viernes, febrero 07, 2020

REFLEXIÓN 134. COMIENZA TU DÍA CON DIOS “ORANDO” (Salmo 5)


Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
*Después de una noche de descanso placido. El Rey David reanuda su realidad. Su lucha. Pero comienza con un buen pie. Buscando al Dios todopoderoso y le presenta su agenda del día. Es decir, cuando había dormido. Sus problemas pararon por un momento. “Porque al dormir bajo la gracia divina, el sueño es un relax. Es como vivir en otra dimensión. La celestial.
 ¿lo experimentaste ya?


DAVID Comienza su día. Describiendo lo que hay en su ser. Sus preocupaciones, sus temores. La realidad de sus enemigos. En fin, sus desafíos que le tocará vivir. Y dice:

1 ESCUCHA, oh Jehová, mis palabras; Considera mi gemir.
2 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré.
3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad, sí mato no habitará junto a ti.
5 Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad.
6 Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.
7 Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.
8 Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino.
9 Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; Sus entrañas son maldad, Sepulcro abierto es su garganta, Con su lengua hablan lisonjas.
10 Castígalos, oh Dios; Caigan por sus mismos consejos; Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, 647Porque se rebelaron contra ti.
11 Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre.
12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor. Salmo 5.


1. Mi gemir. El salmista ruega que Dios tome en cuenta no sólo sus palabras, sino tambien su intención y los deseos secretos expresados. El término hebreo traducido "gemir" es hagig, y se encuentra sólo aquí y Sal. 39: 3, donde se lo traduce "medita". Es posible que al usar el vocablo hagig, el Salmista se refiriera a lo que Pablo llamara stenagmós que se traduce "gemidos" (Rom. 26). "La oración es el deseo sincero del al indecible e inexpresable".

2. Rey mío y Dios mío. Es notable que David aunque era rey, reconociera su sumisión ante el Rey de reyes, su Dios. En este pasaje, "Dios" es traducción del hebreo 'Elohim. El salmista reconoce la omnipotencia de Dios. 

3. De mañana. El salmista eleva regularmente la voz en oración todas las mañanas, pero especialmente lo hace en este momento, cuando lo acosan sus enemigos (ver Sal. 55: 17; 59: 16; 88: 13). No hay mejor hábito que el de orar por la mañana, cuando a solas con Dios el alma se prepara para realizar los deberes del día y hacer frente a las dificultades que puedan surgir.
"Un momento en la mañana para un breve meditar es mejor que al fin del día una hora dedicar".
“Es bueno cultivar el hábito de ofrecer las primicias de nuestro despertar, como ofrenda matutina a Dios”.
Me presentaré delante de ti. Heb.  'arak, "disponer", "poner en orden". En Gén. 22: 9 se usa este término para señalar el sitio de la leña sobre el altar. También se aplica a la disposición de los panes de la proposición sobre la mesa (Exo. 40: 23). La oración del salmista es algo así como un sacrificio matutino bien dispuesto. No la eleva irreflexivamente.
Esperaré. La palabra hebrea expresa la idea de observar atentamente. "Me quedo a la espera" (BJ, vers. 4).  El salmista espera recibir alguna señal del favor de Dios; una respuesta a su oración. Compárese con la orden de Jesús de velar y orar (Mat. 26: 4 1).

4. Se complace en la maldad. Dios es puro y santísimo, y no puede tener parte alguna en la realización de los designios de los malvados. Si les demostrara preferencia, sería como si los admitiera en su morada.
Habitará. Heb. gur, vocablo que encierra la idea de ser transeúnte. "No es huesped tuyo el malo" (BJ, vers. 5). El mal y, en consecuencia, también el malo no pueden habitar con Dios. En el Sal. 15 se describe a los que pueden morar con Dios.

5. Los insensatos. Del verbo Heb. halal, "estar confundido o engañado". Los orgullosos, los insolentes, los que se jactan de sus maldades, pero que en verdad nada son.
No estarán. Dios no puede aprobar la conducta de los insensatos (ver Sal. 1: 5); aborrece todas las formas de iniquidad. En los salmos, los "hacedores de iniquidad" son la personificación misma del principio del mal.

