REFLEXIÓN 141. UN SALMO DE LAMENTO POR LA SITUACIÓN SOCIAL. (Salmo 12)

1 SALVA, oh Jehová, Porque Se Acabaron Los Piadosos; Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

2 Habla mentira cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.

3 Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente;

4 A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios son nuestros; 

¿Quién Es Señor De Nosotros?

5 Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré, dice Jehová; Pondré en salvo al que por ello suspira.

6 Las palabras de Jehová son palabras limpias, Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces.

7 Tú, Jehová, los guardarás; De esta generación los preservarás para siempre.

8 Cercando andan los malos, Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres. Salmo 12.

David, se lamenta por la situación en la sociedad y clama a Dios con un lamento desgarrador.
 Dice: “salva oh Jehová”

Cuando estamos centrados en cumplir nuestra misión de llevar adelante el reino de Dios, “También alguna vez escapo ese lamento de nuestros labios: sálvanos oh Dios, solo estoy predicando tu palabra” pero no estamos más lejos de la verdad y de la realidad. Porque Dios, siempre ha tenido y tiene fieles. Como pasó con Elías, que huía de la malvada Jezabel. Que quería matarlo por matar a sus sacerdotes. 1 Reyes 19:10. Dijo: “…solo yo he quedado.” Claro de millones de israelitas que se habían ido en pos de Baal. Siete mil era menos del 1%. Pero a pesar de eso no estaba solo.

Y nos abre Dios los ojos y nos confronta con la realidad y nos presenta que hay miles de fieles, cumpliendo la misión igual que tú alrededor del mundo. Así que tranquilo. 
Prosigue, sin temor, ni desaliento.

 ¡Qué grande es nuestro Dios! 
¡Alabado sea nuestro Dios!

 David tampoco estaba solo. Pero su esperanza se había visto nublado por gente que vivían peor que los que no conocen a Dios. por eso clama por ayuda al Señor.

Por otro lado, que mientras unos pocos Vivían su fe. La mayoría se dedicaba a practicar la maldad. Haciendo violencia con palabras engañosas: Como mentir Con lisonjas (alabanza exagerada por interés), y con mucha soberbia y arrogancia. Haciendo daño a los mas pobres: “Lo que decían no estaba en armonía con lo que sentían” Olvidando que Dios está pronto a juzgarlos.
Y libraría a sus hijos de los malvados. Amen. 
Ministerio Hno. Pio