Miqueas
6. Controversia
con Dios por causa de la ingratitud Y la falta de bondad (1-5). Obediencia
antes que sacrificios. La ignorancia de como adorar (6-8). Reprensión divina y
castigo anunciado por la injusticia e idolatría (9-16).
1 OÍD ahora lo que dice Jehová: Levántate, contiende contra los montes, y oigan los collados tu voz. 2 Oíd, montes, y fuertes cimientos de la tierra, el pleito de Jehová; porque Jehová tiene pleito con su pueblo, y altercará con Israel. 3 Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí. 4 Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María. 5 Pueblo mío, acuérdate ahora qué aconsejó Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias de Jehová.
6 ¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? 7 ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? 8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
9 La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece. 10 ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? 11 ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas? 12 Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca. 13 Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndose, asolándote por tus pecados. 14 Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares, lo entregaré yo a la espada. 15 Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino.
16
Porque los mandamientos de Omri se han guardado, y toda obra de la casa de
Acab; y en los consejos de ellos anduvisteis, para que yo te pusiese en
asolamiento, y tus moradores para burla. Llevaréis, por tanto, el oprobio de mi
pueblo. (Miqueas 6).
1. Contiende. Se exhorta a Miqueas para que presente el caso de su
pueblo ante los "montes" y los "collados", que han sido
testigos silenciosos del bondadoso trato de Dios con los israelitas y de la
ingratitud de ellos.
2. Oíd, montes. Por así decirlo, debían servir como de jurado.
3. ¿Qué te he hecho? Cf. Isa. 5: 3-4; Jer. 2: 5, 21; Juan 10: 32.
4. Te hice subir. Dios defiende su caso haciendo recordar algunos de
los notables beneficios que había prodigado a su pueblo. El éxodo fue una de
las evidencias manifiestas de su amante interés y cuidado para con su pueblo
(ver Isa. 63: 11-13; Amós 2: 10).
Moisés. El Señor proporcionó a su pueblo caudillos
especialmente calificados e inspirados (Sal. 77: 20; Ose. 12: 13).
5. Aconsejó. "Maquinó" (BJ). Heb. ya'ats,
,"aconsejar". Balac pidió una maldición, pero Balaam respondió
pronunciando una bendición. El relato de Balac y Balaam está en Núm. 22-24.
Desde Sitim. Parece que aquí comienza una nueva cláusula que
podría comenzar con palabras tales como "considerad cómo fuisteis"
antes de "desde Sitim". (En la BJ hay puntos suspensivos que están
entre las palabras "Beor" y "desde". Así se ha indicado en
esa versión que allí correspondería que hubiera algunas palabras
introductorias.) Sitim fue el último lugar donde se detuvieron los israelitas
antes de que cruzaran el Jordán (Jos. 3: 1) y Gilgal fue el primer lugar donde
acamparon en la tierra de Canaán (Jos. 4: 19). En su viaje desde Sitim hasta
Gilgal los israelitas habían cruzado el Jordán y habían visto la maravillosa
forma en que Dios los protegió (Jos. 3: 4).
6. ¿Con qué? Aquí comienza una nueva sección, o la serie de
preguntas de los vers. 6 y 7 representa la respuesta del pueblo ante una
revelación de su ingratitud. Varían las opiniones en cuanto a si en este último
caso las palabras fueron pronunciadas con un espíritu de justicia propia o de
humildad, con un reconocimiento de pecado, acompañado por un sincero deseo de
saber cuáles eran los pasos necesarios para la propiciación. Sea como fuere,
revelaban una falta de comprensión de la naturaleza de Dios y de la única clase
de servicio que él acepta.
Altísimo. Literalmente, "Dios de lo alto" (BJ). Cf.
Isa. 33:5; 57:15; 66:1.
Holocaustos. El servicio ritual de ofrendas de diversas clases.
Tenían el propósito de ilustrar los diversos factores del plan de salvación.
Cuando el oferente no era movido por el debido espíritu, por sí mismos los
sacrificios eran inútiles y el ritual era una abominación (ver com. Isa.
