miércoles, septiembre 23, 2020

REFLEXIÓN 400. LA SALVACIÓN DE JEHOVÁ (ISAÍAS 33).

Isaías 33. Está inspirada en el castigo sufrido por los ejércitos de Senaquerib (cap. 37: 36). Los invasores habían devastado el territorio de Judá, pero el Señor libraría a la nación del poder de sus opresores. Es el tiempo cuando reciben su merecido los enemigos de su pueblo.

Este capítulo alterna un gran consuelo para los fieles con severas reprensiones para los impíos. La visión profética de Isaías contempla la gloriosa edad mesiánica.

Se divide en dos: desde los versículos (1-12) Son los juicios de Dios contra los enemigos de su pueblo. Del (13-24) Los privilegios de los piadosos: Ver a Dios como una realidad… cara a cara.

¿Estás Preparándote Para Aquel Día Glorioso? 

Hagamos Nuestro, Las Estrofas De Este Himno: En presencia estar de Cristo, ver su rostro ¿que será, cuando al fin, en pleno gozo, mi alma le contemplará? Cara a cara espero verle cuando venga en gloria y luz; cara a cara allá en el cielo he de ver a mi Jesús.

Sólo tras oscuro velo hoy lo puedo aquí mirar, pero pronto viene el día que su gloria ha de mostrar. ¡Cuánto gozo habrá con Cristo cuando no haya más dolor, cuando cesen los peligros al abrigo de su amor! Cara a cara ¡cuán glorioso ha de ser así vivir, ver el rostro de quien quiso nuestras almas redimir! 

Pero mientras tanto sigamos perseverando y leamos nuestro capitulo para hoy:

1 ¡AY DE ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; que haces deslealtad, bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabes de hacer deslealtad, se hará contra ti. 2 Oh Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tú, brazo de ellos en la mañana, sé también nuestra salvación en tiempo de la tribulación. 3 Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte tú. 4 Sus despojos serán recogidos como cuando recogen orugas; correrán sobre ellos como de una a otra parte corren las langostas. 5 Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sión de juicio y de justicia. 6 Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro. 7 He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. 8 Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció  las ciudades, tuvo en nada a los hombres. 9 Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos. 10 Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. 11 Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. 12 Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego.

13 Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. 14 Los pecadores se asombraron en Sión, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa  sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16 éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. 17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. 18 Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿qué del pesador del tributo? ¿qué del que pone en lista las 266  casas más insignes? 19 No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas. 20 Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. 21 Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. 22 Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará. 23 Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín. 24 No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad. (Isaías 33).

1. ¡Ay de ti! Este capítulo sin duda se inspiró en el castigo sufrido por los ejércitos de Senaquerib (cap. 37: 36). Los invasores habían devastado el territorio de Judá, pero el Señor libraría a la nación del poder de sus opresores. Este capítulo alterna un gran consuelo para los fieles con severas reprensiones para los impíos. La visión profético de Isaías contempla la gloriosa edad mesiánica (ver com. cap. 32: 1).

Nunca fuiste saqueado. Las guerras agresivas de Asiria contra sus vecinos habían sido devastadoras. Asiria se interesaba mayormente en el botín, y enviaba a sus ejércitos para saquear. Pero finalmente se le pagaría con la misma moneda (Mat. 7: 2; cf. Jer. 50: 15, 29; 51: 24; Apoc. 13: 10).

2. A ti hemos esperado. Ver com. cap. 25: 8-9.  Nuestra esperanza en esta vida y la venidera, solo está en esperar la voluntad de Dios.

Brazo de ellos. Varios manuscritos hebreos antiguos, los tárgumes y las versiones siríacas dicen "nuestro brazo". Aquí Isaías pide ayuda para su propio pueblo, quizá especialmente para los defensores de la ciudad. La siguiente frase, "nuestra salvación", se refiere claramente a los que están con él en Jerusalén.

