Jonás 1. Jonás,
es enviado a Nínive, pero huye a Tarsis (1-3). Y por la tempestad resultante (4-10).
Luego de argüir los hombres del barco, lo lanzan al mar y el mar se aquieta…
(11-16) luego es tragado por un pez grande que Dios, preparó de antemano (17).
* ENTRE Las Ciudades Del Mundo Antiguo, Mientras Israel Estaba Dividido, Una De Las Mayores Era Nínive, Capital Del Reino Asirio. Fundada En La Orilla Fértil Del Tigris, Poco Después De La Dispersión Iniciada En La Torre De Babel, Había Florecido A Través De Los Siglos, Hasta Llegar A Ser "Ciudad Sobremanera Grande, De Tres Días De Camino." (Jonás 3: 3).
En El Tiempo De Su Prosperidad Temporal Nínive Era Un Centro De Crímenes E Impiedad. La Inspiración La Ha Caracterizado Como "Ciudad De Sangres, . . . Llena De Mentira Y De Rapiña." (Nah. 3: 1). En Lenguaje Figurativo, El Profeta Nahum Comparó A Los Ninivitas Con Un León Cruel Y Devorador, Al Que Preguntó: "¿Sobre Quién No Pasó Continuamente Tu Malicia?" (Vers. 19).
A Pesar De Lo Impía Que Nínive Había Llegado A Ser, No Estaba Completamente Entregada Al Mal. El Que "Vió A Todos Los Hijos De Los Hombres" (Sal. 33: 13) Y Cuyos "Ojos Vieron Todo Lo Preciado" (Job 28: 10), Percibió Que En Aquella Ciudad Muchos Procuraban Algo Mejor Y Superior, Y Que Si Se Les Concedía Oportunidad De Conocer Al Dios Viviente, Renunciarían A Sus Malas Acciones Y Le Adorarían. De Manera Que En Su Sabiduría Dios Se Les Reveló En Forma Inequívoca, Para Inducirlos, Si Era Posible, A Arrepentirse. El Instrumento Escogido Para Esta Obra Fue El Profeta Jonás, Hijo De Amitai. El Señor Le Dijo: "Levántate, Y Ve A Nínive, Ciudad Grande, Y Pregona Contra Ella; Porque Su Maldad Ha Subido Delante De Mí." (Jon. 1: 1, 2.) PR/EGW198
1 Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: 2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. 3 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.
4 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave. 5 Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir. 6 Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.
7 Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. 8 Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres? 9 Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. 10 Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado.
11 Y le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el mar se iba embraveciendo más y más. 12 Él les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. 13 Y aquellos hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más contra ellos.
14 Entonces clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido. 15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor. 16 Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos.
17 Pero Jehová tenía preparado un gran pez
que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres
noches. (Jonás 1).
1. Jonás. En cuanto a la identidad de Jonás, ver la p. 1019.
Amitai. Este nombre se deriva del Heb. 'émeth, que significa
"fidelidad" o "verdad".
Se menciona a Amitai sólo aquí y en 2 Rey. 14: 25.
2. Ha subido. Esta expresión, o alguna similar a ella, se usa para
los pecados del mundo antediluviano (Gén. 6: 5, 11) y de los habitantes de Sodoma
y Gomorra (Gén. 18: 20-21). En ambos casos el tiempo de gracia estaba por
terminar. Quizá esto también sucedía en Nínive (ver com. Dan. 4: 17).
*Los ángeles guardianes que cada persona tiene,
tienen la labor de informar permanentemente de lo que sucede con cada vida… (Mt.
18:10). Y cuando la maldad es grande, Dios comisiona a un grupo de ángeles, o
baja en persona, para definir la vida de las personas, como el caso de los
antediluvianos y de los habitantes de Sodoma y sus alrededores. (Gen. 6:5; 19:1,12,13;
11:5-7). Pero en el caso de Nínive. Dios manda a Jonás. “Solo Dios sabe,
quienes aún están en la línea de la gracia de Dios” A pesar de la maldad de Nínive,
aun eran redimibles.
