INTRODUCCIÓN.
1. TÍTULO. El título,
Proverbios, se tomó de las primeras palabras del libro. La palabra hebrea traducida como
"proverbios" deriva de la raíz mashal, que significa "ser
semejante", "comparar".
El sustantivo ha acumulado varios significados:
El sustantivo ha acumulado varios significados:
(1) parábola (ver Eze. 17: 2; 20: 49; 24. 3-5) -las parábolas
con las que enseñó el Salvador son, en este sentido, propiamente meshalim;
(2) dicho
proverbial, una
sentencia popular breve (1 Sam. 10: 12; 24: 13; Eze. 12: 22, 23; 18: 2, 3);
(3) Refrán (Deut. 28: 37; 1 Rey. 9: 7; Sal. 44: 14);
(3) Refrán (Deut. 28: 37; 1 Rey. 9: 7; Sal. 44: 14);
(4) discurso
profético simbólico (Núm. 23: 7, 18; 24: 3, 15);
(5) Poema de varios tipos: a. oda (Núm. 21: 27-30); b. poema didáctico (Sal.
49: 3,4; 78:2);
c. poema formado por frases cortas de sabiduría ética, por ejemplo, muchos de los proverbios de Salomón. La idea de comparación que hay en la raíz verbal mashal, se halla en muchas de estas definiciones.
c. poema formado por frases cortas de sabiduría ética, por ejemplo, muchos de los proverbios de Salomón. La idea de comparación que hay en la raíz verbal mashal, se halla en muchas de estas definiciones.
2. AUTOR. Parece
evidente que Salomón fue el autor del libro (cf. caps. 1: 1; 10: 1; 25: 1). Sin
embargo, ver com. caps. 30: 1; 31: 1. También se sabe que Salomón "propuso
tres mil parábolas"
(1 Rey. 4: 32). Hasta hace poco apenas si se ponía en tela de juicio la paternidad literaria o la autoridad divina del libro en la iglesia judía o la cristiana. Pero los eruditos modernos tienden a asignar una fecha postexílica al libro y niegan la paternidad salomónica del libro.
(1 Rey. 4: 32). Hasta hace poco apenas si se ponía en tela de juicio la paternidad literaria o la autoridad divina del libro en la iglesia judía o la cristiana. Pero los eruditos modernos tienden a asignar una fecha postexílica al libro y niegan la paternidad salomónica del libro.
Salomón escribió los Proverbios en
los primeros años de su reinado, cuando aún era obediente al Espíritu de Dios. "Fue la amplia difusión de estos
principios y el reconocimiento de Dios como Aquel a quien pertenece toda
alabanza y honor, lo que hizo de los comienzos del reinado de Salomón una época
de elevación moral tanto como de prosperidad material" (PR 23).
3. FONDO HISTÓRICO. Salomón fue el tercer rey de Israel. El pueblo había rechazado la dirección de
Dios cuando desechó a Samuel, juez sabio y piadoso, y cuando pidió un rey (1
Sam. 8: 4-7).
El motivo de esta decisión fue el deseo del pueblo de tener un rey visible que lo dirigiera en la lucha contra el poder creciente de las naciones que lo rodeaban, y los pueblos del mar que se habían establecido en Palestina (1 Sam. 8: 20; ver com. Gén. 10: 14; 21: 32; t. II, pág. 27).
El motivo de esta decisión fue el deseo del pueblo de tener un rey visible que lo dirigiera en la lucha contra el poder creciente de las naciones que lo rodeaban, y los pueblos del mar que se habían establecido en Palestina (1 Sam. 8: 20; ver com. Gén. 10: 14; 21: 32; t. II, pág. 27).
En los comienzos de su reinado,
Saúl logró someter a los enemigos de Israel.
Su prosperidad pudo haber continuado si el mismo espíritu de exaltación
propia que había hecho que el pueblo pidiera un rey, no lo hubiera hecho
rebelde ante las reprensiones de Dios (ver 1 Sam. 15: 22, 23). 958
David comenzó a reinar con buenas
perspectivas de éxito. Más tarde su
incondicional confianza en Dios, que lo había caracterizado al principio de su
carrera, se echó a perder porque el rey imitó algunas de las costumbres de
otros monarcas y cayó en grave pecado.
Su fe del principio, su caída y su arrepentimiento sincero, tono tuvo su
influencia sobre Salomón. En los últimos
años de su vida, David procuró fortalecer a Salomón contra los pecados que le
habían acarreado consecuencias tan trágicas a él y a su pueblo (ver PP 816; 1
Rey. 2: 1-4). Salomón comenzó su reinado
con humildad y consagración, por lo cual el Señor lo bendijo con una
prosperidad sin par (1 Rey. 3: 5-15).
Sin duda, ésa fue la edad de oro de la monarquía hebrea. La fama de Salomón se extendió por gran parte
del mundo, y muchos quisieron escuchar su sabiduría (1 Rey. 4: 31-34; 10: 1-
13). La poligamia fue uno de sus grandes
errores. Muchas de sus esposas eran
idólatras (1 Rey. 11: 1-4). La
influencia de esas mujeres lo apartó de Dios (ver págs. 1077, 1078).
4. TEMA. El
tema del libro de los Proverbios es la exaltación de la sabiduría, que se
describe como "el temor de Jehová" (caps. 1: 1-7; 9: 10). Aunque la sabiduría se basa en mantener una
relación correcta con Dios, el libro no es en verdad un tratado religioso. La mayor parte de su instrucción es ética y
moral, y no espiritual. "Sus
principios de diligencia, honradez, economía, temperancia y pureza, son el
secreto del verdadero éxito. Estos
principios, según los presenta el libro de Proverbios, constituyen un tesoro de
sabiduría práctica" (Ed 131).
5. Bosquejo. La
brevedad de cada proverbio y la diversidad de sus enseñanzas impiden que el
libro tenga mucha unidad y continuidad.
I. Introducción, 1: 1-7.
A.
Título, 1: 1.
B.
El propósito, 1: 2-6.
C.
La base del conocimiento, 1: 7
II. La sección de la sabiduría, 1: 8 a 9: 18.
A.
Amonestación contra la seducción de los pecadores, 1: 8- 19.
B.
La sabiduría clama, 1: 20-33.
C.
Una serie de admoniciones, 2: 1 a 7: 27.
D.
El clamor y la obra de la sabiduría, 8: 1-36.
E.
Sabiduría y necedad, 9: 1-18.
III. Un conjunto de Proverbios, 10: 1 a 22: 16.
IV. Una serie de máximas, 22: 17 a 24: 34.
V. Antología de Proverbios para Ezequías, 25: 1 a 29: 27.
VI. Las palabras de Agur, 30: 1-33.
VII. Las palabras de Lemuel, 31: 1-31.
A.
La instrucción de una madre, 31: 1-9.
B.
Poema acróstico a la mujer virtuosa, 31: 10-31. 959 (3CBA).
Ministerio Hno. Pio
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