Este versículo señala la
transición que hay entre el agradecimiento y encomio y la reprensión. Después
de una breve introducción, Pablo entra directamente a tratar los diversos
problemas que requieren su atención. Ver com. Mat. 5:4.
Hermanos. Forma usual de Pablo para
dirigirse a los lectores de sus epístolas. Pablo tal vez usa aquí el cariñoso
término con el propósito de suavizar la severidad de la censura que está por
impartir. El término también implica unidad, cualidad que faltaba entre los
creyentes corintios.
Por el nombre. Literalmente "a través del
nombre". Jesús es el intermediario de la exhortación (cf. Rom. 12:1; 1
Tes. 4:2). El hecho de recurrir a un nombre único puede ser una reprobación
tácita (ver com. "hermanos") contra el espíritu de división que
existía entre los creyentes corintios.
Habléis todos una misma cosa. Esta frase traduce un modismo del
griego clásico, que significa "estar de acuerdo". El uso de esta
frase se ha presentado como una prueba de que Pablo conocía las obras clásicas
griegas (ver com. Hech. 17:28).
Divisiones. Gr. sjísma, del verbo sjízÇ,
"partir", "dividir". En Mat. 27:51, sjízÇ describe el
desgarramiento del velo del templo. Sjísma se usa en Mat. 9:16 para referirse a la rotura de un vestido.
Pablo emplea esta palabra en sentido moral para referirse a las
"disensiones" o "divisiones", con una aplicación especial
al espíritu faccioso que había en Corinto. "Cisma" deriva de sjísma.
Estéis perfectamente unidos. Gr. katartízÇ, "remendar [una
red de pescar rota]" (Mat. 4:21); en sentido ético,
"perfeccionar", "completar". Este ferviente ruego por la
unidad de la iglesia hace resonar una nota que se oye repetidas veces en la
predicación de Jesús y de los apóstoles (Juan 17:21-23; Rom. 12:16; 15:5-6; 2
Cor. 13:11; Fil. 2:2; 1Ped. 3:8).
Mente. . . parecer. Gr. nóus. . . gnóm'. Estas
palabras pueden distinguirse de la siguiente manera: Nóus denota el estado o
actitud de la mente, gnóm', la opinión, el juicio o concepto que resulta de una
cierta actitud mental.
11. He sido informado. Miembros de la familia de Cloé
llevaron informaciones a Pablo acerca de la condición de la iglesia de Corinto.
Hermanos. Ver com. vers. 10.
Los de. No se puede determinar si eran miembros
de la familia íntima de Cloé, o parientes, o esclavos.
Cloé. Este nombre significa
"hierba naciente". Era común entre los libertos, lo que quizá
signifique que Cloé era una esclava liberada. La familia sin duda vivía en
Corinto, desde donde le dio a Pablo información de primera mano acerca de las
disensiones que había en la iglesia de Corinto (ver HAp 242). Algunos han
procurado identificar a la delegación mencionada en otro pasaje (cap. 16:17)
con las personas a que aquí se hace referencia. No hay manera de comprobar esa
opinión.
Contiendas. Gr. éris, "disputa",
"reyerta"; "discordias" (BJ). Eris aparece en la lista de
pecados que se enumeran en Rom. 1:29-31, y también entre las obras de la carne
(Gál. 5:20).
12. Cada uno de vosotros. Aparentemente todos habían sido
afectados por el espíritu de facciones. Los diversos miembros de la iglesia
demostraban su apoyo por un bando u otro.
De Pablo. Pablo menciona primero el bando
de los que pretendían ser seguidores de él. No favorece ninguna facción, y menos
a la de los que decían seguirlo. Todas son desaprobadas. El espíritu de
partidos es malo en cualquiera de sus formas. Comparar a un dirigente
espiritual con otro es contrario al espíritu de Cristo.
Apolos. Judío alejandrino, discípulo de
Juan el Bautista, "varón elocuente" y "poderoso en las
Escrituras" (Hech. 18:24-25). Aquila y Priscila lo instruyeron en los
principios de la fe cristiana en Éfeso. De allí viajó a Acaya, y por un tiempo
trabajó en la iglesia de Corinto (Hech. 18:27-28; cf. 1 Cor. 3:5-7). Su
conocimiento y elocuencia indujeron a algunos de la iglesia a ensalzarle por
encima de Pablo. Cuando Pablo comenzó a predicar el Evangelio en esa metrópoli,
adaptó sus labores a la mentalidad de los que ignoraban las verdades
espirituales (1 Cor. 2:1-4; 3:1-2).
