Oseas 10. El lugar de culto devastado y el reino destruido. Israel
es reprobado y amenazado por su impiedad e idolatría.
*En la vida no hay libertad absoluta. Ese ideal no existe. Somos de Cristo o somos del enemigo. No hay termino medios. Israel vivía dividido entre ambos mundos. (Vers. 2). Pero Dios, solo reconoce un solo camino de uno u otro lado. Si estamos divididos no somos de Dios; somos del diablo. Juan 8:44; Apoc. 3:14-22. Esa fue la causa por la cual Israel es devastado …
1 ISRAEL es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo; conforme a la abundancia de su fruto multiplicó también los altares, conforme a la bondad de su tierra aumentaron sus ídolos. 2 Está dividido su corazón. Ahora serán hallados culpables; Jehová demolerá sus altares, destruirá sus ídolos. 3 Seguramente dirán ahora: No tenemos rey, porque no temimos a Jehová; ¿y qué haría el rey por nosotros? 4 Han hablado palabras jurando en vano al hacer pacto; por tanto, el juicio florecerá como ajenjo en los surcos del campo.
5 Por las becerras de Bet-avén serán atemorizados los moradores de Samaria; porque su pueblo lamentará a causa del becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban por su gloria, la cual será disipada. 6 Aun será él llevado a Asiria como presente al rey Jareb; Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su consejo. 7 De Samaria fue cortado su rey como espuma sobre la superficie de las aguas. 8 Y los lugares altos de Avén serán destruidos, el pecado de Israel; crecerá sobre sus altares espino y cardo. Y dirán a los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre nosotros. 9 Desde los días de Gabaa has pecado, oh Israel; allí estuvieron; no los tomó la batalla en Gabaa contra los inicuos. 10 Y los castigaré cuando lo desee; y pueblos se juntarán sobre ellos cuando sean atados por su doble crimen.
11 Efraín es novilla domada, que le gusta trillar, mas yo pasaré sobre su lozana cerviz; haré llevar yugo a Efraín; arará Judá, quebrará sus terrones Jacob. 12 Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia. 13 Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira, por que confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes. 14 Por tanto, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Bet-arbel en el día de la batalla, cuando la madre fue destrozada con los hijos. 15 Así hará a vosotros Bet-el, por causa de vuestra gran maldad; a la mañana será del todo cortado el rey de Israel. (Oseas 10).
1. Frondosa viña. El pueblo de Dios frecuentemente es comparado en
las Escrituras con una viña (Sal. 80: 8; Isa. 5: 1-7; Jer. 2: 21; Mat. 21: 33-41). La viña
que aquí se describe lleva fruto, pero el fruto producido es para sí misma. Desde
el punto de vista del propietario, la viña resulta inútil, porque no recibe
ningún fruto de ella. Así sucedió en el caso de Israel. El Señor no recibió el
fruto que le correspondía de la nación por la que había hecho tanto (ver
com. Isa. 5: 1-7).
Da abundante fruto. Si bien es cierto que nominalmente, y por la
profesión de fe que el pueblo de Israel hacía, era el pueblo de Dios, en la
práctica no dio frutos de justicia. Mereció la misma condenación que Jesús pronunció sobre la higuera estéril (Mat. 21: 18-19).
Para sí mismo. Son pocos los
que pueden soportar la prosperidad. En
vez de ser conducidos por la bondad de Dios y por sus privilegios, a un
arrepentimiento sincero del pecado y a una comunión más íntima con su Hacedor,
son propensos a olvidarlo. Los frutos de sus bendiciones son
egoístamente guardados para sí mismos y no son entregados al Señor. De
esta manera, Dios con frecuencia es defraudado por los hombres con los frutos
que le deben dar. Es un gran
abuso de la bondad de Dios el negarse a compartir nuestras bendiciones con
otros. Ver pp. 34-35.
Multiplicó también los altares. La palabra hebrea que se traduce
"multiplicó", deriva de la misma raíz de la palabra que se traduce
abundancia. El pensamiento es que precisamente a medida que aumentaban sus
bendiciones, aumentaba también su apostasía. En realidad, esto presenta lo que
se acaba de mostrar en forma de símbolos: el gran aumento de la apostasía de
Israel. El incremento de la población y la prosperidad material (ver com. cap.
