REFLEXIÓN 161. ¡GRATITUD POR LA VIDA! (Salmo 30)

*DAVID, expresa profunda gratitud a Dios por su bondad y detalla las experiencias de su enfermedad.

1 TE GLORIFICARE, oh Jehová, porque me has exaltado, Y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.

2 Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.

3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol ;

Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.

4 Cantad a Jehová, vosotros sus santos,

 Y celebrad la memoria de su santidad.

5 Porque un momento será su ira,

Pero su favor dura toda la vida.

Por la noche durará el lloro,

Y a la mañana vendrá la alegría.

6 En mi prosperidad dije yo:

No seré jamás conmovido,

7 Porque tú, Jehová, 

con tu favor me afirmaste como monte fuerte.

Escondiste tu rostro, fui turbado.

8 A ti, oh Jehová, clamaré,

Y al Señor suplicaré.

9 ¿Qué provecho hay en mi muerte 

cuando descienda a la sepultura?

¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí;

Jehová, sé tú mi ayudador.

11 Has cambiado mi lamento en baile;

Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.

12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.

Jehová Dios mío, te alabaré para siempre. Salmo 30.

* Solo quien estuvo cerca de morir, puede entender plenamente este Salmo. Y la consiguiente gratitud, por estar vivo y sano.

*Muchos no entienden la vida y se suicidan. “Hace poco las noticias daban cuenta del suicidio de un joven de 22 años. Que se lanzó en los rieles de un tren eléctrico y murió”.

"El único remedio contra los golpes de la vida 
es vivir cerca de Dios y alabarlo cada día de nuestra vida. Así valoraremos vivir".

Como hemos visto hasta aquí. La vida de David, no era sencillo y fácil. En cada salmo expresa distintas experiencias, a veces a punto de claudicar, pero, sale triunfante porque confía en Dios. y lo alaba por ello.

 “Solo Dios nos da las fuerzas
 y la alegría para vivir” no lo olvides.

¡Vive bien con Jesús, como tu fortaleza y esperanza!

Entonces tu vida tendrá sentido y un propósito. 
Porque le diste el primer lugar a Dios, 
tu creador, redentor y sustentador.  

Y Luego Agradecido como el salmista, Dirás:

“Te Glorificare, Oh Jehová, Porque Me Has Exaltado, 
Y No Permitiste Que Mis Enemigos Se Alegraran De Mí. 
Jehová Dios Mío, A Ti Clamé, Y Me Sanaste.
 Oh Jehová, Hiciste Subir Mi Alma Del Seol; 
Me Diste Vida, Para Que No Descendiese A La Sepultura”. 
“Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre”. 
Ministerio Hno. Pio