Apolos, teniendo el privilegio de
construir sobre ese fundamento, había podido dar instrucciones que iban más
allá de los rudimentos de la fe (cap. 3: 6-11). Su personalidad, su forma de
trabajar y el tipo de mensaje que daba impresionaban a cierta clase de personas
que comenzaron a mostrar preferencia por él. Otros rehusaron apartarse de la
lealtad que sentían por Pablo, quien les había llevado el Evangelio por primera
vez. Entre Pablo y Apolos había perfecta armonía (cf. vers. 5-10). Cuando
surgieron las disensiones Apolos salió de Corinto y regresó a Éfeso. Pablo lo
instó a regresar, pero Apolos se negó resueltamente.
Cefas. Es decir, Pedro.
"Cefas" es una transliteración del arameo kefá, que significa
"piedra" (ver Juan 1:42). "Pedro" es la transliteración del
Gr. pétros, que también significa "piedra" (ver com. Mat. 16:18). Los
que pertenecían a ese bando sin duda creían que había un mérito especial en
estar unidos a uno de los doce apóstoles originales. Pedro había estado
íntimamente relacionado con Jesús y había sido uno de los dirigentes de los
doce apóstoles. Creían que ese hecho lo colocaba por encima de Pablo o de
Apolos. Hay quienes creen que la presencia de este bando indica que Pedro
estuvo alguna vez en Corinto; pero tal conclusión no es forzosa, y además no
hay pruebas en ninguna parte de que alguna vez hubiera hecho tal visita.
De Cristo. Los que estaban en ese bando se
negaban a seguir a cualquier dirigente humano. Mantenían una actitud
independiente, y pretendían ser enseñados directamente por Cristo (ver HAp
225-226).
13. ¿Está dividido Cristo? La respuesta forzosamente
negativa señala inmediatamente cuán absurda es la pregunta.
¿Fue crucificado Pablo? La forma de la pregunta en griego
exige una respuesta negativa. La fuerza de la pregunta se revela en la
siguiente traducción: "Pablo no fue crucificado por vosotros, ¿acaso lo
fue?" Pablo se nombra discretamente a sí mismo como ejemplo, y no a Apolos
o a Pedro.
En el nombre de Pablo. Comparar con la fórmula de Mat.
28:19; Hech. 8:16.
14. A Dios. La evidencia textual (cf. p. 10)
sugiere la inclusión de esta frase, aunque falta en muchos MSS, lo que resulta
en la traducción abreviada: "Doy gracias".
A ninguno. . . he bautizado. Es evidente que Pablo hacía que sus
colaboradores bautizaran a sus conversos, quizá para prevenir que se le
atribuyera una santidad especial al rito cuando era celebrado por ciertos
individuos. El rito en sí mismo o el hecho de que sea administrado por cierta
persona no le confiere ningún significado adicional al bautismo, sino lo que
experimenta el participante. Comparar la práctica de Jesús que "no
bautizaba, sino sus discípulos" (Juan 4:2).
Crispo. Anteriormente principal de la
sinagoga de Corinto (Hech. 18:8). Crispo es un nombre romano.
Gayo. Evidentemente, hospedador de
Pablo y de toda la iglesia de Corinto, que se menciona en Rom. 16:23. Es dudoso
que sea el mismo Gayo a quien se dirige la tercera epístola de Juan (3 Juan 1).
Gayo es un nombre de origen romano.
15. Fuisteis bautizados. No hay duda de que en Corinto era
común la creencia de que había una relación especial entre el que bautizaba y
el bautizado. Pero aun los que afirmaban que pertenecían al bando de Pablo no
podían jactarse de haber sido bautizados por su caudillo. El apóstol se sentía
contento por la determinación que había tomado de permitir que otros celebraran
la mayor parte de sus bautismos.
16. Támbién bauticé. Este versículo podría indicar que
esta epístola fue dictada a un amanuense, pues de otra manera Pablo no habría
añadido "la familia de Estéfanas" como algo que le vino después a la
mente, sino que lo hubiera incluido al principio con Crispo y Gayo (vers. 14).
Estéfanas. La familia de Estéfanas
constituyó el primer fruto de Pablo en Acaya (cap. 16:15). Estéfanas estaba con
Pablo cuando se escribió 1 Corintios (cap. 16:17).