2:8; PR 214) dio como resultado que se multiplicara el número de los altares
idólatras.
Ídolos. "Más hermosas hacía las estelas" (BJ). Heb.
matstsebah, "columnas", o "estelas" (ver. com. Ose. 3: 4;
cf. 1 Rey. 14: 23).
2. Dividido. O, "doble", "lisonjero".
Su corazón. Israel añadió el culto a los ídolos al del Señor (2
Rey. 17: 32-33, 41), y Dios no podía tolerar ese culto a medias (cf. Mat. 6:
24). Sólo cuando nos volvemos a Dios de todo nuestro corazón, él puede hacer
por nosotros lo que desea (Prov. 23: 26; Jer. 29: 11-14).
Demolerá. En hebreo es una palabra que significa literalmente
"quebrantar el cuello", palabra que se usa comúnmente en un sentido
ritual (Exo. 13: 13; 34: 20; Deut. 21: 4, 6). Oseas declara con estas palabras
que los instrumentos del pecado serían quitados de los transgresores y serían
destruidos; sus altares demolidos, y sus ídolos, destruidos. El hebreo destaca
en este versículo que Jehová mismo demolería sus altares.
3. Ahora. O
cuando el pueblo viera la destrucción ante sus mismos ojos, o cuando estuviera
en el cautiverio.
No tenemos rey. Por haber rechazado a Jehová y haber menospreciado
los castigos consiguientes, Israel se vería en la necesidad de ver y comprender
que los reyes impuestos por su propia voluntad (ver com. cap. 8: 4) serían incapaces
de protegerlo o darle ayuda (ver com. cap. 3: 4).
Esto
también podría referirse a que Israel rechazó al Señor en su doble condición de
Dios y de Rey. Este rechazo, que en cierta medida comenzó cuando Saúl fue
elegido rey (1 Sam. 8: 7), al fin terminó en desastre espiritual y angustia
material, y culminó en completa ruina.
4. Jurando en vano. La infidelidad de Israel en los días de Oseas se
acentuó en varios sentidos: (1) Cuando abandonó al Señor por la idolatría; (2)
por deslealtad a su soberanía, y (3) por falsedad e infamia en el trato con sus
prójimos en general. Después de firmar
un convenio con Salmanasar V, rey de Asiria, en secreto hicieron un pacto con
So, rey de Egipto (2 Rey. 17: 4). De esta manera violaron pactos y también
desobedecieron la orden de Dios, que prohibía celebrar alianzas con extranjeros
(Exo. 23: 32; 34: 12; Deut. 7: 2). De modo que fueron desleales a los hombres y
a Dios.
Juicio florecerá. También, "justicia brotará". Algunos
sugieren que "juicio" se refiere al castigo que Dios iba a enviar a
la impía nación, castigo que sería tan amargo y mortífero como el ajenjo. Sin
embargo, el contexto parece indicar que "juicio" se refiere aquí a
esa "justicia" oficial del país, que era una perversión y una
caricatura de la verdadera justicia (Amós 5: 7; 6: 12). Ese juicio pervertido
es como la hierba amarga que brota tan fácil y abundantemente.
Ajenjo. Heb. ro*sh, "una hierba amarga y venenosa"
(ver com. Sal. 69: 21). También se usa
esta palabra para referirse al veneno de las serpientes (Deut. 32: 33; Job 20:
16).
5. Becerras. Heb. 'eglah, "vaquillas" o
"novillas". En otros pasajes de Oseas los becerros objetos de
idolatría son designados con la forma hebrea masculina. Se ha sugerido que se
emplea el género femenino en señal de desprecio o para hacer resaltar la
debilidad de los becerros que no podían ayudar a los israelitas. Tanto en la
LXX como en la BJ está en singular: "becerro", lo cual concuerda
mejor con el singular "a causa del becerro" y "será él
llevado" (vers. 5-6).
Bet-avén. Literalmente, "casa de engaño" o "casa de impiedad"
(ver com. cap. 4: 15). Bet-el, "la
casa de Dios", que una vez fuera un lugar de sagrada memoria debido a su
relación con el patriarca Jacob, más tarde se convirtió en uno de los dos centros
del culto idólatra de los becerros (1 Rey. 12: 26-33).