1: 11).
7. Millares. Como si un número tan grande pudiera asegurar un
mayor favor de Dios, y de ese modo una mejor disposición de su parte para
perdonar el pecado.
Aceite. Se usaba en las ofrendas de cereales (Lev. 2: 1,
4-7; 7: 10-12; Núm. 15: 4).
Primogénito. Se hace aquí referencia a una costumbre pagana usual en la antigüedad, que le estaba prohibida a los israelitas y que, sin embargo, fue practicada por algunos de sus reyes (Lev. 18: 21; 20: 2; 2 Rey. 3: 27; 16: 3; 23: 10; Sal. 106: 37-38; Jer. 7: 31).
La costumbre parece haberse basado en
la idea de que Dios recibiría lo más valioso y mejor del hombre, y que el valor
que el cielo atribuía a una ofrenda se computaba de acuerdo a su costo.
Prevaleció la influencia del paganismo a pesar de la proclamada santidad de la
vida humana (Gén. 9: 6) y de la práctica de redimir a los primogénitos (Exo.
13: 13). La pregunta que aquí se presenta es retórica y, a semejanza de las
otras, demanda una respuesta negativa.
8. Te ha declarado. La respuesta que dio Miqueas no era una nueva
revelación y no representaba un cambio en los requerimientos divinos. El
propósito del plan de salvación -a saber, la restauración de la imagen de Dios
en el alma humana- había sido revelado claramente a Adán, y el conocimiento de
este propósito había sido transmitido a las generaciones sucesivas. Ese
conocimiento fue confirmado por el testimonio personal del Espíritu (Rom. 8:
16) y fue ampliado mediante sucesivas revelaciones de los profetas. Los
contemporáneos de Miqueas tenían el Pentateuco en forma escrita y sin duda
otras porciones de la Biblia, así como el testimonio de los profetas de esos
días, tales como Isaías y Óseas (Isa. 1: 1; Ose. 1: 1; cf. Miq. 1: 1).
Sin
embargo, el pueblo parecía haber olvidado que los ritos externos no tienen
valor sin una verdadera piedad. Una de las principales misiones de los profetas
era enseñar a la gente que una mera práctica religiosa externa no podía
sustituir al carácter y a la obediencia íntima (1 Sam. 5: 22; Sal. 51: 16-17;
Isa. 1: 11-17; Ose. 6: 6; cf. Jer. 6: 20; 7: 3-7; Juan 4: 23-24). Dios no
deseaba los bienes de ellos sino su espíritu; no sólo su culto sino su
voluntad; no sólo su servicio sino su alma.
Justicia. Heb. mishpat de la raíz shafat, "juzgar".
La forma plural, mishpatim, generalmente traducida "juicios", se usa
respecto de los preceptos adicionales que dan minuciosas instrucciones en
cuanto a la forma en que debía observarse el Decálogo (Exo. 21: 1; ver PP 379).
Hacer mishpat es ordenar la vida de acuerdo con los "juicios" de
Dios.
Misericordia. Heb. jésed, palabra que designa una amplia gama de
cualidades, como lo indican sus diversas traducciones, tales como:
"bondad", "benevolencia", "favor cariñoso",
"bondad misericordioso", "misericordia". Se estudia el
término jésed en la Nota Adicional del Sal. 36.
Humillarte. "Caminar humildemente"(BJ). Cuando los
hombres caminan con Dios, (cf. Gén. 5: 22; 6: 9), ponen su vida en armonía con
la voluntad divina.
La
"humillación" de este pasaje proviene del Heb. tsana', que en la
forma en que aquí se halla aparece sólo una vez. Además del significado de
"humildemente", ese vocablo implica "con circunspección",
"con precaución", "cuidadosamente".
