Hechos 25. PRIMER ENCARCELAMIENTO DE PABLO. Vers. (1-7) Los judíos acusan a Pablo delante de Festo. (8-10) Pablo se defiende, (11-13) y apela a César. (14-22) Luego Festo presenta su caso al rey Agripa, (23-24) y Pablo comparece de nuevo. (25-27) Festo no encuentra en él nada digno de muerte.
1 LLEGADO, pues, Festo a la provincia, subió de Cesarea a Jerusalén tres días después. 2 Y los principales sacerdotes y los más influyentes de los judíos se presentaron ante él contra Pablo, y le rogaron, 3 pidiendo contra él, como gracia, que le hiciese traer a Jerusalén; preparando ellos una celada para matarle en el camino.
4 Pero Festo respondió que Pablo estaba custodiado en Cesarea, adonde él mismo partiría en breve. 5 Los que de vosotros puedan, dijo, desciendan conmigo, y si hay algún crimen en este hombre, acúsenle. 6 Y deteniéndose entre ellos no más de ocho o diez días, venido a Cesarea, al siguiente día se sentó en el tribunal, y mandó que fuese traído Pablo. 7 Cuando éste llegó, lo rodearon los judíos que habían venido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar;
8 alegando Pablo en su defensa: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada. 9 Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, respondiendo a Pablo dijo: ¿Quieres subir a Jerusalén, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí? 10 Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde debo ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún agravio, como tú sabes muy bien. 11 Porque si algún agravio, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehusó morir; pero si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. A César apelo. 12 Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondió: A César has apelado; a César irás. 13 Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea para saludar a Festo.
14 Y como estuvieron allí muchos días, Festo expuso al rey la causa de Pablo, diciendo: Un hombre ha sido dejado preso por Félix, 15 respecto al cual, cuando fui a Jerusalén, se me presentaron los principales sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo condenación contra él. 16 A éstos respondí que no es costumbre de los romanos entregar alguno a la muerte antes que el acusado tenga delante a sus acusadores, y pueda defenderse de la acusación.
17 Así, que, habiendo venido ellos juntos acá, sin ninguna dilación, al día siguiente, sentado en el tribunal, mandé traer al hombre. 18 Y estando presentes los acusadores, ningún cargo presentaron de los que yo sospechaba, 19 sino que tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su religión, y de un cierto Jesús, ya muerto, el que Pablo afirmaba estar vivo. 20 Yo, dudando en cuestión semejante, le pregunté si quería ir a Jerusalén y allá ser juzgado de estas cosas. 21 Mas como Pablo apeló para que se le reservase para el conocimiento de Augusto, mandé que le custodiasen hasta que le enviara yo a César. 22 Entonces Agripa dijo a Festo: Yo también quisiera oír a ese hombre. Y él le dijo: Mañana le oirás.
23 Al otro día, viniendo Agripa y Berenice con mucha pompa, y entrando en la audiencia con los tribunos y principales hombres de la ciudad, por mandato de Festo fue traído Pablo. 24 Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones que estáis aquí juntos con nosotros, aquí tenéis a este hombre, respecto del cual toda la multitud de los judíos me ha demandado en Jerusalén y aquí, dando voces que no debe vivir más.
25 Pero yo, hallando que ninguna
cosa digna de muerte ha hecho, y como él mismo apeló a Augusto, he determinado
enviarle a él. 26 Como no tengo cosa cierta que escribir a mi Señor, le he
traído ante vosotros, y mayormente ante ti, oh rey Agripa, para que después de
examinarle, tenga yo qué escribir. 27 Porque me parece fuera de razón enviar un
preso, y no informar de los cargos que haya en su contra. (Hechos 25).
1. Llegado. O al distrito que iba a gobernar, o a su despacho, para dedicarse a sus responsabilidades. Ver Josefo, Antigüedades xx.. 8; Guerra ii. 14.1.
Festo. Ver com. cap. 24:27.
