Jeremías 23. Son las Promesas De La Restauración De Israel Y Condenación De Los Falsos
Profetas. En vista de la insuficiencia humana
para lograr los propósitos divinos en su pueblo. Dios mismo bajaría para tomar
el lugar como el verdadero pastor. En la segunda parte es la condenación de los
falsos profetas, que hicieron tanto daño tomando el nombre de Dios, para
confirmar en la maldad al pueblo y por ello serian juzgados y condenados.
Desde Versículos (1-4) Se Profetiza la restauración del rebaño
esparcido. (5-8) Cristo El renuevo de la casa de David, los gobernará y
salvará. (9-32) Es la denuncia contra los falsos profetas, (33-40) y contra los
burladores de los verdaderos Profetas.
1 ¡AY DE los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová. 2 Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová. 3 Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán. 4 Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová.
5 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. 6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. 7 Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, 8 sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra.
9 A causa de los profetas mi corazón está quebrantado dentro de mí, todos mis huesos tiemblan; estoy como un ebrio, y como hombre a quien dominó el vino, delante de Jehová, y delante de sus santas palabras. 10 Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición la tierra está desierta; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta. 11 Porque tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová. 12 Por tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad; serán empujados, y caerán en él; porque yo traeré mal sobre ellos en el año de su castigo, dice Jehová. 13 En los profetas de Samaria he visto desatinos; profetizaban en nombre de Baal, e hicieron errar a mi pueblo de Israel.
14 Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra. 15 Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra. 16 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová. 17 Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.
18 Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? 19 He aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la tempestad que está preparada caerá sobre la cabeza de los malos. 20 No se apartará el furor de Jehová hasta que lo haya hecho, y hasta que haya cumplido los pensamientos de su corazón; en los postreros días lo entenderéis cumplidamente. 21 No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban. 22 Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras. 23 ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?
24 ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? 25 Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé. 26 ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón? 27 ¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?
28 El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová. 29 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? 30 Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. 31 Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho.
32 He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová. 33 Y cuando te preguntaré este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: ¿Cuál es la profecía de Jehová? les dirás: Esta es la profecía: Os dejaré, ha dicho Jehová. 34 Y al profeta, al sacerdote o al pueblo que dijere: Profecía de Jehová, yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre su casa. 35 Así diréis cada cual a su compañero, y cada cual a su hermano: ¿Qué ha respondido Jehová, y qué habló Jehová?
36 Y nunca más os vendrá a la memoria decir: Profecía de Jehová; porque la palabra de cada uno le será por profecía; pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, de Jehová de los ejércitos, Dios nuestro. 37 Así dirás al profeta: ¿Qué te respondió Jehová, y qué habló Jehová? 38 Mas si dijereis: Profecía de Jehová; por eso Jehová dice así: Porque dijisteis esta palabra, Profecía de Jehová, habiendo yo enviado a deciros: No digáis: Profecía de Jehová, 39 por tanto, he aquí que yo os echaré en olvido, y arrancaré de mi presencia a vosotros y a la ciudad que di a vosotros y a vuestros padres; 40 y pondré sobre vosotros afrenta perpetua, y eterna confusión que nunca borrará el olvido. (Jeremías 23).
1. ¡Ay! En el cap. 23 no se encuentra ninguna indicación de la fecha de este mensaje de angustia. Pero en vista de que esta profecía está entre un mensaje dado antes del cautiverio de Joaquín (cap. 22: 20- 30) y otro que fue dado inmediatamente después de ese cautiverio (cap. 24), parece razonable suponer que el mensaje del cap. 23 fue dado durante el año 597 a. C. Pastores. Los dirigentes civiles de Judá, los sacerdotes y los profetas (ver com., cap. 2: 8). Jeremías presenta (cap. 23: 1-8) el contraste entre estos falsos pastores y los verdaderos pastores que Dios levantaría. Es significativo que en este mismo tiempo, y en el país del exilio, Ezequiel presenta un contraste similar entre los falsos y los verdaderos pastores (Eze. 34).
Mi rebaño. Se recuerda claramente a los dirigentes de Judá que
el Señor es el verdadero Pastor de su rebaño (Sal. 23; 79: 13; 100: 3; Juan 10:
11-15).
2. Dispersasteis Mis Ovejas. Esta acusación era real tanto literal como espiritualmente. Por causa del descuido, de la tiranía, de la debilidad y de la apostasía de sus dirigentes, los israelitas habían sido dispersados por Egipto, Asiria, Babilonia, etc. Yo Castigo. Puesto que los pastores infieles no habían atendido la necesidad de las ovejas, Dios los castigaría por el mal cometido.
