domingo, noviembre 14, 2021

REFLEXIÓN 910. ADMONICIÓN FINAL DE PABLO: El Ministro Como Heraldo De Dios, Recompensa De Los Fieles Heraldos, Pedidos Y Saludos Finales De Pablo (2 TIMOTEO 4).

2 Timoteo 4. 

ADMONICIÓN FINAL DE PABLO, 4:1-22.

A. El ministro como heraldo de Dios. 

Pablo exhorta a Timoteo a cumplir su deber 

con todo cuidado y diligencia. 4:1-6.

B. Recompensa de los fieles heraldos, 

le habla de la proximidad de su martirio. 4:7-8.

C. Pedidos y saludos finales de Pablo, 4:9-22.

-Le ruega que lo visite rápidamente y traiga a Marcos 

y otras cosas que le menciona. (9-13)

-Le aconseja que se cuide de Alejandro el calderero. (14-15)

-Y le informa de lo que sucedió en su primera defensa. (16-18)

-Saludos y despedida. (19-22)

1 TE ENCAREZCO delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. 6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.

7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

9 Procura venir pronto a verme, 10 porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. 11 Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. 12 A Tíquico lo envié a Éfeso. 13 Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.

14 Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. 15 Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras.

16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. 17 Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. 18 Y el señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial.  A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

19 Saluda a Priscila y a Aquila, y a la casa de Onesíforo. 20 Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo. 21 Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos. 22 El Señor Jesucristo esté con tu espíritu. La gracia sea con vosotros. Amén. (2 Timoteo 4).

1. Te encarezco. "Te conjuro" (BJ, BC, NC). Ver com. 1 Tim. 5:21. Pablo da comienzo a la exhortación final dirigida a su joven colaborador, Timoteo. Este capítulo rebosa de cordialidad. Pablo enfrenta su martirio con actitud de triunfo; su valor y resolución se destacan nítidamente.

Delante de Dios y del Señor Jesucristo. Literalmente "delante de Dios y Cristo Jesús". La sintaxis griega indica así que Jesucristo es Dios.

Juzgará. El verbo méll da el significado de "estar por juzgar", "estar a punto de juzgar". Cf. 1Tes. 4:16-17. Ver com.  Apoc. 22:12.

En. Más bien "por" (BJ, BA, NC). Pablo emplea aquí la forma de un juramento, y conjura a Timoteo por la "manifestación" y por el "reino".

Manifestación. Gr. epifáneia, "manifestación visible" (ver com. 1Tim 6:14).

Reino. Cf. Mat 6:10. El establecimiento del reino eterno de justicia y paz de Cristo, será después de su segundo advenimiento.

 (Dan. 7:14,27; Mat. 25:31; 2Tim. 4:18; Apoc. 11:15).

2. Prediques. Gr. krúss, "pregonar". En cuanto al sustantivo krux, ver com. 1Tim. 2:7. Pablo comienza la lista de los deberes que fervientemente le pide a Timoteo que cumpla (2Tim. 4:1).

Palabra. Es decir, "la palabra de Dios" (2:9), "la palabra de verdad" (cap. 2:15). El método de Cristo de comunicar la verdad constituye el modelo para cada cristiano. Él se concentraba en la revelación de la verdad, y se negaba a malgastar su tiempo discutiendo falsas teorías o refutando a los que las proponían. Jesús destacaba los deberes prácticos relacionados con las experiencias diarias de sus oyentes.

Anhelaba que los seres humanos fueran fortalecidos para cumplir los deberes cotidianos. Por lo tanto, no predicaba doctrinas caprichosas o suposiciones sensacionales con el propósito de complacer la curiosidad o de cimentar su prestigio personal ante la turba voluble. De la misma manera, los ministros no deben incluir tradiciones y opiniones humanas en sus sermones, pues sólo la Palabra es eficaz para hacer frente a las necesidades de seres humanos debilitados por el pecado. Los relatos agradables que sólo atraen la atención y mueven a risa, son incompatibles con la solemne responsabilidad de un ministro que profesa representar a Cristo.

La frase "prediques la palabra" tácitamente sugiere el propósito de ayudar a hombres y mujeres a hacer frente a las tentaciones y a resolver los problemas de la vida cotidiana. Esta orden elimina toda la liviandad, todas las interpretaciones caprichosas basadas en exégesis inexactas y todos los temas baladíes. 

El Espíritu Santo cooperará con los esfuerzos del ministro únicamente cuando comunica la verdad. El ministro, como heraldo de Dios, sólo debe predicar la Palabra; de lo contrario es un impostor (ver com. cap. 3:13).

Cuando los ministros cumplen su misión como eslabones vivientes entre la infinita suficiencia de Dios y las necesidades de los hombres, sus mensajes consisten únicamente en el Pan de Vida puro (ver Juan 6:51,63). Sus sermones serán de tal naturaleza que sus oyentes no sólo queden complacidos con la presentación, sino también constreñidos a recordar los principios de verdad que han sido presentados. 

La Palabra genuina fomentará nuevos hábitos y creará nuevas inspiraciones y esperanzas.

Instes. Gr. efístmi.  Literalmente "estar sobre", "estar listo", "vigilar", "atender". Se hace referencia al cumplimiento de los deberes pastorales.

A tiempo y fuera de tiempo. Es decir, en todo momento, aunque no sea conveniente. El pastor no tiene horario; debe estar listo en cualquier momento a "instar", a reprender o a consolar.

Redarguye. Gr. elégj, "convencer de culpa" con suficientes pruebas (ver com. Juan 8:46; 1Tim. 5:20). En cuanto al sustantivo elegmós, ver com. 2Tim. 3:16. Cada ser humano debe ser amonestado por sus pecados, pero la amonestación tiene que basarse en la evidencia irrefutable derivada de la Palabra de Dios.

