lunes, septiembre 14, 2020

REFLEXIÓN 390. EL PASADO Y FUTURO DE LA TIERRA (ISAÍAS 24).

Hasta los capítulos 13-23. Isaías ha hablado extensamente acerca de los juicios divinos sobre diversas naciones que tuvieron que ver algo con el pueblo de Dios.

Ahora su visión profética se ensancha para abarcar todo el amplio horizonte de la historia. En los cap. 24-28 describe las escenas finales, cuando el pueblo de Dios será libertado y sus enemigos, derrotados.

En el capítulo 24, Isaías presenta un cuadro gráfico de la condición de esta tierra cuando sus reyes sean subyugados (vers. 21-22), antes de que Jehová de los ejércitos reine "en el monte de Sion y en Jerusalén" (vers. 23).

Éste capítulo trata desde los versículos 1-12. Sobre los funestos juicios de Dios sobre la tierra, que dependieron de la borrachera y los banquetes para ser felices. En esencia son castigados por traspasar la ley de Dios. Del (13-15). El remanente halla su alegría en Dios y por eso lo alabará gozosamente. Y finalmente los versículos (16-23). Dios en sus juicios, anticipará el establecimiento de su reino.

1 HE AQUÍ que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores. 2 Y sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que presta, al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe. 3 La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra. 4 Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. 5 Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. 6 Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres. 7 Se perdió el vino, enfermó la vid, gimieron todos los que eran alegres de corazón. 8 Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del arpa. 9 No beberán vino con cantar; la sidra les será amarga a los que la bebieren. 10 Quebrantada está la ciudad por la vanidad; toda casa se ha cerrado, para que no entre nadie. 11 Hay clamores por falta de vino en las calles; todo gozo se oscureció, se desterró la alegría de la tierra. 12 La ciudad quedó desolada, y con ruina fue derribada la puerta.

13 Porque así será en medio de la tierra, en medio de los pueblos, como olivo sacudido, como rebuscos después de la vendimia. 14 Estos alzarán su voz, cantarán gozosos por la grandeza de Jehová; desde el mar darán voces. 15 Glorificad por esto a Jehová en los valles; en las orillas del mar sea nombrado Jehová Dios de Israel. 

16 De lo postrero de la tierra oímos cánticos: Gloria al justo. Y yo dije: ¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y han prevaricado con prevaricación de desleales. 17 Terror, foso y red sobre ti, oh morador de la tierra. 18 Y acontecerá que el que huyera de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra. 19 Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida. 20 Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará. 21 Acontecerá en aquel día, que Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra. 22 Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días. 23 La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine 236 en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso. (Isaías 24).

1. Vacía la tierra. Como todos los mensajes proféticos de Isaías, la profecía del cap. 24 originalmente se dirigió al Israel literal. Ella describe la manera en que Dios habría asolado la tierra y vencido a los enemigos de Israel si éste hubiera sido fiel. Pero en vista de la infidelidad de Israel, esta profecía, como otras que originalmente fueron pronunciadas para esa nación, será cumplida con el pueblo de Dios hoy (ver pp. 32-38). En Apoc. 20, Juan aplica la descripción que aquí se presenta de la tierra, al desolado aspecto que ella tendrá durante el milenio.

Hasta aquí Isaías ha hablado extensamente acerca de los juicios divinos sobre diversas naciones (cap. 13-23).

Ahora su visión profética se ensancha para abarcar todo el amplio horizonte de la historia. En los cap. 24-28 describe las escenas finales, cuando el pueblo de Dios será libertado y sus enemigos, derrotados. En el cap. 24, Isaías presenta un cuadro gráfico de la condición de esta tierra cuando sus reyes sean subyugados (vers. 21-22), antes de que Jehová de los ejércitos reine "en el monte de Sion y en Jerusalén" (vers. 23).

Trastorna su faz. He aquí una notable descripción de los terribles cataclismos que sacudirán la tierra en ocasión de la segunda venida de Cristo (Sal. 46: 1-3, 6, 8; Apoc. 6: 16; 16: 18-20).

2. Así como al pueblo. Cuando Cristo vuelva no habrá clases favorecidas. Todas sufrirán la misma calamidad. Ricos y pobres, encumbrados y humildes, gente de toda clase social, color y ocupación, todos sufrirán la misma destrucción común (Apoc. 6: 15; 19: 18).