17. No. . . a bautizar. Pablo anhelaba que sólo Cristo
fuera ensalzado y que los hombres y las mujeres fueran ganados para él. Por lo
tanto, destacó que su principal propósito no era bautizar, sino persuadir a las
personas a que se entregaran al Salvador. No estaba insinuando que no
bautizaría a ninguno, sino que deseaba que se supiera que no procuraba
gloriarse a sí mismo mediante un gran número de bautismos. Su argumento, tal
como se registra en los vers. 13-17, muestra su gran deseo de que el agente
humano en la obra de la salvación se pierda de vista y que la contemplación del
pecador arrepentido se concentre sólo en Jesús. Pablo comprendía el peligro de
que los que fueran bautizados por los apóstoles pudieran pensar que eran
superiores a otros conversos que no habían sido así favorecidos, y de ese modo
se introdujera una lucha de bandos en la iglesia. Declaraba que su obra era
hacer conocer a todos la alegre nueva de la salvación y llamarlos al
arrepentimiento y a la fe en Jesús. Este debiera ser siempre el principal
propósito de todos los ministros del Evangelio.
Sabiduría de palabras. Los griegos estimabam mucho los
métodos sutiles y pulidos que usaban en sus debates, en la refinada elocuencia
de sus oradores. Pablo no procuraba imitar el estilo complicado y filosófico de
la retórica de ellos. El éxito del Evangelio no depende de esas cosas, y el
apóstol no las había exhibido en su predicación. Su enseñanza y forma de hablar
no eran de las que producían la alabanza de los griegos refinados, pues éstos
no consideraban que había sabiduría alguna en la enseñanza de Pablo. El apóstol
anhelaba que la gloria de la cruz de Cristo no fuera oscurecida por la
filosofía humana y la oratoria elegante, y se diera la gloria al hombre y no a
Dios. El éxito de la predicación de la cruz no depende del poder del
razonamiento humano y el encanto de una argumentación refinada, sino del
impacto de su sencilla verdad ayudada por el poder del Espíritu Santo.
No se haga vana. Literalmente "no quede
vacía", es decir, vacía de su contenido esencial.
18. Palabra. Quizá haya un contraste
intencionado con "sabiduría de palabras" (ver com. vers. 17).
De la cruz. Es decir, acerca de la cruz.
"La palabra de la cruz" es el mensaje de salvación por la fe en el
Señor crucificado. Un mensaje tal parecía el colmo de la insensatez para los
griegos amantes de la filosofía y también para los judíos inclinados al ritualismo.
Los que se pierden. Están en camino de perdición
porque lo único que tiene poder para salvarlos, a saber, la palabra de la cruz,
les parece locura.
Los que se salvan. Literalmente "están siendo
salvados". Pablo describe ahora la salvación como un acto presente. Las
Escrituras presentan la salvación como un hecho pasado, presente y también
futuro (ver com. Rom. 8:24).
Poder. Gr. dúnamis (ver com. Luc. 1:35).
Para aquellos que debido a su disposición para creer en la genuina afirmación
del Evangelio "están siendo salvados", la "palabra de la
cruz" es "poder de Dios". Este poder se demuestra en la
transformación del carácter que acompaña al pecador que acepta las
estipulaciones de la gracia. El Evangelio es mucho más que una presentación
doctrinal o un relato de lo que Jesús hizo por la humanidad cuando murió en la
cruz: es la aplicación del grandioso poder de Dios al corazón y a la vida del
pecador arrepentido y creyente, que lo convierte en una nueva criatura (ver Rom.
1:16; cf. 2 Cor. 5:17).
19. Está escrito. La cita es de Isa. 29:14, y
concuerda mejor con la LXX que con el texto hebreo. Pablo presenta una prueba
bíblica para su afirmación de 1 Cor. 1:18. Todos los esfuerzos de los hombres
para hallar un camino de salvación mediante la Filosofía y el pensamiento
humanos serán rechazados por el Señor y aniquilados.
20. ¿Dónde está el sabio? Este versículo es una cita libre
que combina ideas de Isa. 19:12; 33:18; cf. cap. 44:25. Con "sabio"
Pablo quizá se refería en particular a los griegos que amaban la filosofía
terrenal; con "escriba", a los judíos que ponían el énfasis en la
autoridad de la ley; y con "disputador", tanto a los griegos como a
los judíos que se complacían en argumentaciones filosóficas. Este versículo
destaca la absoluta inutilidad de todas las formas humanas de pensamiento y de
razonamiento como medio para lograr la salvación.
