viernes, marzo 12, 2021

REFLEXIÓN 602. MENSAJES PROFÉTICOS PARA ISRAEL (AMOS 3).

Amos 3. La certidumbre de los mensajes del profeta. La necesidad del juicio de Dios contra Israel. (1-8). El castigo es inevitable porque Israel no se arrepiente. Su publicación y las causas de eso. (9-15).

Oíd esta palabra. Esta frase aparece en el comienzo de los cap. 3, 4 y 5. En estos capítulos hay claros mensajes que señalan con precisión los pecados de Israel, y anuncian que se acercan los castigos de Dios debido a esos pecados. En éste, el primero de los tres mensajes, Dios denuncia por sus crímenes a Israel ante el tribunal de la justicia divina, y pone de manifiesto que hay un alejamiento entre él y su pueblo (vers 3, 10). En el vers. 3 se halla la nota tónica de este mensaje.

1 OÍD esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: 2 A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades. 3 ¿Andarán dos juntos, si no estuvieron de acuerdo? 4 ¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Dará el leoncillo su rugido desde su guarida, si no apresare?

5 ¿Caerá el ave en lazo sobre la tierra, sin haber cazador? ¿Se levantará el lazo de la tierra, si no ha atrapado algo? 6 ¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? 7 Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. 8 Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?

9 Proclamad en los palacios de Asdod, y en los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y ved las muchas opresiones en medio de ella, y las violencias cometidas en su medio. 10 No saben hacer lo recto, dice Jehová, atesorando rapiña y despojo en sus palacios. 11 Por tanto, Jehová el Señor ha dicho así: Un enemigo vendrá por todos lados de la tierra, y derribará tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados. 

12 Así ha dicho Jehová: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas, o la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel que moran en Samaria en el rincón de una cama, y al lado de un lecho. 13 Oíd y testificad contra la casa de Jacob, ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: 14 Que el día que castigue las rebeliones de Israel, castigaré también los altares de Bet-el; y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra. 15 Y heriré la casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán arruinadas, dice Jehová. (Amos 3).

1. Oíd esta palabra. Esta frase aparece en el comienzo de los cap. 3, 4 y 5. En estos capítulos hay claros mensajes que señalan con precisión los pecados de Israel, y anuncian que se acercan los castigos de Dios debido a esos pecados. En éste, el primero de los tres mensajes, Dios denuncia por sus crímenes a Israel ante el tribunal de la justicia divina, y pone de manifiesto que hay un alejamiento entre él y su pueblo (vers 3, 10). En el vers. 3 se halla la nota tónica de este mensaje.

Toda la familia. Esta declaración indica que la exhortación divina es para todas las doce tribus a quienes el Señor manifestó su gran favor sacándolas de "la tierra de Egipto" (cap. 2:10). Sin embargo, la acusación siguiente se dirige específicamente al reino del norte.

2. Vosotros solamente. La relación especial de Dios con los hijos de Israel descuella frecuentemente en las Escrituras (Deut. 4: 7, 20; 14: 2; 2 Sam. 7: 23; 1 Crón. 17: 21; Rom. 9: 4-5). Cuando la nación de Israel rehusó vivir en armonía con sus privilegios y no aceptó sus responsabilidades, esa envidiable posición le fue quitada y fue dada a la familia espiritual de Dios en la tierra: la iglesia cristiana (ver pp. 37- 38).

https://elaguila3008.blogspot.com/2020/08/el-papel-de-israel-en-la-profecia-del.html

Llegamos a pertenecer a la familia de Dios (Gál. 3:26, 29) mediante nuestro nacimiento espiritual por la fe en Cristo como nuestro Salvador (Juan 1:12-13; 3:3; 2 Ped. 1:4). Esto nos hace "hijos de Dios" (1 Juan 3: 1) y, por lo tanto, "coherederos con Cristo" (Rom. 8:17) y recipientes de la gracia y de todos los privilegios de la familia (Gál. 4:6-7).

