domingo, julio 12, 2020

REFLEXIÓN 296. CONSECUENCIAS ENTRE ELEGIR LA VIDA DE SABIDURÍA Y ELEGIR LA VIDA DE LA NECEDAD II (Proverbios 11).


Proverbios 11, continua en el relato, entre las consecuencias de vivir una vida en sabia decisión y la de vivir una vida sin reglas, ni conciencia moral.

1 El Peso falso es abominación a Jehová; Más la pesa cabal le agrada.
2 Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.
3 La integridad de los rectos los encaminará; Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.
4 No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará de muerte.
5 La justicia del perfecto enderezará su camino; Mas el impío por su impiedad caerá.
6 La justicia de los rectos los librará; Mas los pecadores serán atrapados en su pecado.
7 Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la expectación de los malos perecerá.
8 El justo es librado de la tribulación; Mas el impío entra en lugar suyo.
9 El hipócrita con la boca daña a su prójimo; Mas los justos son librados con la sabiduría.
10 En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta.
11 Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; 
Mas por la boca de los impíos será trastornada.
12 El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.
13 El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.
14 Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.
15 Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extraño; 
Mas el que aborreciera las fianzas vivirá seguro.
16 La mujer agraciada tendrá honra, Y los fuertes tendrán riquezas.
17 A su alma hace bien el hombre misericordioso; Mas el cruel se atormenta a sí mismo.
18 El impío hace obra falsa; Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.
19 Como la justicia conduce a la vida, Así el que sigue el mal lo hace para su muerte.
20 Abominación son a Jehová los perversos de corazón; 
Mas los perfectos de camino le son agradables.
21 Tarde o temprano, el malo será castigado; Mas la descendencia de los justos será librada.
22 Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón.
23 El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo.
24 Hay quienes reparten, y les es añadido más; 
Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.
25 El alma generosa será prosperada Y el que saciare, él también será saciado.
26 Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; 
Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende.
27 El que procura el bien buscará favor; Mas al que busca el mal, éste le vendrá.
28 El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas.
29 El que turba su casa heredará viento; Y el necio será siervo del sabio de corazón.
30 El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio.
31 Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; 
¡Cuánto más el impío y el pecador! (Proverbios 11).


1. El peso falso. El empleo de cualquier tipo de pesos falsos y medidas adulteradas es un robo contra el cual Dios ha dado muchas y serias advertencias (Lev. 19: 35, 36; Deut. 25: 13, 14). 
Este robo afecta más a los pobres porque sus recursos son muy pocos.
En el santuario de los israelitas quizá había medidas y pesas que servían como patrón para las que se usaban en las transacciones comerciales (ver Exo. 30: 13; Lev. 27: 25). Pero muchas veces las autoridades civiles no controlaban el robo realizado por medio de medidas y pesos falsos. Los profetas hablaron contra estos abusos (Eze. 45: 10; Amós 8: 5; Miq. 6: 11). El problema se debía en parte a la codicia del comprador. Las medidas se llenaban más de lo justo, pero esto no era necesariamente un acto de generosidad pues la medida podía tener fondo falso que anulaba el aparente exceso.
La pesa cabal. Heb. "una piedra perfecta".  Se usaban piedras como pesas, y muchos comerciantes tenían dos juegos: para comprar usaban el más pesado; y el que pesaba menos, para vender. 
El que comprende que "la bendición de Jehová es la que enriquece" (cap. 10: 22) y tiene fe en el poder del Señor, no participará en este robo bajo ninguna circunstancia.
Dios no exige que el comerciante dé más de lo que es justo, pues esta generosidad podría ser causa de una inexactitud descuidada del vendedor y del deseo del comprador de conseguir más de lo que ha pagado. A Dios le agradan el minucioso cuidado en el comercio y la caridad generosa. El mayor fraude en la historia del mundo fue perpetrado por Satanás en perjuicio de Adán y Eva (Gén. 3: 1-6). 
Con el engaño de que conseguirían una vida más abundante, el primer mentiroso vendió desgracia y muerte a los que poseían vida eterna y felicidad. Todos los fraudes menores, en todos los tiempos, han tenido el mismo propósito, para el engañador y para el engañado. No es pues de maravillarse que Dios odie el engaño y ame el trato justo.
