2 Timoteo 4.
ADMONICIÓN
FINAL DE PABLO, 4:1-22.
A. El ministro como heraldo de Dios.
Pablo exhorta a Timoteo a cumplir su deber
con todo cuidado y
diligencia. 4:1-6.
B. Recompensa de los fieles heraldos,
le habla de la proximidad de su martirio. 4:7-8.
C. Pedidos y saludos
finales de Pablo, 4:9-22.
-Le ruega que lo visite rápidamente y traiga a Marcos
y otras cosas que le menciona. (9-13)
-Le aconseja que se cuide de
Alejandro el calderero. (14-15)
-Y le informa de lo que sucedió
en su primera defensa. (16-18)
-Saludos y despedida. (19-22)
1 TE ENCAREZCO delante de Dios y
del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su
manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y
fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo
comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,
4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé
sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu
ministerio. 6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi
partida está cercano.
7 He peleado la buena batalla, he
acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la
corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no
sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
9 Procura venir pronto a verme, 10
porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica.
Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. 11 Sólo Lucas está conmigo. Toma a
Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.
14 Alejandro el calderero me ha
causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. 15 Guárdate tú
también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras.
16 En mi primera defensa ninguno
estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. 17
Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida
la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del
león. 18 Y el señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino
celestial. A él sea gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
19 Saluda a Priscila y a Aquila,
y a la casa de Onesíforo. 20 Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en
Mileto enfermo. 21 Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y
Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos. 22 El Señor Jesucristo esté con tu
espíritu. La gracia sea con vosotros. Amén. (2 Timoteo 4).
1. Te encarezco. "Te conjuro" (BJ, BC, NC). Ver com. 1 Tim. 5:21. Pablo da comienzo a la exhortación final dirigida a su joven colaborador, Timoteo. Este capítulo rebosa de cordialidad. Pablo enfrenta su martirio con actitud de triunfo; su valor y resolución se destacan nítidamente.
Delante de Dios y del Señor Jesucristo. Literalmente
"delante de Dios y Cristo Jesús". La sintaxis griega indica así que
Jesucristo es Dios.
Juzgará. El verbo méll da el significado de "estar por
juzgar", "estar a punto de juzgar". Cf. 1Tes. 4:16-17. Ver
com. Apoc. 22:12.
En. Más bien "por" (BJ, BA, NC). Pablo emplea
aquí la forma de un juramento, y conjura a Timoteo por la
"manifestación" y por el "reino".
Manifestación. Gr. epifáneia, "manifestación visible"
(ver com. 1Tim 6:14).
Reino. Cf. Mat 6:10. El establecimiento del reino eterno de justicia y paz de Cristo, será después de su segundo advenimiento.
(Dan.
7:14,27; Mat. 25:31; 2Tim. 4:18; Apoc. 11:15).
2. Prediques. Gr. krúss, "pregonar". En cuanto al sustantivo
krux, ver com. 1Tim. 2:7. Pablo comienza la lista de los deberes que
fervientemente le pide a Timoteo que cumpla (2Tim. 4:1).
Palabra. Es decir, "la palabra de Dios" (2:9),
"la palabra de verdad" (cap. 2:15). El método de Cristo de comunicar
la verdad constituye el modelo para cada cristiano. Él se concentraba en la
revelación de la verdad, y se negaba a malgastar su tiempo discutiendo falsas
teorías o refutando a los que las proponían. Jesús destacaba los deberes
prácticos relacionados con las experiencias diarias de sus oyentes.
Anhelaba que los seres humanos
fueran fortalecidos para cumplir los deberes cotidianos. Por lo tanto, no
predicaba doctrinas caprichosas o suposiciones sensacionales con el propósito de
complacer la curiosidad o de cimentar su prestigio personal ante la turba
voluble. De la misma manera, los ministros no deben incluir tradiciones y
opiniones humanas en sus sermones, pues sólo la Palabra es eficaz para hacer
frente a las necesidades de seres humanos debilitados por el pecado. Los relatos agradables que sólo atraen la
atención y mueven a risa, son incompatibles con la solemne responsabilidad de
un ministro que profesa representar a Cristo.
La frase "prediques la palabra" tácitamente sugiere el propósito de ayudar a hombres y mujeres a hacer frente a las tentaciones y a resolver los problemas de la vida cotidiana. Esta orden elimina toda la liviandad, todas las interpretaciones caprichosas basadas en exégesis inexactas y todos los temas baladíes.
El Espíritu Santo
cooperará con los esfuerzos del ministro únicamente cuando comunica la verdad. El
ministro, como heraldo de Dios, sólo debe predicar la Palabra; de lo contrario
es un impostor (ver com. cap. 3:13).
Cuando los ministros cumplen su misión como eslabones vivientes entre la infinita suficiencia de Dios y las necesidades de los hombres, sus mensajes consisten únicamente en el Pan de Vida puro (ver Juan 6:51,63). Sus sermones serán de tal naturaleza que sus oyentes no sólo queden complacidos con la presentación, sino también constreñidos a recordar los principios de verdad que han sido presentados.
La Palabra genuina
fomentará nuevos hábitos y creará nuevas inspiraciones y esperanzas.
Instes. Gr. efístmi.
Literalmente "estar sobre", "estar listo",
"vigilar", "atender". Se hace referencia al cumplimiento de
los deberes pastorales.
A tiempo y fuera de tiempo. Es decir, en todo momento, aunque
no sea conveniente. El pastor no tiene horario; debe estar listo en cualquier
momento a "instar", a reprender o a consolar.
Redarguye. Gr. elégj, "convencer de culpa" con
suficientes pruebas (ver com. Juan 8:46; 1Tim. 5:20). En cuanto al sustantivo elegmós,
ver com. 2Tim. 3:16. Cada ser humano debe ser amonestado por sus pecados, pero
la amonestación tiene que basarse en la evidencia irrefutable derivada de la
Palabra de Dios.
Reprende. O "censura". El pecado flagrante debe ser
censurado con severidad, y el deber de la iglesia consiste en revelar la actitud
de Dios acerca del pecado. El pecado debe ser reprendido; pero el pecador,
amado. La Palabra es la norma para proceder a censurar.
Exhorta. Gr. parakalé, "llamar al lado de",
"exhortar", "consolar", "animar" (ver com. Mat.
5:4). La Palabra de Dios es la única que puede animar debidamente los corazones
desfallecientes y los pies cansados.
Paciencia. Gr. makrothumía, "tolerancia", "longanimidad"
(cf. cap. 3:10). En cuanto al verbo afín, ver com. Sant. 5:7. Cada fase de la
misión del ministro -reprender, reprochar, exhortar- debe estar revestida con
la gracia de la paciencia y la compasión. La condenación severa y fría nunca
atrae a los pecadores a Cristo.
Doctrina. O "enseñanza", que constituye el
fundamento y la trama de toda genuina experiencia cristiana. Las doctrinas
constituyen los hechos en cuanto a Dios y su voluntad. Son las únicas armas del
ministro contra el error, su único manual para saber lo que es correcto (ver
com. cap. 3:16).
3. Vendrá tiempo. El apóstol pensaba sin duda en la
gran apostasía que pronto se desarrollaría en la iglesia, y que continuaría
amenazándola hasta el segundo advenimiento de Cristo (ver com. Mat. 24:23-27; Hech. 20:28-31; 2Tes. 2:1-12;
1Tim.4:1-3, 2Tim. 3:1-5).
Sufrirán. Es decir, no escucharán voluntariamente. "No
soportarán" (BJ, BC, BA).
Sana. Ver com. cap. 1:13. La verdad es lo único que da
vigor y vitalidad al cristiano. Las falsas enseñanzas engendran enemistad y
debilidad en el alma (cf. 1Tim. 6:3-5; 2Tim. 2:14, 16-17, 23; 3:8).
Doctrina. Es decir, la "palabra" (vers. 2). Compárese
con "sanas palabras" (cap. 1:13).
Comezón de oír. No de parte de los maestros sino
de los que no soportan "la sana doctrina", como se ve claramente por
el texto griego. Estos oyentes superficiales, debido a sus
"concupiscencias" pervertidas, sienten "comezón de oír" interpretaciones
caprichosas de las Escrituras para satisfacer su curiosidad y deseos
personales. Sólo tienen interés en aquellos pasajes de las Escrituras que
pueden interpretar como una promesa de paz seguridad para ellos; pero descuidan
las exigentes demandas de la "sana doctrina", que penetran
profundamente en el alma humana. Sienten deseo de religión, pero sólo hasta
donde no disturbe la rutina de sus vidas pervertidas.
Concupiscencias. O "deseos" (ver com.
cap. 3:6). "Pasiones" (BJ, NC).
4. Apartarán. Los que no soportan la "sana doctrina"
eligen voluntariamente su propio destino.
No se fuerza la voluntad de ningún hombre; nadie se pierde porque Dios
decrete su condenación. Pablo está describiendo a los que se resisten a aceptar
la Biblia como su única autoridad y norma para la enseñanza religiosa y la
conducta personal.
