domingo, marzo 07, 2021

REFLEXIÓN 595. LA PLAGA DE LANGOSTAS Y LA EXHORTACIÓN AL ARREPENTIMIENTO (JOEL 1).

Joel 1. La Espantosa Devastación De La Plaga: Vers. (1-7) Joel presenta los diferentes castigos de Dios, exhorta a la meditación, (8-13) y al lamento. (14) Exhortación a la oración y a una asamblea solemne: Se recomienda un ayuno como señal de arrepentimiento. Vers. (15-20). El efecto de la plaga sobre hombres y bestias. Y La sequía que acompaña a la plaga.

Dios por medio del profeta pregunta: ¿Ha Acontecido Esto En Vuestros Días, O En Los Días De Vuestros Padres? Esta calamidad es algo nuevo en el recuerdo de los que viven. Era algo que no oyeron los padres, y digno de contarse a las generaciones futuras. La plaga de langostas que Dios trajo a Egipto por medio de Moisés, también fue descrita como un acontecimiento insólito (Exo. 10: 6). En cinco generaciones no había habido ninguna otra calamidad semejante, ni la habría en lo futuro. Con este recurso efectivo Joel hace resaltar el excepcional significado de su mensaje.

1 Palabra de Jehová que vino a Joel, hijo de Petuel. 2 Oíd esto, ancianos, y escuchad, todos los moradores de la tierra. ¿Ha Acontecido Esto En Vuestros Días, O En Los Días De Vuestros Padres? 3 De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación. 4 Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado.

5 Despertad, borrachos, y llorad; gemid, todos los que bebéis vino, a causa del mosto, porque os es quitado de vuestra boca. 6 Porque pueblo fuerte e innumerable subió a mi tierra; sus dientes son dientes de león, y sus muelas, muelas de león. 7 Asoló mi vid, y descortezó mi higuera; del todo la desnudó y derribó; sus ramas quedaron blancas.

8 Llora tú como joven vestida de cilicio por el marido de su juventud. 9 Desapareció de la casa de Jehová la ofrenda y la libación; los sacerdotes ministros de Jehová están de duelo. 10 El campo está asolado, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido, se secó el mosto, se perdió el aceite. 11 Confundíos, labradores; gemid, viñeros, por el trigo y la cebada, porque se perdió la mies del campo. 12 La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres. 13 Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación.

14 Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová.

15 ¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. 16 ¿No fue arrebatado el alimento de delante de nuestros ojos, la alegría y el placer de la casa de nuestro Dios? 17 El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo. 18 ¡Cómo gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos!  También fueron asolados los rebaños de las ovejas.

19 A ti, oh Jehová, clamaré; porque fuego consumió los pastos del desierto, y llama abrasó todos los árboles del campo. 20 Las bestias del campo bramarán también a ti, porque se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las praderas del desierto. (Joel 1).

1. Palabra de Jehová. Joel asegura al lector que su mensaje no proviene de él mismo. Sus palabras eran de Jehová. Asegura, como otros profetas, que tiene la inspiración divina (Ose. 1: 1; Miq. 1: 1; etc.; cf. 2 Tim. 3: 16; 2 Ped. 1: 20-21).

Joel. El nombre probablemente significa "Yahweh es Dios". La Biblia menciona a varios personajes con ese nombre (1 Sam. 8: 2; 1 Crón. 7: 3; 11: 38; 15: 7, 11). El profeta se distingue como "hijo de Petuel".  Nada más se sabe de Petuel. "La grafía de la LXX, Bathouel, no aclara nada.

2. ¿Ha acontecido esto? Esta calamidad es algo nuevo en el recuerdo de los que viven. Era algo que no oyeron los padres, y digno de contarse a las generaciones futuras. La plaga de langostas que Dios trajo a Egipto por medio de Moisés, también fue descrita como un acontecimiento insólito (Exo. 10: 6). En cinco generaciones no había habido ninguna otra calamidad semejante, ni la habría en lo futuro. Con este recurso efectivo Joel hace resaltar el excepcional significado de su mensaje.