Su maldad. Nahúm llama a Nínive "ciudad sanguinaria, toda
llena de mentira y de rapiña" (Nah. 3: 1; cf. vers. 19). Sin embargo, la
ciudad no estaba desahuciada. "No estaba completamente entregada al
mal" (PR 198).
Delante de mí. Cf. Gén. 18: 20-21. Dios lleva cuentas con las
naciones. Cada una tiene su período de
prueba. Dios procura obtener la
obediencia de todos los hombres y de conseguir la cooperación de las naciones para
llevar a cabo el programa divino.
3. Se levantó. Jonás no se levantó para obedecer a Dios sino para
desobedecerle. Como el joven rico, no estaba dispuesto a someter su voluntad a
la de Dios (Mat. 19: 21-22). Como
"muchos" de los "discípulos" del Señor, Jonás halló que la
orden de Dios era demasiado "dura" para ser cumplida, y por eso -como
ellos- creyó que por lo menos en ese caso no caminaría "con él" (Juan
6: 60, 66). El profeta no comprendió que cuando Dios coloca una misión sobre
los hombres para que la cumplan de acuerdo con la voluntad divina, los fortalece
para que la lleven. Con cada orden divina viene el poder para cumplirla. El profeta
cometió el error de no poner "primeramente el reino de Dios y su
justicia" (Mat. 6: 33). Debido a
que le desagradaba la misión que le había sido dada, estuvo dispuesto a separarse
del servicio de Dios hasta el punto de que -si no hubiese sido porque intervino
la gracia de Dios- podría haber perdido su alma.
*Es cierto que Dios ayuda a cumplir nuestra misión en todo momento. Pero
el caso de Jonás es comprensible hasta cierto punto. Porque la maldad de Nínive
no solo era la vida que llevaban. También era lo que hacían con sus enemigos
vencidos. Eran crueles. Se dice: que los despellejaban vivos y luego le echaban
miel, y lo lanzaban en un nido de hormigas. Esta era una de las formas, en que éste
pueblo malvado hacía con los vencidos.
¿Y ante esa perspectiva, vamos comprendiendo al profeta? Pero la misión
está por encima de cualquier sentimiento nacionalista o personal. ¿Verdad? Claro
que sí. Porque Dios, es Dios de Todos. Aunque sea por creación. Pero Dios, va más
allá; quería serlo también por redención. Pero Jonás huye.
De la presencia del Señor. Literalmente, "de delante del rostro de
Jehová". “Cuando estamos absortos en
nuestros ideales, podemos llegar a creer que podemos huir de Dios” pero eso es
imposible. (Amos 9:2-4); Porque Dios lo ve todo... (Job 34:21; 31:4; Mt. 10:30).
¡Es Una Empresa imposible! (Sal. 139: 7-12).
Tarsis. Generalmente se acepta que Tarsis era la clásica
Tartesos, en la costa sur de España. Era
proverbial por su riqueza y mantenía un activo comercio con la ciudad fenicia
de Tiro y con otros países, a los que exportaba plata, hierro, estaño y plomo
(Eze. 27: 12). En ese distante y activo
lugar Jonás esperaba huir de su deber y acallar la voz de su conciencia.
A Jope. El actual puerto marítimo de Jaffa, a unos 54 km al
noroeste de Jerusalén, y una de las ciudades más antiguas del mundo. Era el
único puerto de alguna importancia que pertenecía a los judíos. Por Jope se
trajo a Jerusalén la madera para la construcción del templo de Salomón (2 Crón.
2: 16) y también para su restauración (Esd. 3: 7).
*Es posible argüir, que Jonás, estaba influenciado, por la corriente de la época, como pensaban los pueblos paganos. Que cada pueblo tenía un dios local, y que solo estaban circunscritos a la misma. Es la única forma de comprenderlo.
Porque todo aquel, que conoce al Dios vivo, sin influencias mundanas. Está seguro y firme. ¡Que es imposible huir de él!
4. Un gran viento. El Señor no abandonó a Jonás, aunque el profeta
trataba de huir de él. "Mediante una serie de pruebas y providencias
extrañas" procuró que hubiera un cambio en la voluntad de Jonás y en su
conducta (ver PR 198-199).