Verdad. La "sana doctrina" (vers. 3) no alaba al
hombre, al contrario, le muestra su condición miserable y le revela su suerte
ignominiosa a menos que intervenga la gracia de Dios. La "verdad"
revela la naturaleza de Dios y su remedio para el pecado. Un reajuste de la
vida, una orientación completamente nueva de sus intereses y metas, en armonía
con la verdad, constituye la única respuesta aceptable del hombre frente a la
"sana doctrina".
Fábulas. Ver com. 1 Tim. 1:4. Aun cuando hagan uso de la
Biblia, esos cristianos infieles elaboran sus propias teorías doctrinales de
acuerdo con sus deseos personales. Quizá usen términos bíblicos para expresar
sus pensamientos, pero las ideas que presentan están saturadas con el error. Los
textos bíblicos desconectados de su significado original y de su contexto,
pueden resultar tan inseguros para orientar al hombre como las palabras
humanas.
5. Sé sobrio. "Sé circunspecto" (NC). Pablo exhorta a
Timoteo a buscar esa sobriedad y prudencia que puedan prepararlo para hacer
frente a cualquier dificultad que le sobrevenga. En la vida de Timoteo, como
uno de los dirigentes responsables de la iglesia cristiana, debía verse un
claro contraste frente a los otros maestros (vers. 3-4). Una enseñanza correcta
de la "verdad" (vers. 4) exige una actitud sobria y tranquila.
Soporta las aflicciones. Gr. kakopathé "sufrir
penalidades" (ver com. cap. 2:9).
Evangelista. Se presenta un contraste entre el que predica el Evangelio y los que enseñan "fábulas" (vers. 4).
El mensaje del
evangelista es la Palabra de Dios. El mensaje del evangelista es la Palabra de
Dios. Es portavoz de Dios y predica el mensaje divino. Predica la "sana
doctrina", no teorías sensacionalistas para llamar la atención, ni
suposiciones caprichosas para complacer una curiosidad estéril.
Cumple. Gr. plroforé, "llevar a cabo",
"completar". "Desempeña a la perfección" (BJ).
Ministerio. Gr. diakonía, "servicio" (ver com. Rom.
12:7). Es decir, "servicio" para otros. Nada debía faltar en los
esfuerzos de Timoteo para satisfacer las diversas necesidades de hombres y
mujeres, tanto en la iglesia como fuera de ella.
6. Porque. Pablo, en contraste con Timoteo, no tendría más
oportunidades para cumplir con las muchas actividades propias de un ministro. Timoteo
continuaría, pero Pablo estaba a punto de morir.
Para ser sacrificado. Gr. spénd, "derramar",
"ofrecer una libación" (ver com.
Fil. 2:17). "A punto de ser derramado en libación" (BJ). Lo
que se anticipaba en Fil. 2:17, ahora era una realidad. Estas palabras revelan
grandeza moral. No manifiestan conmiseración propia ni tristeza debido a las
implacables penalidades.
Partida. Gr. análusis, "un desatar", como en el
caso de una cuerda cuando se quita una carpa, o de las amarras de un barco que
se prepara para zarpar. Pablo habla de su próxima ejecución comparando su
muerte al levantamiento de un campamento o con la salida de un barco.
Cercano. O "a mano". La carta de Pablo se
convierte en su testamento para Timoteo y para toda la iglesia cristiana.
7. He peleado. Cf. 1Tim. 6:12. La consagración de Pablo como
embajador de Cristo implicaba una vida de constante lucha con las fuerzas del
mal, humanas o demoníacas (ver com. 1Cor. 9:25; Fil. 1:27,30; 1Tes. 2:2). El
apóstol usaba bien "toda la armadura de Dios" mientras resistía
valientemente "las asechanzas del diablo" (Efe. 6:11).
La buena batalla. El artículo "la"
destaca la lucha suprema "de la fe" (ver com. 1Tim. 6:12), en que
participan todos los cristianos.
La carrera. Es decir, el tiempo de vida que Dios le había dado.
Pablo había cumplido el plan de Dios para él. No se había descuidado ni había
claudicado; había hecho frente a cada vicisitud y aun su ejecución, con el gozo
y la resolución de un cristiano. Cf. Hech. 20:24. En cuanto a la extensión de
la iglesia cuando concluyó el ministerio de Pablo, ver mapa frente a p. 193.
Guardado. Gr. tré, "guardar". "Conservado"
(BJ); "mantenido" (BC).
La fe. Cf. 1 Tim. 6:12. Mientras Pablo peleaba "la
buena batalla" y corría "la carrera" que Dios le había asignado,
tenía la satisfacción de saber que aunque con frecuencia había hecho frente a
grandes penalidades y tentaciones, no había dejado de conservar la fe que le
había sido confiada (ver com. 1Tim. 1:11; 2Tim. 1:12). El ejemplo de fidelidad
de Pablo sería un incentivo para Timoteo y para todo futuro ministro del
Evangelio. La fe de un individuo depende de que se aferre a la Palabra de Dios.
Cada cristiano guarda "la fe" cuando vive personalmente sus
principios. La sinceridad de la fe de un cristiano se mide por la amplitud con
la cual refleja esos principios.
8. Por lo demás. Gr. loipón, que puede significar
"en el futuro" (BA) o "suceda lo que suceda". A Pablo nada
le quedaba excepto la gloria de su galardón celestial. Las autoridades romanas
lo habían privado de nuevas oportunidades para predicar el Evangelio; su
inminente ejecución terminaba con cualquier posibilidad del descanso y del
compañerismo plenamente merecidos con sus amigos. Pero la indicación de la mano
de Dios era suficiente para eclipsar todo deseo terrenal.
Me está guardada. O "reservada". Pablo
usa el verbo en presente para destacar su posesión presente de la recompensa
eterna. Cf. Juan 3:16. Durante las oscuras horas de su noble lucha por la fe,
el esplendor de la promesa de su Señor le había impartido valor y esperanza
(ver com. Col. 1:5).
Pablo no esperaba que la
"corona" de victoria le fuera concedida inmediatamente después de su
muerte. Está "guardada" y se le entregará en el día futuro de la
"venida" de Cristo.
Corona. Gr. stéfanos, "guirnalda" (ver com. Apoc.
2:10), símbolo de victoria.
Justicia. Gr. dikaiosún, "carácter recto" (ver com. Mat. 5:6).
Pablo recibirá todos los privilegios que Dios ha preparado para los que aceptan esa salvación hasta el fin de su vida, pues fue justificado por la fe en Jesús. Dios ha prometido la vida eterna a todos los que pelean la "buena batalla" y terminan su "carrera". Serán redimidos por el Salvador.
Dará. Gr. apodídomi, "dar de vuelta", "galardonar", "recompensar".
Cf. Rom. 2:6; Apoc. 22:12.
Juez justo. Es decir, Jesucristo, quien "juzgará a los
vivos y a los muertos en su manifestación" (ver com. 1Tim. 6:14; cf. Juan
5:22,27,30; 2Cor. 5:10). El plan de salvación tenía el propósito de salvar a
los pecadores y de vindicar el carácter y la sabiduría de Dios. Cuando
finalmente se pronuncie el último veredicto divino contra el pecado y los
pecadores, se confirmará que el plan de salvación y el carácter de Dios son
justos (ver com. Rom. 3:26; Fil. 2:10-11). Aunque Pablo estaba siendo juzgado
injustamente por jueces terrenales, confiaba en que Dios lo juzgaría con
justicia.
En aquel día. Es decir, el día del segundo advenimiento de Cristo, "su venida"
(ver com. 1Tim. 6:14; cf. 2Tim. 1:12,18).
Entonces los
justos muertos serán resucitados para vida eterna (ver com. 1Tes. 4:16-17;
Apoc. 20:2). Pablo sabía que al morir no entraría inmediatamente en el cielo. El
segundo advenimiento es "aquel día", cuando los redimidos recibirán
el galardón de la vida eterna.
No sólo a mí. Pablo añade una evidencia más de que no esperaba entrar en el cielo inmediatamente después de morir.
Los justos, tanto los
muertos como los que estén vivos, recibirán el galardón de la vida eterna al
mismo tiempo: "en aquel día" (ver com. 1Cor. 15:51-54).
Aman. Gr. agapá (ver com. Mat. 5:43; Juan 21:15). Este
vocablo indica mucho más que un simple impulso. Implica que toda la vida, cada
aspecto del pensamiento y de la acción, se orientan teniendo en cuenta a la
persona amada. La gozosa perspectiva del segundo advenimiento determina el uso
que da el cristiano a su tiempo y dinero, afecta su elección de amigos, y
proporciona un poderoso incentivo para eliminar defectos del carácter y para
llegar a ser más semejante a Cristo (ver com. 1 Juan 3:3).
Venida. Gr. epifáneia, "manifestación visible"
(ver com. 1Tim. 6:14).
9. Procura. O "date prisa", "haz todo esfuerzo
posible". Pablo anhelaba la compañía de Timoteo, así como Cristo anheló la
de sus amigos más íntimos en las oscuras horas anteriores a su ejecución (Mat.
26:38).
