sábado, octubre 16, 2021

REFLEXIÓN 875. SECCIÓN DOCTRINAL: La Revelación Del Misterio a los apóstoles y profetas… (EFESIOS 3).

Efesios 3. LA REVELACIÓN DEL MISTERIO: 

Revelado a los apóstoles y profetas (1-6). La sabiduría de Dios manifestada por medio de la iglesia (7-13). Oración en favor de los creyentes y doxología (14-21).

1 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 2 si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3 que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4 leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, 5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,

7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él; 13 por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.

14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda plenitud de Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén. (Efesios 3). 

1. Por esta causa. Esta frase evidentemente se refiere a las declaraciones inmediatamente anteriores relacionadas con los gentiles, quienes no sólo no son ya más extranjeros ni advenedizos, sino que forman parte de la edificación del "templo santo en el Señor" y, desde un punto de vista más general, están incluidos en el propósito del plan de salvación. De esta manera Pablo dirige con mucho tacto la atención de sus oyentes hacia asuntos de gran importancia que desea presentar. Ver el comentario que se presenta en TM 391, sobre la importancia de las instrucciones presentadas en este capítulo.

Yo Pablo. Cf. 2 Cor. 10:1; Gál. 5:2; Col. 1:23-24; File. 19. El énfasis se debe indudablemente a las siguientes declaraciones concernientes a la gran comisión que Pablo recibió del Señor. El apóstol está asombrado porque es un instrumento de Dios en la proclamación de la gran obra de redención, la cual ha descrito en los dos primeros capítulos.

Prisionero. Respecto al encarcelamiento de Pablo en esta oportunidad, ver p. 32. Pablo a menudo se refería a sus prisiones; lo hace tres veces en esta epístola (cf. cap. 4:1; 6:20). Es mejor estar encarcelado por una buena causa que estar libre sin cumplir el deber ni estar a la altura de los privilegios recibidos.

De Cristo Jesús. Es decir, prisionero perteneciente a Cristo o por su causa.

Por vosotros los gentiles. El apóstol estaba en la cárcel debido a su obra en favor de los gentiles (Hech. 21:28), particularmente porque sostenía que ellos eran herederos de las promesas como los judíos. Por esta razón se había granjeado el odio de sus compatriotas.  La amplitud de su visión superaba cualquier barrera nacional,

2. Si es que habéis oído. Aquí comienza una digresión que llega quizá hasta el vers. 14 donde se repiten las palabras "por causa" (vers. 1), para reanudar el curso original de la reflexión. En esta digresión Pablo se refiere a dos asuntos íntimamente relacionados: la revelación del "misterio escondido" -que los gentiles fueran coherederos-, y su llamamiento especial al apostolado con el propósito de hacerles conocer este misterio.

La incertidumbre implícita en la frase "si es que habéis oído", se ha presentado como una evidencia de que la epístola no fue dirigida a los efesios. Se argumenta que Pablo no hablaría de esa manera a un grupo para el cual había trabajado durante tres años. Sobre esto se pueden presentar tres explicaciones: (1) que la declaración es una referencia sutilmente irónica en cuanto a algo que era indudable; (2) que la epístola tenía el propósito de servir no sólo para los efesios, sino también para las iglesias de Asia en general; (3) como habían transcurrido cinco años desde la última visita de Pablo a Éfeso, la feligresía de esa iglesia había cambiado de tal manera que el apóstol prefirió hablar en un tono más general. Daba por sentado que los nuevos miembros habían escuchado lo que había dicho a los miembros más antiguos, En cuanto a este problema, ver P. 991.

Administración. Ver com. cap. 1:10. La idea esencial de esta palabra -oikonomía- es mayordomía (Efe. 3:2; Col. 1:25).

Gracia. Respecto a la idea de gracia, ver com. Rom. 3:24. Pablo ensalza su misión, pero se humilla como un instrumento o mayordomo. Cuando el Maestro nos pone en su obra, nos honra.

Para con vosotros. Es decir, para con los gentiles (Hech. 9:15; 22:21). La carrera de Pablo y su propósito para la vida consistían en una entrega total al servicio de sus semejantes (Hech. 26:17-18; Rom. 1:5).

3. Por revelación. Ver com. Gál. 1:11-12; cf. HAp. 309. Pablo tenía una clara conciencia de su llamamiento. Era apóstol, pero no seguía sus propias ideas; había sido instruido, comisionado e iluminado: tal revelación explica su completo conocimiento de los misterios del Evangelio.

Misterio. Gr. musterion (ver com. Rom. 11:25; cf. com. Efe. 1:9).