Cesarea. La sede de la administración romana en Palestina
(ver com. cap. 8:40).
A Jerusalén. Jerusalén era la metrópoli del distrito de Judea. Sin
duda Festo estaba inspeccionando el territorio que le correspondía como
procurador, tratando de conocer sus problemas. El hecho de que dejara pasar
sólo tres días antes de emprender su viaje, habla muy bien de él como
administrador. Su capacidad e integridad parecen haber superado en mucho a las
de Félix (ver T. V, pp. 72-73).
2. Principales sacerdotes. En ese momento el sumo sacerdote
era Ismael, nombrado poco antes por Agripa II (Josefo, Antigüedades xx. 8.8). Los
acusadores de Pablo intentaron sacar ventaja de Festo antes de que tuviera
tiempo de enterarse de los asuntos de los judíos en su verdadera perspectiva.
Influyentes. O "líderes", "los
principales". Los judíos más ricos
y destacados eran miembros del concilio, y la mayoría eran saduceos. Parece que los saduceos, debido a que negaban
la resurrección, eran los principales acusadores de Pablo (ver com. Hech.
23:6-9; cf. com. Juan 11:46).
3. Como gracia. Procuraron que se trataran en
primer lugar las acusaciones contra Pablo. Pertenecían a la clase de los grandes
hombres de la nación, y Pablo no. Su honor e integridad como dirigentes del
pueblo estaban en juego en ese asunto. Por su animosidad contra Pablo ellos
mismos se habían colocado en una posición difícil. Se ha sugerido que la
"gracia" (Járis) que los judíos solicitaban, podría haber sido una
orden oficial para transferir a Pablo a la jurisdicción de ellos.
Preparando ellos una celada. No había sido descartada la
primera conjuración contra Pablo (ver com. cap. 23:12-15). Tanto la opinión
pública judía como la ley común aprobaban medidas directas para tratar con
personas a quienes se consideraba culpables de violar ciertas disposiciones
religiosas (cf. Mishnah Sanhedrin 9.6). Tal vez algunos de los miembros del
concilio habían hecho un voto tal como ciertos fanáticos lo habían hecho dos
años antes.
4. Custodiado. Pablo estaba bajo custodia. Allí había sido puesto
por Félix, allí estaba seguro en manos romanas, y allí permanecería porque no
había ninguna razón para trasladarlo a otro lugar.
En breve. Es decir, unos diez días más tarde.
5. Los que. . . puedan. Gr. dunatós, literalmente,
"poderoso", "fuerte". Es decir, hombres de autoridad o
capaces, calificados para representar a la nación judía. Esta misma palabra se
traduce "poderoso" en Luc. 24:19; Hech. 7:22; y "poderosos"
en 1Cor. 1:26; Apoc. 6:15. Tenían que ser líderes, probablemente miembros del
sanedrín.
Desciendan conmigo. Los delegados judíos debían ser
hombres dignos de viajar con el gobernador romano. Festo estaba honrando a
estos dirigentes judíos y reconociendo al mismo tiempo la importancia del caso
de Pablo. El celo de los dirigentes judíos contra Pablo no había menguado en
forma perceptible en los dos años transcurridos desde la primera audiencia
(cap. 24:1,27).
Algún crimen. En griego se habla de: "algo impropio",
"alguna impropiedad", "algún agravio". No aparece una
palabra griega equivalente a "crimen", la cual parece haber sido
tomada de la Vulgata, donde se lee crimen.
6. No más de ocho o diez días. Se destaca más la brevedad de la
permanencia de Festo en Jerusalén (vers. 4), que su duración. Sin duda los
muchos problemas que dejó la administración de Félix reclamaban atención, y
Festo no podía estar ausente de la sede del gobierno (ver com. vers. 1).
Al siguiente día. O "por la mañana". Los
judíos posiblemente habían convencido a Festo de que la debida solución del
caso de Pablo era de suma importancia para las buenas relaciones entre la
administración romana en Palestina y el pueblo judío.
