miércoles, octubre 20, 2021

REFLEXIÓN 880. INTRODUCCIÓN, REPASO DE LAS CIRCUNSTANCIAS Y LOS SENTIMIENTOS DE PABLO, EXHORTACIÓN A LA UNIDAD… (FILIPENSES 1).

Filipenses 1. 

INTRODUCCIÓN 1-11: Vers. (1-2) Saludos. (3-8) Pablo expresa su agradecimiento a Dios y su amor por los hermanos y los frutos de su fe y compañerismo en los sufrimientos de él. (9-11) Su continua oración por el crecimiento de ellos en la gracia. 

REPASO DE LAS CIRCUNSTANCIAS Y LOS SENTIMIENTOS DE PABLO 12-26: Vers. (12-20) Muestra cuánto beneficio ha recibido Ia fe de Cristo debido a sus prisiones en Roma, (21-26) y cuán listo está para glorificar a Dios ya sea por su muerte o por su vida.

EXHORTACIÓN A LA UNIDAD Y A LA ABNEGACIÓN 27-30: Vers. (27) Exhorta a la unidad (28) y a la fortaleza en medio de la persecución. (29-30) Paciencia ante el sufrimiento. 

1 PABLO y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

3 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, 4 siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, 5 por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; 6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; 7 como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia. 8 Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo.

9 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, 10 para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo 11 llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

12 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, 13 de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. 14 Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.

15 Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. 16 Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; 17 pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. 18 ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún. 19 Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, 20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.

21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 22 Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; 24 pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros. 25 Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permanecere con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe, 26 para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros.

27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, 28 y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, más para vosotros de salvación; y esto de Dios.

29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, 30 teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí. (Filipenses 1).

1. Pablo.- Nótese la forma sencilla de identificarse. 

Cuando Pablo escribió a otras iglesias, el apóstol consideró necesario presentar su autoridad (cf. 1 Cor. 1:1; 2 Cor. 1:1; Gál. 1:1; Efe.1:1); pero ahora no había necesidad de hacerlo porque la iglesia de los filipenses aceptaba sus credenciales. Esta es una carta de amor, de gratitud y de alabanza; y si bien es cierto que en ella hay palabras de advertencia y de exhortación, no tiene el propósito de resolver problemas como los que habían surgido en las iglesias de otras ciudades.

Timoteo. Ver com. Hech. 16:1. El joven evangelista había estado con Pablo en Filipos (Hech. 16:11-12), de modo que era conocido personalmente por los primeros conversos. Una visita ulterior (Hech. 20:1-5) hizo posible que lo conocieran miembros que posteriormente se habían unido a la iglesia. Fuera de este saludo no hay ninguna indicación de que Timoteo fuera coautor de la epístola. El hecho de que Pablo hable en primera persona desde el cap. 1:3 en adelante, sugiere que él es el único autor.

Siervos. Gr. dóulos (ver com.  Rom.1:1). Algunos sugieren que al aplicarse a sí mismo este término, Pablo puede haber tenido en cuenta la frecuente práctica griega de liberar a un esclavo haciendo parecer como si lo hubiera comprado uno de los dioses. Se hacía una transacción comercial ficticia, y el esclavo tenía que pagar en la tesorería del templo el precio de su compra con el dinero que él había ahorrado. Entonces el dueño y el esclavo iban al templo; el dueño recibía el precio de la compra, y se suponía que el esclavo había sido vendido al dios. El esclavo se convertía entonces en la propiedad de determinado dios; pero para los propósitos prácticos ya era libre.

Pablo consideraba que había sido comprado por Jesucristo, comprado "por precio" (1Cor. 6:20; 7:23), libertado (Rom. 6:18); pero a pesar de esa libertad estaba seguro de que no se pertenecía a sí mismo (1 Cor. 6:20), sino que era una posesión comprada por Cristo, quien lo amaba y se había entregado por él (Gál. 2:20). Esa compra no era una engañosa ficción sino una realidad viviente; el cuerpo y la mente del apóstol habían sido redimidos de la esclavitud del pecado y de Satanás, de la servidumbre del orgullo y los prejuicios, del cautiverio ante las obras de la ley y de la carne, y él había sido puesto bajo el pleno dominio del Amo de los hombres (ver com. Rom. 7:14-25).

Santos. Gr. hágios (ver com. Rom. 1:7). Nótese que la carta está dirigida a todos los miembros de la iglesia de Filipos. Pablo no deseaba que ninguno se sintiera olvidado.

En Cristo Jesús. Ver com. Rom. 8:1; 1 Cor. 1:2; Efe. 1:1.

Obispos. Gr. epískopos (ver com. Hech. 20:28).

Diáconos. Gr. diákonos (ver com. Mar. 9:35), palabra que significa "sirviente", no esclavo", que recalca posición social. Diákonos se usa a veces específicamente para un ministro del Evangelio (1 Cor. 3:5; 2 Cor. 3:6; Efe. 3:7). El hecho de que Pablo reconociera especialmente a estos obreros de una iglesia local, sin duda aumentaba el prestigio de ellos frente a la congregación. 

Aquí no hay ninguna indicación de que un obispo ejerciera autoridad sobre varias congregaciones, como sucedió en la historia posterior de la iglesia; al contrario, había varios dentro del grupo local de Filipos (ver t. VI, pp. 27-28).

2. Gracia. En cuanto a este saludo, ver com. Rom. 1:7. 

En las epístolas pastorales (1 y 2 Tim., Tito) se añade "misericordia".

Dios nuestro Padre. Ver com. Mat. 6:9.

3. Doy gracias a mi Dios. Ver com. Rom. 1:8.

Siempre que me acuerdo. Cada vez que Pablo recordaba a los creyentes filipenses se renovaba en él el aprecio de sus excelentes cualidades, lo que hacía que agradeciera a Dios porque hubiera cristianos tan ejemplares. Este recuerdo era continuo y originaba una constante acción de gracias.

4. Siempre. El gozo de Pablo por la excelencia de sus conversos era continuo.

Oraciones. Gr. déèsis, "petición", "ruego", "súplica", del verbo déomai, "pedir", "suplicar". La misma palabra (déèsis) se traduce en este versículo como "rogando".

Gozo. ¡Qué homenaje al carácter cristiano de los filipenses, de que el conocimiento de su experiencia produjera gozo al apóstol, y no agonía de alma! No sucedió siempre así con otras iglesias (1 Cor. 3:1-3; Gál. 4:19).

5. Comunión. "Colaboración" (BJ). Gr. koinonía (ver com. Hech. 2:42; Rom. 15:26). 

Koinonía se usa en el sentido más amplio de una cooperación llena de simpatía, pero también implica el significado de "dar una contribución", y este puede ser aquí el caso debido a las generosas contribuciones de los filipenses para el bienestar de Pablo (Fil.4:10, 15-16). Era un compañerismo bien probado del amor mutuo que existía desde el primer día que Pablo predicó el Evangelio entre ellos hasta el momento de escribir la epístola. El pensamiento de esa santa amistad era un momento de perenne gozo para el apóstol, especialmente porque estaba en prisión.

En el evangelio. El Evangelio de Cristo permitía la comunión personal; pero, más que eso, el compañerismo de ellos radicaba en el progreso del Evangelio. No hay nada que una los corazones tan firmemente como la creencia común en el Evangelio y la participación de los gozos y sufrimientos de la vida cristiana. Esta comunión debe resultar en esfuerzos unidos para incluir a otros dentro de su círculo. Esa clase de esfuerzos une a los creyentes más íntimamente que cualquier otro medio.

6. Estando persuadido. Ver com. Heb. 3:6.

El que comenzó. Es decir, Dios. El apóstol anhela que sus conversos recuerden que Dios es el autor de su salvación (cf. Fil. 2:13; Heb. 12:2; 13:20-21).

La buena obra. Osea la obra de la salvación.

Perfeccionará. El Señor es un obrero perfecto. Termina cada obra en la cual pone su mano, si el material humano le permite hacerlo; además, el producto de una obra tal será perfecto. Y Dios no se cansa de hacer el bien. Había aceptado a los filipenses dentro de la comunión del Evangelio, pero esta no es una obra que se concluye con un solo acto, sino que se completa gradualmente, pero con toda seguridad. La confianza en el constante interés y la conducción de Dios, es una nota clave de los escritos de Pablo. Anhelaba impartir esa misma seguridad a los filipenses.