Castigaré. Debido a sus excelsos privilegios y a la abundancia de luz que Dios había permitido que brillara sobre el sendero de los israelitas, él los castigaría en forma ejemplar por sus iniquidades. Mientras más claramente conozcamos nuestra vinculación espiritual con Dios, tanto más culpables seremos por rechazar al Señor y mereceremos más las consecuencias de ese proceder. No se debe abusar de los grandes privilegios, para que no caigan sobre nosotros grandes castigos (Luc.  12: 47-48). Todavía permanece el amor de Dios para nosotros, lo cual lo mueve a buscar otro camino, si bien es un camino "extraño": un castigo; pero con la esperanza de causar en nosotros una corrección moral y espiritual (Isa. 28: 21).

Todas vuestras maldades. La apostasía fue el principal pecado del reino del norte de Israel (cap. 3: 14; 4: 4; 5: 4-5). Sin embargo, debe notarse en este capítulo que los pecados que especialmente Provocaron el reproche divino y atrajeron el castigo fueron una grave corrupción moral, codicia y disipación, que a su vez produjeron un abierto desprecio de los sencillos deberes que tenemos para con nuestros prójimos y una violenta opresión contra los pobres. 

Este último mal causó, repetidas veces, una tajante censura (2: 6-7; 4:1; 5:11-12; 8:5-6). Amós condena vigorosamente a los grandes y a los ricos por el descuido y el mal uso de su riqueza e influencia, bendiciones que deberían haber sido usadas para remediar esa corrupción y pobreza.

3. ¿Andarán dos? Ver com. cap. 2: 4. Esta pregunta hace resonar la nota dominante del primero de los tres mensajes (ver com. cap. 3: 1).

Estuvieren de acuerdo. O "tienen una cita". Así como dos personas no caminan juntas a menos que tengan un propósito común en vista, así también el Señor indica que la relación especial que él había mantenido con Israel (vers. 2) no podría continuar mientras Israel se aferrara de sus iniquidades. Es muy expresiva la traducción de la LXX: "¿Caminarán dos juntos en absoluto si no se conocen?" Caminar "juntos" con Dios no significa algo ocasional, sino un hábito continuo que brota de una relación establecida. Significa un compañerismo basado en una mutua armonía de mente y espíritu. Para que dos personas caminen "juntas" deben marchar en la misma dirección.

4. ¿Rugirá el león? El profeta presenta algunas comparaciones antes de pronunciar juicio sobre su pueblo. Mediante estas comparaciones demuestra la verdad de que todo efecto tiene una determinada causa, así como cada causa produce un efecto bien definido. Generalmente los rugidos del león alcanzan su máxima ferocidad cuando está por saltar sobre su presa. 

Cuando Dios emite su voz por medio del profeta, el pueblo también debe estar seguro de que eso significa que Dios está por castigar a su pueblo (cf. cap. 1: 2; 3: 8).

5. ¿Caerá el ave? Así como un ave no puede ser capturada a menos que se le prepare una trampa, así también cuando un pecador prepara para sí mismo una trampa de iniquidad no puede escapar a sus resultados punitivos (Sal. 7: 15-16; 9: 15; 40: 12; Prov. 5: 22).

Lazo. "Una trampa para aves". Quizá era una red que tenía un palo a manera de resorte, el cual arrastraba una parte de la red cuando era tocado, envolviendo y capturando al ave.

Si no ha atrapado algo. Así como una trampa no saltará o funcionará si no ha capturado algo, así también el profeta no anunciaría la llegada de la retribución divina si los pecadores no la merecieran.

6. Trompeta. Heb. shofar, "cuerno de carnero" usado especialmente para transmitir señales (ver t. II, p. 41). El súbito sonido de una trompeta causaba temor entre los habitantes de las ciudades; y así también causaría alarma el mensaje de Amós (cf. Eze. 33: 2-5).

Mal. Aquí indica calamidad, aflicción, castigo (ver com. Isa. 45: 7; 63: 17). La inminente ruina de Israel y la caída de Samaria, su ciudad capital, se presentan como que fueran causadas por el Señor, pues el enemigo que se aproximaba era el instrumento del cielo (Isa. 10: 5; ver PR 216- 217). Una característica de la Biblia es la de atribuir directa e inmediatamente a Dios la acción y operación de los acontecimientos provocados en tales crisis (1 Sam. 18: 10; 1 Rey. 22: 19-23; Job 1: 6-12; Isa. 45: 7; ver com. 2 Crón. 18: 18).