Reprende. O "censura". El pecado flagrante debe ser censurado con severidad, y el deber de la iglesia consiste en revelar la actitud de Dios acerca del pecado. El pecado debe ser reprendido; pero el pecador, amado. La Palabra es la norma para proceder a censurar.

Exhorta. Gr. parakalé, "llamar al lado de", "exhortar", "consolar", "animar" (ver com. Mat. 5:4). La Palabra de Dios es la única que puede animar debidamente los corazones desfallecientes y los pies cansados.

Paciencia. Gr. makrothumía, "tolerancia", "longanimidad" (cf. cap. 3:10). En cuanto al verbo afín, ver com. Sant. 5:7. Cada fase de la misión del ministro -reprender, reprochar, exhortar- debe estar revestida con la gracia de la paciencia y la compasión. La condenación severa y fría nunca atrae a los pecadores a Cristo.

Doctrina. O "enseñanza", que constituye el fundamento y la trama de toda genuina experiencia cristiana. Las doctrinas constituyen los hechos en cuanto a Dios y su voluntad. Son las únicas armas del ministro contra el error, su único manual para saber lo que es correcto (ver com. cap. 3:16).

3. Vendrá tiempo. El apóstol pensaba sin duda en la gran apostasía que pronto se desarrollaría en la iglesia, y que continuaría amenazándola hasta el segundo advenimiento de Cristo (ver com. Mat. 24:23-27; Hech. 20:28-31; 2Tes. 2:1-12; 1Tim.4:1-3, 2Tim. 3:1-5).

Sufrirán. Es decir, no escucharán voluntariamente. "No soportarán" (BJ, BC, BA).

Sana. Ver com. cap. 1:13. La verdad es lo único que da vigor y vitalidad al cristiano. Las falsas enseñanzas engendran enemistad y debilidad en el alma (cf. 1Tim. 6:3-5; 2Tim. 2:14, 16-17, 23; 3:8).

Doctrina. Es decir, la "palabra" (vers. 2). Compárese con "sanas palabras" (cap. 1:13).

Comezón de oír. No de parte de los maestros sino de los que no soportan "la sana doctrina", como se ve claramente por el texto griego. Estos oyentes superficiales, debido a sus "concupiscencias" pervertidas, sienten "comezón de oír" interpretaciones caprichosas de las Escrituras para satisfacer su curiosidad y deseos personales. Sólo tienen interés en aquellos pasajes de las Escrituras que pueden interpretar como una promesa de paz seguridad para ellos; pero descuidan las exigentes demandas de la "sana doctrina", que penetran profundamente en el alma humana. Sienten deseo de religión, pero sólo hasta donde no disturbe la rutina de sus vidas pervertidas.

Concupiscencias. O "deseos" (ver com. cap. 3:6). "Pasiones" (BJ, NC).

4. Apartarán. Los que no soportan la "sana doctrina" eligen voluntariamente su propio destino.  No se fuerza la voluntad de ningún hombre; nadie se pierde porque Dios decrete su condenación. Pablo está describiendo a los que se resisten a aceptar la Biblia como su única autoridad y norma para la enseñanza religiosa y la conducta personal.

Verdad. La "sana doctrina" (vers. 3) no alaba al hombre, al contrario, le muestra su condición miserable y le revela su suerte ignominiosa a menos que intervenga la gracia de Dios. La "verdad" revela la naturaleza de Dios y su remedio para el pecado. Un reajuste de la vida, una orientación completamente nueva de sus intereses y metas, en armonía con la verdad, constituye la única respuesta aceptable del hombre frente a la "sana doctrina".

Fábulas. Ver com. 1 Tim. 1:4. Aun cuando hagan uso de la Biblia, esos cristianos infieles elaboran sus propias teorías doctrinales de acuerdo con sus deseos personales. Quizá usen términos bíblicos para expresar sus pensamientos, pero las ideas que presentan están saturadas con el error. Los textos bíblicos desconectados de su significado original y de su contexto, pueden resultar tan inseguros para orientar al hombre como las palabras humanas.

5. Sé sobrio. "Sé circunspecto" (NC). Pablo exhorta a Timoteo a buscar esa sobriedad y prudencia que puedan prepararlo para hacer frente a cualquier dificultad que le sobrevenga. En la vida de Timoteo, como uno de los dirigentes responsables de la iglesia cristiana, debía verse un claro contraste frente a los otros maestros (vers. 3-4). Una enseñanza correcta de la "verdad" (vers. 4) exige una actitud sobria y tranquila.

Soporta las aflicciones. Gr. kakopathé "sufrir penalidades" (ver com. cap. 2:9).

Evangelista. Se presenta un contraste entre el que predica el Evangelio y los que enseñan "fábulas" (vers. 4). 

El mensaje del evangelista es la Palabra de Dios. El mensaje del evangelista es la Palabra de Dios. Es portavoz de Dios y predica el mensaje divino. Predica la "sana doctrina", no teorías sensacionalistas para llamar la atención, ni suposiciones caprichosas para complacer una curiosidad estéril.

Cumple. Gr. plroforé, "llevar a cabo", "completar". "Desempeña a la perfección" (BJ).

Ministerio. Gr. diakonía, "servicio" (ver com. Rom. 12:7). Es decir, "servicio" para otros. Nada debía faltar en los esfuerzos de Timoteo para satisfacer las diversas necesidades de hombres y mujeres, tanto en la iglesia como fuera de ella.

6. Porque. Pablo, en contraste con Timoteo, no tendría más oportunidades para cumplir con las muchas actividades propias de un ministro. Timoteo continuaría, pero Pablo estaba a punto de morir.