Día de Jesucristo. Un sinónimo de la expresión "día del Señor" (ver com. Hech. 2:20; cf. Fil. 1:10; 2:16). La obra del perfeccionamiento continuará hasta que Cristo venga a recoger a los suyos. Nada inferior a un crecimiento espiritual continuo puede prepararnos para dar la bienvenida a Cristo cuando venga por segunda vez.

7. Me es justo. Es decir, moralmente justo, teniendo en cuenta el proceder de Dios (vers. 6) y las cualidades de los filipenses.

Esto. Es decir, la seguridad de la completa salvación de los filipenses.

De todos vosotros. Mejor "en cuanto a todos vosotros". Pablo estaba vitalmente interesado en el bienestar de sus conversos; su sentir estaba ligado a ellos.

En el corazón. Pablo menciona su amor, el hecho de que mantenía a los creyentes en su corazón, para justificar la gran esperanza que tenía en cuanto a ellos. Mantenía a esos amados conversos en su corazón porque no podía estar personalmente con ellos. El que atesora a sus benefactores y a sus colaboradores en su corazón, se protege contra el egoísmo. El que no tiene a sus hermanos en su corazón, pronto deseará expulsarlos de su pensamiento.

En mis prisiones. Una referencia al encarcelamiento de Pablo en Roma (ver p. 144).

Defensa. Gr. apología, "defensa verbal" "discurso en defensa de alguien".

Confirmación. Gr. bebaíosis, "establecimiento", "confirmación", de bebaióó, "afirmar", "establecer", "confirmar"; "consolidación" (BJ, BC).

Participantes conmigo de la gracia. Esa gracia los había hecho participantes de la prisión del apóstol por la ayuda cordial que le prestaban y porque soportaban una persecución similar a la que él sufría. Todo eso se debía al Evangelio, que era defendido frente a sus adversarios y se confirmaba entre los creyentes.

8. Dios me es testigo. Pablo recurre a Dios para confirmar su profundo amor por los filipenses y su deseo de verlos. Como ese anhelo estaba dentro de su corazón, sólo Dios podía conocer su presencia y testificar de ella.

Entrañable amor de Jesucristo. Una alusión a la compasión, la ternura y el amor del Redentor. Pablo consideraba a los creyentes de Filipos con un afecto parecido al que el Señor Jesús tenía por ellos. Esta era la más tierna y a la vez la más fuerte expresión que podía encontrar para demostrarles su intenso afecto. Este es un atisbo de la unidad interna que debe existir en la iglesia: los miembros sienten un cariño mutuo y cordial; se aman mutuamente con el gran afecto y la tierna simpatía de Cristo mismo; comprenden que hay una comunión que todo lo abarca; tienen un deber común; oran y elevan acciones de gracias el uno por el otro; en su amor mutuo encuentran un testimonio y garantía del amor y propósito de Dios.

9. Esto pido en oración. Los vers. 9-11 contienen la esencia de las oraciones de Pablo por el continuo crecimiento espiritual de sus amigos filipenses.

Amor. Gr. agápe (ver com. Mat. 5:43-44; 1 Cor. 13:1).

Abunde aún más y más. El amor de ellos ya era magnífico, y sin embargo Pablo quería que aún alcanzaran mayores alturas. Anhelaba que el amor de ellos hacia Dios y hacia el hombre pudiera fluir siempre más lejos como una corriente que surge de un manantial, y se comunicara más abundantemente a través de todos los canales del servicio cristiano (cf. 1 Tes. 3:12).

Ciencia. Gr. epígnósis, "conocimiento perfecto" (BJ); "cabal conocimiento" (BC). 

Ver com. Rom. 3:20. Pablo se está refiriendo al conocimiento experimental: un conocimiento personal de las verdades salvadores del cristianismo, manifestadas en una vida piadosa (ver com. Juan 17:3; Efe. 1:17; 4:13).

Conocimiento. Gr. áisthesis, "discernimiento" (BJ, BC), "percepción", "experiencia". 

La palabra propiamente se aplica a los sentidos, y aquí, con una connotación moral, significa la perspicacia que reconoce una verdad así como el ojo reconoce un objeto (cf. Heb. 5:14). Aisthésis se diferencia aquí de epígnosis, en que no trata de principios generales e impersonales, sino de la elección de principios correctos.

10. Aprobéis. Del verbo griego dokimázo (ver com. Rom. 2:18). Este vocablo implica aprobación después de un examen o una prueba. Pablo revela el propósito que espera que será alcanzado por el crecimiento de los filipenses en el amor (Fil. 1:9), para que puedan probar y retener lo mejor.

Lo mejor. Gr. tá diaféronta, "las cosas diferentes", es decir, las que son superiores. Pablo deseaba que los creyentes de Filipos prefirieran sólo lo mejor en todas las elecciones de su vida.

Sinceros. Gr. eilikrinés, que quizá derive del prefijo heilé o hele, de hélios: "sol", y krínò, "juzgar"; por lo tanto, lo que ha sido visto a la luz del sol y se encuentra claro y puro; lo que equivaldría a "puro", "incontaminado", "sincero".

Irreprensibles. Gr. apróskopos, literalmente, "no golpeado", o sea "ileso", "intachable". La pureza interior se convierte en una impecabilidad exterior y prepara al creyente para el día de la venida de Cristo. Todo el consejo de Pablo tenía el propósito de guiar a sus amigos en su preparación para el día cuando el carácter de todos será revelado. Y para recordarles ese propósito, repite la expresión que usa en el vers. 6, omitiendo la palabra "Jesucristo" (cf. com. 1 Tes. 5:23).

11. Frutos de justicia. La evidencia textual favorece (cf. p. 10) el texto "fruto de justicia". La norma de Jesús para probar el carácter es: "Por sus frutos los conoceréis" (ver com. Mat. 7:15-20). Dios espera algo más que sólo impecabilidad; busca frutos positivos. La justicia no es sencillamente ausencia de pecado, sino la presencia del carácter de Cristo en la vida del creyente (ver com. Mat. 5:6,20). Todos los pasos previos de la vida cristiana de los creyentes de Filipos -proceso por el cual oraba Pablo- los conducirían a una demostración de las acciones de los verdaderos cristianos. Debían estar llenos de esos frutos. Todas nuestras ramas -y no ramas aisladas aquí y allá- deben estar cargadas con buen fruto.

Por medio de Jesucristo. Pablo se apresura a recordar a los filipenses que cualquier justicia que pudieran poseer y las buenas obras que pudieran hacer, podrían obtenerlas sólo mediante Jesucristo (cf. com. Juan 15:1-5; Rom. 4:5). El hecho de que los cristianos den fruto depende de la relación del creyente con Cristo. El fruto de la vida que permanece en Jesús es igual al fruto de la vida de Cristo.

Para gloria. La mejor forma de ensalzar el honor de Dios es por medio de las vidas santas de sus hijos (ver com. Juan 15:8; cf. 1 Cor. 10:31; Efe. 1:12; 1 Ped. 2:12).

12. Quiero que sepáis. Pablo introduce ahora un tema diferente: su encarcelamiento y la relación de éste con la predicación del Evangelio.

Las cosas que me han sucedido. Mejor "las cosas concernientes a mí". Pablo se refiere a sus asuntos. Esta declaración sugiere que los filipenses habían expresado preocupación, ya que no sabían cómo terminarían las vicisitudes del apóstol, tanto en lo que concernía a su persona como al progreso del Evangelio.

Han redundado. Pablo se apresura a asegurar a los filipenses que el resultado de su prisión había sido bueno y no perjudicial. Quería que entendieran que en la providencia de Dios sus pruebas estaban siendo usadas para provecho de la predicación del Evangelio. Como sucede con frecuencia, la ira de los hombres produce gloria para Dios (ver com. Sal. 76:10).

Más bien. Esta expresión sugiere que los filipenses habían temido lo peor.

13. Mis prisiones. . . en Cristo. Mejor "mis prisiones han llegado a ser notorias en Cristo"; es decir, era evidente que había sido encarcelado no por crímenes sino por causa de su testimonio por Cristo. 

En todo el pretorio. Hay una gran variedad de opiniones en cuanto al significado de estas palabras, y se han presentado cuatro interpretaciones: (1) que el "pretorio" se refiere a los cuarteles donde se alojaban los soldados pretorianos; (2) que "pretorio" era la residencia de los gobernantes (ver com. Mat. 27: 27); (3) que "en todo el pretorio" debe traducirse "entre todos los pretorios", y que los "pretorios" se refiere a las autoridades judiciales responsables del juicio de Pablo; (4) que "en todo el pretorio" debe traducirse "entre todos los [guardias] pretorianos", lo que se refiere a los soldados que custodiaban a Pablo (ver com. Hech. 28:16). 