3. Las naciones fueron esparcidas. Aquí se hace referencia a la destrucción de los ejércitos de Senaquerib (cap. 37: 36-37). En esa ocasión la "arrogancia" de Asiria causó su perdición y derrota (cap. 37: 29).

4. Sus despojos. Se hace referencia aquí al saqueo del campamento asirio después de la aniquilación de los invasores y la huida precipitada de los pocos sobrevivientes. Así como las orugas y las langostas devoran todo lo verde, así también, a su debido tiempo, los hebreos despojarían a los arrogantes asirios.

5. Será exaltado Jehová. El espectacular aniquilamiento de los ejércitos asirios (cap. 37:36) fue motivo de honra y renombre para el verdadero Dios. Llenó a Sión. Se supone que la lección de la invasión de Senaquerib daría como resultado un reavivamiento religioso en la ciudad de Jerusalén y en las aldeas de Judá. Juicio. Es decir, "equidad" entre los hombres.

6. Reinarán en tus tiempos. O "habrá estabilidad en tus tiempos". Judá hallaría su estabilidad y fortaleza no en el poderío militar, sino en el temor de Dios y en la lealtad a su voluntad revelada (Job 28:28; Sal. 111:10; Prov. 1:7).

7. Mensajeros de paz. Las condiciones de paz que los asirios ofrecieron a los mensajeros de Ezequías eran tan duras (2 Rey. 18:14-16), que éstos lloraron "amargamente". Cuando los enviados hebreos se enfrentaron con el Rabsaces, se enteraron de que sus condiciones para la rendición eran tan severas que regresaron a la ciudad, "rasgados sus vestidos"             (2 Rey. 18:37).

8. Las calzadas están deshechas. Los caminos de Judá ya no estaban abiertos para los viajeros. El ejército de Senaquerib había reducido el país a tal estado, que la gente ya no se atrevía a andar por los caminos. Ciudades. En el rollo 1QIsª de los Manuscritos del Mar Muerto se lee 'edim, "testigos", en vez de 'irim, "ciudades". En el texto, que consta sólo de consonantes, la única diferencia es el cambio de la r por la d. Estas dos letras son muy similares y fáciles de confundir (t. I, p. 30; ver com. Gén. 10: 4).

9. Enlutó. Toda la campiña de Judá fue devastada durante la invasión asiria. Otros distritos de Palestina compartieron la misma tragedia.

10. Ahora me levantaré. La hora de la máxima necesidad del hombre es la hora de la oportunidad de Dios. Cuando parecía que la situación era sin esperanza y que el último 267 vestigio de la resistencia judía pronto sería aplastado por el conquistador, el Señor se levantó para libertar al remanente de Jerusalén.

11. Concebisteis hojarascas. En este versículo se hace resaltar la vacuidad y la vanidad de las pretensiones asirias. A pesar de todos sus esfuerzos no producirían más que tamo. Sus intrépidos proyectos terminarían devorando a quienes los habían concebido.

12. Cal quemada. El enemigo sería totalmente destruido, como cuando la cal viva se quema o las espinas son consumidas por el fuego.

13. Conoced mi poder. Cuando Dios castigó a Asiria, enseñó a todos los hombres la inutilidad de la sabiduría y de la fuerza humana. Dios permite muchas veces que una situación llegue a ser crítica, para que cuando él intervenga los hombres reconozcan su autoridad y poder.

14. Fuego consumidor. Para los impíos Dios es como fuego consumidor (Heb. 12: 29). Únicamente "los de limpio corazón" (Mat. 5: 8) podrán quedar vivos cuando vean a Dios. Las preguntas que se hacen aquí son similares a las de Sal. 15: 1; 24: 3. Isaías responde en el siguiente versículo.

15. Camina en justicia. Compárense estas respuestas con las que da el salmista en Sal. 15: 2-5; 24: 4. Sin duda, la justicia fundamentalmente corresponde al corazón y a la mente; pero el hombre también debe "andar en la luz" (1 Juan 1: 7). Los conceptos correctos se reflejarán en palabras y acciones correctas.