21. En la sabiduría de Dios. Los hombres no habían aprendido a
conocer a Dios, aunque estaban rodeados por muchas evidencias de su sabiduría
divina en las grandiosas obras de la creación, en los prodigios del mundo
natural, en las glorias de los cielos estelares y en las formas admirables en
que la Providencia obra en favor de ellos. En su amor y compasión por la
humanidad pérdida, Dios proclamó la gloriosa nueva de la salvación por la fe en
Cristo. Esa nueva -que para los individuos sabios a la manera mundana era sólo
locura- para los que la aceptaron se convirtió en el instrumento elegido por
Dios para la redención.
No conoció a Dios. Es decir, no alcanzó un
conocimiento de él. Pablo está hablando de la sabiduría de la salvación, según
se revela en el Evangelio.
Mediante la sabiduría. A pesar de que el mundo se
jactaba de su sabiduría y de sus conquistas, no había llegado al conocimiento
del verdadero Dios. Los griegos se destacaban por su filosofía, pero toda su
investigación en busca de cosas nuevas y extrañas (ver Hech. 17:21) no los
había conducido al conocimiento del "Dios que hizo el mundo y todas las
cosas que en él hay" (vers. 24). Los judíos también se jactaban de su
sabiduría superior, pero eran tristemente ignorantes del conocimiento esencial
de la salvación.
Predicación. Gr. k'rugma, "anuncio",
"proclamación", con énfasis en el mensaje predicado, aunque sin
excluir la idea de proclamarlo; debe distinguirse de k'ruxis, "el acto de
predicar". La "locura de la predicación" es el anuncio del Evangelio
de salvación mediante la fe en el Cristo crucificado, que para los griegos y
para los judíos incrédulos parecía pura locura.
22. Los judíos. La palabra aparece sin artículo,
"judíos", destacándose así las características del sustantivo antes
que su identidad. Lo mismo ocurre con "los griegos".
Señales. En cuanto a que los judíos pedía
señales, ver com. Mat. 12:38; cf. Talmud Sanhedrin 98a. Al hablar de judíos y griegos
Pablo designaba a los dos grupos importantes con los cuales tenía que verse.
Los judíos buscaban demostraciones externas y física en forma de prodigios,
milagros y sucesos sobrenaturales y maravillosos.
Griegos. Estos se habían distinguido
durante siglos como intelectuales y pensadores. Creían que el intelecto humano
podía penetrar en todo y comprenderlo todo.
23. Cristo crucificado. Ver com. cap. 2:2.
Tropezadero. La RVR traduce correcta mente la
palabra griega skándalon, "el gatillo o disparador de una trampa", o
"el palo que sirve de cebo en una trampa", colocado de tal forma que
cuando un animal lo pisaba, la trampa saltaba y el animal quedaba apresado.
Skándalon significa metafóricamente lo que es ocasión de pecado, error u
ofensa. El mensaje del Salvador crucificado era una ofensa para la nación de
Israel según la carne, que se aferraba a la expectativa de un Mesías que gobernaría
como un rey terrenal y haría que los israelitas predominaran en el mundo. El
Evangelio era diametralmente opuesto a este concepto del Mesías, y por lo tanto
los judíos lo rechazaron para su propia ruina. Cf. Gál. 5:11, donde skándalon
se ha traducido "ofensa" (VM). La actitud de los judíos hacia la idea
de que alguien que había sido crucificado pudiera ser el Mesías, está ilustrada
en el Diálogo con Trifón, de Justino Mártir, donde dice Trifón: "Pero este
así llamado Cristo de vosotros, fue vil e ignominioso hasta el punto de que la
última maldición contenida en la ley de Dios cayó sobre él, pues fue
crucificado".
Para los gentiles. Para los que confiaban en la
filosofía, la lógica, la ciencia y los descubrimientos intelectuales, la idea
de que pudiera salvarlos uno que había muerto en la forma más humillante de
castigo usada por los romanos la -crucifixión-, era una completa necedad (ver
HAp 199). La dificultad que experimenta la mente filosófica para aceptar a un
crucificado como el Hijo de Dios se refleja en el siguiente pasaje de Justino
Mártir: "Pues con qué razón debiéramos creer que un crucificado es el
primogénito del Dios no engendrado, y que él mismo juzgará a toda la raza
humana, a menos que hubiéramos encontrado testimonios acerca de él publicados
antes de que viniera y naciera como hombre, y a menos que viéramos que las
cosas así sucedieron" (Primera apología 53). En el cap. 13, el mismo
apologista declara: "Pues ellos declaran que nuestra locura consiste en
esto: en que damos a un crucificado el segundo lugar después del Dios inmutable
y eterno".