Es de hacer
notar los instrumentos sencillos y naturales mediante los cuales Dios realizó
su voluntad: viento (cap. 1: 4), un gran pez (cap. 1: 17), un dolor (cap. 2:
10), una calabacera (cap. 4: 6), un gusano (cap. 4: 7), viento y sol (cap. 4:
8).
Que se partía. La sentencia podría traducirse, "y el barco
pensó romperse". Si se acepta esta traducción, hay una vívida figura de
personificación.
5. A su dios. No se especifican la nacionalidad ni la religión de los marineros. Probablemente algunos eran fenicios, otros tal vez de diversas naciones, lo que representaría una variedad de religiones. *Cada pueblo, tenía sus dioses locales.
Enseres. Heb. keli,
"utensilio", "receptáculo", "equipo". No es seguro si tanto la carga como los avíos
de la nave fueron tirados por la borda.
Interior. "Fondo" (BJ). Heb. yarkah, "el lado
de atrás". Con frecuencia se usa en el sentido de la parte más remota.
Se había echado a dormir. "Dormía profundamente" (BJ). Heb. radam, "roncar", "estar entregado a un sueño profundo". No se da el origen del profundo sueño de
Jonás.
6. Patrón de la nave. Literalmente, "marinero principal". La
palabra para "marinero" proviene de una raíz que significa
"atar", de la cual se deriva el sustantivo "cuerda". Aunque
no se dice, se da por sentado que Jonás respondió al pedido.
7. Echemos suertes. Los marineros pensaron que alguien había provocado
la ira de los dioses. El Señor intervino en el método para determinar quién era
el culpable, de modo que "la suerte cayó sobre Jonás".
Acerca de la
pregunta de si es correcto o no echar suertes, ver com. Eze. 21: 21.
8. Decláranos. Esta serie de cortas preguntas pinta un vívido
cuadro de la excitación que había a bordo de ese maltrecho barco.
9. Hebreo. Nombre con el cual con frecuencia eran designados
los israelitas por los que no pertenecían a su raza (Gén. 39: 14; 40: 15; 41:
12; Exo. 1: 16; 2: 7; 3: 18; 1 Sam. 4: 6). En cuanto al origen del nombre, ver
com. Gén. 14: 13.
Jehová. "Yahveh" (BJ). Nombre personal de Dios
(ver t. I, pp. 180-181). Los términos "Dios" (Heb. 'Elohim) y "Señor" (Heb. 'Adonai)
son nombres generales que designan la deidad. La palabra 'elohim se usa con
frecuencia para los dioses falsos (Exo. 18: 11; etc.). De modo que el nombre
Yahweh designa específicamente al Dios verdadero.
Dios de los cielos. Cf. Gén. 24:
7; Dan. 2: 37, 44.
Que hizo. Una de las características distintivas, presentada para
mostrar la superioridad del Dios verdadero (Jer. 10: 10-12).
No sabemos si
los marineros estaban familiarizados con el poder del Dios de Jonás mediante un
conocimiento previo de él (ver Exo. 15: 13-16; Jos. 5: 1; 1 Sam. 4: 5-9). Pero en esas circunstancias estando
amenazados por una muerte inminente y, sin duda, interpretando el carácter de
Jehová de acuerdo con sus conceptos paganos, quedaron aterrorizados.
10. ¿Por qué has hecho esto? Es más, una exclamación que una pregunta.
11. ¿Qué haremos? Creían que quizá Jonás era el único que conocía a
Jehová y que sabía cuál era el medio para expiar su pecado.
El mar se iba embraveciendo. "Seguía encrespándose" (BJ). La forma
idiomática hebrea aquí empleada muestra que estaba aumentando el furor de la
tempestad.
12. Echadme. No es claro si Jonás habla aquí por inspiración
divina. Sea como fuere, su proceder fue varonil. Prefirió no arrastrar a otros en su
desgracia. Aunque Jonás carecía
absolutamente de valor moral (vers. 2-3), no le faltaba valor físico.
13. Aquellos hombres trabajaron. "Se pusieron a remar con ánimo"(BJ). Quizá había alguna duda de que el Dios de
Jonás requiriera una medida tan extrema.