La última interpretación parece ser la más razonable y que concuerda mejor con el contexto. Los soldados pretorianos habían llegado a comprender la verdad de las cosas mientras cumplían su deber de custodiar a Pablo, y se habían dado cuenta de que estaba encarcelado únicamente por su fe y celo como evangelizador. Esos soldados eran relevados con frecuencia, y por lo tanto podría decirse que toda la guardia había llegado a conocer la verdad acerca de Pablo.

A todos los demás. Es decir, no sólo entre la guardia pretoriana sino entre las otras personas con quienes se relacionaba el apóstol encarcelado. De modo que aunque Pablo estaba recluido, el testimonio de su ardiente vida cristiana se propagaba mucho más allá del lugar donde estaba encarcelado.

14. La mayoría de los hermanos. Osea la mayoría de los cristianos de Roma.

Cobrando ánimo. O "teniendo confianza". Se presenta aquí un hecho adicional que era favorable para el Evangelio: la mayor parte de los hermanos eran mucho más valientes como resultado del encarcelamiento de Pablo. El hecho de que un paladín de la verdad tan distinguido estuviera encarcelado puede haberlos animado a hacer todo lo posible por la causa por la cual sufría Pablo. O quizá se reanimaron cuando surgió una corriente de sentimiento popular a favor del cristianismo después de que se divulgó la causa del encarcelamiento del apóstol. Otros quizá, debido a su trato con Pablo, se sintieron animados a esforzarse más en la causa cristiana. De ese modo, ya por un motivo, o ya por otro, las prisiones de Pablo habían inducido a otros creyentes a proclamar más audazmente la Palabra. Ver com. Hech. 25:12.

En el Señor. Esta frase puede relacionarse con "hermanos" o con "cobrando ánimo".

15. Algunos. Se da comienzo a otro pensamiento, pues "algunos" no deben ser incluidos en la "mayoría" del vers. 14.

Predican a Cristo. Pablo se refiere a dos clases de personas que proclamaban el nombre del Salvador: (1) los que lo hacían por sentir envidia de Pablo; (2) los que lo hacían por motivos correctos. En ambos casos Cristo era predicado. Por lo tanto, no es probable que los de la primera clase fueran judaizantes, los cuales Pablo nunca describe así (ver t. VI, pp. 34, 53-55).

Envidia y contienda. O "envidia y rivalidad" (BJ, BC). El apóstol no menciona la causa de esa rivalidad o "competencia" (NC); sin embargo, parece que aun en Roma había un partido que estaba celoso de la influencia de Pablo, y los que lo constituían suponían que esa era una buena oportunidad para disminuir la influencia del apóstol y acrecentar la influencia de ellos. Él estaba encarcelado, y ellos podían llegar a las masas.

Con pretextos aparentemente verdaderos era fácil insinuar que Pablo tenía planes ambiciosos y que ejercía una influencia indebida. Para beneficiarse a si mismos, se oponían al apóstol. Hasta puede ser que estuvieran de acuerdo con él en doctrina; pero podrían haber procurado perjudicarlo por enemistad personal.

Como esos hombres afirmaban que predicaban a Cristo, es difícil analizar sus motivos. Si había un grupo de judíos que mantenía las doctrinas esenciales del Evangelio, pero disputaba en cuanto a asuntos de pequeña importancia y al mismo tiempo se sentía amargado contra el apóstol porque se interesaba en los gentiles, tal grupo podría entonces tratar de predicar a Cristo, y sin embargo albergar contra Pablo los malos sentimientos que él les atribuía.

Buena voluntad. Algunos aumentaban su actividad evangelística debido a su buena voluntad hacia el apóstol. Esos hermanos sentían una consideración especial por Pablo debido al importante lugar que él ocupaba en la evangelización del mundo, y quizá aumentaban su actividad debido a que había disminuido la de Pablo. Esta buena voluntad es el espíritu que debe predominar entre la hermandad del ministerio cristiano. Cuando un misionero se retira, otros deben avanzar para ocupar su lugar y llevar adelante su obra.

16. Los unos. La evidencia textual establece (cf. p. 10) la transposición de los vers. 16 y 17, de modo que Pablo continúa el pensamiento de la segunda mitad del vers. 15 hablando de los que predican a Cristo "de buena voluntad". (Estos versículos están transpuestos en la BJ, BC, BA, y NC.)

Contención. Mejor "rivalidad" (BJ), o "espíritu faccioso", o "disputas".

No sinceramente. O "no con pureza", no con intenciones ni motivos puros. No hay duda de que predicaban a Cristo, pero con el propósito de perjudicar a Pablo.

Pensando añadir aflicción. O "teniendo el propósito de suscitar aflicción". Esperaban que su predicación contenciosa aumentaría las pruebas ocasionadas por la prisión de Pablo.

17. Los otros. De acuerdo con el orden preferido, el vers. 17 está antes del 16 (ver com. vers. 16), y manteniendo la estrecha relación con el vers. 15, en vez de "los otros" podría decirse "estos últimos", refiriéndose a los "de buena voluntad".

Estoy puesto. O "estoy destinado", "estoy designado".

Defensa. Gr. apología (ver com. vers. 7). Pablo se veía a sí mismo como un abogado, nombrado para defender el Evangelio de Cristo de los virulentos ataques de sus enemigos. Cuando las actividades del apóstol fueron restringidas, leales colaboradores se esforzaron para continuar su obra de modo que el Evangelio no quedara sin defensores.

18. ¿Qué, pues? Pablo hace frente a la situación creada por las dos clases de predicación, y con intrepidez pregunta: "¿Qué significa todo eso?"

No obstante. O "en todo caso" (BC); "de cualquier manera" (NC). El apóstol procede a presentar el único resultado significativo de las dos formas de proclamar a Cristo.

Pretexto. Gr. prófasis, "motivo presentado falsamente", "subterfugio", de profáinò, "mostrar", o de prófèmi, "expresar". Ambas etimologías dan el sentido de una rectitud externa que oculta un motivo ulterior, en este caso una celosa predicación de Cristo, pero hecha con la intención de perjudicar a Pablo.

Cristo es anunciado. Pablo era optimista. Buscaba el bien sin importarle cuáles fueran las circunstancias. Habría preferido que los hombres amaran a Cristo y lo predicaran; sin embargo, antes de que Cristo no fuera predicado, estaba dispuesto a que aquellos que no amaban realmente al Señor proclamaran su nombre. Un cristianismo imperfectamente predicado era algo muy superior a un crudo paganismo. ¿Y cuál es el resultado de esta predicación?  Cristo es anunciado, se narra la historia de Cristo. Aunque los motivos de los predicadores puedan ser dudosos, el resultado puede ser una victoria para Cristo.

En esto me gozo. Es la segunda referencia al gozo en esta epístola (cf. vers. 4). 

El gozo de Pablo demuestra que era magnánimo y perdonador. No se dejaba alterar porque sus adversarios fueran sus acérrimos enemigos. Podía regocijarse en el bien que Dios sacaba del mal, aunque ese bien fuera producido por sus adversarios. Predicar a Cristo era lo más importante del mundo para Pablo.

Y me gozaré. El gozo de Pablo no era pasajero. Continuaría regocijándose en el éxito de los predicadores que se oponían a él y también en el éxito de los que predicaban de buena voluntad.

19. Vuestra oración. La oración de ellos fue el primero de los dos recursos que ayudaron a la liberación de Pablo a pesar de las circunstancias que lo rodeaban; el Espíritu de Jesucristo fue el segundo. El apóstol atribuía un gran valor a las oraciones intercesoras de sus amigos (Rom. 15:30-31; 2 Cor. 1:11; File. 22). 

No pedía que los filipenses oraran por él, pues daba por sentado que ya lo estaban haciendo así como él oraba por ellos (Fil. 1:4). ¡Ojalá todos los pastores también pudieran dar esto por sentado! Hay algunas responsabilidades de las cuales, a veces, podemos ser aliviados, pero no sucede así con las oraciones de intercesión. Los conductores del pueblo de Dios, los misioneros cristianos en todo el mundo e individualmente los miembros de iglesia, necesitan sus oraciones mutuas, especialmente en los tiempos difíciles que se avecinan.

Suministración. Gr. epijorègía, "ayuda" (BJ), "sostén". Pablo pensaba que el Espíritu de Jesús, junto con las oraciones de sus amigos, actuaban, dentro de las circunstancias en que estaba, para su liberación final.