3. Sus hijos. Cf. Sal. 78: 4-7.

4. Oruga. Heb. gazam, de una raíz que significa "cortar". Por lo que se cree que representa una langosta cortadora.

El saltón. "Langosta" (BJ). Heb.  'arbeh. Se cree que representa la langosta migratoria, que se desplaza en enjambres (o "mangas"). Las langostas que fueron una plaga para Egipto se identifican como 'arbeh (Exo. 10: 4-19).

Revoltón. Heb. yéleq. Se cree que representa a la langosta sin alas, en el estado cuando aún es "saltona".

Langosta. Heb. jasil. Este insecto no puede identificarse con exactitud. Jasil deriva de una raíz que significa "devorar", lo cual sugiere "langosta devoradora". Algunos eruditos han sostenido que gazam, 'arbeh, yéleq y jasil son cuatro términos que designan cuatro etapas de la langosta, desde que es gusano hasta que se transforma en insecto maduro. La VM emplea las palabras hebreas. La DHH dice: "lo que unas dejaron, otras vinieron y lo devoraron". Tanto la BJ como la DHH señalan en nota de pie de página que las cuatro palabras parecen referirse a fases del desarrollo de la langosta.

En general, se han presentado dos puntos de vista en relación con esta descripción de la plaga de langostas: (1) La opinión literal, que sostiene que Joel describía una plaga de langostas especialmente devastadora, y que el profeta aprovecha este desastre para invitar al arrepentimiento. La liberación de esta plaga se convierte, naturalmente, en un motivo para un discurso acerca del día futuro de Jehová, cuando el pueblo de Dios será librado de todos sus enemigos. (2) El punto de vista alegórico, que sostiene que la descripción de la plaga era sólo un símbolo de castigos venideros.  Por ejemplo, en el tiempo de Jerónimo, los cuatro insectos destructores fueron tomados como símbolos de: (a) Los babilonios y asirios, (b) los medos y persas, (c) los macedonios y Antíoco Epifanes, (d) los romanos.  Ningún estudiante serio de la Biblia acepta hoy esta explicación.

Como las plagas de langostas eran frecuentes en Palestina, sería difícil probar que una plaga tal no fue la que originó la profecía de Joel. Los argumentos que se han presentado contra esta opinión, como el hecho de que no se describen con exactitud los hábitos de las langostas, pierden su peso cuando se recuerda que el lenguaje es eminentemente figurado y poético. Por otro lado, es imposible probar que Joel no empleaba la descripción de una plaga de insectos sólo como un símbolo para representar la invasión de ejércitos hostiles (ver pp. 961-962).

Las enseñanzas escatológicas del libro permanecen iguales, no importa cuál interpretación se acepte. Joel se concentra en el gran día de Jehová y en la liberación de Israel en ese día, si la nación hubiera cooperado plenamente con Dios. Pero Israel no lo hizo. Los autores inspirados muestran cómo los mensajes proféticos que no pudieron cumplirse debido a la incredulidad de Israel, se cumplirán en la era cristiana (ver pp. 74-75).

5. Borrachos. Poéticamente, los bebedores son exhortados para que lamenten su suerte.  Impedidos de poder disfrutar de su vicio favorito, se los insta a que salgan de su letargo y derramen lágrimas de tristeza.

6. Pueblo. "Nación" (BJ). Heb. goy. Compárese con Prov. 30: 25-26, donde se habla de animales irracionales como de un "pueblo" (Heb. 'am en ambos casos). Este pasaje de Joel parece que es el único lugar de las Escrituras donde se hace referencia a los seres inferiores como a una "nación" o "pueblo". Es posible que aquí la realidad surja a través del símbolo y que el profeta contemple un ejército hostil invasor.

7. Asoló. Después de que las langostas devoran todo lo que es verde y jugoso, atacan las cortezas de los árboles. Mi vid. Cf. Sal. 80: 8; Isa. 5: 1-7; Ose. 9: 10; 10: 1. 

Descortezó. Mejor, "la redujo a un tocón".

8. Marido de su juventud. Sin duda se trata de uno con quien la joven estaba comprometida y a quien amaba sinceramente, pero que murió antes de que se casaran. En vez de un vestido de bodas se pone el áspero atavío de cilicio, de duelo. En la ley mosaica un compromiso matrimonial se consideraba, en sus aspectos generales, tan valedero como un matrimonio (ver com. Deut. 22: 23; Mat. 1: 18-20).