Samaria. La capital y principal ciudad del reino del norte.
Sacerdotes. Heb. komer, palabra que sólo aparece en otros dos
lugares del AT. En 2 Rey. 23: 5,
traducida allí como "sacerdotes idólatras", y en Sof. 1: 4, donde se
ha traducido como "sacerdotes paganos" (BJ).
6. Será él llevado. Este versículo explica el anterior. El dios nacional
de Israel, el becerro, sería llevado a Asiria como uno de los despojos de
guerra. En la antigüedad, una victoria sobre tina nación se catalogaba como una
victoria sobre sus dioses (1 Rey. 20: 23, 28; 2 Rey. 18: 28-35).
Rey Jareb. Ver com. cap. 5: 13. No hay ninguna referencia
específica del cumplimiento de esta profecía: el becerro de oro llevado a
Asiria. Pero podemos estar seguros de que los asirios no hubieran dejado un
objeto de tanto valor en Bet-el.
Consejo. Quizá una referencia a la mala política de Jeroboam
I, que tenía el propósito de separar a Israel de Judá (1 Rey. 12: 26-30).
7. Espuma. "Paja" (VM). Heb. qétsef, "una rama desgajada"
(cf. Mat. 15: 13). La LXX traduce: "ramita". La figura
recalca la liviandad, inestabilidad e impotencia del rey en quien confiaba el
pueblo.
8. Avén. Lo más probable es que debe entenderse como
Bet-avén, quizá Bet-el (ver com. cap. 4: 15). Sin embargo, algunos creen que
esos lugares altos de "Avén" significan lugares altos "de
impiedad (el Heb. 'awen significa impiedad), donde se ofrecían sacrificios ilícitos
ante dioses extraños. El pueblo comenzó a apartarse de Dios ofreciendo
sacrificios a Jehová en esos lugares altos, en vez de hacerlo en Jerusalén, el
único lugar para servicios religiosos de acuerdo con la ley (Deut. 12:
1-14). Posteriormente y debido a la
creciente apostasía, esos lugares altos fueron testigos de las más abominables
idolatrías y vergonzosas prácticas pecaminosas (ver com. Ose. 4: 13).
Espino. Vívida figura de desolación total.
Cubridnos. Tan abrumadores serían la angustia y el espanto del
pueblo, que en su desesperación desearía una muerte rápida. Preferiría ser
sepultado bajo montañas o montes, antes que contemplar más escenas tan
desgarradoras, antes que soportar más tales calamidades.
Es significativo que nuestro Señor usara palabras similares al predecir las
calamidades relacionadas con la destrucción de Jerusalén por los romanos en el
año 70 d. C. (Luc. 23: 30), y que también las empleara Juan para describir la
desesperación de los hombres en el fin del mundo (Apoc. 6: 16-17). ¿Acaso no es infinitamente mejor orar a
Jesús ahora que "cubra" nuestras transgresiones con la sangre de su
expiación, que tener que clamar, por causa de nuestro descuido, que las
montañas y los cerros caigan sobre nosotros para "cubrirnos"? Nuestras sinceras oraciones a Jesús
"ahora", serán oídas con toda seguridad; pero serán en vano las
oraciones a las montañas y a los cerros.
9. Gabaa. Ver com. cap. 9: 9. Este pecado de Gabaa había
llegado a ser proverbial. (Es el caso del levita y su concubina, registrado en Jueces 19. De cómo
en Gabaa de Benjamín fue Ultrajada su concubina por un grupo de gente perversa.
Como consecuencia Murió… Y Todo Israel como un solo hombre salió a guerrear
contra Benjamín por su negativa a entregar a esos asesinos…).
10. Los castigaré. En
cuanto al propósito del cautiverio, ver las pp. 32-33, 598-599.
https://elaguila3008.blogspot.com/2020/08/el-papel-de-israel-en-la-profecia-del.html
Se juntarán. Los instrumentos del castigo de Dios serían los
invasores extranjeros (ver com. Isa. 7:
20). Así como las otras tribus se juntaron en Gabaa contra la tribu de Benjamín
para destruirla, así también ahora, contra las diez tribus se juntarían
diversos pueblos y naciones para destruir a Israel. El número de los que se reunieran contra
Israel sería tan abrumador como lo fue el de todas las tribus reunidas contra
la pequeña tribu de Benjamín (Juec. 20).