Como antes lo he escrito. Quizá sea una referencia a lo ya escrito por el apóstol en la presente carta (cap. 1:9-13; 2:11, etc.), y no en otra epístola. "Tal como brevemente acabo de exponemos" (BJ). "Según os lo acabo de escribir en pocas palabras" (BC). Sin embargo, hay quienes sostienen que el apóstol se está refiriendo a una epístola anterior.

4. Entender. O "percibir", "captar con el intelecto".

Conocimiento. O "discernimiento", "entendimiento". Pablo no está haciendo valer su propia inteligencia, sino el hecho de que Dios le había conferido cierto discernimiento que podía ser comprobado por los lectores de la epístola, cuyas mentes estuvieran espiritualmente capacitadas. Pablo aseguraba a estos lectores que poseía una información cabal de los temas sobre los cuales escribía, por lo que era digno de confianza. Todo testigo de Dios puede también sentir la misma convicción de que su mensaje es verdadero y válido.

Misterio. Gr. musterion (ver com. Rom. 11:25 -cf. com. Efe. 1:9).

5. Otras generaciones. Cada generación tuvo su revelación, pero nunca en el grado y la forma en que la han tenido las generaciones a partir del tiempo de Cristo. La revelación fue progresiva, calculada para servir a los mejores intereses de cada generación; pero al mismo tiempo limitada debido a la ignorancia voluntaria de la gente, hasta que la plenitud de la revelación se manifestó en la persona de Jesucristo.

Hijos de los hombres. Es decir la humanidad en general, todos los seres humanos. Esta frase era un modismo hebreo muy común.

Ahora es revelado. El misterio sólo puede ser conocido en la medida en que Dios lo revele. Dios no está tratando de mantenerlo en secreto; desea hacerlo conocer. Sobre el significado de "misterio", ver com. Rom. 11:25.

Santos apóstoles y profetas. Cf. com. cap. 2:20. El uso del término "santo" en este contexto es interesante. Los críticos han cuestionado la aplicación que hace Pablo del término "santo" a los apóstoles, de los cuales él era uno; sin embargo, los creyentes también son llamados santos (Deut. 7:6; Mar. 6:20; Col. 1:22; Heb. 3:1).

Por el Espíritu. Ver com. 2 Ped. 1:21.

6. Coherederos. Cf. Rom. 8:17; Gál. 3:29; 4:7; Heb. 11:9. Ninguna de las bendiciones del plan de salvación debía ser negada a los gentiles.

 Así se cumpliría la promesa hecha a Abrahán de que en él serían benditas todas las familias de la tierra (Gén. 12:2-3).

La historia judía muestra claramente que el pueblo hebreo no comprendió que el plan de salvación abarcaba también a los gentiles, ni tampoco entendió la universalidad del Evangelio. Por eso los gentiles permanecieron en relativa ignorancia. Sin embargo, en todo el AT existen insinuaciones de la gloria que Dios intentaba revelar a todos los pueblos (Gén. 18:18; Sal. 22:27; etc.: ver t. IV, pp. 28-32).

Mismo cuerpo. Ver cap. 2:16. El evidente propósito de Dios por medio de Jesucristo era unificar en un solo cuerpo a los que durante siglos habían estado separados por animosidades y temores. Toda diferencia histórica debido a raza, nación y posición social, debe ser eliminada no por medio de algún tipo de unificación política, sino por el irresistible poder del amor y de la lealtad de todo ser humano a la persona de Cristo. Todos los buenos aunque insuficientes esfuerzos de los hombres por armonizar sus diferencias, fracasan inevitablemente porque no están en armonía con los principios básicos del reino de Dios: respeto mutuo y amor.  Pablo lo anuncia a judíos y a gentiles por igual.

Copartícipes. La palabra griega que se traduce "copartícipes" aparece sólo una vez más en el cap. 5:7.

En Cristo Jesús. Esta es la frase clave de la epístola (ver com. cap. 1:1). Todas las preciosas promesas de Dios para Israel y también ahora para los gentiles, se cumplieron en Cristo (2 Cor. 1:20). La frase "en Cristo Jesús por medio del evangelio" se refiere no sólo a "la promesa", sino también a los "coherederos" y a los "copartícipes".

Por medio del evangelio. Compárese con la declaración "yo os engendré por medio del evangelio" (1 Cor. 4:15; cf. Rom. 10:8-15-, 16:25-26). El Evangelio son las buenas nuevas de que los hombres no tienen por qué perderse, sino que para su eterna salvación pueden unirse a Cristo para formar un solo cuerpo.

