Miqueas
2. Amenazas sobre
príncipes y falsos profetas.
Vers.
(1-3) Contra la opresión. (4-6) Una lamentación. (7-11) Se condenan la
injusticia y la idolatría. (12-13) Promesa de restaurar a Jacob.
1 ¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! 2 Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. 3 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.
4 En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros. 5 Por tanto, no habrá quien a suerte reparta heredades en la congregación de Jehová. 6 No profeticéis, dicen a los que profetizan; no les profeticen, porque no les alcanzará vergüenza.
7 Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu de Jehová? ¿Son estas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente? 8 El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; de sobre el vestido quitaste las capas atrevidamente a los que pasaban, como adversarios de guerra. 9 A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza. 10 Levantaos y andad, porque no es este el lugar de reposo, pues está contaminado, corrompido grandemente. 11 Si alguno andando con espíritu de falsedad mintiere diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será el profeta de este pueblo.
12 De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres. 13 Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová. (Miqueas 2).
1. ¡Ay de los que! En los vers. 1 y 2 Miqueas condena la injusticia y
opresión que sufrían los pobres.
En sus camas. Es decir que de noche maquinan el plan que esperan
ejecutar al día siguiente (cf. Job 4: 13; Sal. 4: 4; 36: 4). Tan dispuestos
estaban esos malhechores en cumplir sus propósitos, que tan pronto como llegaba
"la mañana" los llevaban a cabo.
El poder. Procedían de acuerdo con el impío principio de que
"el poder justifica". Cuando alguien se aprovecha de su poder, casi con seguridad abusa
de él. La traducción de la LXX: "Pues no levantaron las manos
a Dios", quizá se deba a una mala interpretación del modismo hebreo que
aquí se emplea. La palabra traducida "poder" es ´el, vocablo que
frecuentemente se traduce "Dios". Sin embargo, en esta expresión
idiomática claramente parece tener el significado de "poder". Aparece
también este modismo en Gén. 31: 29; Deut. 28: 32; Neh. 5: 5; Prov. 3: 27.
2. Codician las heredades. Estaban tan ávidos de posesiones terrenales y eran
tan rapaces que llevaban a cabo sus codiciosos propósitos por medio de la
violencia (1 Rey. 21; Isa. 5: 8; Ose. 5: 10; Amós 4: 1). En la antigüedad, la
tierra que se vendía volvía al propietario original el año del jubileo (Lev.
25: 10, 28), y los terrenos no debían transferirse de una tribu a otra (Núm.
36: 7).
3. Yo pienso. El pecado había provocado un desdén por las
relaciones familiares. Dios traería castigo "contra esta familia", o
sea toda la nación. Así como ellos tramaban iniquidades, así también Dios
planearía "un mal".
No sacaréis vuestros cuellos. Su castigo sería un yugo pesado e irritante del cual
no podrían liberarse.
Ni andaréis erguidos. Es decir, con la cabeza levantada. Sería humillado
el orgullo de los opresores.
Será malo. El profeta habla del futuro castigo que Dios traería
sobre su pueblo.
4. Refrán. Heb. mashal, quizá aquí en el sentido de "un
cantito de mofa". "En aquel tiempo", el tiempo malo mencionado
en el versículo precedente, el enemigo, para mofarse de Israel, usaría las
palabras que los mismos israelitas emplearon para lamentar sus calamidades
(Hab. 2: 6). Haciéndose pasar en son de mofa por afligidos judíos, los enemigos
lamentarían que Israel, una vez próspero, ahora estuviera "del todo"
destruido, reducido a ruinas y desolación, y que su heredad, "la porción
de mi pueblo", hubiera sido cambiada y quitada. En la tierra de Canaán que
Dios prometio a descendientes de Abrahán sería transferida a sus enemigos.
Ninguna burla nos hiere y aguijonea más que la repetición hecha en broma por
otro de las mismas palabras que usamos para lamentarnos.