A tierra. En los viajes por mar, los antiguos tenían la
costumbre de navegar a lo largo de la línea de la costa, de modo que el barco
no estaba lejos de la tierra.
14. Te rogamos. Los marineros temían ofender más a Jehová haciendo morir
a uno de sus adoradores. Sus oraciones fueron dirigidas a Jehová y no a sus
dioses. “Gentes que tenían claro el
valor de la vida humana”. Eran gentes de bien.
15. El mar se aquietó. Cf. Mat. 8: 26.
La calma vino súbitamente, por lo cual los navegantes reconocieron que
era un acto de intervención divina.
16. Temieron... a Jehová. Tan manifiesto fue el poder de Jehová sobre la
naturaleza en este episodio y tan notable había sido el cumplimiento de las
palabras de Jonás (vers. 12), que no es de admirarse que los marineros
reaccionaran de esa forma.
Ofrecieron sacrificio. Los hombres hicieron lo que, en su limitado
conocimiento, pensaron que era lo más apropiado.
E hicieron votos. Por medio de una tragedia, esas gentes conocieron
al Dios vivo y verdadero. porque fue el único que los había escuchado y
salvado. Jonás huyó de su Misión, pero la misión no le dejó.
Por instrumentos y medios que solo sabe
el Señor en sus designios, cumple sus objetivos. Gracias a la presencia de Jonás
en el barco y su lanzamiento al mar... Estas personas conocieran al Señor. de
otro modo, nunca habría hecho.
17. Tenía preparado. Heb. manah, "señalar". La palabra se ha
traducido "señaló" en Dan. 1: 5, 10.
Un gran pez. El relato no dice si el pez fue creado para esa
ocasión o si el Señor empleó una variedad que ya existía, que era capaz de
tragarse a un hombre. Son vanas las especulaciones en cuanto a este punto, pues
no se identifica la clase de pez. En hebreo se usa el término genérico para
"pez". Al hacer referencia a este caso en el NT, en Mat. 12: 40, se
designa al pez con el Gr. k'tos, que tan sólo denota un "monstruo
marino", y que se ha traducido como "ballena" (RVA), "gran
pez" (BJ). La LXX dice k'tos en Jon. 1:17.
*Dios, es un Dios omnipotente. Y no tiene límites su poder y acción.
Dios preparó el pez... ¡Lo creo!
Tres días y tres noches. El lapso implicado en esta expresión ha sido muy
debatido porque Jesús declaró: "Porque como estuvo Jonás en el vientre del
gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón
de la tierra tres días y tres noches" (Mat. 12: 40). Puede demostrarse fácilmente que de acuerdo
con la modalidad hebrea la expresión no significa necesariamente tres 1024 días
completos de 24 horas cada uno, lo que da en total 72 horas. Para un estudio de este problema, ver
com. Mat. 12: 40.
En hebreo, en
la LXX y en la BJ el vers. 17 es el primer versículo del cap. 2.
NOTA ADICIONAL DEL CAPÍTULO 1.
Nínive, la
asiria Ninua, fue una de las más antiguas ciudades asirias. Según el relato bíblico fue fundada por
Nimrod (ver com. Gén. 10: 11). La evidencia arqueológica también atestigua de su
gran antigüedad. En su historia de
muchos siglos, Nínive fue varias veces la capital del reino asirio. Alcanzó su máxima importancia durante el
período imperial, entre los siglos IX a VII a. C., especialmente durante el
reinado de Senaquerib, que la convirtió en la ciudad más gloriosa de su
tiempo. Por las descripciones que hace
Senaquerib de su trazado general y de los palacios de la ciudad, se dispone de
un claro cuadro de la antigua metrópoli.
Desde 612 a. C., cuando los babilonios y los medos destruyeron
completamente a Nínive, la ciudad ha yacido en ruinas. Aun su ubicación fue olvidada hasta que fue
descubierta de nuevo a mediados del siglo XIX (ver t. I, pp. 116-117).