9. La ofrenda. "La ofrenda vegetal" (VM). "Ofrenda de harina" o "de cereales". En cuanto a la naturaleza de esta ofrenda, ver com. Lev. 2: 1. Una parte de esta ofrenda era para el sostén de los sacerdotes (Lev. 2: 3; 6: 16; 10: 12-15).

10. Se enlutó la tierra. Mediante una personificación simbólica se presenta a la tierra como enlutada por su falta de productividad. En el hebreo de este versículo se destacan varias aliteraciones interesantes que no pueden reproducirse en castellano.

11. Trigo. Trigo, cebada, espelta y mijo eran los principales cereales de Palestina.

12. Granado. La enumeración de los efectos de la sequía (vers. 20) sobre las diversas plantas y los diversos árboles tiene, sin duda, el propósito de hacer destacar su gravedad. El lenguaje de los vers. 10-12 también describe adecuadamente los efectos de la cuarta de las siete últimas plagas (Apoc. 16: 8-9; cf.  CS 686).

13. Ceñíos. Es decir, con cilicio, comúnmente un símbolo de duelo (vers. 8), pero aquí del arrepentimiento que Israel debía demostrar (cf. 1 Rey. 21: 27).

Ministros. Del Heb. sharath, "servir". La palabra aquí se usa como sinónimo de "sacerdotes".

14. Proclamad. Heb. qadash, "santificar", "consagrar", "dedicar". Literalmente "santificad" (BJ, nota). Aquí quizá con el sentido de consagrar con ritos religiosos o a lo menos con una proclamación oficial.

Convocad a asamblea. Heb. 'atsarah, de la raíz 'atsar, "detener", "restringir"; aquí con el sentido de detener todo trabajo a fin de convocar a una asamblea.

15. Día de Jehová. Expresión usual en los profetas (Isa. 2: 12; 13: 6; Eze. 30: 3; Amós 5: 18; Sof. 1: 14; etc.). En cuanto al significado de esta expresión, ver com. Isa. 13: 6. Joel se refiere principalmente a los inminentes castigos que caerían sobre Judá. En principio, sus predicciones se aplican también al día del juicio final que acontecerá al mundo (ver pp. 39-40). Todopoderoso. Heb. Shaddai (ver t. I, p. 180).

16. De la casa. Las cosechas se habían perdido, y por tanto no había primicias ni ofrendas de agradecimiento que pudieran presentarse en el templo. Cuando los hebreos de la antigüedad traían éstas y otras ofrendas al Señor, era una ocasión de regocijo (Deut. 12: 5-7). La plaga puso fin a este gozo.

17. El grano se pudrió. El hebreo de la primera parte de este versículo es dudoso. Las palabras que se traducen "grano", "pudrió" y "terrones", sólo aparecen aquí en el AT, y su significado es oscuro. En lugar de "grano" algunos creen que se trata de "higos secos"; otros, de "corrientes de agua". La palabra traducida "se pudrió", 'abash, si se compara con el árabe 'abisa, significa "arrugar" o "marchitar". En lugar de "terrones", algunos entienden "palas". La LXX no da su apoyo a ninguna de estas suposiciones, y traduce así: "Los novillos saltan en sus establos". Pero esto no impide que el pasaje sea menos oscuro.

18. Gimieron las bestias. Aquí se muestran los efectos de la plaga de insectos y de la sequía sobre el reino animal.

19. Oh Jehová. Sin duda una exclamación del profeta debido a las intensas penalidades y sufrimientos causados por la plaga de insectos y la sequía.

Fuego. El fuego y las llamas quizá simbolicen el calor calcinante del sol.