El
desarrollo de una íntima relación con Dios es el propósito de la verdadera
religión: Las ceremonias externas sólo tienen valor si contribuyen a ese
desarrollo. Pero debido a que con frecuencia es más fácil practicar un culto
externo que cambiar las malas tendencias del corazón, los hombres siempre han
estado más dispuestos al culto de ceremonias que al cultivo de las gracias del
espíritu. Tal fue el caso de los escribas y fariseos a quienes reprochó Jesús.
Eran muy minuciosos para calcular su diezmo, pero descuidaban "lo más importante
de la ley: la justicia, la misericordia y la fe" (Mat. 23: 23).
"Hacer justicia, y amar misericordia" es proceder con rectitud y bondad. Estas virtudes afectan nuestra relación con nuestros prójimos y resumen el propósito de la segunda tabla del Decálogo (ver com. Mat. 22: 39-40). "Humillarte ante tu Dios" es vivir en armonía con los principios de la primera tabla del Decálogo (ver com. Mat. 22: 37-38).
Esto atañe a nuestra relación con Dios.
El amor expresado en acción respecto a Dios y a nuestros prójimos es
"bueno". Es todo lo que Dios requiere pues "el cumplimiento de
la ley es el amor" (Rom. 13: 10).
9. A la ciudad. Posiblemente se aluda a Jerusalén. En los vers. 9-16
hay una lista de los pecados de Israel y los consiguientes castigos que caerían
sobre el pueblo.
Sabio. En hebreo no es claro el significado de
esta cláusula. La traducción de la BJ es la siguiente: "¡Escuchad, tribu y
consejo de la ciudad!" Para resolver la ambigüedad del hebreo se han
sugerido varios cambios en ese idioma. En la LXX se lee: "Salvará a los
que temen su nombre".
Castigo. Heb. matteh, palabra que describe una vara, un
báculo (Exo. 4: 2, 4; etc.) o una tribu (Núm. 1: 4; etc.). Si quiere decir
"vara" entonces podría hacerse referencia a los asirios cuya
"vara" era el "furor" de Dios (Isa. 10: 5). Si se trata de
"tribu" (BJ), entonces la exhortación es para los moradores de
Jerusalén.
10. Tesoros de impiedad. Riqueza mal habida (ver Amós 8: 5).
11. Balanza falsa. Ver com. Deut. 25: 13, 15; Amós 8: 5.
12. Ricos. Si bien los ricos son condenados por su violencia,
todos por igual son acusados de falta de honradez y engaño. Si se les hubiese
dado la oportunidad, los oprimidos hubieran sido quizá tan crueles como sus
opresores.
13. Te hice enflaquecer hiriéndote. La LXX reza: "Comenzaré a herirte". El
texto de la BJ es casi igual al de la LXX. Los vers. 13-15 describen el castigo
que vendría sobre el pueblo por sus flagrantes transgresiones y lo empedernido
de su corazón.
14. Comerás. Cf. Lev. 26: 26; Ose. 4: 10; Hag. 1: 6.
Abatimiento. Heb. yeshaj, palabra que sólo aparece aquí y cuyo
significado es oscuro. El paralelismo hebreo sugiere el posible significado de
"vacío" o "estiércol". En vez de "abatimiento",
en la BJ se lee "mugre", y en nota de pie de página explica: "Palabra
desconocida. Traducción dudosa".
Recogerás. "Pondrás a buen recaudo" (BJ). Heb. sug,
que aquí quizá se usa en el sentido de "trasladar". En vano el pueblo
procuraría salvar sus tesoros llevándolos a otra parte.
15. No segarás. Cf. Deut. 28: 38-40; Hag. 1: 6.
16. Mandamientos de Omri. "Decretos de Omri" (BJ). No se mencionan
en la Biblia "decretos" o "mandamientos" de este rey de
Israel. Quizá sea una referencia a los reglamentos del culto idolátrico que
instituyó Omri (1 Rey. 16:25-26). Omri fue el fundador de la inicua dinastía
de la que procedieron Acab y Atalía (1 Rey. 16:29-33; 2 Rey. 8:26; 11:1).
4CBA/Ministerio Hno. Pio
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