Para ser sacrificado. Gr. spénd, "derramar", "ofrecer una libación" (ver com.  Fil. 2:17). "A punto de ser derramado en libación" (BJ). Lo que se anticipaba en Fil. 2:17, ahora era una realidad. Estas palabras revelan grandeza moral. No manifiestan conmiseración propia ni tristeza debido a las implacables penalidades.

Partida. Gr. análusis, "un desatar", como en el caso de una cuerda cuando se quita una carpa, o de las amarras de un barco que se prepara para zarpar. Pablo habla de su próxima ejecución comparando su muerte al levantamiento de un campamento o con la salida de un barco.

Cercano. O "a mano". La carta de Pablo se convierte en su testamento para Timoteo y para toda la iglesia cristiana.

7. He peleado. Cf. 1Tim. 6:12. La consagración de Pablo como embajador de Cristo implicaba una vida de constante lucha con las fuerzas del mal, humanas o demoníacas (ver com. 1Cor. 9:25; Fil. 1:27,30; 1Tes. 2:2). El apóstol usaba bien "toda la armadura de Dios" mientras resistía valientemente "las asechanzas del diablo" (Efe. 6:11).

La buena batalla. El artículo "la" destaca la lucha suprema "de la fe" (ver com. 1Tim. 6:12), en que participan todos los cristianos.

La carrera. Es decir, el tiempo de vida que Dios le había dado. 

Pablo había cumplido el plan de Dios para él. No se había descuidado ni había claudicado; había hecho frente a cada vicisitud y aun su ejecución, con el gozo y la resolución de un cristiano. Cf. Hech. 20:24. En cuanto a la extensión de la iglesia cuando concluyó el ministerio de Pablo, ver mapa frente a p. 193.

Guardado. Gr. tré, "guardar". "Conservado" (BJ); "mantenido" (BC).

La fe. Cf. 1 Tim. 6:12. Mientras Pablo peleaba "la buena batalla" y corría "la carrera" que Dios le había asignado, tenía la satisfacción de saber que aunque con frecuencia había hecho frente a grandes penalidades y tentaciones, no había dejado de conservar la fe que le había sido confiada (ver com. 1Tim. 1:11; 2Tim. 1:12). El ejemplo de fidelidad de Pablo sería un incentivo para Timoteo y para todo futuro ministro del Evangelio. La fe de un individuo depende de que se aferre a la Palabra de Dios. Cada cristiano guarda "la fe" cuando vive personalmente sus principios. La sinceridad de la fe de un cristiano se mide por la amplitud con la cual refleja esos principios.

8. Por lo demás. Gr. loipón, que puede significar "en el futuro" (BA) o "suceda lo que suceda". A Pablo nada le quedaba excepto la gloria de su galardón celestial. Las autoridades romanas lo habían privado de nuevas oportunidades para predicar el Evangelio; su inminente ejecución terminaba con cualquier posibilidad del descanso y del compañerismo plenamente merecidos con sus amigos. Pero la indicación de la mano de Dios era suficiente para eclipsar todo deseo terrenal.

Me está guardada. O "reservada". Pablo usa el verbo en presente para destacar su posesión presente de la recompensa eterna. Cf. Juan 3:16. Durante las oscuras horas de su noble lucha por la fe, el esplendor de la promesa de su Señor le había impartido valor y esperanza (ver com.  Col. 1:5).

Pablo no esperaba que la "corona" de victoria le fuera concedida inmediatamente después de su muerte. Está "guardada" y se le entregará en el día futuro de la "venida" de Cristo.

Corona. Gr. stéfanos, "guirnalda" (ver com. Apoc. 2:10), símbolo de victoria.

Justicia. Gr. dikaiosún, "carácter recto" (ver com. Mat. 5:6).

 Pablo recibirá todos los privilegios que Dios ha preparado para los que aceptan esa salvación hasta el fin de su vida, pues fue justificado por la fe en Jesús. Dios ha prometido la vida eterna a todos los que pelean la "buena batalla" y terminan su "carrera". Serán redimidos por el Salvador. 

Dará. Gr. apodídomi, "dar de vuelta", "galardonar", "recompensar". 

Cf. Rom. 2:6; Apoc. 22:12.

Juez justo. Es decir, Jesucristo, quien "juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación" (ver com. 1Tim. 6:14; cf. Juan 5:22,27,30; 2Cor. 5:10). El plan de salvación tenía el propósito de salvar a los pecadores y de vindicar el carácter y la sabiduría de Dios. Cuando finalmente se pronuncie el último veredicto divino contra el pecado y los pecadores, se confirmará que el plan de salvación y el carácter de Dios son justos (ver com. Rom. 3:26; Fil. 2:10-11). Aunque Pablo estaba siendo juzgado injustamente por jueces terrenales, confiaba en que Dios lo juzgaría con justicia.

En aquel día. Es decir, el día del segundo advenimiento de Cristo, "su venida" 

(ver com. 1Tim. 6:14; cf. 2Tim. 1:12,18). 

Entonces los justos muertos serán resucitados para vida eterna (ver com. 1Tes. 4:16-17; Apoc. 20:2). Pablo sabía que al morir no entraría inmediatamente en el cielo. El segundo advenimiento es "aquel día", cuando los redimidos recibirán el galardón de la vida eterna.

No sólo a mí. Pablo añade una evidencia más de que no esperaba entrar en el cielo inmediatamente después de morir. 

Los justos, tanto los muertos como los que estén vivos, recibirán el galardón de la vida eterna al mismo tiempo: "en aquel día" (ver com. 1Cor. 15:51-54).