2. Viene también la deshonra. En la raíz del primer pecado estuvo la soberbia. 
Cuando Lucifer se ensoberbeció con su hermosura y su sabiduría, el pecado se desarrolló misteriosamente en él (Eze. 28: 11-19; PP 11-23; CS 546-559). Lucifer se negó a someterse cuando se le indicó la naturaleza de su rebelión y sus consecuencias, y entonces comenzó un camino largo y desventurado que terminará finalmente cuando él sea objeto del desprecio universal (Isa. 14: 12-20). 
La ignominia llega inexorablemente, tarde o temprano, para todos los soberbios.
Con los humildes. El humilde recibe ricos tesoros de gracia porque está dispuesto a aprender y siente la necesidad de la ayuda divina. Discierne sin tardanza la orientación del Espíritu Santo y la sigue, con lo cual halla acceso a la fuente de la sabiduría celestial (ver Isa. 57: 15; Sant. 4: 6).
3. La integridad. Heb. tummah, del verbo tamam, que significa "ser completo", no en el sentido de no tener defecto alguno, sino en el de que se ha logrado el desarrollo natural en una etapa determinada. En este sentido se declaró que Job era perfecto (Job 1: 1, 8), aunque tenía flaquezas que se revelaron durante su adversidad (Job 40: 2-5; 42: 2-6).
Los encaminará. Cuando uno ha entregado el corazón al Salvador, cuando su única meta en la vida es agradar a Dios, no necesita tener miedo de descarriarse (Juan 7: 17; Isa. 30: 21). Por otra parte, la persistente desobediencia del pecador hace que permanezca alejado del único camino a la vida, lo deja desamparado frente a las dificultades y lo lleva a la destrucción eterna de la gran consumación final.
4. No aprovecharán. Al parecer, las riquezas proporcionan muchas ventajas a los ricos, quienes tienen más privilegios que los pobres; por eso se hacen a la idea de que sus riquezas les conseguirán el favor de Dios en el juicio venidero. Se describe patéticamente el terrible chasco de esas personas cuando comprendan su verdadera condición (Isa. 2:20, 21;10:1-4; Jer. 9:23; Mat. 19:23; Sant. 5:1; 
Apoc. 6:15). Los mayordomos infieles verán a los pobres - a quienes despreciaron y oprimieron- gozar de los placeres de la justicia en una vida que nunca acabará. Será inexpresable el pesar que sufrirán por causa de lo que han perdido (ver Luc. 16:22, 23; CS 711, 712).
5. Perfecto. Heb. tamim, de la misma raíz de tummah (ver com. vers. 3). Tamim es un término relativo y debe entenderse dentro de su contexto. De Noé se dice que era perfecto (Gén. 6: 9), y sin embargo más tarde se vio su debilidad ante las flaquezas de la carne (Gén. 9: 21). Los perfectos son los cristianos maduros, enteramente consagrados al Señor, que a pesar de tener debilidades que vencer, prosiguen hacia la meta (Fil. 3: 12-15). Llegará el día cuando será completa la obra de erradicar todo pecado y egoísmo de los redimidos, y los santos quedarán total y permanentemente sin mancha ni arruga (Efe. 5: 27; TM 506).
Enderezará. Heb. yashar, "alisar", "enderezar", es decir, librar de obstáculos. 
Al quitar toda piedra de tropiezo, la justicia allana el camino. Las tentaciones permanecen, pero no hallan cabida (ver Juan 14: 30; cf. DTG 98; CS 680, 681). Así también el mal deseo es lo que hace que el impío encuentre tantos motivos de tropiezo que finalmente lo hacen caer definitivamente.
6. Su pecado. Aquí se hace notar la importancia de la lección del versículo anterior, pues repite la misma idea de otra manera. La palabra traducida "pecado" puede traducirse "codicia", "mal deseo" 
(ver com. cap. 10: 3). Es su propio deseo indebido el que atrapa al impío.
7. Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la expectación de los malos perecerá. Buenos y malos mueren. Pero la diferencia es como mueren. Es decir, ¿luego tendrán un despertar feliz, con la esperanza de vivir por la eternidad? Claro que no! En esta vida demostraron que no merecen la vida; y por lo tanto les es negada. Solo se levantarán para recibir su sentencia, y verán lo que perdieron por su vida errada de vivir lejos del dador de la vida: Dios. Porque su esperanza solo era esta vida con sus deleites y maldades. Mt. 25:41-46; Apoc. 20. Hoy es el tiempo para reconsiderar nuestras opciones. Decide bien.
