jueves, marzo 05, 2020

REFLEXIÓN 164. LA FELICIDAD DEL PERDÓN. (Salmo 32)


*EL SALMO 32, es un salmo penitencial o de arrepentimiento. Al arrepentimiento personal añade la instrucción a otros; tiene el profundo propósito de mostrar cuánta bendición trae el perdón de los pecados. David lo compuso después de su gravísimo pecado con Betsabé (ver PP 783). Es el registro de su confesión y del perdón que obtuvo (ver 2 Sam. 11: 12). En los vers. 1-5 refiere su experiencia personal, y en los vers. 6-11 aconseja a otros. Se dice que este salmo fue uno de los preferidos de San Agustín hasta su muerte. Lo hizo escribir sobre la pared para contemplarlo desde su lecho de enfermo. 3CBA

1 BIENAVENTURADO aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.
*Bienaventurado. Heb.  'ashre, Dichoso.
Se usan tres palabras para describir al pecado: Transgresión, Pecado, Iniquidad (ver Exo. 34: 7); y también se presenta el principio de la justificación por la fe.
TRANSGRESIÓN. Heb. pesha', "rebelión", abandono de Dios. Implica pecado voluntario.
PERDONADA. Heb. naÑa', "levantar", "llevar", "quitar", y también "perdonar".
PECADO. Heb. jata'ah. Pecado, pero considerado como la acción de quien yerra el blanco y no cumple con su deber.

CUBIERTO. Oculto, que el pecador nunca más deberá enfrentarlo (ver Sal. 85: 2). No se trata de encubrir el pecado o de pasarlo por alto. Hay sólo una base para el perdón del pecado: el arrepentimiento.  La confesión (1 Juan 1: 9) sólo tiene valor cuando va acompañada del arrepentimiento. Algunos cristianos confunden los dos elementos, y piden perdón sólo por haber reconocido su culpabilidad.  Pero Dios tiene interés en los aspectos prácticos del caso. Además de la tristeza causada por el pecado, el arrepentimiento comprende la expulsión del pecado de la vida. Esa expulsión es un acto del alma misma (DTG 431) fortalecida por el poder divino.

EL PERDÓN es una consecuencia automática de esa experiencia. Dios puede perdonar todo pecado que sea eliminado de la vida.
Muchos cristianos parecen preocuparse más por obtener el perdón que por apartarse de todos sus pecados.
Luchan por confesar cada día todos sus pecados, lo que, sin duda, es un propósito noble; pero este sistema no tiene mérito si cada confesión no va acompañada del alejamiento del pecado.
"La justicia de Cristo no cubrirá ningún pecado acariciado" (PVGM 257). Antes de poder recibir este precioso don -la justicia de Cristo- deben desecharse las viejas inclinaciones hacia el mal heredado y cultivado. Así lo hizo David, y por esto obtuvo el perdón de su gran pecado. Su arrepentimiento fue genuino: aborreció el pecado del cual era culpable (ver CC 27-29).
INIQUIDAD. Heb. 'awon, "distorsión moral", "perversidad", "culpa".

3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. 4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. 5 Mi pecado te declaré, y no encubri mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tu perdonaste la maldad de mi pecado.                                                      
 *David había rehusado reconocer delante de sí mismo el pecado que había cometido. Un año después de su pecado con Betsabé y de haber provocado la muerte de Urías, David vivió en aparente tranquilidad (ver PP 782); pero no se libró de grandes conflictos mentales ni del sufrimiento físico, que le sobrevinieron como resultado (ver Sal. 6: 2, 3; 31: 9).
Se agravó sobre mí tu mano. David se refiere aquí a los aguijonazos de una conciencia culpable.
Verdor. Fuerzas vitales. "Mi vida se tornó totalmente desdichada, pues una espina se había hincado en mí". 
Te declaré. Después del reconocimiento del pecado y la confesión, vino el perdón. En cuanto a los tres términos usados para describir el pecado en este versículo, ver com. vers. 1, 2.
Dije. Para comprender mejor este pasaje, 
ver 2 Sam. 12: 1-14; cf. Luc. 15: 18. 715
Tú. En hebreo este pronombre es enfático. San Agustín afirma: "La voz aún no está en los labios, cuando la herida ya ha sido curada".