3. Yo Mismo Recogeré. Aunque el castigo que habría de sobrevenir a los
"pastores" o gobernantes era seguro y final, había esperanza para el
"remanente" del rebaño. El
profeta presentó estos mensajes de esperanza a Judá en el preciso momento
cuando los ejércitos de Babilonia estaban desplegando su fuerza alrededor de
Jerusalén (ver PR 315), quizá durante el tiempo cuando Joaquín fue asediado en
a. 597 a. C. (ver com. vers. 1).
4. Las Apacienten. Los pastores impíos "se apacentaron a sí
mismos, y no apacentaron mis ovejas" (Eze. 34: 8). Dios anhelaba que los
473 pastores de la restauración fueran leales a su nombre y a su cometido, y
que fueran fieles subpastores del "Príncipe de los pastores" (1 Ped.
5: 2-4).
5. Renuévo. Ver com. Isa. 11: 1; Zac. 3: 8; 6: 12.
Reinará como Rey. Cristo, el "renuevo" reinará con "juicio y justicia" sobre el reino de los redimidos (Isa. 9: 6-7; Dan. 7: 13-14; Apoc. 11: 15).
6. E Israel. La promesa de restauración para los que fueran fieles fue dada a todo el pueblo, tanta la casa de Judá como a la de Israel (ver com. cap. 3: 18).
Jehová, Justicia Nuestra. Este título realza el hecho de que la justicia sólo puede lograse mediante Cristo (Rom. 1: 6-17; 3: 1-25; 8: 1-4; 9: 30-33).
7. No Dirán Más. "En los siglos venideros la liberación obrada
en" favor del pueblo de Dios "excedería por su fama a la realizada
para los hijos de Israel en tiempo del éxodo" (PR 315; ver com. Jer. 16:
14-15).
8. Tierra Del Norte. Ver com. cap. 1: 14.
9. A Causa De Los Profetas. A partir de esta transición un tanto repentina,
comienza una nueva porción del capítulo en la cual se condena la maldad de los
falsos profetas.
10. Adúlteros. En sentido literal, por la vida licenciosa de estos falsos profetas, y en sentido espiritual, por su adoración de otros dioses (ver com. cap. 5: 7). La Carrera. Su manera de vivir. Su Valentía. Mejor, "su fuerza"; fuerza de la cual se habían jactado en vez de gloriarse en la justicia.
11. Son Impíos. Esto es, "incrédulos" o "irreligiosos".
Estos sacerdotes y profetas habían llegado a ser tan inicuos, que se habían
atrevido a practicar su impiedad en el templo, "la casa de Jehová"
(Jer. 7: 8-11" 32: 31-34; Eze. 8: 3-16).
13. Desatinos. Heb. tiflah, lo que es insípido o está fuera de orden. Jeremías se refiere a la impiedad de los falsos profetas del reino del norte de Israel, para destacar la mayor condenación que descansa sobre los del reino del sur de Judá, por su condición apóstata (cap. 3: 6-10). Profetizaban En Nombre De Baal. En otras palabras, daban instrucción religiosa en nombre de Baal (1 Rey. 18: 19; 22: 6-7).
14. Torpezas. La hipócrita temeridad de los falsos profetas que los inducía a profetizar en el nombre del Señor mientras transgredían los mandamientos de Dios, era más horrible para Jeremías que el culto público a Baal. Debido a la misma naturaleza del pecado de hipocresía, hay más esperanza para el pecador descarado que para los hipócritas (ver 2JT 36). Como Sodoma. Aquellos dirigentes espirituales habían llegado a ser tan impíos, que Jeremías, así como lo había hecho Isaías, los compara a los "moradores" de las ciudades de la llanura (Isa. 1: 10; Gén. 13:12).
15. Hiel. Ver com. cap. 8: 14; 9: 15. Hipocresía. Esto es "impiedad", "ateísmo". Ver com. vers. 11.
16. Jehová De Los Ejércitos. Ver com. cap. 7:3. Os alimentan con vanas esperanzas. Aquí se revela la diferencia entre los verdaderos y los falsos profetas. Aquellos reprendían al pueblo por sus pecados, amenazándole con los castigos de Dios si no se arrepentía; éstos calmaban al pueblo presentándole engañosas promesas de paz, las cuales no provenían "de la boca de Jehová" (ver com. cap. 14: 13).
17. Paz. Ver com. cap. 6: 14. Obstinación. Las afirmaciones de los falsos profetas confirmaban a la gente en su iniquidad en vez de llevarla al arrepentimiento.