8. En lugar suyo. En repetidas ocasiones se ha demostrado la veracidad de este proverbio. Los egipcios se ahogaron en el mar Rojo, cerca de donde habían pensado atrapar a los indefensos israelitas (Exo. 14: 26-31). Mardoqueo escapó de la horca, pero murió en ella Amán, el que la había preparado (Est. 7: 10). Daniel salió ileso del foso de los leones, pero sus acusadores perecieron allí (Dan. 6: 24). El remanente del pueblo de Dios será condenado a muerte por la acción mancomunada de todo el mundo impío bajo la dirección del falso Cristo, pero repentinamente será librado y en su lugar serán destruidos sus perseguidores (Apoc. 13: 15; CS 681-684, 693, 694, 711-714).
9. Hipócrita. Heb. janef, "persona profana, irreligiosa".  Esta palabra aparece 13 veces en el AT, de las cuales 7 veces se traduce "impío", 3 veces, "hipócrita", y las restantes, "falsos", "pérfidos", "lisonjeros".  En el manuscrito Vaticano de la LXX, janef se traduce asebJs, "impío", aunque las traducciones griegas hechas por Aquila, Símaco y Teodoción en los primeros tiempos del cristianismo dicen: hupokrites, "hipócrita". El hombre profano, hipócrita o no, muchas veces es capaz de destruir a su prójimo mediante falsedades, insinuaciones y calumnias. "La muerte y la vida están en poder de la lengua" (Prov. 18: 21). El que es justo y recto, que conoce a Dios y sabe cuál es el camino de la justicia, empleará ese conocimiento para escapar de la trampa. Su fama de justo bastará para librarlo de las falsas acusaciones de su enemigo.
10. La ciudad se alegra. La mayoría de las personas se alegran cuando triunfa el justo.
 Saben que empleará su riqueza y su poder para ayudar a otros; por eso no temen cuando se lo ensalza. Pero el impío obtiene sus riquezas a expensas de otros y emplea su poder creciente para oprimirles. Por ello, no es de maravillarse que toda la ciudad reciba con alivio la noticia de su desaparición.
11. Engrandecida. He aquí la razón del regocijo expresado en el versículo anterior. El proceder de los habitantes justos engrandece la ciudad porque granjea la amistad de la gente de otras ciudades y naciones y atrae la bendición de Dios sobre la comunidad. Las acciones malas y egoístas de los impíos producen dificultades en la ciudad y acarrean sobre ella los castigos de Dios y del hombre. Si Lot hubiese encontrado otros nueve justos, Dios no habría destruido la pecaminosa ciudad de Sodoma (Gén. 18: 20-32).  El arrepentimiento de los habitantes de Nínive salvó esa ciudad (Jon. 3: 5-10; 4: 11).
12. Calla. El contraste entre las dos partes de este versículo sugiere que el menosprecio del prójimo consiste en proferir palabras despectivas y desdeñosas. La frase traducida "falto de entendimiento" es, literalmente, "falto de corazón" (Heb. leb). Se consideraba que el corazón era la sede de los pensamientos. Aunque el prójimo tenga debilidades que parezcan justificar la censura de los faltos de entendimiento, el sabio calla.  Comprende que toda persona tiene debilidades y también el derecho de luchar contra ellas sin la aflicción adicional de que se las haga públicas (ver Gál. 6: 1, 2).
13. El De Espíritu Fiel. El que difama a sus prójimos no tiene reparos en revelar los secretos que se le han confiado, si sabe que esto puede aumentar el efecto de sus chismes. Algunas personas parecen estar dominadas por el impulso irresistible de contar lo que otros no saben (ver Ed 231; 2JT 19-21). 
El amigo fiel resistirá toda tentación de revelar confidencias, no sólo porque lo ha prometido sino también por el amor que tiene a su amigo y su deseo de no hacer nada que pueda perjudicarlo.
14. Dirección Sabia. Heb. tajbuloth, cuyo sentido original deriva de la idea de dirigir una embarcación mediante una cuerda.  Donde no hay dirección sabia, los hombres a quienes también les falte sabiduría se descarrían fácilmente por caminos que llevan a dificultades y desastres. 