Aman. Gr. agapá (ver com. Mat. 5:43; Juan 21:15). Este vocablo indica mucho más que un simple impulso. Implica que toda la vida, cada aspecto del pensamiento y de la acción, se orientan teniendo en cuenta a la persona amada. La gozosa perspectiva del segundo advenimiento determina el uso que da el cristiano a su tiempo y dinero, afecta su elección de amigos, y proporciona un poderoso incentivo para eliminar defectos del carácter y para llegar a ser más semejante a Cristo (ver com. 1 Juan 3:3).

Venida. Gr. epifáneia, "manifestación visible" (ver com. 1Tim. 6:14).

9. Procura. O "date prisa", "haz todo esfuerzo posible". Pablo anhelaba la compañía de Timoteo, así como Cristo anheló la de sus amigos más íntimos en las oscuras horas anteriores a su ejecución (Mat. 26:38).

10. Demas. Fue por un tiempo colaborador de Pablo (Col. 4:14; File. 24); pero abandonó al apóstol por alguna razón que no conocemos. El humillante encarcelamiento de Pablo y el consiguiente peligro para su propia vida quizá fueron una prueba demasiado grande para el ánimo de Demas. Su nombre, como los nombres de Himeneo y Alejandro (1Tim. 1:20), se recuerda tan sólo con compasión y vergüenza.

Amando este mundo. El amor de Demas por las ganancias y los honores del mundo contrasta agudamente con el amor del verdadero cristiano por la "venida" de Cristo. 

El deseo de honores terrenales puede impedir que un cristiano pelee con éxito "la buena batalla" y que termine su "carrera" (vers. 7).

Crescente. Nada más se sabe de él. Indudablemente que, como Tito, salió de Roma por pedido de Pablo para difundir el Evangelio.

Tito. Ver com. Tito 1:4. Pablo había enviado a Tito a Corinto para restaurar la armonía y para saber cuál era la respuesta de los creyentes corintios ante su carta de reproche (ver com. 2Cor. 2:12-13). Tito acompañó después al apóstol a Creta, y mientras estaba allí supervisó la organización de la iglesia (ver com. Tito 1:5). Entonces Pablo le dio instrucciones para que se encontrara con él en Nicópolis (ver com. Tito 3:12). Quizá permaneció con el apóstol hasta este viaje a Dalmacia, provincia de la Iliria romana junto al mar Adriático (ver mapa p. 366).

11. Sólo. La terrible persecución del tiempo de Nerón en el año 64 d. C., indudablemente dejó con vida sólo a unos pocos cristianos en Roma. Pablo también pudo haber considerado que era prudente que trataran de pasar inadvertidos los pocos que habían quedado con vida hasta que pasara la trágica hora de la persecución.

Lucas. En cuanto a su obra, ver t. V, pp. 649-650. Además de escribir el tercer Evangelio y el libro de los Hechos, Lucas fue uno de los más íntimos compañeros de Pablo (Hech. 27:1; 28:11,16; Col. 4:14; File. 23-24). La vergüenza que representaba el encarcelamiento de Pablo, no acobardó a Lucas. Su profesión como médico podría haberle proporcionado prestigio y riqueza, pero Lucas estimó como un honor superior el acompañar a Pablo en su hora de sufrimiento (cf. DTG 197).

Marcos. Este versículo revela que Marcos, un hombre que Pablo pensó antes que había fracasado, desempeñó un ministerio de éxito; y también revela el espíritu magnánimo del apóstol, que no quedó resentido con Marcos debido a su fracaso anterior (ver com. Hech. 13:13; 15:37). Algún tiempo después del infortunado episodio de Perge (Hech. 13:13), Marcos tomó un nuevo rumbo para responder a las exigencias del ministerio, y el registro sagrado revela que fue útil como uno de los fieles colaboradores de Pablo (Col. 4:10; File. 24). En este momento, era el ayudante de Timoteo en el Asia Menor. Había estado con Pablo durante el primer encarcelamiento del apóstol en Roma, esta experiencia lo capacitó en forma especial para esta última y final prueba del apóstol.

Útil. La última oración del vers. 11 podría traducirse: "Es útil en el servicio para mí" Después de la muerte de Pablo, Marcos trabajó con Pedro en Roma (ver t. VI, pp. 35-37). Durante ese tiempo quizá escribió el Evangelio que lleva su nombre (ver t. V, p. 552).

12. Tíquico. Otro de los fieles colaboradores de Pablo en el Evangelio (Hech. 20:4; Tito 3:12). Él y Timoteo estuvieron con el apóstol en Roma cuando escribió la Epístola a los Colosenses (Col. 1:1; 4:7). Fue uno de los mensajeros que llevaron la epístola del apóstol a los efesios (Efe. 6:21-22).

Lo envié. O "estoy enviando" (cf. com. 2 Cor. 8:17). Indudablemente Tíquico llevó personalmente esta epístola a Timoteo y puso énfasis en la urgencia que tenía Pablo en cuanto a los pedidos que hacía. ¡Cuán solícitos eran estos hombres más jóvenes con su "padre" en la fe! En este caso, Pablo comisionaba a Tíquico para que se ocupara del distrito de Éfeso, a fin de que ese importante sector fuera debidamente supervisado durante la ausencia de Timoteo y de Marcos.

13. Capote. Es decir, un "abrigo" (BJ, BC) que se necesitaba sólo en invierno. Esa prenda era necesaria en la fría y húmeda prisión del apóstol. Pablo no pedía nada superfluo.

Libros. Gr. biblíon, de donde deriva la palabra "Biblia", pero que aquí significa rollos de papiro (ver t. V, p. 113). Pablo posiblemente quería tener toda su correspondencia para defenderse contra las incesantes acusaciones que le hacían en el tribunal romano.