20. Las bestias. Ver com. vers. 18. (4CBA)

COMENTARIOS DE EGW

Versículos 10-12; 17-20. PARA NUESTRO DIOS Misericordioso La Tarea De Castigar Resulta Extraña. "Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío." (Ezequiel 33: 11.) El Señor es "compasivo y clemente, lento en iras y grande en misericordia y en fidelidad, . . . que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado." Sin embargo "visita la iniquidad de los padres sobre los hijos, y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y hasta la cuarta generación." "¡Jehová es lento en iras y grande en poder, y de ningún modo tendrá por inocente al rebelde!" (Éxodo 34: 6, 7; Nahum 1: 3, V.M.) El vindicará con terribles manifestaciones la dignidad de su ley pisoteada. Puede juzgarse de cuán severa ha de ser la retribución que espera a los culpables, por la repugnancia que tiene el Señor para hacer justicia. La nación a la que soporta desde hace tanto tiempo y a la que no destruirá hasta que no haya llenado La medida de sus iniquidades, según el cálculo de Dios, beberá finalmente de la copa de su ira sin mezcla de misericordia.

Cuando Cristo deje de interceder en el santuario, se derramará sin mezcla la ira de Dios de la que son amenazados los 686 que adoran a la bestia y a su imagen y reciben su marca. (Apocalipsis 14:9, 10).

Las plagas que cayeron sobre Egipto cuando Dios estaba por libertar a Israel fueron de índole análoga a los juicios más terribles y extensos que caerán sobre el mundo inmediatamente antes de la liberación final del pueblo de Dios.

En el Apocalipsis se lee lo siguiente con referencia a esas mismas plagas tan temibles: "Vino una plaga mala y dañosa sobre los hombres que tenían la señal de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen." El mar "se convirtió en sangre como de un muerto; y toda alma viviente fue muerta en el mar." También "los ríos; y . . ., las fuentes de las aguas, . . . se convirtieron en sangre." Por terribles que sean estos castigos, la justicia de Dios está plenamente vindicada. El ángel de Dios declara: "Justo eres tú, oh Señor, . . . porque has juzgado estas cosas: porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen." (Apocalipsis 16: 2-6.) Al condenar a muerte al pueblo de Dios, los que lo hicieron son tan culpables de su sangre como si la hubiesen derramado con sus propias manos. Del mismo modo Cristo declaró que los judíos de su tiempo eran culpables de toda la sangre de los santos varones que había sido derramada desde los días de Abel, pues estaban animados del mismo espíritu y estaban tratando de hacer lo mismo que los asesinos de los profetas.

En la plaga que sigue, se le da poder al sol para "quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el grande calor." (Apocalipsis 14: 8, 9.) Los profetas describen como sigue el estado de la tierra en tan terrible tiempo: "El campo fue destruído, enlutóse la tierra; . . . porque se perdió la mies del campo." "Secáronse todos los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los hombres." "El grano se pudrió debajo de sus terrones, los bastimentos fueron asolados." "¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! , . . Se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las 687 praderías del desierto." (Joel 1: 10, 11, 12, 17, 18, 20.) "Y los cantores del templo aullarán en aquel día, dice el Señor Jehová; muchos serán los cuerpos muertos; en todo lugar echados serán en silencio." (Amós 8: 3.)

Estas plagas no serán universales, pues de lo contrario los habitantes de la tierra serían enteramente destruídos. Sin embargo serán los azotes más terribles que hayan sufrido jamás los hombres. Todos los juicios que cayeron sobre los hombres antes del fin del tiempo de gracia fueron mitigados con misericordia. La sangre propiciatoria de Cristo impidió que el pecador recibiese el pleno castigo de su culpa; pero en el juicio final la ira de Dios se derramará sin mezcla de misericordia.

En aquel día, multitudes enteras invocarán la protección de la misericordia divina que por tanto tiempo despreciaran. "He aquí vienen días, dice el Señor Jehová, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar: desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán." (Amós 8: 11, 1 2.) CS/EGW/Capitulo 40 

Versículo 12. LA HISTORIA DE LAS NACIONES nos habla a nosotros hoy. Dios asignó a cada nación e individuo un lugar en su gran plan. Hoy los hombres y las naciones son probados por la plomada que está en la mano de Aquel que no comete error. Por su propia elección, cada uno decide su destino, y Dios lo rige todo para cumplir sus propósitos.

Al unir un eslabón con otro en la cadena de los acontecimientos, 394 desde la eternidad pasada a la eternidad futura, las profecías que el gran YO SOY dio en su Palabra nos dicen dónde estamos hoy en la procesión de los siglos y lo que puede esperarse en el tiempo futuro. Todo lo que la profecía predijo como habiendo de acontecer hasta el momento actual, se lee cumplido en las páginas de la historia, y podemos tener la seguridad de que todo lo que falta por cumplir se realizará en su orden.