18. Estuvo en el secreto. ¿A cuál de los falsos profetas había permitido Dios
que participara en sus planes y propósitos secretos? Ver com. Amós 3: 7.
19. Tempestad. Una descripción apropiada del furor y de la fuerza
de la ira de Dios contra los transgresores.
20. No se apartará. Hasta que el propósito de Dios no se cumpliera, el "furor de Jehová" no se apaciguaría. En los postreros días. Después del cautiverio babilónico el pueblo de Dios entendería que todo había sido para su castigo y disciplina (cf. Eze. 14: 22-23).
21. Ellos corrían. Los falsos profetas eran como mensajeros que se
enviaban a sí mismos, que sin esperar la orden del rey salían precipitadamente
de la corte real para anunciar al pueblo en el nombre del monarca lo que no habían
recibido la orden de pregonar (cf. 2 Sam. 18: 22-29).
22. En mi secreto. Ver com. vers. 18. El verdadero mensajero de Dios se
conoce por sus buenos frutos (Mat. 7: 20-21).
23. Dios de cerca. Los verdaderos profetas desempeñaban su obra con la convicción
de que Dios se encontraba cerca de ellos, tanto 474 en pensamiento como en
acción (Sal. 73: 23-26; 139: 7-12), pero los falsos profetas actuaban como si
Dios estuviera "muy lejos" y no se preocupara de los propósitos y las
acciones de los hombres (Sal. 10: 11; 73: 11; 94: 7).
24. ¿Se ocultará alguno? Una amonestación en cuanto a la omnipresencia de
Dios (Sal. 139).
25. Soñé. La pretensión común de los falsos profetas. Se repite textualmente la afirmación
para darle mayor énfasis.
27. Por Baal. Ver como vers. 13.
28. ¿Qué tiene que ver la paja? Dios hace notar el contraste entre la verdadera
revelación que él da a los hombres y la que es falsa (vers. 32). No era ni es
difícil saber cuál es "paja" y cuál es "trigo".
29. Fuego. Cuando la palabra del Señor es pronunciada destruye lo malo, purifica lo bueno y consume como paja las palabras de los falsos profetas (Jer. 5: 14; 20: 9; Sal. 39:3; 1 Cor. 3:12-13). Como martillo. Otro símil o comparación de profundo significado (cf. Mat. 21: 44; Heb. 4: 12).
30. Hurtan mis palabras. Los falsos profetas empleaban el lenguaje de los
verdaderos profetas para disfrazar sus engañosos mensajes y provocar un engaño
mayor en el pueblo.
31. Dice Jehová. Mejor, "oráculo de Yahveh" (BJ), pues no
se emplea la palabra del verbo "decir", sino la palabra ne'um. Los
falsos profetas empleaban el término ne'um, lo cual destaca al máximo el
atrevimiento de sus pretensiones fraudulentas.
32. Sus Lisonjas. "Su presunción" (BJ); "vanas
jactancias" (VM).
33. Profecía. Heb. maŠŠa, "profecía", "carga", "pronunciamiento" (ver com. Isa. 13:1). ¿Cuál es la profecía? Sin duda los falsos profetas exigieron con arrogancia que se les dijera qué profecía tenía Jeremías para ellos. La repetición de la pregunta es irónica. Tanto la LXX como la Vulgata dan la respuesta: "Vosotros sois el pronunciamiento". Es decir, el mensaje atañe a vosotros y es para vosotros.
34. Profecía de Jehová. El castigo especial de Dios caerá sobre el que con
impiedad, descuido y jactancia pronuncie estas palabras.
35. ¿Qué Ha Respondido Jehová? Evidentemente ésta es una protesta contra el uso
atrevido e impío de las palabras "profecía de Jehová" (vers. 34).
Jeremías rechaza esta enseñanza engañosa y exhorta al pueblo para que crea en
las verdaderas expresiones de la voluntad divina, las cuales constituyen la
única respuesta cierta para los problemas y las dificultades de Judá.
36. Jehová De Los Ejércitos. Ver com. cap. 7:3. 37. ¿Qué Habló Jehová? Se repite la pregunta para darle mayor énfasis (ver com. vers. 35).
39. Os Echaré En Olvido. En hebreo la frase está construida en tal forma que
expresa la idea con sumo énfasis. De esta manera se afirma que Dios castigaría
a esos engañadores cuando el ejército invasor de Babilonia capturara y
destruyera a Jerusalén y comenzara su cautiverio (2 Rey. 25: 1-21). 4CBA/Ministerio
Hno. Pio
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