lunes, diciembre 06, 2021

REFLEXIÓN 936. ADVERTENCIAS CONTRA PELIGROS COMUNES EN LA IGLESIA PRIMITIVA: Contra La Especulación Financiera.../EXHORTACIONES FINALES: Paciencia, Buena Conducta, Oración Por los Enfermos… (SANTIAGO 5).

Santiago 5

ADVERTENCIAS CONTRA PELIGROS COMUNES:

Contra Las Ganancias Fraudulentas

Y El Uso Indebido De Las Riquezas, 5:1-6.

Los Ricos Impíos Deben Temer La Venganza Divina.

EXHORTACIONES FINALES, 5:7-20.

A.      La paciencia es necesaria hasta que venga Cristo, 5:7-11.

Debemos Ser Pacientes En Las Aflicciones,

Siguiendo El Ejemplo De Los Profetas Y De Job.

B.       Siempre se necesita una conducta apropiada, 5:12.

Evitar El Juramento.

C.       La oración es eficaz para ayudar a los enfermos, 5:13-18.

Orar En La Adversidad Y Cantar En La Prosperidad.

Confesarnos Mutuamente Las Faltas 

Y Orar Los Unos Por Los Otros. 

D. Exhortación a trabajar por la salvación de otros, 5:19-20.

Atraer A La Fe A Los Hermanos Extraviados.

1 ¡VAMOS ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. 2 Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. 3 Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.

4 He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. 5 Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. 6 Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.

7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. 9 Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. 10 Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. 12 Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.

13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? 14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, 20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. (Santiago 5).

1. ¡Vamos ahora! El claro reproche anterior (cap. 4:13) está dirigido a los que se afanan por ser ricos sin pensar en el plan de Dios para su vida. Aquí Santiago está reprochando a los que han alcanzado su meta material y ya son ricos.

Ricos. El contexto inmediato implica que los "ricos" son ejemplos notables de quienes tienen muchas oportunidades para hacer el bien, pero evitan hacerlo. Estos "ricos" pueden ser o no miembros de la iglesia. Santiago presenta la condición de los "ricos" en su debida perspectiva para que no los envidien los miembros de la iglesia que sufren necesidades por faltarles ropas y estar afligidos por la pobreza. Hay posesiones más duraderas y de más valor que las riquezas materiales.

Esta condenación de los ricos es adecuada después de haber tratado la forma en que se deja a Dios cuando se va en procura de placeres terrenales (cap. 4). Compárese esto con el concepto que Cristo tenía de las riquezas (ver com. Luc. 6:24).

Aullad. Gr. ololúzo, "aullar", "gritar".

Miserias. Gr. talaiporía, "sufrimiento", "desgracia", "miseria".

Vendrán. Literalmente "sobrevienen". Sin duda un presente con carácter de futuro como en Juan 14:3 (ver el comentario respectivo). 

El apóstol se refiere a la inseguridad que siempre rodea a la acumulación de riquezas, y también a las crecientes tensiones que habrá a medida que se acerquen los últimos días de la historia del mundo (ver com. 3,7).

2. Riquezas. Un término general que quizá incluye ropas, oro y plata; sin embargo, si el participio "podridas" debe entenderse literalmente, estas "riquezas" se referirían al producto de los campos y los rebaños, a cereales, frutas, vino, aceite y otros comestibles que se almacenaron hasta que se echaron a perder.

El rico insensato de la parábola de Cristo tenía la mayor parte de su riqueza en productos agrícolas (ver com. Luc. 12:16-20). Con frecuencia estas "riquezas" fomentan la complacencia propia y son adquiridas a expensas de los derechos de otros (ver Sant. 5:4). El rico inconverso "no es rico para con Dios", a pesar de todas sus riquezas terrenales (ver com. Luc. 12:21).

Ropas. Demostrar riqueza mediante la acumulación de ropas costosas era más común en las tierras bíblicas entonces que en los países occidentales hoy, porque las modas cambiaban muy poco. Pero los vestidos costosos en todas partes son una señal de riqueza. Comidas de polilla. Ver com. Mat. 6:19-20.

3. Enmohecidos. O "corroídos". El autor compara lo mejor de las riquezas terrenales con hierro herrumbrado e inservible.

Moho. "Herrumbre" (BJ). 

El deslustre del oro y la plata de las riquezas del opulento, demuestra que no se han usado desde hace largo tiempo. Compárese con el caso del hombre de la parábola de los talentos que ocultó en la tierra su único talento (ver com. Mat. 25:25-30).

Testificará. Esta herrumbre que indica que no se han usado las posesiones, será una clara evidencia contra los "ricos" en el día del juicio. 

Su dinero ha sido egoístamente acumulado cuando podrían haberlo usado para servir a Dios y al hombre. La destrucción de sus tesoros presagia su condenación inminente.

En la época del AT la gente a menudo escondía su dinero en un lugar secreto que consideraban seguro (ver Isa. 45:3), pues no había bancos donde se pudieran depositar los fondos.

Devorará O "consumirá". Esta "herrumbre" implica la destrucción de las posesiones materiales y también del cuerpo y del alma.

Como fuego. Es posible relacionar estas palabras con la oración que sigue, de esta manera: "Puesto que habéis atesorado fuego para los postreros días". "Fuego" se referiría aquí al castigo final que Dios hará caer sobre todos los impíos.

 "Herrumbre" figuradamente representa los tesoros inútiles que los impíos prefirieron antes que las riquezas celestiales. Lo que ha sido sólo "herrumbre" se consumirá en el "fuego" del día final.

El fuego del día final aguarda a todos los que se afanan por adquirir posesiones materiales; por lo tanto, "los días postreros" corresponden con el día del juicio final. Compárese con la traducción literal de Rom. 2:5: "Estás atesorando ira para ti mismo para el día de la ira".

Habéis acumulado tesoros. Los avaros atesoran mediante sus actos de egoísmo una plena medida de castigo, que Dios hará caer sobre ellos en el día del juicio. 

Los "ricos" piensan que aseguran su futuro mediante la acumulación de riquezas materiales, pero al hacerlo descuidan lo que los haría "ricos para con Dios" (Luc. 12:21). 

Cada ser humano, rico o pobre, recibirá lo que merece y ha ganado (ver com. Mat. 16:27; Luc. 6:35; 1Cor. 3:8; Apoc. 22:11). La retribución que los impíos ricos han atesorado será el "fuego" de la ira de Dios (Apoc. 20:15; 21:8).

Para los días postreros. O "en los últimos días". Ver com. 2Tim. 3:1. 

Las afirmaciones de nuestro Señor acerca de la acumulación de riquezas (ver com. Mat. 6:24-34; Luc. 12:13-34; etc.) revelan que la condición descrita en Sant. 5:1-6 prevalecía en los días del NT.

Lo mismo sucedió en los tiempos del AT (Isa. 5:8; Amós 2:6-8; Miq. 2:1-3; etc.). 

La codicia siempre induce a la opresión, y siempre será así. 

Pero como sucede con la violencia y la injusticia de las cuales habla Pablo en 2Tim. 3:1-5 (ver el comentario respectivo; cf. Sant. 5:7), la codicia y la opresión llegarán a su punto máximo en los días inmediatamente antes de 'la venida del Señor". En 'los días postreros' los impíos recibirán con seguridad la retribución que han estado atesorando.