Hoy las señales de los tiempos declaran que estamos en el umbral de acontecimientos grandes y solemnes. En nuestro mundo, todo está en agitación. Ante nuestros ojos se cumple la profecía por la cual el Salvador anunció los acontecimientos que habían de preceder su venida: "Y oiréis guerras, y rumores de guerras. . . . Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares." (Mat. 24: 6, 7.)

El momento actual es de interés abrumador para todos los que viven. Los gobernantes y los estadistas, los hombres que ocupan puestos de confianza y autoridad, los hombres y mujeres pensadores de todas las clases, tienen la atención fija en los acontecimientos que se producen en derredor nuestro. Observan las relaciones que existen entre las naciones. Observan la intensidad que se apodera de todo elemento terrenal, y reconocen que algo grande y decisivo está por acontecer, que el mundo se encuentra en víspera de una crisis espectacular.

La Biblia, y tan sólo la Biblia, presenta una visión correcta de estas cosas. En ella se revelan las grandes escenas finales de la historia de nuestro mundo, acontecimientos que ya se anuncian, y cuya aproximación hace temblar la tierra y desfallecer de temor los corazones de los hombres.

"He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda, y trastorna su haz, y hace esparcir sus moradores: . . . porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados." (Isa. 24: 1-6.) 395

"¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. . . . El grano se pudrió debajo de sus terrones, los bastimentos fueron asolados, los alfolíes destruídos; porque se secó el trigo. ¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! también fueron asolados los rebaños de las ovejas." "Secóse la vid, y pereció la higuera, el granado también, la palma, y el manzano; secáronse todos los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los hombres." (Joel 1: 15-18, 12.)

"Me duelen las telas de mi corazón: . . . no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra. Quebrantamiento sobre quebrantamiento es llamado; porque toda la tierra es destruída." (Jer. 4: 19, 20.) "¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él: tiempo de angustia para Jacob; mas de ella será librado." (Jer. 30: 7.) "Porque tú has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada (Sal. 91: 9, 10.)

"Hija de Sión, . . . te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos. Ahora empero se han juntado muchas gentes contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo sobre Sión. Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo." (Miq. 4: 10-12.) Dios no desamparará a su iglesia en la hora de su mayor peligro. Prometió librarla y declaró: "Yo hago tornar la cautividad de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia."  (Jer. 30: 18.) Entonces se habrá cumplido el propósito de Dios; los principios de su reino serán honrados por todos los que habiten debajo del sol. PR/EGW 396 Capitulo 43.

Versículos 12, 15-18. Pero el rey no reconoció el poder que lo había encumbrado.  Lleno de orgullo, dijo Nabucodonosor: "¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué 176 para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?". *Dan. 4:30.

En vez de ser protectora de los hombres.  Babilonia se convirtió en orgullosa y cruel opresora.  Las palabras de la Inspiración, que describen la crueldad y la voracidad de los gobernantes de Israel, revelan el secreto de la caída de Babilonia, y de la de muchos otros reinos que han caído desde que empezó el mundo: "Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas.  No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia". *Eze. 34:3,4.

El Atalaya divino pronunció contra el rey de Babilonia la sentencia: "¡A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti". *Dan. 4:31. ED/EGW

https://laeducacionmhp.blogspot.com/2018/12/05g-la-historia-y-la-profecia-la.html

*UNA ESCENA DE DESTRUCCIÓN. Estando en Nueva York en cierta ocasión, se me hizo contemplar una noche los edificios que, piso tras piso, se elevaban hacia el cielo.  Esos inmuebles que eran la gloria de sus propietarios y constructores eran garantizados incombustibles.  Se elevaban siempre más alto y los materiales más costosos entraban en su construcción.  Los propietarios no se preguntaban cómo podían glorificar mejor a Dios.  El Señor estaba ausente de sus pensamientos.