Pergaminos. Rollos hechos de cuero. Quizá Pablo quería tener una copia -parcial o entera- del AT, en griego o en hebreo, y de algunos MSS de las palabras de Cristo que circulaban entonces (ver t. V, p. 125). Aun en medio de esas circunstancias tan adversas, el erudito Pablo continuaba investigando las verdades de Dios.

14. Alejandro. Un nombre muy común; por eso, este Alejandro no necesita ser el del Asia Menor, que había sido expulsado de la iglesia algunos años antes. El que se menciona en este versículo quizá era un ciudadano de Roma, que acusó falsamente a Pablo ante el tribunal romano y causó su segundo encarcelamiento (vers. 15).

Calderero. "Herrero" (BJ, NC). Nombre común para el que trabaja con cualquier clase de metal.

Pague. Gr. apodídmi, "pagar en la misma moneda", "dar su merecido". Cf. vers. 8.

15. Guárdate. Gr. fuláss, "proteger", "guardar". Cuando Timoteo fuera a Roma (vers. 9) debía estar alerta ante las perversas insidias de Alejandro y los de su clase. Alejandro tal vez se había ganado la amistad d Pablo, pero prefirió renegar del apóstol cuando fue juzgado.

En gran manera se ha opuesto. Cuando Pablo se defendió sin duda presentó el Evangelio a sus oyentes gentiles. El propósito de Alejandro al refutar las palabras del apóstol evidentemente se logró al pronunciarse el fallo adverso. Alejandro triunfó momentáneamente, pero perdió su herencia eterna.

16. Defensa. Gr. apología, "defensa verbal". Quizá en la primera audiencia durante el segundo enjuiciamiento de Pablo. No hay ninguna evidencia de que esta situación ocurriera en el primer juicio, unos años antes. Puede ser que, además del acostumbrado cargo de sedición, Pablo fuera acusado de instigar el incendio de Roma.

Ninguno. Es decir, nadie que tuviera influencia para interceder por él. Lucas, Tito, Crescente o Tíquico no hubieran sido de ayuda a Pablo en ese respecto. Sin duda había algunos hombres destacados e influyentes que podrían haber dicho algo en favor de Pablo, pero no lo hicieron. La terrible persecución de Nerón quizá había hecho que fuera muy peligroso manifestar amistad a un cristiano.

Todos. Hombres influyentes, no los amigos íntimos de Pablo.

Me desampararon. Era peligroso relacionarse con un hombre detenido por los crímenes que se le imputaban a Pablo.

Tomado en cuenta. O "computado a su cuenta". Compárese con la magnanimidad de Cristo con sus acusadores (Luc. 23:34) y con la de Esteban (Hech. 7:60).

17. El Señor estuvo a mi lado. Cf. Hech. 27:23. Pablo (Juan 16:32) sabía, como Cristo, que en la hora de crisis, cuando la fe fuera defendida contra una oposición abrumadora, en realidad nunca estaría solo. Dios nunca dejó de ser para Pablo "amparo y fortaleza... pronto auxilio en las tribulaciones" (Sal. 46:1). Aunque se le negó la ayuda de amigos influyentes (2Tim. 4:16), siempre fue firme su ánimo porque a su lado estaba Aquel que es mayor que todos.

Me dio fuerzas. O "me dio poder" (ver com. 1 Tim. 1:12).

Predicación. Gr. krugma, "anuncio hecho por un heraldo". El mensaje cristiano proclamado por Pablo, el príncipe de los predicadores. Mientras era juzgado evidentemente se le dio la oportunidad a Pablo de predicar el Evangelio, así como lo había hecho ante Félix (Hech. 24:10-25) y Agripa (cap. 26:1-32).

Todos los gentiles. O "todas las naciones". Cf. Hech. 9:15; Fil. 1:12-13. El apóstol pensaba, más que en su propia suerte, en la oportunidad que su juicio le proporcionaba para proclamar el Evangelio (ver com. Hech. 25:11). Su valiente testimonio ante los romanos en este último proceso judicial, permitió que el cristianismo penetrara en la ciudadela del paganismo. La defensa de Pablo ante Nerón no fue una simple escaramuza. Fue la hora máxima del veterano que gloriosamente había "peleado la buena batalla" (2Tim. 4:7).

Boca del león. Por el contexto se deduce que Pablo no se refiere a su primer encarcelamiento y a su liberación unos años antes (cf. vers. 16), ni a su encarcelamiento y al proceso judicial que se estaba desarrollando (cf. vers. 6). 

Los comentadores consideran generalmente que el apóstol está citando a Sal. 22:21, y que sus palabras deben entenderse en forma figurada: que sencillamente expresan un gran peligro. Algunos sugieren que se refiere a la ira de Satanás, quien no pudo silenciar su intrépido testimonio en favor de la verdad.

18. Librará. Quizá sea una referencia al Padrenuestro: "líbranos del mal" (Mat. 6:13), que se convierte así en una declaración de la inmutable confianza que Pablo tenía en Dios, quien no falla en la hora de la necesidad del hombre. El apóstol no conocía el temor. El compañerismo con Dios "echa fuera el temor" (1 Juan 4:18). Cf. Sal. 23:4; 27:1-3.

Toda obra mala. Es decir, todo mal designio que Satanás y los enemigos de Pablo pudieran tramar contra él y contra el progreso de la verdad de Dios.

Preservará. Gr. sz, "salvar". Aunque su vida no se prolongaría mucho más, Pablo sabía que su futuro eterno estaba seguro. Cuando inclinó su cabeza ante la espada del verdugo, la certidumbre en las promesas de su Señor hizo que brotara un himno de su corazón.