7. Ministro. Gr. diákonos (ver coro. Mar. 9:35). La palabra sugiere actividad, subordinación y servicio.

Gracia. En este contexto es el don específico para el cumplimiento del ministerio y apostolado de Pablo (ver com. Rom. 3:24). El siempre agradeció por el privilegio de su llamamiento.

Operación de su poder. Cf. com. cap. 1:19. La intensa obra del apóstol fue el resultado de un poder que le fue conferido. El divino don de la gracia iba acompañado de energía divina.

8. Menos que el más pequeño. Cf. 1 Cor. 15:9-10; 2 Cor. 11:30; 1 Tim. 1:12-16. El reconocimiento de la gracia de Dios y de la protección divina hacía que Pablo siempre se sintiera humilde. Nunca olvidó que había perseguido a los santos. Este recuerdo renovaba constantemente en él su aprecio por la grandeza de su llamamiento en contraste con lo insuficiente de su persona.

Pablo parecía estar siempre maravillado de que Dios pudiera tomar a alguien tan imperfecto como él, que había sido tan rebelde, para hacerlo ministro de su gracia. Se sentía no sólo inferior a los profetas y apóstoles, sino también menor que cualquiera de los santos. Los que están más íntimamente relacionados con la gracia divina, serán también los más humildes. Únicamente así estarán debidamente preparados para el servicio.

Sin embargo, los sentimientos que se despertaban en Pablo cuando reflexionaba en su vida pasada, deben ser comprendidos en relación con su declaración de que había vivido "con buena conciencia... delante de Dios" (Hech. 23:1) y con la exhortación a sus conversos de que fueran imitadores de él como él lo era de Cristo (1 Cor. 4:16; 11:1; Fil. 3:17). 

La humildad no es una cualidad negativa, por el contrario, armoniza con el conocimiento de la victoria personal sobre el pecado y con el crecimiento en la gracia.

Entre los gentiles. O "a los gentiles" (BJ, BC, NC).

Inescrutables riquezas. Cf. Job 5:9; 9:10; 11:7; Rom. 11:33. 

Podemos apreciar sólo parcialmente la magnanimidad divina porque "vemos por espejo, oscuramente" (1 Cor. 13:12). La plenitud de Cristo no puede ser agotada, pues él no sólo posee inescrutables riquezas, sino que es las riquezas. Estas son insondables no porque estén distantes u ocultas, sino porque son muy abundantes. Dios es sumamente generoso con su gracia para los gentiles, en su amor por los pecadores y en su actividad redentora. Esto significa que en Cristo debe encontrarse la respuesta para cada posible problema al cual pueda enfrentarse el hombre. Los recursos divinos son inagotables. No debe asombrarnos que Pablo declarara con este concepto y esta convicción: "Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado" (1 Cor. 2:2).

9. Aclarar a todos. Literalmente "alumbrar" o "iluminar". La evidencia textual sugiere (cf. p. 10) la inclusión de la palabra "todos"; sin embargo, es factible la traducción "y aclarar", eliminando la frase "a todos". El Evangelio hace visibles los misterios que estaban ocultos (vers. 3-5); tiene el propósito de mostrar los designios divinos a toda la familia humana, tanto a judíos como a gentiles. Cualquier iglesia o predicación que no cumple con esto, fracasa en su misión. Cf. cap. 1:18: "alumbrando los ojos de vuestro entendimiento"

Dispensación. Gr. oikonomía (ver com. cap. 1:10; cf. cap. 3:2). 

La iglesia, como administradora de los misterios divinos, debe hacer conocer la sabiduría de Dios. El plan oculto está ahora siendo manifestado.

Desde los siglos. El plan de salvación fue trazado antes de la fundación del mundo (ver com. cap. 1:4), y su ejecución en la historia fue una expresión de la eterna bondad divina. En Dios. O "por Dios".

Creó todas las cosas. Probablemente Pablo incluyó esta reflexión sobre el poder creador para destacar la importancia y profundidad del tema. La creación y la nueva creación (conversión) están siempre íntimamente ligadas en el Evangelio y ambas se realizan en el Hijo y mediante él (Juan 1:3; Col. 1:20; Heb. 1:2). El Dios que creó todas las cosas es igualmente poderoso para llevar a cabo sus propósitos redentores.

10. Multiforme sabiduría. Especialmente como se manifiesta en la obra de la redención. La sabiduría de Dios puede también ser apreciada en las variadas formas del mundo físico, en la compleja mente humana y en los innumerables métodos que Dios utiliza para alcanzar a los hombres y efectuar su salvación. Esta sabiduría se comprenderá en su plenitud cuando concluya en esta tierra el plan de salvación.