En el tribunal. El procedimiento fue el de un
juicio formal.
7. Los judíos que habían venido. Se había satisfecho el pedido de
Festo: que una delegación de hombres capaces y de influencia lo acompañaran
(vers. 5), y los dirigentes judíos estuvieron presentes cuando Pablo fue
convocado para la audiencia.
Algunos de los que presentaron
sus quejas contra Pablo sin duda lo habían conocido veinticinco años antes como
un gran perseguidor de los cristianos, pero ahora lo odiaban como a un traidor
a la nación judía.
Contra él. La evidencia textual (cf, p. 10) establece la
omisión de estas palabras.
Muchas y graves acusaciones. Durante los dos años
transcurridos (cap. 24:27) los judíos aparentemente habían estado ocupados
acumulando toda clase de informes y rumores. Quizá disponían de cargos mucho
más graves contra Pablo. Es extraño que una copia de esta declaración de los
judíos no fuera enviada más tarde a los judíos de Roma (cap. 28:21).
No podían probar. Debe haber sido claro para Festo
que las acusaciones contra Pablo no tendrían mucho peso en la audiencia (cf.
cap. 24:13,19; cf. com. cap. 25:1). Festo no era novicio en tales asuntos.
8. Alegando Pablo. O "Pablo se defendía".
Probablemente no contestó uno por uno los triviales cargos presentados contra
él (vers. 7), sino sólo aquellos que de no rebatirse serían utilizados contra
él aun por un tribunal romano.
Estos cargos eran la supuesta
profanación del templo y el desprecio de la ley judía, y su presunta
participación en tumultos sediciosos. Roma tenía en cuenta estas cosas, y Festo
podría ser inducido a pensar que Pablo era culpable de insurrección contra la
autoridad romana. Lucas registra la defensa de Pablo en los tres siguientes
aspectos.
Contra la ley. Es posible que los dirigentes judíos conocieran la enseñanza de Pablo de que la circuncisión era sólo un acto simbólico (Rom. 2:23-29), e interpretaron que éste era un intento suyo para invalidar la ley. Este mismo cargo había sido presentado contra Jesús (ver com. Mat. 5:17; Mar. 2:16; 7:1-5).
Los judíos nunca acusaron a Pablo de quebrantar el sábado, como lo habían hecho
anteriormente con Jesús (1 Juan 5:16-18).
Contra el templo. Posiblemente durante el curso de
la audiencia se volvió a mencionar la acusación inicial de que había
introducido gentiles en el templo (cap. 21:27-28).
Contra César. Si Pablo no había hecho nada "contra César", ningún tribunal romano podía condenarlo. La superficialidad de las acusaciones y la sinceridad de la defensa de Pablo deben haber impresionado a Festo, administrador hábil y honrado.
(ver t. V, pp. 72-73).
PORCIO FESTO.- Probablemente en el
año 60 d. C. Félix volvió a Roma, y Porcio Festo ocupó su lugar como
procurador de Palestina. Festo era capaz y honrado; pero apareció en
el escenario demasiado tarde para lograr alguna mejora perdurable en la
situación política que se desintegraba rápidamente. Por lo tanto, su
actuación como procurador sólo se caracterizó por la continuación de los desórdenes,
el aumento del poder de los zelotes y el creciente desafío de los
"sicarios" (asesinos de 73 los
romanos). Festo murió en su cargo dos años después. Este
procurador fue el que envió a Pablo -a pedido del mismo apóstol- para que
compareciera ante el tribunal de Nerón (Hech. 25: 11-12).
9. Congraciarse. O "hacerles un favor"
(ver com. cap. 24: 27). Al principio Festo había negado el pedido de los judíos
de que Pablo fuera llevado a Jerusalén (cap. 25: 3-4). Ya fuera que las
acusaciones presentadas hubieran influido en su parecer o no, por lo menos se
dio cuenta ahora, más que antes, de la profundidad del sentimiento judío contra
Pablo. Era obvio que todo lo que Festo pudiera razonablemente hacer para
complacer a los judíos, contribuiría al éxito de su gobierno.