Doble crimen. Posiblemente se refiera al crimen de Gabaa y a la
adoración de los becerros. Podría también referirse sencillamente a la
enormidad de los crímenes cometidos en Israel.
El
castigo de Israel sería el resultado inevitable de sus transgresiones y, como
animales sujetos al yugo, el pueblo tendría que arrastrar ese castigo. El
pueblo de Dios había despreciado el yugo fácil y liviano de Dios (ver com. Mat.
11:29-30), y quedó atado con los lazos de su pecado. La destrucción le
sobrevendría estando en ese pecado.
*En la vida no hay libertad absoluta. Ese
ideal no existe. Somos de Cristo o somos del enemigo. No hay termino medios.
Israel vivía dividido entre ambos mundos. (Vers. 2). Pero Dios, solo reconoce
un solo camino de uno u otro lado. Si estamos divididos no somos de Dios; somos
del diablo. Juan 8:44; Apoc. 3:14-22.
11. Novilla. Heb. 'eglah (ver com. vers. 5). Efraín es comparado aquí con una novilla domesticada
para trillar grano. Los bueyes eran utilizados antiguamente, y aún los utilizan,
para trillar el grano, ya fuera con las pezuñas o arrastrando una rastra de
trillar sobre los granos. No se les ponía bozales (Deut. 25: 4) para que
quedaran en libertad de tomar de vez en cuando un bocado de cerca. Tal fue la
historia de Israel. Había sido colocado en la tierra prometida en condiciones fáciles
y cómodas, como una novilla que trillaba, pero a la que se le permitía comer a
voluntad. Sin embargo, estas comodidades materiales que debieran haberlo
acercado a su Creador, trágicamente hicieron que tuviera una confianza propia
pecaminosa y fuera rebelde (ver com. Deut. 32: 15).
Lozana cerviz. Ha sobrevenido un cambio. El yugo asirio está por
ser colocado sobre la lozana cerviz de Israel.
Haré llevar yugo a Efraín. O, "unciré al carro a Efraín" (BJ).
Arará. Se le impondría ahora una cansadora y desagradable
labor. Judá, debido a sus pecados, también debería compartir la faena teniendo
que hacer el duro trabajo de arar; y Jacob, que quizá aquí representa a las
diez tribus del norte, quebraría los terrones. Efraín había sido una vez libre;
pero ahora está subyugado y tiene que llevar el yugo del duro servicio.
12. Sembrad... en justicia. O, "para justicia" (VM). Israel debe
sembrar semillas que broten justicia. La admonición dada aquí refleja otra vez
el significado del nombre Jezreel (ver com. cap. 1: 4; 2: 23).
Segad. La novilla (vers. 11) ilustra la condición a que
había llegado Israel debido al pecado. El profeta describe aquí lo que el Señor
anhela que sea Israel mediante la obediencia por la fe. Oseas usa comparaciones
tomadas de la vida agraria (vers. 12-13), y presenta una exhortación a la
reforma que produce el verdadero arrepentimiento. Dios asegura a su pueblo que
si amolda su vida a la voluntad divina y trata con justicia a sus prójimos,
recibirá su recompensa (cf. Sal. 19: 11; Prov. 11: 18), una recompensa mucho
mayor que todas las buenas obras que pueda hacer, así como el agricultor que
siembra un quintal de trigo cosecha muchos más quintales (cf. Mar. 10: 28-30).
Aunque quizá sembremos con lágrimas la semilla de justicia, permanece la
reconfortante promesa de que segaremos con regocijo (Sal. 126: 5-6).
Misericordia. Heb. jésed (ver Nota Adicional al Salmo 36, t. III,
p. 727). Compárese con el significado del nombre Lo-ruhama (ver com. Ose. 1: 6;
2: 23).