10. Demas. Fue por un tiempo colaborador de Pablo (Col. 4:14; File.
24); pero abandonó al apóstol por alguna razón que no conocemos. El humillante
encarcelamiento de Pablo y el consiguiente peligro para su propia vida quizá
fueron una prueba demasiado grande para el ánimo de Demas. Su nombre, como los
nombres de Himeneo y Alejandro (1Tim. 1:20), se recuerda tan sólo con compasión
y vergüenza.
Amando este mundo. El amor de Demas por las ganancias y los honores del mundo contrasta agudamente con el amor del verdadero cristiano por la "venida" de Cristo.
El deseo de honores
terrenales puede impedir que un cristiano pelee con éxito "la buena
batalla" y que termine su "carrera" (vers. 7).
Crescente. Nada más se sabe de él. Indudablemente que, como
Tito, salió de Roma por pedido de Pablo para difundir el Evangelio.
Tito. Ver com. Tito 1:4. Pablo había enviado a Tito a
Corinto para restaurar la armonía y para saber cuál era la respuesta de los
creyentes corintios ante su carta de reproche (ver com. 2Cor. 2:12-13). Tito
acompañó después al apóstol a Creta, y mientras estaba allí supervisó la
organización de la iglesia (ver com. Tito 1:5). Entonces Pablo le dio instrucciones
para que se encontrara con él en Nicópolis (ver com. Tito 3:12). Quizá
permaneció con el apóstol hasta este viaje a Dalmacia, provincia de la Iliria romana
junto al mar Adriático (ver mapa p. 366).
11. Sólo. La terrible persecución del tiempo de Nerón en el
año 64 d. C., indudablemente dejó con vida sólo a unos pocos cristianos en
Roma. Pablo también pudo haber considerado que era prudente que trataran de
pasar inadvertidos los pocos que habían quedado con vida hasta que pasara la
trágica hora de la persecución.
Lucas. En cuanto a su obra, ver t. V, pp. 649-650. Además
de escribir el tercer Evangelio y el libro de los Hechos, Lucas fue uno de los
más íntimos compañeros de Pablo (Hech. 27:1; 28:11,16; Col. 4:14; File. 23-24).
La vergüenza que representaba el encarcelamiento de Pablo, no acobardó a Lucas.
Su profesión como médico podría haberle proporcionado prestigio y riqueza, pero
Lucas estimó como un honor superior el acompañar a Pablo en su hora de
sufrimiento (cf. DTG 197).
Marcos. Este versículo revela que Marcos, un hombre que
Pablo pensó antes que había fracasado, desempeñó un ministerio de éxito; y
también revela el espíritu magnánimo del apóstol, que no quedó resentido con
Marcos debido a su fracaso anterior (ver com. Hech. 13:13; 15:37). Algún tiempo
después del infortunado episodio de Perge (Hech. 13:13), Marcos tomó un nuevo
rumbo para responder a las exigencias del ministerio, y el registro sagrado
revela que fue útil como uno de los fieles colaboradores de Pablo (Col. 4:10;
File. 24). En este momento, era el ayudante de Timoteo en el Asia Menor. Había
estado con Pablo durante el primer encarcelamiento del apóstol en Roma, esta
experiencia lo capacitó en forma especial para esta última y final prueba del
apóstol.
Útil. La última oración del vers. 11 podría traducirse:
"Es útil en el servicio para mí" Después de la muerte de Pablo,
Marcos trabajó con Pedro en Roma (ver t. VI, pp. 35-37). Durante ese tiempo
quizá escribió el Evangelio que lleva su nombre (ver t. V, p. 552).
12. Tíquico. Otro de los fieles colaboradores de Pablo en el
Evangelio (Hech. 20:4; Tito 3:12). Él y Timoteo estuvieron con el apóstol en
Roma cuando escribió la Epístola a los Colosenses (Col. 1:1; 4:7). Fue uno de
los mensajeros que llevaron la epístola del apóstol a los efesios (Efe. 6:21-22).
Lo envié. O "estoy enviando" (cf. com. 2 Cor. 8:17).
Indudablemente Tíquico llevó personalmente esta epístola a Timoteo y puso
énfasis en la urgencia que tenía Pablo en cuanto a los pedidos que hacía. ¡Cuán
solícitos eran estos hombres más jóvenes con su "padre" en la fe! En
este caso, Pablo comisionaba a Tíquico para que se ocupara del distrito de Éfeso,
a fin de que ese importante sector fuera debidamente supervisado durante la
ausencia de Timoteo y de Marcos.
13. Capote. Es decir, un "abrigo" (BJ, BC) que se
necesitaba sólo en invierno. Esa prenda era necesaria en la fría y húmeda
prisión del apóstol. Pablo no pedía nada superfluo.
Libros. Gr. biblíon, de donde deriva la palabra
"Biblia", pero que aquí significa rollos de papiro (ver t. V, p. 113).
Pablo posiblemente quería tener toda su correspondencia para defenderse contra
las incesantes acusaciones que le hacían en el tribunal romano.
Pergaminos. Rollos hechos de cuero. Quizá Pablo quería tener
una copia -parcial o entera- del AT, en griego o en hebreo, y de algunos MSS de
las palabras de Cristo que circulaban entonces (ver t. V, p. 125). Aun en medio
de esas circunstancias tan adversas, el erudito Pablo continuaba investigando
las verdades de Dios.
14. Alejandro. Un nombre muy común; por eso, este Alejandro no
necesita ser el del Asia Menor, que había sido expulsado de la iglesia algunos
años antes. El que se menciona en este versículo quizá era un ciudadano de
Roma, que acusó falsamente a Pablo ante el tribunal romano y causó su segundo
encarcelamiento (vers. 15).
Calderero. "Herrero" (BJ, NC). Nombre común para el
que trabaja con cualquier clase de metal.
Pague. Gr. apodídmi, "pagar en la misma moneda",
"dar su merecido". Cf. vers. 8.
15. Guárdate. Gr. fuláss, "proteger",
"guardar". Cuando Timoteo fuera a Roma (vers. 9) debía estar alerta
ante las perversas insidias de Alejandro y los de su clase. Alejandro tal vez
se había ganado la amistad d Pablo, pero prefirió renegar del apóstol cuando
fue juzgado.
En gran manera se ha opuesto. Cuando Pablo se defendió sin duda
presentó el Evangelio a sus oyentes gentiles. El propósito de Alejandro al
refutar las palabras del apóstol evidentemente se logró al pronunciarse el
fallo adverso. Alejandro triunfó momentáneamente, pero perdió su herencia
eterna.
16. Defensa. Gr. apología, "defensa verbal". Quizá en
la primera audiencia durante el segundo enjuiciamiento de Pablo. No hay ninguna
evidencia de que esta situación ocurriera en el primer juicio, unos años antes.
Puede ser que, además del acostumbrado cargo de sedición, Pablo fuera acusado
de instigar el incendio de Roma.
Ninguno. Es decir, nadie que tuviera influencia para
interceder por él. Lucas, Tito,
Crescente o Tíquico no hubieran sido de ayuda a Pablo en ese respecto. Sin duda
había algunos hombres destacados e influyentes que podrían haber dicho algo en
favor de Pablo, pero no lo hicieron. La terrible persecución de Nerón quizá
había hecho que fuera muy peligroso manifestar amistad a un cristiano.
Todos. Hombres influyentes, no los amigos íntimos de
Pablo.
Me desampararon. Era peligroso relacionarse con un
hombre detenido por los crímenes que se le imputaban a Pablo.
Tomado en cuenta. O "computado a su
cuenta". Compárese con la magnanimidad de Cristo con sus acusadores (Luc.
23:34) y con la de Esteban (Hech. 7:60).
17. El Señor estuvo a mi lado. Cf. Hech. 27:23. Pablo (Juan 16:32)
sabía, como Cristo, que en la hora de crisis, cuando la fe fuera defendida
contra una oposición abrumadora, en realidad nunca estaría solo. Dios nunca
dejó de ser para Pablo "amparo y fortaleza... pronto auxilio en las tribulaciones"
(Sal. 46:1). Aunque se le negó la ayuda de amigos influyentes (2Tim. 4:16),
siempre fue firme su ánimo porque a su lado estaba Aquel que es mayor que
todos.
Me dio fuerzas. O "me dio poder" (ver
com. 1 Tim. 1:12).
Predicación. Gr. krugma, "anuncio hecho por un
heraldo". El mensaje cristiano proclamado por Pablo, el príncipe de los
predicadores. Mientras era juzgado evidentemente se le dio la oportunidad a
Pablo de predicar el Evangelio, así como lo había hecho ante Félix (Hech.
24:10-25) y Agripa (cap. 26:1-32).
Todos los gentiles. O "todas las naciones".
Cf. Hech. 9:15; Fil. 1:12-13. El apóstol pensaba, más que en su propia suerte,
en la oportunidad que su juicio le proporcionaba para proclamar el Evangelio
(ver com. Hech. 25:11). Su valiente testimonio ante los romanos en este último
proceso judicial, permitió que el cristianismo penetrara en la ciudadela del
paganismo. La defensa de Pablo ante Nerón no fue una simple escaramuza. Fue la
hora máxima del veterano que gloriosamente había "peleado la buena
batalla" (2Tim. 4:7).
