miércoles, agosto 04, 2021

REFLEXIÓN 793. MINISTERIO EN PALESTINA Y SIRIA: Ministerio Posterior De Pedro: Curación De Eneas Y Resurrección De Dorcas (HECHOS 9:32-43).

Hechos 9. Milagros De Curación. Vers. (32-35). Pedro cura a Eneas, el paralítico, (36-43) y resucita a Tabita (Dorcas). 

32 Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos que habitaban en Lida. 33 Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues era paralítico. 34 Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama.  Y en seguida se levantó. 35 Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor. 

36 Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. 37 Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. 38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron los hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. 39 Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. 40 Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. 41 Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. 42 Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor. 43 Y aconteció que se quedó muchos días en Jope en casa de un cierto Simón, curtidor. (Hechos 9).

32. Aconteció que. Ver com. Luc. 1:8. Expresión característica del estilo de Lucas. La emplea por lo menos 39 veces en su Evangelio y 14 en Hechos. Suele indicar una transición en el relato.

Pedro. A partir de este punto y hasta el cap. 11:25, el relato deja a Saulo y se ocupa de la obra de Pedro.  Por esta razón esta parte es llamada algunas veces "Hechos de Pedro". Sin embargo, es evidente que Lucas presenta esta descripción del ministerio de Pedro, no como una biografía parcial de esta columna de la iglesia, sino como parte de su plan literario general de describir la conversión de los gentiles. Cuando, por medio de la obra de Pedro, esta nueva fase del servicio cristiano está bien encaminada, el autor vuelve a la carrera misionera de Pablo y se concentra en sus labores entre los gentiles.

El relato de Lucas (Hech. 8:25) había dejado a Pedro y Juan predicando el Evangelio en las aldeas samaritanas, al regresar a Jerusalén. En esta ciudad Pedro recibió la visita de Saulo durante 15 días (Gál. 1:18). Pero es claro que los apóstoles no se enclaustraron en Jerusalén, sino que salieron y ministraron a grupos de creyentes recién establecidos. Tales visitas ayudaban a unificar a la naciente iglesia y a promover su equilibrado crecimiento.

Visitando a todos. Mejor "recorriendo todos los lugares" (BJ); del Gr. diérjomai, "pasar por", "recorrer". Con referencia a su significado misionero, ver com. cap. 8:4; cf. Luc. 9:6. Santos. Ver com. vers. 13.

Lida. Lod en el AT (1 Crón. 8:1,12; Esd. 2:33; Neh. 7:37; 11:35), y nuevamente Lod bajo el gobierno israelí. La ciudad fue fundada por miembros de la tribu de Benjamín (1Crón. 8:1,12) en la rica llanura de Sarón. Se encontraba a unos 15 km al sudeste de Jope y a un día de viaje a pie al noroeste de Jerusalén. Por pedido de Judas Macabeo, Demetrio Soter transfirió la posesión de Lida de Galilea a Judea (1 Mac. 11:32-34). Poco después de la muerte de Julio César, Casio, famoso por su crueldad, la redujo a la esclavitud junto con otras ciudades (Josefo, Antigüedades xiv. 11.2). Parece que la ciudad recuperó su anterior prosperidad, pues Josefo (Id. xx. 6.2) la describe como aldea "no menor que una ciudad en cuanto a su tamaño".

En el tiempo al cual se refiere este capítulo parece haber existido allí una comunidad cristiana floreciente. En las guerras que precedieron a la destrucción de Jerusalén (66 d.C.), Lida fue incendiada por Cestio Galo cuando la mayoría de sus habitantes se hallaban en la fiesta de los tabernáculos en Jerusalén (Josefo, Guerra ii. 19.1). Fue ocupada por Vespasiano en el año 68 d. C. (Id. iv. 8.1). Cuando Lida fue reedificada, quizá en tiempo de Adriano (c. 130 d. C.), recibió el nombre de Dióspolis (ciudad de Zeus).

Más tarde fue sede de uno de los obispados más importantes de la iglesia de Siria. Parece que su característica sobresaliente era la pobreza. El rabino Natán (160 d. C.) dijo en el comentario Midrash Rabbah, Est. 1:3, p. 30: "En el mundo hay diez porciones de pobreza; de éstas nueve están en Lida y la otra en todo el mundo". Es muy probable que la fe cristiana fuera arraigada en esa ciudad por Felipe el evangelista, pues estaba junto a la ruta que éste tuvo que recorrer cuando pasó por todas las ciudades entre Azoto y Cesarea (ver com. Hech. 8:40).