 Espíritu de Jesucristo. Esta expresión no aparece en ninguna otra parte del NT, pero "Espíritu de Cristo" y "Espíritu de su Hijo" se encuentran en Rom. 8:9; 1 Ped.1:11 y Gál. 4:6, respectivamente. Esta frase puede interpretarse como que se refiere a la disposición que movía a Jesús, la cual, actuando en Pablo, contribuiría a su liberación. La interpretación generalmente más aceptada ve una referencia directa al Espíritu Santo (cf. com. Rom. 8:9). Ni las pruebas de Pablo ni las oraciones de sus hermanos en la fe, podían ser eficaces a menos que el Espíritu de Cristo llenara plenamente la vida del apóstol.

Esto. Esto es, las circunstancias en las que se encontraba Pablo y las actitudes de los creyentes. Mi liberación. "Mi salvación" (BJ). Las opiniones están divididas en cuanto a si Pablo se refería a su liberación de la cárcel o a su redención final. El apóstol pudo haber tenido en cuenta ambos pensamientos; pero el vers. 20 sugiere que su preocupación más profunda era su salvación espiritual y no su liberación de la cárcel. Comprendía que todo el trato de Dios con los suyos tiene el propósito de disciplinarlos para que obtengan finalmente un carácter santo como preparación para la vida eterna (HAp 418). La oposición de sus enemigos impulsaba a Pablo a una actividad y a un fervor mayores, y así beneficiaba su bienestar espiritual.

La aflicción no tiene de por sí un poder santificador; puede amargar, endurecer y hacer morir el alma; pero sí puede convertirse en un instrumento para corregir, profundizar y purificar la experiencia espiritual del cristiano (Heb. 12:7-11). Nuestra salvación es afectada por la forma como recibimos los beneficios potenciales de la aflicción. Si resistimos y luchamos contra el método usado para educarnos, la aflicción necesitará ser prolongada, o se enviará otra para que ocupe su lugar. Deberíamos orar fervientemente para aprender con rapidez lecciones espirituales, a fin de que podamos avanzar de una a otra fase del desarrollo espiritual.

20. Anhelo. Gr. apokaradokía (ver com. Rom. 8:19). El gran deseo de Pablo era que nada le impidiera ensalzar a Cristo.

Esperanza. Una actitud íntima que complementa el "anhelo", pero que se revela en forma más externa.

Seré avergonzado. O "seré expuesto a vergüenza; es decir, o por fallas en su propia vida o por ser rechazado por Cristo (cf. Luc. 9:26). No está anticipando tales desastres sino que, confiando en el triunfo, expresa más bien el deseo de que no ocurran.

Confianza. Gr. parrèsía, "valor", "osadía", "intrepidez".

 La prisión no disminuyó el celo del apóstol. Tenía planes de continuar representando intrépidamente a Cristo y la salvación que él ofrece. Nunca había vacilado en proclamar su mensaje (cf. Hech. 4:20), y ahora no estaba dispuesto a que ningún temor o desánimo interfiriera con su testimonio.

Como siempre. La conciencia de Pablo era clara. Podía echar una mirada retrospectiva y ver que siempre había dado un valiente testimonio, y esperaba hacer lo mismo en el futuro.

Magnificado. Magnificar es engrandecer o celebrar una grandeza que ya existe. El cristiano no puede engrandecer más a Cristo, pues en él reside toda grandeza, pero puede magnificarlo delante de los demás (ver com. Luc. 1:46).

En mi cuerpo. La expresión acostumbrada sería "en mí"; pero como Pablo estaba en peligro de muerte, consideraba que su cuerpo era el instrumento mediante el cual Cristo sería glorificado.

O por vida o por muerte. Si Pablo vivía, Cristo sería glorificado por su testimonio y actividad; pero si moría, el ensalzamiento sería por medio de su muerte gozosa por su Maestro. Los cristianos magnifican en vida a Cristo mediante su conversión, su santificación, su trabajo consagrado a la causa divina, con el gozo con que soportan las pruebas y los resultados permanentes obtenidos mediante su servicio. Y el verdadero hijo de Dios magnifica en muerte al Hijo, sobreponiéndose al temor con que la mayoría de los hombres se enfrentan a la muerte, pues confían en que el Señor cuidará de su futuro y continuará dando testimonio debido a la influencia que su vida piadosa y su muerte intrépida siguen ejerciendo sobre los que sobreviven.

21. Para mí. Pablo realza su propia perspectiva, que contrasta con la de la mayoría de los hombres, quienes egoístamente se aferran a la vida y temen la muerte.

El vivir. El verbo griego está en el tiempo presente; se refiere a un continuo y diario acto de vivir.

Cristo. La existencia de Pablo estaba comprendida en la de Jesús y estaba ligada a él. Su pensamiento estaba completamente absorto en su Salvador. Sus planes, sus esperanzas, todas sus aspiraciones, se centraban en Cristo. Todos sus pensamientos estaban sometidos al Señor (2 Cor. 10:5); por lo tanto, sus pensamientos no eran egoístas ni terrenales; estaban bajo el dominio de su Maestro (ver com. Rom. 6:11; 14:7-8; 2 Con 5:15; Gál. 2:20; Fil. 3:7-11; Col. 3:3).

El morir. El tiempo del verbo en griego (aoristo) contrasta el continuo acto de vivir con la terminación instantánea de la vida, la cual ocurre cuando sobreviene la muerte.

Ganancia. Esta afirmación no concuerda con el sentir humano. La muerte siempre significa pérdida de alguna clase. Para el santo de Dios significa, inclusive, la pérdida de muchos gozos puros de la vida, de felices vínculos domésticos, de medios y oportunidades de trabajar para Cristo. Pero la afirmación de Pablo no es la de un pesimista que dice: "la vida no es digna de vivirse"; no es la de uno que ya está aniquilado, que ya no puede disfrutar de la vida, ni la de un santo cansado y agotado por sus tareas, con deseos de terminar con sus pruebas y persecuciones. Pablo no estaba amargado, ni era adusto o cínico. Disponía de cordiales simpatías humanas y participaba animosamente y con sano equilibrio de las actividades propias de la verdadera vida cristiana. La declaración que acaba de hacer se refiere a un tema más elevado que sus propias perspectivas: se preocupaba por ensalzar a Cristo. Si su Señor creía que lo mejor era que diera testimonio mediante su vida y ministerio, representaría debidamente a Cristo; pero la muerte de un justo también puede ser una poderosa confirmación de la eficacia del Evangelio de la gracia. El contraste entre su muerte y la muerte de alguien que muere sin esperanza sería tan notable, que su influencia beneficiaba al reino de Cristo. Los corazones se conmueven y enternecen por la tranquila seguridad y la confianza de aquel cuya esperanza radica completamente en su Dios, aun en la hora de la muerte.

Es digna de consideración una interpretación más. El cristiano no tiene nada valioso que perder debido a la muerte, pero sí mucho que ganar. Se libera de tentaciones, pruebas, fatigas y dolores, y en la resurrección recibe una gloriosa inmortalidad.

22. Si el vivir. Este versículo ha dejado perplejos a los comentadores; pero dependiendo de la traducción que se haga, hay tres interpretaciones que merecen consideración: (1) que la segunda parte del versículo es una explicación de la primera, mientras que la tercera sirve de conclusión; es como si Pablo dijera: "Pero si el vivir en la carne es fructífero para mí mediante un trabajo arduo, entonces no puedo decir cuál estado escogeré, si la vida o la muerte"; (2) que la segunda sección es parte de la conclusión: "Pero si el vivir en la carne es mi destino actual, entonces mi esfuerzo será fructífero; de modo que no puedo decir lo que escogeré"; (3) que la conjunción "si" es parte de una pregunta: "Pero ¿qué si la continuación de mi vida en la carne resulta fructífera?  Entonces no puedo decir qué escogeré".

El versículo debe ser considerado dentro de su contexto, y éste se refiere a que Cristo ha de ser magnificado. Pablo está en un dilema porque no puede decidir si glorificará más a Cristo con su vida o con su muerte. Al estudiar el problema ve que la continuación de su vida promete ser fructífera en todo sentido, lo cual es un poderoso incentivo para él; pero la muerte también tiene sus compensaciones. No le preocupa si el futuro le reserva vida o muerte, mientras pueda ser de ayuda para los filipenses.

En la carne. Literalmente "en carne". Pablo se está refiriendo a la continuación de su existencia física.

Beneficio de la obra. Es decir, el beneficio que produce una vida de sacrificios.