Boca del león. Por el contexto se deduce que Pablo no se refiere a su primer encarcelamiento y a su liberación unos años antes (cf. vers. 16), ni a su encarcelamiento y al proceso judicial que se estaba desarrollando (cf. vers. 6).
Los comentadores consideran generalmente que el apóstol está citando a Sal.
22:21, y que sus palabras deben entenderse en forma figurada: que sencillamente
expresan un gran peligro. Algunos sugieren que se refiere a la ira de Satanás,
quien no pudo silenciar su intrépido testimonio en favor de la verdad.
18. Librará. Quizá sea una referencia al Padrenuestro:
"líbranos del mal" (Mat. 6:13), que se convierte así en una
declaración de la inmutable confianza que Pablo tenía en Dios, quien no falla
en la hora de la necesidad del hombre. El apóstol no conocía el temor. El
compañerismo con Dios "echa fuera el temor" (1 Juan 4:18). Cf. Sal.
23:4; 27:1-3.
Toda obra mala. Es decir, todo mal designio que
Satanás y los enemigos de Pablo pudieran tramar contra él y contra el progreso
de la verdad de Dios.
Preservará. Gr. sz, "salvar". Aunque su vida no se
prolongaría mucho más, Pablo sabía que su futuro eterno estaba seguro. Cuando
inclinó su cabeza ante la espada del verdugo, la certidumbre en las promesas de
su Señor hizo que brotara un himno de su corazón.
Gloria. La "carrera" (vers. 7) que Dios puso
delante de Pablo lo condujo de una penalidad a otra. Disfrutó muy poco de las
comodidades normales de la vida, y a veces fue entendido mal por otros miembros
de la iglesia y aun por otros apóstoles. Recibió oprobio y humillaciones de los
que no eran miembros de la iglesia, pruebas que fueron en gran medida su
recompensa por predicar el Evangelio.
19. Prisca. O "Priscila" (ver com. Hech. 18:2).
Aquila. Ver com. Hech. 18:2. Esta familia había estado en
Roma (Rom. 16:3) por un tiempo, pero regresaron a Éfeso donde antes habían
trabajado (Hech. 18:18-26).
Onesíforo. Ver com. cap. 1:16-18.
20. Erasto. Ver com. Hech. 19:22. El hecho de que se mencione
aquí puede indicar que Pablo, en camino a Roma, había ido a Corinto por la vía
de Troas (ver 2Tim. 4:13).
Trófimo. Era de Éfeso (Hech. 20:1-5; 21:29).
Acompañó a Pablo en el viaje de Macedonia a Mileto,
por la vía de Troas, y de Mileto a
Jerusalén (Hech. 20:1-16; 21:1-29).
21. Procura. "Date prisa" (BJ, NC). Ver com. vers. 9.
Antes del invierno. El tiempo tormentoso podría impedir el viaje,
lo que demoraría la llegada de Timoteo (ver com. vers. 9).
Saluda. Nada más se sabe de Eubulo, Pudente y Claudia.
Lino. De acuerdo con la tradición, el primer obispo de Roma
(Eusebio, Historia eclesiástica, 5.6).
22. Jesucristo. La evidencia textual establece (cf. p. 10)
la omisión de este nombre. Lo omiten la BJ, BA y NC.
Vosotros. Ver com. 1 Tim. 6:21.
Este pronombre en plural
indica que estas palabras se aplican a toda la iglesia.
Amén. La evidencia textual favorece (cf. p. 10) la omisión de esta palabra.
La omiten la BJ, BA, BC y NC.
En la RVA se añadía en tipo más
pequeño: "La segunda epístola a Timoteo, el cual fue el primer obispo
ordenado en Efeso, escrita de Roma, cuando Pablo fue presentado la segunda vez
a Cesar Nerón". Esta explicación no aparece en ningún manuscrito antiguo;
sin embargo, unos pocos de los manuscritos más antiguos dicen: "Escrita
desde Laodicea", o "Escrita desde Roma". (7CBA).
COMENTARIOS DE EGW
1-2. HAp 400. EN
ESTA SU ÚLTIMA CARTA A TIMOTEO, Pablo le
presenta al joven obrero un elevado ideal, puntualizando los deberes que le
corresponden como ministro de Cristo. "Procura con diligencia presentarte
a Dios aprobado -escribió el apóstol-, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad". "Huye también de
las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los
que de corazón limpio invoca al Señor. Pero desecha las cuestiones necias e
insensatas, sabiendo que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no
debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda
que se arrepientan para conocer la verdad".
LE
AMONESTA CONTRA LOS FALSOS MAESTROS que
intentarían levantarse 400 en la iglesia. "Esto también
sepas -declaró,- que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: que
habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
detractores, desobedientes a los padres, ingratos, sin santidad. . . teniendo
apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ellos: y a éstos
evita".
"MAS
Los Malos Hombres Y Los Engañadores Irán De Mal En Peor -CONTINUÓ-, engañando
y siendo engañados. Empero persiste tú en lo que has aprendido y te
persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido
las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación. .
. Toda la Escritura es inspirada por divinamente y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, para que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra".
Dios
ha provisto abundantes medios para tener éxito en la guerra contra la maldad
que hay en el mundo. La Biblia es el arsenal donde podemos equiparnos para la
lucha, Nuestros lomos; deben estar ceñidos con la verdad. Nuestra cota debe ser
la justicia. El escudo de la fe debe estar en nuestra mano, el yelmo de la
salvación sobre nuestra frente, y con la espada del Espíritu, que es la Palabra
de Dios, hemos de abrirnos camino a través de los obstáculos y la maraña del
pecado.
PABLO
sabía que la iglesia debía esperar tiempos
sumamente peligrosos. Sabía que debía cumplirse una fiel y
fervorosa tarea por parte de los que habían sido encargados de cuidar las
iglesias; y por eso escribió a Timoteo: "Te encarezco delante
de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su
manifestación y en su reino, que prediques 401 la palabra; que
instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda
paciencia y doctrina".
1-5. OE 17. El Señor envía
sus ministros a presentar la palabra de vida, a predicar, no "filosofías y vanas sutilezas,"
ni "la falsamente llamada ciencia," sino el 17 Evangelio,
"potencia de Dios para salud."* Colo. 2:8; 1Tim. 6:20; Rom. 1:16.
"Requiero yo pues -escribió
Pablo a Timoteo,- delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar a
los vivos y los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la
palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta
con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana
doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a
sus concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído, y se volverán a las
fábulas. Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de
evangelista, cumple tu ministerio." *2Tim. 4:1-5
En este encargo todo ministro
tiene esbozada su obra, -una obra que él puede hacer únicamente por el
cumplimiento de la promesa que hizo Jesús a sus discípulos: "He aquí, yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo."*Mat. 28:20
Los ministros del Evangelio, como
mensajeros de Dios a sus semejantes, no deben nunca perder de vista su misión
ni sus responsabilidades. Si pierden su
conexión con el cielo, están en mayor peligro que los demás, y pueden ejercer
mayor influencia para mal. Satanás los vigila constantemente, esperando que se
manifieste alguna debilidad, por medio de la cual pueda atacarlos con éxito. ¡Y
cómo se regocija cuando tiene éxito! porque un embajador de Cristo que no esté en
guardia, permite al gran adversario arrebatar muchas almas.
El verdadero ministro no hará
nada que empequeñezca su cargo sagrado. Se comportará con circunspección, y
será prudente en su conducta. Obrará
como obró Cristo; hará como Cristo. Empleará todas 18 las facultades en la
proclamación de las nuevas de salvación a quienes no las conocen. Llenará su
corazón una intensa hambre de la justicia de Cristo. Sintiendo su necesidad,
buscará con fervor el poder que debe recibir antes de poder presentar con sencillez,
veracidad y humildad la verdad tal cual es en Jesús.
2,5. HAp 403- 404. LA LEY, cuando es obedecida, induce a los hombres a renunciar "a la impiedad y a los deseos mundanos" y a vivir "en este siglo sobria, justa y piadosamente" (Tito 2:12).
PERO
EL ENEMIGO DE TODA JUSTICIA ha sometido
el mundo a cautiverio, y ha instigado a la humanidad 403 a
desobedecerla. Como Pablo lo previó, multitudes se han apartado de las claras y
escrutadoras verdades de la Palabra de Dios, y han elegido maestros que les
presentan las fábulas que desean. Muchos, tanto pastores como miembros de
iglesia, están pisoteando los mandamientos de Dios. Así se insulta al Creador
del mundo, y Satanás se ríe triunfalmente al verificar cuánto éxito obtienen
sus estratagemas.
CON
EL DESPRECIO CRECIENTE QUE SE MANIFIESTA HACIA LA LEY DE DIOS, aumenta
la aversión hacia la religión. Aumenta asimismo el orgullo, el amor a los
placeres, la desobediencia a los padres y la complacencia propia; y la gente
que piensa se pregunta por doquier ansiosamente: "¿Qué se puede
hacer para impedir este alarmante avance del mal?"
LA
RESPUESTA la hallamos en la exhortación de Pablo a
Timoteo: "Predica la palabra". En la Biblia se encuentran los únicos
principios que, al aplicarlos, nos darán seguridad al actuar. Es el trasunto de
la voluntad de Dios; la expresión de la sabiduría divina. Capacita a los
hombres para comprender los grandes problemas de la vida; y para todo el que tenga
en cuenta sus preceptos será una guía infalible que le evitará consumir su vida
en esfuerzos mal orientados.