¿Quieres subir? Es evidente que las acusaciones
contra Pablo estaban relacionadas con asuntos de la ley judía y no de la
romana, y por lo tanto a Festo le pareció razonable investigar el asunto en
Jerusalén la capital de los judíos.
Delante de mí. La presencia de Festo en la audiencia era una
garantía de que Pablo aún estaría bajo la custodia y la protección de los
romanos; sin embargo, el procedimiento judicial estaría en manos de los
dirigentes judíos, y Festo sólo desempeñaría el papel de un observador
interesado en el caso. No estaba transfiriendo a Pablo a la jurisdicción de los
judíos, aunque la propuesta implicaba la inclinación de hacer una transferencia
tal. Esta propuesta virtualmente declaraba a Pablo inocente de cualquier falta "contra
César". Las acusaciones quizá dignas de consideración tenían que ver con
las leyes y costumbres judías.
Aunque Festo, un representante de
Roma, no tenía interés directo en este caso, su deseo de ganarse el favor de
los dirigentes de su nuevo distrito administrativo lo inclinó a acceder a los
deseos de ellos hasta donde le fuera posible. Evidentemente la propuesta no
estaba basada sobre la sospecha de que Pablo era en realidad culpable de algún
delito premeditado o de su intención de cometer un acto tal, sino sólo un
recurso político.
10. Ante el tribunal. . . estoy. Desde el principio Pablo había
sido detenido por los romanos. Se había salvado de un brutal castigo por el
hecho de que era ciudadano romano. Quizá recordaba la promesa divina ya
registrada (cap. 23:11), aunque aquí no lo insinúa. Había estado preso durante
dos años en poder de los romanos que obedecían la autoridad de César.
El apóstol recuerda esto al
gobernador romano, y se niega a comparecer en juicio ante unos hombres cuya
complicidad en un complot para asesinarle ya era cosa conocida (cap. 23:12-15,
30; 25:2-3). Pablo prefería la comparativa imparcialidad de la ley romana,
antes que la caprichosa enemistad de sus turbulentos compatriotas, que no
conocían otra ley que la de sus prejuicios egoístas e irresponsables.
Debo ser juzgado. O sea, como ciudadano romano.
A los judíos. Pablo negó en forma breve todas las acusaciones presentadas contra él. Por culpa de él no se había perjudicado ningún judío, ni la propiedad de ellos ni la religión de Israel. Como tú sabes muy bien. Pablo sabía que el motivo de la proposición de Festo (vers. 9) era el de congraciarse con los judíos.
11. Porque si. O también, "Si acaso, entonces". Pablo ya
había negado cualquier agravio contra los judíos, y Festo, al proponer que se
sometiera a un tribunal judío, había admitido que el apóstol era inocente ante
la ley romana. Pero si a pesar de esto quedaba una sospecha de que Pablo era
culpable de algún crimen, él prefería ejercer su prerrogativa como ciudadano
romano de ser juzgado por la ley romana.
No rehúso morir. Es decir, "no intento
escapar de la muerte". Compárese esto con Josefo, Vida 29. Pablo declara
su voluntad de enfrentar los resultados de un juicio justo, cualquiera que sea
el veredicto.
Entregarme. Gr. jarízomai, "conceder", "dar como
favor". Pablo no deseaba que lo entregaran a sus acusadores sólo para
hacerles un favor. Sabía que Festo estaba tratando de congraciarse con los
judíos; pero se negaba a renunciar a sus derechos como ciudadano romano
únicamente para complacer a sus acusadores y facilitarles que llevaran a cabo
sus malos designios contra él. Bien sabía que el sanedrín no le concedería ni
misericordia ni justicia.