Pero cuando hay muchos que poseen la capacidad de gobernar o dirigir sabiamente, el debate libre y franco de las cuestiones asegura que se tomen en cuenta todos los factores importantes y se prevean los posibles tropiezos (caps. 15: 22; 20: 18; 24: 6).
Cuando se rechaza el consejo, poco es lo que se puede hacer en favor de los faltos de entendimiento, 
a no ser más que dejarlos que aprendan por dura experiencia que el buen consejo y la dirección sabia son bendiciones divinas que conviene aceptar (1T 225).
15. Fiador. Desde tiempos muy remotos parece que existió la costumbre de buscar fianzas. Job habla de "fianza" Job 17: 3). Judá se ofreció dos veces como fiador de Benjamín (Gén. 43: 9; 44: 33).
*En estos tiempos, Al salir fiador o garante de alguien. 
Te comprometes a pagar, sino paga el que sacó el crédito.
16. Los Fuertes. Heb. 'arits, "hombre violento", "persona que manda". 
El pasaje parece indicar que la mujer agraciada protegerá su honor tan eficazmente 
como un hombre fuerte y violento puede proteger sus riquezas.
17. El Hombre Misericordioso. El hombre bondadoso, dispuesto a ayudar, y que generosamente auxilia a otros, emprende de ese modo el camino más seguro para ayudarse a sí mismo. 
Pero el cruel y malo se daña a sí mismo y perjudica a otros. La causa de este proceder se halla, en parte, en que la práctica de toda tendencia o rasgo de carácter que se cultive, sea bueno o malo, se fortalece; y también en que las modalidades y las acciones de uno se reflejan en otros. 
Un acto cruel despierta crueldad en otros, y una acción bondadosa originará la amistosa cooperación de los que recibieron ayuda (ver Mat. 5: 7; 7: 2, 12).
18. Obra Falsa. El impío piensa que de sus malas acciones va a obtener una recompensa que valga la pena, pero acaba con una retribución muy diferente (cf. cap. 1: 10- 19; com. vers. 17). 
El justo siembra justicia, y recoge una cosecha tan segura como la eternidad (Gál. 6: 8).
19. Conduce A La Vida. Este versículo afirma una verdad sencilla y bien conocida. Puesto que Cristo atrae a él a todos los seres humanos, y que a cada uno de ellos el Padre concede una medida de fe, toda persona debe escoger si responderá a esa invitación para salvarse o la rechazará y se perderá. 
La vida eterna es el resultado seguro de la justicia como la muerte eterna lo es del pecado (Rom. 6: 23).
20. Los perversos de corazón. Dios detesta de un modo especial el engaño disimulado con apariencia de piedad (ver caps. 3: 32; 12: 20; 17: 20; 4T 326; 2JT 208). El salmista transfiere su atención de los hipócritas al hermoso espectáculo de los fieles seguidores del Señor.
21. Tarde O Temprano. Literalmente, "mano a mano" (VM). Se ha interpretado mano a mano esta frase de diversas formas. La LXX traduce: "el que injustamente golpea las manos". 
El tomar o golpear las manos podría indicar la forma empleada para confirmar la verdad. 
También podemos ver la insinuación de la gran alianza del mal, por cuyo medio Satanás ha procurado adueñarse de este mundo. También podría tratarse de las coaliciones de impíos que desafían a Dios, persiguen a su pueblo y finalmente afirman haber hecho pacto con la muerte para librarse del castigo (Isa. 8: 12; 28: 15, 18; CS 617, 618).
A través de toda la historia de la lucha entre el bien y el mal, los impíos se han unido para oprimir al pueblo de Dios, pero han descubierto que el Defensor de los justos es más poderoso que el gran engañador con el cual han hecho pacto (ver 2 Crón. 20: 1-25; Neh. 4: 7-15).
22. Apartado De Razón. Evidentemente, una "mujer apartada de razón" es la que ha abandonado la modestia femenina y ha adoptado una conducta disoluta en sus palabras y acciones. Se destaca el contraste entre la hermosura física y un carácter repulsivo, similar al del cerdo. Sería ridículo adornar a un cerdo con un zarcillo de oro en el hocico. Es trágico no mantener un carácter noble en un cuerpo hermoso. Esta tragedia afecta tanto a la mujer como a los que deben tratar con ella.