DIOS
HA DADO A CONOCER SU VOLUNTAD, y es
insensato que el hombre ponga en tela de juicio lo que ha salido de sus labios.
Después que ha hablado la Sabiduría Infinita, el hombre no tiene dudas que
aclarar, ni divergencias que ventilar. Todo lo que el Señor requiere de él es
un sincero y fervoroso acatamiento de su expresa voluntad.
La
obediencia es el mayor dictado de la razón, tanto como la conciencia.
PABLO
CONTINÚA SUS INSTRUCCIONES: "Pero
tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra evangelista, cumple tu
ministerio. El apóstol estaba cerca del fin de su carrera
y deseaba que Timoteo ocupara su lugar, guardando a la iglesia de fábulas y
herejías por medio de las cuales el enemigo, de varias maneras, se esforzaría
por seducirlos y apartarlos de la sencillez del Evangelio.
LE
AMONESTÓ que evitara toda ocupación 404 y
complicación temporal que le podría impedir una entrega completa a la obra de
Dios, que soportara con alegría la oposición, el vituperio y la persecución a
que pudiera exponerse en virtud de su fidelidad, y a hacer completa
demostración de su ministerio, empleando cada recurso a su alcance para
beneficiar a aquellos por quienes Cristo murió.
LA
VIDA DE PABLO FUE UNA EJEMPLIFICACIÓN DE LAS VERDADES QUE ENSEÑABA: en
eso estribaba su poder. Su corazón estaba lleno de un profundo y perdurable
sentido de su responsabilidad; y trabajaba en íntima comunión con Aquel que es
la fuente de la justicia, misericordia y verdad. Se aferraba a la cruz de
Cristo como a su única garantía de éxito. El amor del Salvador era el motivo
imperecedero que le sostenía en sus conflictos con el yo, en sus luchas contra
el mal, mientras avanzaba en el servicio de Cristo contra la hostilidad del
mundo y la oposición de sus enemigos.
LO
QUE LA IGLESIA NECESITA en estos
días de peligro es un ejército de obreros que, como Pablo, se hayan educado
para ser útiles, tengan una experiencia profunda en las cosas de Dios y estén
llenos de fervor y celo.
SE
NECESITAN hombres santificados y abnegados, hombres
que no esquiven las pruebas y la responsabilidad; hombres valientes y veraces;
hombres en cuyos corazones Cristo constituya la "esperanza de
gloria," y quienes, con los labios tocados por el fuego santo, prediquen
la Palabra.
POR
CARECER DE TALES OBREROS la causa de
Dios languidece, y errores fatales, cual veneno mortífero, corrompen la moral y
agostan las esperanzas de una gran parte de la raza humana.
A
MEDIDA QUE LOS FIELES Y FATIGADOS PORTAESTANDARTES están ofreciendo su vida por
causa de la verdad, ¿quién se adelantará para ocupar su lugar? ¿Aceptarán
nuestros jóvenes el santo cometido de manos de sus padres? ¿Están ellos
preparados para llenar las vacantes producidas por la muerte de los fieles?
¿Tendrán en cuenta las recomendaciones de los apóstoles? ¿Escucharán el
llamamiento del deber mientras están rodeados 405 por las incitaciones al
egoísmo y a la ambición que engañan a la juventud?
2-5. 3JT 273. Cuidado Con La Religión
Sensacional. En este tiempo, necesitamos en la causa de Dios hombres espirituales,
hombres firmes en los buenos principios, que tengan una clara comprensión de la
verdad.
Se me ha indicado que lo que la
gente necesita no son teorías nuevas y fantásticas ni suposiciones
humanas. Necesita el testimonio de
hombres que conocen y practican la verdad, de hombres que comprenden la misión
confiada a Timoteo en estas palabras: "Que prediques la palabra; que
instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda
paciencia y doctrina. Porque vendrá
tiempo cuando no sufrirán 273 la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír,
se amontonarán maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarán de la
verdad el oído, y se volverán a las fábulas. Pero tú vela en todo, soporta las
aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio." (2 Tim
4:2-5.)
Andad con firmeza y decisión,
calzados los pies con el apresto del Evangelio de paz. Podéis estar seguros de
que la religión pura y sin mácula no es una religión de sensaciones. A nadie ha
confiado Dios la tarea de hacer nacer el apetito por las doctrinas
especulativas. Hermanos míos, apartad esas cosas de vuestras enseñanzas; no
permitáis que se introduzcan en vuestra vida religiosa; no dejéis que malogren
la obra de vuestra vida.
Advertencia Contra Las Falsas
Doctrinas. Hallamos en la epístola de Pablo a los colosenses una advertencia contra
las falsas doctrinas. El apóstol declara que los corazones de los creyentes
deben estar "unidos en amor, y en todas riquezas de cumplido entendimiento
para conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo; en el cual están
escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. Y esto digo -continúa
él,- para que nadie os engañe con palabras persuasivas. . . . Por tanto, de la
manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él: arraigados y
sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis aprendido,
creciendo en ella con nacimiento de gracias. Mirad que ninguno os engañe por
filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a
los elementos del mundo, y no según Cristo: porque en él habita toda la
plenitud de la divinidad corporalmente: y en él estáis cumplidos, el cual es la
cabeza de todo principado y potestad." (Col. 2:2-10.)
He recibido la orden de decir a
nuestros hermanos y hermanas: Sigamos a Cristo; no olvidemos que él es nuestro
modelo en todas las cosas. Podemos apartar con seguridad todas las ideas que no
están en su enseñanza. Ruego a nuestros 274 predicadores que procuren estar
seguros de que sus pies descansan sobre la plataforma de la verdad eterna. Sed
cuidadosos en cuanto a seguir vuestros impulsos, atribuyéndolos al Espíritu
Santo. Algunos están en peligro en este sentido; quiero exhortarles a sanear su
fe y a ser capaces de dar, a cuantos se las pidan, las razones de su esperanza.
3. CS 652. Se hará
oposición y se ridiculizará a los que traten de obedecer a todos los
mandamientos de Dios. Ellos no podrán subsistir sino en Dios. Para poder
soportar la prueba que les espera deben comprender la voluntad de Dios tal cual
está revelada en su Palabra, pues no pueden honrarle sino en la medida del
conocimiento que tengan de su carácter, gobierno y propósitos divinos y en la
medida en que obren conforme a las luces que les hayan sido concedidas. Sólo
los que hayan fortalecido su espíritu con las verdades de la Biblia podrán
resistir en el último gran conflicto. Toda alma ha de pasar por la prueba
decisiva: ¿Obedeceré a Dios antes que a los hombres? La hora crítica se acerca.
¿Hemos asentado los pies en la roca de la 652 inmutable Palabra de Dios?
¿Estamos preparados para defender firmemente los mandamientos de Dios y la fe
de Jesús?
Antes de la crucifixión, el
Salvador había predicho a sus discípulos que iba a ser muerto y que resucitaría
del sepulcro, y hubo ángeles presentes para grabar esas palabras en las mentes
y en los corazones. Pero los discípulos esperaban la liberación política del
yugo romano y no podían tolerar la idea de que Aquel en quien todas sus
esperanzas estaban concentradas, fuese a sufrir una muerte ignominiosa.
Desterraron de su mente las palabras que necesitaban recordar, y cuando llegó
el momento de prueba, los encontró sin la debida preparación. La muerte de
Jesús destruyó sus esperanzas igual que si no se la hubiese predicho. Así
también las profecías nos anuncian el porvenir con la misma claridad con que
Cristo predijo su propia muerte a los discípulos. Los acontecimientos
relacionados con el fin del tiempo de gracia y la preparación para el tiempo de
angustia han sido presentados con claridad. Pero hay miles de personas que
comprenden estas importantes verdades de modo tan incompleto como si nunca
hubiesen sido reveladas. Satanás procura arrebatar toda impresión que podría
llevar a los hombres por el camino de la salvación, y el tiempo de angustia no
los encontrará listos.
Cuando Dios manda a los hombres
avisos tan importantes que las profecías los representan como proclamados por
santos ángeles que vuelan por el cielo, es porque él exige que toda persona
dotada de inteligencia les preste atención. Los terribles juicios que Dios
pronunció contra los que adoran la bestia y su imagen (Apocalipsis 14:9-11)
deberían inducir a todos a estudiar diligentemente las profecías para saber lo
que es la marca de la bestia y cómo pueden evitarla. Pero las muchedumbres
cierran los oídos a la verdad y prefieren fábulas. El apóstol Pablo,
refiriéndose a los últimos días, dijo: "Porque vendrá tiempo cuando no
sufrirán la sana doctrina." (2 Timoteo 4: 3.) Ya hemos entrado de lleno en
ese tiempo. Las multitudes se niegan a recibir las verdades bíblicas porque
éstas contrarían 653 los deseos de los corazones pecaminosos y mundanos; y
Satanás les proporciona los engaños en que se complacen.