A César apelo. Pablo termina su súplica con otra aseveración de sus
derechos (ver com. cap. 22:25-29). Está dispuesto a arriesgarse para hacer
frente a las acusaciones que puedan hacérsele en Roma, y prefiere depender de
la imparcialidad de César para que haya una decisión basada en pruebas. Hacía mucho tiempo que se había propuesto
visitar a Roma, pero no encadenado (Rom. 1:9-12; 15:23-24). El emperador era la
corte final de apelación de todos los tribunales subordinados en todo el
imperio.
Pablo sufría desde que fue llamado como el apóstol de los gentiles, y su ministerio había sido estorbado por judíos y gentiles (2 Cor. 11:24-27).
Soportaba con gusto esta oposición si
así podía progresar la causa de Cristo (Hech. 20:22-25; 2 Cor. 4:5-18; Gál.
6:14; Fil. 1:12). Sin embargo, había estado recluido en Cesarea durante dos
años, sin ser condenado y sin la perspectiva de un nuevo juicio.
Lisias (Hech. 22:29), Félix (ver
com. cap. 24:23-27) y Festo (ver com. cap. 25:8-9, 25) habían llegado a la
conclusión de que era inocente de cualquier violación de la ley romana. Sin
embargo, Félix lo había dejado detenido por razones personales y para complacer
a los judíos, y ahora Festo aparentemente se proponía continuar con la política
de congraciarse con los judíos a expensas de Pablo.
Por eso, mientras Pablo permaneciera
bajo la jurisdicción del procurador romano de Judea, parecía no haber
perspectiva de absolución y liberación, y poco importaba que estuviera detenido
como preso culpable, o como un detenido por motivos políticos. De cualquier
manera, no estaba libre para predicar el Evangelio, y para Pablo, cuya vida no
tenía otra ambición o interés, tal perspectiva debió haberle parecido
insoportable. Otros embajadores de la cruz sin duda fueron también estorbados
en su ministerio por factores similares.
En los días del NT el
cristianismo no era una religión legalmente reconocida ante la ley romana, y la
práctica y proclamación de religiones no reconocidas estaba prohibida. Roma
toleró el cristianismo sólo porque al principio se lo consideró como una secta
del judaísmo, el cual estaba reconocido. Al insistir los judíos en su acusación
contra Pablo y el cristianismo, finalmente podrían privar a los cristianos aun
de este beneficio y lograr que su posición fuera legalmente insostenible bajo
la ley romana. Ver pp. 48,95.
Se ha sugerido que cuando Pablo
apeló a César, se propuso no sólo lograr una decisión sobre su propia causa
-que estaba detenida-, sino también quizá conseguir, por lo menos, cierta
medida de reconocimiento para el cristianismo como religión legal, con sus
derechos inherentes. Muy bien podría suponerse que esto proporcionaría gran
libertad a los embajadores de la cruz por dondequiera que fuesen, y vencería la
oposición local más fácilmente.
Mientras Pablo estaba prisionero
en Roma, el hecho de que no tuviera obstáculos para predicar el Evangelio en la
corte imperial y de que aun algunos de "la casa de César" (Fil. 4:22)
llegaran a convertirse, tuvo el efecto de que otros predicadores cristianos se
atrevieran mucho más a "hablar la palabra sin temor" (Fil. 1:12-14).
Y cuando llegara a conocerse que
el emperador había decretado la absolución del más importante de los
evangelistas cristianos, habría mayor libertad en todo el imperio para la
proclamación del Evangelio. Si Pablo era absuelto por el emperador, ese hecho
equivaldría a un permiso oficial para predicar el Evangelio, o por lo menos
prepararía el camino para que así sucediera.
