INTRODUCCIÓN
1.Título. El
libro toma su nombre de su personaje principal, Jonás, Heb. Yonah, que
significa "paloma". Yonah se emplea como un término cariñoso en Cant.
2:14; 5: 2; 6: 9.
2. Paternidad Literaria. Aunque
en ninguna parte del libro se declara que Jonás fue su autor, la opinión tradicional
ha sido que lo fue. Muchos eruditos modernos se han pronunciado por una paternidad
postexílica aunque no niegan necesariamente la historicidad de Jonás. Sin
embargo, los argumentos que presentan, tales como la presencia de arameísmos,
no son concluyentes. El estudio del ugarítico ha demostrado la antigüedad de
muchos giros y palabras que antes se consideraban como de una época muy
posterior (ver com. Sal. 2:12; t. III, p. 640). Así también el empleo de la
tercera persona es un argumento insuficiente en vista de que no pocos
escritores antiguos, tales como Jenofonte, César y otros, empleaban esa forma. Los
escritores bíblicos, también, a veces, la usaban (Isa. 7:3; 20:2; Jer. 20:1,
3; 26:7; Dan. 1:6-11, 17, 19, 21; 2:14-20; etc.; ver com. Esd. 7:28).
Jonás
se identifica como oriundo de Gat-hefer (2 Rey. 14: 25). Fue él quien predijo
la prosperidad de Israel. Esta predicción se cumplió en los días de Jeroboam II
(aproximadamente 793-753 a. C.; ver t. II, p. 86). De modo que las profecías
deben haber sido dadas ya antes del reinado de Jeroboam II o poco después del comienzo
de ese reinado. Gat-hefer estaba en el límite de Zabulón, unos 4 km al noroeste
del monte Tabor. El nombre moderno es Kizrbet ez-Zurra. Allí se ve una tumba
cercana, que se dice que es la de Jonás. No se sabe nada más concerniente a
Jonás que lo que se revela en esta breve mención histórica de 2 Rey. y en el
mismo libro de Jonás. No se sabe tampoco nada respecto a su padre, Amitai.
3. Marco Histórico. (800-743, Aprox.). El período en que Jonás profetizó fue de gran angustia nacional (2 Rey. 14: 25-27). Todos los reyes que ocuparon el trono de Israel hicieron el mal a la vista del Señor, y se cernía el castigo nacional. Mediante Jonás el Señor predijo una recuperación del poderío nacional. Parece que el alivio que siguió tuvo el propósito de ser un aliciente para que la nación se volviera a Dios.
La prosperidad fue una demostración de lo que la nación podría
alcanzar bajo la bendición del Dios del cielo. Sin embargo, a pesar de la
bendición divina, Jeroboam "hizo lo malo ante los ojos de Jehová" (2
Rey. 14: 24), como lo hicieron sus sucesores.
Los
reyes de Asiria durante el reinado de Jeroboam II, según la cronología empleada
en este Comentario, fueron Adad-nirari III (810-782), Salmanasar IV (782 1020
-772), Asur-dan III (772-754) y Asur-nirari V (754-746). Hay pruebas que
parecen indicar que durante el reinado de Adad-nirari III ocurrió una
revolución religiosa. Nabu (Nebo), el dios de Borsipa, parece haber sido
proclamado como dios único o por lo menos principal. Algunos ven una posible
relación entre esa revolución monoteísta y la misión de Jonás a Nínive (ver t.
II, 62).