Pero Dios tendrá en la tierra un
pueblo que sostendrá la Biblia y la Biblia sola, como piedra de toque de todas
las doctrinas y base de todas las reformas. Ni las opiniones de los sabios, ni
las deducciones de la ciencia, ni los credos o decisiones de concilios tan
numerosos y discordantes como lo son las iglesias que representan, ni la voz de
las mayorías, nada de esto, ni en conjunto ni en parte, debe ser considerado
como evidencia en favor o en contra de cualquier punto de fe religiosa. Antes
de aceptar cualquier doctrina o precepto debemos cerciorarnos de si los
autoriza un categórico "Así dice Jehová."
Satanás trata continuamente de
atraer la atención hacia los hombres en lugar de atraerla hacia Dios. Hace que
el pueblo considere como sus guías a los obispos, pastores y profesores de
teología, en vez de estudiar las Escrituras para saber por sí mismo cuáles son
sus deberes. Dirigiendo luego la inteligencia de esos mismos guías, puede
entonces también encaminar las multitudes a su voluntad.
3-4. HAp 402. A
VECES LOS MINISTROS DEL EVANGELIO causan mucho
daño al permitir que su lenidad hacia los que yerran degenere en tolerancia de
pecados y hasta en su participación en ellos. De este modo son inducidos a
excusar y no darle importancia a lo que Dios condena; y después de un tiempo se
ciegan de tal modo que son capaces de elogiar a los mismos a quienes Dios les
ordenó reprender. El que ha embotado sus percepciones espirituales al tolerar
pecaminosamente a los que Dios condena, no tardará en cometer un pecado mayor
al manifestar severidad y dureza hacia aquellos a quienes Dios aprueba. 402 Debido
al orgullo de la sabiduría humana, el desprecio por la influencia del Espíritu
Santo y la aversión por las verdades de la Palabra de Dios, muchos que profesan
ser cristianos y que se sienten competentes para enseñar a otros, serán
inducidos a apartarse de los requerimientos de Dios.
PABLO
LE DIJO A TIMOTEO: "Porque
vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de
oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y
apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas".
EL
APÓSTOL NO SE REFIERE AQUÍ A LOS ABIERTAMENTE IRRELIGIOSOS, sino
a los profesos cristianos que han hecho de sus inclinaciones la norma, y que
así se han esclavizado al yo. Los tales están deseosos de oír solamente las
doctrinas que no reprenden sus pecados ni condenan su afán de placeres. Se
ofenden ante las sencillas palabras de los fieles siervos de Cristo, y escogen
a los maestros que los alaban y lisonjean. Y entre los profesos ministros de
Cristo hay quienes predican las opiniones de los hombres en vez de la Palabra
de Dios. Infieles a su cometido, desvían a los que buscan en ellos orientación
espiritual.
EN
LOS PRECEPTOS DE SU SANTA LEY, Dios ha dado
una perfecta norma de vida; y ha declarado que hasta el fin del tiempo esa ley,
que no ha cambiado ni en una sola jota ni en un tilde, sostendrá su vigencia
ante los seres humanos.
CRISTO
VINO PARA MAGNIFICAR LA LEY Y ENGRANDECERLA.
Mostró que se funda en el amplio conocimiento del amor a Dios y al hombre, y
que la obediencia a sus preceptos abarca todos los deberes de éste. Su propia
vida es un ejemplo de obediencia a la ley de Dios. En el sermón del monte
demostró que sus requerimientos se refieren no sólo a las acciones externas
sino que abarcan los pensamientos y las intenciones del corazón.
LA
LEY, cuando es obedecida, induce a los hombres a
renunciar "a la impiedad y a los deseos mundanos" y a vivir "en
este siglo sobria, justa y piadosamente" (Tito 2:12).
PERO
EL ENEMIGO DE TODA JUSTICIA ha sometido
el mundo a cautiverio, y ha instigado a la humanidad 403 a
desobedecerla. Como Pablo lo previó, multitudes se han apartado de las claras y
escrutadoras verdades de la Palabra de Dios, y han elegido maestros que les
presentan las fábulas que desean. Muchos, tanto pastores como miembros de
iglesia, están pisoteando los mandamientos de Dios. Así se insulta al Creador
del mundo, y Satanás se ríe triunfalmente al verificar cuánto éxito obtienen
sus estratagemas.
6-8. HAp 409. DURANTE
LA VISTA DEL PROCESO FINAL DE PABLO ANTE NERÓN, éste
quedó vivamente impresionado por la lógica argumentación del procesado, de
suerte que sin absolverle ni condenarle, difirió el fallo. Pero no tardó en
renacer la malicia del emperador contra Pablo. Exasperado al no poder atajar
los progresos de la religión cristiana aun en la misma casa imperial, determinó
condenar a muerte al apóstol en cuanto se deparase una oportuna ocasión. No
tardó en pronunciar la sentencia de muerte; pero como Pablo era ciudadano
romano, no se le podía atormentar, y así se le condenó a la decapitación.
EL APÓSTOL FUE CONDUCIDO SECRETAMENTE
AL LUGAR DE EJECUCIÓN. A pocos se
les permitió presenciarla, porque alarmados sus perseguidores por la amplitud
de su influencia, temieron que el espectáculo de su muerte ganara más conversos
al cristianismo. Pero aun los empedernidos soldados que le escoltaban, al
escuchar sus últimas palabras, asombráronse de ver la placidez y hasta el gozo
de la víctima en presencia de la muerte.
PARA
ALGUNOS DE LOS CIRCUNSTANTES fue sabor de
vida para vida el contemplar su martirio, su espíritu de perdón para con los
verdugos y su inquebrantable confianza en Cristo hasta el último momento.
Varios de ellos aceptaron al Salvador predicado por Pablo, y no tardaron en
sellar intrépidamente su fe con su sangre.
HASTA
SU ÚLTIMA HORA, la vida del apóstol
testificó de la verdad de sus palabras a los corintios: "Porque Dios, que
mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en
la faz de Jesucristo. Tenemos empero este 407 tesoro
en vasos de barro, para que la alteza del poder sea de Dios, y no de nosotros;
estando atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperamos; perseguidos, mas no desamparados; abatidos, mas no perecemos;
llevando siempre por todas partes la muerte de Jesús en el cuerpo, para que
también la vida de Jesús sea manifestada en nuestros cuerpos." (2 Cor.
4:6-10.)
SU SUFICIENCIA no estaba en él mismo, sino
en la presencia e influencia del Espíritu divino que llenaba su alma y sometía
todo pensamiento a la voluntad de Cristo. El profeta declara: "Tú le
guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera porque en ti se ha
confiado."(Isa. 26:3.) La paz celestial manifestada en el
rostro de Pablo ganó a muchas personas para el Evangelio.
PABLO
LLEVABA CONSIGO EL AMBIENTE DEL CIELO. Todos
cuantos le trataban sentían la influencia de su unión con Cristo. Daba mayor
valía a su predicación la circunstancia de que sus obras estaban de acuerdo con
sus palabras. En esto consiste el poder de la verdad.
La
impremeditada e inconsciente influencia de una vida santa, es el más
convincente sermón que puede predicarse en favor del cristianismo. Puede ser
que los argumentos, por irrebatibles que sean, no provoquen más que oposición;
pero un ejemplo piadoso entraña fuerza irresistible.
OLVIDÓSE
EL APÓSTOL de sus inminentes sufrimientos para atender
solícitamente a los que iba a dejar expuestos al prejuicio, odio y persecución
de sus enemigos. Procuró fortalecer y alentar a los pocos cristianos que le acompañaron
al lugar de la ejecución repitiéndoles las promesas dadas a los que padecen
persecución por su amor a la justicia. Les aseguró que nada de cuanto el Señor
había dicho respecto a sus atribulados y fieles hijos dejaría de cumplirse. Por
un corto tiempo, se verían tal vez apesadumbrados por múltiples tentaciones y
desposados de las comodidades terrenas; pero podrían confortar su corazón con
la seguridad de que Dios sería fiel y decir: "Yo sé a quién he creído, Y
estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día." (2
Tim. 1:12). Pronto acabaría la 408 noche de prueba y
sufrimiento, y alborearía la alegre mañana del día de perfecta paz.
EL
APÓSTOL CONTEMPLABA EL GRAN MÁS ALLÁ, no con temor
e incertidumbre, sino con gozosa esperanza y anhelosa expectación. Al llegar al
paraje del martirio, no vio la espada del verdugo ni la tierra que iba a
absorber su sangre, sino que a través del sereno cielo de aquel día estival,
miraba el trono del Eterno.
ESTE
HOMBRE DE FE contemplaba la visión de la escalera de
Jacob, que representaba a Cristo, quien unió la tierra con el cielo, y al
hombre finito con el Dios infinito. Su fe se fortaleció al recordar cómo los
patriarcas y profetas habían confiado en Uno que fue su sostén y consolación y
por quien él sacrificaba su vida. Oyó a esos hombres santos que de siglo en
siglo testificaron por su fe asegurarle que Dios es fiel.