Haced para vosotros barbecho. Este es un ruego divino para que haya una reforma en
la vida, para que se desarraiguen las malezas del pecado a medida que el
agricultor pasa su arado sobre el barbecho, el campo sin cultivar, y lo ara para
que el terreno quede listo para la siembra. En esta forma se insta a Israel
para que elimine toda apostasía del culto, toda iniquidad en la manera de
vivir, y que se vuelva al Señor con sincero corazón. La tierra de Efraín estuvo
demasiado tiempo desolada y sin cultivar debido al pecado. Esto debe dar lugar
ahora al cultivo divino desarraigando las cizañas y las raíces de los males
nacionales, sociales e individuales. Son imperativas una renovación espiritual
y una reforma religiosa radical.
Esta
ferviente exhortación indica que aún estaba abierta la puerta de la
misericordia para un posible arrepentimiento de Israel. Sin embargo, persistía
el triste hecho de que la nación en general estaba tan endurecida en el pecado,
que esta exhortación sería en vano (ver com. cap. 4: 17). No obstante, los
mensajes directos de Oseas no fueron del todo sin resultados, pues ayudaron
individualmente a muchas almas para que fueran fieles en ese tiempo de crisis
(PR 218).
Buscar a Jehová. Si así lo hacían, Dios nuevamente los recibiría como
a su pueblo (ver com. cap. 1: 9; 2: 23).
Enseñe justicia. "Hasta que venga a lloveros justicia"
(BJ). Ver com. Isa. 45: 8.
13. Habéis arado impiedad. Se usa aquí en el sentido de "habéis sembrado
impiedad". La conducta anterior del pueblo de Israel había sido contraria
a lo que ahora se le exhorta que haga (vers. 12). El mal que sembraron ya había
dado la inevitable cosecha de iniquidad (cf. Job 4: 8; Prov. 22: 8). La
confianza que tenían en la sabiduría de su propio proceder los condujo al
desastre y a la guerra (cf. Prov. 14: 12).
Fruto de mentira. Israel había mentido a Dios con su hipocresía e
idolatría. Ahora el fruto de esa falta de veracidad sería una desilusión, el
humo y las cenizas de un fracaso completo y un vacío absoluto.
En tu camino. Israel abandonó el camino de la rectitud de Dios
para seguir sus propios caminos de iniquidad. Confió en la vana ayuda de Egipto
y Asiria; se apoyó en el brazo carnal, y así se apartó de Jehová (ver com. Jer.
17: 5).
14. Alboroto. La cosecha estaba lista, el alboroto de la guerra y la destrucción estaba en camino. Salmán. Este nombre se interpreta en tres diferentes maneras: que es una forma abreviada de Salmanasar V, rey de Asiria; que se refiere a Salum, el que asesinó a Zacarías el hijo de Jeroboam II, y gobernó a Israel sólo un mes y luego fue asesinado por su sucesor (2Rey. 15:8-15); o que se alude a Salmanu, un rey moabita de tiempos de Tiglat-pileser III (745-727 a. C.).
Bet-arbel. Heb. beth 'arebe'l, "la casa de Arebel".
Podría haber sido Arbela (la moderna Irbid) en Galilea, en la tribu de Neftalí,
mencionada en 1 Mac. 9: 2; o podría haber sido otra Irbid al este del Jordán.
Es interesante observar que la LXX traduce: "la casa de Jeroboam", lo
que sería una referencia al asesinato de Zacarías perpetrado por Salum, que
puso fin a la familia de Jeroboam II.
Destrozada. Los asirios eran reconocidos como excesivamente
crueles en la guerra (ver com. cap. 9: 13).
15. Bet-el. Ver com. cap. 4: 15. El inminente cautiverio podía
atribuirse a las iniquidades del pueblo. Bet-el era el principal lugar del
culto al becerro, y su pecado era la razón de muchas de las calamidades que se
acercaban.
Mañana. Así como la mañana rápidamente despeja las estrellas
que brillan en la noche, así el rey (probablemente Oseas, último rey de Israel)
sería en poco tiempo eliminado y el reino del norte rápidamente llegaría a su
fin. (4CBA)
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/12/pr-capitulo-23-el-cautiverio-asirio.html
Ministerio
Hno. Pio
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