7. No hará nada Jehová el Señor. Sobrevendrían todos los castigos con que el Señor amenazaba a Israel; pero no sin que antes el Señor amonestara al pueblo mediante los profetas (ver Juan 13: 19; 14: 29). La misericordia de Dios se manifiesta en que no trae sus castigos sobre los hombres sin que primero los amoneste por medio de sus profetas. Predice el mal que vendrá, pero con la esperanza de no verse forzado a infligirle. 

Antes de que el Señor azotara a Egipto con sus plagas, amonestó a Faraón mediante Moisés. Antes de que los romanos destruyeran a Jerusalén, Jesús predijo la destrucción de la ciudad. Así también en nuestros días, antes de la destrucción del mundo causada por la segunda venida de Cristo, Dios nos ha instruido ampliamente por medio de las profecías de su Palabra (ver CS 652, 656; 7T 14).

A pesar de que Israel había ordenado a los profetas: "No profeticéis" (Amós 2: 12), Dios proclama que continuaría revelando su voluntad a sus mensajeros elegidos.

Sus siervos. El alto honor que Dios confiere a los profetas se manifiesta por el hecho de que no sólo son "sus siervos" sino sus confidentes, en quienes deposita su propio consejo.

8. ¿Quién no profetizará? Así como el rugido de un león atemoriza a hombres y bestias, así también el mensaje divino produce su efecto sobre el profeta, y él no puede dejar de hablar (ver Jer. 1: 7; 20: 9; Hech. 4: 19- 20; 1 Cor. 9: 16).

9. Proclamad. O, "pregonad" (BJ). Amós convoca a los paganos para que observen las iniquidades de Israel; y destaca especialmente a los moradores de "los palacios" o "fortalezas" de Filistea (representados por Asdod) y de Egipto, cuya ayuda buscaba Israel (Ose. 7: 11; 12: 1). En vez de "Asdod", la LXX dice "los asirios", y la BJ, "Asur".

Reuníos. Samaria, la capital de Israel, estaba construida en una colina que se encontraba aislada en un valle, rodeado de montañas; por esto el profeta en sentido figurado exhorta a los espectadores para que se reúnan a observar las "violencias" y las "opresiones" que se practican en la ciudad. En vez de las "muchas opresiones", la LXX traduce "muchas cosas admirables", lo cual implica que lo que se hacía en Samaria era una gran sorpresa aun para los paganos.

10. No saben. El pueblo de Samaria, y así también todo Israel, había abandonado la justicia, la base misma de la sociedad (Isa. 59: 9, 12-15; Jer. 4: 22). Es característico de la ceguera moral y espiritual causada por el pecado, que el pecador no sólo no haga lo bueno sino que, al final, parece incapacitado para percibirlo. Compárese con Ose. 4: 6.

11. Un enemigo. Quizá el rey asirio Salmanasar que en más de una ocasión atacó a Israel y sitió a Samaria (2 Rey. 17: 3-6; 18: 9-12), o Sargón, su sucesor, que declaró haber tomado la ciudad y llevado cautivos a sus habitantes (ver t. II, pp. 64, 87).

12. De la manera que el pastor. El castigo divino sería tan completo que todos, con la excepción de un insignificante remanente, serían abarcados por él. Para el pastor Amós (ver com. cap. 1: 1; 7: 14) esta ilustración era completamente natural.

13. Oíd. Estas palabras quizá son dirigidas a los paganos que ya habían sido invitados a que fueran testigos de los pecados de Israel (vers. 9), para instarles ahora a que contemplen el castigo que vendría sobre la nación.

Jehová Dios de los ejércitos. "Señor Yahveh, Dios Sebaot" (BJ). Único ejemplo en el AT de este título completo (ver com. Jer. 7: 3; t. I, pp. 181-182).

14. Altares de Bet-el. Lo más probable es que fueran llamados así porque fue allí donde Jeroboam I estableció primero un altar dedicado a la apostasía, el cual fue seguido por otros (1 Rey. 12: 26-33).

Los cuernos. Eran las proyecciones de las cuatro esquinas del altar (Exo. 27: 2; 29: 12; Lev. 16: 18). El profeta aquí predice que estos medios de idolatría participarían de la destrucción de los idólatras.