 Ganancia de violencias. Asiria se había enriquecido oprimiendo a las naciones más débiles. Pero muchos de los habitantes de Jerusalén y Judá habían amasado sus fortunas en una manera muy similar (ver com. cap. 5:7). Sacude sus manos. Con un gesto de las manos, los rectos rehúsan participar en ganancias ilícitas. 

Tapa sus oídos. Rehúsa participar en planes contra la vida de los inocentes. Cierra sus ojos. El Señor es "muy limpio . . . de ojos para ver el mal" (Hab. 1: 13). Los que le sirven no podrán tolerar ninguna forma de mal.

16. Habitará en las alturas. Es decir, en un lugar seguro. En la antigüedad se construían las ciudades en lugares altos como una medida de protección ante una posible invasión. Como es muy obvio, en caso de guerra, siempre es ventajoso ocupar un terreno alto. Fortaleza. A los que le aman y le sirven, el Señor ofrece protección y cuidado durante todo tiempo de prueba. La promesa que aquí se hace será de especial consuelo para el pueblo de Dios durante la gran crisis de los últimos días, cuando se le proporcionarán lugares seguros, fuera del alcance de los que quieren destruirlo (Sal. 61: 2-3; 91: 1-2). Mientras los impíos sufran por falta de alimento y de agua (Apoc. 16: 4-9; cf. CS 684, 686), los santos tendrán lo que necesiten para subsistir.

17. Rey. Durante las pruebas y tribulaciones de los últimos días, el pueblo de Dios se consolará con la seguridad de que Cristo pronto vendrá. Lo verán en su gloria (ver com. cap. 25: 8-9), y la tierra prometida que han visto con los ojos de la fe, desde "lejos" (cap. 33: 17), llegará entonces a ser una realidad.

18. Imaginará el espanto. Una vez liberado de sus enemigos, el pueblo de Dios reflexionará en las terribles peripecias por las cuales ha pasado, y las pruebas del pasado le parecerán un sueño. Así ocurrió cuando Jerusalén fue librada de los ejércitos de Senaquerib, y se repetirá cuando los santos sean libertados en ocasión de la segunda venida de Cristo. Escriba... pesador del tributo. ¿Dónde estaban los escribas asirios que determinaban el tributo que debía exigirse de cada infortunada víctima? ¿Dónde estaban lo que recibían el tributo y los señores del asedio? Todos habían desaparecido, y todo estaba en paz. De la misma manera, cuando. venga Cristo por segunda vez los fieles se regocijarán por la liberación de manos de aquellos que tan recientemente habían procurado matarlos.

19. Pueblo orgulloso. O "insolente". Los orgullosos e insolentes invasores asirios, con su lengua extraña y comportamiento cruel, desaparecerían. En vez de ver a los asirios, verían "al Rey en su hermosura" (vers. 17). Cf. Exo. 14: 13.

20. Mira a Sión. Los invasores enemigos se han retirado; todo peligro ha desaparecido; la santa ciudad está en paz. Compárese con la descripción de Joel 3: 16-20.

Fiestas solemnes. Ver com. Lev. 23: 2. Eran Las fiestas solemnes de Jehová.Las "fiestas solemnes" anuales (Núm. 29: 39) son seis: (1) la pascua (Núm. 28: 16); (2) la fiesta de los panes sin levadura (Núm. 28: 17); (3) "la fiesta de la siega", "la fiesta de las semanas" o Pentecostés (Exo. 23:16; 34: 22; Núm. 28:26; Hech.2:1); (4) la fiesta de las trompetas (Núm. 29: 1); (5) el día de la expiación (Núm. 29: 7); (6) la "fiesta de la cosecha", la "fiesta de los tabernáculos" o de las cabañas (Exo. 23: 16; Lev. 23: 34; Núm. 29: 12).