6 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
* El perdón concedido impulsa al perdonado a dar testimonio de su nueva experiencia (ver Hech. 5: 42).
El tiempo en que puedas ser hallado. La declaración del salmista sugiere que habrá un tiempo cuando la gente buscará el perdón y no podrá hallarlo. ¿Cómo podrá ocurrir esto siendo Dios "misericordioso y piadoso; tardo para la ira" (Exo. 34: 6) y "amplio en perdonar" (Isa. 55: 7)? Sin duda, esta situación se presentará al final del tiempo de gracia (ver Amós 8: 11, 12; Apoc. 22: 11). Pero este momento puede llegar antes para cada persona. Muchos piensan que pueden participar del pecado, al menos por un tiempo, sin acarrearse graves consecuencias, y que después, en algún momento conveniente, se arrepentirán y obtendrán el perdón. Pero lo trágico del pecado es que él se posesiona de tal modo del alma y se transforma en parte tan esencial de la manera de vivir -sobre todo cuando se lo practica a sabiendas-, que muchas veces el pecador termina por no sentir ningún deseo posterior de abandonarlo. Sin este deseo básico no puede haber perdón. En muchos casos podrá surgir un deseo aparente de obtener la salvación y expresarse un pedido aparentemente sincero de librarse del pecado; pero si no existe el deseo básico de abandonar los pecados, todo será en vano. En ocasiones es el temor a las consecuencias lo que impulsa al pecador a buscar el perdón, como ocurrió con Judas (Mat. 27: 3-5); en otras ocasiones, como en el caso de Esaú (Heb. 12: 16, 17), lo es el deseo de obtener ventajas materiales. Pero si las amenazadoras consecuencias hubieran sido retiradas de Judas, o se le hubiera restituido la primogenitura a Esaú, ambos habrían vuelto a su antigua vida pecaminosa. Dios no puede aceptar a quienes buscan el perdón por estas razones (ver com. Sal. 32: 1).
Con todo, el pecador puede estar seguro de que Dios no dejará de oír ningún sincero pedido de perdón. Pero al mismo tiempo debe entender que, si persiste en el pecado voluntario, llegará el momento cuando ya no deseará ser limpiado de él. Esta es la condición que se describe en Heb. 10: 26, en donde el griego permite la siguiente traducción: "Si persistimos en pecar voluntariamente . . . ya no queda más sacrificio por los pecados".
Inundación. El alma perdonada estará segura, firme sobre la roca de la salvación divina. Esta figura impresionaba al hebreo, que conocía bien cómo se inundaban repentinamente las quebradas y los cauces después de una fuerte lluvia, con el consiguiente pánico para los habitantes ribereños.

7 TÚ ERES MI REFUGIO; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás.
* Refugio. Tabernáculo. Heb. sok, "un refugio". Se usa para referirse a la "cueva" o "guarida" de un león, Sal. 10: 9; Jer. 25: 38; por lo tanto, un lugar oculto.
Cánticos de liberación. Una persona perdonada no puede quedar en silencio. ¿Cómo podrá dejar de cantar? Compárese con el cántico de Moisés y de María (Exo. 15). Cuando un cristiano canta, los que lo circundan se unen a su alegría.
                                                 