Por medio de la iglesia. El propósito de Dios es que la iglesia sea un testigo viviente de la sabiduría divina, así como un paciente recuperado demuestra la capacidad del médico. En realidad puede decirse que la iglesia es más una prueba o evidencia del poder y de la sabiduría de Dios que un agente de éstos. La iglesia cumple mejor su misión cuando utiliza todos los dones de todos sus miembros.

Principados y potestades. Ver com. cap. 1:21. El propósito de la redención incluye en su más amplio y universal sentido la vindicación del nombre y del carácter de Dios, los cuales han sido puestos en duda por Satanás y cuestionados por los ángeles caídos (cf. com. cap. 1:6). Este es el espectáculo máximo que los seres celestiales pueden contemplar (cf. 1 Cor. 4:9). ¿A qué se les parecerá el desarrollo de la historia a medida que desde su ventajosa posición observan los movimientos de los sucesos y los agentes interplanetarios?

En los lugares celestiales. Ver com. cap. 1:3

11. Propósito eterno. Literalmente "el propósito de los siglos". Tanto las Escrituras como la experiencia humana hablan de la realización de un propósito divino. Dios no creó el mundo en vano, y aunque por el momento sus planes sean estorbados, su propósito finalmente triunfará.

Cristo Jesús nuestro Señor. Ver com. cap. 1:10, 22-23. 

Pablo recuerda a sus lectores que el Jesús histórico a quien reconocían como Señor, era el Cristo que en el propósito eterno de Dios debía efectuar la salvación del hombre y vindicar el carácter divino. La unidad del propósito de Dios requiere la completa sumisión de la voluntad de cada creyente a la de su Señor y Maestro. Dicha unidad es semejante a la que el director espera de los diferentes instrumentos de su orquesta.

La iglesia que no puede integrarse en unidad y devoción comunitaria a su Señor, se enfrenta a la derrota y el rechazo inevitables. El argumento de Pablo es (1) que la voluntad de Dios nos ha sido revelada, (2) que esa voluntad se está cumpliendo (3) y que esto terminará con la restauración de la armonía en el universo de Dios, que ahora está resquebrajada.

12. Seguridad. Gr. parr'sía, "libertad de palabra", "temeridad", "confianza" (ver com. Hech. 4:13).

Acceso. Ver com. cap. 2:18. Adán se relacionaba al principio libre y directamente con Dios; pero cuando perdió esa relación se escondió entre los árboles del huerto, pues ya no podía estar frente a Dios con limpia conciencia. La redención permitirá que el hombre pueda presentarse de nuevo ante Dios, sin temores ni restricciones y sin la necesidad de intermediarios humanos como sacerdotes, santos o alguna forma de ritual. Dios está al alcance directo del alma que con confianza se acerca a él mediante los méritos de Cristo.

La fe en él. Primero nos acercamos a Dios por medio de la fe, y luego vivimos por fe la vida a la cual hemos sido llamados. Sólo podemos acercarnos a Dios confiadamente y con seguridad si aceptamos a Cristo como nuestro mediador. Él es el único que ha pasado por sobre el abismo que separó al hombre de Dios desde la entrada del pecado (Isa. 59:1-2).

13. Por lo cual. Considerando que los gentiles ahora pertenecen al cuerpo de Cristo, que el propósito eterno de Dios está siendo cumplido, que tenemos libre acceso al Señor y que han ocurrido tan grandes y maravillosos acontecimientos, Pablo delicadamente pide a sus lectores que no se preocupen demasiado por los sufrimientos que ha padecido a fin de predicarles las bendiciones del Evangelio.

Desmayéis. Gr. egkakéo, "cansarse", "desanimarse". El original permite la traducción en dos formas. Pablo pudo haber querido decir: "pido [a Dios] que yo no desmaye", o "pido [a Dios] que no desmayéis".

La segunda concuerda mejor con el estilo de Pablo. El apóstol estaba preso, pero deseaba profundamente que su grey no se sintiera perturbada porque él estaba encarcelado. Se sentía más preocupado por sus hijos espirituales que por sí mismo. Temía que llegaran a pensar que lo que les había predicado tenía muy poco poder salvador, que el Dios en quien él había confiado no se preocupaba por el destino de sus siervos, o que ellos mismos pronto pudieran sufrir pruebas similares, como en efecto sucedió. Este es oí¡ ejemplo conmovedor de la solicitud del apóstol por sus hijos en la fe.