12. Consejo. Gr. sumbóulion, el grupo de consejeros del
procurador. Lucas usa la palabra
sunédrion siempre con el mismo sentido cuando habla del "concilio"
judío, el sanedrín (Hech. 5:21; 6:12; 22:30; 23:1; 24:20; etc.). La apelación a
César no fue concedida inmediatamente, pero la consulta confirmó el hecho de
que su apelación no debía ser negada, pues Pablo era ciudadano romano.
13. Algunos días. Es decir, un breve período (ver
com. cap. 9:19).
El rey Agripa. O sea Herodes Agripa II, hijo de Herodes Agripa I (cuya muerte se describe en el cap. 12:20-23), y por lo tanto bisnieto de Herodes el Grande (ver t. V, pp. 41-42, 70, 224). Agripa, como su hermana Drusila (ver com. cap. 24:24), era judío por descender de Mariamna, esposa de Herodes el Grande.
Cuando su padre murió, Agripa II fue considerado demasiado
joven para ejercer el reinado en Palestina (año 44 d. C.; Josefo, Antigüedades
xix. 9.2), pero poco después, cuando murió un tío, se consoló al dársele el
gobierno de Calcis (Id. xx. 5.2); y más tarde recibió las provincias del norte,
antes gobernadas por Felipe y Lisanias (Id. 7. 1), con el título de rey.
Posteriormente Nerón le dio
algunas otras ciudades. En la guerra judía del 68-73 d. C. Agripa se unió con
los romanos contra los judíos, a quienes trató de convencer de que abandonaran
la rebelión (Josefo, Guerra ii. 16. 4).
Se retiró a Roma donde falleció
en el año 100 d. C. Naturalmente Festo recurriría al consejo de Agripa II en lo
concerniente a la forma de tratar el caso de Pablo. Agripa tenía bajo su
custodia el tesoro del templo y el privilegio de nombrar al sumo sacerdote; por
lo tanto, en un sentido era un colega religioso del gobernador romano, y se
hallaba en posición apropiada para dar un buen consejo respecto a este caso.
Berenice. La hija mayor de Agripa I, y hermana de Agripa II y
de Drusila, la esposa de Félix. Berenice se había casado primero con su tío
Herodes, rey de Calcis (ver t. V, p. 40), a quien había sucedido Agripa II (ver
t. V, p. 224). Escritores judíos y romanos afirman que sus relaciones con su
hermano Agripa II eran pecaminosas.
Más tarde se casó con Polemón,
rey de Cilicia, pero pronto lo abandonó y se fue a Roma para vivir con su
hermano. Fue más tarde concubina del emperador Tito, quien se entristeció
profundamente cuando el senado romano lo obligó a separarse de ella (Suetonio,
Tito vii. 2; Tácito, Historia ii. 81; Josefo, Antigüedades xx. 7.3).
Saludar a Festo. Esta fue la primera visita de
cortesía de Agripa II al nuevo procurador, con el propósito de darle la
bienvenida. Por supuesto, Agripa II era un rey vasallo de Roma.
14. Muchos días. Pablo fue traído ante Agripa y
Berenice cuando se presentó la oportunidad durante la larga permanencia de
éstos. Festo mencionó el caso de Pablo no tanto como un asunto que era de
interés mutuo, sino de paso, durante su conversación.
15. Principales sacerdotes. Ver com. del vers. 2.
Pidiendo condenación contra él. Ver com. vers. 1-3.
16. Entregar. Gr. jarízomai (ver com. vers. 11). No se concebía
que un funcionario romano entregara a un acusado a otros sólo como un favor,
para que lo castigaran; sin embargo, esto es lo que Pilato hizo con Cristo. La
hoja de servicios de Festo era más honorable. (ver t. V, pp.
72-73).
