sábado, julio 11, 2020

REFLEXIÓN 295. CONSECUENCIAS ENTRE ELEGIR LA VIDA DE SABIDURÍA Y ELEGIR LA VIDA DE LA NECEDAD I (Proverbios 10).


Proverbios 10, presenta contrastes entre elegir la vida de sabiduría y la vida de la necedad. Ambas opciones se manifestasen indistintamente en los diferentes hábitos, costumbres que el ser humano adopta. Al final la vida de sabiduría trascenderá esta vida y la eternidad.

Desde este capítulo hasta el 25, inclusive, hay diversas observaciones sobre las virtudes morales y acerca de los males que se les oponen.

1 Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre.
2 Los tesoros de maldad no serán de provecho; Mas la justicia libra de muerte.
3 Jehová no dejará padecer hambre al justo; Mas la iniquidad lanzará a los impíos.
4 La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece.
5 El que recoge en el verano es hombre entendido; 
El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.
6 Hay bendiciones sobre la cabeza del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
7 La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá.
8 El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Mas el necio de labios caerá.
9 El que camina en integridad anda confiado; Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.
10 El que guiña el ojo acarrea tristeza; Y el necio de labios será castigado.
11 Manantial de vida es la boca del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
12 El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas.
13 En los labios del prudente se halla sabiduría; 
Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura.
14 Los sabios guardan la sabiduría; Mas la boca del necio es calamidad cercana.
15 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; Y el desmayo de los pobres es su pobreza.
16 La obra del justo es para vida; Mas el fruto del impío es para pecado.
17 Camino a la vida es guardar la instrucción; Pero quien desecha la reprensión, yerra.
18 El que encubre el odio es de labios mentirosos; Y el que propaga calumnia es necio.
19 En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.
20 Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada.
21 Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento.
22 La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.
23 El hacer maldad es como una diversión al insensato; 
Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento.
24 Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean.
25 Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; Mas el justo permanece para siempre.
26 Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, Así es el perezoso a los que lo envían.
27 El temor de Jehová aumentará los días; Mas los años de los impíos serán acortados.
28 La esperanza de los justos es alegría; Mas la esperanza de los impíos perecerá.
29 El camino de Jehová es fortaleza al perfecto; Pero es destrucción a los que hacen maldad.
30 El justo no será removido jamás; Pero los impíos no habitarán la tierra.
31 La boca del justo producirá sabiduría; Mas la lengua perversa será cortada.
32 Los labios del justo saben hablar lo que agrada; 
Mas la boca de los impíos habla perversidades. (Proverbios 10).



1. Proverbios De Salomón
Se da comienzo ahora a una larga sección de proverbios breves más o menos independientes entre sí. En algunos casos parece notarse algún tipo de orden lógico, pero en general no se sigue un orden riguroso de pensamiento. Puesto que muchos de los proverbios son independientes, esta sección se diferencia de las secciones coherentes que componen la primera parte del libro.
Se puede ver alguna relación entre la serie de proverbios que aquí comienza y las secciones anteriores, si se consideran estos proverbios como una muestra o ejemplo de las dos maneras que hay de vivir, tan diferentes, y también como postulados de los principios que gobiernan las dos maneras mencionadas.
La forma antitética de la poesía hebrea, o sea el agudo contraste que hay entre la segunda parte del versículo con la primera (ver pag. 26), es la que comúnmente se emplea en estos proverbios. 
Este vers. 1 es una ilustración de este tipo de paralelismo.
Tristeza. El contraste que se presenta no tiene por objeto señalar la diferencia entre la reacción del padre y la de la madre. Los dos se regocijan en el hijo que va por el camino de la sabiduría. Los dos sienten pesar y tristeza cuando un hijo se extravía siguiendo la necedad (caps. 13: 1; 15: 20; 23: 24).
2. Los Tesoros De Maldad. Estos tesoros no aprovechan porque el único beneficio digno de obtenerse es la vida eterna, la cual no se puede comprar con ninguna cantidad de oro (Mat. 16: 26).
La Justicia. La bondad moral, que no sólo se preocupa por evitar el pecado, sino que trata a los otros con equidad mediante acciones bondadosas y socorriendo cuando es necesario (ver Mat. 25: 40-46).
3. Más La Iniquidad. Dios promete que el pan y el agua de los justos serán seguros y que se les suplirán todas las necesidades (Isa. 33: 16; Mat. 6: 33); pero Dios no puede bendecir los deseos de los que descuidan el camino de la salvación o se oponen a él. No retira su bendición para vengarse; cuando permite que sobrevengan dificultades a los pecadores es para hacerles reconocer su verdadera situación y asegurarles la salvación (cf. Hag. 1: 5-11; PP 101, 335, 336).