3. Enteramente vaciada. Al regresar Cristo a la tierra, todos los impíos vivos serán muertos y todos los justos ascenderán con él al cielo (Jer. 25: 30-33; Luc. 17: 26, 29-30; 1 Tes. 5: 3; Apoc. 19: 11-21; 20: 4-6. De este modo, la tierra quedará sin habitantes (Jer. 4: 25).

4. Los altos pueblos. Mejor, "la gente encumbrada de la tierra" (VM). Los más encumbrados de entre el pueblo, los que se han enseñoreado de sus prójimos, serán humillados por el Señor (cap. 2: 11-12, 17; 13: 11).

5. La Tierra Se Contaminó. Dios es santo. Dio su ley para que los hombres se mantuvieran puros y el mundo incontaminado. Pero como ellos han rechazado esa ley, no sólo se contaminaron a sí mismos sino también contaminan el mundo en que viven. El contagio del pecado ha infectado la tierra que pisamos, el alimento que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos (Gén. 3: 17; Núm. 35: 33; Sal. 107: 34). Cada año que transcurre, la tierra se vuelve más corrupta. Si Dios no interviniera, llegaría el tiempo cuando la contaminación del pecado envilecería de tal modo a la raza humana que sería imposible vivir (Gén. 6: 5, 11-12; DTG 27-28). Pacto Sempiterno. Ver com. Jer. 32: 31-33; Eze. 16:60.

6. La Maldición Consumió. Satanás, y no Dios, es el instigador del pecado y el responsable de la maldición que resulta del pecado. En todas partes actúan fuerzas del mal, y por dondequiera se ve claramente la obra de Satanás (DTG 590; CS 646). La obra de Satanás se manifiesta en las enfermedades, en la muerte, en los terremotos, las tormentas, los incendios y las inundaciones. La transgresión de las leyes divinas no ha traído paz y prosperidad, sino dificultades, pestilencias, dolor y finalmente, la muerte. Fueron Consumidos. "Por tanto son abrasados los habitantes de la tierra" (VM); "arderán los moradores de la tierra" (NC). Probablemente durante la cuarta plaga (Apoc. 16: 8-9). Disminuyeron Los Hombres. "Quedan pocos del linaje humano" (BJ). Posiblemente sean estos "pocos" los justos, el remanente que no ha caído bajo los castigos de Dios.

7. Se Perdió El Vino. Heb., "el mosto está de luto". Las viñas son destruidas y los frutos de la tierra consumidos por el ardiente calor de la cuarta plaga (Apoc. 16: 8-9; CS 686). El canto de los alegres vendimiadores cesó, pues la tierra está desolada.

8. Los Panderos. Ver t. III, pp. 32-33. Arpa. Heb. kinnor, "lira".  Ver t. III, pp. 35-36. Cuando sobrevengan las terribles calamidades de los últimos días, los hombres ya no pensarán más en el "regocijo" ni en la "alegría" (Jer. 7:34; 16:9; 25:10; Apoc. 18:22; cf. Eze. 26:13;                    Ose. 2:11).

9. Con Cantar. Por lo general se relacionan las bebidas alcohólicas con las fiestas y el placer. En aquel día el Señor transformará las festividades en luto y los cantos en lamentaciones 237 (Amós 8: 10; cf. Dan. 5: 1-6).

10. Quebrantada Está La Ciudad Por La Vanidad. Heb. "quebrantada la ciudad de vacío (tóhu)". La palabra tóhu es difícil de traducir, pero expresa la idea de "vacío", "caos", o "nada" (en el sentido de la nada que había antes de la creación. Ver com. Gén. 1: 2. "Villa vacía" (BJ); "ciudades desiertas" (NC); "ciudad de confusión" (VM). No es claro si la "ciudad" aquí representa a Babilonia (Jer. 51: 8) y la palabra tóhu indica su corrupción moral (1 Sam. 12: 21; Isa. 41: 29 ), o si tanto la "ciudad" como su condición caótica representan a todo el mundo. Cualquiera de estas interpretaciones concuerda con el contexto y la idea bíblica.           El mundo volverá a su primitivo estado caótico.

11. Clamores Por Falta De Vino. La gente procura escapar de la calamidad por medio de bebidas embriagantes. Todo gozo se oscureció. Se ha ocultado el sol del placer, y han descendido las sombras de la noche eterna (Jer. 8: 20). Por fin los hombres se dan cuenta de que, al excluir de sus vidas a Aquel que es la luz de la vida, se han acarreado sobre sí mismos una noche sin fin.