El sabía muy bien que la tribulación es una prueba para los que la contemplan en otros y también para los que la sufren.

El sufrimiento que se soporta valientemente tiene doble gloria cuando es de provecho para los que lo contemplan y para los que lo sufren.

Vuestra gloria. Pablo se identifica con su grey como todo buen pastor. Si puede encontrar gloria en su tribulación, su iglesia la compartirá con él. Sufre debido a su sublime misión de apóstol y embajador de Dios, y los efesios son algunos de los frutos de su apostolado. Por eso tienen el privilegio de reflejar esa gloria. Cuando sufre una parte del cuerpo de Cristo, sufre todo el cuerpo.

14. Por esta causa. Ver com. vers. 1. Después de un largo paréntesis regresa al pensamiento que interrumpió en el vers 1.

Doblo mis rodillas. Esta posición para orar se comenta en Luc. 22:41; Hech. 7:60; 20:36; 21:5; Rom. 14:11; Fil. 2:10. De nuestro Señor Jesucristo. La evidencia textual (cf. p. 10) favorece la omisión de esta frase.

15. Toda familia. Se ha discutido mucho si este pasaje debe traducirse "la familia completa" o "cada familia". El griego permite las dos formas, aunque la segunda posibilidad se ajusta mejor a la sintaxis. 

Sin embargo se podría citar un buen número de casos en los cuales la misma construcción es traducida "completa" o "entera" (Mat. 3:15; 28:18; Hech. 1:21; etc.). Una excepción notable se encuentra en Efe. 2:21, versículo en el cual la misma construcción se traduce "todo el edificio", mientras que en el cap. 3:15 se traduce "toda familia".

Como el griego no es aquí muy claro, la traducción debe ajustarse al contexto. Pablo parece estar refiriéndose a una unidad según la cual los seres del cielo y los santos de la tierra son una misma y gran familia. Pero si se opta por la traducción "cada familia", es necesario suponer la existencia de varias familias en el cielo, algo que no se menciona en las Escrituras. Por esta razón es mejor entender que se trata de "la familia entera" (frase que no se encuentra en las Biblias en castellano), pues concuerda mejor con el sentido de unidad y totalidad del linaje, familia o parentela de Dios, Padre de todos, tema al cual el apóstol se refiere con frecuencia.

16. Las riquezas de su gloria. Cf. cap. 1:18. Esta es la medida con la cual Dios otorga sus bendiciones a la humanidad; por eso son ilimitados los recursos a disposición de los hijos de Dios. El hombre mide con su propia debilidad e insignificancia; Dios, con su gloria y riquezas ilimitadas. Pablo no está satisfecho de que sus conversos sean sólo cristianos de nombre. Desea que reciban abundantemente las gracias divinas para que puedan sondear las profundidades y escalar las alturas de la vida espiritual, y así participen de las gloriosas riquezas del reino de Dios.

Fortalecidos con poder. El poder que fortalece es el de Dios, el cual es transmitido mediante la operación del Espíritu Santo. El mismo poder que convierte a los seres humanos debe continuar en ellos para que haya crecimiento cristiano. Aquí es donde muchos cristianos fracasan, pues no reconocen que la perseverancia espiritual necesita de la gracia de Dios tal como la necesitaron en su conversión inicial. La fuerza física aumenta por medio de la alimentación y la vida intelectual con el estudio, y la vida espiritual es sustentada por el poder y la presencia inmediata del Espíritu Santo.

En el hombre interior. El griego sugiere la idea de poderes que penetran en el hombre, en donde permanecen. Estos poderes espirituales no son inherentes a la naturaleza humana. El hombre no tiene nada con qué contribuir para su salvación; no posee nada en sí mismo de lo cual pueda gloriarse.

17. Habite. Gr. katoikéo, "morar", "habitar", "permanecer". La idea de permanencia se agrega a la de fortaleza (vers. 16). Cristo no es un visitante esporádico, pues habita en el corazón del cristiano para proporcionarle sin cesar una fuente inagotable de poder que ilumina y purifica (cf. Juan 14:23; Apoc. 3:20).

Por la fe. La fe abre plenamente el corazón a Cristo. Fe es la confianza total en Dios y en sus promesas, es un principio que continuamente sustenta la vida del hombre.

 (ver com. Rom. 4:3).

Arraigados y cimentados. Dos expresiones frecuentes en las Escrituras. Las usan Pablo y otros escritores bíblicos (Sal. 1:3; Jer 17:8; Col. 1:23; 2:7). Pablo a menudo combina metáforas para reforzar el significado de su mensaje (1 Con 3:9).

