Amos 3. La certidumbre de los mensajes
del profeta. La necesidad
del juicio de Dios contra Israel. (1-8). El castigo es inevitable porque
Israel no se arrepiente. Su
publicación y las causas de eso. (9-15).
Oíd esta palabra. Esta frase aparece en el comienzo de los cap. 3, 4 y 5. En estos capítulos hay claros mensajes que señalan con precisión los pecados de Israel, y anuncian que se acercan los castigos de Dios debido a esos pecados. En éste, el primero de los tres mensajes, Dios denuncia por sus crímenes a Israel ante el tribunal de la justicia divina, y pone de manifiesto que hay un alejamiento entre él y su pueblo (vers 3, 10). En el vers. 3 se halla la nota tónica de este mensaje.
1 OÍD esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: 2 A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades. 3 ¿Andarán dos juntos, si no estuvieron de acuerdo? 4 ¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Dará el leoncillo su rugido desde su guarida, si no apresare?
5 ¿Caerá el ave en lazo sobre la tierra, sin haber cazador? ¿Se levantará el lazo de la tierra, si no ha atrapado algo? 6 ¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? 7 Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. 8 Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?
9 Proclamad en los palacios de Asdod, y en los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y ved las muchas opresiones en medio de ella, y las violencias cometidas en su medio. 10 No saben hacer lo recto, dice Jehová, atesorando rapiña y despojo en sus palacios. 11 Por tanto, Jehová el Señor ha dicho así: Un enemigo vendrá por todos lados de la tierra, y derribará tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados.
12 Así ha dicho Jehová: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas, o la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel que moran en Samaria en el rincón de una cama, y al lado de un lecho. 13 Oíd y testificad contra la casa de Jacob, ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: 14 Que el día que castigue las rebeliones de Israel, castigaré también los altares de Bet-el; y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra. 15 Y heriré la casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán arruinadas, dice Jehová. (Amos 3).
1. Oíd esta palabra. Esta frase aparece en el comienzo de los cap. 3, 4 y
5. En estos capítulos hay claros mensajes que señalan con precisión los pecados
de Israel, y anuncian que se acercan los castigos de Dios debido a esos
pecados. En éste, el primero de los tres mensajes, Dios denuncia por sus crímenes
a Israel ante el tribunal de la justicia divina, y pone de manifiesto que hay
un alejamiento entre él y su pueblo (vers 3, 10). En el vers. 3 se halla la
nota tónica de este mensaje.
Toda la familia. Esta declaración indica que la exhortación divina es
para todas las doce tribus a quienes el Señor manifestó su gran favor
sacándolas de "la tierra de Egipto" (cap. 2:10). Sin embargo, la
acusación siguiente se dirige específicamente al reino del norte.
2. Vosotros solamente. La relación especial de Dios con los hijos de Israel
descuella frecuentemente en las Escrituras (Deut. 4: 7, 20; 14: 2; 2 Sam. 7:
23; 1 Crón. 17: 21; Rom. 9: 4-5). Cuando la nación de Israel rehusó vivir en
armonía con sus privilegios y no aceptó sus responsabilidades, esa envidiable
posición le fue quitada y fue dada a la familia espiritual de Dios en la
tierra: la iglesia cristiana (ver pp. 37- 38).
https://elaguila3008.blogspot.com/2020/08/el-papel-de-israel-en-la-profecia-del.html
Llegamos
a pertenecer a la familia de Dios (Gál. 3:26, 29) mediante nuestro nacimiento
espiritual por la fe en Cristo como nuestro Salvador (Juan 1:12-13; 3:3;
2 Ped. 1:4). Esto nos hace "hijos de Dios" (1 Juan 3: 1) y, por lo
tanto, "coherederos con Cristo" (Rom. 8:17) y recipientes de la
gracia y de todos los privilegios de la familia (Gál. 4:6-7).
Castigaré. Debido a sus excelsos privilegios y a la abundancia
de luz que Dios había permitido que brillara sobre el sendero de los
israelitas, él los castigaría en forma
ejemplar por sus iniquidades. Mientras más claramente conozcamos nuestra
vinculación espiritual con Dios, tanto más culpables seremos por rechazar al
Señor y mereceremos más las consecuencias de ese proceder. No se debe abusar de los grandes privilegios, para que no caigan sobre
nosotros grandes castigos (Luc. 12:
47-48). Todavía permanece el amor de
Dios para nosotros, lo cual lo mueve a buscar otro camino, si bien es un camino
"extraño": un castigo; pero con la esperanza de causar en nosotros
una corrección moral y espiritual (Isa. 28: 21).
