*EL SALMO 32, es un salmo penitencial o de arrepentimiento. Al
arrepentimiento personal añade la instrucción a otros; tiene el profundo
propósito de mostrar cuánta bendición trae el perdón de los pecados. David lo
compuso después de su gravísimo pecado con Betsabé (ver PP 783). Es el registro
de su confesión y del perdón que obtuvo (ver 2 Sam. 11: 12). En los vers. 1-5
refiere su experiencia personal, y en los vers. 6-11 aconseja a otros. Se dice
que este salmo fue uno de los preferidos de San Agustín hasta su muerte. Lo
hizo escribir sobre la pared para contemplarlo desde su lecho de enfermo. 3CBA
1 BIENAVENTURADO aquel cuya
transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2 Bienaventurado el hombre a quien
Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.
*Bienaventurado. Heb. 'ashre,
Dichoso.
Se usan tres palabras para
describir al pecado: Transgresión, Pecado, Iniquidad (ver Exo. 34: 7); y también se presenta el
principio de la justificación por la fe.
TRANSGRESIÓN. Heb. pesha', "rebelión", abandono de Dios.
Implica pecado voluntario.
PERDONADA. Heb. naÑa', "levantar",
"llevar", "quitar", y también "perdonar".
PECADO. Heb. jata'ah. Pecado, pero considerado como la
acción de quien yerra el blanco y no cumple con su deber.
CUBIERTO. Oculto, que el pecador nunca más deberá enfrentarlo
(ver Sal. 85: 2). No se trata de encubrir el pecado o de pasarlo por alto. Hay
sólo una base para el perdón del pecado: el arrepentimiento. La confesión (1 Juan 1: 9) sólo tiene valor
cuando va acompañada del arrepentimiento. Algunos cristianos confunden los dos
elementos, y piden perdón sólo por haber reconocido su culpabilidad. Pero Dios tiene interés en los aspectos
prácticos del caso. Además de la tristeza causada por el pecado, el
arrepentimiento comprende la expulsión del pecado de la vida. Esa expulsión es
un acto del alma misma (DTG 431) fortalecida por el poder divino.
EL PERDÓN es una consecuencia automática de esa experiencia.
Dios puede perdonar todo pecado que sea eliminado de la vida.
Muchos cristianos parecen
preocuparse más por obtener el perdón que por apartarse de todos sus pecados.
Luchan por confesar cada día todos
sus pecados, lo que, sin duda, es un propósito noble; pero este sistema no
tiene mérito si cada confesión no va acompañada del alejamiento del pecado.
"La justicia de Cristo no
cubrirá ningún pecado acariciado" (PVGM 257). Antes de poder recibir este
precioso don -la justicia de Cristo- deben desecharse las viejas inclinaciones
hacia el mal heredado y cultivado. Así lo hizo David, y por esto obtuvo el
perdón de su gran pecado. Su arrepentimiento fue genuino: aborreció el pecado
del cual era culpable (ver CC 27-29).
INIQUIDAD. Heb. 'awon, "distorsión moral",
"perversidad", "culpa".
3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
en mi gemir todo el día. 4 Porque de día y de noche se agravó
sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. 5 Mi pecado te declaré, y no encubri
mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tu perdonaste la maldad de mi
pecado.
*David había rehusado reconocer delante de sí mismo el pecado que había cometido. Un año después de su pecado con Betsabé y de haber provocado la muerte de Urías, David vivió en aparente tranquilidad (ver PP 782); pero no se libró de grandes conflictos mentales ni del sufrimiento físico, que le sobrevinieron como resultado (ver Sal. 6: 2, 3; 31: 9).
*David había rehusado reconocer delante de sí mismo el pecado que había cometido. Un año después de su pecado con Betsabé y de haber provocado la muerte de Urías, David vivió en aparente tranquilidad (ver PP 782); pero no se libró de grandes conflictos mentales ni del sufrimiento físico, que le sobrevinieron como resultado (ver Sal. 6: 2, 3; 31: 9).
Se agravó sobre mí tu mano. David se refiere aquí a los aguijonazos de una
conciencia culpable.
Verdor. Fuerzas vitales. "Mi vida se tornó totalmente
desdichada, pues una espina se había hincado en mí".
Te declaré. Después del reconocimiento del pecado y la
confesión, vino el perdón. En cuanto a los tres términos usados para describir
el pecado en este versículo, ver com. vers. 1, 2.