4. He aquí. Santiago describe vívidamente el método con el cual muchos de los "ricos" han reunido sus fortunas. Los fraudes o la demora en el pago de los salarios se prohíben específicamente en el AT (ver com. Deut. 24:14-15). Los ricos piensan que están atesorando "oro", cuando en realidad están atesorando "fuego" para sí mismos en el día del juicio (ver com. Sant. 5:3).

Clama. En sentido figurado, como la sangre de Abel (ver com. Gén. 4:10), los pecados de Sodoma y Gomorra (Gén. 18:20; 19:13) y las almas de los mártires debajo del altar (Apoc. 6:9-10). Ninguna injusticia escapa de la atención del Dios omnisapiente.

Jornal. "Salario" (BJ).

Obreros. Aquellos por cuyo esfuerzo los ricos se han enriquecido.

Cosechado. Representa cualquier clase de servicio por el cual se paga un salario.

Por engaño no les ha sido pagado. El texto griego implica que los salarios han sido retenidos y continúan siéndolo.

Por vosotros. Se condena así todo esfuerzo por aprovecharse del trabajo ajeno, ya sea por fraude público o mediante el pago de salarios ínfimos.

Los clamores. Junto con el clamor inaudible del fraude se hallan los reclamos personales de los que han sido oprimidos, y como resultado están angustiados.

Señor de los ejércitos. Ver Com. Jer. 7:3; Rom. 9:29. 

El Dios omnipotente no pasará por alto el clamor que pide justicia, y se asegura a los obreros oprimidos que llegará el día cuando prevalecerá Injusticia y se repararán los daños que hayan sufrido (ver Luc. 16:19-25).

5. Vivido en deleites. Gr. trufáo, "vivir desordenadamente", "llevar una vida de libertinaje". Las riquezas amasadas a expensas de los pobres se despilfarran en la búsqueda de placeres (ver com. cap. 3:15; 4:3).

Sobre la tierra. Esta tierra es el centro de sus anhelos; pero el verdadero cristiano pone su corazón en el cielo (ver Col. 3:1-2).

Sido disolutos. "Os habéis entregado a los placeres" (BJ).

Engordado vuestros corazones. "Hartado vuestros corazones" (BJ). El propósito de una vida disoluta es complacer cada deseo o cada capricho (cf. Luc. 12:19). 

El egoísmo fomentado es embriagante, y los que lo fomentan nunca se sienten satisfechos.

Como. La evidencia textual establece (cf. p.10) la omisión de esta palabra. La omiten la BJ y BA.

En día de matanza. El día del ajuste de cuentas se aproxima para todos, buenos o malos (ver com. 2 Cor. 5:10). Una vida alimentada con la complacencia propia es como una oveja que es engordada para el matadero (cf. Sant. 5:3). En el AT esta frase es sinónimo de "día de juicio" (ver Jer. 12:3; 25:34).

6. Condenado. Como ha sucedido en todos los siglos, con frecuencia la riqueza de los poderosos distorsiona decididamente los procedimientos de la justicia. Esto era lamentablemente cierto en los tiempos bíblicos (cf. com. cap. 2:6).

Justo. Desde el asesinato de Abel (Gén. 4:8) hasta el fin del tiempo, la mano de los opresores egoístas ha infligido desgracias a los inocentes, y a veces hasta la muerte.

Hace resistencia. Gr. antitásso, "oponerse", "ofrecer resistencia". El testimonio de esos justos "condenados" y maltratados se presentará en el día del Juicio Como una terrible condenación contra todos los opresores. Los justos oprimidos no pueden resistir la tiranía de los ricos, y sólo se les hará justicia cuando Dios intervenga para defender su causa. Entonces se les hará justicia, serán compensados y sus injustos opresores serán destruidos (cf. vers. 3,5).

7. Por tanto. Algunos pueden estar en peligro de dar un traspié espiritual porque observan la prosperidad material de los impíos (cf Sal. 73:2-3). Otros pueden desanimarse debido a la opresión incesante de los ricos (Sant. 2:6; 5:6). Pero la certidumbre del juicio venidero y la vindicación de los justos (ver coro. Rom. 2:6) constituyen una poderosa razón para que se renueve su ánimo.

Tened paciencia. En vista de la vindicación final de los justos cuando vuelva Cristo, Santiago insta a sus hermanos en la fe a tener paciencia frente a las provocaciones y a no desanimarse. La perspectiva de la brevedad de las dificultades terrenales comparadas con el gozo perdurable de la vida eterna, ha sido siempre un motivo de ánimo para los rectos de corazón.

Venida. Gr. parousía, "presencia", "llegada" (ver com. Mat. 24:3). Pablo describe el advenimiento de Cristo como la esperanza bienaventurada" (Tito 2:13). En ese día serán recompensados los justos (Luc. 14:14).

Labrador. O "agricultor". Compárese con la analogía de Cristo que compara el fin del mundo con una cosecha (ver com. Mat. 13:30; 24:32).

Precioso. Es decir, amado, valioso.

Paciencia. El agricultor siembra la semilla, y lo único que puede hacer después es esperar con paciencia que crezca. El cristiano debe esperar que se presenten dificultades y pruebas así como el agricultor sabe que habrá dificultades y pruebas en su trabajo.

Reciba. Puede referirse al "fruto" que recibe la lluvia, o al agricultor que considera la lluvia como una condición de Dios.

La lluvia temprana y la tardía. La evidencia textual establece (cf. p. 10) la omisión de la palabra "lluvia"; sin embargo, indudablemente se entendía "lluvia" (ver Jer. 5-4; Ose. 6:3; Joel 2:23; com. Deut. 11:14). El agricultor debía ser paciente al esperar ambas lluvias, pues si faltaba una no habría cosecha.

8. También. Esta admonición se basa en la ilustración del vers. 7. Si los hombres están dispuestos a aceptar el método de Dios para sembrar, cultivar y cosechar, también deben estar listos a someterse a la conducción divina para que se complete la cosecha espiritual del mundo (Mat. 13:39).

Afirmad. Gr. sterizo, "asegurar", "establecer", "sostener". Dios fortalece el corazón (1Tes. 3:13), pero nos pide que cooperemos con él en esa obra.

Venida. Ver com. vers. 7.

Se acerca. Gr. eggízo, "acercarse", "estar cerca". 

Aunque Jesús dijo que nadie conoce ,el día y la hora' de su segundo advenimiento, estimula a los cristianos a comprender el significado de los tiempos para saber cuándo se acerca su venida (ver com. Mat. 24:36). 

Cristo amonesta a sus discípulos a que estudiaran siempre preparados para su regreso, y los cristianos consagrados de todos los siglos han atesorado la esperanza de que el advenimiento ya estuviera próximo en sus días. 

Ver Nota Adicional de Rom. 13.

9. Quejéis. Gr. stenazo, "gemir", "suspirar". Un gemido "contra otros" sería una murmuración, algo reprimida, de impaciencia o de condenación.

Unos contra otros. Después de exhortar a sus lectores a tener paciencia para soportar las injusticias de los ricos opresores (vers. 7), el apóstol los aconseja a ser pacientes el uno con el otro. Los cristianos que sobrellevan con valor las injusticias más graves, a veces se impacientan ante los problemas menores que aparecen en la iglesia. Los cristianos deben ser reanimados por sus hermanos cuando sufren aflicciones.

Condenados. Gr. kríno, 'juzgar'. Ver com. Rom. 2:1; cf. Mat. 7:1-5. Quejarse y criticar es una falta tan grave como la condenación directa, y revela un espíritu carente de amor y contencioso.