Los repartió. Heb. shobeb, "un volver atrás", o "un
apóstata". Este último significado hace que la cláusula diga: "A un
apóstata él divide nuestros campos". Mediante un cambio en el hebreo, la
BJ dice: "A nuestros saqueadores les tocan nuestros campos".
5. Reparta. No es enteramente claro quién dice esto y a quién.
La sentencia no sigue la estructura poética del vers. 4, y por lo tanto
evidentemente no es una continuación de la mofa. Quizá sea una plática de
Miqueas a un miembro impenitente de la clase superior, tiránica y opresora,
mencionada en los vers. 1 y 2, o al grupo en conjunto. Miqueas informa al
opresor que, debido a que ha tratado injustamente con la tierra de su prójimo,
no tendrá más heredad en Israel.
6. No profeticéis. El significado de este versículo es oscuro; por lo
tanto, se han ofrecido muchas interpretaciones. El versículo dice literalmente:
"No profeticéis, ellos profetizan, no profeticéis acerca de estas cosas.
Insultos no cesarán". Las palabras parecen ser una protesta por los reproches
de Miqueas.
7. Tú que te dices. Heb. 'amur, de la raíz 'amar, "hablar", y
por lo tanto "algo hablado" o "alguien llamado". Puesto que
el hebreo tiene el prefijo interrogativo, la cláusula podría traducirse:
"¿Debiera decirse esto, oh casa de Jacob?" (RSV). Miqueas reprende al
que habla (vers. 6) por expresar pensamientos ajenos al espíritu de Dios.
Acortado. Usada en relación con "espíritu", la
palabra significa "impacientarse". Aquí el profeta reprende a los que
acusan al Señor de ser impaciente porque se rebaja a amenazar a su pueblo. Esto
no es así, pues Dios siempre ha sido longánime en su trato con Israel. Sin
embargo, cuando pecan los hombres, deben esperar cosechar los resultados de su
mal proceder (Exo. 34: 6-7).
Sus obras. Esos castigos y juicios no vienen porque Dios lo
quisiera así (Sal. 103: 8-14; Eze. 18: 25-32). Él es un Dios de amor y se
deleita en la misericordia. El castigo le es una "extraña obra", un
"acto extraño" pues es ajeno a su naturaleza (Isa. 28: 21; Jer. 31:
20; Lam. 3: 32-33; 1 Juan 4: 7-8). Miqueas afirma que nuestros castigos son
nuestras propias "obras", no las de Dios (Eze. 33: 11). En este
sentido, el pecador se castiga a sí mismo (CS 40-41). Así como el sol no puede
ser tenido por responsable de la sombra que proyecta un objeto opaco, así
tampoco Dios puede ser tenido por responsable de la iniquidad del
pecador (Sant. 1: 13-15).
¿No hacen. . . bien? La Palabra de Dios es buena y está plena de
bendiciones para los que la obedecen (Deut. 7: 9-11; Sal. 18: 25-26; 25: 10;
103: 17-18; Rom. 7: 12; 11: 22).
8. El que ayer. Es oscuro el significado de la cláusula que así
comienza. Mediante un cambio en el hebreo, la BJ dice: "Sois vosotros los
que contra mi pueblo como enemigos os alzáis".
Como enemigo. Acusación contra los de las clases encumbradas que
trataban al pueblo común "como enemigo", robándole y saqueándolo.
Aunque eran apóstatas y pecadores, en su amor perenne Dios llama a los
israelitas "mi pueblo" (cf. Isa. 49: 14-16; Juan 1: 11).
Las capas. Heb. salmah, el manto externo que también se usaba
para cubrir el cuerpo al dormir. No se permitía que el acreedor retuviera la salmah del deudor durante la noche (ver com. Exo. 22:
26).
Adversarios de guerra.Los de la clase superior se apropiaban de las
vestimentas de la pacífica gente común.
9. Las mujeres. Quizá las viudas que deberían haber sido defendidas
(Isa. 10: 2).