PORCIO FESTO.- Probablemente en el
año 60 d. C. Félix volvió a Roma, y Porcio Festo ocupó su lugar como
procurador de Palestina. Festo era capaz y honrado; pero apareció en
el escenario demasiado tarde para lograr alguna mejora perdurable en la
situación política que se desintegraba rápidamente. Por lo tanto, su
actuación como procurador sólo se caracterizó por la continuación de los desórdenes,
el aumento del poder de los zelotes y el creciente desafío de los
"sicarios" (asesinos de 73 los
romanos). Festo murió en su cargo dos años después. Este procurador
fue el que envió a Pablo -a pedido del mismo apóstol- para que compareciera
ante el tribunal de Nerón (Hech. 25: 11-12). (5CBA/72-73).
A la muerte. La evidencia textual establece (cf. p. 10) la
omisión de estas palabras; pero su ausencia no altera en absoluto el sentido
del versículo.
Pueda defenderse. Es decir, "tenga oportunidad
para defenderse". Festo estaba determinado a darle a Pablo la posibilidad
de presentar su defensa.
17. Venido. Ver com. vers. 6-7.
18. De los que yo sospechaba. Mejor "de las maldades que
yo sospechaba". "Crímenes" (BJ).
19. Ciertas cuestiones. Es decir, puntos de disputa. Ver
com. vers. 7-8.
Su. Puede también traducirse "su propia"; en
este caso se referiría a Pablo.
Religión. Gr. deisidaimonía, "reverencia por los
dioses", "religión", y algunas veces, aunque no probablemente
aquí, "superstición", a menos que se hiciera referencia a la religión
de Pablo. Festo difícilmente podría haber descrito al judaísmo como una
"superstición" sin ofender a Agripa, que nominalmente era judío.
Jesús. Esta es la primera referencia directa a Jesús
registrada en las entrevistas con Félix y Festo, pero es difícil pensar que su
nombre no hubiera sido mencionado antes. Pablo había hablado de la resurrección
de la cual Cristo era el máximo ejemplo triunfante, y había disertado acerca
"de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero" (cap. 24:25).
No podría haber hablado así sin presentar a Cristo. Al nombrar a Jesús, Festo
refleja el testimonio que Pablo dio del Salvador.
20. Yo, dudando. Festo confiesa su ignorancia de
las costumbres y de la religión de los judíos. Probablemente sería más fácil
determinar lo concerniente a cuestiones religiosas en Jerusalén, centro del
judaísmo (ver com. vers. 9). Pero Pablo se había negado a ir a Jerusalén (ver
com. vers. 10), y cuando viajara a Roma sería necesario que Festo enviara con
él un informe del caso. Agripa, un judío bien informado, podía ayudar al
procurador a decidir lo que debía decir. Además, para Agripa este pedido era
tácitamente una lisonja que sería de valor para Festo en sus futuras relaciones
con este rey.
21. Reservase. Gr. t'réÇ (ver com. cap. 24:23).
Conocimiento. Gr. diágnÇsis, literalmente, "conocimiento
pleno", o "examen cabal". Probablemente era un término específico
legal. Ver com. cap. 23:35.
Augusto. Gr. sebastós, "reverendo",
"venerable"; equivalente al vocablo latino augustus,
"majestuoso", "augusto", "digno de honor" (ver p.
74; t. V, p. 39). Este no era el nombre del emperador, como en el caso de César
Augusto, quien reinó desde el año 27 a. C. hasta el 14 d. C. (ver t. V, p.
224), sino un título equivalente a César. Los romanos hablaban de sus
gobernantes como Augustos, no como emperadores.
César. El emperador en ese tiempo era Nerón (54-68 d. C.).
Ver pp. 83-86.
LA HISTORIA ROMANA EN
LOS DÍAS DEL NUEVO TESTAMENTO (73-99).
https://elaguila3008.blogspot.com/2021/07/la-historia-romana-en-los-dias-del.html
22. Quisiera oír. Agripa sin duda había oído acerca
de Pablo, y sentía curiosidad por él y por sus enseñanzas. Compárese con el
deseo del tío abuelo de Agripa, Herodes Antipas, de ver a Jesús (Luc. 23:8).