Juez. O el Señor Jesús (cf. Fil. 4:5; Sant. 5:8). El Padre ha confiado a su Hijo el juicio de este mundo (ver com. Juan 5:22,27; Hech.10:42).

Está delante. El texto griego implica que el Señor estaba a la puerta en ese mismo momento (cf. Sant. 5:8; ver com. Mat. 24:33). Santiago destaca la inminencia del advenimiento y que los tiempos exigen que el carácter esté preparado para el encuentro con el Señor. No hay tiempo para buscar faltas en otros.

10. Tomad como ejemplo. O como modelo.

Aflicción. Gn kakopatheia, "sufrimiento", 'desgracia", "aflicción".

Paciencia. Cf vers. 7. Así como el ejemplo del sufrimiento de los profetas debe impedir nuestro desánimo, el ejemplo de su paciencia también debe animarnos a ser pacientes.

Profetas. Cf. Mat. 5:12; Heb. 11:1 a 12:11. El valor inmutable de otros, que soportaron fielmente estando en medio de padecimientos similares, reanima a los que los siguen. Además, si los mejores hombres son afligidos, otros buenos hombres pueden esperar que les sucederá lo mismo (cf. Mat. 10:24-25; Juan 16:33).

En nombre del Señor. Es decir, por autoridad de él y representándolo (ver com. Hech. 3:16). Santiago y sus lectores creían que el AT consiste de mensajes dados a los profetas por Dios (ver com. 2Tim. 3:16; 2Ped. 1:20-21).

11. Tenemos por bienaventurados. Gr. makarízo, "declarar feliz", "llamar bendito". Makárioi, adjetivo plural, da comienzo a cada una de las bienaventuranzas.

 (Ver com. Mat. 5:3).

Sufren. El griego dice "han sufrido"; indica que sufrieron en el pasado y siguen sufriendo ahora. Una inmutable fidelidad en medio de los problemas de la vida (ver com. cap. 1:3), revela una lealtad indivisa a Dios y se convierte en requisito para la vida eterna.

 (Ver com. Mat. 10:22; 24:13). 

Cuando los miembros de la iglesia son llamados a sufrir penalidades, pueden reclamar la misma bienaventuranza.

Job. Pocos han sido llamados a demostrar su fe en circunstancias más terribles. 

Es evidente que el autor de la epístola consideraba a Job como un personaje histórico y no alegórico.

Fin. Gr. télos, "designio", "propósito meta". Se insta a los miembros de la iglesia a considerar el propósito y el resultado de las Pruebas satánicas infligidas a Job. 

El Señor permitió que Satanás lo afligiera para que el esplendor de su fe puesta a prueba, vindicara la valoración que Dios había hecho de ese siervo suyo. Dios nunca desechó a Job, y cuando éste demostró su fidelidad, Dios lo recompensó con creces (ver com. Job 42:12,16). 

Aquellos a quienes dirigía Santiago sus observaciones quizá estaban en peligro de creer que sus aflicciones eran una señal del desagrado de Dios. Si habían perdido todo por seguir a Cristo, serían recompensados en el mundo venidero (ver com. Mat. 19:29).

Muy misericordioso. O "magnánimo".

Compasivo. Santiago anima a cada miembro de iglesia a hacer frente a las aflicciones de la vida con valor y paciencia, porque finalmente Dios los recompensará.

12. Sobre todo. Santiago llega al clímax de su razonamiento en los vers. 1-11. 

Cf. com. Mat. 5:33-37.

No juréis. Ver com. Mat. 5:34-37.

Sí sea sí. Cuando las palabras de un hombre son siempre verdaderas como sus hechos lo demuestran, no tendrá por qué tratar de probar sus afirmaciones con juramentos. Los rabinos decían: "El Santo, bendito sea él, dijo a Israel: 'No imaginéis que se os permite jurar por mi nombre aun cuando sea verdad' " (Midrash Rabbah, Núm. 30:2-16).

Condenación. Gr. krisis "juicio". Ver com. vers. 9; cf Exo. 20:7.

13. Afligido. Gr. kakopatheo, "sufrir desgracia" (cf. vers. 14). 

Santiago menciona a menudo que es inevitable hacer frente a dificultades y problemas en esta vida (cap. 1:2,12; 14; 2:6,15; 3:14-16; 4:7; 5:6).

Haga oración. La oración es la respuesta adecuada, en vez de murmurar en medio de la aflicción (vers. 7) o de prorrumpir en juramentos (vers. 12). La oración equilibra y permite ver con claridad tanto en el sufrimiento como en el gozo. El Señor espera que recurramos a él cuando estemos en la adversidad (ver com. Sal. 50:15; Heb. 4:16).

¿Está alguno alegre? O "¿está alguno gozoso?" El plan de Dios es que los miembros de iglesia vivan vidas serenas y gozosas (ver Prov 15:13,15; Hech. 27:22,25). 

En medio de los problemas de la vida, los cristianos pueden estar seguros de la gracia y del consuelo de Dios que los sostienen.

Cante alabanzas. Gr. psállo, "tocar instrumento de cuerdas", "cantar un himno de alabanza" (ver com.  Efe. 5:1 g; Col. 3:16). Dios es la fuente de todo gozo, y recordar este hecho impide que una persona caiga en el desaliento. Tanto en el pesar como en el gozo, la oración y la alabanza harán que siempre tengamos en cuenta el cuidado amante de Dios.

14. Enfermo. Que padece dolencia física. En el vers. 13 la referencia es a aflicciones y penalidades de orden general.

Llame. Se insta al enfermo a tomar la iniciativa para pedir que se hagan oraciones especiales por él.

Ancianos. Gn presbúteros (ver com. Hech 11:30).

Oren. Aunque debemos "orar siempre, no desmayar" (ver com. Luc. 18:1), debiéramos sentir una necesidad mayor de oración cuando estamos enfermos. Con frecuencia la esperanza y la confianza se debilitan e medio de la aflicción física. Por eso, Cristo quiere que sus siervos impartan su bálsamo sanador y su amor reconfortante. 

La oración genuina es una manifestación del esfuerzo humano para comprender el plan de Dios para cooperar con ese plan.

 (Ver com. Mat 6:8; Luc. 11:9).

Ungiéndole. Gr. aléifo, "ungir", "untar" (cf. Mar. 6:13, donde aléifo también se usa en el caso de ungir "con aceite a muchos enfermos").

Es evidente que la iglesia primitiva no atribuía ninguna eficacia sacramental a la ceremonia del ungimiento, aunque posteriormente la iglesia empleó lo que se suponía que era "óleo santo", con el propósito de curar los enfermos. Alrededor del siglo VIII ya Se utilizaba este pasaje de las Escrituras como fundamento para la práctica de lo que los católicos llaman extremaunción, el último rito de la Iglesia Católica para los moribundos. Concilio de Trento, en su 14.ª sesión, e 1551, declaró oficialmente que Santiago enseña aquí la eficacia sacramental del aceite.

Nombre del Señor. Los hombres no son sino instrumentos; los milagros de la curación y del perdón de los pecados se efectúan en el nombre de Jesucristo (ver Mar. 16:17; com. Hech. 3:16). El servicio completo, incluso la aplicación del aceite y la plegaria que se eleva, deben efectuarse en armonía con la voluntad del Señor.

La oración que se ofrece, no importa cuál sea su propósito, es algo serio pues significa que una persona desea sinceramente cooperar con Dios y obedecer sus mandamientos. 