4. La Mano Negligente. La pereza y la ineficiencia frecuentemente van juntas, y de seguro producirán pobreza. No es posible que un patrón se complazca con el empleado que manifiesta estas características. Por el contrario, la diligencia generalmente se combina con la eficiencia. 
En este versículo se presenta un vívido contraste entre estos dos tipos de trabajadores.
5. Duerme. Radam, voz hebrea que indica un sueño pesado, no un dormitar. El hijo perezoso es una vergüenza continua, pero la indolencia en el tiempo de la cosecha es tan inexcusable que hace que tanto el padre como el hijo sean despreciados. La necedad de dormir en momentos de crisis es aún más trágica cuando hay asuntos espirituales en juego. Cuando despierten y se den cuenta de que ha pasado la oportunidad de salvarse, los seres humanos pronunciarán las palabras más tristes jamás escuchadas: "Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos" (Jer. 8: 20).
6. Bendiciones. Este plural destaca la plenitud de la bendición que cosechará el justo. Como resultado de sus acciones bondadosas, muchos se sienten inducidos a pedir bendiciones a favor del justo.
 (vers. 7; cap. 31: 28).
Violencia Cubrirá. Parece insinuarse que el impío debe mantener la boca cerrada porque el recuerdo culpable de su impiedad le impide hablar. Esta frase también podría traducirse: 
"La boca del inicuo encubre violencia" (VM). En esta forma se entendería que el inicuo cubre sus malos planes con hermosas palabras (cap. 26: 24).
7. La Memoria Del Justo. No es que se olvide a los impíos, sino que se los recuerda con temor u odio, mientras que a los buenos se los recuerda con placer (Sal. 72: 17). Se compara acertadamente el recuerdo de los impíos con la corrupción que repugna.
8. El Necio De Labios. El sabio domina sus palabras y está dispuesto a escuchar la instrucción y a aceptar indicaciones. El necio habla en demasía; se jacta de lo que ha hecho; censura a otros. 
Como está demasiado ocupado hablando, no puede escuchar consejos; fracasará y quedará arruinado.
9. Camina En Integridad. La LXX dice "quien anda sencillamente". 
La sencillez y bondad del justo lo defiende de las tentaciones de Satanás, 
y desarma la envidia y la malicia de los demás. (ver Isa. 33: 15, 16).
Será quebrantado. Mejor, "será descubierto" (NC). El que se desvía por caminos torcidos, ya sea en relación con Dios o con su prójimo, sin duda será delatado. A muchos se los descubre y castiga en esta vida. Las obras malas que no se descubren aquí se manifestarán en el día cuando Dios revele los secretos del corazón de los juzgados (Luc. 12: 2, 3).
10. El Que Guiña El Ojo. Una guiñada puede parecer muy inocente, pero aquí representa también a una maldad sutil (ver cap. 6: 13). La impiedad viene tras la artera malicia del que hace mal a escondidas, y la víctima inocente sufre las consecuencias. El necio de labios representa al pecador fatuo que se expone a sí mismo, y que pronto sufre su desgracia.
11. Manantial De Vida. Las palabras de sabiduría, consejo y edificación, fluyen de la boca de los buenos. Recibidas y acatadas por otros, son como arroyo de aguas frescas; llevan nueva vida y bendiciones. Es para el justo un honor que se lo describa de este modo, porque Dios mismo es una fuente de aguas vivas (Sal. 36: 9; Jer. 2: 13; Cf.  Juan 4: 14; 7: 38).
12. El Odio Despierta Rencillas. En este pasaje se destaca el contraste entre el amor y el odio. 
El odio impulsa a hacer circular chismes que deliberadamente crean dificultades entre hermanos (Jer. 20: 10, 11).  Por otra parte, el amor perdona y olvida. El amor olvida toda la amargura que ha sufrido, y está dispuesto a devolver bien por mal (Mat. 5: 9; 6: 12; 1 Cor. 13: 4-7; 1 Ped. 4: 8; 1 Juan 2: 9-11).
13. Falto De Cordura. Heb. "falto de corazón". Se consideraba al corazón como la sede de la inteligencia. El que carece de cordura se acarrea castigos de muchas maneras. Su conciencia no lo deja tranquilo. Además sufre las reprensiones de muchos con quienes trata. Y en la antigüedad se le daban los azotes que ordenaban los magistrados (caps. 19: 29; 26: 3). En la LXX se combinan las dos ideas: "El que saca sabiduría de sus labios, hiere al necio con una vara".