Gloria. La "carrera" (vers. 7) que Dios puso delante de Pablo lo condujo de una penalidad a otra. Disfrutó muy poco de las comodidades normales de la vida, y a veces fue entendido mal por otros miembros de la iglesia y aun por otros apóstoles. Recibió oprobio y humillaciones de los que no eran miembros de la iglesia, pruebas que fueron en gran medida su recompensa por predicar el Evangelio.

19. Prisca. O "Priscila" (ver com. Hech. 18:2).

Aquila. Ver com. Hech. 18:2. Esta familia había estado en Roma (Rom. 16:3) por un tiempo, pero regresaron a Éfeso donde antes habían trabajado (Hech. 18:18-26).

Onesíforo. Ver com. cap. 1:16-18.

20. Erasto. Ver com. Hech. 19:22. El hecho de que se mencione aquí puede indicar que Pablo, en camino a Roma, había ido a Corinto por la vía de Troas (ver 2Tim. 4:13).

Trófimo. Era de Éfeso (Hech. 20:1-5; 21:29). 

Acompañó a Pablo en el viaje de Macedonia a Mileto, 

por la vía de Troas, y de Mileto a Jerusalén (Hech. 20:1-16; 21:1-29).

21. Procura. "Date prisa" (BJ, NC). Ver com. vers. 9.

Antes del invierno. El tiempo tormentoso podría impedir el viaje, 

lo que demoraría la llegada de Timoteo (ver com. vers. 9).

Saluda. Nada más se sabe de Eubulo, Pudente y Claudia.

Lino. De acuerdo con la tradición, el primer obispo de Roma 

(Eusebio, Historia eclesiástica, 5.6).

22. Jesucristo. La evidencia textual establece (cf. p. 10) 

la omisión de este nombre. Lo omiten la BJ, BA y NC.

Vosotros. Ver com. 1 Tim. 6:21. 

Este pronombre en plural indica que estas palabras se aplican a toda la iglesia.

Amén. La evidencia textual favorece (cf. p. 10) la omisión de esta palabra. 

La omiten la BJ, BA, BC y NC.

En la RVA se añadía en tipo más pequeño: "La segunda epístola a Timoteo, el cual fue el primer obispo ordenado en Efeso, escrita de Roma, cuando Pablo fue presentado la segunda vez a Cesar Nerón". Esta explicación no aparece en ningún manuscrito antiguo; sin embargo, unos pocos de los manuscritos más antiguos dicen: "Escrita desde Laodicea", o "Escrita desde Roma". (7CBA).

COMENTARIOS DE EGW

1-2. HAp 400. EN ESTA SU ÚLTIMA CARTA A TIMOTEO, Pablo le presenta al joven obrero un elevado ideal, puntualizando los deberes que le corresponden como ministro de Cristo. "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado -escribió el apóstol-, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad". "Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invoca al Señor. Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad".

LE AMONESTA CONTRA LOS FALSOS MAESTROS que intentarían levantarse 400 en la iglesia. "Esto también sepas -declaró,- que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes a los padres, ingratos, sin santidad. . . teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ellos: y a éstos evita".

"MAS Los Malos Hombres Y Los Engañadores Irán De Mal En Peor -CONTINUÓ-, engañando y siendo engañados. Empero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación. . . Toda la Escritura es inspirada por divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra".

Dios ha provisto abundantes medios para tener éxito en la guerra contra la maldad que hay en el mundo. La Biblia es el arsenal donde podemos equiparnos para la lucha, Nuestros lomos; deben estar ceñidos con la verdad. Nuestra cota debe ser la justicia. El escudo de la fe debe estar en nuestra mano, el yelmo de la salvación sobre nuestra frente, y con la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, hemos de abrirnos camino a través de los obstáculos y la maraña del pecado.

PABLO sabía que la iglesia debía esperar tiempos sumamente peligrosos. Sabía que debía cumplirse una fiel y fervorosa tarea por parte de los que habían sido encargados de cuidar las iglesias; y por eso escribió a Timoteo: "Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques 401 la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina".

1-5. OE 17. El Señor envía sus ministros a presentar la palabra de vida, a predicar, no "filosofías y vanas sutilezas," ni "la falsamente llamada ciencia," sino el 17 Evangelio, "potencia de Dios para salud."* Colo. 2:8; 1Tim. 6:20; Rom. 1:16.

"Requiero yo pues -escribió Pablo a Timoteo,- delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar a los vivos y los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído, y se volverán a las fábulas. Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio." *2Tim. 4:1-5

En este encargo todo ministro tiene esbozada su obra, -una obra que él puede hacer únicamente por el cumplimiento de la promesa que hizo Jesús a sus discípulos: "He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."*Mat. 28:20

Los ministros del Evangelio, como mensajeros de Dios a sus semejantes, no deben nunca perder de vista su misión ni sus responsabilidades.  Si pierden su conexión con el cielo, están en mayor peligro que los demás, y pueden ejercer mayor influencia para mal. Satanás los vigila constantemente, esperando que se manifieste alguna debilidad, por medio de la cual pueda atacarlos con éxito. ¡Y cómo se regocija cuando tiene éxito! porque un embajador de Cristo que no esté en guardia, permite al gran adversario arrebatar muchas almas.

El verdadero ministro no hará nada que empequeñezca su cargo sagrado. Se comportará con circunspección, y será prudente en su conducta.  Obrará como obró Cristo; hará como Cristo. Empleará todas 18 las facultades en la proclamación de las nuevas de salvación a quienes no las conocen. Llenará su corazón una intensa hambre de la justicia de Cristo. Sintiendo su necesidad, buscará con fervor el poder que debe recibir antes de poder presentar con sencillez, veracidad y humildad la verdad tal cual es en Jesús.

2,5. HAp 403- 404. LA LEY, cuando es obedecida, induce a los hombres a renunciar "a la impiedad y a los deseos mundanos" y a vivir "en este siglo sobria, justa y piadosamente" (Tito 2:12).

