martes, septiembre 22, 2020

REFLEXIÓN 399. BENDICIONES DEL REY JUSTO, ADVERTENCIA Y RESTAURACIÓN (ISAÍAS 32).

Isaías 32. Es la profecía del reinado del rey justo (Cristo), que bendecirá a su pueblo fiel. Es el contraste que se da entre los fieles que permanecerán y los que dejarán de ser por su maldad. “Quienes se aferran al pecado nunca podrán hallar paz, no importa cuán fervientemente la busquen. La mayor necesidad de nuestro mundo atribulado es comprender este principio importante y fundamental”.

Desde Versículos (1-8) son las bendiciones del reino de Cristo. Del (9-14) Se provee desolación por la vida lejos de Dios. Pero del (15-20) se promete el éxito en la restauración.

1 HE AQUÍ que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio. 2 Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa. 3 No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos. 4 Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará rápida y claramente. 5 El ruin nunca más será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido. 6 Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra Jehová, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento. 7 Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre. 8 Pero el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado.

9 Mujeres insolentes, levantaos, oíd mi voz; hijas confiadas, escuchad mi razón. 10 De aquí a algo más de un año tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará y la cosecha no vendrá. 11 Temblad, oh insolentes; turbaos, oh confiadas; despojaos, desnudaos, ceñid los lomos con cilicio. 12 Golpeándose el pecho lamentarán por los campos deleitosos, por la vid fértil. 13 Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre todas las casas en que hay alegría en la ciudad de alegría. 14 Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;

15 hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque. 16 Y habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia. 17 Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. 18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo. 19 Y cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida. 20 Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno. (Isaías 32).

1. Para Justicia Reinará. Isaías aparta su atención del inminente ataque asirio a Jerusalén (cap. 31: 8-9), para referirse a la paz que seguiría. Después de la retirada de Senaquerib en el año 701, hubo varios años de paz durante el reinado justo de Ezequías (t. II, pp. 89-90). En forma similar, la derrota de todas las fuerzas de Satanás será seguida por el eterno reinado de Cristo en justicia y gloria. Como suele ocurrir, el cuadro profético de paz y seguridad después de la tribulación, une la descripción de las glorias del mundo venidero con la era mesiánica. En este marco mesiánico, el "rey" es Cristo.

2. Aquel Varón. El Mesías sería para su pueblo una fuente de consuelo, contentamiento 264 y descanso, lugar de protección y abrigo. En el desierto ardiente sería como arroyo de aguas vivas o como la sombra refrescante de una gran roca.

3. No Se Ofuscarán. La situación predicha (cap. 6: 9-10) ha de ser invertida. Los ojos del entendimiento espiritual del hombre serán abiertos a fin de que pueda comprender las cosas de Dios.

4. Los Necios. Compárese con el cap. 6: 10. Los necios, o "precipitados" (NC), "alocados" (BJ), son los que no se preocupan por pensar con claridad a fin de llegar a una conclusión acertada. En el tiempo de la restauración prometida, tales personas pensarán con cordura. Con la bendición de un entendimiento claro y un agudo discernimiento, no se verán obligados a hablar en palabras entrecortadas ni con lengua de tartamudos.

5. El Ruin. Heb. "no se llamará más al necio honorable; al bribón no se le dirá noble". Los hombres ya no confundirán ignorancia con sabiduría ni tinieblas con luz. No llamarán a lo malo bueno, ni "a lo bueno malo" (cap. 5: 20).

6. Hablará Ruindades. Isaías hace una descripción gráfica de las acciones del "ruin". En los mejores días del futuro, los hombres serán reconocidos por lo que son y no por lo que pretenden ser. El pecador será clasificado como tal, y ciertamente recibirá el castigo que merece.

8. El Generoso. O "noble". Esta persona no sufrirá por haber sido generosa.

9. Mujeres Insolentes. Isaías se dirige a las favorecidas de Jerusalén, quienes por haber vivido en forma tan opulenta son las que más sufren los rigores del asedio. Compárese esto con su reproche a las orgullosas "hijas de Sión" (cap. 3:16-26).