A
SUS COLABORADORES, que para predicar el
Evangelio de Cristo salieron al encuentro del fanatismo religioso
supersticiones paganas, persecución desprecio, que no apreciaron sus propias
vidas, a fin de llevar en alto la luz de la cruz en el obscuro laberinto de la
incredulidad, oía testificar de Jesús como el Hijo de Dios, el Salvador del
mundo. De la rueda de tormento, la estaca, el calabozo y de los escondrijos y
cavernas de la tierra, llegaba a sus oídos el grito de triunfo de los mártires.
OÍA
EL TESTIMONIO DE LAS ALMAS RESUELTAS, quienes,
aunque desamparadas, afligidas y atormentadas, padecían sin temor testificando
solemnemente de su fe, diciendo: "Yo sé en quién he creído." Los que
así rindieron su vida por la fe, declararon al mundo que Aquel en quien habían
confiado era capaz de salvar hasta lo sumo.
REDIMIDO
PABLO POR EL SACRIFICIO DE CRISTO, lavado del
pecado en su sangre revestido de su justicia, tenía en sí mismo el testimonio
de que su alma era preciosa a la vista de su Redentor. Estaba su vida oculta
con Cristo en Dios, y tenía el convencimiento de que quien venció la muerte es
poderoso para guardar cuanto se le confíe.
SU
MENTE SE AFERRABA A LA PROMESA DEL SALVADOR: "Yo
le resucitaré en el día postrero". 409 (Juan 6:40). Sus
pensamientos y esperanzas estaban concentrados en la segunda venida de su
Señor. Y al caer la espada del verdugo, y agolparse sobre el mártir las sombras
de la muerte, se lanzó delante su último pensamiento -como lo hará el primero
que de él brote en el momento del gran despertar - al encuentro del Autor de la
vida que le dará la bienvenida al gozo de los bienaventurados.
CASI
VEINTE SIGLOS han transcurrido desde que el anciano Pablo
vertió su sangre como testigo de la palabra de Dios y del testimonio de
Jesucristo. Ninguna mano fiel registró para las generaciones futuras las
últimas escenas de la vida de este santo apóstol; pero la Inspiración nos ha conservado
su postrer testimonio. Como resonante trompeta, su voz ha vibrado desde
entonces a través de los siglos, enardeciendo con su propio valor a millares de
testigos de Cristo y despertando en millares de corazones afligidos el eco de
su triunfante gozo: "Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de
mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he
guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual
me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a
todos los que aman su venida." (2 Tim. 4:6-8.) 410
10. HAp 363. ENTRE
LOS ASISTENTES DE PABLO EN ROMA había muchos
que habían sido antes sus compañeros y colaboradores. Lucas, "el médico
amado," quien le había atendido en el viaje a Jerusalén, durante los dos
años de su encarcelamiento en Cesarea, y en su arriesgado viaje a Roma, estaba
todavía con él. Timoteo también velaba por su comodidad. Tíquico, "hermano
amado y fiel ministro y consiervo en el Señor," auxiliaba noblemente al
apóstol. Demas y Marcos estaban también con él. Aristarco y Epafras eran sus
compañeros "en la prisión." (Col. 4:7-14.)
DESDE
LOS PRIMEROS AÑOS DE SU PROFESIÓN DE FE, La
Experiencia Cristiana De Marcos Se Había Profundizado. A
medida que estudiaba más atentamente la vida y muerte de Cristo, obtenía más
claros conceptos de la misión del Salvador, sus afanes y conflictos. Leyendo en
las cicatrices de las manos y los pies de Cristo las señales de su servicio por
la humanidad, y el extremo a que llega la abnegación para salvar a los
extraviados y perdidos, Marcos se constituyó en un seguidor voluntario del
Maestro en la senda del sacrificio. Ahora, compartiendo la suerte de Pablo, el
preso, comprendía mejor que nunca antes que es una infinita ganancia alcanzar a
Cristo, e infinita pérdida ganar el mundo y perder el alma por cuya redención
la sangre de Cristo fue derramada. Frente a la severa prueba y adversidad,
Marcos continuó firmemente, como sabio y amado ayudador del apóstol.
DEMAS fue
fiel por un tiempo, pero luego abandonó la causa de Cristo. Refiriéndose a
esto, Pablo escribió: "Demas me ha desamparado, amando este siglo."
(2Tim.4:10.) Demas sacrificó toda alta y noble consideración
para conseguir la ganancia mundanal. ¡Qué cambio insensato! Poseyendo solamente
riqueza u honor mundano, Demas era ciertamente pobre, por mucho
que fuera lo que orgullosamente pudiera considerar suyo; mientras tanto
Marcos, escogiendo sufrir por la causa de Cristo, poseía riquezas eternas,
siendo considerado 364 por el cielo como heredero de Dios y
coheredero con su Hijo.
10-12. HAp 390. NO
PODÍA ESCAPAR a la atención de sus enemigos la obra de
Pablo entre las iglesias después de su absolución en Roma. Desde los comienzos
de la persecución de Nerón, los cristianos se convirtieron por doquier en una
secta proscrita.
PASADO
ALGÚN TIEMPO, los judíos incrédulos concibieron la idea de achacar a Pablo el
crimen de haber INSTIGADO el incendio de Roma. Ninguno
de ellos, ni por un instante, lo creyó culpable; pero sabían que semejante
acusación, hecha con la menor apariencia de probabilidad, acarrearía su
condena. Debido a sus esfuerzos, Pablo fue detenido nuevamente y llevado en
seguida a su prisión final.
EN
SU SEGUNDO VIAJE A ROMA, acompañaron
a Pablo varios de sus antiguos colaboradores; otros deseaban con ansias
compartir su suerte, pero él no quiso permitirles que pusieran su vida en
peligro. Las perspectivas esta vez eran bastante más desfavorables que en
ocasión de su primer encarcelamiento.
LA
PERSECUCIÓN desatada por Nerón había contribuido a que
disminuyera muchísimo el número de cristianos que vivían en Roma. Miles habían
sufrido el martirio por causa de su fe; muchos habían abandonado la ciudad, y
los que quedaban estaban sumamente deprimidos e intimidados.
AL
LLEGAR A ROMA, lo encerraron en una
lóbrega mazmorra, en la cual iba a quedar hasta que terminara su proceso.
Acusado de instigar uno de los más viles y terribles crímenes contra la ciudad
y la nación, era objeto de desprecio universal.
LOS
POCOS AMIGOS Que Habían Compartido
Las Penurias Del Apóstol, Comenzaron A Abandonarlo; algunos
simplemente lo dejaron solo, otros salieron a cumplir misiones definidas en
favor de diversas iglesias, Figelo y Hermógenes fueron los primeros en irse.
Luego Demas, desanimado por las crecientes nubes de dificultades 391 y
peligros, abandonó al apóstol perseguido.
11. HAp 138. PABLO
Y SUS COMPAÑEROS CONTINUARON VIAJE A PERGA DE PANFILIA. Su
camino era penoso; afrontaban adversidades y privaciones, y estaban acosados
por peligros por doquiera. En los pueblos y ciudades por los cuales pasaban y a
lo largo de los caminos solitarios, estaban rodeados de peligros visibles e
invisibles. Pero Pablo y Bernabé habían aprendido a confiar en el poder
libertador de Dios. Sus corazones estaban llenos de ferviente amor por las
almas que perecían. Como fieles pastores que buscaban las ovejas perdidas, no
pensaban en su propia comodidad y conveniencia. Olvidándose de sí mismos, no
vacilaban frente al cansancio, el hambre y el frío. No tenían sino un objetivo
en vista: la salvación de aquellos que se habían apartado lejos del redil.
ALLÍ
FUE DONDE MARCOS, ABRUMADO POR EL TEMOR Y EL DESALIENTO, Vaciló por un tiempo
en su propósito de entregarse de todo corazón a la obra del Señor. No
acostumbrado a las penurias, se desalentó por los peligros y las privaciones
del camino. Había trabajado con éxito en circunstancias favorables; pero 138 ahora,
en medio de la oposición y los peligros que con tanta frecuencia asedian al
obrero de avanzada, no supo soportar las durezas como buen soldado de la cruz.
Tenía todavía que aprender a arrostrar el peligro, la persecución y la
adversidad con corazón valiente. Al avanzar los apóstoles, y al sentir la
aprensión de dificultades aún mayores, Marcos se intimidó, y perdiendo todo
valor, se negó a avanzar, y volvió a Jerusalén.
ESTA
DESERCIÓN INDUJO A PABLO A Juzgar Desfavorable Y Aun
Severamente Por Un Tiempo A Marcos. Bernabé, por otro lado, se
inclinaba a excusarlo por causa de su inexperiencia. Anhelaba que Marcos no
abandonase el ministerio, porque veía en él cualidades que le habilitarían para
ser un obrero útil para Cristo. En años ulteriores su solicitud por Marcos fue
ricamente recompensada; porque el joven se entregó sin reservas al Señor y a la
obra de predicar el mensaje evangélico en campos difíciles. Bajo la bendición
de Dios y la sabia enseñanza de Bernabé, se transformó en un valioso obrero.
Pablo
Se Reconcilió Más Tarde Con Marcos, y
le recibió como su colaborador. También lo recomendó a los colosenses como
colaborador "en el reino de Dios," y uno que me ha "sido consuelo."