PERO EL ENEMIGO DE TODA JUSTICIA ha sometido el mundo a cautiverio, y ha instigado a la humanidad 403 a desobedecerla. Como Pablo lo previó, multitudes se han apartado de las claras y escrutadoras verdades de la Palabra de Dios, y han elegido maestros que les presentan las fábulas que desean. Muchos, tanto pastores como miembros de iglesia, están pisoteando los mandamientos de Dios. Así se insulta al Creador del mundo, y Satanás se ríe triunfalmente al verificar cuánto éxito obtienen sus estratagemas.

CON EL DESPRECIO CRECIENTE QUE SE MANIFIESTA HACIA LA LEY DE DIOS, aumenta la aversión hacia la religión. Aumenta asimismo el orgullo, el amor a los placeres, la desobediencia a los padres y la complacencia propia; y la gente que piensa se pregunta por doquier ansiosamente: "¿Qué se puede hacer para impedir este alarmante avance del mal?"

LA RESPUESTA la hallamos en la exhortación de Pablo a Timoteo: "Predica la palabra". En la Biblia se encuentran los únicos principios que, al aplicarlos, nos darán seguridad al actuar. Es el trasunto de la voluntad de Dios; la expresión de la sabiduría divina. Capacita a los hombres para comprender los grandes problemas de la vida; y para todo el que tenga en cuenta sus preceptos será una guía infalible que le evitará consumir su vida en esfuerzos mal orientados.

DIOS HA DADO A CONOCER SU VOLUNTAD, y es insensato que el hombre ponga en tela de juicio lo que ha salido de sus labios. Después que ha hablado la Sabiduría Infinita, el hombre no tiene dudas que aclarar, ni divergencias que ventilar. Todo lo que el Señor requiere de él es un sincero y fervoroso acatamiento de su expresa voluntad.

La obediencia es el mayor dictado de la razón, tanto como la conciencia.

PABLO CONTINÚA SUS INSTRUCCIONES"Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra evangelista, cumple tu ministerio. El apóstol estaba cerca del fin de su carrera y deseaba que Timoteo ocupara su lugar, guardando a la iglesia de fábulas y herejías por medio de las cuales el enemigo, de varias maneras, se esforzaría por seducirlos y apartarlos de la sencillez del Evangelio.

LE AMONESTÓ que evitara toda ocupación 404 y complicación temporal que le podría impedir una entrega completa a la obra de Dios, que soportara con alegría la oposición, el vituperio y la persecución a que pudiera exponerse en virtud de su fidelidad, y a hacer completa demostración de su ministerio, empleando cada recurso a su alcance para beneficiar a aquellos por quienes Cristo murió.

LA VIDA DE PABLO FUE UNA EJEMPLIFICACIÓN DE LAS VERDADES QUE ENSEÑABA: en eso estribaba su poder. Su corazón estaba lleno de un profundo y perdurable sentido de su responsabilidad; y trabajaba en íntima comunión con Aquel que es la fuente de la justicia, misericordia y verdad. Se aferraba a la cruz de Cristo como a su única garantía de éxito. El amor del Salvador era el motivo imperecedero que le sostenía en sus conflictos con el yo, en sus luchas contra el mal, mientras avanzaba en el servicio de Cristo contra la hostilidad del mundo y la oposición de sus enemigos.

LO QUE LA IGLESIA NECESITA en estos días de peligro es un ejército de obreros que, como Pablo, se hayan educado para ser útiles, tengan una experiencia profunda en las cosas de Dios y estén llenos de fervor y celo.

SE NECESITAN hombres santificados y abnegados, hombres que no esquiven las pruebas y la responsabilidad; hombres valientes y veraces; hombres en cuyos corazones Cristo constituya la "esperanza de gloria," y quienes, con los labios tocados por el fuego santo, prediquen la Palabra.

POR CARECER DE TALES OBREROS la causa de Dios languidece, y errores fatales, cual veneno mortífero, corrompen la moral y agostan las esperanzas de una gran parte de la raza humana.

A MEDIDA QUE LOS FIELES Y FATIGADOS PORTAESTANDARTES están ofreciendo su vida por causa de la verdad, ¿quién se adelantará para ocupar su lugar? ¿Aceptarán nuestros jóvenes el santo cometido de manos de sus padres? ¿Están ellos preparados para llenar las vacantes producidas por la muerte de los fieles? ¿Tendrán en cuenta las recomendaciones de los apóstoles? ¿Escucharán el llamamiento del deber mientras están rodeados 405 por las incitaciones al egoísmo y a la ambición que engañan a la juventud?

2-5. 3JT 273. Cuidado Con La Religión Sensacional. En este tiempo, necesitamos en la causa de Dios hombres espirituales, hombres firmes en los buenos principios, que tengan una clara comprensión de la verdad.

Se me ha indicado que lo que la gente necesita no son teorías nuevas y fantásticas ni suposiciones humanas.  Necesita el testimonio de hombres que conocen y practican la verdad, de hombres que comprenden la misión confiada a Timoteo en estas palabras: "Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.  Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán 273 la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído, y se volverán a las fábulas. Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio." (2 Tim 4:2-5.)

Andad con firmeza y decisión, calzados los pies con el apresto del Evangelio de paz. Podéis estar seguros de que la religión pura y sin mácula no es una religión de sensaciones. A nadie ha confiado Dios la tarea de hacer nacer el apetito por las doctrinas especulativas. Hermanos míos, apartad esas cosas de vuestras enseñanzas; no permitáis que se introduzcan en vuestra vida religiosa; no dejéis que malogren la obra de vuestra vida.