14. Guarda La Sabiduría. El sabio aprende algo de todas las personas con las cuales se encuentra, y de todas las vicisitudes de la vida. Experimenta placer en el hábito de aprender cada nueva información, y procura situarla en el caudal de su conocimiento. Así se provee de conocimientos y sabiduría para hacer frente a las emergencias (ver Mat. 13: 52). El necio procede en forma contraria: desprecia el conocimiento y el entendimiento; no se esfuerza por recordar lo que le obligan a aprender. Por eso está mal preparado para hacer frente a las dificultades de la vida.
15. Pobres. Heb. dal, palabra que describe a los pobres como insignificantes, 
desvalidos, reducidos a la miseria, abatidos e ignorantes.  
Los pobres de otros pueblos debían arreglárselas solos, y descendían a niveles siempre más bajos en la escala social. Pero en Israel, mediante las restricciones en cuanto a la venta de tierras y los estatutos del año del jubileo y el séptimo año, se impedían tanto la miseria como la acumulación de tierras (Lev. 25: 1-55).
La pobreza no tiene por qué anular a una familia. Los que ejercitan todas sus capacidades serán bendecidos por Dios, y por lo general disfrutarán de recursos suficientes. Por desgracia, la pobreza muchas veces mina la energía y destruye la confianza de los pobres, y muchos de ellos se sumen en la desesperación.
16. Es Para Vida. Se pone de relieve el contraste entre las ricas compensaciones del trabajo honrado y las tristes consecuencias de la vida de pecado.
17. Es Guardar La Instrucción. También podría traducirse: "Es el que guarda la instrucción".  
Así indicaría que el atinado consejo y el buen ejemplo del sabio hacen de él un guía para otros en su búsqueda de la vida. También el hecho de "guardar la instrucción" constituye el camino a la vida.
Yerra. En hebreo este verbo es causativo, lo que sugiere que el que rechaza la instrucción y la reprensión hace errar a otros.
18. Labios Mentirosos. El que alberga odio en el corazón muchas veces es engañoso y disimulado.
Este versículo es un ejemplo de paralelismo sintético (ver pág. 26). Su construcción parece estar fuera de lugar en una serie de paralelismos antitéticos. La LXX conserva la construcción antitético en la siguiente forma: "Los labios justos disimulan la enemistad; pero aquellos que profieren vilipendios son insensatos consumados".
19. En Las Muchas Palabras. La lengua es un miembro difícil de dominar. Tiene un enorme poder para el bien o para el mal (Sant. 3: 1-10). La lengua a la que se permite proferir multitud de palabras corre el peligro de llevar a su dueño a muchas formas de pecado. La exageración y la verbosidad muchas veces andan juntas; y la exageración es una falsificación de la verdad. El escándalo y la difamación suelen no estar lejos del que habla demasiado y procura llamar la atención. El sabio elige cuidadosamente todo lo que dice, pues recuerda que un día tendrá que dar cuenta de sus palabras (Ecl. 5: 1-3; Mat. 12: 36; Sant. 3: 2; 4T 331).
20. Plata Escogida. Un contraste entre las palabras del justo y la mente y el corazón del necio. Aunque el sabio no expresa todo lo que siente, lo que dice es bueno, pues proviene de una fuente pura y lo ha evaluado cuidadosamente (ver cap. 8: 19). Las palabras de los impíos tienen poco valor porque la mente de la cual provienen es perversa y carnal y sólo se preocupa de lo transitorio.
21. Los Labios Del Justo. Las palabras de los sabios alimentan a todos los que escuchan. 
Los que no prestan atención a la sabiduría, no sólo dejan de alimentar a otros, sino que también se privan ellos mismos de alimento.
22. La Bendición De Jehová. Algunos piensan que las riquezas dependen sólo de la habilidad y la diligencia. Otros creen que resultan de la buena fortuna. Pero no puede haber riqueza verdadera ni duradera sin la bendición del Señor. La riqueza no puede multiplicarse sin la cooperación de Dios, y los tesoros acumulados se desvanecen cuando Dios no añade su bendición (Hag. 1: 5-9; Mal. 3: 8-12).
No Añade Tristeza. Las riquezas no siempre son motivo de alegría. Hay que tener salud para gozar de ellas. La muerte también lleva tristeza a cada hogar, sea rico o pobre. Las riquezas sin la bendición de Dios muchas veces causan tristeza porque estorban al que las posee en su preparación para el mundo venidero al llenarlo de las preocupaciones propias de este mundo. Pero las riquezas que vienen con la bendición de Dios no traen ninguna tristeza. Si se las considera como un depósito confiado por el Dueño celestial, redundan en bendición para el mayordomo fiel y para aquellos con quienes él las comparte (ver Ecl. 5: 18, 19).