10. De Aquí A Algo Más De Un Año. Heb. "días sobre un año". Al cabo de un poco más de un año caería la calamidad sobre las "hijas confiadas" (vers. 9). La Vendimia Faltará. Es posible que así se represente la pérdida literal de la vendimia, con la consiguiente escasez de vino para las ocasiones festivas. También podría ser un símbolo de la desaparición de todas las formas de placer.

11. Temblad, Oh Insolentes. Se las amonesta a que se lamenten y se arrepientan, a que se vistan de saco en lugar de sus elegantes vestidos. Corresponde ahora orar y ayunar, no hacer fiestas y banquetes.

12. Golpeándoos Los Pechos. Golpearse el pecho es una costumbre del Cercano Oriente para expresar dolor y angustia. La prosperidad pronto se convertiría en desolación y miseria. La Vid Fértil. Ver com. vers. 10.

13. Espinos Y Cardos. Símbolos de desolación (ver com. cap. 7: 23-25). Casas en que hay alegría. Las lujosas mansiones donde los ricos se retenían para sus banquetes y orgías. La predicción del vers. 13 se cumplió parcialmente durante la invasión de Senaquerib, en forma más plena cuando Nabucodonosor saqueó el país, y posteriormente dando los romanos devastaron el país.

14. Palacios. Las gloriosas realizaciones humanas quedan reducidas a ruina y desolación. Asnos monteses. Animales en estado salvaje semejante al doméstico.

15. Sea derramado el Espíritu. Estas palabras se cumplieron parcialmente en la gran reforma auspiciada por Ezequías, pero más completamente durante el Pentecostés (Joel 2: 28; Hech. 2: 17; cf. Ose. 6: 3; Joel 2: 23; Zac. 10: 1; Apoc. 18: 1). Campo fértil. En primer lugar, una expresión figurada (Isa. 32: 16; cf. Isa. 5: 1-7; Gál. 5: 22-23). Vendría el tiempo cuando se derramaría el Espíritu de Dios sobre el mundo, por lo cual florecerían como la rosa los lugares que en un sentido son áridos y desolados. Este es uno de los temas predilectos de Isaías (Isa. 29: 17; 35: 1; 41: 17-20; 55: 13).

 Sea estimado por bosque. Lo que ya era "campo fértil" sería aún más productivo.

16. Juicio. La "equidad" (BJ), florecería en lo que antes había sido un desierto moral, y la "justicia" de lo que ya era un "campo fértil" no sería disminuida en lo más mínimo.

17-18. Efecto de la justicia. La justicia es el resultado de vivir en armonía con la voluntad de Dios. Dios es amor, y todos sus "mandamientos son justicia" (Sal. 119: 172). Quienes aman a Dios de todo corazón y a su prójimo como a sí mismos, están en paz con Dios y con el mundo que los rodea. La paz duradera sólo puede prevalecer donde hay un cimiento sólido de justicia. Sin justicia no puede haber paz (Isa. 48: 22). 

Quienes se aferran al pecado nunca podrán hallar paz, no importa cuán fervientemente la busquen. La mayor necesidad de nuestro mundo atribulado es comprender este principio importante y fundamental. 

19. Cuando caiga granizo. La LXX dice: "Cuando cayere granizo, no será sobre vosotros". Este versículo hace resaltar el contraste entre la "morada de paz" de los justos (vers. 18) y la desolación que será el fin seguro de los impíos (Apoc. 16: 19; 18: 2, 21).

20. Sembráis junto a todas las aguas. A los que trabajan fielmente se promete una cosecha segura y abundante. Al buey y al asno. Los judíos empleaban tanto el buey como el asno en sus trabajos agrícolas (Deut. 22: 10; Isa. 30: 24). Eran los animales domésticos comúnmente empleados en los diversos trabajos en el antiguo Cercano Oriente. (4CBA) Ministerio Hno. Pio


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