Todas vuestras maldades. La apostasía fue el principal pecado del reino del norte de Israel (cap. 3: 14; 4: 4; 5: 4-5). Sin embargo, debe notarse en este capítulo que los pecados que especialmente Provocaron el reproche divino y atrajeron el castigo fueron una grave corrupción moral, codicia y disipación, que a su vez produjeron un abierto desprecio de los sencillos deberes que tenemos para con nuestros prójimos y una violenta opresión contra los pobres.
Este último mal causó, repetidas veces,
una tajante censura (2: 6-7; 4:1; 5:11-12; 8:5-6). Amós condena vigorosamente
a los grandes y a los ricos por el descuido y el mal uso de su riqueza e
influencia, bendiciones que deberían haber sido usadas para remediar esa
corrupción y pobreza.
3. ¿Andarán dos? Ver com. cap. 2: 4. Esta pregunta hace resonar la
nota dominante del primero de los tres mensajes (ver com. cap. 3: 1).
Estuvieren de acuerdo. O "tienen una cita". Así como dos personas
no caminan juntas a menos que tengan un propósito común en vista, así también
el Señor indica que la relación especial que él había mantenido con Israel
(vers. 2) no podría continuar mientras Israel se aferrara de sus iniquidades.
Es muy expresiva la traducción de la LXX: "¿Caminarán dos juntos en
absoluto si no se conocen?" Caminar "juntos" con Dios no
significa algo ocasional, sino un hábito continuo que brota de una relación
establecida. Significa un compañerismo basado en una mutua armonía de mente y
espíritu. Para que dos personas caminen "juntas" deben marchar en
la misma dirección.
4. ¿Rugirá el león? El profeta presenta algunas comparaciones antes de pronunciar juicio sobre su pueblo. Mediante estas comparaciones demuestra la verdad de que todo efecto tiene una determinada causa, así como cada causa produce un efecto bien definido. Generalmente los rugidos del león alcanzan su máxima ferocidad cuando está por saltar sobre su presa.
Cuando Dios
emite su voz por medio del profeta, el pueblo también debe estar seguro de que
eso significa que Dios está por castigar a su pueblo (cf. cap. 1: 2; 3: 8).
5. ¿Caerá el ave? Así como un ave no puede ser capturada a menos que
se le prepare una trampa, así también cuando un pecador prepara para sí mismo
una trampa de iniquidad no puede escapar a sus resultados punitivos (Sal. 7:
15-16; 9: 15; 40: 12; Prov. 5: 22).
Lazo. "Una trampa para aves". Quizá era una red
que tenía un palo a manera de resorte, el cual arrastraba una parte de la red
cuando era tocado, envolviendo y capturando al ave.
Si no ha atrapado algo. Así como una trampa no saltará o funcionará si no ha
capturado algo, así también el profeta no anunciaría la llegada de la
retribución divina si los pecadores no la merecieran.
6. Trompeta. Heb. shofar, "cuerno de carnero" usado
especialmente para transmitir señales (ver t. II, p. 41). El súbito sonido de
una trompeta causaba temor entre los habitantes de las ciudades; y así también
causaría alarma el mensaje de Amós (cf. Eze. 33: 2-5).
Mal. Aquí indica calamidad, aflicción, castigo (ver com.
Isa. 45: 7; 63: 17). La inminente ruina de Israel y la caída de Samaria, su
ciudad capital, se presentan como que fueran causadas por el Señor, pues el
enemigo que se aproximaba era el instrumento del cielo (Isa. 10: 5; ver PR 216-
217). Una característica de la Biblia es la de atribuir directa e
inmediatamente a Dios la acción y operación de los acontecimientos provocados
en tales crisis (1 Sam. 18: 10; 1 Rey. 22: 19-23; Job 1: 6-12; Isa. 45: 7; ver
com. 2 Crón. 18: 18).
7. No hará nada Jehová el Señor. Sobrevendrían todos los castigos con que el Señor amenazaba a Israel; pero no sin que antes el Señor amonestara al pueblo mediante los profetas (ver Juan 13: 19; 14: 29). La misericordia de Dios se manifiesta en que no trae sus castigos sobre los hombres sin que primero los amoneste por medio de sus profetas. Predice el mal que vendrá, pero con la esperanza de no verse forzado a infligirle.