(Col. 4:11.) De nuevo, no mucho antes de su muerte, habló de Marcos como uno
que le era "útil para el ministerio." (2 Tim: 4:11).
12. HAp 405. A
MEDIDA QUE LOS FIELES Y FATIGADOS PORTAESTANDARTES están ofreciendo su vida por
causa de la verdad, ¿quién se adelantará para ocupar su lugar? ¿Aceptarán
nuestros jóvenes el santo cometido de manos de sus padres? ¿Están ellos
preparados para llenar las vacantes producidas por la muerte de los fieles?
¿Tendrán en cuenta las recomendaciones de los apóstoles? ¿Escucharán el
llamamiento del deber mientras están rodeados 405 por las incitaciones al
egoísmo y a la ambición que engañan a la juventud?
PABLO
CONCLUYÓ SU CARTA Con Mensajes Particulares Para Distintas Personas, y
otra vez repitió el urgente ruego de que Timoteo fuera pronto -si fuese
posible, antes del invierno. Habló de su soledad, causada por el abandono de
algunos amigos suyos, y la ausencia necesaria de otros; y para que Timoteo no
vacilase, temiendo que la iglesia de Éfeso necesitara sus atenciones, Pablo le
manifestó que había enviado ya a Tíquico para que ocupase la vacante.
DESPUÉS de
hablar de la escena de su juicio ante Nerón, la deserción de sus hermanos y la
gracia sostenedora del Dios guardador de su pacto, Pablo concluyó su carta
encomendando a Timoteo al cuidado del jefe de los pastores, quien, aun cuando
los subpastores cayesen en la lucha, seguiría cuidando su rebaño. 406
14. HAp 238. UNA VEZ AL AÑO SE
CELEBRABAN EN ÉFESO ceremonias especiales en honor de la diosa Diana. Con este motivo,
venían a la ciudad grandes multitudes de todas partes de la provincia y se
efectuaban durante todo este período grandes fiestas con mucha pompa y
esplendor.
Este tiempo de fiesta constituía un tiempo de prueba para aquellos que
acababan de aceptar la fe.
LA COMPAÑÍA DE LOS
CREYENTES que se reunían en la escuela de Tirano era una nota discordante en
el coro festivo, y se los hacía objeto del ridículo, el reproche y el insulto.
Las labores de Pablo habían asestado al culto pagano un golpe eficaz, en
consecuencia del cual se notaba un decaimiento perceptible en la asistencia a
la fiesta nacional y en el entusiasmo de los adoradores. La influencia 237 de
sus enseñanzas se extendía mucho más allá de los conversos efectivos a la
fe. Muchos que no habían aceptado abiertamente las nuevas doctrinas,
llegaron a iluminarse hasta tal punto que perdieron toda confianza en sus
dioses paganos.
HABÍA TAMBIÉN OTRA
CAUSA DE DESCONTENTO. Se había convertido en un extenso y lucrativo negocio en Éfeso la
fabricación y venta de pequeños santuarios e imágenes, modeladas conforme al
templo y la imagen de Diana. Los que se interesaban en esta industria
descubrieron que sus ganancias disminuían, y todos concordaron en atribuir el
desventurado cambio a las labores de Pablo.
Demetrio, un
fabricante de templecitos de plata, reuniendo a los que trabajaban en ese
oficio, dijo: "Varones, sabéis que de este oficio tenemos ganancia; y veis
y oís que este Pablo, no solamente en Éfeso, sino a muchas gentes de casi toda
el Asia, ha apartado con persuasión, diciendo, que no son dioses los que se
hacen con las manos. Y no solamente hay peligro de que este negocio se nos
vuelva en reproche, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea
estimado en nada, y comience a ser destruida su majestad, la cual honra toda el
Asia y el mundo."
Estas palabras
despertaron las excitables pasiones del pueblo. "Llenáronse de ira, y
dieron alarido, diciendo: ¡Grande es Diana de los Efesios!"
Rápidamente se difundió un informe de este discurso. "Y la ciudad se
llenó de confusión."
SE BUSCÓ A PABLO, pero el apóstol
no pudo ser hallado. Sus hermanos, siendo advertidos del peligro, le
hicieron salir apresuradamente del lugar. Fueron enviados ángeles de Dios para
guardar al apóstol; el tiempo en que había de morir como mártir todavía no había
llegado. Ya que no podía encontrar el objeto de su ira, la turba se
apoderó de "Gayo y Aristarco, Macedonios, compañeros de Pablo," y con
éstos, "unánimes se arrojaron al teatro."
El lugar en que Pablo
había sido ocultado no estaba muy distante, y pronto se enteró él del peligro
en que se hallaban sus amados hermanos. Olvidando su propia seguridad,
quiso ir al 238 teatro para hablar a los que causaban el
tumulto. Pero "los discípulos no le dejaron." Gayo y Aristarco
no eran la presa que el pueblo buscaba; de modo que no había de temerse
que se les hiciese mucho daño. Pero a la vista del pálido y agobiado rostro del
apóstol, se hubieran despertado las peores pasiones de la turba, y no habría
habido la menor posibilidad humana de salvar su vida.
PABLO ESTABA TODAVÍA
ANSIOSO DE DEFENDER LA VERDAD ANTE LA MULTITUD; pero fue al fin
disuadido por un mensaje de amonestación enviado desde el teatro. "Algunos
de los principales de Asia, que eran sus amigos, enviaron a él rogando que no
se presentase en el teatro." El tumulto del teatro iba creciendo. Algunos
gritaban una cosa "y otros gritaban otra cosa; porque la concurrencia
estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían juntado."
El hecho de que Pablo
y algunos de sus compañeros fuesen de sangre hebrea, llenó a los judíos del
deseo de mostrar claramente que no simpatizaban con él ni con su obra. Por
lo tanto, presentaron a uno de los suyos para que expusiese el asunto ante el
populacho.
El orador elegido fue
Alejandro, uno de los artesanos, un
calderero, a quien Pablo se refirió más adelante como a uno que le había hecho
mucho daño. (2 Tim. 4:14.)
ALEJANDRO ERA UN
HOMBRE DE CONSIDERABLE HABILIDAD, y concentró todas sus energías
para dirigir la ira de la gente exclusivamente contra Pablo y sus
compañeros. Pero la turba, dándose cuenta de que Alejandro era judío, lo
hizo a un lado; y "fue hecha una voz de todos, que gritaron casi por dos
horas: ¡Grande es Diana de los Efesios!" Al fin, completamente exhaustos,
pararon, y hubo un silencio momentáneo.
ENTONCES EL ESCRIBANO
DE LA CIUDAD llamó la atención de la turba, y en virtud de su cargo consiguió
que le escucharan. Hizo frente al pueblo en su propio terreno, y le mostró que
no había motivo para ese tumulto. Apeló a su razón: "Varones Efesios
dijo, ¿y quién hay de los hombres que no sepa que la ciudad de los Efesios es
honrada de la 239 grande diosa Diana, y de la imagen venida de
Júpiter? Así que, pues esto no puede ser contradicho, conviene que os
apacigüéis, y que nada hagáis temerariamente; pues habéis traído a estos
hombres, sin ser sacrílegos ni blasfemadores de vuestra diosa. Que, si
Demetrio y los oficiales que están con él tienen negocio con alguno, audiencias
se hacen, y procónsules hay; acúsense los unos a los otros. Y si demandáis
alguna otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir. Porque peligro
hay de que seamos argüídos de sedición por hoy, no habiendo ninguna causa por
la cual podamos dar razón de este concurso. Y habiendo dicho esto, despidió la
concurrencia."
EN SU DISCURSO
DEMETRIO había indicado que su oficio estaba en peligro. Estas
palabras revelan la verdadera causa del tumulto de Éfeso, y también la causa de
mucha de la persecución que afrontaron los apóstoles en su
trabajo. Demetrio y sus compañeros de oficio vieron que por la enseñanza y
la extensión del Evangelio, el negocio de la fabricación de imágenes estaba en
peligro. Los ingresos de los sacerdotes y artesanos paganos estaban
comprometidos y por esta razón levantaron contra Pablo la más acerba oposición.
La decisión del escribano y de otros que ocupaban puestos de honor en la ciudad, había puesto a Pablo delante del pueblo como una persona inocente de acto ilegal alguno. Este fue otro triunfo del cristianismo sobre el error y la superstición.
Dios
había levantado a un gran magistrado para vindicar a su apóstol y detener a la
turba tumultuosa. El corazón de Pablo se llenó de gratitud a Dios porque
su vida había sido conservada y el cristianismo no había cobrado mala fama a
causa del tumulto de Éfeso.
16-17. HAp 392.
NUEVAMENTE ANTE NERÓN. (392-396)
https://elaguila3008.blogspot.com/2021/10/capitulo-48-nuevamente-ante-neron.html
LA ULTIMA CARTA DE PABLO. Basado En 2 Timoteo
https://elaguila3008.blogspot.com/2021/10/capitulo-49-la-ultima-carta-de-pablo.html
CONDENADO A MUERTE.
https://elaguila3008.blogspot.com/2021/10/capitulo-50-pablo-condenado-muerte.html
Ministerio Hno. Pio
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