miércoles, marzo 04, 2020

REFLEXIÓN 162. UNA PLEGARIA EN PROCURA DE LIBERACIÓN DE LA ANGUSTIA. (Salmo 31)


1 EN TI, OH JEHOVÁ, HE CONFIADO;
 no sea yo confundido jamás; Líbrame en tu justicia.
2 Inclina A Mí Tu Oído, Líbrame Pronto; 
Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme.
3 Porque Tú Eres Mi Roca Y Mi Castillo;
Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.
4 Sácame de la red que han escondido para mí, 
Pues tú eres mi refugio.
5 En Tu Mano Encomiendo Mi Espíritu;
Tú me has redimido, oh Jehová. Dios de verdad.
6 Aborrezco a los que esperan en vanidades ilusorias; 
Mas yo en Jehová he esperado.

7 Me Gozaré Y Alegraré En Tu Misericordia,
Porque has visto mi aflicción;
Has conocido mi alma en las angustias.
8 No me entregaste en mano del enemigo;
Pusiste mis pies en lugar espacioso.
9 Ten misericordia de mí, oh Jehová,
 porque estoy en angustia;
Se han consumido de tristeza mis ojos,
mi alma también y mi cuerpo.
10 Porque mi vida se va gastando de dolor,
 y mis años de suspirar; Se agotan mis fuerzas
 a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.
11 De todos mis enemigos soy objeto de oprobio, 
Y de mis vecinos mucho más,
y el horror de mis conocidos;
Los que me ven fuera huyen de mí.
12 He sido olvidado de su corazón como un muerto;
He venido a ser como un vaso quebrado.
13 Porque oigo la calumnia de muchos;
El miedo me asalta por todas partes,
Mientras consultan juntos contra mí
E idean quitarme la vida.

14 Mas Yo En Ti Confío, oh Jehová;
Digo: Tú eres mi Dios.
15 En Tu Mano Están Mis Tiempos;
Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.
16 Haz Resplandecer Tu Rostro Sobre Tu Siervo; 
Sálvame Por Tu Misericordia.
17 No sea yo avergonzado, oh Jehová,
ya que te he invocado;
Sean avergonzados los impíos, estén mudos en el Seol.
18 Enmudezcan los labios mentirosos,
Que hablan contra el justo cosas duras
Con soberbia y menosprecio.

19 ¡CUÁN GRANDE ES TU BONDAD,
que has guardado para los que te temen,
Que has mostrado a los que esperan en ti,
delante de los hijos de los hombres!
20 En lo secreto de tu presencia los esconderás 
de la conspiración del hombre; 
Los pondrás en un tabernáculo 
a cubierto de contención de lenguas.

21 BENDITO Sea Jehová, 
Porque ha hecho maravillosa su misericordia
 para conmigo en ciudad fortificada.
22 Decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba.

23 AMAD A Jehová, todos vosotros sus santos; 
A los fieles guarda Jehová,
Y paga abundantemente al que procede con soberbia.
24 ESFORZAOS todos vosotros los que esperáis en Jehová, 
Y tome aliento vuestro corazón. Salmo 31.

*EL SALMO 31, es una plegaria sincera en procura de liberación de la angustia, e inspirada por la confianza en la capacidad de Dios para librar. Se caracteriza por la profusión de metáforas que describen la angustia del perseguido y la esperanza que surge en tiempos de adversidad. Algunos sugieren que el marco histórico de este salmo se halla en la experiencia de David en el desierto de Maón (ver 1 Sam. 23: 19-26), aunque el tema podría aplicarse a muchas otras ocasiones similares. Este salmo fue uno de los preferidos de Juan Hus, Martín Lutero y Felipe Melanchton. 3 CBA


Veamos Algunos Aspectos Breves Y Significativos De Éste Salmo:
Vers. 1. EN TI, OH JEHOVÁ, HE CONFIADO; no sea yo confundido jamás; Líbrame en tu justicia.
*Confiar en Dios es lo mejor que podemos hacer en la vida y en momentos de aflicción y desesperación extrema aún más.