24. Llamados. Es decir, los que han sido
efectivamente llamados. Para los tales no sólo se ha extendido la invitación,
sino que también ha sido aceptada. En cuanto al significado de
"llamados", ver com. Rom. 8:28,30.
Así judíos como griegos. Ver com. Rom. 1:16. Todos los
verdaderos cristianos, sin tomar en cuenta su nacionalidad u oportunidades o
privilegios culturales, reconocen que Jesús es Aquel mediante el cual se ejerce
el poder de Dios para su salvación. Comprenden que es sabio el plan de Dios
para la redención del hombre, y que elimina todas las barreras y reúne a los
hombres de todas las clases y culturas formando con ellos una gran comunidad de
amante compañerismo.
25. Lo insensato de Dios. El medio que Dios ha dispuesto
para la salvación del hombre parece necedad y debilidad para los que están
cegados por la filosofía humana. El lenguaje de Pablo es figurado, pues en
realidad no hay insensatez ni debilidad en Dios; pero su trato con la raza
humana es una completa insensatez para el razonamiento irregenerado de los
impíos. Los planes de Dios para la reforma y la restauración del hombre están,
seguramente, mucho mejor adaptados a las necesidades humanas que todos los
planes y artificios de los más inteligentes y más preparados pensadores que
pueda producir este mundo.
Lo débil de Dios. Es decir, lo que al hombre le
parece débil (ver com. "lo insensato de Dios").
26. Mirad. O "contemplad". Vocación. Ver com. vers. 24.
No sois muchos sabios. "El Evangelio ha logrado
siempre sus mayores éxitos entre las clases humildes" (HAp 368). Para
establecer su iglesia Dios no se valió del consejo de los sabios, los ricos o
los poderosos de este mundo. Él procura ganar a todas las clases, pero la
pretendida sabiduría de este mundo con frecuencia induce a los hombres a
ensalzarse a sí mismos y a no humillarse ante Dios. Por lo tanto, es pequeña la
proporción de ricos según el mundo y de aquellos considerados como líderes del
pensamiento popular que aceptan el sencillo Evangelio de Jesucristo.
27. Lo necio. La mente que está llena con el
conocimiento de este mundo, con frecuencia se confunde con las claras y
sencillas declaraciones de la verdad evangélica presentadas por uno que ha
recibido la enseñanza del Espíritu de Dios, pero que quizá no ha aprendido
mucho en los establecimientos educativos del mundo. Los judíos quedaron
asombrados por la sabiduría de Jesús, y preguntaron: "¿Cómo sabe éste
letras, sin haber estudiado?" (Juan 7:15). No podían entender cómo alguien
que no había asistido a las escuelas de los rabinos fuera capaz de apreciar las
verdades espirituales. Esta situación aún prevalece. El valor que se atribuye a
la enseñanza de un hombre con frecuencia se calcula por la cantidad de años de
estudio que tiene. La verdadera educación es la que coloca la Palabra de Dios
como el centro supremo de todo. El que ha obtenido una educación tal será
humilde, sumiso y completamente entregado a la dirección del Espíritu Santo.
Cf. Mat. 11:25.
Lo débil. Es decir, lo que el mundo
considera como débil.
28. Lo vil. Gr. agen's, literalmente
"sin familia", por lo tanto, uno que no tiene nombre o reputación.
Agen's significa aquí los que no son considerados importantes entre los
hombres. Pablo está destacando que Dios en ninguna forma depende de la
habilidad humana o del conocimiento de los hombres para la realización de los
propósitos divinos en la redención de los hombres. Los instrumentos humildes,
que se han entregado plenamente, son usados por el Señor para mostrar cuán
vanos e impotentes son los que confían en la jerarquía, el poder y el
conocimiento que pertenecen al mundo.
Lo que no es. Es decir, las cosas que el mundo
considera como que no existen o que no son de valor.
29. Nadie. Pablo ahora resume el tema de los
vers. 18-28 afirmando que ninguna clase de hombres, ya fueran ricos o pobres,
encumbrados o humildes, instruidos o ignorantes, tiene motivo para jactarse
ante Dios.
Se jacte. El tiempo presente del verbo
griego indica que ni siquiera puede haber una sola jactancia.
30. Por él. Es decir, por Dios. Nuestra vida,
nuestro ser es de Dios (Hech. 17:25,28).