12. Desolada. La "ciudad" (vers. 10) ha quedado convertida en ruinas. Todo el mundo ha sido reducido a un desierto desolado, sin luz ni vida.

13. Olivo. Ver com. cap. 17: 6. Isaías divisa la salvación del remanente en medio de su visión de la destrucción de la tierra (cap. 1: 9; 10: 20-22; 11: 11). Los redimidos serán como las pocas aceitunas que quedan en un árbol que ha sido sacudido "por un fuerte viento" (Apoc. 6: 13), o como las escasas uvas que han quedado en la planta después de la vendimia.

14. Cantarán. Cuando haya llanto y crujir de dientes por todas partes debido a los horrores que han sobrevenido a la tierra, los justos descubrirán que su tristeza se ha convertido en alegría y que ha comenzado el feliz día de la eternidad (cap. 25: 8-9).

15. Glorificad Por Esto A Jehová. Hay muchas razones para que los justos glorifiquen a Dios. De no haber sido redimidos por su gracia hubieran perecido con el mundo. En Los Valles. El hebreo dice ba'urim; literalmente, "en los fuegos". 'Urim probablemente se refiera al "este", región de la luz al amanecer (VM), donde sale el sol. Las "orillas del mar" pueden ser "las islas del mar" (BJ), Mediterráneo, y ser, además, una designación poética del "oeste". La palabra yam, "mar", muchas veces se usa para designar al oeste (Gén. 28: 14; Núm. 34: 6; etc.). Si estas descripciones equivalen a una forma poética de expresar direcciones geográficas, debe entenderse que en todas partes los hombres glorifican a Dios (vers. 16).

16. Gloria Al Justo. Se oyen cánticos en honor de Cristo, el justo (vers. 15). En un tiempo como éste parecería poco apropiado el cantar "gloria" a los hombres por más justos que pudieran ser. Compárese con el canto universal de alabanza a Dios entonado en esta misma ocasión (Apoc. 19: 1-6). Mi Desdicha. Se desconoce el sentido exacto de la palabra hebrea razi. Algunos consideran que está ligada a una palabra similar que significa "flaqueza", "debilidad": "Menguado de mí" (BJ). Por un momento el profeta parece dejar de mirar la gloria del futuro para destacar la vergüenza y desgracia del presente. La "desdicha" es un símbolo de la tristeza y la flaqueza que resultan de los castigos de Dios (Sal. 106: 15; cf. Isa. 10: 16; 17: 4). Después de considerar brevemente los gozos del pueblo de Dios en la hora de su liberación, Isaías vuelve a contemplar las aflicciones y los chascos de los perdidos, y continúa con una descripción de los terribles juicios venideros. Prevaricadores. En hebreo, la última parte de este versículo consta de cinco palabras, todas ellas emparentadas y basadas en la misma raíz, que tiene el sentido de "ser desleal", "ser fraudulento". Implica un curso de acción directamente opuesto al conocimiento que se tiene de lo correcto. Cuando sea demasiado tarde, los hombres darán cuenta de su deslealtad.

17. Foso Y Red. En rápida sucesión se describen los terrores y calamidades que sobrevendrán a los impíos. En Jer. 48: 44 se presenta esta misma lista de juicios inevitables. Ninguno de los impíos escapará (Isa. 24: 18) de los efectos de las siete postreras plagas.        El que se libre de una será atacado por otra, y el que escape de ésta caerá en la siguiente.

18. De Lo Alto Se Abrirán Ventanas. Tarde o temprano, la ruina será segura, pues la muerte y la destrucción vendrán de todas partes. Toda la naturaleza estará trastornada (CS 693; cf. Gén. 7: 11; 8: 2). Los cielos lloverán fuego y no agua (Sal. 50: 3; 2 Ped. 3: 7, 10, 12). Los Cimientos. La tierra será sacudida por la voz de Dios (Sal. 46: 2-3; Isa. 2: 19; Heb. 12: 26-27; Apoc. 16: 18).

19. Enteramente Desmenuzada. Heb. parar; la traducción literal de la forma verbal empleada aquí sería, "se sacude de aquí para allá". Una forma similar se traduce como "despedazó" en Job 16: 12. Conmovida. Heb. mut, literalmente, "se tambalea".