En amor. En el texto griego esta frase está colocada al comienzo de la frase para dar énfasis a su significado; por esta razón, estas palabras pueden relacionarse con la primera parte del vers. 17. Entonces la traducción sería:" para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones en amor". O pueden ser unidas con las palabras "arraigados y cimentados", como traducen la RVR, BJ, BC y NC.

El amor que se arraiga penetra en las profundidades del alma y de todas las facultades mentales, mientras que el amor que se cimienta proporciona el fundamento firme para la vida del cristiano. Contra tal clase de amor no hay argumento, pues no hay nada mayor que él (1 Cor. 13). El amor surge de la experiencia personal del hombre con Cristo, se convierte en la raíz y el cimiento de la unidad entre Dios y el hombre, y entre el hombre y su prójimo.

18. Seáis plenamente capaces. Lo que debe conocerse supera el entendimiento humano; por lo tanto, Pablo ora para que sus oyentes puedan recibir un poder especial que los habilite para adquirir tan sublime conocimiento.

Comprender. Literalmente "recibir", "tomar". Figuradamente "recibir con la mente", "comprender".

Todos los santos. Ver com. cap. 1:1. Ciertas actividades espirituales sólo tienen lugar individualmente en el corazón del cristiano, mientras que otras -como en este caso, la comprensión del amor de Cristo- pertenecen al conjunto de los hermanos. Esta posesión en común es la que une mutuamente a los creyentes.

Anchura. Pablo no nos dice específicamente a qué se aplican las dimensiones que menciona en este versículo. Los comentadores han dado varias explicaciones. La más sencilla quizá sea que Pablo interrumpe su sentencia abrumado por la magnitud del tema que está contemplando. Al apreciar el misterio de la comunión íntima con Cristo, del amor de Dios, de la unidad del cuerpo de la iglesia de Cristo, o particularmente del amor de Cristo (vers. 19), el apóstol se siente profundamente conmovido, como cuando nos sentimos sobrecogidos al contemplar en una noche estrellada el infinito universo de Dios.

19. El amor de Cristo. Una referencia al amor de Cristo por nosotros y no a nuestro amor por Cristo.

Excede a todo conocimiento. El amor de Cristo sobrepasa todo conocimiento humano porque es libre, infinito e inagotable, y siempre presenta nuevos aspectos que deben ser entendidos. El amor divino es la fuente de nuestra propia experiencia de crecimiento en ese amor (1 Juan 4:19). Los seres humanos no han tocado ni aun con la punta de los dedos el poder para vivir la vida que puede hallarse cuando se experimenta el amor de Cristo en su plenitud.

La plenitud de Dios. Ver com. cap. 1:23. Llegamos ahora al glorioso clímax de la obra de Cristo en nosotros. La iglesia, como vaso escogido, debe ser llenada hasta el borde con la gracia celestial para que sus miembros reflejen algo de la "plenitud de Dios".

Pablo está presentando la más elevada concepción posible de la naturaleza humana y de sus posibilidades de crecimiento en la gracia. El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, se le confirieron facultades de desarrollo y el elevado privilegio de llegar a ser participante de "la naturaleza divina" (2 Ped. 1:4).

Las bendiciones de Dios no son otorgadas con mezquindad; conducen sin cesar a una creciente comprensión de la mente divina, a llenar plenamente con poder espiritual los lugares vacíos del alma humana. Ya que la plenitud de Dios puede ser encontrada realmente sólo en Cristo (Col. 2:9), la "plenitud" divina llega al hombre mediante el Cristo que vive y actúa en el corazón (Efe. 3:17).

20. A Aquel. Esta magnífica doxología (vers. 20-21) resume todo lo que Pablo ha presentado hasta aquí en su carta.

 La alabanza a Dios surge espontáneamente del corazón convertido. La Biblia contiene muchas doxologías (Rom. 16:25-27; 1 Tim. 6:15-16; Apoc. 1:6; etc.), cada una con su motivo particular. En la presente el apóstol está abrumado por el indescriptible poder de Dios y su amor ilimitado para el hombre.

Poderoso. Pablo frecuentemente realza el poder de Dios que ejecuta todo lo que se ha propuesto cumplir (Rom. 4:21; 11:23; 2 Cor. 9:8). Considera que es un motivo de gran aliento para el fatigado hijo de Dios, a quien se le asegura que el fundamento de su fe no es débil ni defectuoso.

