lunes, marzo 30, 2020

REFLEXIÓN 191. UN SALMO DE CONFIANZA Y ALABANZA AL SEÑOR (Salmo 57).


El Salmo 57, es similar en tema, estructura y estilo a su "gemelo", el Sal. 56, pero refleja un tono más triunfante.  
Comienza con una plegaria en busca de misericordia, la cual se pronuncia con plena confianza en el poder de Dios 
para salvar.
 Después describe brevemente la aflicción del salmista, y termina alabando la bondad de Dios.  Este salmo consta de dos partes, cada una de las cuales concluye con el estribillo.  David compuso este hermoso poema en la cueva de Adulam (ver 1 Sam. 22: 1; PP 713, 714). 3CBA

1 Ten Misericordia de mí, oh Dios,
ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma,
Y en la sombra de tus alas me ampararé
Hasta que pasen los quebrantos.
2 Clamaré al Dios Altísimo,
Al Dios que me favorece.
3 El enviará desde los cielos, y me salvará
De la infamia del que me acosa;   
Dios enviará su misericordia y su verdad.
4 Mi vida está entre leones;
Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;
Sus dientes son lanzas y saetas, Y su lengua espada aguda.
5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios
Sobre toda la tierra sea tu gloria.

6 Red han armado a mis pasos;
Se ha abatido mi alma; Hoyo han cavado delante de mí;
En medio de él han caído ellos mismos.    

7 Pronto está mi corazón, oh Dios,
mi corazón está dispuesto;
Cantaré, y trovaré salmos.
8 Despierta, alma mía;
despierta, salterio y arpa;
Me levantaré de mañana.
9 Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
Cantaré de ti entre las naciones.
10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,
Y hasta las nubes tu verdad.
11 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria. (Salmo 57).


*DIOS "mandaría a todos los ángeles de la gloria para socorrer a las almas fieles y poner un cerco en derredor de ellas, antes que permitir que sean engañadas y extraviadas por los prodigios mentirosos de Satanás" (PE 88).

Los Enemigos no solo lo persiguen a David, también lo difaman. Pero mientras ruega por la misericordia de Dios y le describe lo que hacen sus enemigos; Alaba al Señor.
La confianza que tiene en El señor están grande, que está seguro que su actual crisis; pasará. Pero mientras tanto, le pide que lo esconda bajo su protección.

Cuando estamos bajo situaciones adversas, lo saludable es que debemos centrar nuestras energías en Dios; más que en nuestros pesares en sí. La gratitud no debe faltar. Por muy grande que sean nuestros problemas. nunca debemos olvidar: ¡Pasará!

Y en cada comienzo y fin del día
debemos consagrar esas horas; para alabar a Dios.

La alabanza y gratitud es completa, cuando luego comunicamos las bendiciones recibidas al mundo. Para que así también ellos, aprendan a confiar y alabar al Dios nuestro. Que es misericordioso siempre con los que en él confían. Amen. Ministerio Hno. Pio

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