La falta de completa sinceridad invalida cualquier oración (ver com. Sal. 66:18). Por lo tanto, el enfermo no puede esperar la bendición de Dios a menos que tenga el sincero propósito de abandonar las prácticas que, por lo menos en parte, puedan haberle causado su enfermedad, y vivir en adelante en armonía con las leyes de Dios y de la salud.

Además, los pedidos deben hacerse de acuerdo con la voluntad de Dios, pues nadie sabe qué es lo mejor para otro (ver com. Rom. 8:26). 

En la vida, algunas de las lecciones más necesarias y preciosas se aprenden en el crisol del sufrimiento (cf. Heb. 2:10). Por lo tanto podría ser que, aunque Dios no causa el sufrimiento (ver com. Sant. 1:13), tal vez pudiera considerar que lo mejor es que continúe por algún tiempo (ver MC 175).

Por lo tanto, la oración por el enfermo debe elevarse con confianza y sumisión, ejerciendo una tranquila fe en un sabio Padre celestial, que sabe qué es lo mejor y que nunca comete error. Por lo tanto, cada pedido hecho en oración cristiana, presentado con inteligencia, incluye este sumiso pensamiento: "Hágase tu voluntad" 

(Ver com. Mat. 6:10; Sant. 4:15; cf. MC 174-176). 

15. Oración de fe. Ver com. cap. 1:6. 

La falta de fe es un obstáculo para la recuperación de la salud (ver com. Mar. 6:5), como lo es para la salvación (ver com. Efe. 2:8). 

Un hombre de fe confía en la sabiduría y en el amor de Dios, y procura "comprender su propósito [de Dios] y realizarlo" (MC 176). Por lo tanto, la oración de fe es la que ofrece la persona que se distingue por su fe.

Salvará. Gr. sózó, "rescatar de la destrucción", "sanar", "salvar". 

En el NT se registran casos de una súbita y milagrosa recuperación de la salud.

(Mat. 9:22; Mar. 6:56; Hech 3:7; 14:8-10). 

Sin embargo, es bueno recordar que no toda persona que ha tenido fe verdadera ha sido sanada (ver com. 2 Cor. 12:7-10; cf. MC 176).

Por eso, puede entenderse que Santiago esté diciendo: "La oración de fe sanará al enfermo, si el Señor estima que es lo mejor para él". La restauración de la salud como respuesta a la oración puede ser inmediata, o ser un proceso gradual. Puede producirse directamente por un acto divino que trasciende al conocimiento limitado que tiene el hombre de las leyes naturales, o puede producirse indirectamente -y más gradualmente- mediante la conducción divina en la aplicación de tratamientos médicos.

Este último proceso es una respuesta tan válida a la oración como el primero, y es ciertamente, como el otro, una manifestación del amor, la sabiduría y el poder del Señor. El cristiano maduro reconoce que Dios no hace por una persona lo que ésta puede hacer por sí misma o lo que otros pueden hacer a favor de ella. El cristiano maduro comprende que el amor y la sabiduría de Dios no intervienen, como regia general, en forma sobrenatural en lo que puede hacerse por medios naturales o mediante la aplicación inteligente de principios científicos conocidos.

Pecados. En forma más específica, pecados que, por lo menos en parte, hayan podido causar la enfermedad (ver com. Mar. 2:5). La oración, para ser sincera, debe estar acompañada por la confesión de los pecados conocidos y por el propósito sincero y sin ninguna reserva de poner la vida en armonía con la voluntad de Dios. Cuando así se hace, las transgresiones anteriores de los principios conocidos del sano vivir, son generosamente perdonadas debido a la misericordia divina y a la determinación del enfermo de vivir desde allí en adelante en armonía con los sanos principios de salud (ver com. 1Juan 1:9). Dios fomentaría el pecado si restaurara físicamente a un hombre sin que éste estuviera firmemente dispuesto a abandonar las prácticas perjudiciales y pecaminosas (ver MC 173).

16. Confesaos. La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "confesaos, por lo tanto". El requisito básico para que haya una fe sincera en la oración, es una conciencia clara. Las faltas cometidas en secreto deben confesarse solamente a Dios. Los pecados en que se hallen implicados otros, también deben ser confesados a los que han sido perjudicados. Una conciencia culpable es una barrera que impide confiar plenamente en Dios, y desvirtuará la oración.

Ofensas. Si bien algunos MSS tardíos usan la palabra paráptoma, "falta", "error" (ver com. Rom. 11:11), la evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "pecados" (hamartía; ver com. 1Juan 3:4). 

Algunos han sugerido que paráptoma se refiere a faltas menos graves que hamartía; pero la diferencia esencial entre ambas palabras parece más bien radicar en lo que representan -una "caída" o un,"extravíos"-, y no un grado de maldad. 

Sin embargo, con la probable excepción de hamartía en este versículo, siempre se usa este vocablo en el NT para indicar ofensas que sólo Dios puede perdonar (cf. Mar. 2:7), mientras que paráptoma puede también referirse a aquellas faltas que pueden perdonar nuestros prójimos (cf. Mat. 6:15).

Los enfermos son aquí los que deben confesar sus pecados, y por eso algunos sostienen que Santiago enseña que deben hacerlo en presencia de "los ancianos de la iglesia" (vers. 14) que se han reunido para orar por ellos. 

La confesión es un requisito previo de la oración que busca o pide curación. Las Escrituras claramente enseñan que los pecados deben ser confesados únicamente a Dios (1 Juan 1:9; etc.), y que sólo tenemos un "mediador" para los pecados entre Dios y el hombre: Jesucristo (1 Tim. 2:5). Él es nuestro abogado "con el Padre" (1 Juan 2:1). Sin embargo, cuando una falta o un pecado afecta a otro ser humano -lo cual casi siempre ocurre- debe buscarse el perdón del afectado.

Orad. Además de servir para reanimarnos, la oración compartida aumenta nuestra capacidad para recibir las bendiciones que Dios desea concedernos.

Para que. Después de que el enfermo ha confesado todo pecado y ha examinado su corazón para determinar la sinceridad de su fe (ver com. cap. 1:6), entonces puede pedirse la curación divina. Sólo cuando se han cumplido estas condiciones es que Dios está dispuesto a conceder la curación, si ése es su plan.

Oración. Gr. déésis, "petición", "súplica".

Eficaz. "Ferviente" (BJ); "fervorosa" (NC); es decir, hecha con fervor.

Justo. La oración no depende del talento, el conocimiento, la jerarquía, la riqueza o el cargo, sino de la relación que el que ora tiene con Dios. Este no está libre de todo error, pues ni aun Elías (ver com. vers. 17) era perfecto. Pero es "justo" porque no se aferra a un pecado conocido (ver com. Sal. 66:18); es "justo" porque mantiene un pleno compañerismo y una activa comunión con Dios, como lo hacía Elías.

Puede mucho. Gr. isjúó, "ser fuerte", "tener poder". La oración, como medio de cooperación con la voluntad de Dios (ver com. Luc. 11:9), contribuye en mucho a fortalecer la paciencia cristiana y a desarrollar el carácter cuando brota de labios puros y fieles al Señor.

17. Elías. Ver com. 1 Rey 17:1.

Hombre. Cualquier ser humano sin ninguna ventaja sobre los lectores de Santiago. Aunque Elías no murió porque así lo dispuso Dios, hizo frente a la vida como cualquier otro hombre.