Yo pensaba: ¡Ojalá que las personas que emplean así sus riquezas pudiesen apreciar su proceder como Dios lo aprecia! Levantan edificios magníficos, pero el Soberano del universo sólo ve locura en sus planes e invenciones.  No se esfuerzan por glorificar a Dios con todas las facultades de su corazón y de su espíritu.  Se han olvidado de esto, que es el primer deber del hombre.

Mientras que esas altas construcciones se levantaban, sus propietarios se regocijaban con orgullo, por tener suficiente dinero para satisfacer sus ambiciones y excitar la envidia de sus vecinos.  Una gran parte del dinero así empleado había sido obtenido injustamente, explotando al pobre.  Olvidaban que en el cielo toda transacción comercial es anotada, que todo acto injusto y todo negocio fraudulento son registrados.  El tiempo vendrá cuando los hombres llegarán en el fraude y la insolencia a un punto que el Señor no les permitirá sobrepasar y entonces aprenderán que la paciencia de Jehová tiene límite.

La siguiente escena que pasó delante de mí fue una alarma 282 de incendio.  Los hombres miraban a esos altos edificios, reputados incombustibles, y decían: "Están perfectamente seguros." Pero esos edificios fueron consumidos como la pez (brea).  Las bombas contra incendio no pudieron impedir su destrucción.  Los bomberos no podían hacer funcionar sus máquinas.

Me fue dicho que cuando llegue el día del Señor, si no ocurre algún cambio en el corazón de ciertos hombres orgullosos y llenos de ambición, ellos comprobarán que la mano otrora poderosa para salvar, lo será igualmente para destruir.  Ninguna fuerza terrenal puede sujetar la mano de Dios.  No hay materiales capaces de preservar de la ruina a un edificio cuando llegue el tiempo fijado por Dios para castigar el desconocimiento de sus leyes y el egoísmo de los ambiciosos.

No se comprenden las causas. Raros son, aun entre los educadores y los gobernantes, quienes perciben las causas reales de la actual situación de la sociedad.  Aquellos que tienen en sus manos las riendas del poder son incapaces de resolver el problema de la Corrupción Moral, del pauperismo y el crimen que siempre aumentan.  En vano se esfuerzan por dar a los asuntos comerciales una base más segura.  Si los hombres quisieran prestar más atención a las enseñanzas de la Palabra de Dios, hallarían la solución de los problemas que los preocupan.

Las Escrituras describen la condición del mundo inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo.  He aquí lo que está escrito tocante a los hombres que acumulan con fraude sus grandes riquezas: "Vuestro oro y plata están corrompidos de orín; y su orín os será en testimonio, y comerá del todo vuestras carnes como fuego. Os habéis allegado tesoro para en los postreros días. 

He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; 283 habéis cebado vuestros corazones como en el día de sacrificios. Habéis condenado y muerto al justo; y él no os resiste." (Sant. 5: 3-6.)

Hay muchas advertencias Mas, ¿quién reconoce las advertencias dadas por las señales de los tiempos que se suceden con tanta rapidez? ¿Qué impresión hacen a los mundanos? ¿Qué cambio podemos ver en su actitud?  Su actitud no se diferencia de la de los antediluvianos.  Absortos en sus negocios y en los deleites mundanos, los contemporáneos de Noé "no conocieron hasta que vino el diluvio y llevó a todos." (Mat. 24: 39.)  Las advertencias celestiales les fueron dirigidas, pero rehusaron escuchar. Asimismo hoy el mundo, sin prestar atención alguna a las amonestaciones de Dios, se precipita hacia la ruina eterna.

Un espíritu belicoso agita al mundo. La profecía contenida en el undécimo capítulo del libro de Daniel, está casi completamente cumplida. Muy pronto se realizarán las escenas de angustia descritas por el profeta.

"He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda y trastorna su haz, y hace esparcir sus moradores. . . . Porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno.  Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados. . . . Cesó el regocijo de los panderos, acabóse el estruendo de los que se huelgan, paré la alegría del arpa." (Isa. 24: 1-8.)

El Día Del Señor Se Acerca. "¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. . . . El grano se pudrió debajo de sus terrones, los bastimentos fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo. ¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pasto! también fueron asolados los rebaños de las ovejas." "Secóse la vid, y pereció la higuera, el granado también, la palma, y el manzano; secáronse todos los árboles 284 del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los hombres." (Joel 1: 15-18, 12.)