No sé. El texto griego también puede traducirse "no declaro", o sea que no está capacitado para decirlo.

Qué escoger. Si a los cristianos les fuera permitido escoger entre la vida y la muerte, ¿no estarían acaso a menudo en la misma situación. Pero Dios, que conoce el fin desde el principio, nos conduce de la manera en que nosotros escogeríamos hacerlo si pudiéramos ver como él ve.

23. Porque. Mejor "pero". Pablo ahora explica el dilema en que se encuentra.

De ambas cosas. El dilema surgía de las dos posibilidades que tenía frente a él: o continuar viviendo o entregar su vida.

Estoy puesto en estrecho. Del verbo griego sunéjò (ver com. 2 Cor. 5:14); "me siento apremiado" (BJ). La condición de Pablo es parecida a la de un viajero que no puede ir ni a la derecha ni a la izquierda porque se lo impiden unas paredes.

Partir. Gr. analúo, "aflojar", "desatar", como cuando un barco suelta sus amarras; levantar un campamento, por lo tanto, "partir". Podemos imaginarnos a Pablo como si estuviera cortando las cuerdas que lo ataban a este mundo o levantando el campamento de esta vida antes de partir para la vida venidera. Emplea un lenguaje similar en 2 Tim. 4:6, en donde la palabra "partida" se traduce de análusis, sustantivo emparentado con este verbo.

Estar con Cristo. Pablo no está presentando aquí una exposición doctrinal en cuanto a lo que sucede al morir. Está explicando su "deseo", que era el de abandonar su agitada existencia y estar con Cristo, sin hacer referencia al lapso que podría transcurrir entre ambos sucesos. Anhelaba, con toda la fuerza ardiente de su naturaleza, vivir con Aquel a quien tan fielmente servía. Su esperanza tenía como centro la compañía personal de Jesús a través de toda la vida futura. Los cristianos fervientes de todos los siglos han tenido este mismo anhelo, sin esperar necesariamente que serían llevados inmediatamente a la presencia del Salvador cuando sus ojos se cerraran con la muerte. Estas palabras de Pablo tienen que ser estudiadas en relación con otras afirmaciones suyas que tratan el mismo tema, donde claramente se refiere a la muerte como un sueño (ver com. 1 Cor. 15:51; 1 Tes. 4:13-15; cf. com. Mar. 5:39; Juan 11:11). Los muertos están inconscientes, no pueden apreciar el tiempo que transcurre; por lo tanto, a los muertos resucitados les parecerá que su resurrección ha ocurrido inmediatamente después de su muerte.

Lo cual es muchísimo mejor. En el griego se usa un comparativo compuesto, con significado superlativo, muy a tono con la forma en que Pablo acostumbra expresarse (cf. Rom. 8:37; 2 Cor. 7:13; Efe. 3:20). Si moría, esperaba descansar en la tumba hasta la segunda venida de su Señor, y ser entonces resucitado a fin de recibir la inmortalidad y estar siempre con Cristo (1 Cor. 15:51- 55; 1 Tes. 4:13-18).

24. En la carne. Es decir, atado a la vida terrenal y carnal.

Es más necesario. La antítesis de "muchísimo mejor" (vers. 23). Pablo permitía que la necesidad de los filipenses sobrepujara a su propio deseo. La iglesia necesitaba la conducción personal del apóstol y la inspiración de su vida consagrada. Esa necesidad era el factor decisivo en el pensamiento del apóstol.

25. Confiado en esto. Es decir, estando convencido de la necesidad de que su presencia continuara.

Sé. Este verbo no debe interpretarse dentro del contexto en un sentido profético, como si Pablo previera que se prolongaría su vida; es sencillamente una expresión de su propia convicción.

Permaneceré. Como Pablo estaba convencido de que lo necesitaban, expresó su confianza en que el Señor le permitiría vivir y continuar haciendo la obra que le había señalado. Esta expectativa se cumplió. Cuando compareció ante Nerón fue declarado inocente y puesto en libertad (ver t. VI, p. 104; HAp 387-388). Trabajó de nuevo entre las iglesias por un breve período y posiblemente visitó a Filipos; pero fue encarcelado de nuevo y más tarde ejecutado.

Provecho. Es decir, progreso. Esta palabra puede asociarse con la fe que se menciona después, y el pensamiento sería: "Progreso y gozo de vuestra fe" (BJ).

Gozo de la fe. La fe que progresa infunde gozo a la vida.

26. Gloria. Gr. káujèma, "motivo de jactancia". La palabra denota aquello de que uno se gloría, el motivo ara gloriarse, pero no el acto de gloriarse.

En Cristo Jesús. Estas palabras definen la razón para el aumento del gozo de los filipenses, gozo que derivaba de su relación con Cristo y no simplemente de su trato con Pablo.

Por mi presencia. La presencia (Gr. parousía, ver com. Mat. 24:3) de Pablo, como el principal representante de la iglesia, era el motivo o causa del regocijo de ellos. El apóstol anticipaba confiadamente que su liberación y visita posterior a los filipenses produciría un gozo genuino entre sus amigos.

27. Solamente. Aquí comienza una subdivisión de la epístola. Pablo había anticipado que volvería a reunirse con los filipenses y que en esa ocasión podría exhortarles personalmente; pero mientras tanto los aconseja por escrito.

Os comportéis. Gr. politéuò, "ser ciudadano" o "comportarse como ciudadano", de polítès, "ciudadano" (cf. com. cap. 3:20). El verbo politéuò se emplea en Hech. 23:1. Una traducción libre de toda la oración, sería: "Comportaos como ciudadanos del reino evangélico de Cristo".  Este lenguaje era muy apropiado, pues Pablo era ciudadano romano y escribía desde Roma.  Su presencia en esta capital era el resultado de haber ejercido sus derechos de ciudadano al apelar a César (Hech. 25:11-12).

Su carta era dirigida a un lugar principalmente habitado por ciudadanos romanos, pues la ciudad de Filipos era una colonia romana (ver com. Hech. 16:12), y era un lugar en el cual él había declarado que era romano (Hech. 16:37). Por esta razón era natural que utilizara este lenguaje. Como ciudadano del país celestial, los filipenses debían comportarse dignamente.

La vida del cristiano debe estar de acuerdo con su profesión de fe. Bajo la influencia del Evangelio de Cristo, debe ser leal y fiel, pacífico y amante, bondadoso y humilde. Su forma de vivir debe ser consecuente, ya sea que esté presente o ausente su jefe humano.

Sea que vaya. El apóstol no es dogmático en sus planes. Aunque ha expresado sus deseos e intenciones en los vers. 22-26, todavía deja abierto el camino para estar presente o ausente de Filipos, según Dios lo guiara.

Oiga de vosotros. Dondequiera que se encontrara, Pablo trataba de recibir noticias de las muchas iglesias que había establecido. Su amor por sus conversos no era una emoción pasajera.

Estáis firmes. Gr. stékò, "estar en pie", "mantenerse firme", "ser firme". Compárese con el uso que se le da en 1 Cor. 16:13; Gál. 5:1; Fil. 4:1; 1 Tes. 3:8; 2 Tes. 2:15. La figura de lenguaje probablemente sea de origen militar y de acuerdo con la idea de ciudadanía, pues Filipos era una colonia militar romana. La iglesia debe presentar un frente unido como un ejército contra los ataques de todos los enemigos. Debe estar preparada contra cualquier clase de asalto, no importa de, dónde venga. Debe precaverse contra los movimientos engañosos o las falsas enseñanzas. No debe haber divisiones ni disensiones dentro de las filas de los defensores, pues de lo ¡contrario se debilitarán sus posiciones (ver Efe. 6:13; HAp 10).

En un mismo espíritu. Es decir, unánimes (cf. com. Mat. 26:41; Luc. 1:80; 2:40), y por lo tanto con unidad de propósitos.  Se da por sentado que esta armonía debe buscarse con sueno fervor, pues es un don del Espíritu Santo (cf. com. Efe. 4:3-4); pero aquí no se hace referencia directa al Espíritu Santo. A pesar de todo, nada indica tan claramente la presencia del Espíritu entre los hijos de Dios como la unanimidad de espíritu, de pensamiento y de acción.  Especialmente en estos últimos días deben cerrarse las filas para que se produzca la fortaleza que proviene de la unidad.

