martes, marzo 23, 2021

REFLEXIÓN 615. EL ENOJO DE JONÁS Y LA LECCIÓN QUE DIOS LE DIO (JONÁS 4).

Jonás 4.  Jonás, descontento por la misericordia de Dios. (1-3), es reprendido por medio del incidente de la calabacera. (4-11).

1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. 2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra?  Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. 3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida. 

4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto? 5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. 6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.

7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida. 9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera?  Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. 

10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. 11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales? (Jonás 4).

1. Se apesadumbró. "Se disgustó" (BJ). Literalmente, "fue mal para Jonás, gran mal". El cap. 4 muestra un notable contraste entre la impaciencia del corazón humano y la longanimidad de Dios. Jonás estaba más que disgustado; estaba muy indignado porque Dios se arrepintiera "del mal" (cap. 3: 10). En vez de regocijarse porque la gracia de Dios había perdonado a los arrepentidos ninivitas, permitió que su orgullo egoísta y pecaminoso resistiera ese hecho. Creyó que, al no cumplirse lo que había predicho, sería considerado como un falso profeta. Para él, su reputación valía más que todos los habitantes de la capital asiria. También pudo haber pensado que el conocimiento que tiene el Señor del futuro se desacreditaría entre los paganos al no cumplirse esta profecía.

Se enojó. La misericordia de Dios con los ninivitas (cap. 3: 10) enfureció a Jonás. La misericordia divina le había protegido la vida cuando él fue desobediente, pero se puso celoso cuando Dios extendió esa misma misericordia a otros.

2. Oró ¡Cuán diferentes eran las circunstancias de esta oración comparadas con las del cap. 2, y cuán diferente el espíritu que la movía!  Entonces pidió vida en oración; ahora pedía muerte. Entonces estaba humilde, ahora enojado.

POR ESO me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.

*Las excusas que da Jonás, para sostener su posición, parecen ser correctos. Porque Dios es todo eso que dice. Pero su huida, fue por otros motivos que ya esgrimimos en el capítulo 1. Pero si realmente eso pensaba y sentía de Dios. 

¿Por qué está enojado mortalmente?

*Esto afirma fehacientemente, lo que decíamos de la “conversión” de Jonás, cuando estaba dentro del pez. Que solo cambio de dirección geográfica. Pero seguía siendo el mismo egoísta y desobediente que huyó rumbo a Tarsis. ¡Nadie cambia permanentemente por una crisis o prueba en la que promete todo!

3. Me quites la vida. Cuán diferente el pedido que le hacía Jonás a Dios del que le hizo Moisés. Este, con verdadero espíritu de abnegación, estuvo dispuesto a que su nombre fuera borrado con tal que su pueblo pecador pudiera vivir (Exo. 32: 31-32). Jonás se entregó a un completo desánimo.

*Jonás odiaba a los Asirios. Cuando fue a predicar, esperaba encontrar la misma actitud, el rechazo o burla de los Ninivitas. Porque eso es lo que hacían los israelitas al mensaje de los profetas por generaciones.

4. Enojarte. La ira de Jonás provenía del egoísmo y no de una noble indignación como la que impulsó a Jesús a expulsar a los cambistas del templo (Juan 2: 13-17).  Por su precipitación, el profeta se despojó de una gran bendición (cf.  Prov. 14: 29; 16: 32).

5. Hasta ver. Algunos creen que Jonás interpretó la pregunta: "¿Haces tú bien en enojarte?" (vers. 4) como que implicaba que, en su prisa, había juzgado mal la intención divina, y por lo tanto había todavía la posibilidad de que Nínive fuera destruida. Otros creen que Jonás pudo haber creído que el arrepentimiento del pueblo no era sincero, y que Dios lo castigaría después de todo. Más bien podría ser que su reacción meramente reflejaba su terca actitud e insistencia de que Dios cumpliera lo que había amenazado.

6. Preparó. Heb. manah, "ordenar".

Calabacera. Heb. qiqayon, una planta desconocida.  Se han sugerido varias identificaciones, tales como la planta de ricino (BJ), cierto pepino, étc.  La planta creció milagrosamente, y es innecesario identificarla con cualquier planta que crece con rapidez, aunque puede haber sido una variedad bien conocida en esas regiones, tal vez la no identificada kukkanitu del idioma acadio.

Malestar. Heb. ra'ah, palabra genérica que representa mal, desgracia, dificultad, aflicción. El malestar de Jonás no era tanto físico como mental y espiritual, debido a la molestia, la humillación y el chasco que creía que estaba sufriendo.

7. Preparó. Ver com. vers. 6.

Se secó. Con cuánta frecuencia en la experiencia humana, cuando un nuevo día de gozo y alegría parece estar por despuntar, se presenta el gusano de la desgracia o del dolor para convertir la esperanza en desesperación.

8. Preparó. Ver com. vers. 6.

Recio. Heb.jarishith, palabra que sólo aparece aquí y que quizá significa "abrasador".  "Sofocante" (BJ).

*La reiteración de la palabra preparó, vers. 6-8, demuestra que también el pez que trago y mantuvo con vida al profeta, fue preparado solo para ese fin. (1:17).

También la lección que le dio al profeta casi panteísta. Porque le importaba más la calabacera, que la vida humana. Como es la actitud de este poder en el mundo de hoy. Cuidan el ambiente, los animales… las mascotas tienen más derechos que los bebes por nacer...etc.

9. Mucho me enojo. "Me parece bien irritarme" (BJ). Impaciente y tercamente el profeta justificaba su ira y resolución de morir. Dios procuraba que se provocara en él una actitud razonable.

10. Tuviste tú lástima. Jonás, el airado y despiadado profeta, estaba dispuesto a compadecerse de una baladí calabacera de poco valor y a preservarle la vida -aunque no le había demandado trabajo ni esfuerzo-, pero no estaba dispuesto a mostrar la misma consideración con los habitantes de la gran ciudad de Nínive. La LXX traduce la primera parte del versículo así: "Y el Señor dijo: Tú tuviste compasión de la calabacera, por la cual tú no has sufrido, ni la hiciste crecer".

Jonás estaba airado cuando Dios no destruyó a los ninivitas (vers. 1, 4), y enojado cuando Dios permitió que se secara la calabacera (vers. 9). ¡Qué distorsionado sentido de los valores!  A Jonás le importaba más la calabacera que los ninivitas.

11. ¿Y No Tendré Yo Piedad De Nínive…? Éste capítulo termina con una pregunta: ¿Qué respondió el profeta a Dios? ¿se habrá convertido realmente? Es posible que lo haya hecho. Y por fin fue convertido totalmente. Llegando a la madurez espiritual.

Ciento veinte mil. En cuanto a la población de Nínive, ver la Nota Adicional del cap. 1.

Que no saben discernir. Algunos han aplicado esta expresión a los niños pequeñitos que no tenían todavía edad suficiente para determinar qué mano era más fuerte y más útil.  Si se calcula que esos niñitos representaban un quinto de la población, Nínive habría sido una ciudad de unos 600.000 habitantes. Esta cifra es demasiado grande y no puede hacérsela corresponder con el tamaño que se conoce de la antigua ciudad.  Pareciera que es mejor considerar la expresión "que no saben discernir" como metafórico, que se aplica a los que tenían un conocimiento imperfecto del bien y del mal. Si la expresión se considera como literal, entonces se trataría de Nínive y sus alrededores (ver la Nota Adicional del cap. 1). 4CBA

COMENTARIOS DE (EGW).

https://elaguila3008.blogspot.com/2009/12/pr-capitulo-22-ninive-ciudad.html

Ministerio Hno. Pio


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