23. El Hacer Maldad. Una característica del necio es que se deleita en hacer lo malo. 
Conoce la diferencia entre lo bueno y lo malo, pero no tiene ningún sentimiento arraigado respecto a la rectitud moral y no refrena sus impulsos de hacer lo malo. Tiene la conciencia tan endurecida que ya no parece preocuparse por el perjuicio y el sufrimiento que ocasiona.
Pero en contraste directo está el individuo de entendimiento que ha permitido que el Espíritu de Dios obre de tal modo en su corazón que su conciencia se ha vuelto delicada y tierna. 
Comprende claramente las consecuencias de sus acciones, y se deleita cuando ve que todas ellas tienden al bien de otros (ver Gál. 6: 2).
24. Lo Que El Impío Teme. Es decir, el presentimiento de una calamidad que acosa a los impíos. Aunque muchos de ellos siguen por sus malos caminos, aparentemente sin tomar en cuenta los resultados inevitables de su conducta, algunas veces se sienten turbados por lúgubres temores acerca del futuro. El necio procura disipar estos temores y trata de tomar livianamente su perspectiva, 
pero la realidad siempre es la misma. El impío nunca puede tener todo lo que desea. 
Lo que quiere es hacer su propia voluntad y, sin embargo, ser feliz. 
Quiere sembrar mal y cosechar bien; pero esto nunca podrá ser. 
Por su misma naturaleza, el pecado inevitablemente trae desgracia y muerte, 
aunque a veces tarde el castigo (ver Sant. 1: 15).
La persona buena desea regenerarse para poder obrar el bien. Se propone andar por el camino de la vida y de la felicidad. Cuanto más lo desea, más le concede Dios lo que anhela. La felicidad es consecuencia tan natural de la justicia como la tristeza lo es del pecado (ver Gál. 6: 7).
25. Como Pasa El Torbellino. La LXX traduce: "Cuando pasa la tormenta, desaparece el impío". 
Pero el justo permanece firme (ver Job 21: 18; Isa. 17: 12-14).
26. Como El Vinagre..., Y ... El Humo. Por medio de este doble símil, Salomón hace notar cuán molesto es el mensajero perezoso que demora en hacer lo que se le pide. El vinagre es el producto de la fermentación del vino, proceso por el cual el alcohol se transforma en ácido acético. 
El efecto del vinagre en la boca es tan irritante como el del humo en los ojos. La LXX dice: "Como uva agria a los dientes daña, y humo a los ojos, así también daña la iniquidad a quienes la practican".
27. Aumentará Los Días. 
Cf. Exo. 20: 12; Sal. 91: 16; Prov. 3: 2; 9: 11. La promesa de longevidad es condicional. 
La historia de la experiencia humana presenta muchas excepciones de longevidad. 
Una vida basada en el temor del Señor, una fe viva que excluye los temores que perjudican el sistema nervioso, tiende a la longevidad. Así también, una vida sin fe, ya sea activamente pecaminosa o no, tiende a acortarse por el nerviosismo y la preocupación. La complacencia egoísta contribuye a que se deterioren las fuerzas vitales (Sal. 107: 17, 18).
Es Posible Que Surja La Pregunta: ¿Cómo se explica que algunas personas que han practicado costumbres malsanas durante toda la vida puedan llegar a ser centenarias, con buena salud, y que otras que han observado fielmente las reglas de la salud, con mucha menor edad, tengan una salud mediocre? La respuesta está, en parte, en que las personas nacen con organismos diferentes, con diferente vitalidad heredada de sus antepasados.  
Algunos heredan una salud tan vigorosa, que pueden abusar de ella durante toda la vida sin sufrir, aparentemente, las consecuencias; mientras que otros deben ser muy cuidadosos 
para mantenerse más o menos sanos. 
Otro Factor es el desarrollo del niño y el ambiente en el cual se ha criado.  
Estos factores, que no dependen del niño, tienen mucho que ver con la salud de la persona 
antes de que pueda cuidarse por sí misma (ver 3T 140, 141).
28. La Esperanza. La esperanza del cristiano debe centrarse en la tierra nueva, donde podrán realizarse todas las nobles ambiciones, las cuales se frustran ahora muy a menudo. Allí podrá gozar de todo deleite puro, sin el más mínimo rastro de tristeza.  Se desconocerá el fracaso, y todo éxito abrirá el camino hacia mayores conquistas. Las despedidas tristes nunca nublarán los ojos, y jamás serán el preludio de largas horas de ansiosa espera (Apoc. 21: 4; CS 733-738), porque todo viaje será seguro y próspero y tendrá un feliz regreso.