Combatiendo unánimes. Del verbo griego sunathléò, de sun, "con" y athléò, "contender [en demostraciones de atletismo]", de donde deriva la palabra "atleta". Pablo insta a los creyentes para que luchen o se esfuercen unánimemente para el progreso de la fe que resulta de la predicación del Evangelio. Este servicio unánime producirá una unidad aún más profunda en la comunidad cristiana. 

Las exhortaciones de Pablo sugieren que la iglesia de Filipos estaba en peligro de dividirse, aunque aún no habían ocurrido divisiones graves. En el griego dice: "en una mente" (psujè, ver com. Mat. 10:28).

28. Intimidados. Del verbo griego ptúrò, "sorprenderse", "asustarse". El cristiano, que sabe que sus días están en las manos de Dios y que todas las cosas obran unidas para bien de los que aman a Dios (ver com. Rom. 8:28), no debiera intimidarse.

Los que se oponen. Los enemigos de lo bueno son los enemigos de Dios. El hombre de bien, que tiene a Dios a su lado, no debe temer ni al número ni a la ferocidad de sus adversarios.

Que. "Lo cual" (BJ, BC, BA); es decir, el inflexible valor de los cristianos.

Para ellos. Para los adversarios.

Indicio. Gr. éndeixis, "señal" (BJ, BC, BA, NC), "prueba", "manifestación".

Perdición. Gr. apòleia, "destrucción"; se contrasta con "salvación" en la frase siguiente. Aunque sus adversarios no lo perciban o reconozcan, el hecho de que la iglesia no se intimide es una evidencia de la destrucción (o "perdición") futura de sus enemigos; demuestra que los cristianos están sostenidos por un poder sobrenatural, e implica que sus adversarios finalmente serán llamados a rendir cuentas por cuanto actuaron como perseguidores. El castigo de los impíos y el consuelo de los justos están simbolizados en la relación de Cristo con sus adversarios.

Salvación. La tranquila fortaleza y seguridad del verdadero cristiano frente a la más terrible oposición o persecución, es una de las formas en que Dios se revela a nosotros; es una garantía de la salvación plena que él nos ha proporcionado.

Esto de Dios. Es decir, de Dios proviene el "indicio" o prueba de la destrucción de los adversarios y la salvación de los fieles.

29. Concedido. Del verbo griego jarízomai, "dar bondadosamente", "conceder un privilegio" (ver com.  Luc. 7:21). La religión cristiana santifica el sufrimiento que se sobrelleva por causa de la justicia (ver com. Mat. 5:10-12). 

Soportar el sufrimiento por Cristo se presenta aquí como una bondadosa dádiva que el cristiano puede estar orgulloso de recibir (cf. com. Fil. 3:10; 2 Tim. 2:11-12; DTG 197). El sufrimiento, que tan frecuentemente parece ser la suerte del cristiano, es usado por Dios a fin de perfeccionar el carácter y preparar para la gloria futura al que lo soporta (ver com. Rom. 8:17).

A causa de Cristo. El cristiano no sufre por su propia cuenta, sino como representante de su Maestro. El oprobio que ya cayó sobre Jesús, cae ahora sobre el cristiano; pero la gloria, que es la voluntad de Cristo, será sin duda alguna compartida en el día final por sus seguidores (Rom. 8:17).

Creáis. O "tengáis fe". En cuanto a la importancia de la fe para la experiencia cristiana, ver com. Rom. 4:3; cf. Juan 3:16.

Padezcáis. Desde los días apostólicos en adelante, los cristianos fieles se han sentido gozosos de sufrir por causa del Maestro (Hech. 5:41; 1 Ped. 3:14; 4:12-14). 

Los que hacen frente a las pruebas de los últimos días deben poseer ese mismo verdadero sentido de los valores. Las pruebas que sufrieron Pedro y aquellos a quienes escribió, fueron duras; pero eran pequeñas en comparación con las de los últimos días de gran tribulación. Sólo el que esté completamente persuadido de que es el más grande de los honores y la mayor de las bendiciones que se le permita sufrir por la causa de Cristo, perseverará en los días cuando se desencadene la furia de Satanás sin restricción ninguna.

30. Teniendo. Debe relacionarse con "a vosotros os es concedido... que padezcáis" (vers. 29). Los filipenses ya estaban participando en el don del sufrimiento.

Conflicto. Gr. agòn, "concurso", con frecuencia se refiere a los enfrentamientos atléticos o de los gladiadores (cf. 1 Tim. 6:12; 2 Tim. 4:7; Heb. 12:1); aquí a conflictos con el enemigo. Los filipenses estaban soportando persecuciones similares a las que habían sobrevenido a Pablo. 

Durante su primera visita a Filipos, el apóstol había sido golpeado y encarcelado (Hech.16:22-23). Tan profunda había sido la impresión que le causó ese episodio, que aún lo mencionó cuando escribió a los tesalonicenses (1 Tes. 2:2). Sus amigos de Filipos sin duda también tenían vívidos recuerdos de las formas en que Pablo había sufrido en su ciudad; y, además, sabían mucho acerca de los sufrimientos que en ese momento estaba soportando en Roma, y pronto Epafrodito les contaría más en cuanto a esos padecimientos. El apóstol les muestra que la lucha de ellos era muy similar a la que él había soportado, pero que había sobrellevado con éxito. Lo que él había soportado, ellos también lo podrían soportar fortalecidos por Cristo. (7CBA)

COMENTARIOS DE EGW

2-14. HAp 382. LA CARTA DE PABLO A LOS FILIPENSES, como la escrita a los colosenses, fue redactada mientras estaba preso en Roma. La 382 iglesia de Filipos había enviado regalos a Pablo por mano de Epafrodito, a quien el apóstol llama "mi hermano, y colaborador y compañero de milicia, y vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades." Mientras estaba en Roma, Epafrodito "estuvo enfermo a la muerte; mas Dios tuvo misericordia de él -escribió Pablo,- y no solamente de él, sino aun de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza."

Al oír de la enfermedad de Epafrodito, los creyentes de Filipos se llenaron de ansiedad respecto de él, por lo que decidió volver a ellos. "Porque tenía gran deseo de ver a todos vosotros, -escribió el apóstol,- y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado.... Así que le envío más presto, para que viéndole os volváis a gozar, y yo esté con menos tristeza. Recibidle pues en el Señor con todo gozo; y tened en estima a los tales: porque por la obra de Cristo estuvo cercano a la muerte, poniendo su vida para suplir vuestra falta en mi servicio."

Por su mano, Pablo envió una carta a los creyentes filipenses, en la cual les agradecía las dádivas que le enviaron. De todas las iglesias, la de Filipos había sido la más liberal para suplir sus necesidades, "Y sabéis también vosotros, oh Filipenses -decía el apóstol en su carta,- que al principio del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia me comunicó en razón de dar y recibir, sino vosotros solos. Porque aun a Tesalónica me enviasteis lo necesario una y dos veces. No porque busque dádivas; mas busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Empero todo lo he recibido y tengo abundancia: estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor de suavidad, sacrificio acepto, agradable a Dios."

"Gracia sea a vosotros y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Doy gracias a Dios en toda memoria de vosotros, siempre en todas mis oraciones haciendo oración por todos vosotros con gozo, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora: estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; como me es justo sentir esto de todos 383 vosotros por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, sois todos vosotros compañeros de mi gracia. Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros.... Y esto ruego, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que discernáis lo mejor: que seáis sinceros y sin ofensa para el día de Cristo; llenos de frutos de justicia, que son por Jesucristo, a gloria y loor de Dios."

12. HAp 370; 13-14. HAp 370-371. En su Epístola a los Filipenses, Pablo atribuyó a su propio encarcelamiento el éxito alcanzado en ganar conversos a la fe en la casa de Nerón. Temeroso de que se pensara que sus aflicciones 370 habían impedido el progreso del Evangelio, les aseguró esto: "Y quiero, hermanos, que sepáis que las cosas que me han sucedido, han redundado más en provecho del evangelio." (Fil.1:12.)

CUANDO LAS IGLESIAS CRISTIANAS se enteraron por primera vez de que Pablo iba a Roma, esperaron un marcado triunfo del Evangelio en esa ciudad. Pablo había llevado la verdad a muchos países, y la había proclamado en ciudades populosas.

POR LO TANTO, ¿No Podía Este Campeón De La Fe Ganar Almas Para Cristo Aun En La Metrópoli Del Mundo?

Pero se desvanecieron sus esperanzas al saber que Pablo había ido a Roma en calidad de preso. Esperaban los cristianos confiadamente ver cómo, una vez establecido el Evangelio en aquel centro, se propagase rápidamente a todas las naciones y llegara a ser una potencia prevaleciente en la tierra. ¡Cuán grande fue su desengaño! Habían fracasado las esperanzas humanas, pero no los propósitos de Dios.