Nínive estaba
en la margen oriental del río Tigris frente a la actual ciudad de Mosul. Antiguamente el río corría a lo largo del
muro occidental de la ciudad y así formaba una protección adicional por ese
lado. Desde entonces ha cambiado su
curso, y ahora corre a unos 1.200 m al oeste de su antiguo lecho.
Dos
montículos de ruinas dentro de la zona de Nínive cubren los palacios
principales y templos de la antigua ciudad.
Uno de ellos es Nebi Yunus, bajo el cual está enterrado el palacio de
Esar-hadón. El otro montículo, Kuyunyik,
contiene las ruinas de los palacios de Senaquerib y Asurbanipal. Nebi Yunus apenas ha sido tocado por la
pala. Hay en este sitio una aldea así
como la tumba tradicional musulmana del profeta Jonás, lo que hace imposible
que los arqueólogos perturben este montículo.
Por otra parte, varias expediciones han trabajado en Kuyunyik. Botta comenzó el trabajo en este montículo en
1840. Desde entonces se han desenterrado
partes de los palacios de Senaquerib y de Asurbanipal. Layard y Rassam encontraron en el palacio de
Asurbanipal una biblioteca real de unas 20.000 tablillas que ahora es uno de
los principales tesoros del Museo Británico. Esos textos han proporcionado
valiosa información concerniente a la historia, la cultura y la religión de los
pueblos antiguos de la Mesopotamia.
El tamaño de
la antigua Nínive se puede establecer con bastante exactitud debido a que las
murallas de la ciudad todavía son claramente visibles aun en su estado
ruinoso. Esas murallas se pueden ver
desde una gran distancia en forma de montículos extendidos, interrumpidas por
brechas donde estaban las puertas. Su perímetro
alcanza a unos 12 km, y tiene una superficie de 663 hectáreas, que en el mapa
aparece como un rectángulo irregular y alargado (ver p. 1026).
Un prisma
octagonal de arcilla, de Senaquerib, que describe las construcciones del rey,
nombra 15 puertas de la ciudad, de las cuales 7 estaban en las murallas del sur
y del este, 3 en la muralla del norte y 5 en la del oeste. Durante sus excavaciones, Henry Layard
encontró una de las puertas del norte relativamente bien conservada. A cada lado de la puerta había enormes toros
que él dejó en su posición original. Los
visitantes todavía pueden verlos allí.
Dos montículos en la muralla, encima de dos atalayas, alcanzan una
altura de unos 20 m. La muralla del este, ligeramente curva, tenía unos 5 km de
longitud, la del oeste 4 km, la del norte 2 km y la del sur casi 1 km. De acuerdo con la descripción de Senaquerib,
la muralla tenía unos 12 m de espesor y unos 20 m de altura. Desde el este, Nínive no sólo estaba
protegida por sus murallas sino además por varios terraplenes paralelos, cuyos
restos son todavía visibles.
Algunos
calculan que la población total de la ciudad amurallada podría estimarse en
160.000. No se sabe cuánta gente vivía fuera de la ciudad. Muchos comentadores han interpretado la
referencia de Jon. 4:11 a las 120.000 personas que no podían discernir entre su
mano derecha y su izquierda como que sólo se aplica a niños pequeños. Por lo tanto, han calculado que la población
total de Nínive debe haber estado entre 600.000 y 2.000.000 de habitantes. Puesto que una población tan grande no podía
haber vivido dentro de Nínive, han pensado que ciudades 1025 como la ciudad de
Sargón", ahora Jorsabad, a unos 20 km al noreste de Nínive, y Cala, ahora
llamada Nimrud, en la confluencia del gran Zab y el Tigris a unos 30 km al sur
de Nínive, estaban incluidas en la Nínive de Jonás. Sin embargo, esas ciudades, aunque
pertenecían a Asiria, eran unidades separadas con sus propios muros protectores
y su administración, y nunca se incluyen en Nínive en los antiguos registros
históricos.