33. Eneas. Gr. ainéas, antiguo nombre griego que no debe confundirse con ainéias, famoso héroe de Troya. Este nombre se da a un judío (Antigüedades xiv. 10.22); por lo tanto, este Eneas bien pudo ser un judío helenista (ver com. cap. 6:1). No se dice que era discípulo, pero puede deducirse que estaba entre los "santos". La exactitud con que Lucas registra que Eneas había estado paralítico en cama por ocho años, podría reflejar su minuciosidad profesional (cf. Luc. 13:11; Hech. 3:2; 4:22; 14:8). Con referencia al interés de Lucas en asuntos médicos, ver com. Hech. 3:7; 9:18; 28:8. Con respecto a "paralítico", ver com.  Mat. 4:24; Mar. 2:3. No podía dudarse de que esta curación era milagrosa.

34. Jesucristo. Nótese con cuánto cuidado Pedro evita afirmar que hubiera en él algún poder personal para curar al inválido (cf. cap. 3:6,12; 4:9-10). Te sana. El uso del tiempo presente sugiere que la curación fue inmediata (cf. "en seguida se levantó").

Levántate. El Señor empleó esta orden en casos similares (Mat. 9:6; Juan 5:8). 

Haz tu cama. Ahora debía hacer lo que por tantos años otros habían hecho por él.

35. Le vieron todos. En la región se sabía perfectamente que Eneas había estado en cama paralítico durante ocho años. Ver curado a uno que había sufrido una invalidez tal debe haber atraído tanta atención como la curación del cojo en el templo (cf. cap. 3). Sin duda muchos preguntaron cómo había sido sanado. Lo vieron todos los que quisieron, pues era un hecho de conocimiento público y no había nada oculto.

Sarón. En griego tiene artículo, "el Sarón"; sin duda del Heb. sharon. No se conoce ninguna aldea ni pueblo de este nombre. El artículo sugiere que se hace referencia a la llanura de Sarón entre las montañas del centro de Palestina y el mar Mediterráneo, que se extendía por la costa desde Jope hasta el monte Carmelo. Era proverbial por su hermosura y fertilidad (ver com. Isa. 35:2; 65:10).

Se convirtieron al Señor. El milagro de la restauración corporal de Eneas despertó fe en el poder de Jesucristo para sanar espiritualmente. De este modo se extendió aún más el círculo de creyentes. Se estaba preparando el camino para la proclamación del Evangelio a los gentiles que vivían en esa zona costera.

36. Jope. Gr. Iópp'; Heb. yafo, "hermosura"; hoy Yafo, que significa "hermosa". Ver com. Jos. 19:46; 2 Crón. 2:16; Jon. 1:3. Esta ciudad aparece en inscripciones egipcias de Tutmoses III (siglo XV a. C.), en las Cartas de Amarna y en inscripciones fenicias. Según la mitología griega, Andrómeda había estado encadenada allí hasta que la liberó Perseo (Estrabón, Geografía xvi. 2.28; cf. Josefo, Guerra iii. 9.3). Era el puerto más cercano a Jerusalén, y aunque era peligroso y de difícil acceso, en este lugar se desembarcó la madera del Líbano que fue usada por Salomón y por Zorobabel para construir el templo (1 Rey. 5:9; 2 Crón. 2:16; Esd. 3:7). Desde este puerto partían las naves hacia Tarsis (Jon. 1:3). Durante el período de los Macabeos se restauraron el puerto y las fortificaciones (1 Mac. 14:5). Augusto (Octavio) dio la ciudad a Herodes el Grande, y más tarde a Arquelao (Josefo, Antigüedades xv. 7.3; xvii. 11.4). 

Cuando Arquelao fue depuesto, la ciudad pasó a formar parte de la provincia romana de Siria. A pesar de esto siguió siendo fanáticamente judía, y durante las revoluciones de los años 66 a 70 d. C. permaneció leal al judaísmo. 

Aunque no era un buen puerto, o quizá por esto mismo, Jope se convirtió en un centro de piratas; pero Vespasiano puso fin a esas actividades (Josefo, Guerra iii. 9.2-4). Como en Lida (ver com. Hech. 9:32), es probable que la iglesia cristiana surgiera por la obra de Felipe (ver com. cap. 8:40).

Una discípula. Gr. math'tria, "discípula".