En Cristo Jesús. La unión con Cristo convierte a los cristianos en fuertes y sabios. No alcanzan por sí mismos elevados puestos, riquezas, honores o poder, sino que Dios les proporciona todas las cosas por medio de Jesucristo. Puede ser que los hombres no lo reconozcan, sin embargo, todo lo bueno que poseen en la vida lo tienen por medio de Cristo. Todo lo necesario para rescatar a los hombres de la degradación en que se han hundido como resultado del pecado, se encuentra en Jesús, quien es "la plenitud de la Deidad" (Col. 2:9; cf. PVGM 87). Mediante Jesús llegamos a ser sabios, rectos, santos y redimidos. Sabiduría. Ver com. Rom. 11:33.
Justificación. La justicia de Cristo es imputada
e impartida por la fe al creyente arrepentido (ver com. Rom. 1:17; 4:3).
Santificación. Gr. hagiasmós (ver com. Rom. 6:19).
Redención. Gr. apolútrÇsis (ver com. Rom. 3:24).
31. Gloríese en el Señor. Una cita abreviada de Jer. 9:23-24.
No hay motivo de ensalzamiento o jactancia en cualquier hazaña humana. Lo único
por lo cual el hombre puede jactarse con justicia es por conocer al Señor
Jesucristo como su Salvador personal. La maravilla del amor y la sabiduría de
Dios que se revelan en Cristo, es un continuo motivo de alabanza y regocijo
ante el cual la sabiduría del hombre y todas sus proezas se pierden en una
insignificancia total. (6CBA).
COMENTARIOS DE EGW
1-31. PREPARACIÓN PARA EL TRASLADO. Por la fe Enoc
fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios. Y
antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Hebreos 11:5.
"Estamos viviendo en una
época de maldad. Los peligros de los últimos días aumentan a nuestro alrededor.
Y por causa del aumento de la maldad el amor de muchos se enfriará.... La
proximidad del tiempo nos urge a buscar la justicia. . . . Se nos presenta el
caso de Enoc; él caminó trescientos años con Dios. Vivió en una época
corrompida cuando en derredor de él abundaba la degeneración moral; sin embargo
educó su mente para la devoción y el amor a la pureza. Su conversación se espaciaba
en las cosas celestiales. Adiestró su mente en ese sentido y llevó el sello de
lo divino impreso en su vida. Su mismo semblante estaba iluminado con la luz
que brilla en el rostro de Jesús.
"Enoc fue tentado como
nosotros. Estaba rodeado de una sociedad que no amaba la justicia más de lo que
la ama la que nos rodea a nosotros. La atmósfera que respiraba estaba manchada
con el pecado y la corrupción tanto como la nuestra; sin embargo vivió una vida
de santidad. No permitió que los pecados prevalecientes en su época lo
mancharan. Del mismo modo podemos nosotros permanecer puros e incorruptibles. El
representaba a los santos que vivirán en medio de los peligros y corrupción de
los últimos días. Por su fiel obediencia a Dios fue trasladado. Del mismo modo
serán trasladados los fieles que vivan cuando él aparezca. Serán llevados de un
mundo corrupto y pecaminoso a los goces puros del cielo."-T 2, 121, 122.
353 FE 352.
TM 489. LA EXPERIENCIA DE PABLO. Haríamos bien
en estudiar cuidadosamente el primero y el segundo capítulos de 1 Corintios.
"Nosotros predicamos a Cristo crucificado -declara el apóstol-, a los
judíos ciertamente tropezadero, y a los gentiles locura; empero a los llamados,
así judíos como griegos, Cristo potencia de Dios y sabiduría de Dios. Porque lo
loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que
los 490 hombres. Porque mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos
sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles; antes lo necio
del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo flaco del mundo
escogió Dios, para avergonzar lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado
escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es: Para que ninguna carne
se jacte en su presencia. Más de él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos
ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y santificación, y
redención: Para que, como está escrito: El que, se gloria, gloríese en el
Señor". El ser humano que toma
sobre sí la responsabilidad de ser sabiduría para otro se encontrará a sí mismo
falto.
. "Estuve yo con vosotros
-continúa Pablo-, con flaqueza, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi
predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con
demostración del Espíritu y de poder; para que vuestra fe no esté fundada en
sabiduría de hombres, más en poder de Dios.
Empero hablamos sabiduría entre perfectos; y sabiduría, no de este
siglo, ni de los príncipes de este siglo, que se deshacen: más hablamos
sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó
antes de los siglos para nuestra gloria: la que ninguno de los príncipes de
este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado
al Señor de gloria".
Ministerio Hno. Pio
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