Pasiones semejantes. Gr. homoiopathés, "de sentimientos iguales", "de la misma naturaleza". Pablo y Bernabé aseguraron a la gente de Listra que eran homoiopathés, es decir, iguales a ellos (Hech. 14:15). Elías no estuvo libre de las pruebas de la vida a las que se enfrentan todos los seres humanos, y a veces fue afectado por las debilidades humanas (ver com. 1Rey. 19:4). Por lo tanto, el éxito de la oración de Elías no fue el resultado de ninguna cualidad sobrehumana, sino de la gracia de Dios. Jesús fue tentado como lo son todos los humanos (ver com. Heb. 4:15), y "como humano, la oración fue para él una necesidad y un privilegio" (CC 93).

Oró fervientemente. Ver com. 1 Rey. 17:1; 18:42; cf. com. Sant. 5:16.

Lloviese. Ver com. 1 Rey. 17:1. Su oración no era motivada por ningún resentimiento que albergara contra Acab, sino se basaba en el juicio de Dios contra toda la nación debido al culto a Baal.

Tierra. O el país gobernado por Acab. Tres años y seis meses. En cuanto a la duración del hambre, ver com. 1Rey. 18:1 (cf. Luc. 4:25).

18. Otra vez oró. Esta oración y la anterior fueron motivadas por un fervoroso deseo de rescatar a sus compatriotas de su terrible idolatría. Cuando alcanzó su meta y reconocieron que Jehová es el verdadero Dios, Elías oró en su favor, 

(ver com. 1 Rey. 18:42-44). Amaba a la gente, pero odiaba sus pecados.

El cielo dio lluvia. El registro sagrado dice "una gran lluvia" (1 Rey. 18:45).

19. Hermanos, si alguno. Santiago concluye su epístola de amonestación e instrucción demostrando su solícito interés por la salvación de cada uno de sus lectores. La nota dominante de la Epístola de Santiago ha sido la tierna preocupación del apóstol por el bienestar eterno de sus amados hermanos,

 (cap. 1:2; 2:1; 3:1,10; 4:11; 5:7,10,12).

Extraviado. Gr. planáo, "desviarse", "vagar". Los miembros de la iglesia pueden extraviarse doctrinalmente aceptando el error, o pueden abandonar los principios de la conducta cristiana cayendo en prácticas pecaminosas, o pueden descarriarse al ser atraídos por los característicos apetitos humanos (ver com. cap. 1:14-15).

Verdad. Es decir, la norma de vida y pensamiento como se revela en Jesucristo,

 (ver Juan 14:6; com. Juan 8:32).

Hace volver. "Convierte" (BJ). Atraer con amor a los que se han descarriado y afirmarlos en la fe, es una responsabilidad que incumbe no sólo a los ancianos de la iglesia sino a cada cristiano. Por el ejercicio de la misericordia en la confesión de las ofensas "unos a otros" y mediante la oración del uno por el otro (ver com. vers. 16), muchas horas de debilidad y duda pueden ser iluminadas con esperanza y fortaleza.  Nadie vive para sí, y a veces todos necesitamos la ayuda de la mano tranquilizadora de un hermano con quien podamos compartir nuestros problemas y que nos infunda valor.

20. Sepa. O por haberlo realmente experimentado. El "gozo" del cielo es compartido por el ganador de almas cuando "un pecador se arrepiente" (ver com. Luc. 15:7).

Haga volver. Ver com. vers. 19. Sólo Dios convierte al pecador; los seres humanos son sus instrumentos en esa obra celestial. Son muchas las formas como el cristiano puede hacer que los pensamientos de los hombres se vuelvan a Dios. El argumento más poderoso para inducir a los pecadores a volverse a Dios es la pureza y la paz del cristiano.

Muerte. Es decir, muerte eterna. El castigo de la muerte eterna aguarda a todos los que permanecen en sus pecados (ver com. Rom. 6:23). 

Rescatar a un pecador de la muerte eterna es muchísimo más glorioso que rescatarlo de la muerte física (ver Dan. 12:3).

 El deseo de rescatar a los hombres que de otra manera habrían perecido eternamente, impulsó a Jesús a venir a esta tierra. El mismo interés por sus prójimos motivará al cristiano genuino.

Cubrirá. Gr. kalúpt, "cubrir", "velar". (ver com. Sal. 32:1). Cf. 1Ped. 4:8.

Cuando un hombre se convierte, sus pecados son cubiertos y son echados "en lo profundo del mar" (ver com. Miq. 7:19). Santiago concluye su majestuosa exhortación a sus hermanos cristianos con la nota del mensaje del NT: son posibles el rescate del hombre de sus pecados y su restauración a la estatura plena de Jesucristo por medio del poder y la gracia de nuestro amado Salvador. (7CBA).

COMENTARIOS DE EGW

1-20. TM 124,126. La verdadera religión significa vivir la Palabra en vuestra vida práctica. Vuestra profesión no tiene ningún valor sin la práctica realización de la Palabra. "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame". Esta es la condición para ser discípulo.

El pecado de estos últimos días está sobre los profesos hijos de Dios. Por el egoísmo, el amor al placer y el amor al vestido, niegan a Cristo al cual su condición de miembros de Iglesia indica que están siguiendo.

1-5. PVGM 305-306. DIOS NO QUISO NUNCA QUE EXISTIESE LA EXTENSA MISERIA QUE HAY EN EL MUNDO. Nunca quiso que un hombre tuviese abundancia de los lujos de la vida mientras que los hijos de otros llorasen por pan. 305 Los recursos que superan las necesidades reales de la vida, son confiados al hombre para hacer bien, para beneficiar a la humanidad.

EL SEÑOR DICE: "Vended lo que poseéis, y dad limosna". Sed "dadivosos", comunicad "con facilidad". "Cuando haces banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos".*Lucas 12:33; 1Tim. 6:18; Lucas 14:13. "Desatar las ligaduras de impiedad", "deshacer los haces de opresión", "dejar ir libres a los quebrantados", "que rompáis todo yugo". "Que partas tu pan con el hambriento", que "a los pobres errantes metas en casa". "Cuando vieres al desnudo, lo cubras".  Que "saciares el alma afligida". "Id por todo el mundo; predicad el Evangelio a toda criatura". *Isa. 58:6,7,10; Marcos 16:15.

ESTAS SON LAS ÓRDENES DEL SEÑOR. ¿Está haciendo esta obra el conjunto de los que profesan ser cristianos?

¡Cuántos hay que se están apropiando para sí los dones de Dios! ¡Cuántos están añadiendo una casa a otra y un terreno a otro! ¡Cuántos están gastando su dinero en placeres para satisfacer el apetito, conseguir casas, muebles y vestiduras extravagantes!  Dejan a sus semejantes en la miseria y el crimen, la enfermedad y la muerte.

MULTITUDES Están Pereciendo sin una mirada de compasión, ni una palabra, ni una acción de simpatía.

LOS HOMBRES SE HACEN CULPABLES DE ROBAR A DIOS. Su empleo egoísta de los recursos que tienen priva al Señor de la gloria que debiera tributársele mediante el alivio de la humanidad doliente y la salvación de las almas.  Están cometiendo desfalcos con los bienes que él les ha confiado.

EL SEÑOR DECLARA: "Llegarme he a vosotros a juicio y seré pronto testigo contra los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, y del huérfano, y los que hacen agravio al extranjero". "¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En los diezmos y las primicias. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado". Mal. 3:5,8,9.

"Ea ya ahora, oh ricos... vuestras riquezas están podridas:  vuestras 306 ropas están comidas de polilla.  Vuestro oro y plata están corrompidos de orín, y su orín os será en testimonio... Os habéis allegado tesoro para en los postreros días""Habéis vivido en deleites sobre la tierra y sido disolutos". "He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos". Sant. 5:1-3, 5,4.