Dije. Para comprender mejor este pasaje,
ver 2 Sam. 12: 1-14; cf. Luc. 15: 18. 715
ver 2 Sam. 12: 1-14; cf. Luc. 15: 18. 715
Tú. En hebreo este pronombre es enfático. San Agustín
afirma: "La voz aún no está en los labios, cuando la herida ya ha sido
curada".
6 Por esto orará a ti todo santo en el
tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas
aguas no llegarán éstas a él.
* El
perdón concedido impulsa al perdonado a dar testimonio de su nueva experiencia
(ver Hech. 5: 42).
El tiempo en que puedas ser
hallado. La declaración del salmista
sugiere que habrá un tiempo cuando la gente buscará el perdón y no podrá
hallarlo. ¿Cómo podrá ocurrir esto siendo Dios "misericordioso y piadoso;
tardo para la ira" (Exo. 34: 6) y "amplio en perdonar" (Isa. 55:
7)? Sin duda, esta situación se presentará al final del tiempo de gracia (ver
Amós 8: 11, 12; Apoc. 22: 11). Pero este momento puede llegar antes para cada
persona. Muchos piensan que pueden participar del pecado, al menos por un
tiempo, sin acarrearse graves consecuencias, y que después, en algún momento
conveniente, se arrepentirán y obtendrán el perdón. Pero lo trágico del pecado
es que él se posesiona de tal modo del alma y se transforma en parte tan
esencial de la manera de vivir -sobre todo cuando se lo practica a sabiendas-,
que muchas veces el pecador termina por no sentir ningún deseo posterior de
abandonarlo. Sin este deseo básico no puede haber perdón. En muchos casos podrá
surgir un deseo aparente de obtener la salvación y expresarse un pedido
aparentemente sincero de librarse del pecado; pero si no existe el deseo básico
de abandonar los pecados, todo será en vano. En ocasiones es el temor a las
consecuencias lo que impulsa al pecador a buscar el perdón, como ocurrió con
Judas (Mat. 27: 3-5); en otras ocasiones, como en el caso de Esaú (Heb. 12: 16,
17), lo es el deseo de obtener ventajas materiales. Pero si las amenazadoras
consecuencias hubieran sido retiradas de Judas, o se le hubiera restituido la
primogenitura a Esaú, ambos habrían vuelto a su antigua vida pecaminosa. Dios
no puede aceptar a quienes buscan el perdón por estas razones (ver com. Sal.
32: 1).
Con todo, el pecador puede estar
seguro de que Dios no dejará de oír ningún sincero pedido de perdón. Pero al
mismo tiempo debe entender que, si persiste en el pecado voluntario, llegará el
momento cuando ya no deseará ser limpiado de él. Esta es la condición que se
describe en Heb. 10: 26, en donde el griego permite la siguiente traducción: "Si persistimos en pecar
voluntariamente . . . ya no queda más sacrificio por los pecados".
Inundación. El alma perdonada estará segura,
firme sobre la roca de la salvación divina. Esta figura impresionaba al hebreo,
que conocía bien cómo se inundaban repentinamente las quebradas y los cauces
después de una fuerte lluvia, con el consiguiente pánico para los habitantes
ribereños.
7 TÚ ERES MI REFUGIO; me guardarás de
la angustia;
Con cánticos de liberación me
rodearás.
* Refugio. Tabernáculo. Heb. sok, "un refugio".
Se usa para referirse a la "cueva" o "guarida" de un león,
Sal. 10: 9; Jer. 25: 38; por lo tanto, un lugar oculto.
Cánticos de liberación. Una persona perdonada no puede
quedar en silencio. ¿Cómo podrá dejar de cantar? Compárese con el cántico de
Moisés y de María (Exo. 15). Cuando un cristiano canta, los que lo circundan se
unen a su alegría.
8 Te haré entender, y te enseñaré el
camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
*Te haré entender. Heb. sákal, raíz de la palabra "masquil"
Algunos consideran que los vers.
8, 9 son una declaración que confirma el voto del salmista de enseñar a los
transgresores los caminos de Dios (Sal. 51: 13).
Sin embargo, parecería más natural
pensar que estos versículos constituyen la respuesta de Dios a la experiencia
del salmista descrita en los vers. 1-8. David se había descarriado por haberse
apartado del camino de Dios y haber rechazado su dirección. A fin de impedir que
en lo futuro se repitiera su trágica experiencia o le pudiera acaecer una caída
moral de cualquier tipo, lo que más necesitaba era una reconsagración de su
voluntad a Dios para que éste pudiera guiarlo desde ese momento. La bondadosa
promesa de Dios proporcionó la seguridad necesaria en cuanto a la victoria
futura y le inspiró esperanza.