Vers. 3. Porque Tú Eres Mi Roca Y Mi Castillo; Por Tu Nombre Me Guiarás Y Me Encaminarás. 
Es decir, por tu reputación o por causa de tu carácter. Esta frase encierra un profundo significado. Cuando se la pronuncia en oración sincera, indica que el suplicante se somete a la voluntad divina y está dispuesto a permitir que sus dificultades personales se pierdan en el programa superior de Dios, y, además, que él comprende que el honor de Dios está en juego en todo lo que atañe al gobierno divino, y cree que el Altísimo sería deshonrado si le negara el pedido que ahora le presenta el salmista. Dios se compromete a contestar una oración tal, pero sólo de una manera que esté en armonía con su voluntad, siendo que todo lo que Dios hace es una revelación de su carácter inmutable.
El orar "por tu nombre", cuando no se han satisfecho las condiciones para que la oración sea contestada, es presunción. Esto equivale a pedir a Dios que no conteste ese ruego. En tales circunstancias, una respuesta favorable deshonraría el nombre de Dios y negaría su palabra.

Vers. 5. En Tu Mano Encomiendo Mi Espíritu…
Heb. rúaj, el principio animador de la vida, la energía que procede de Dios y anima el cuerpo. La Biblia enseña que en el momento de la muerte el espíritu vuelve a Dios (ver Ecl. 12: 7; Hech. 7 :59). Pero en ese estado no hay conciencia (Sal. 146: 4).
Estas palabras del salmista fueron las últimas Jesús pronunció en la cruz (ver Luc. 23: 46; cf. Hech. 7: 59). 
Se dice que también fueron las últimas palabras de Juan Hus, Martín Lutero, Felipe Mclanchton, y de muchos otros siervos de Dios. También nosotros, en la hora de extrema necesidad, podemos encomendar con confianza nuestro caso a Dios.

Tú Me Has Redimido, Oh Jehová. Dios De Verdad.
El testimonio del pasado, la confianza del presente y la promesa del futuro.

Vers. 9. Ten misericordia de mí, oh Jehová,
 porque estoy en angustia.
En los vers. 9-13 el salmista deja de afirmar su fe en Dios para expresar en forma conmovedora sus sufrimientos presentes. Angustiado, se agita entre la esperanza y la desesperación. Parece decir: "El mío es un caso totalmente especial" (ver Sal. 6).

Se Han Consumido De Tristeza Mis Ojos,
Mi alma también y mi cuerpo. 
"Alma", referencia a la angustia mental; "cuerpo", a los sufrimientos físicos. Parece, al menos parcialmente, que hay un reconocimiento de la interrelación que existe entre la mente y el cuerpo. Compárese esto con el énfasis que da la medicina moderna al aspecto psicosomático en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, y también con los conceptos actuales de la psiquiatría.

Vers. 14. MAS YO EN TI CONFÍO, 
oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios. 
Los vers. 14-18 son una expresión de gran confianza. A pesar de la angustia expresada en los vers. 9-13, el salmista afirma ahora: "Tú eres mi Dios". Este es el triunfo de la fe.

Vers. 16. Haz Resplandecer Tu Rostro Sobre Tu Siervo;
Sálvame Por Tu Misericordia.
Compárese con la bendición aarónica (ver Núm. 6: 25).
 Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro. Sal. 4: 6.
En contraste con los planes de sus enemigos, el salmista sólo desea el favor de Dios, que es el supremo bien. El verdadero hijo de Dios encuentra satisfacción duradera, no en los bienes materiales ni en los deleites sensuales, sino en la convicción de que el cielo aprueba su conducta y de que goza de la comunión con Dios.

Vers. 19. ¡Cuán Grande Es Tu Bondad
Que Has Guardado Para Los Que Te Temen!
La esperanza que corre cual hebra dorada a través del sufrimiento descrito en este salmo, florece con triunfante seguridad en los vers. 19-24, y el salmista se eleva en alabanza hasta las cumbres.

Vers. 21. BENDITO Sea Jehová,
Porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada.
*Siempre debemos bendecir el nombre del Señor, porque es bueno.

Vers. 23. AMAD A JEHOVÁ, todos vosotros sus santos; 
A los fieles guarda Jehová, Y paga abundantemente al que procede con soberbia.
El salmista pide a todos los creyentes que se unan con él en su consagración a Dios. Basa su invitación en lo que él mismo ha experimentado al confiar en la Providencia en momentos de adversidad (ver com. Sal. 30: 4).

Vers. 24. ESFORZAOS Todos Vosotros Los Que Esperáis En Jehová, Y TOME ALIENTO Vuestro Corazón.
*Las Batallas De La Fe. Requieren Valor Y Esfuerzo En El Señor. Sin Ello Nada Se Podría Lograr.
*En todo momento de duda o peligro, en vez de desesperarnos debiéramos avanzar, confiando siempre en Dios, quien es nuestra "fortaleza", nuestra "luz" y nuestra "salvación". La esperanza es la fuerza de la experiencia cristiana. 3 CBA.  Ministerio Hno. Pio

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