Echasteis fuera. Heb. garash que, en la forma en que se halla aquí,
tiene el significado de expulsar a la fuerza. La misma forma del verbo aparece
en Gén. 3: 24.
Mi perpetua alabanza. "Mi honor para siempre" (BJ). Los niños
eran despojados de sus bendiciones, quizá debido a la necesidad y a la
ignorancia, o siendo vendidos como esclavos, y privados así de la libertad que
Dios les había dado.
10. Andad. Los opresores debían ser expulsados de su país, así
como habían exiliado a otros.
Lugar de reposo. Es decir, la tierra de Canaán (Deut. 12: 9; Sal. 95:
10-11).
Contaminado. Debido a las iniquidades de ellos (ver Lev. 18: 25,
27).
11. Si alguno. Debido a sus iniquidades, los pecadores entre el
pueblo de Dios no querían a los que reprochaban y condenaban sus
transgresiones. Los que toleraban el mal, los que tomaban una actitud de fácil
indiferencia ante el pecado y profetizaban mentiras halagüeñas, eran los profetas
populares (ver Jer. 14: 13-15; 23: 25-27; Eze. 13: 1-7).
Espíritu. Heb. rúaj, que significa también "viento".
Esto explica la traducción: "Si un hombre anda al viento, inventando
mentiras" (BJ).
Yo te profetizaré. No hay nada que descarríe tanto a las almas
confiadas como el revestir las enseñanzas falsas con las vestiduras de la
Palabra de Dios (Mat. 7: 15; cf. cap. 15: 7-9).
Vino. Esos falsos videntes prometían prosperidad material
y placeres sensuales.
12. De cierto te juntaré. Miqueas vuelve su atención de la mayoría de su
pueblo que había ido por el sendero del mal, a la minoría -el remanente- en el
cual se cumpliría la promesa de la restauración y la liberación después del
cautiverio. Así negó Miqueas la repetida acusación de los falsos profetas de
que él era un incurable vaticinador de desgracias y desastres. El afirmó con un
optimismo profético de largo alcance que después del exilio habría un futuro de
gozo y alegría para los que sirvieran al Señor.
Todo. "Todo entero" (BJ). Es decir, todo el
remanente. Aunque si hubiera sido por Dios, todo su pueblo profeso hubiera sido
salvo (1 Tim. 2: 3-4; cf. Tito 2: 11; 2 Ped. 3: 9), tan sólo unos pocos,
"el resto de Israel, que sinceramente se aparta de sus pecados y camina en
la senda de justicia, será salvo (Isa. 10: 20-22; Jer. 31: 7-8; Eze. 34: 11-16;
Sof. 3: 12-13). Por la gracia de Dios, "muchos son llamados", pero
debido a la perversa iniquidad del corazón humano, desgraciadamente, son
"pocos escogidos" (Mat. 22: 14; cf. Mat. 7: 13-14).
Bosra. Una ciudad de Edom llevaba ese nombre (Gén. 36: 33;
cf. Isa. 63: 1); también se llamaba así una ciudad de Moab (Jer. 48: 24).
Ninguna de las dos encuadra bien con el sentido de este pasaje. Un cambio en
los puntos vocálicos (ver t. I, p. 25) da la variante "en el aprisco"
(BJ) que corresponde adecuadamente con el paralelismo hebreo del contexto.
Aprisco. Un cambio de puntos vocálicos da la variante
"pastizal" (BJ).
Harán estruendo. Lo que muestra que el remanente sería una gran
multitud.
13. El que abre. Del Heb. parats, "hacer una brecha",
"abrirse paso". El paralelismo del versículo muestra aquí a Jehová
abriendo paso a toda oposición que hubiera ante su pueblo.
Abrirán camino. Los cautivos seguirían a sus caudillos. El hecho de que "pasarán la puerta" muestra que saldrían de la tierra de su exilio.