En el proceder que aquí se
presenta puede encontrarse la garantía contra las caídas morales.
Constantemente debe instruirse al cristiano en los caminos de Dios para que
pueda discernir con claridad entre el bien y el mal. El tiene que conocer la
voluntad divina en todas las cosas; si no, será incapaz de reconocer al
tentador con sus diversos disfraces. Debido a las complejidades de la vida y a
las innumerables maneras en que el adversario puede presentar sus argumentos
aparentemente plausibles, se necesita cada día recibir nueva instrucción. Esta
se obtiene estudiando la Biblia con oración, para aprender de ella. Un
cristiano así instruido, y que se propone no 716 hacer nada que desagrade a
Dios, sabrá exactamente cómo comportarse en cualquier situación (ver DTG 621;
cf. Ed 273, 274; CM 18, 19).
9 No seáis como el caballo, o como el
mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque
si no, no se acercan a ti. 10 Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea
la misericordia.
* El salmista establece un contraste entre el bruto
que carece de entendimiento y debe ser gobernado por la fuerza, y el hombre, a
quien Dios ha dado inteligencia.
(ver Isa. 1: 3; Jer. 8: 6).
(ver Isa. 1: 3; Jer. 8: 6).
*En la vida, cada decisión tiene consecuencias. Por ejemplo, el joven
que vive una vida delictiva y cae preso y es encarcelado. Mientras está privado
de su libertad, hace muchas promesas de cambiar. Pero cuando sale libre vuelve
a lo que le llevo a estar preso.
El otro caso de un hombre fumador. Que está
hospitalizado por el mal que le ocasionó su mal habito, y hace y se hace muchas
promesas. Pero sale de alta y luego de un tiempo vuelve a lo mismo.
“Entender y cambiar solo la gracia de Dios lo hace posible”.
“Entender y cambiar solo la gracia de Dios lo hace posible”.
El camino más seguro a seguir es conocer y
obedecer la voluntad de Dios, expresado en su palabra escrita “La Biblia” entonces
nuestra vida será más fácil de vivir.
11 Alegraos En Jehová Y Gozaos,
justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los
rectos de corazón. Salmo 32.
* El salmista se complace en incluir a otros en el
coro de alabanza (ver Sal. 64: 10).
ESTE SALMO es la historia de un
hombre que pecó y por un tiempo rehusó confesar su pecado, pero que, habiendo
soportado la tortura de la culpabilidad, finalmente reconoció su pecado y lo
confesó para poder obtener el perdón. Podría pues, llamárselo el salmo de la
justificación por la fe.
Ø FINALMENTE. Pecado es errar en el blanco.
Cuanta gente vive atormentada en la vida, porque no comprendieron esta simple realidad. Que no hay dicha sin el perdón de Dios.
Cuanta gente vive atormentada en la vida, porque no comprendieron esta simple realidad. Que no hay dicha sin el perdón de Dios.
Leía la historia de un famoso
pugilista que en décadas pasadas era muy prospero. Pero hoy, no es ni sombra del
ayer glorioso que vivió y mal vivió. Por eso, se siente atormentado. Pero si
conociera la dicha del perdón de Dios. En esta su etapa, sabría cómo vivir y
sacarle beneficios.
Ø El Perdón es vital para vivir saludablemente; sin perdón solo hay locura. Hay 3 pasos
que debemos entender sobre el perdón y vivir perdonados: Pedir perdón a Dios,
al prójimo y a uno mismo. Puedes pedir perdón
a Dios y al prójimo, pero si no sabes perdonarte igual serás desdichado. Los tres
deben estar en línea siempre.
Ø Pero para pedir perdón primero debemos
reconocer humildemente que pequé, luego arrepentirme y confesarlo a Dios. y en
el caso del prójimo y el personal, de igual forma con algunas diferencias.
Tomar en cuenta lo que dice Mateo 18: 15 Por
tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si
te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a
uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si
no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por
gentil y publicano.
*Nunca debemos olvidar que nuestra base está constituida por lo
espiritual. Y lo espiritual se alimenta de forma natural por todo lo que
pensamos y hacemos. Y para pensar y hacer, hay una fuente de alimentación que
son lo que vemos y oímos.
Ahora, Es importante
saber que lo más seguro, es alimentar nuestro ser con todo lo que es
saludable y lo saludable es todo lo que sale de la palabra de Dios. así siempre
estaremos seguros y dispuestos a alabarlo.
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Amen.
Filipenses 4. 3CBA Ministerio Hno. Pio
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Amen.
Filipenses 4. 3CBA Ministerio Hno. Pio
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