"¡Mis entrañas, mis entrañas!  Me duelen las telas de mi corazón; . . . no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.  Quebrantamiento sobre quebrantamiento es llamado; porque toda la tierra es destruida." (Jer. 4: 19, 20.)

"Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y los cielos, y no había en ellos luz.  Miré los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos.  Miré, y he aquí el Carmelo desierto, y todas sus ciudades eran asoladas a la presencia de Jehová, a la presencia del furor de su ira." (Vers. 23-26.) "¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él: tiempo de angustia para Jacob; mas de ella será librado." (Jer. 30: 7.)

Una presentación fiel. No todo el mundo ha tomado posiciones con el enemigo y contra Dios.  No todos se han vuelto desleales.  Queda un remanente que permanece fiel a Dios; porque Juan escribe:  "Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús." (Apoc. 14: 12.)  Muy pronto una furiosa batalla contra los que sirven a Dios será entablada por aquellos que no le sirven.  Muy pronto todo lo que es susceptible de ser removido lo será, de modo que sólo lo inquebrantable subsista.

Satanás estudia la Biblia con cuidado.  Sabe que le queda poco tiempo y procura en todo punto contrarrestar la obra que el Señor está haciendo sobre esta tierra.  Es imposible dar una idea de lo que experimentará el pueblo de Dios que viva en la tierra cuando se combinen la manifestación de la gloria de Dios y la repetición de las persecuciones pasadas.  Andará en la luz que emana del trono de Dios.  Por medio de los ángeles, las comunicaciones entre el cielo y la tierra serán mantenidas 285 constantes.  Por su parte Satanás, rodeado de sus ángeles, y haciéndose pasar por Dios, hará toda clase de milagros a fin de seducir, si posible fuese, aun a los escogidos.  El pueblo de Dios no hallará seguridad en la realización de milagros, porque Satanás los imitará.  En esta dura prueba, el pueblo de Dios hallará su fortaleza en la señal mencionada en Ex. 31: 12-18.  Tendrá que afirmarse sobre la palabra viviente: "Escrito está." Es el único fundamento seguro.  Aquellos que hayan quebrantado su alianza con Dios estarán entonces sin Dios y sin esperanza. 3JT/EGW

*En visiones del gran día de juicio, los mensajeros inspirados de Jehová obtuvieron vislumbres de la consternación que sobrecogerá a los que no estén preparados para encontrarse con su Señor en paz."He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda, y trastorna su haz, y hace esparcir sus moradores. . . . Porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados. . . . Cesó el regocijo de los panderos, acabóse el estruendo de los que se huelgan, paró la alegría del arpa." (Isa. 24: 1-8.)

"¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. . . . El grano se pudrió debajo de sus terrones, los bastimentos fueron asolados, los alfolíes destruídos; porque se secó el trigo. ¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! también fueron asolados los rebaños de las ovejas." "Secóse la vid, y pereció la higuera, el granado también, la palma, y el manzano; secáronse todos los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los hombres." (Joel 1: 15-18,12.)

Al ver las desolaciones que ocurrirán durante las escenas finales de la historia de la tierra, Jeremías exclama: "Me duelen las telas de mi corazón: mi corazón ruge dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra. Quebrantamiento sobre quebrantamiento es llamado; porque toda la tierra es destruída." (Jer. 4: 19, 20.)

E Isaías declara acerca del día de la venganza de Dios: "La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo Jehová será ensalzado en aquel día. Y quitará totalmente los ídolos. . . . Aquel día arrojará el 537 hombre, a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase; y se entrarán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levantare para herir la tierra." (Isa. 2: 17-21.)

Acerca de aquellos tiempos de transición, cuando el orgullo del hombre será humillado, Jeremías testifica: "Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y los cielos, y no había en ellos luz. Miré los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruídos. Miré, y no parecía hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el Carmelo desierto, y todas sus ciudades eran asoladas." " ¡ Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él: tiempo de angustia para Jacob; mas de ella será librado." (Jer.4: 23-26;30: 7.) Capitulo 60

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Ministerio Hno. Pio


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