20. Removida Como Una Choza. Heb. "remecida como una choza". Una "choza" era una construcción precaria en la cual se podía pasar la noche mientras se vigilaba la maduración de la uva (ver com. cap. 1: 8). El hebreo del cap. 24: 19-20 no proporciona ninguna base para la conjetura de que la tierra se saldrá de su órbita en el gran día de Jehová.  

La descripción que aquí se presenta tiene que ver con el terremoto que ocurrirá cuando Cristo vuelva, el cual sin duda será el cataclismo más terrible que se haya conocido en la historia del mundo (Apoc. 16: 18-20). 

Entonces toda la superficie del mundo será cambiada. Las montañas serán sacudidas desde sus bases; las islas se saldrán de sus lugares, y la superficie de la tierra se asemejará a las olas de un tempestuoso mal (cf. Sal. 46:2-3, 6). El apóstol Pedro (2 Ped. 3:7, 10-13) proporciona otro vívido cuadro de la destrucción completa que sobrevendrá a este mundo, de cuyas ruinas el Señor creará "cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia".

21. Ejército De Los Cielos. La palabra hebrea marom (de la cual se traduce "ejército") es la misma que en el vers. 4 se tradujo como "altos" y se refiere a personas que viven en la tierra. En el vers. 18, la misma palabra traducida "de lo alto", aparentemente se refiere al cielo (cf Gén. 7: 11). En Isa. 24: 21 el contraste entre "los reyes de la tierra sobre la tierra" y el "ejército de los cielos en lo alto" parece indicar que si los primeros son humanos, los segundos se refieren a Satanás y a sus ángeles caídos. Pablo llama a Satanás "príncipe de la potestad del aire" (Efe. 2: 2), y a los dirigentes invisibles de la impiedad, "gobernadores de las tinieblas de este siglo", que viven en las "regiones celestes" (Efe. 6: 12). En 1 Cor. 15:24-25, Pablo habla de la subyugación de estas potestades por Cristo. Isaías previó el tiempo cuando los ángeles perversos y los hombres impíos serán castigados (Mat. 25:41;                        2 Ped. 2:4, 9; Apoc. 20:10-15).

22. Como Se Amontona A Los Encarcelados. Satanás y sus legiones de perversos ángeles, el "ejército de los cielos" del vers. 21, y los "reyes de la tierra", son "amontonados" como presos. Satanás y su hueste permanecerán en esta tierra, la cual en su estado caótico (vers. 1, 3, 19-20) se convierte en cárcel para ellos durante 1.000 años (ver com. Apoc. 20: 1-2, 7); pero los hombres serán encerrados en la cárcel de la tumba (ver com. Apoc. 20: 5).

Mazmorra. Heb. bor, una "cisterna" cavada en la tierra, que servía para almacenar agua. Durante la estación seca, o cuando no se la empleaba para almacenar agua, dicha "cisterna" podía servir para encerrar a algunos presos (cf. Gén. 37: 20; Jer. 38: 6-13; Zac. 9: 11; etc.). También se emplea la palabra bor como sinónimo del "sepulcro" (Sal. 30: 3; 88: 4-5; Isa. 4: 15; 38: 18; etc.). Después De Muchos Días. Es decir, después de los 1.000 años (Apoc. 20:2-7; CS 719). Cuando termine ese período, Satanás será liberado de su cárcel por un corto tiempo. Los muertos impíos serán resucitados e inmediatamente harán preparativos para tomar la nueva Jerusalén (ver com. Apoc. 20:7-9).

23. El Sol Se Confundirá. La más refulgente fuente de luz que hasta ahora se ha conocido palidecerá hasta parecer insignificante en comparación con la gloria de Cristo (cf. Isa. 60:19-20; Apoc. 21:23; 22:5). Jehová De Los Ejércitos Reine. Este pasaje se refiere al glorioso día triunfal cuando los santos reinarán con Cristo en gloria y gozo eternos. La Nueva Jerusalén será entonces la capital de la tierra, y allí Cristo reinará para siempre jamás.         (Jer. 3:17; Dan. 2:44; 7:14; Zac. 14:4, 9; Apoc. 11: 15; 21:2-5; 7:15-17). 4CBA                           Ministerio Hno. Pio


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