15. La casa de invierno. Ver com. Jer. 36: 22.

Casas de marfil. La arqueología ha demostrado que muchas de las casas de los ricos de ese tiempo estaban revestidas o adornadas de marfil (cf. com. 1 Rey. 22: 39; ver la ilustración frente a la p. 257). 4CBA

COMENTARIOS DE (EGW)

3:3 ¿Andarán Dos Juntos, Si No Estuvieren De Acuerdo?

https://educacionespiritualmhp.blogspot.com/2021/03/01-casamientos-antibiblicos.html

LA FIDELIDAD DE ENOC. Las Escrituras dicen que Enoc tuvo un hijo a los sesenta y cinco años.  Después anduvo con Dios durante trescientos años.  En la primera parte de su vida, Enoc había amado y temido a Dios y guardado sus mandamientos.  Pertenecía al santo linaje, a los depositarios de la verdadera fe, a los progenitores de la simiente prometida.  De labios de Adán había aprendido la triste historia de la caída y las gozosas nuevas de la gracia de Dios contenidas en la promesa; y confiaba en el Redentor que vendría.  Pero después del nacimiento de su primer hijo, Enoc alcanzó una experiencia más elevada, fue atraído a más íntima relación con Dios.  Comprendió más cabalmente sus propias obligaciones y responsabilidades como hijo de Dios.  Cuando conoció el amor de su hijo hacia él, y 72 la sencilla confianza del niño en su protección; cuando sintió la profunda y anhelante ternura de su corazón hacia su primogénito, aprendió la preciosa lección del maravilloso amor de Dios hacia el hombre manifestado en la dádiva de su Hijo, y la confianza que los hijos de Dios podían tener en el Padre celestial.  El infinito e inescrutable amor de Dios, manifestado mediante Cristo, se convirtió en el tema de su meditación de día y de noche; y con todo el fervor de su alma trató de manifestar este amor a la gente entre la cual vivía.

El Andar De Enoc Con Dios no era en arrobamiento o en visión, sino en el cumplimiento de los deberes de su vida diaria.  No se aisló de la gente convirtiéndose en ermitaño, pues tenía una obra que hacer para Dios en el mundo.  En el seno de la familia y en sus relaciones con los hombres, ora como esposo o padre, ora como amigo o ciudadano, fue firme y constante siervo de Dios.

Su corazón estaba en armonía con la voluntad de Dios; pues "¿andarán dos juntos, si no estuvieron de concierto?" (Amós 3:3.) Y este santo andar continuó durante trescientos años.  Muchos cristianos serían más fervientes y devotos si supiesen que tienen sólo poco tiempo que vivir, o que la venida de Cristo está por suceder.  Pero en el caso de Enoc su fe se fortalecía y su amor se hacia más ardiente a medida que pasaban los siglos.

Enoc poseía una mente poderosa, bien cultivada, y profundos conocimientos.  Dios le había honrado con revelaciones especiales; sin embargo, por el hecho de que estaba en continua comunión con el cielo, y reconocía constantemente la grandeza y perfección divinas, fue uno de los hombres más humildes.  Cuanto más intima era su unión con Dios, tanto más profundo era el sentido de su propia debilidad e imperfección.

Afligido por la maldad creciente de los impíos, y temiendo que la infidelidad de esos hombres pudiese aminorar su veneración hacia Dios, Enoc eludía el asociarse continuamente 73 con ellos, y pasaba mucho tiempo en la soledad, dedicándose a la meditación y a la oración.  Así esperaba ante el Señor, buscando un conocimiento más claro de su voluntad a fin de cumplirla.  Para él la oración era el aliento del alma.  Vivía en la misma atmósfera del cielo.

