sábado, febrero 29, 2020

REFLEXIÓN 157. CONFIANZA EN DIOS EN MEDIO DEL PELIGRO. (Salmo 27)


*David escribió este salmo mientras huía y "tenía que buscar refugio en las rocas y las cuevas del desierto"
 (Ed 159).
El salmista manifiesta aquí su confianza en Dios en medio de los peligros. Se lo ha llamado el "Salmo restaurador". En ningún otro David expresa tan intensamente su anhelo por el servicio del santuario. Algunos piensan que el marco histórico de este salmo es 1 Sam. 22: 22.
El poema se divide en tres partes. Los vers. 1-6 expresan la segura confianza del poeta en Dios, a pesar de las amenazas del enemigo. Los vers. 7-12 son un angustioso clamor en procura de ayuda. En la conclusión, vers. 13 y 14, se ve el seguro alivio proporcionado por la esperanza puesta en Dios.  

I. LA SEGURA CONFIANZA EN DIOS, A PESAR DE LAS AMENAZAS DEL ENEMIGO.
1 JEHOVÁ es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3 Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.

4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto.
6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.

*El salmo comienza con una expresión de absoluta falta de temor, el cual desaparece por la confianza que el salmista tiene en Dios.

*David expresa con hermosas palabras su anhelo de participar continuamente en el servicio de Dios y de ser huésped perpetuo del Anfitrión celestial (ver Sal. 15, 23 y 65).
*En el templo cristiano se iluminan nuestras mentes, desaparecen nuestras dudas, se confortan nuestros corazones con la verdad divina.

* “Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean” 
La alabanza debe siempre acompañar a nuestras oraciones. 
Eso expresa esperanza en la mente del salmista, antes que suceda.
La confianza en Dios se muestra cuando creemos de antemano que nos dará lo que pedimos conforme a su voluntad. Y el gozo y la alegría se desborda naturalmente en alabanzas a su nombre.

II. UN ANGUSTIOSO CLAMOR EN PROCURA DE AYUDA.
7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme.
8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová;
9 No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.

10 Aunque Mi Padre Y Mi Madre Me Dejaran, Con Todo, Jehová Me Recogerá.

11 Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud A causa de mis enemigos.

12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.

* Oye, oh Jehová. A esta altura del salmo, las expresiones de plena confianza dan paso a un melancólico ruego en procura de ayuda… a pesar de la confianza que el salmista tenía en Dios, la gravedad de las circunstancias lo obligaba a suplicar su ayuda en forma muy real. Aunque estemos seguros del favor de Dios, es necesario que constantemente reconozcamos nuestra necesidad de él y que solicitemos su ayuda.

*Buscad mi rostro. En este versículo se presenta el diálogo de una hermosa relación entre David y Dios. "Buscad mi rostro", le había dicho Dios, y David le recuerda lo que le había ordenado; y desde lo profundo del corazón, replica: "Tu rostro buscaré". Aquí se revela una relación íntima, similar a la amistad que existió entre Moisés y Dios (ver Exo. 33: 11). Esta preciosa comunión, en tiempo de necesidad, hace que el alma se repita para sí misma el consejo o divino. La hermosura del favor de Dios contemplada en el rostro divino que mira a sus hijos, es uno de los conceptos más hermosos del salterio. Cf. con Núm. 6: 25.
*David ora para que su relación con Dios continúe…Las mercedes recibidas en lo pasado siempre son una razón para esperar bendiciones futuras. Podemos rogar que, así como hasta ahora Dios nos ha salvado, él siga ejerciendo su poder en nuestro favor.

* Aunque Mi Padre Y Mi Madre Me Dejaran, Con Todo. 
Hay padres que abandonan a sus hijos, pero Dios nunca desampara a los suyos (ver Isa. 49: 14, 15; 63: 16). 
Este versículo es una especie de proverbio.
“En estos tiempos se ve más a menudo el abandono de los padres. Y el trauma permanente se muestra en hijos infelices. Pero nunca debes olvidar: 
QUE NUESTRO VERDADERO PADRE ES DIOS
Y nunca nos dejará. 
Comprenderlo es importante para vivir felices. 
Si éste es tu caso, recuérdalo siempre: 
“Aunque mi padre y mi madre me dejaran, 
Con todo, Jehová me recogerá”.

*Enséñame Tu camino. Cf. Sal. 25: 4, 5.
Senda de rectitud. O "un camino llano". Ver Sal. 26: 12.
Caminar por el camino que Dios estableció es seguridad para esta vida y la eternidad. (Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera. Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios. Salmo 25:9,10).

* No me entregues a la voluntad de mis enemigos. Porque se han levantado contra mí testigos falsos. Con frecuencia David había sido objeto de falsas acusaciones (ver com. Sal. 7: 3; cf. 1 Sam. 24: 12; 26: 18).
* Y Los Que Respiran Crueldad. Compárese con las palabras usadas para describir el intenso celo perseguidor de Saulo: "Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor" (Hech. 9: 1).

III. EL SEGURO ALIVIO POR LA ESPERANZA PUESTA EN DIOS.
13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová, en la tierra de los vivientes.
14 Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. Salmo 27

*Este pasaje señala una fe sublime que debiera anhelar cada hijo de Dios. Si la esperanza no mantuviera viva su llama, la fe podría convertirse en temor.
Aguarda a Jehová. En primer lugar, el salmista se exhorta a sí mismo. Su naturaleza más fuerte anima a su naturaleza más débil para que ésta no desespere (ver com. Sal. 25: 3).
Aliéntese tu corazón. Ver Sal. 31: 24. Cf. el consejo de Moisés a Josué (Deut. 31: 7), y el consejo de Dios a Josué (Jos. 1: 6).

*El Salmo Termina con la repetición de la orden: "Sí, espera a Jehová", como si el salmista quísiera fijar en la mente del lector la idea de que, en todo momento de duda o peligro, en vez de desesperarnos debiéramos avanzar, confiando siempre en Dios, quien es nuestra "fortaleza", nuestra "luz" y nuestra "salvación". 3 CBA

¿Cómo Está Tu Confianza Hoy En Dios?  
No olvides a pesar de las amenazas reales, confía en Dios. 
¡Porque nunca te dejará! 
Porque en la dificultad se fortalece 
nuestra confianza en Dios.
 ¡Haz real tu confianza!
Ministerio Hno. Pio

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