Por lo tanto,
algunos comentadores modernos, que creen que las "ciento veinte mil
personas" (cap. 4: 11) sólo se refieren a los niños, y que el autor de
este libro las ubica en la Nínive propiamente dicha, afirman que el libro es
ficticio. Considerando el tamaño real de
la ciudad, sería mejor interpretar que el cap. 4: 11 se refiere a personas que
no podían distinguir entre el bien y el mal (ver allí el comentario). Si
120.000 fuera aproximadamente la población total de la ciudad propiamente
dicha, ésa sería una cifra razonable pues la moderna Mosul -que sólo es un poco
más grande- tiene más del doble de esa población.
La
declaración de que "era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de
camino" (cap. 3: 3) quizá significa que un hombre hubiera necesitado tres
días para recorrer todo su territorio recorriendo sus calles si quería alcanzar
a toda la población que vivía dentro de sus murallas.
También la
declaración de que "comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un
día, y predicaba" (cap. 3: 4) difícilmente puede significar que caminó
durante todo un día hasta que llegó a un lugar en la ciudad donde comenzó su
obra de amonestación. Este texto puede
entenderse como que se refiere al comienzo de la obra de Jonás y a la
proclamación de su mensaje durante el primer día con el resultado de que
"los hombres de Nínive creyeron a Dios" (cap. 3: 5).
Debiera
además recordarse que para un israelita palestino, Nínive era una ciudad que no
podía compararse en tamaño con ninguna otra ciudad del Asia occidental conocida
por él. Samaria, la capital del reino de
Israel, tan sólo abarcaba unas 8 hectáreas, y ninguna otra ciudad de Palestina
era más grande, con la excepción de Jerusalén (ver la Nota Adicional de Neh.
3). Para la gente que venía de ese país,
Nínive, con sus 660 hectáreas, era "una ciudad grande en extremo".
(4CBA)
COMENTARIOS DE (EGW).
*EL HECHO de
que somos llamados a soportar pruebas demuestra que el Señor Jesús ve en
nosotros algo precioso que quiere desarrollar. Si no viera en nosotros nada con que
glorificar su nombre, no perdería tiempo en refinarnos. No echa piedras inútiles en su hornillo. Lo que él refina es mineral 374 precioso. El herrero coloca el hierro y el acero en el
fuego para saber de qué clase son. El
Señor permite que sus escogidos pasen por el horno de la aflicción para probar
su carácter y saber si pueden ser amoldados para su obra.
El alfarero toma arcilla, y la modela según su voluntad. La amasa y la trabaja. La despedaza y la vuelve a amasar. La humedece, y luego la seca. La deja después descansar por algún tiempo sin tocarla. Cuando ya está bien maleable, reanuda su trabajo para hacer de ella una vasija. Le da forma, la compone y la alisa en el torno. La pone a secar al sol y la cuece en el horno. Así llega a ser una vasija útil. Así también el gran Artífice desea amoldarnos y formarnos. Y así como la arcilla está en manos del alfarero, nosotros también estamos en las manos divinas. No debemos intentar hacer la obra del alfarero. Sólo nos corresponde someternos a que el divino Artífice nos forme. "Carísimos, no os maravilléis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese; antes bien gozaos en que sois participantes de las aflicciones de Cristo; para que también en la revelación de su gloria os gocéis en triunfo." (1 S. Pedro 4:12, 13.)
En la plena luz del día, y al oír
la música de otras voces, el pájaro enjaulado no cantará lo que su amo procure
enseñarle. Aprende un poquito de esto,
un trino de aquello, pero nunca una melodía entera y definida. Cubre el amo la jaula, y la pone donde el
pájaro no oiga más que el canto que ha de aprender. En la obscuridad lo ensaya y vuelve a ensayar
hasta que lo sabe, y prorrumpe en perfecta melodía. Después el pájaro es sacado de la obscuridad,
y en lo sucesivo cantará aquel mismo canto en plena luz. Así trata Dios a sus hijos. Tiene un canto que enseñarnos, y cuando lo
hayamos aprendido entre las sombras de la aflicción, podremos cantarlo
perpetuamente. 375
Muchos están descontentos de su vocación. Tal vez no congenien con lo que los rodea. Puede ser que algún trabajo vulgar consuma su tiempo mientras se creen capaces de más altas responsabilidades; muchas veces les parece que sus esfuerzos no son apreciados o que son estériles e incierto su porvenir. Recordemos que aun cuando el trabajo que nos toque hacer no sea tal vez el de nuestra elección, debemos aceptarlo como escogido por Dios para nosotros. Gústenos o no, hemos de cumplir el deber que más a mano tenemos. "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia ni sabiduría." (Eclesiastés 9:10.)
