viernes, marzo 13, 2020

REFLEXIÓN 172. GRATITUD POR LA MISERICORDIA DE DIOS EN EL PASADO Y PROTECCIÓN EN EL FUTURO. (Salmo 40)


En el Salmo 40, se mezclan la alabanza de gratitud por sus bendiciones en el pasado y con la petición por su protección futura.

DAVID AGRADECE POR LAS MISERICORDIAS DE DIOS POR SU LIBERACIÓN DE LAS ANGUSTIAS PASADAS.
1 PACIENTEMENTE esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, de lodo cenagoso;
3 Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.

4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.

6 Sacrificio y ofrenda no te agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado.
7 Entonces dije: HE AQUÍ, VENGO;
En el rollo del libro está escrito de mí;
8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.
9 HE ANUNCIADO justicia en grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios, Jehová, tú lo sabes.
10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.

PEDIDO POR UNA NUEVA LIBERACIÓN FRENTE A UNA NUEVA CALAMIDAD EN EL FUTURO.
11 Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
12 Porque me han rodeado males sin número;
Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
13 Quieras, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme.
14 Sean avergonzados y confundidos a una
Los que buscan mi vida para destruirla.
Vuelvan atrás y avergüéncense
Los que mi mal desean;
15 Sean asolados en pago de su afrenta
Los que me dicen: ¡Ea, ea!

16 Gócense Y Alégrense En Ti Todos Los Que Te Buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Jehová sea enaltecido.
17 Aunque afligido yo y necesitado,
Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, No Te Tardes. Salmo 40

*EN ESTE POEMA, el salmista recuerda agradecido las misericordias de Dios cuando lo liberó de angustias pasadas (vers. 1-10), y clama por una nueva liberación frente a una nueva calamidad (vers. 11-17).
 En la primera parte se menciona lo que Dios ha hecho (vers. 1-5) y cómo ha respondido el salmista (vers. 6-10). 
En la segunda, éste clama a Dios desde lo profundo de su angustia (vers. 11, 12), ruega a Dios que lo proteja del poder de sus enemigos (vers. 13-15) y, finalmente, expresa su confianza en él (vers. 16, 17). 
Una parte de este salmo (vers. 6-8) tiene sentido mesiánico (ver Heb. 10: 7-9). 
Con ligeras modificaciones, los vers. 13-17 
aparecen nuevamente como el Sal. 70 (cf.). 3CBA


Pacientemente esperé a Jehová…Y me oyó…”.
El secreto para una respuesta, es; esperar el tiempo de Dios. Estás viviendo una calamidad, aflicción…etc. “Espera”
Recuerda: Dios siempre quiere lo mejor para sus hijos”
Luego de la respuesta divina, viene la alegría que concreta nuestro éxito en el Señor. Porque hay felicidad en confiar en Dios siempre. Y en eso comprendemos que Dios nos ha beneficiado mucho y es imposible enumerarlos…
Todo eso es real porque la ley de Dios esta encarnado en nuestra vida diaria y se refleja en gozo y es grato obrar conforme a su voluntad. Y no nos quedamos con las bendiciones; sino que lo compartimos a otros, para que también conozcan los beneficios de confiar y servir al Señor.
Porque el mejor sacrificio es un espíritu humilde, obediente y agradecido.

Con justicia se ha dicho que la mejor profesión en esta vida es anunciar su verdad al mundo perdido”

PERO no debemos vivir solo de las glorias y éxitos pasados en el Señor. También debemos entender que a cada paso ronda el peligro por enemigos externos e internos. Y el más peligroso; es el enemigo interno que está en nosotros; nuestra naturaleza carnal. Y por eso el salmista ruega a Dios que lo proteja, y por su gracia y verdad este seguro siempre. 

El orgullo y otras taras de nuestra personalidad caída. Actúan sin pedir permiso, y cuando te das cuenta ya hizo su trabajo. Pero la mayoría vive sin notarlo siquiera. Es fácil darse cuenta; cuando juzgan con mucha dureza las faltas de otros. Porque odian en otros lo que ellos son en realidad.

Bueno, todos estamos en peligro de caer en eso. 
La única seguridad es como dice el salmista:
…Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
Y luego alabaremos al Señor: Gócense Y Alégrense En Ti Todos Los Que Te Buscan, Y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido. Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, No Te Tardes”.
*La serena meditación expresada al final de este salmo tiene un delicado toque humano. La fe del salmista continúa firme hasta el fin. En la tristeza podemos saber que Dios piensa en nosotros y que nos librará. Amen. 
3CBA Ministerio Hno. Pio

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