Por medio de santos ángeles, Dios reveló a Enoc su propósito de destruir al mundo mediante un diluvio, y también le hizo más manifiesto el plan de la redención.  Mediante el espíritu de profecía lo llevó a través de las generaciones que vivirían después del diluvio, y le mostró los grandes eventos relacionados con la segunda venida de Cristo y el fin del mundo. PP/EGW

https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/pp-capitulo-6-set-y-enoc.html

El Casamiento de Isaac. https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/pp-capitulo-15-el-casamiento-de-isaac.html

3:7. “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. "Otra clase de evidencia que afectó vitalmente mi espíritu -dice él- (Miller) fue la cronología de las Santas Escrituras.... Encontré que los acontecimientos predichos, que se habían cumplido en lo pasado, se habían desarrollado muchas veces dentro de los límites de un tiempo determinado. Los ciento y veinte años hasta el diluvio(Génesis 6:3); los siete días que debían 370 precederlo, con el anuncio de cuarenta días de lluvia (Génesis 7:4); los cuatrocientos años de la permanencia de la posteridad de Abrahán en Egipto (Génesis 15:13); los tres días de los sueños del copero y del panadero (Génesis 40:12 - 20) ; los siete años de Faraón (Génesis 41:28 - 54) ;  los cuarenta años en el desierto (Números 14:34) ; los  tres años y medio de hambre (1 Reyes 17:1) [véase S. Lucas 4:25];...los setenta años del cautiverio en Babilonia (Jeremías 25:11);los siete tiempos de Nabucodonosor (Daniel 4:13 - 16) ; y las siete semanas, sesenta y dos semanas, y la una semana, que sumaban setenta semanas determinadas sobre los judíos (Daniel 9:24 - 27); todos los acontecimientos limitados por estos períodos de tiempo no fueron una vez más que asunto profético, pero se cumplieron de acuerdo con las predicciones." -Bliss, págs. 74, 75.

Por consiguiente, al encontrar en su estudio de la Biblia varios períodos cronológicos, que, según su modo de entenderlos, se extendían hasta la segunda venida de Cristo, no pudo menos que considerarlos como los "tiempos señalados," que Dios había revelado a sus siervos. "Las cosas secretas-dice Moisés-pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre,"  y el Señor declara por el profeta Amós que "no hará nada sin que revele su secreto a sus siervos los profetas." (Deuteronomio 29: 29; Amós 3: 7, V.M.) Así que los que estudian la Palabra de Dios pueden confiar que encontrarán indicado con claridad en las Escrituras el acontecimiento más estupendo que debe realizarse en la historia de la humanidad. CS/EGW

"No hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas." Aunque "las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios,. . . las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre.' (Amos 3:7; Deuteronomio 29:29).

Dios nos ha dado estas cosas, y su bendición acompañará al estudio reverente, con oración, de las escrituras proféticas. Así como el mensaje del primer advenimiento de Cristo anunciaba el reino de su gracia, el mensaje de su segundo advenimiento anuncia el reino de su gloria. El segundo mensaje, como el primero, está basado en las profecías. Las palabras del ángel a Daniel acerca de los últimos días, serán comprendidas en el tiempo del fin. En ese tiempo, "muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia será aumentada." (Daniel 12:4 VM.). "Los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos." (Daniel 12:10).

El Salvador mismo anunció señales de su venida y dijo: "Cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios." "Y mirad por vosotros, que 202 vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día." "Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir y de estar en pie delante del Hijo del hombre."* (Lucas 21:31, 34,36).

Hemos llegado al período predicho en estos pasajes. El tiempo del fin ha llegado, las visiones de los profetas están deselladas, y sus solemnes amonestaciones nos indican que la venida de nuestro Señor en gloria está cercana. Los judíos interpretaron erróneamente y aplicaron mal la palabra de Dios, y no reconocieron el tiempo de su visitación. Esos años del ministerio de Cristo y sus apóstoles -los preciosos últimos años de gracia concedidos al pueblo escogido- los dedicaron a tramar la destrucción de los mensajeros del Señor. Las ambiciones terrenales los absorbieron, y el ofrecimiento del reino espiritual les fue hecho en vano. Así también hoy el reino de este mundo absorbe los pensamientos de los hombres, y no toman nota de las profecías que se cumplen rápidamente y de los indicios de que el reino de Dios llega presto. "Más vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón; porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas." Aunque no sabemos la hora en que ha de volver nuestro Señor, podemos saber que está cerca. "Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios."*(1Tesalonicenses 5:4-6).  DTG 203

https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/dtg-capitulo-23-el-reino-de-dios-esta.html

15. PR 214. Y heriré la casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán arruinadas, dice Jehová.

https://elaguila3008.blogspot.com/2009/12/pr-capitulo-23-el-cautiverio-asirio.html

Ministerio Hno. Pio


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