4. Tema. El
libro de Jonás es el único entre los doce así llamados profetas menores que
tiene forma de relato. Relata la misión de Jonás a la ciudad de Nínive para
anunciar su pronta destrucción por causa de sus pecados. El profeta alberga
dudas y está perplejo en cuanto al mandato que Dios le ha dado de que fuera a
Nínive. El mero pensamiento de dirigirse a esa gran metrópoli, las dificultades
y aparentes tropiezos de la tarea, hicieron que rehuyera llevar a cabo la
misión divina y que pusiera en duda la sabiduría de esa empresa. Por no haber
estado a la altura de la fe vigorosa que lo habría llevado a darse cuenta de
que juntamente con el mandato divino venía el poder celestial para cumplirlo,
Jonás se sumergió en el desaliento, el temor y la desesperación (ver PR 199). Conociendo
la bondad y longanimidad de Dios, Jonás también temió que si daba el mensaje
divino, y los paganos lo aceptaban, no sucedería la amenazante destrucción que
pronunciaba sobre ellos. Esto sería para él una gran humillación, como en
realidad sucedió, y no la pudo soportar (cap, 4: 1-2). Al principio
desobedeció, pero por medio de una sucesión de acontecimientos fue inducido a
cumplir con la misión. Los habitantes de Nínive se arrepintieron, y por un tiempo
abandonaron sus pecados. Se enojó Jonás, pero Dios justificó la bondad divina.
Entre las lecciones
enseñadas por la profecía de Jonás está la verdad que afirma que la gracia de
Dios trae salvación a todos (Tito 2: 11), que ciertamente no estaba limitada a
los judíos, sino que había de ser revelada también entre los paganos. "De
manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida"
(Hech. 11: 18). Como Pedro (Hech. 10), Jonás llegó a entender a regañadientes
que Dios estaba listo para recibir de entre todas las naciones a los que se
volviesen a él. Refiriéndose a "los hombres de Nínive" que
respondieron a la exhortación de Jonás al arrepentimiento, Jesús condenó a los
judíos orgullosos y farisaicos de sus días (Mat. 12: 41; Luc. 11: 32) y a todos
los demás que, en su complacencia religiosa y falso sentido de seguridad
espiritual, se engañan a sí mismos pensando que son el pueblo favorito de Dios,
y que eso les asegura la salvación.
Jesús
empleó lo que le ocurrió a Jonás en el mar como una ilustración de su muerte y resurrección
(Mat. 12: 39-40). Su referencia al libro de Jonás confirma la veracidad del
libro.
Los
expositores del libro de Jonás han seguido dos clases de interpretaciones: (1)
la histórica, y (2) la alegórico. El segundo método ha sido adoptado por los
que niegan la posibilidad de los elementos milagrosos del libro. Lo califican
de distintas maneras: leyenda, mito, parábola o alegoría. Para el que cree en
los milagros, el segundo método de interpretación es innecesario e inútil.
A
favor del punto de vista histórico se han presentado los siguientes argumentos:
A). La narración
deja al lector con la impresión de que es histórica. No hay indicio alguno de
que el autor tuviera la intención que fuera considerada de otra manera.
B). Jonás es un
personaje histórico (2 Rey. 14: 25).
C). Los judíos
consideraban el libro como histórico (Josefo, Antigüedades ix. 10. 1-2).
D). La
conversión de los ninivitas es verosímil. Ver en las pp. 1019-1020, lo puesto
en cuanto a una posible sincronización histórica con una revolución religiosa
en Asiria.
E). La
información en cuanto a las dimensiones de Nínive puede armonizar con datos
históricos conocidos (ver la Nota Adicional del cap. 1).
F). Las
referencias de Jesús al libro (Mat. 12: 39-40; Luc. 11: 29-30) muestran que
nuestro Señor lo consideró como histórico.
*Este
Comentario acepta la posición de que es histórico.
5. Bosquejo.
I. La Misión De Jonás Y Su
Desobediencia, 1: 1-17.
A. La negativa del profeta y la tempestad
resultante, 1: 1-10,
B. Es tragado por un pez grande, 1: 11-17.
II. La Oración De Jonás Y Su
Rescate, 2: 1-10.
III. La Predicación De Jonás Y El
Arrepentimiento De Los Ninivitas, 3: 1-10.
IV. El Enojo De Jonás Y La
Reprensión Que Dios Le Dio, 4: 1-11.
A. La queja, 4: 1-5.
B. La planta marchitada y su lección, 4:
6-11. (4CBA) MHP
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