Antes
de que el Señor azotara a Egipto con sus plagas, amonestó a Faraón mediante
Moisés. Antes de que los romanos destruyeran a Jerusalén, Jesús predijo la
destrucción de la ciudad. Así también en nuestros días, antes de la destrucción
del mundo causada por la segunda venida de Cristo, Dios nos ha instruido
ampliamente por medio de las profecías de su Palabra (ver CS 652, 656; 7T 14).
A
pesar de que Israel había ordenado a los profetas: "No profeticéis"
(Amós 2: 12), Dios proclama que continuaría revelando su voluntad a sus
mensajeros elegidos.
Sus siervos. El alto honor que Dios confiere a los profetas se
manifiesta por el hecho de que no sólo son "sus siervos" sino sus
confidentes, en quienes deposita su propio consejo.
8. ¿Quién no profetizará? Así como el rugido de un león atemoriza a hombres y
bestias, así también el mensaje divino produce su efecto sobre el profeta, y él
no puede dejar de hablar (ver Jer. 1: 7; 20: 9; Hech. 4: 19- 20; 1 Cor. 9: 16).
9. Proclamad. O, "pregonad" (BJ). Amós convoca a los
paganos para que observen las iniquidades de Israel; y destaca especialmente a
los moradores de "los palacios" o "fortalezas" de Filistea
(representados por Asdod) y de Egipto, cuya ayuda buscaba Israel (Ose. 7: 11;
12: 1). En vez de "Asdod", la LXX dice "los asirios", y la
BJ, "Asur".
Reuníos. Samaria, la capital de Israel, estaba construida en
una colina que se encontraba aislada en un valle, rodeado de montañas; por esto
el profeta en sentido figurado exhorta a los espectadores para que se reúnan a
observar las "violencias" y las "opresiones" que se
practican en la ciudad. En vez de las "muchas opresiones", la LXX
traduce "muchas cosas admirables", lo cual implica que lo que se
hacía en Samaria era una gran sorpresa aun para los paganos.
10. No saben. El pueblo de Samaria, y así también todo Israel,
había abandonado la justicia, la base misma de la sociedad (Isa. 59: 9, 12-15;
Jer. 4: 22). Es característico de la ceguera moral y espiritual causada por el
pecado, que el pecador no sólo no haga lo bueno sino que, al final, parece
incapacitado para percibirlo. Compárese con Ose. 4: 6.
11. Un enemigo. Quizá el rey asirio Salmanasar que en más de una
ocasión atacó a Israel y sitió a Samaria (2 Rey. 17: 3-6; 18: 9-12), o Sargón,
su sucesor, que declaró haber tomado la ciudad y llevado cautivos a sus
habitantes (ver t. II, pp. 64, 87).
12. De la manera que el pastor. El castigo divino sería tan completo que todos, con
la excepción de un insignificante remanente, serían abarcados por él. Para el
pastor Amós (ver com. cap. 1: 1; 7: 14) esta ilustración era completamente
natural.
13. Oíd. Estas palabras quizá son dirigidas a los paganos que
ya habían sido invitados a que fueran testigos de los pecados de Israel (vers.
9), para instarles ahora a que contemplen el castigo que vendría sobre la
nación.
Jehová Dios de los ejércitos. "Señor Yahveh, Dios Sebaot" (BJ). Único
ejemplo en el AT de este título completo (ver com. Jer. 7: 3; t. I, pp.
181-182).
14. Altares de Bet-el. Lo más probable es que fueran llamados así porque
fue allí donde Jeroboam I estableció primero un altar dedicado a la apostasía,
el cual fue seguido por otros (1 Rey. 12: 26-33).
Los cuernos. Eran las proyecciones de las cuatro esquinas del
altar (Exo. 27: 2; 29: 12; Lev. 16: 18). El profeta aquí predice que estos
medios de idolatría participarían de la destrucción de los idólatras.