A CADA UNO se le pedirá que entregue los dones que le fueron confiados. En el día del juicio final, las riquezas que los hombres hayan acumulado no les valdrán de nada.

NO TIENEN NADA que pueden llamar suyo. Los que pasan la vida acumulando tesoro mundanal, manifiestan menos sabiduría, menos reflexión y cuidado por su bienestar eterno de lo que manifestaba el mayordomo infiel por su sostén terrenal.

MENOS SABIOS QUE LOS HIJOS DE ESTE MUNDO en su generación son los que profesan ser hijos de la luz. Son aquellos de quienes el profeta declaró en su visión del gran juicio final: "Aquel día arrojará el hombre, a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase; y se entrarán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levantare para herir la tierra".*Isa. 2:20,21. "Haceos de amigos por medio del lucro de injusticia -dice Cristo-, para que, cuando éste os falte, os reciban en las moradas eternas". Lucas 16:9. V4EV.NY.1913.

DIOS, CRISTO Y SUS ÁNGELES ministran todos a los afligidos, los dolientes y los pecadores. Entregaos a Dios para esta obra, emplead sus dones con este propósito, y os asociaréis con los ángeles celestiales. Vuestro corazón latirá al unísono con el de ellos. Os asimilaréis a ellos en carácter. Estos habitantes de las moradas eternas no serán extraños para vosotros. Cuando hayan pasado las cosas terrenales, los centinelas de las puertas del cielo os darán la bienvenida. 307

1-6. PVGM 134. LAS ESCRITURAS DESCRIBEN LA CONDICIÓN DEL MUNDO PRECISAMENTE ANTES DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO. 

El apóstol Santiago presenta la codicia y la opresión que prevalecerán. 

Dice: "Ea ya ahora, oh ricos..., os habéis allegado tesoro para en los postreros días. He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis cebado vuestros corazones como en el día de sacrificios. Habéis condenado y muerto al justo; y él no os resiste". Santiago 5:1-6. 

Este es un cuadro de lo que existe hoy. Por toda suerte de opresión y extorsión, los hombres están amontonando fortunas colosales, mientras que los clamores de la humanidad que perece de hambre están ascendiendo a Dios.

"Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos: porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. Y la verdad fue detenida; y el que se apartó del mal, fue puesto en presa". Isaías 59:14,15.*

7-8. PVGM 140. NECESITAMOS ENTENDER MEJOR LA MISIÓN DE LOS ÁNGELES VISITADORES. Sería bueno considerar que en todo nuestro trabajo tenemos la cooperación y el cuidado de los seres celestiales. Ejércitos invisibles de luz y poder atienden a los humildes y mansos que creen en las promesas de Dios y las reclaman. Querubines, serafines y ángeles, poderosos en fortaleza -millares de millares y millones de millones-, se hallan a sus diestra, "todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que han de heredar la salvación". Hebreos 1:14.

ESTOS MENSAJEROS ANGELICALES llevan un fiel registro de las palabras y los hechos de los hijos de los hombres. Cada acto de crueldad o injusticia ejecutado contra los hijos de Dios, todo lo que ellos tienen que sufrir por causa del poder de los obradores de maldad, se registra en los cielos.

"¿Y Dios No Hará Justicia A Sus Escogidos, Que Claman A Él Día Y Noche, Aunque Sea Longánime Acerca De Ellos? Os Digo Que Los Defenderá Presto".

"No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande remuneración de galardón; porque la paciencia os es necesaria; para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará". Hebreos 10:35-37.

"Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía. Tened también vosotros paciencia; confirmad vuestros corazones: porque la venida del Señor se acerca". Santiago 5:7,8.

LA LONGANIMIDAD DE DIOS ES MARAVILLOSA. La Justicia Espera Largo Tiempo Mientras La Misericordia Suplica Al Pecador.

10. DMJ 31-32. AUNQUE la calumnia puede ennegrecer el nombre, no puede manchar el carácter. Este es guardado por Dios.  Mientras no consintamos en pecar, no hay poder humano o satánico que pueda dejar una mancha en el alma.

El hombre cuyo corazón se apoya en Dios es, en la hora de las pruebas más aflictivas y en las circunstancias más desalentadoras, exactamente el mismo que cuando se veía en la prosperidad, cuando parecía gozar de la luz y el favor de Dios. Sus palabras, sus motivos, sus hechos, pueden ser desfigurados y falseados, pero no le importa; para él están en juego otros intereses de mayor importancia. Como Moisés, se sostiene "como viendo al invisible", no mirando "las cosas que se ven, sino las que no se ven". Heb. 11:27; 2Cor. 4:18.

CRISTO sabe todo lo que los hombres han entendido mal e interpretado erróneamente.  Con buena razón, por aborrecidos y despreciados que se vean, sus hijos pueden esperar llenos de confianza y paciencia, porque no hay nada secreto que no se haya de manifestar, y los que honran a Dios serán honrados por él en presencia de los hombres y de los ángeles.

"Cuando por mi causa os vituperen y os persigan -dijo Jesús-, gozaos y alegraos". 

 Señaló a sus oyentes que los profetas que habían hablado en el nombre de Dios habían sido ejemplos "de aflicción y de paciencia".

Abel, el primer cristiano entre los hijos de Adán, murió mártir.

Enoc anduvo con Dios y el mundo no lo reconoció.

Noé fue escarnecido como fanático y alarmista.

"Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles". "Unos fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección". Sant. 5:10; Heb. 11:36,35.

En todo tiempo los mensajeros elegidos de Dios fueron víctimas de insultos y persecución; no obstante, el conocimiento de Dios se difundió por medio de sus aflicciones.

Cada discípulo de Cristo debe ocupar un lugar en las filas para adelantar la misma obra, sabiendo que todo cuanto hagan los enemigos redundará en favor de la verdad.

EL 32 PROPÓSITO de Dios es que la verdad se ponga al frente para que llegue a ser tema de examen y discusión, a pesar del desprecio que se le haga. Tiene que agitarse el espíritu del pueblo; todo conflicto, todo vituperio, todo esfuerzo por limitar la libertad de conciencia son instrumentos de Dios para despertar las mentes que de otra manera dormirían.

¡Cuán frecuentemente se ha visto este resultado en la historia de los mensajeros de Dios!

Cuando apedrearon al elocuente y noble Estaban por instigación del Sanedrín, no hubo pérdida para la causa del Evangelio. La luz del cielo que glorificó su rostro, la compasión divina que se expresó en su última oración, llegaron a ser como una flecha aguda de convicción para el miembro intolerante del Sanedrín que lo observaba, y Saulo, el fariseo perseguidor, se transformó en el instrumento escogido para llevar el nombre de Cristo a los gentiles, a los reyes Y al pueblo de Israel.

Mucho después, el anciano Pablo escribió desde su prisión en Roma: "Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda. . .  No  sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones. . . No obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado".

Gracias al encarcelamiento de Pablo, se diseminó el Evangelio y hubo almas que se salvaron para Cristo en el mismo palacio de los césares. Por los esfuerzos de Satanás para destruirla, la simiente "incorruptible" de la Palabra de Dios, la cual "vive y permanece para siempre"*Fil. 1:15-18; 1Pedro 1:23, se esparce en los corazones de los hombres; por el oprobio y la persecución que sufren sus hijos, el nombre de Cristo es engrandecido y se redimen las almas.

