jueves, marzo 19, 2020

REFLEXIÓN 178. NUESTRO ÚNICO REFUGIO “ES EL DIOS DE JACOB”. (Salmo 46)


El Salmo 46, es un glorioso himno basado en el tema de la seguridad que el pueblo de Dios puede disfrutar en medio de la agitación de los pueblos. 
*El Sal. 46 es llamado el "Salmo de Lutero", porque el gran reformador, que acostumbraba cantar en momentos de angustia, lo parafraseó en su himno "Castillo fuerte" (Himnario adventista, (255, 400).
Este salmo es un glorioso himno basado en el tema de la seguridad que el pueblo de Dios puede disfrutar en medio de la agitación de los pueblos.  A fin de expresar este tema, muy apropiado para nuestra época, el salmista escogió una versificación regular, algo raro en la poesía hebrea.  Las tres estrofas, de longitud casi igual, con su estribillo y la palabra "Selah" debidamente colocada, presentan cuadros de sorprendentes contrastes; aguas turbulentas, montañas que son removidas y un río tranquilo; naciones agitadas y la tierra que se disuelve ante la voz del Señor; la desolación de la guerra y Dios que reina en paz sobre las naciones.  Después de una notable victoria en tiempos de Josafat, los israelitas cantaron este himno (ver PR 148-150).  Los Sal. 46, 47 y 48 tienen muchas ideas afines y es probable que se refieran a una misma época.  De lo que dice PR. 150 puede deducirse que David escribió el Sal. 46.

Se Dice Que Oliverio Cromwell, primer ministro inglés, pidió que el pueblo cantara este salmo.  Dijo: "Ese es un salmo muy especial para un cristiano.  Dios es nuestro amparo y 753 fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.  Si el papa y los españoles y el diablo se nos oponen, en el nombre del Señor los destruiremos.  El Señor de los ejércitos está con nosotros, el Dios de Jacob es nuestro amparo". 

En París los revolucionarios de 1848 cantaron el Salmo 46.  En la India lo entonaron los británicos acosados por los rebeldes cipayos.  Bien podría ser el himno del pueblo de Dios durante los crecientes peligros de los últimos días.


LA PRIMERA ESTROFA. (vers. 1-3), se describe la seguridad del pueblo de Dios, aunque se sacudan los cimientos de la tierra.
1 DIOS es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones.
2 Por Tanto, No Temeremos, aunque la
tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón
del mar;
3 Aunque bramen y se turben sus
aguas, Y tiemblen los montes a causa de su
braveza.   

* Las convulsiones de la naturaleza, el terremoto que lanza montañas al mar, el rugir de las olas, el cataclismo de una ola gigante -ninguno de estos fenómenos, como tampoco las conmociones y revoluciones del mundo político- deben perturbar al que confía en Dios. Ocurra lo que ocurriera, Dios es un refugio seguro.
                           
LA SEGUNDA ESTROFA (vers. 4-7), describe la paz que hay en la ciudad de Dios mientras fuera de sus muros todo está en tumulto.
4 Del río sus corrientes alegran la
ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del
Altísimo.
5 Dios está en medio de ella; no será
conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
6 Bramaron las naciones, titubearon los
reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.
7 Jehová de los ejércitos está con
nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de
Jacob.     
                                    
* La metáfora Río. Una hermosa figura de la protección de Dios.  Se presenta la tranquila serenidad en agudo contraste con el mar embravecido del vers. 3.
* Del Río Sus Corrientes Alegran La
Ciudad De Dios. Los profetas presentaron el cuadro de lo que. Jerusalén podría haber sido: una ciudad bien provista de agua (Eze. 47: 1-5; Joel 3: 18; Zac. 14: 8).  
La nueva Jerusalén tendrá su río de agua de vida.
 (Apoc. 22: 1).
La ciudad de Dios. Jerusalén, donde se decía que Dios tenía su morada (ver Sal. 48: 1).

LA TERCERA ESTROFA (vers. 8-11) describe el poder de Dios manifestado en su dominio sobre los poderosos movimientos de las naciones, y lo sublime de su serena exaltación sobre ellos.
8 Venid, ved las obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la
tierra.
9 Que hace cesar las guerras hasta los
fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la lanza,
Y quema los carros en el fuego.
10 Estad Quietos, Y Conoced Que Yo Soy
Dios;
Seré exaltado entre las naciones;
enaltecido seré en la tierra.
11 Jehová De Los Ejércitos Está Con
Nosotros;
Nuestro Refugio Es El Dios De
Jacob. (Salmo 46)

*Estad Quietos. De un verbo que significa "desistir", "dejar tranquilo", "entregarse".  Dios mismo pronuncia estas palabras sublimes.  Se ha parafraseado la primera parte del versículo de la siguiente manera: "¡Silencio!  Abandonad vuestro tumulto, y reconoced que yo soy Dios".  La Versión Popular traduce bien al decir: "¡Ríndanse! ¡Reconozcan que yo soy Dios!" Solemos Hablar Demasiado Y Escuchar Muy Poco.  Nuestra constante ocupación hace que nos falte la estabilidad cristiana.  Moisés pasó 40 años en la tierra de Madián (Hech. 7: 29, 30); Pablo, 3 años en el desierto (Gál. 1: 17, 18; HAp 102-105), y Jesús, 40 días en el desierto (Mat. 4: 1, 2).  Se preparaban así para desempeñar las responsabilidades del llamamiento divino.
Y Conoced Que Yo Soy Dios. La humanidad conoce a Dios observando sus actos.

* El Sal. 46, proporcionará especial consuelo al pueblo de Dios en el tiempo de angustia (ver CS 697).  En esa hora terrible, cuando un fuerte terremoto como nunca hubo antes, convulsione la tierra; cuando el sol, la luna y las estrellas se salgan de sus órbitas; cuando las montañas se sacudan como juncos y las rocas se esparzan por doquier; cuando el mar embravecido se agite con furia y toda la superficie de la tierra se deshaga; cuando las cadenas de montañas se hundan y las islas desaparezcan (Mat. 24: 29, 30; Luc. 21: 25, 26; CS 695; PE 34, 41), los santos encontrarán en Dios su protección. 3CBA

En la actual coyuntura que vive el mundo por el COVID19. Que mejor consuelo. Que refugiarse en el Dios de Jacob.
 El Dios de Jacob es el único Dios verdadero. 
¡En él podemos confiar”! Amen.  
Ministerio Hno. Pio

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