15. La casa de invierno. Ver com. Jer. 36: 22.
Casas de marfil. La arqueología ha demostrado que muchas de las casas de los ricos de ese tiempo estaban revestidas o adornadas de marfil (cf. com. 1 Rey. 22: 39; ver la ilustración frente a la p. 257). 4CBA
COMENTARIOS DE (EGW)
3:3 ¿Andarán Dos Juntos, Si No
Estuvieren De Acuerdo?
https://educacionespiritualmhp.blogspot.com/2021/03/01-casamientos-antibiblicos.html
LA FIDELIDAD DE ENOC. Las Escrituras dicen que Enoc tuvo un hijo a
los sesenta y cinco años. Después anduvo
con Dios durante trescientos años. En la
primera parte de su vida, Enoc había amado y temido a Dios y guardado sus
mandamientos. Pertenecía al santo
linaje, a los depositarios de la verdadera fe, a los progenitores de la
simiente prometida. De labios de Adán
había aprendido la triste historia de la caída y las gozosas nuevas de la
gracia de Dios contenidas en la promesa; y confiaba en el Redentor que vendría. Pero después del nacimiento de su primer
hijo, Enoc alcanzó una
experiencia más elevada, fue atraído a más íntima relación con Dios. Comprendió más cabalmente sus propias
obligaciones y responsabilidades como hijo de Dios. Cuando conoció el amor de su hijo hacia él, y
72 la sencilla confianza del niño en su protección; cuando sintió la profunda y
anhelante ternura de su corazón hacia su primogénito, aprendió la preciosa
lección del maravilloso amor de Dios hacia el hombre manifestado en la dádiva
de su Hijo, y la confianza que los hijos de Dios podían tener en el Padre
celestial. El infinito e inescrutable
amor de Dios, manifestado mediante Cristo, se convirtió en el tema de su
meditación de día y de noche; y con todo el fervor de su alma trató de
manifestar este amor a la gente entre la cual vivía.
El Andar De Enoc Con
Dios no era en arrobamiento o en visión, sino en el cumplimiento de los deberes
de su vida diaria. No se aisló de la
gente convirtiéndose en ermitaño, pues tenía una obra que hacer para Dios en el
mundo. En el seno de la familia y en sus
relaciones con los hombres, ora como esposo o padre, ora como amigo o
ciudadano, fue firme y constante siervo de Dios.
Su corazón estaba en armonía con
la voluntad de Dios; pues "¿andarán dos juntos, si no estuvieron de
concierto?" (Amós 3:3.) Y este santo andar continuó durante trescientos
años. Muchos cristianos serían más
fervientes y devotos si supiesen que tienen sólo poco tiempo que vivir, o que
la venida de Cristo está por suceder.
Pero en el caso de Enoc su fe se fortalecía y su amor se hacia más ardiente
a medida que pasaban los siglos.
Enoc poseía una mente poderosa,
bien cultivada, y profundos conocimientos.
Dios le había honrado con revelaciones especiales; sin embargo, por el
hecho de que estaba en continua comunión con el cielo, y reconocía constantemente
la grandeza y perfección divinas, fue uno de los hombres más humildes. Cuanto más intima era su unión con Dios,
tanto más profundo era el sentido de su propia debilidad e imperfección.
Afligido por la maldad creciente
de los impíos, y temiendo que la infidelidad de esos hombres pudiese aminorar
su veneración hacia Dios, Enoc eludía el asociarse continuamente 73 con ellos,
y pasaba mucho tiempo en la soledad, dedicándose a la meditación y a la
oración. Así esperaba ante el Señor,
buscando un conocimiento más claro de su voluntad a fin de cumplirla. Para él la oración era el aliento del
alma. Vivía en la misma atmósfera del
cielo.
Por medio de santos ángeles, Dios
reveló a Enoc su propósito de destruir al mundo mediante un diluvio, y también
le hizo más manifiesto el plan de la redención.