Si el Señor desea que llevemos un mensaje a Nínive, no le agradará que vayamos a Joppe o a Capernaúm. Razones tiene para enviarnos al punto hacia donde han sido encaminados nuestros pies. Allí mismo puede estar alguien que necesite la ayuda que podemos darle. El que mandó a Felipe al eunuco etíope; que envió a Pedro al centurión romano; y la pequeña israelita en auxilio de Naamán, el capitán sirio, también envía hoy, como representantes suyos, a hombres, mujeres y jóvenes, para que vayan a los que necesitan ayuda y dirección divinas.
LOS PLANES DE DIOS SON LOS MEJORES. Nuestros planes no son siempre los de Dios. Puede suceder que él vea que lo mejor para nosotros y para su causa consiste en desechar nuestras mejores intenciones, como en el caso de David. Pero podemos estar seguros de que bendecirá y empleará en el adelanto de su causa a quienes se dediquen sinceramente, con todo lo que tienen, a la gloria de Dios. Si él ve que es mejor no acceder a los deseos de sus siervos, compensará su negativa concediéndoles señales de su amor y encomendándoles otro servicio.
En su amante cuidado e interés
por nosotros, muchas veces 376 Aquel que nos comprende mejor de lo que nos
comprendemos a nosotros mismos, se niega a permitirnos que procuremos con
egoísmo la satisfacción de nuestra ambición. No permite que pasemos por alto los deberes
sencillos pero sagrados que tenemos más a mano.
Muchas veces estos deberes entraban la verdadera preparación
indispensable para una obra superior.
Muchas veces nuestros planes fracasan para que los de Dios respecto a
nosotros tengan éxito.
Nunca se nos exige que hagamos un
verdadero sacrificio por Dios. Nos pide
él que le cedamos muchas cosas; pero al hacerlo no nos despojamos más que de lo
que nos impide avanzar hacia el cielo.
Aun cuando nos invita a renunciar a cosas que en sí mismas son buenas,
podemos estar seguros de que Dios nos prepara algún bien superior.
En la vida futura, se aclararán
los misterios que aquí nos han preocupado y chasqueado. Veremos que las oraciones que nos parecían
desatendidas y las esperanzas defraudadas figuraron entre nuestras mayores
bendiciones.
Debemos considerar todo deber,
por muy humilde que sea, como sagrado por ser parte del servicio de Dios. Nuestra oración cotidiana debería ser:
"Señor, ayúdame a hacer lo mejor que pueda. Enséñame a hacer mejor mi trabajo. Dame energía y alegría. Ayúdame a compartir en mi servicio el amante
ministerio del Salvador." MC/EGW
https://elaguila3008c.blogspot.com/2020/05/40-ayuda-en-la-vida-cotidiana-egwmc.html
* A pesar de lo impía que Nínive había
llegado a ser, no estaba completamente entregada al mal. El que "vió a todos los hijos de los hombres"
(Sal. 33: 13) y cuyos "ojos vieron todo lo preciado" (Job 28: 10),
percibió que en aquella ciudad muchos procuraban algo mejor y superior, y que
si se les concedía oportunidad de conocer al Dios viviente, renunciarían a sus
malas acciones y le adorarían. De manera que en su sabiduría Dios se les reveló
en forma inequívoca, para inducirlos, si era posible, a arrepentirse. El
instrumento escogido para esta obra fue el profeta Jonás, hijo de Amitai. El
Señor le dijo: "Levántate, y ve a Nínive, ciudad grande, y pregona contra
ella; porque su maldad ha subido delante de mí." (Jon. 1: 1, 2).
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/12/pr-capitulo-22-ninive-ciudad.html
Ministerio Hno. Pio
Excelente comentario! Ha sido de gran ayuda.
ResponderEliminar