8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
*Te haré entender. Heb. sákal, raíz de la palabra "masquil"
Algunos consideran que los vers. 8, 9 son una declaración que confirma el voto del salmista de enseñar a los transgresores los caminos de Dios (Sal. 51: 13).
Sin embargo, parecería más natural pensar que estos versículos constituyen la respuesta de Dios a la experiencia del salmista descrita en los vers. 1-8. David se había descarriado por haberse apartado del camino de Dios y haber rechazado su dirección. A fin de impedir que en lo futuro se repitiera su trágica experiencia o le pudiera acaecer una caída moral de cualquier tipo, lo que más necesitaba era una reconsagración de su voluntad a Dios para que éste pudiera guiarlo desde ese momento. La bondadosa promesa de Dios proporcionó la seguridad necesaria en cuanto a la victoria futura y le inspiró esperanza.
En el proceder que aquí se presenta puede encontrarse la garantía contra las caídas morales. Constantemente debe instruirse al cristiano en los caminos de Dios para que pueda discernir con claridad entre el bien y el mal. El tiene que conocer la voluntad divina en todas las cosas; si no, será incapaz de reconocer al tentador con sus diversos disfraces. Debido a las complejidades de la vida y a las innumerables maneras en que el adversario puede presentar sus argumentos aparentemente plausibles, se necesita cada día recibir nueva instrucción. Esta se obtiene estudiando la Biblia con oración, para aprender de ella. Un cristiano así instruido, y que se propone no 716 hacer nada que desagrade a Dios, sabrá exactamente cómo comportarse en cualquier situación (ver DTG 621; cf. Ed 273, 274; CM 18, 19).

9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan a ti. 10 Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
* El salmista establece un contraste entre el bruto que carece de entendimiento y debe ser gobernado por la fuerza, y el hombre, a quien Dios ha dado inteligencia. 
(ver Isa. 1: 3; Jer. 8: 6).

*En la vida, cada decisión tiene consecuencias. Por ejemplo, el joven que vive una vida delictiva y cae preso y es encarcelado. Mientras está privado de su libertad, hace muchas promesas de cambiar. Pero cuando sale libre vuelve a lo que le llevo a estar preso. 
El otro caso de un hombre fumador. Que está hospitalizado por el mal que le ocasionó su mal habito, y hace y se hace muchas promesas. Pero sale de alta y luego de un tiempo vuelve a lo mismo. 
“Entender y cambiar solo la gracia de Dios lo hace posible”.  
El camino más seguro a seguir es conocer y obedecer la voluntad de Dios, expresado en su palabra escrita “La Biblia” entonces nuestra vida será más fácil de vivir.

11 Alegraos En Jehová Y Gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón. Salmo 32.
* El salmista se complace en incluir a otros en el coro de alabanza (ver Sal. 64: 10).
ESTE SALMO es la historia de un hombre que pecó y por un tiempo rehusó confesar su pecado, pero que, habiendo soportado la tortura de la culpabilidad, finalmente reconoció su pecado y lo confesó para poder obtener el perdón. Podría pues, llamárselo el salmo de la justificación por la fe.

Ø FINALMENTE. Pecado es errar en el blanco. 
Cuanta gente vive atormentada en la vida, porque no comprendieron esta simple realidad. Que no hay dicha sin el perdón de Dios. 
Leía la historia de un famoso pugilista que en décadas pasadas era muy prospero. Pero hoy, no es ni sombra del ayer glorioso que vivió y mal vivió. Por eso, se siente atormentado. Pero si conociera la dicha del perdón de Dios. En esta su etapa, sabría cómo vivir y sacarle beneficios.

Ø El Perdón es vital para vivir saludablemente; sin perdón solo hay locura. Hay 3 pasos que debemos entender sobre el perdón y vivir perdonados: Pedir perdón a Dios, al prójimo y a uno mismo.  Puedes pedir perdón a Dios y al prójimo, pero si no sabes perdonarte igual serás desdichado. Los tres deben estar en línea siempre.

Ø Pero para pedir perdón primero debemos reconocer humildemente que pequé, luego arrepentirme y confesarlo a Dios. y en el caso del prójimo y el personal, de igual forma con algunas diferencias. 

Tomar en cuenta lo que dice Mateo 18: 15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

*Nunca debemos olvidar que nuestra base está constituida por lo espiritual. Y lo espiritual se alimenta de forma natural por todo lo que pensamos y hacemos. Y para pensar y hacer, hay una fuente de alimentación que son lo que vemos y oímos.
Ahora, Es importante saber que lo más seguro, es alimentar nuestro ser con todo lo que es saludable y lo saludable es todo lo que sale de la palabra de Dios. así siempre estaremos seguros y dispuestos a alabarlo
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.  Amen. 
Filipenses 4. 3CBA  Ministerio Hno. Pio

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