Tabita. Transliteración del nombre arameo tabyetha, "gacela". Equivale al nombre hebreo tsibyah (Sibia en 2 Rey. 12:1; 1 Crón. 8:9; 2 Crón. 24:1, RVR). La forma griega, dorkás, significa también "gacela". El hecho de que se dé el nombre de esta discípula en dos idiomas podría sugerir que de alguna manera estaba relacionada con helenistas y con judíos, o que Lucas simplemente quiso dar la traducción griega de su nombre para que se entendiera su significado.

Abundaba en buenas obras. Algunos piensan que Dorcas era diaconisa de la iglesia de Jope. Si fue así, podría reflejar la influencia de Felipe, uno de los siete primeros diáconos (cap. 6:3,5), quien pudo haber llevado la organización de la iglesia de Jerusalén a las iglesias que él mismo establecía. Dorcas podría de este modo haber estado encargada de la atención de las viudas de la iglesia (cf. cap. 6:1; 9:39).

Limosnas. Gr. ele'mosún', "obra de caridad", especialmente el dar limosnas. La bondad de Dorcas se expresaba de dos maneras principales: prestaba servicios en "buenas obras" y daba de sus recursos en "limosnas". No se conformaba con que otros hicieran sus obras de caridad, sino que se daba a sí misma junto con sus posesiones.

37. Y aconteció. Ver com. vers. 32.

Enfermó y murió. Los detalles que se dan acerca de lo que se hizo con el cuerpo de Dorcas demuestran que verdaderamente había muerto. Los críticos muchas veces intentan hacer dudar de la realidad de los milagros de resurrección alegando que la persona simplemente estaba en estado de coma.

Después de lavada. La costumbre de lavar el cadáver era común entre los pueblos de la antigüedad. Entre los judíos se le daba el nombre de "purificación de los muertos". En la Mishnah (Shabbath 23.5) se dice que en día sábado "puede hacerse todo lo que requiera el muerto; puede ser ungido con aceite y lavado". Las mujeres de la iglesia hicieron en favor de su amada Dorcas lo que exigía la costumbre.

La pusieron. Los judíos lavaban y ungían el cuerpo, y después acostumbraban añadirle especias y envolverlo en lienzos (Juan 19:39-40). El muerto era velado, a veces con el acompañamiento de plañideras (Mat. 9:23). El entierro se efectuaba pocas horas después del fallecimiento (ver com. Hech. 5:6,10, generalmente dentro del mismo día y antes de 24 horas. En el caso de Dorcas los preparativos no se completaron según la costumbre. Los hermanos, en vez de hacerlo, mandaron buscar a Pedro que estaba en Lida y acababa de curar a Eneas.

38. Cerca de Jope. Lida se encontraba a sólo unos 18 km al sureste de Jope, por lo cual no era de extrañarse que los hermanos estuvieran enterados de la curación de Eneas. No tardes. Es posible que los mensajeros salieran de Jope antes de que muriera Dorcas, con la esperanza de que el apóstol pudiera llegar a tiempo para evitar su muerte; pero si partieron después de la muerte de Dorcas, lo que parece más probable, la iglesia tenía fe en que, por el poder de Dios, era posible la resurrección. En uno u otro caso apremiaba el tiempo: o para salvar una vida o para impedir el entierro.

39. Levantándose entonces Pedro. Pedro estaba listo para responder a cualquier invitación que le llegara, sobre todo si se trataba de un llamamiento tan urgente como el de los cristianos de Jope.

Todas las viudas. Lucas parece mostrar especial simpatía por las mujeres (ver com. Luc. 8:2-3). Menciona a viudas 9 veces en el Evangelio y 3 veces en Hechos. Las viudas de la iglesia recibían una atención especial (ver com. Hech. 6:1).

Las túnicas y los vestidos. Las palabras griegas empleadas son jitÇn e himátion, respectivamente, Ver com. Mat. 5:40. Hacía. Dorcas tenía la costumbre de hacer vestidos para los necesitados (ver com. vers. 36).

40. Sacando a todos. Pedro siguió el ejemplo de su Señor cuando resucitó a la hija de Jairo (ver com. Mar. 5:39-40), de lo cual había sido testigo. En la habitación donde estaba el cuerpo de Tabita se oía el ruido de grandes lamentos (Hech. 9:39). Pedro sintió la necesidad de tener silencio para comunicarse con Dios. Compárese con lo que hizo Elías con el hijo de la viuda (1 Rey. 17:17-23) y el procedimiento de Eliseo al resucitar al hijo de la sunamita (2 Rey. 4:33). Nótese cómo los siervos de Dios evitan un espectacular despliegue de poder.