6. Abominará. Dios siente por el pecado una abominación tan grande, que no puede 648 pasarlo por alto. Los sanguinarios y engañadores son literalmente "hombres de sangres y engaño".  La forma plural "sangres" designa el homicidio o asesinato (ver Gén. 4: 10). Los enemigos de David se distinguen por el fraude y el homicidio.

7. Mas yo. Un contraste notable. A diferencia de los malvados, el salmista se siente tranquilo al entrar en la casa de Dios. Siente que es su derecho hacerlo.
La abundancia de tu misericordia. Aunque la presencia del malo no puede aceptarse en la casa de Dios, el hijo de Dios recibe la bienvenida en ella. Le está asegurada la hospitalidad de Dios, y la confianza que deposita el creyente en el Padre celestial es semejante a la que el niño tiene en su progenitor.
Adoraré. Literalmente, "me postro". No se permitía que los adoradores entraran en el santuario, sino que ya cerca o ya lejos, se postraban hacia él, como la morada de Dios.
Temor. Esta expresión indica profunda reverencia en la adoración.
Templo. Heb. hekal, vocablo que puede traducirse "palacio", como en Isa. 39: 7 y Dan. l: 4; o "templo" donde Dios puede morar. Se usa el término hekal para designar al tabernáculo que existió antes de la construcción del templo (1 Sam. 1: 9; 3: 3; 2 Sam. 22: 7), como también al templo de Salomón.
 (2 Rey. 18: 16; 23: 4; etc.). 

9. Sinceridad. Heb. nekonah, de kun, que significa "ser estable", "ser seguro" y, por lo tanto, "ser digno de confianza". Los enemigos son totalmente indignos de confianza, falsos y traicioneros. Absalón había ido a Hebrón con un pretexto falso (ver 2 Sam. 15: 7-1O).
Maldad. Literalmente, "destrucción". Aún más, su garganta, como sepulcro abierto, está lista para devorar la felicidad de otros. Pablo emplea este pasaje para describir la depravación universal del ser humano (Rom. 3: 13). Además, el salmista dice que otro miembro del cuerpo, la lengua, también es depravado (ver Sant. 3: 5-9). Esta descripción retrata muy bien la traición de Absalón y sus secuaces 
(ver 2 Sam. 15: 1-6).

10. Castígalos. Del hebreo 'asham, "ser culpable". La forma verbal aquí empleada significa "considerar culpable".  El salmista desea que Dios trate a sus enemigos como a culpables, que sin duda lo son. Pide que caigan "por sus mismos consejos", es decir, que sus propios planes puedan llevarlos a su destrucción (ver Sal. 7: 15, 16; Prov. 26: 27; 28: 10). Esta idea es frecuente en el AT. El pecado finalmente se destruye a sí mismo.

11. Alégrense. Ver com.  Sal. 2: 12. Quienes confían en Dios siempre tienen momentos para gozarse. Su gozo halla expresión en voces de júbilo. Se regocijan porque Dios los defiende. El salmista cree que, como él, también sienten gozo todos los que confían en Dios.
En ti se regocijen. El cristiano consagrado se goza en todo cuanto Dios ha revelado de sí mismo. Se deleita en la contemplación de los atributos del Creador y en las evidencias de su bondad, en la comunión con él y en la oportunidad de brindarle un servicio de amor.

12. Como con un escudo. Heb. tsinnah, un escudo grande que cubría todo el cuerpo (no magen, como en Sal. 3: 3). Así como el escudo protege al soldado en la batalla, también Dios concede al justo protección completa. El salmo termina con la afirmación de la plena confianza del salmista en la completa protección de Dios.
DESPUES de haber pronunciado una oración matutina como ésta, el salmista está listo para enfrentar durante el día las arremetidas de sus enemigos. 3 CBA


* La mejor hora de alimentarse tanto física y espiritualmente bien, son las primeras horas del día. Todo dependerá como organicemos nuestras prioridades y valores.
Tener esos buenos hábitos. Reaccionarán en bendiciones inimaginables.
Finalmente. Debemos precisar que no solo es vital orar temprano, también debemos seguir esa acción durante el proceso del día en nuestras actividades. Consultándolo en una y otra acción a realizar. Así tendremos una vida de oración. Y clamaremos y pediremos y agradecernos…  y él nos oirá. Amen.  Ministerio Hno. Pio

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