NO POR LOS DISCURSOS DE PABLO, sino por sus prisiones, la atención de la corte imperial fue atraída al cristianismo; en calidad de cautivo, rompió las ligaduras que mantenían a muchas almas en la esclavitud del pecado. No sólo esto, sino que, como Pablo declaró: "Muchos de los hermanos en el Señor, tomando ánimo con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor." (Fil. 1:14.)

LA PACIENCIA Y EL GOZO DE PABLO, su ánimo y fe durante su largo e injusto encarcelamiento, eran un sermón continuo. Su espíritu, tan diferente del espíritu del mundo, testificaba que moraba en él un poder superior al terrenal. Y por su ejemplo, los cristianos fueron impelidos a defender con mayor energía la causa de cuyas labores públicas Pablo había sido retirado.

DE ESA MANERA las cadenas del apóstol fueron influyentes, a tal grado que cuando su poder y utilidad parecían haber terminado, y cuando según todas las apariencias menos podía hacer, juntó gavillas para Cristo en campos de los cuales parecía totalmente excluído. 371

ANTES DE FINALIZAR ESOS DOS AÑOS DE ENCARCELAMIENTO, Pablo pudo decir: "Mis prisiones han sido célebres en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás;" y entre aquellos que enviaban saludos a los filipenses, mencionó especialmente a los que eran de la "casa de César." (Fil. 1:13; 4:22.)

LA PACIENCIA tiene sus victorias lo mismo que el valor. Mediante la mansedumbre en las pruebas, tanto como por el arrojo en las empresas, pueden ganarse almas para Cristo.

LOS CRISTIANOS que demuestren paciencia y alegría bajo la desgracia y los sufrimientos, que arrastran aun la misma muerte con la paz y calma que otorga una fe inquebrantable, pueden realizar mucho más para el Evangelio que lo que habrían realizado en una vida larga de fiel labor.

FRECUENTEMENTE, cuando el siervo de Dios es retirado del servicio activo por una misteriosa providencia que nuestra escasa visión lamentaría, lo es por designio de Dios para cumplir una obra que de otra manera nunca se hubiese realizado.

NO PIENSE EL SEGUIDOR DE CRISTO QUE, cuando ya no puede trabajar abierta y activamente para Dios y su verdad, no tiene algún servicio que prestar, no tiene galardón que conseguir.

LOS VERDADEROS TESTIGOS de Cristo nunca son puestos a un lado. En salud o enfermedad, en vida o muerte, Dios los utiliza todavía.

CUANDO A CAUSA DE LA MALICIA DE SATANÁS, los siervos de Cristo fueron perseguidos e impedidas sus labores activas; cuando fueron echados en la cárcel, arrastrados al cadalso o la hoguera, fue para que la verdad pudiera ganar un mayor triunfo. CUANDO ESTOS FIELES TESTIGOS sellaron su testimonio con su sangre, muchas almas, hasta entonces en duda e incertidumbre, se convencieron de la fe de Cristo, y valerosamente se decidieron por él. De las cenizas de los mártires brotó una abundante cosecha para Dios.

EL CELO Y LA FIDELIDAD De Pablo Y Sus Colaboradores, Tanto Como La Fe Y Obediencia De Aquellos Conversos Al Cristianismo, En Circunstancias Tan Amenazadoras, Reprenden La Falta De Fe Y Pereza Del Ministro De Cristo.

15-16. DMJ 32; 18. DMJ 32-33. Cada discípulo de Cristo debe ocupar un lugar en las filas para adelantar la misma obra, sabiendo que todo cuanto hagan los enemigos redundará en favor de la verdad.

El 32 Propósito De Dios es que la verdad se ponga al frente para que llegue a ser tema de examen y discusión, a pesar del desprecio que se le haga. Tiene que agitarse el espíritu del pueblo; todo conflicto, todo vituperio, todo esfuerzo por limitar la libertad de conciencia son instrumentos de Dios para despertar las mentes que de otra manera dormirían.

¡Cuán frecuentemente se ha visto este resultado en la historia de los mensajeros de Dios!

Cuando apedrearon al elocuente y noble Estaban por instigación del Sanedrín, no hubo pérdida para la causa del Evangelio.  La luz del cielo que glorificó su rostro, la compasión divina que se expresó en su última oración, llegaron a ser como una flecha aguda de convicción para el miembro intolerante del Sanedrín que lo observaba, y Saulo, el fariseo perseguidor, se transformó en el instrumento escogido para llevar el nombre de Cristo a los gentiles, a los reyes Y al pueblo de Israel.

Mucho después, el anciano Pablo escribió desde su prisión en Roma: "Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda. . .  No  sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones. . . No obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado".

Gracias al encarcelamiento de Pablo, se diseminó el Evangelio y hubo almas que se salvaron para Cristo en el mismo palacio de los césares.  Por los esfuerzos de Satanás para destruirla, la simiente "incorruptible" de la Palabra de Dios, la cual "vive y permanece para siempre"*Fil. 1:15-18; 1Pedro 1:23, se esparce en los corazones de los hombres; por el oprobio y la persecución que sufren sus hijos, el nombre de Cristo es engrandecido y se redimen las almas.

Grande es la recompensa en los cielos para quienes testifican por Cristo en medio de la persecución y el vituperio. Mientras que los hombres buscan bienes transitorios, Jesús les indica un galardón celestial.

No lo sitúa todo en la vida venidera sino que empieza aquí mismo. El Señor se manifestó a Abrahán, y le dijo: "Yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande".*Gen. 15:1. Este es el galardón de todos los que siguen a Cristo.  Verse en armonía con 33 Jehová Emmanuel, "en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento" y en quien "habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad", conocerlo, poseerlo, mientras el corazón se abre más y más para recibir sus atributos, saber lo que es su amor y su poder, poseer las riquezas inescrutables de Cristo, comprender mejor "cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura", y "conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios", "ésta es la herencia de los siervos del Señor, ésta es la justicia que deben esperar de mí, dice el Señor'.*Col. 2:3,9; Efes. 3:18,19; Isa. 54:17 VTA.

La alegría llenaba los corazones de Pablo y Silas cuando oraban y entonaban alabanzas a Dios a medianoche en el calabozo de Filipos.  Cristo estaba con ellos allí y la luz de su presencia disipaba la oscuridad con la gloria de los atrios celestiales.  Desde Roma, Pablo escribió sin pensar en sus cadenas al ver cómo se difundía el Evangelio: "En esto me gozo, y me gozaré aún". 

 Las mismas palabras de Cristo en el monte, resuenan en el mensaje de Pablo a la iglesia en sus persecuciones: "Regocijaos en el Señor siempre.  Otra vez digo: ¡Regocijaos!" *Fil. 1:18;4:4. El Discurso Maestro De Jesucristo (EGW).

20-21. DTG 503. EL APÓSTOL PABLO ESCRIBIÓ: "Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día." (2 Timoteo 4:6-8). 

El que estará más cerca de Cristo será el que en la tierra haya bebido más hondamente del espíritu de su amor desinteresado -- amor que "no hace sinrazón, no se ensancha;. . . no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal,"*(1 Cor. 13:4,5). -- amor que mueve al discípulo como movía al Señor, a dar todo, a vivir, trabajar y sacrificarse, aun hasta la muerte, para la salvación de la humanidad. Este espíritu se puso de manifiesto en la vida de Pablo. Él dijo: "Porque para mí el vivir es Cristo," porque su vida revelaba a Cristo ante los hombres; "y el morir es ganancia," ganancia para Cristo; la muerte misma pondría de manifiesto el poder de su gracia y ganaría almas para él. "Será engrandecido Cristo en mi cuerpo -dijo él,- o por vida, o por muerte." (Filipenses 1:21,20). 504

21. HAp 104. EL SOLEMNE COMETIDO QUE SE DIO A PABLO en ocasión de su entrevista con Ananías pesaba de modo creciente sobre su corazón.  Cuando, en respuesta a las palabras: "Hermano Saulo, recibe la vista," Pablo había mirado por primera vez el rostro de este hombre devoto, Ananías, bajo la inspiración del Espíritu Santo, le dijo: "El Dios de nuestros padres te ha predestinado para que conocieses su voluntad, y vieses a aquel Justo, y oyeses la voz de su boca. Porque has de ser testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre." (Hech.22:14-16.)