Su rey. El mismo Señor que condujo a su pueblo para que
saliera de la esclavitud egipcia y más tarde lo libró del cautiverio, en el
futuro próximo librará a los redimidos del yugo y del cautiverio de este mundo
de pecado. (4CBA).
COMENTARIOS DE (EGW).
Vers.
7. *Las escenas que se están desarrollando delante de nosotros son de
suficiente magnitud como para hacernos despertar y grabar la verdad en el
corazón de todos los que quieran escuchar. La mies de la tierra está casi madura.
Se me mostró cuán importante es
que sean íntegros los ministros que se dedican a la obra solemne y de tanta
responsabilidad de proclamar el mensaje del tercer ángel. El Señor no se ve en
estrechez por falta de recursos o instrumentos con que realizar su obra. Puede hablar en cualquier momento, y por
quienes quiera; su Palabra es poderosa, y realizará aquello para lo cual la
envió. Pero si la verdad no ha
santificado ni purificado las manos y el corazón de aquel que ministra las
cosas sagradas, está expuesto a hablar de acuerdo con su propia experiencia
imperfecta; y cuando habla de sí mismo, de acuerdo con las decisiones de su
propio juicio no santificado, su consejo no es entonces de Dios, sino de sí
mismo. Así como el que es llamado de
Dios es llamado a ser santo, el que es aprobado y separado de los hombres debe dar
evidencia de su santa 90 vocación, y manifestar por su conversación y conducta
celestiales que es fiel a Aquel que lo ha llamado.
Pesan terribles ayes sobre los que predican la
verdad, pero no son santificados por ella, y también sobre aquellos que consienten
en recibir y sostener a los no santificados para que ministren en palabra y
doctrina. 1JT
Vers.
10. El llamamiento al arrepentimiento se proclamó con inequívoca claridad, y
todos fueron invitados a volver. El profeta rogaba: "Buscad a Jehová
mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío
su camino, y el hombre 236 inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el
cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en
perdonar."(Isa. 55: 6, 7.)
¿Escogiste tú, lector, tu propio
camino? ¿Te has extraviado lejos de Dios? ¿Has procurado alimentarte con los
frutos de la transgresión, tan sólo para hallar que se tornan cenizas en tus
labios? Y ahora, frustrados los planes que hiciste para tu vida, muertas tus
esperanzas, ¿te hallas sentado solo y desconsolado? Esa voz que desde hace
mucho ha estado hablando a tu corazón y a la cual no quisiste escuchar, te
llega distinta y clara: "Levantaos, y andad, que no es ésta la holganza;
porque está contaminada, corrompióse, y de grande corrupción." (Miq. 2:
10.) Vuelve a la casa de tu Padre. El te invita diciendo: "Tórnate a mí,
porque yo te redimí." "Venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré
con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David." (Isa. 44:
22; 55: 3.)
No escuches al enemigo cuando te
sugiere que te mantengas alejado de Cristo hasta que hayas mejorado; hasta que
seas bastante bueno para allegarte a Dios. Si aguardas hasta entonces, no te
acercarás nunca a él. Cuando Satanás te señale tus vestiduras inmundas, repite
la promesa del Salvador: "Al que a mí viene, no le echo fuera." (Juan
6: 37.) Di al enemigo que la sangre de Cristo te limpia de todo pecado. Haz
tuya la oración de David: "Purifícame con hisopo, y seré limpio: lávame, y
seré emblanquecido más que la nieve." (Sal. 51: 7.)