La Esperanza De Los Impíos. El pecador padece continuos ataques de temor (ver com. vers. 24), pero trata de convencerse de que al fin todo saldrá bien, aunque deliberadamente desafíe a Dios y viva en conflicto con las leyes de la vida. La paciencia divina explica parcialmente esta falsa esperanza. Como no se castiga inmediatamente su iniquidad y se le concede más tiempo de gracia, el transgresor se afirma en su mal y abusa de la bondad de Dios (ver Ecl. 8: 11; Rom. 2: 4; 2 Ped. 3: 9).
Cuando se cumpla la esperanza de los justos, la perspectiva de los impíos perecerá por completo en ese mismo momento. Los malos, sin auxilio ni esperanza, se dan cuenta de que ya es demasiado tarde para cambiar sus egoístas fantasías por la gloriosa seguridad de los que estuvieron dispuestos a entregarse a sí mismos al Señor.
29. Fortaleza. Heb. ma'oz, "lugar de refugio", o "medio de refugio". El camino de Jehová constituye una defensa segura alrededor de los que le sirven (ver Sal. 91: 2; cf. Job 1: 10). 
Dios prevé cada ataque del enemigo contra los justos y puede contrarrestar sus movimientos, a fin de conquistar la victoria para los justos. Los obstinados obradores de iniquidad pierden la protección de Dios, y se pierden (ver PP 335).
30. No Será Removido. Salomón habla aquí principalmente de la situación de las dos clases de gente en esta vida, aunque su afirmación también se aplica a la vida futura. Si bien los justos mueren continuamente, todos los justos -los que estén vivos y los muertos resucitados- serán llevados al cielo, donde permanecerán durante mil años (Apoc. 20: 1-10). Están, pues, tan firmemente establecidos como herederos de esta tierra, como si nunca la hubieran dejado. La muerte es sólo un sueño; su visita al cielo no es más que una breve permanencia en la casa del Padre antes de que ocupen esta tierra por la eternidad. Este mundo nunca ha dejado de ser su hogar (Isa. 45: 18).
Los impíos se han dedicado a una vida mundana. Su ideal de la vida eterna no es más que una existencia en la cual quisieran vivir con tanta sensualidad y codicia como lo hacen en esta vida. El pecador no estaría feliz en la presencia de Dios. El cielo no tendría para él ningún placer.
 Su propia ineptitud para ese ambiente santo lo excluirá de allí (ver CC 17, 18).
31. Producirá Sabiduría. Heb. "lleva él fruto de la sabiduría". La boca del justo produce sabiduría en forma natural como el buen árbol frutal produce fruto. El intento artificial de manifestar sabiduría cuando ésta falta en el corazón, fracasará completamente.
Será Cortada. Posiblemente continúe la imagen del árbol frutal. La lengua perversa, que sólo habla lo falso y lo malo, será cortada así como el agricultor poda una rama enferma (ver Mat. 3: 10; 12: 36, 37).
32. Lo Que Agrada. La persona buena conscientemente evita decir lo que podría herir u ofender, porque comprende algo del sufrimiento que causan las palabras descuidadas y las perversas.
En todos los siglos, este razonamiento ha sido siempre parte integral de lo que llamamos "sentido común". Los descubrimientos de la moderna psiquiatría revelan que el daño hecho por los labios puede ser, en muchos casos, mucho mayor y más profundo de lo que antes se había sospechado. Quienes se colocan bajo la custodia de los ángeles de Dios recibirán ayuda para no ofender a otros ni con sus palabras ni con sus hechos (ver PVGM 276, 277).
Perversidades. En hebreo no se encuentra la forma verbal "habla". Podría sustituirse con el verbo "saber" de la frase anterior, o simplemente con "ser".
El malo habla perversidades de manera tan inconsciente como el bueno pronuncia palabras buenas. En ambos casos, las expresiones brotan del corazón (ver Mat. 12: 34-37). 
Pero los dos tienen también planes definidos para hablar de acuerdo con su naturaleza, regenerada o irregenerada.
El impío se deleita en atormentar a otros y no toma en cuenta el daño que ocasiona. Lanza palabras perversas para llevar a cabo sus planes impíos. Previas estas consideraciones, es imprescindible que todo el que lucha por el dominio propio (1 Cor. 9: 25) refrene su lengua (1 Ped. 3: 10). 3CBA
Ministerio Hno. Pio

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