Junto con estas seis fiestas se celebraban siete días de "santa convocación": el primero y últimos días de la Fiesta de los panes sin levadura (Núm. 28: 18, 25); el día de las primicias (Núm. 28:26); la fiesta de las trompetas (Núm. 29: 1); el día de la expiación (Núm. 29: 7); y el primero y último días de la fiesta de los tabernáculos (Lev. 23: 35, 36).

La palabra traducida "fiesta" en este capítulo viene de uno de los dos vocablos hebreos siguientes: (1) Mo'ed, una reunión señalada (por ejemplo se usa en Lev. 23: 2,4, 37; Núm. 29: 39). (2)Jag, una fiesta (se usa por ejemplo en Lev. 23: 6, 34, 39,41; Núm. 28: 17; 29: 12).  Algunas veces estas dos palabras se emplean en forma intercambiable, aunque mo'ed recalca el tiempo de la fiesta, "vuestras fiestas" (Núm. 29: 39). Jag hace resaltar el carácter de la fiesta. Jag se deriva de un verbo que tiene como uno de sus sentidos posibles: "realizar un peregrinaje", "hacer un viaje hacia un objeto de reverencia".  La palabra árabe relacionada hadj describe el sagrado peregrinaje a la Meca.  En la lista de las "Fiestas solemnes" anuales, es de notar que sólo se aplica Jag a tres de ellas: la fiesta de los panes sin levadura, la fiesta de las primicias, y la fiesta de los tabernáculos. "Tres veces en el año me celebraréis fiesta" [Jag] (Exo. 23: 14). A fin de celebrar estas fiestas, todos los varones debían comparecer "delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiera" (Deut. 16: 16).  Hasta allí debían "hacer peregrinaje".

Por lo tanto, no existe contradicción entre la declaración de Exo. 23: 14, deque los israelitas debían celebrar fiesta "tres veces en el año", y la enumeración levítica de seis fiestas anuales (cf.  Núm. 28, 29).  Cada una de estas seis fiestas era un mo'ed, pero tres de ellas se designan también como Jag.  Es decir que había seis mo'ed, pero sólo tres jag.  Estas tres eran "fiestas o festivales de peregrinaje" (International Standard Bible Encyclopedia).

Aunque la pascua con propiedad podría considerarse como una "fiesta" o mo'ed aparte, también se la puede considerar como parte de la fiesta de los panes sin levadura.  El cordero pascual era degollado el día 14 del primer mes, y comido esa misma noche, al comienzo del día 15, primer día de la fiesta de los panes sin levadura. La pascua y la fiesta de los panes sin levadura eran en realidad dos partes de un todo, y en algunos casos se las consideraba así (Eze. 45: 21).  En vista de esto, podríamos hablar de cinco fiestas anuales y no de seis.

21. Arroyos muy anchos. Una descripción de la fertilidad y la hermosura de la tierra prometida renovada: el "río" y las "corrientes" que "alegran la ciudad de Dios" (Sal. 268 46: 4). Compárese con el río de Ezequiel 47. No andará galera de remos. Ninguna embarcación enemiga surcaría sus ríos (Eze. 47: 1; Joel 3: 18; Zac. 14: 8; Apoc. 22: 1).

23. Tus cuerdas. Se continúa con la imagen del vers. 21. El enemigo es como una nave cuyas cuerdas están flojas, cuyo mástil se bambolea y cuyas velas son inútiles. La hora de la victoria para los santos es la hora de vergüenza y derrota para sus enemigos. Los "cojos", que no suelen tomar parte en el servicio militar, se convierten en los vencedores que despojan a sus enemigos.

24. Estoy enfermo. No habrá enfermedad física ni espiritual en la tierra renovada (Jer. 31:34). También aparecen juntos la curación de la enfermedad y el perdón del pecado en Sal. 103: 3; Mat. 9: 2, 6. Cristo es quien sana las dolencias físicas y espirituales del hombre. (4CBA) Ministerio Hno. Pio


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