Las exhortaciones dirigidas por el profeta a Judá para que contemplase al Dios viviente y aceptase sus ofrecimientos misericordiosos, no fueron vanas. Hubo algunos que le escucharon con fervor, y se apartaron de sus ídolos para adorar a Jehová. Aprendieron a ver amor, misericordia y tierna compasión en su Hacedor. Y en los días sombríos que iban a presentarse en la historia de Judá, cuando sólo quedaría un residuo en la tierra, las palabras del profeta iban a continuar dando fruto en una reforma decidida. Declaró Isaías: "En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán 237 al Santo de Israel. Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los bosques, ni a las imágenes del sol." (Isa. 17: 7, 8.) PR
* Si los siervos de Dios quieren caminar con él por la fe, él impartirá poder al mensaje que den. Serán así capacitados para presentar su amor y el peligro de rechazar la gracia de Dios, para que los hombres sean constreñidos a aceptar el Evangelio. Cristo realizará maravillosos milagros si tan sólo los hombres quisieran hacer la parte que Dios les ha encomendado.
En los corazones humanos puede obrarse hoy una transformación tan grande como la que se operó en las generaciones pasadas.
Juan Bunyan fue redimido de la profanidad y las borracheras; Juan Newton 188 de la trata de esclavos, para que proclamaran a un Salvador elevado en alto. Un Bunyan y un Newton pueden redimirse de entre los hombres hoy día. Mediante los agentes humanos que cooperen con los divinos serán reivindicados muchos pobres perdidos, quienes a su vez tratarán de restaurar la imagen de Dios en el hombre.
Hay quienes han tenido muy escasas oportunidades, y han transitado por los caminos del error porque no conocían ningún camino mejor, a los cuales les llegarán los rayos de la luz. Como vinieron a Zaqueo las palabras de Cristo: "Hoy es necesario que pose en tu casa", Lucas 19:5.* así vendrá a ellos la palabra; y se descubrirá que aquellos a quienes se suponía pecadores endurecidos tienen un corazón tan tierno como el de un niño porque Cristo se ha dignado tenerlos en cuenta.
Muchos se volverán de los más
groseros errores y pecados, y tomarán el lugar de otros que han tenido
oportunidades y privilegios pero que no los han apreciado. Serán considerados los elegidos de Dios,
escogidos y preciosos; y cuando Cristo venga en su reino, estarán junto a su
trono.
Pero "mirad que no desechéis al que habla". Hebreos 12:25.* Jesús dijo: "Ninguno de aquellos hombres
que fueron llamados, gustará mi cena".
Habían rechazado la invitación, y ninguno de ellos fue invitado de
nuevo. Al rechazar a Cristo, los judíos
estaban endureciendo sus corazones, y entregándose al poder de Satanás, hasta
que les era imposible aceptar su gracia.
Así es ahora. Si no se aprecia el
amor de Dios, ni llega a ser un principio perdurable que ablande y subyugue el
alma, estaremos completamente perdidos.
El Señor no puede manifestar más amor que el que ha manifestado. Si el amor de Jesús no subyuga el corazón, no
hay medios por los cuales podamos ser alcanzados.
Cada vez que rehusáis escuchar el
mensaje de misericordia, os fortalecéis en la incredulidad. Cada vez que dejáis de abrir la puerta de
vuestro corazón a Cristo, llegáis a estar menos y menos dispuestos a escuchar
su voz que os 189 habla. Disminuís
vuestra oportunidad de responder al último llamamiento de la misericordia. No se escriba de vosotros como del antiguo
Israel: "Efraín es dado a los
ídolos; déjalo". Oseas 4:17.*
No llore Cristo por vosotros como lloró por Jerusalén, diciendo: "¡Cuántas veces quise juntar tus
hijos, como la gallina sus pollos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí, os es dejada vuestra casa
desierta". Lucas 13:34, 35.*
Estamos viviendo en un tiempo
cuando el último mensaje de misericordia, la última invitación, está sonando
para los hijos de los hombres. La orden:
"Ve por los caminos y por los vallados", está alcanzando su cumplimiento
final. La invitación de Cristo será dada
a cada alma. Los mensajeros están
diciendo: "Venid, que ya está todo aparejado". Los ángeles del cielo están cooperando aún
con los agentes humanos. El Espíritu
Santo está presentando todo incentivo posible para constreñiros a venir. PVGM
"Una Generosa Invitación"
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Ministerio
Hno. Pio
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