ESTAS PALABRAS ESTABAN EN ARMONÍA CON LAS DE JESÚS MISMO, 104 quien, cuando detuvo a Saulo en el camino a Damasco, declaró: "Para esto te he aparecido, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que apareceré a ti: librándote del pueblo y de los Gentiles, a los cuales ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión de pecados y suerte entre los santificados." (Hech. 26:16-18.)

MIENTRAS CONSIDERABA ESTAS COSAS EN SU CORAZÓN, Pablo entendía más y más claramente el significado de su llamamiento "a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios." (1 Cor. 1:1.) Su llamamiento había provenido, "no de los hombres, ni por hombre, mas por Jesucristo y por Dios el Padre." (Gál. 1:1.)

La magnitud de la obra que le aguardaba le indujo a estudiar mucho las Sagradas Escrituras, a fin de poder predicar el Evangelio "no en sabiduría de palabras, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo," "mas con demostración del Espíritu y de poder," para que la fe de todos los que lo oyeran "no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios." (1 Cor. 1:17; 2:4,5.)

MIENTRAS PABLO ESCUDRIÑABA LAS ESCRITURAS, descubrió que a través de los siglos, "no . . . muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles; antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo flaco del mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es: para que ninguna carne se jacte en su presencia." (1 Cor. 1:26-29.) Y así, viendo la sabiduría del mundo a la luz de la cruz, Pablo se propuso "no conocer nada, . . . sino a Jesucristo, y a éste crucificado." (1 Cor. 2:2. V.M.)

EN EL CURSO DE SU MINISTERIO ULTERIOR, Pablo Nunca Perdió De Vista La Fuente De Su Sabiduría Y Fuerza. Oídlo años más tarde declarar todavía: "Para mí el vivir es Cristo." (Fil. 1:21.) Y otra vez: "Y ciertamente, aun reputo todas las cosas pérdida 105 por el eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, . . . para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y la virtud de su resurrección, y la participación de sus padecimientos." (Fil. 3:8-10.)

27-29. 3JT 422. El ejemplo de Cristo. El pueblo de Dios debe adquirir una experiencia más profunda y más vasta en las cosas religiosas. Jesús es nuestro Ejemplo. Si, mediante una fe viva y una santificada obediencia a la Palabra de Dios, manifestamos el amor y la gracia de Cristo, si mostramos que tenemos un concepto correcto de las dispensaciones providenciales por cuyo medio Dios dirige su obra, manifestaremos al mundo un poder convincente. No es un puesto destacado lo que nos da valor a los ojos de Dios.

El hombre se mide por su consagración y fidelidad en el cumplimiento de la voluntad divina. Si el pueblo remanente de Dios quiere andar en humildad y fe, Dios ejecutará por medio de él su plan eterno, haciéndole capaz de trabajar en armonía, para dar al mundo la verdad tal cual es en Jesús. El se valdrá de todos -hombres, mujeres y niños- para hacer brillar la luz sobre el mundo y sacar de su medio un pueblo fiel a sus mandamientos. 422 Por medio de la fe que su pueblo deposita en él, Dios mostrará al mundo que él es el Dios verdadero, el Dios de Israel.

"Solamente que converséis como es digno del evangelio de Cristo -nos exhorta el apóstol Pablo;- para que, o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntamente por la fe del evangelio, y en nada intimidades de los que se oponen: que a ellos ciertamente es indicio de perdición, mas a vosotros de salud; y esto de Dios; porque a vosotros es concedido por Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él."

"Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo; si algún refrigerio de amor; si alguna comunión del Espíritu; si algunas entrañas y misericordias, cumplid mi gozo; que sintáis lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros: no mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también a lo de los otros.

"Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios: sin embargo, se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le ensalzó a lo sumo, y dióle un nombre que es sobre todo nombre; para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, a la gloria de Dios Padre. Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; porque Dios es el que en vosotros obra así el 423 querer como el hacer, por su buena voluntad." (Fil.1:27-29; 2:1-13.)

Se me ha encargado que dirija estas palabras a nuestros hermanos y hermanas del sur de California. Se las necesita en todo lugar donde haya una iglesia establecida, porque un espíritu extraño se ha introducido en nuestro medio.

Tiempo es de que los hombres humillen su corazón delante de Dios y aprendan a trabajar según los métodos de él. Los que han procurado dominar a sus compañeros de labor deben darse cuenta de qué espíritu están animados. Con el alma humillada, deberían buscar al Señor con ayuno y oración.

En el curso de su vida terrenal, Cristo dio un ejemplo que cada uno puede seguir con toda seguridad. El ama a su rebaño y no quiere que señoree sobre él poder alguno que restrinja su libertad en el servicio que le rinde. Nunca comisionó él a nadie para dominar su heredad. La verdadera religión bíblica da por fruto el dominio propio y no el dominio de uno por el otro.  Como pueblo, necesitamos una medida mayor del Espíritu Santo, a fin de que podamos, sin orgullo, anunciar el mensaje solemne que Dios nos ha confiado.

Hermanos, reservad para vosotros mismos vuestras palabras de censura. Enseñad al rebaño de Dios a mirar a Cristo, y no al hombre falible. Toda alma que llega a enseñar la verdad debe llevar en su propia vida los frutos de la santidad. Al mirar a Jesús y al seguirle, presentará a las almas que le son confiadas un ejemplo de lo que debe ser un cristiano verdadero, dispuesto a aprender. Dejad a Dios enseñaros sus caminos. Inquirid de él cada día para conocer su voluntad. El dará consejos infalibles a cuantos le busquen con corazón sincero. Andad de una manera digna de la vocación a la que habéis sido llamados, alabando a Dios, tanto por vuestra conducta  diaria, como por vuestras oraciones. De esta manera, enalteciendo la Palabra de vida, constreñiréis a otras almas a seguir a Cristo. 424

29-30. HAp 178. LAS LABORES DE PABLO EN FILIPOS Tuvieron Por Resultado El Establecimiento De Una Iglesia Cuyos Miembros Aumentaban Constantemente. Su celo y devoción, y sobre todo su disposición a sufrir por causa de Cristo, ejercieron una influencia profunda y duradera en los conversos. Apreciaban altamente las preciosas verdades por las cuales los apóstoles se habían sacrificado tanto, y se entregaron con sincera devoción a la causa de su Redentor.

Que esta iglesia no estuvo libre de persecución, lo revela una expresión de la carta que Pablo le escribió. Dice: "A vosotros es concedido por Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí."

Sin embargo, era tal su firmeza en la fe, que él declara: "Doy gracias a mi Dios en toda memoria de vosotros, siempre en todas mis oraciones haciendo oración por todos vosotros con gozo, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora." (Fil. 1:29,30;3-5).

ES TERRIBLE LA LUCHA QUE SE PRODUCE ENTRE LAS FUERZAS DEL BIEN Y LAS DEL MAL en los centros importantes donde los mensajeros de la verdad están llamados a trabajar. "No tenemos lucha contra sangre y carne ­ declara Pablo; ­sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas." (Efe. 6:12).

HASTA EL FIN, Habrá Un Conflicto Entre La Iglesia De Dios Y Los Que Están Bajo El Dominio De Los Ángeles Malos.

LOS PRIMEROS CRISTIANOS estaban llamados a menudo a hacer frente cara a cara a las potestades de las tinieblas. Por medio de sofistería y persecución el enemigo se esforzaba por apartarlos de la verdadera fe.

AHORA, CUANDO EL FIN DE LAS COSAS TERRENALES SE ACERCA RÁPIDAMENTE, Satanás realiza desesperados esfuerzos por entrampar al mundo. Inventa muchos planes para ocupar las mentes y apartar la atención de las verdades esenciales para la salvación. En todas las ciudades sus agentes están organizando empeñosamente en partidos a aquellos que se oponen a la ley de Dios.

EL GRAN ENGAÑADOR Está Tratando 179 De Introducir Elementos De Confusión Y Rebelión, y los hombres se están enardeciendo con un celo que no está de acuerdo con su conocimiento. La maldad está llegando a un grado jamás antes alcanzado; no obstante, muchos ministros del Evangelio claman: "Paz y seguridad."

PERO LOS FIELES MENSAJEROS DE DIOS han de seguir rápidamente adelante con su obra. Vestidos con la armadura celestial, han de avanzar intrépida y victoriosamente, sin cejar en su lucha hasta que toda alma que se halle a su alcance haya recibido el mensaje de verdad para este tiempo. 180 

Ministerio Hno. Pio

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