23. El Enojo. Heb. 'ebrah, "furia", "ira". Mientras que los deseos del justo sólo tienden a lo bueno, y Dios hace que todas las cosas le ayuden a bien (Rom. 8: 28), el impío desea lo que natural e inevitablemente le acarrea la ira de sus semejantes y finalmente la de Dios. En esta vida y en el día de la ira de Dios, los egoístas cosecharán aflicciones (Apoc. 14: 10; 16: 19; CS 40, 41).
24. Reparten. No todo el que reparte aumenta sus bienes. Dar en forma descuidada muchas veces daña tanto al que da como al que recibe. Pero el propósito amable y bien pensado de usar los recursos para aliviar los sufrimientos y ayudar en sus luchas a los necesitados beneficia a los dos. Cuanto más emplea el dador sus recursos para ayudar a otros, tanto más recibe. Lo mismo ocurre con las dádivas para la obra de Dios. Retener más de lo que es debido lleva a la pobreza espiritual y material.
25. El Alma Generosa. Heb. "el alma de bendición". 
El que bendice a otros se bendice a sí mismo (2 Cor. 9: 6-15).
26. Que Acapara El Grano. En tiempos de escasez algunos retienen mercaderías para elevar su precio con el propósito de lograr ganancias desmedidas a expensas de sus prójimos. 
Es natural que los que son explotados odien y maldigan a los acaparadores (Amós 8: 4-7), pero que se ame y se bendiga a los que, a pesar de adversas circunstancias, venden a precios justos. 
José trabajó en Egipto en beneficio del pueblo y del rey. Los hombres previsores como José serán muy bien recibidos en cualquier tiempo de escasez y necesidad (Gén. 41: 53-57).
27. Procura El Bien. Los que se dedican a servir a sus prójimos reciben como recompensa honores y aprecio. Cuando la búsqueda del bien es desinteresada, el galardón es seguro.
28. Caerá. Los discípulos se sorprendieron de que Cristo dijera que era difícil que un rico entrara en el reino (Mar, 10: 24-26). Los hebreos consideraban que las riquezas eran un indicio seguro de la bendición de Dios, una demostración de firme solvencia terrenal. Pero muchas veces las riquezas se transforman en una trampa. El rico, en vez de sentir su necesidad del Espíritu Santo y de compartir su prosperidad con otros, con frecuencia cree que debe protegerse acrecentando más y más sus propiedades y recursos (1 Tim. 6: 17). Aunque vaya a la tumba honrado por los demás y dejando tras sí grandes riquezas, para el Señor no es más que una simple hoja seca que ha caído al suelo.
Ramas. Mejor, "hoja". Se compara a los justos con las hojas verdes, 
pero a los impíos con las hojas marchitas que se caen.
29. Su Casa. Una persona puede causar perjuicios indirectamente mediante el desacertado manejo de sus asuntos o por su pereza. En ese caso él y los suyos no tendrán más que viento para vivir. 
También puede "turbar" directamente su casa por su rigurosa insistencia en que, se practique economía, por su preocupación y nerviosismo para que no se malgaste su precioso dinero. 
Un proceder tal no conquista la cooperación ni de la familia ni de los que sirven. 
En ambos casos no hay provecho, y la casa "heredar viento".
En los días de Salomón un necio tal quizá perdía su patrimonio y se veía obligado a trabajar como siervo del sabio que, debido a su bondad y generosidad, se había ganado el cariño y el apoyo de su casa. Compárese con el caso del hijo pródigo (Luc. 15: 11-32).
30. Árbol De Vida. Los frutos del justo son acciones y palabras sabias y útiles. 
Para otros, éstas son como árbol de vida que alimenta el alma y el cuerpo. 
Además, el ejemplo de un individuo bueno promueve la salud espiritual y conduce a la vida eterna.
El Que Gana. Heb. loqéaj, del verbo laqaj, "tomar". Otras traducciones modernas son muy similares: "Cautivador de las almas es el sabio" (BJ). "Y quien conquista las almas es sabio" (BC). 
"Y el sabio conquista las personas" (NC).
31. Ciertamente. O "si" condicional. En el desenlace del plan de Dios, los justos recibirán la recompensa final en esta tierra (Dan. 7: 27; Mat. 5: 5; 2 Ped. 3: 13; Apoc. 21: 1, 2), 
y los impíos recibirán también su castigo en este mismo lugar (Apoc. 20; CS 731). 3CBA
Ministerio Hno. Pio

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