Mucho más abundantemente. Gr. huperekperissôs, "absolutamente por encima de toda medida", "infinitamente más que". "Sobre toda medida con incomparable exceso" (BC). Pablo gusta de utilizar palabras compuestas. Aquí destaca una superabundancia que está por encima y más allá de la plenitud y el desbordamiento (cf. 1 Tes. 3:10; 5:13). Esta abundancia se manifestó especialmente en el tiempo de la más profunda necesidad (cf. Rom. 5:20); el cristiano sólo tiene que aferrarse a ella.

Pedimos. Más bien "pedimos para nosotros". Toda la expresión se refiere sin lugar a dudas a gracias espirituales: "la plenitud de Dios" (vers. 19). Pablo está ardiendo énfasis a la idea de la superabundancia de la gracia y dadivosidad de Dios. Hay recursos de poder espiritual a nuestra disposición que sobrepasan nuestra más atrevida imaginación. No los aprovechamos como debiéramos. Compárese con la admonición de nuestro Señor (ver com. Mat. 7:7).

Poder. Ver com. Efe. 3:16; cf. Efe. 1:19-20; Col. 1:29.

21. Gloria. Literalmente "la gloria" (BJ, BC, NC). El crédito, el reconocimiento y el honor por la obra redentora de la gracia pertenecen solamente a Dios. No se da lugar ni siquiera a la suposición de que pueda existir alguna virtud o gloria por parte de la iglesia o sus miembros.

En la iglesia en Cristo. La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "en la Iglesia y en Cristo Jesús" (BJ, BC, NC). Los motivos para alabar a Dios pueden ser hallados básicamente tanto en la iglesia, debido a que en ella se refleja la gloria de Cristo, como en Cristo, porque él es la cabeza del cuerpo, la iglesia.

Por todas las edades. Literalmente "por todas las generaciones por los siglos de los siglos", o sea por toda la eternidad.

Amén. Ver com. Mat. 5:18. Así concluye la oración del apóstol y la primera parte de la epístola. El tema, que va más allá de lo que puede expresar el lenguaje humano, ha sido la admirable gloria y la majestad incluidas en las promesas de Dios para sus hijos que, aunque son imperfectos, tienen esperanza. El corazón queda reconfortado y el espíritu purificado, y se recibe una esperanza viva para el advenimiento del reino de Dios en su plenitud. (6CBA).

COMENTARIOS DE EGW

1-21. TM 397. Jesús dice: "He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". El anduvo una vez como hombre sobre la tierra, revestida su divinidad de humanidad, un hombre que sufría y era tentado, perseguido por los ardides satánicos. Fue tentado en todo punto como nosotros, y sabe cómo socorrer a los que son tentados. Ahora está a la diestra de Dios; está en el cielo como nuestro abogado, para interceder por nosotros. Siempre hemos de cobrar consuelo y esperanza al pensar en esto. Él está pensando en los que están sujetos a las tentaciones de este mundo. Piensa en nosotros individualmente, y conoce cada una de nuestras necesidades.

Cuando Seáis Tentados, Decid: El Cuida De Mí,

Él Hace Intercesión En Mi Favor,

Él Me Ama, Él Ha Muerto Por Mí. Miraré Sin Reservas A Él.

Entristecemos El Corazón De Cristo Cuando Vamos Condoliéndonos De Nosotros Mismos Como Si Fuéramos Nuestro Propio Salvador. NO; Debemos Encomendar La Guarda De Nuestras Almas A Dios Como A Un Creador Fiel.

Él siempre vive para interceder por los probados y tentados. Abrid vuestro corazón a los brillantes rayos del Sol de Justicia, y no permitáis que un solo suspiro de duda, una sola palabra de incredulidad escape de vuestros labios, para que no sembréis las semillas de duda. Hay ricas bendiciones para nosotros; apropiémonos de ellas por la fe.  Os ruego que tengáis valor en el Señor. La fortaleza divina es nuestra; hablemos palabras de ánimo y fortaleza y fe. Leed el tercer capítulo de Efesios. Practicad la instrucción dada.  Presentad un testimonio viviente en favor de Dios bajo toda circunstancia. 398

5-11. HAp 129. LA CAUSA DE DIOS En La Tierra Necesita Hoy Día Representantes Vivos De La Verdad Bíblica. Los ministros ordenados solos no pueden hacer frente a la tarea de amonestar a las grandes ciudades. Dios llama no solamente a ministros, sino también a médicos, enfermeros, colportores, obreros bíblicos, y a otros laicos consagrados de diversos talentos que conocen la Palabra de Dios y el poder de su gracia, y los invita a considerar las necesidades de las ciudades sin amonestar. El tiempo pasa rápidamente, y hay mucho que hacer. Deben usarse todos los agentes, para que puedan ser sabiamente aprovechadas las oportunidades actuales.

