Jeremías
18:18-23. Jeremías ora
contra sus enemigos.
18 Y dijeron: Venid y maquillemos contra Jeremías; porque la ley no faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no atendamos a ninguna de sus palabras. 19 Oh Jehová, mira por mí, y oye la voz de los que contienden conmigo.
20 ¿Se da mal por bien, para que hayan cavado hoyo a mi alma? Acuérdate que me puse delante de ti para hablar bien por ellos, para apartar de ellos tu ira. 21 Por tanto, entrega sus hijos a hambre, dispérsalos por medio de la espada, y queden sus mujeres sin hijos, y viudas; y sus maridos sean puestos a muerte, y sus jóvenes heridos a espada en la guerra.
22 Óigase clamor de sus casas, cuando traigas sobre ellos ejército de repente; porque cavaron hoyo para prenderme, y a mis pies han escondido lazos. 23 Pero tú, oh Jehová, conoces todo su consejo contra mí para muerte; no perdones su maldad, ni borres su pecado de delante de tu rostro; y tropiecen delante de ti; haz así con ellos en el tiempo de tu enojo. (Jeremías 18).
18. Venid. Los mensajes inconfundibles del profeta suscitaron
la sombría hostilidad de la gente, la cual degeneró en odio manifiesto, hasta
el punto de que procuraron matar a Jeremías (cf. cap. 11:21).
Porque la ley no faltará. Engañándose a sí mismos, los judíos creían que los
sacerdotes y profetas populares les habían impartido suficiente instrucción en
cuanto a la ley, y que podían confiar en esa enseñanza a pesar de las advertencias
de Jeremías relativas a la crisis venidera. Es probable que la situación
revelada en este versículo hubiera constituido el principio de la conspiración
de Pasur (cap. 20:1-3).
20. Cavado hoyo. Expresiva metáfora que representa a los enemigos del
profeta. Sienten tanto resentimiento y
hostilidad que serían capaces de atraparlo en un pozo como a una bestia feroz.
Mi alma. Expresión idiomática que en este caso equivale a
"mí" (ver com. Sal. 16:10).
Me puse delante de ti. Se refiere específicamente a la intercesión
infructuosa del profeta en favor de su pueblo (cap. 14; 15). En el libro
apócrifo (y semi histórico) de 2 Macabeos se hace esta interesante observación
referente a las plegarias intercesoras de Jeremías: "Onías había dicho:
"este es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo y por
la ciudad santa, Jeremías, el profeta de Dios" (2 Mac. 15:14, BJ).
21. Entrega sus hijos. Ver la explicación de esta modalidad un tanto
vengativa (vers. 21-23) en el comentario sobre los salmos imprecatorios, t.
III, p. 630.
22. Óigase clamor. Cuando el pueblo rechazó los ofrecimientos divinos de misericordia, no hubo más remedio que dejar que Jerusalén fuera tomada por los babilonios, los cuales tratarían a sus ciudadanos con la crueldad característica del invasor (2 Rey. 8: 12; Ose. 13: 16). Las esculturas asirias que se han conservado revelan con gran claridad la terrible suerte que aguardaba a los prisioneros de guerra en esos tiempos antiguos.
Lazos. Las trampas empleadas por los cazadores de aves (Sal. 140: 5; 142: 3).
23. No perdones. Ver com. vers. 21. (4CBA) Ministerio Hno. Pio
No hay comentarios:
Publicar un comentario