Grande es la recompensa en los cielos para quienes testifican por Cristo en medio de la persecución y el vituperio. Mientras que los hombres buscan bienes transitorios, Jesús les indica un galardón celestial.

11. DMJ 73. "Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento". Tengamos un lugar especial para la oración secreta. Debemos escoger, como lo hizo Cristo, lugares selectos para comunicarnos con Dios. Muchas veces necesitamos apartarnos en algún lugar, aunque sea humilde, donde estemos a solas con Dios.

"Ora a tu Padre que está en secreto". En el nombre de Jesús podemos llegar a la presencia de Dios con la confianza de un niño. No hace falta que algún hombre nos sirva de mediador.  Por medio de Jesús, podemos abrir nuestro corazón a Dios como a quien nos conoce y nos ama.

En el lugar secreto de oración, donde ningún ojo puede ver ni oído oír sino únicamente Dios, podemos expresar nuestros deseos y anhelos más íntimos al Padre de compasión infinita; y en la tranquilidad y el silencio del alma, esa voz que jamás deja de responder al clamor de la necesidad humana, hablará a nuestro corazón.

"El Señor es muy misericordioso y compasivo". * Santiago 5:11. Espera con amor infatigable para oír las confesiones de los desviados del buen camino y para aceptar su arrepentimiento. Busca en nosotros alguna expresión de gratitud, así como la madre busca una sonrisa de reconocimiento de su niño amado. Quiere que sepamos con cuánto fervor y ternura se conmueve su corazón por nosotros. Nos convida a llevar nuestras pruebas a su simpatía, nuestras penas a su amor, nuestras heridas a su poder curativo, nuestra debilidad a su fuerza, nuestro vacío a su plenitud. jamás dejó frustrado al que se allegó a él. "Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados". * Salmo 34:5.

No será vana la petición de los que buscan a Dios en secreto, confiándole sus necesidades y pidiéndole ayuda. "Tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público". Si nos asociamos diariamente con Cristo, sentiremos en nuestro derredor los poderes de un mundo invisible; y mirando a Cristo, nos asemejaremos a él. Contemplándolo, seremos 74 transformados. Nuestro carácter se suavizará, se refinará y ennoblecerá para el reino celestial. El resultado seguro de nuestra comunión con Dios será un aumento de piedad, pureza y celo. Oraremos con inteligencia cada vez: mayor. Estamos recibiendo una educación divina, la cual se revela en una vida diligente y fervorosa.

14-15. 2JT 56. CONFIAD EN DIOS Y OBEDECED LAS LEYES NATURALES

¿Por qué están los hombres tan poco dispuestos a confiar en Aquel que creó al hombre, y que puede por un toque, una palabra, una mirada, sanar toda enfermedad? ¿Quién es más digno de nuestra confianza que Aquel que hizo tan grande sacrificio para nuestra redención? 

Nuestro Señor nos ha dado instrucciones definidas por medio del apóstol Santiago, en cuanto a nuestro deber en caso de enfermedad. Cuando fracasa la ayuda humana, Dios será quien socorra a su pueblo. "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará." (Sant. 5:14,15.)

Si los que profesan seguir a Cristo quisieran, con pureza de corazón, ejercitar tanta fe en la promesa de Dios como la que ponen en los agentes satánicos, sentirían en su alma y cuerpo el poder vivificador del Espíritu Santo.

Dios ha concedido grande luz a este pueblo, aunque no estamos fuera del alcance de la tentación. ¿Quiénes de entre nosotros están solicitando ayuda a los dioses de Ecrón? Miremos este cuadro, que no ha sido trazado por la imaginación, ¿En cuántos, aun de entre los adventistas, pueden verse sus principales características? Un inválido - aparentemente muy concienzudo, pero fanático y lleno de suficiencia propia - 56 confiesa libremente su desprecio por las leyes de la vida y la salud, que la misericordia divina nos ha inducido a aceptar como pueblo. Sus alimentos deben ser preparados de una manera que satisfaga sus anhelos mórbidos.

Más bien que sentarse a una mesa donde se provea alimento sano, patrocina los restaurantes donde puede satisfacer su apetito sin restricción. Locuaz defensor de la temperancia, desprecia sus principios fundamentales. Quiere alivio, pero se niega a obtenerlo al precio de la abnegación. Este hombre está adorando ante el altar del apetito pervertido. Es un idólatra. Las facultades que, santificadas y ennoblecidas, podrían ser empleadas para honrar a Dios, son debilitadas y hechas de poca utilidad. Un genio irritable, una mente confusa y nervios desquiciados, se cuentan entre los resultados de ese desprecio de las leyes naturales. Este hombre no es digno de confianza ni eficiente.

Quienquiera que tenga el valor y la honradez de advertirle su peligro, incurre por ello en su desagrado. La menor reprensión u oposición basta para despertar su espíritu combativo. Pero ahora se le presenta una oportunidad de solicitar la ayuda de una persona cuyo poder proviene de la hechicería. A esta fuente se dirige con avidez, prodigándole tiempo y dinero con la esperanza de obtener la bendición ofrecida. Está engañado, infatuado. Hace del poder del hechicero un tema de alabanza, y otros son inducidos a buscar su ayuda. Así queda deshonrado el Dios de Israel, mientras que se reverencia y ensalza el poder de Satanás.

En nombre de Cristo, quiero decir a quienes profesan seguirle: Permaneced en la fe que recibisteis desde el principio. Apartaos de las charlas profanas y vanas. En vez de poner vuestra confianza en la hechicería, tened fe en el Dios vivo. Maldita es la senda que conduce a Endor o a Ecrón. Tropezarán y caerán los pies que se aventuren en el terreno prohibido. Hay en Israel un Dios que puede proporcionar liberación a todos los oprimidos. La justicia es la habitación de su trono. 57

Hay peligro en apartarse en el menor detalle de la instrucción del Señor. Si nos desviamos de la clara senda del deber, surgirá una cadena de circunstancias que parecerá arrastrarnos irresistiblemente siempre más lejos de lo recto. Antes que nos demos cuenta, nos seducirán innecesarias intimidades con aquellos que no tienen respeto a Dios. El temor de ofender a los amigos mundanales nos impedirá expresar nuestra gratitud a Dios, o reconocer cuánto dependemos de él. Debemos mantenernos cerca de la Palabra de Dios.  Necesitamos sus amonestaciones y estímulos, sus amenazas y promesas. Necesitamos el ejemplo perfecto que se halla únicamente en la vida y el carácter de nuestro Salvador.

16. 2JT 64. Las naciones de esta época han recibido misericordia sin precedentes. Les han sido dadas las bendiciones más selectas del cielo, pero el orgullo intensificado, la codicia, la idolatría, el desprecio de Dios y la vil ingratitud, son cosas anotadas contra ellas. Están cerrando rápidamente su cuenta con Dios.

Pero lo que me hace temblar es el hecho de que aquellos que han tenido la mayor luz y los mayores privilegios han sido contaminados por la iniquidad prevaleciente. Bajo la influencia de los injustos que los rodean, muchos, aun de entre los que profesan la verdad, se han enfriado y son arrastrados por la fuerte corriente del mal. El desprecio universal en que se tiene la verdadera piedad y santidad, induce a los que no se relacionan estrechamente con Dios a perder la reverencia a su ley. Si estuviesen siguiendo la luz y obedeciendo de todo corazón a la verdad, esta santa ley les parecería aún más preciosa cuando tanto se la desprecia y desecha. A medida que 64 la falta de respeto por la ley de Dios se vuelve más manifiesta, se hace más distinta la raya de demarcación entre sus observadores y el mundo. El amor hacia los preceptos divinos aumenta en una clase de personas en la medida en que en otra clase aumenta el desprecio hacia ellos.