LAS LABORES DE PABLO EN ANTIOQUÍA, EN UNIÓN CON BERNABÉ, le fortalecieron en su convicción de que el Señor le había llamado a hacer una obra especial en el mundo gentil. En ocasión de la conversión de Pablo, el Señor había declarado que había de ser ministro a los gentiles, para abrir "sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión de pecados y suerte entre los santificados." (Hech. 26:18.)

El ángel que le apareció a Ananías le había dicho de Pablo: "Instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel." (Hech. 9:15.) Y Pablo mismo, más tarde en su vida cristiana, mientras oraba en el templo de Jerusalén, había sido visitado por un ángel del cielo, que le ordenó: "Ve, porque yo te tengo que enviar lejos a los Gentiles." (Hech. 22:21.)

ASÍ EL SEÑOR HABÍA MANDADO A PABLO Que Entrase En El Vasto Campo Misionero Del Mundo Gentil.  A fin de prepararlo para esta extensa y difícil tarea, Dios le había atraído en estrecha comunión consigo y había abierto ante su arrobada visión las bellezas y glorias del cielo. Se le había confiado el ministerio de hacer conocer el "misterio" que había estado "encubierto desde los tiempos eternos," "el misterio de su voluntad, . . . el cual misterio en los otros siglos no se dio a conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado a sus santos apóstoles y 130 profetas en el Espíritu: Que los Gentiles sean juntamente herederos, e incorporados, y consortes de su promesa en Cristo por el evangelio:

Del cual ­declara Pablo, ­ yo soy hecho ministro. . . A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los Gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que crió todas las cosas. Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora notificada por la iglesia a los principados y potestades en los cielos, conforme a la determinación eterna, que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor." (Rom. 16:25; Efe: 1:9; 3:5-11.)

DIOS HABÍA BENDECIDO ABUNDANTEMENTE LAS LABORES DE PABLO Y BERNABÉ durante el año que permanecieron con los creyentes de Antioquía. Pero ni uno ni otro había sido ORDENADO todavía formalmente para el ministerio evangélico. Habían llegado a un punto en su experiencia cristiana cuando Dios estaba por encomendarles el cumplimiento de una empresa misionera difícil en cuya prosecución necesitarían todos los beneficios que pudieran obtenerse por medio de la iglesia.

13-21. NB 481. "Hemos de mantenernos firmes como una roca a los principios de la Palabra de Dios, recordando que Dios está con nosotros para darnos fortaleza a fin de hacer frente a cada nueva experiencia. Mantengamos siempre en nuestras vidas los principios de la justicia, para que avancemos de fortaleza en fortaleza en el nombre del Señor. Hemos de considerar como muy sagrada la fe que ha sido sostenida por la instrucción y la aprobación del Espíritu de Dios desde nuestra primera experiencia hasta el tiempo presente. Hemos de considerar como preciosa la obra que el Señor ha estado llevando adelante por medio de su pueblo que guarda sus mandamientos, y que, mediante el poder de su gracia, aumentará en fuerza y en eficiencia a medida que avanza el tiempo. Los enemigos están tratando de nublar el discernimiento de los hijos de Dios, y debilitar su eficacia; pero si éstos trabajan de acuerdo con la dirección del Espíritu Santo, el abrirá puertas de oportunidades delante de ellos, para la obra de edificar los antiguos lugares desolados. Su experiencia será una experiencia de constante crecimiento, hasta que el Señor descienda del cielo con poder y grande gloria para poner su sello de triunfo final sobre sus fieles.

"La obra que está delante de nosotros pondrá a 481 prueba toda la capacidad del ser humano. Exigirá el ejercicio de una fe fuerte y de constante vigilancia. En ocasiones, las dificultades que encontraremos serán muy desalentadoras. La misma grandeza de la tarea nos abrumará. Y sin embargo, con la ayuda de Dios sus siervos triunfarán finalmente. Por lo cual pido hermanos míos, que no desmayéis a causa de las tribulaciones que os esperan. Jesús estará con vosotros. El irá delante de vosotros por medio de su Santo Espíritu, preparando el camino. Y él será vuestro ayudador en toda emergencia.

"'Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura; y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. "Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos.  Amén' ". Efesios 3:14-21 482

Ministerio Hno. Pio

No hay comentarios.:

Publicar un comentario