Mediante el espíritu de profecía lo llevó a través de las generaciones
que vivirían después del diluvio, y le mostró los grandes eventos relacionados
con la segunda venida de Cristo y el fin del mundo. PP/EGW
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/pp-capitulo-6-set-y-enoc.html
El Casamiento de Isaac. https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/pp-capitulo-15-el-casamiento-de-isaac.html
3:7. “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que
revele su secreto a sus siervos los profetas”. "Otra
clase de evidencia que afectó vitalmente mi espíritu -dice él- (Miller) fue la
cronología de las Santas Escrituras.... Encontré que los acontecimientos
predichos, que se habían cumplido en lo pasado, se habían desarrollado muchas
veces dentro de los límites de un tiempo determinado. Los ciento y veinte años
hasta el diluvio(Génesis 6:3); los siete días que debían 370 precederlo, con el anuncio de cuarenta días de lluvia (Génesis
7:4); los cuatrocientos años de la permanencia de la posteridad de Abrahán en
Egipto (Génesis 15:13); los tres días de los sueños del copero y del panadero
(Génesis 40:12 - 20) ; los siete años de Faraón (Génesis 41:28 - 54) ; los cuarenta años en el desierto (Números
14:34) ; los tres años y medio de hambre
(1 Reyes 17:1) [véase S. Lucas 4:25];...los setenta años del cautiverio en
Babilonia (Jeremías 25:11);los siete tiempos de Nabucodonosor (Daniel 4:13 -
16) ; y las siete semanas, sesenta y dos semanas, y la una semana, que sumaban
setenta semanas determinadas sobre los judíos (Daniel 9:24 - 27); todos los
acontecimientos limitados por estos períodos de tiempo no fueron una vez más
que asunto profético, pero se cumplieron de acuerdo con las predicciones."
-Bliss, págs. 74, 75.
Por consiguiente, al encontrar en su estudio de la Biblia varios períodos cronológicos, que, según su modo de entenderlos, se extendían hasta la segunda venida de Cristo, no pudo menos que considerarlos como los "tiempos señalados," que Dios había revelado a sus siervos. "Las cosas secretas-dice Moisés-pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre," y el Señor declara por el profeta Amós que "no hará nada sin que revele su secreto a sus siervos los profetas." (Deuteronomio 29: 29; Amós 3: 7, V.M.) Así que los que estudian la Palabra de Dios pueden confiar que encontrarán indicado con claridad en las Escrituras el acontecimiento más estupendo que debe realizarse en la historia de la humanidad. CS/EGW
"No
hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los
profetas." Aunque "las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro
Dios,. . . las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre.'
(Amos 3:7; Deuteronomio 29:29).
Dios nos ha dado estas cosas, y su
bendición acompañará al estudio reverente, con oración, de las escrituras
proféticas. Así como el mensaje del primer advenimiento de Cristo anunciaba el
reino de su gracia, el mensaje de su segundo advenimiento anuncia el reino de
su gloria. El segundo mensaje, como el primero, está basado en las profecías.
Las palabras del ángel a Daniel acerca de los últimos días, serán comprendidas
en el tiempo del fin. En ese tiempo, "muchos
correrán de aquí para allá, y la ciencia será aumentada." (Daniel 12:4
VM.). "Los impíos obrarán
impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los
entendidos." (Daniel 12:10).
El Salvador mismo anunció señales de su
venida y dijo: "Cuando viereis
hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios." "Y
mirad por vosotros, que 202 vuestros corazones no sean cargados de glotonería y
embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros
aquel día." "Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por
dignos de evitar todas estas cosas que han de venir y de estar en pie delante
del Hijo del hombre."* (Lucas 21:31, 34,36).
Hemos llegado al período predicho en
estos pasajes. El tiempo del fin ha llegado, las visiones de los profetas están
deselladas, y sus solemnes amonestaciones nos indican que la venida de nuestro
Señor en gloria está cercana. Los judíos interpretaron erróneamente y aplicaron
mal la palabra de Dios, y no reconocieron el tiempo de su visitación. Esos años
del ministerio de Cristo y sus apóstoles -los preciosos últimos años de gracia
concedidos al pueblo escogido- los dedicaron a tramar la destrucción de los
mensajeros del Señor. Las ambiciones terrenales los absorbieron, y el
ofrecimiento del reino espiritual les fue hecho en vano. Así también hoy el
reino de este mundo absorbe los pensamientos de los hombres, y no toman nota de
las profecías que se cumplen rápidamente y de los indicios de que el reino de
Dios llega presto. "Más vosotros,
hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón;
porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche,
ni de las tinieblas." Aunque no sabemos la hora en que ha de volver
nuestro Señor, podemos saber que está cerca. "Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos
sobrios."*(1Tesalonicenses 5:4-6). DTG
203
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/dtg-capitulo-23-el-reino-de-dios-esta.html
15. PR 214. Y heriré la
casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y
muchas casas serán arruinadas, dice Jehová.
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/12/pr-capitulo-23-el-cautiverio-asirio.html
Ministerio
Hno. Pio
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