Oró. Pedro se arrodilló y oró fervientemente, pues comprendía que sólo el poder divino podría hacer el milagro deseado. La oración demostró ser de nuevo el medio por el cual la joven iglesia obtenía poder (cf. com. cap. 1:14,24; 6:4,6; 8:15; 9:11; 10:2; etc.). En este caso se manifestó claramente la humildad, la consagración y el fervor de Pedro (cf. com. cap. 3:1).

Volviéndose. Luego de haber orado, recibió la seguridad de que su oración había sido escuchada. Comprendía su completa dependencia del poder sobrenatural; pero cuando se le aseguró que lo tendría no vaciló en actuar.

Cuerpo. El uso de esta palabra no deja duda en cuanto al milagro que siguió. Dorcas estaba muerta (ver com. vers. 37). Pedro se volvió hacia el cuerpo inerte.

Levántate. La brevedad de la orden de Pedro demuestra su fe firme en que su oración recibiría una respuesta afirmativa.

Se incorporó. Gr. anakathízÇ, "sentarse". Esta palabra es empleada por los autores médicos para referirse a un paciente que se sienta en la cama, y Lucas también lo usa en su Evangelio (cap. 7:15). La breve descripción de la resurrección de Dorcas es extraordinariamente real: abrió sus ojos, como si hubiera estado durmiendo; vio inesperadamente a Pedro, a quien posiblemente no conocía; y, dramáticamente, se levantó como una persona que había estado muerta. Tales detalles concuerdan bien con los conocimientos médicos de Lucas.

41. Dándole la mano. Aceptó la mano que se le extendía porque ya estaba consciente, a diferencia de la hija de Jairo a quien Jesús tomó de la mano (Mat. 9:25). Algunos han pensado que este milagro es sólo el eco de lo que se relata en Mat. 9. Sin embargo, debe entenderse que se trata de dos episodios parecidos, pero enteramente diferentes.

Los santos. Ver com. vers. 13. No se sugiere necesariamente que las viudas no fueran santas, es decir, cristianas, aunque es posible que algunas de las mujeres a quienes Dorcas había ayudado no fueran miembros de la iglesia.

La presentó viva. Pedro se aseguró de que este milagro de Dios recibiera su debido reconocimiento; reunió primero a los que conocían personalmente a Dorcas y podían dar testimonio del hecho de su muerte, y después la presentó públicamente ante los que estaban reunidos. De este modo se aseguró de que hubiera un amplio testimonio del hecho de que se había efectuado un gran milagro.

42. Muchos creyeron. La noticia de este milagro se propagó rápidamente. Toda la zona de Jope se interesó, y la predicación del Evangelio recibió un gran impulso.

43. Y aconteció. Ver com. vers. 32.

Se quedó. No se sabe cuánto tiempo se quedó Pedro en Jope. Con referencia a la frase "muchos días", ver com. vers. 23.

Simón, curtidor. Lucas manifiesta interés en los nombres de los personajes de menor importancia de su relato (cf. cap. 9:11,33,36; 12:13; 21:16; etc.), y en sus ocupaciones (cf. cap. 8:27; 10:1; 16:14;18:3; 19:24). A los judíos ortodoxos les repugnaba el oficio de curtidor, quizá por el contacto con los cueros de animales muertos, lo que implicaba impureza ceremonial (Lev. 11:24-25), o, en general, porque era un oficio desagradable. En la Mishnah (Kethuboth 7.10) se declara que si un curtidor que estaba a punto de casarse ocultaba a su prometida cuál era su oficio, ese encubrimiento era considerado como un fraude y quedaba invalidado el compromiso.

La casa del curtidor estaba "junto al mar" (Hech. 10:6). Durante su larga permanencia con el humilde y hospitalario Simón, a Pedro le habría resultado fácil volver a su antigua ocupación de pescador para ganarse la vida. El hecho de que estuviera dispuesto a vivir con un curtidor indica que el apóstol ya tendía a abandonar los prejuicios judíos. Aun en esto Dios estaba preparando a su siervo para dar el paso mayor de predicarle a Cornelio el gentil (ver com. cap. 10). 6CBA

COMENTARIOS DE EGW

32-40. HAp 107-108. UN INVESTIGADOR DE LA VERDAD. 

Basado en Hechos 9:32-11:18. (107-115)

https://elaguila3008.blogspot.com/2013/01/capitulo-14-un-investigador-de-la-verdad.html

Ministerio Hno. Pio


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