La crisis se está acercando rápidamente. Las cifras que suben velozmente demuestran que está por llegar el tiempo de la visitación de Dios. Aunque le repugna castigar, castigará sin embargo, y lo hará prestamente. Los que andan en la luz verán señales de un peligro inminente; pero no han de permanecer sentados en tranquila y despreocupada espera de la ruina, consolándose con la creencia de que Dios protegerá a su pueblo en el día de la visitación. 

Lejos de ello. Deben comprender que es su deber trabajar diligentemente para salvar a otros, esperando en Dios con fe vigorosa para obtener ayuda. "La oración del justo, obrando eficazmente puede mucho." (Sant. 5:16.)

La levadura de la piedad no ha perdido todo su poder. En el tiempo en que son mayores el peligro y la depresión de la iglesia, el pequeño grupo que se mantiene en la luz estará suspirando y clamando por las abominaciones que se cometen en la tierra. Pero sus oraciones ascenderán más especialmente en favor de la iglesia, porque sus miembros están obrando a la manera del mundo.

No serán vanas las oraciones de estos pocos fieles. Cuando el Señor salga como vengador, vendrá también como protector de todos aquellos que hayan conservado la fe en su pureza y se hayan mantenido sin mancha del mundo. Será entonces el tiempo en que Dios prometió vengar a sus escogidos que claman día y noche, aunque sea longánime con ellos…

17. CC 72, 87. Reposad en Dios. El puede guardar lo que le habéis confiado. Si os 72 ponéis en sus manos, él os hará más que vencedores por Aquel que nos amó. Cuando Cristo se humanó, se unió a sí mismo a la humanidad con un lazo de amor que jamás romperá poder alguno, salvo la elección del hombre mismo.

Satanás constantemente nos presenta engaños para inducirnos a romper este lazo: elegir separarnos de Cristo. Sobre esto necesitamos velar, luchar, orar, para que ninguna cosa pueda inducirnos a elegir otro maestro; pues estamos siempre libres para hacer esto. Más tengamos los ojos fijos en Cristo, y él nos preservará. Confiando en Jesús estamos seguros. Nada puede arrebatarnos de su mano. Mirándolo constantemente, "somos transformados en la misma semejanza, de gloria en gloria, así como por el Espíritu del Señor' (2 Corintios 3:18).

Así fue como los primeros discípulos se hicieron semejantes a nuestro Salvador. Cuando ellos oyeron las palabras de Jesús, sintieron su necesidad de él. Lo buscaron, lo encontraron, lo siguieron. Estaban con él en la casa, a la mesa, en su retiro, en el campo. Estaban con él como discípulos con un maestro, recibiendo diariamente de sus labios lecciones de santa verdad. Lo miraban como los siervos a su señor, para aprender sus deberes. Aquellos discípulos eran hombres sujetos "a las mismas debilidades que nosotros" (Santiago 5:17). Tenían la misma batalla con el pecado. Necesitaban la misma gracia, a fin de poder vivir una vida santa.

* Dios nos habla también en su Palabra. En ella tenemos en líneas más claras la revelación de su carácter, de su trato con los hombres y de la gran obra de la redención. En ella se nos presenta la historia de los patriarcas y profetas y de otros hombres santos de la antigüedad. Ellos eran hombres sujetos "a las mismas debilidades que nosotros" (Santiago 5:17). Vemos cómo lucharon entre descorazonamientos como los nuestros, cómo cayeron bajo tentaciones como hemos caído nosotros y, sin embargo, cobraron nuevo valor y vencieron por la gracia de Dios; y recordándolos, nos animamos en nuestra lucha por la justicia. Al leer el relato de los preciosos sucesos que se les permitió experimentar, la luz, el amor y la bendición que les tocó gozar y la obra que hicieron por la gracia a ellos dada, el espíritu que los inspiró enciende en nosotros un fuego de santo celo y un deseo de ser como ellos en carácter y de andar con Dios como ellos.

Jesús dijo de las Escrituras del Antiguo Testamento - y ¡cuánto más cierto es esto acerca del Nuevo! - : “Ellas son las que dan testimonio de mí" (Juan 5: 39), el Redentor, Aquel en quien vuestras esperanzas de vida eterna se concentran. Sí, la Biblia entera nos habla de Cristo. Desde el primer relato de la creación, de la cual se dice: “Sin él nada de lo que es hecho, fue hecho" (Juan 1:3), hasta la última promesa: “¡He aquí, yo vengo presto!" (Apocalipsis 22: 12) leemos acerca de sus obras y escuchamos su voz. Si deseáis conocer al Salvador, estudiad las Santas Escrituras. CC 87

19-20 2JT 115. No hemos de condenar a los demás; tal no es nuestra obra, sino que debemos amarnos unos a otros, y orar unos por otros. Cuando vemos a uno apartarse de la verdad, podemos llorar por él como Cristo lloró sobre Jerusalén. 

Veamos lo que dice nuestro Padre celestial en su Palabra acerca de los que yerran: "Hermanos, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros 115 que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote a ti mismo, porque tú no seas también tentado." "Hermanos, si alguno de entre vosotros ha errado de la verdad, y alguno le convirtiera, sepa que el que hubiera hecho convertir al pecador del error de su camino, salvará un alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados." (Gál. 6:1; Sant. 5:19,20.)

 ¡Cuán grande es esta obra misionera! ¡Cuánto más parecida al carácter de Cristo que el hecho de que los pobres mortales falibles estén siempre acusando y condenando a aquellos que no alcanzan exactamente sus requisitos! 

Recordemos que Jesús nos conoce individualmente, y se compadece de nuestras flaquezas. Conoce las necesidades de cada una de sus criaturas, y la pena oculta e inexpresada de cada corazón. Si se perjudica a uno de los pequeñuelos por los cuales murió, lo ve y pedirá cuenta al ofensor.

Jesús es el buen Pastor. Él se interesa por sus ovejas débiles, enfermizas y errabundas. Las conoce a todas por nombre. La angustia de cada oveja y de cada cordero de su rebaño conmueve su corazón de amor y simpatía; y llega a su oído el clamor que pide ayuda. 

UNO de los mayores pecados de los pastores de Israel fue así señalado por el profeta: "No corroborasteis las flacas, ni curasteis la enferma: no ligasteis la perniquebrada, ni tornasteis la amontada, ni buscasteis la perdida; sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia; y están derramadas por falta de pastor; y fueron para ser comidas de toda bestia del campo, y fueron esparcidas. Y anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto: y en toda la haz de la tierra fueron derramadas mis ovejas, y no hubo quien buscase, ni quien requiriese." (Eze. 34:4-6.)

Jesús se interesa en cada uno como si no hubiese otra persona en toda la tierra. Como Dios, ejerce gran poder en nuestro favor, mientras que como Hermano mayor nuestro, siente todas nuestras desgracias. La Majestad del cielo no se mantuvo alejada de la humanidad degradada y pecaminosa. No 116 tenemos un Sumo Sacerdote tan ensalzado y encumbrado, que no pueda fijarse en nosotros o simpatizar con nosotros, sino que fue tentado en todas las cosas como nosotros, aunque sin pecar.

Ministerio Hno. Pio


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