23. Con mucha pompa. Quizá para impresionar a Festo e
intimidar a Pablo. Esta fue la primera oportunidad que el apóstol tuvo de dar
testimonio de su fe delante de reyes (cf. cap. 9:15).
La audiencia. Gr. akroat'rion, "cámara de audiencias".
Seguramente era una gran sala dedicada para audiencias especiales de naturaleza
más o menos pública.
Tribunos. Ver com. cap. 22:24. Como Lisias, el que había
arrestado a Pablo. Para esta audiencia especial, Festo reunió a los oficiales
de alta jerarquía de la guarnición, quizá para darle más realce e importancia a
la ocasión en honor de Agripa.
Principales hombres. O sea, los hombres destacados de
Cesarea.
24. Multitud de los judíos. Se refiere al pueblo judío como nación, representada, por supuesto, por los principales sacerdotes y los miembros del sanedrín.
Me ha demandado. O "me solicitó", "me dirigió un memorial", "intercedió conmigo" (cf. Rom. 8:27, 34; 11:2; Heb. 7:25).
Y aquí. Es obvio que los dirigentes de Jerusalén habían
agitado a un grupo de personas contra Pablo en Cesarea. Esa misma gente se
había unido para pedir al nuevo gobernador que diera muerte a Pablo.
Dando voces. El pedido de los judíos para que Pablo fuera muerto
sin duda era vehemente y clamoroso (cf. cap. 22: 22-23).
25. Ninguna cosa digna de muerte. Ver com. vers.
11. Un romano consideraba como una vergüenza que se condenara a un hombre a
muerte por una falta contra la religión judía. Pero Pablo había apelado a
César, y Festo recibiría con agrado sugerencias con el propósito de preparar su
informe para el emperador.
Augusto. Ver com. vers. 21.
26. No tengo cosa cierta. Festo conocía tan poco de la
religión judía, que se sentía incapaz de presentar una acusación documentada
contra Pablo, acusación que concernía exclusivamente a asuntos de la religión
judía.
Escribir. Festo debía enviar una exposición detallada al
trono imperial.
Mi señor. Literalmente "al señor". Se refiere al emperador Nerón. Este título tiene connotación de divinidad cuando se aplica a los emperadores o cuando se refiere a Cristo. Augusto había prohibido que lo llamaran "señor", lo cual hizo también su sucesor Tiberio (Suetonio, Augusto iii. 53.l; Tiberio xxvii); pero sus sucesores, menos humildes, aceptaban el título cuando lo empleaban amigos y aduladores.
Calígula se tituló
a sí mismo dominus, el equivalente latino de kúrios, la palabra griega que se
usa en este pasaje; y Domiciano adoptó el título dominus deus, "señor
dios". Plinio el joven frecuentemente se dirigía a su protector, el
emperador Trajano, como dominus. Ver pp. 62-64.
Mayormente ante ti. Festo estaba esperando la ayuda
especial de Agripa para resolver este difícil caso; y Agripa quedaría, al mismo
tiempo, complacido si se tomaba en cuenta su consejo.
27. Fuera de razón. En principio, la justicia romana
era imparcial, aunque los Jueces que la administraban a menudo se dejaban
comprar. Festo era un hombre relativamente íntegro (ver com. vers. 1). 6CBA
COMENTARIOS DE EGW
1-5. HAp 342
6-9. HAp 342
10-12. HAp 343
13-15. HAp 346
16. HAp 342
18 -9, 22 -23. HAp 346
24 -27. HAp 347
1-27. HAp 342-347. PABLO APELA A CÉSAR. Basado en Hechos 25:1-12 (342-345)
https://elaguila3008.blogspot.com/2021/08/capitulo-40-pablo-apela-cesar.html
"CASI
ME PERSUADES". Basado en Hechos 25:13-27; Capitulo 26 (346-350)
https://elaguila3008.blogspot.com/2021/08/capitulo-41-casi-me-persuades.html
Ministerio Hno. Pio
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