Advertencia Contra Las Falsas Doctrinas. Hallamos en la epístola de Pablo a los colosenses una advertencia contra las falsas doctrinas. El apóstol declara que los corazones de los creyentes deben estar "unidos en amor, y en todas riquezas de cumplido entendimiento para conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo; en el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. Y esto digo -continúa él,- para que nadie os engañe con palabras persuasivas. . . . Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él: arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis aprendido, creciendo en ella con nacimiento de gracias. Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo: porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente: y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad." (Col. 2:2-10.)

He recibido la orden de decir a nuestros hermanos y hermanas: Sigamos a Cristo; no olvidemos que él es nuestro modelo en todas las cosas. Podemos apartar con seguridad todas las ideas que no están en su enseñanza. Ruego a nuestros 274 predicadores que procuren estar seguros de que sus pies descansan sobre la plataforma de la verdad eterna. Sed cuidadosos en cuanto a seguir vuestros impulsos, atribuyéndolos al Espíritu Santo. Algunos están en peligro en este sentido; quiero exhortarles a sanear su fe y a ser capaces de dar, a cuantos se las pidan, las razones de su esperanza.

3. CS 652. Se hará oposición y se ridiculizará a los que traten de obedecer a todos los mandamientos de Dios. Ellos no podrán subsistir sino en Dios. Para poder soportar la prueba que les espera deben comprender la voluntad de Dios tal cual está revelada en su Palabra, pues no pueden honrarle sino en la medida del conocimiento que tengan de su carácter, gobierno y propósitos divinos y en la medida en que obren conforme a las luces que les hayan sido concedidas. Sólo los que hayan fortalecido su espíritu con las verdades de la Biblia podrán resistir en el último gran conflicto. Toda alma ha de pasar por la prueba decisiva: ¿Obedeceré a Dios antes que a los hombres? La hora crítica se acerca. ¿Hemos asentado los pies en la roca de la 652 inmutable Palabra de Dios? ¿Estamos preparados para defender firmemente los mandamientos de Dios y la fe de Jesús?

Antes de la crucifixión, el Salvador había predicho a sus discípulos que iba a ser muerto y que resucitaría del sepulcro, y hubo ángeles presentes para grabar esas palabras en las mentes y en los corazones. Pero los discípulos esperaban la liberación política del yugo romano y no podían tolerar la idea de que Aquel en quien todas sus esperanzas estaban concentradas, fuese a sufrir una muerte ignominiosa. Desterraron de su mente las palabras que necesitaban recordar, y cuando llegó el momento de prueba, los encontró sin la debida preparación. La muerte de Jesús destruyó sus esperanzas igual que si no se la hubiese predicho. Así también las profecías nos anuncian el porvenir con la misma claridad con que Cristo predijo su propia muerte a los discípulos. Los acontecimientos relacionados con el fin del tiempo de gracia y la preparación para el tiempo de angustia han sido presentados con claridad. Pero hay miles de personas que comprenden estas importantes verdades de modo tan incompleto como si nunca hubiesen sido reveladas. Satanás procura arrebatar toda impresión que podría llevar a los hombres por el camino de la salvación, y el tiempo de angustia no los encontrará listos.

Cuando Dios manda a los hombres avisos tan importantes que las profecías los representan como proclamados por santos ángeles que vuelan por el cielo, es porque él exige que toda persona dotada de inteligencia les preste atención. Los terribles juicios que Dios pronunció contra los que adoran la bestia y su imagen (Apocalipsis 14:9-11) deberían inducir a todos a estudiar diligentemente las profecías para saber lo que es la marca de la bestia y cómo pueden evitarla. Pero las muchedumbres cierran los oídos a la verdad y prefieren fábulas. El apóstol Pablo, refiriéndose a los últimos días, dijo: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina." (2 Timoteo 4: 3.) Ya hemos entrado de lleno en ese tiempo. Las multitudes se niegan a recibir las verdades bíblicas porque éstas contrarían 653 los deseos de los corazones pecaminosos y mundanos; y Satanás les proporciona los engaños en que se complacen.

Pero Dios tendrá en la tierra un pueblo que sostendrá la Biblia y la Biblia sola, como piedra de toque de todas las doctrinas y base de todas las reformas. Ni las opiniones de los sabios, ni las deducciones de la ciencia, ni los credos o decisiones de concilios tan numerosos y discordantes como lo son las iglesias que representan, ni la voz de las mayorías, nada de esto, ni en conjunto ni en parte, debe ser considerado como evidencia en favor o en contra de cualquier punto de fe religiosa. Antes de aceptar cualquier doctrina o precepto debemos cerciorarnos de si los autoriza un categórico "Así dice Jehová."

Satanás trata continuamente de atraer la atención hacia los hombres en lugar de atraerla hacia Dios. Hace que el pueblo considere como sus guías a los obispos, pastores y profesores de teología, en vez de estudiar las Escrituras para saber por sí mismo cuáles son sus deberes. Dirigiendo luego la inteligencia de esos mismos guías, puede entonces también encaminar las multitudes a su voluntad.

3-4. HAp 402. A VECES LOS MINISTROS DEL EVANGELIO causan mucho daño al permitir que su lenidad hacia los que yerran degenere en tolerancia de pecados y hasta en su participación en ellos. De este modo son inducidos a excusar y no darle importancia a lo que Dios condena; y después de un tiempo se ciegan de tal modo que son capaces de elogiar a los mismos a quienes Dios les ordenó reprender. El que ha embotado sus percepciones espirituales al tolerar pecaminosamente a los que Dios condena, no tardará en cometer un pecado mayor al manifestar severidad y dureza hacia aquellos a quienes Dios aprueba. 402 Debido al orgullo de la sabiduría humana, el desprecio por la influencia del Espíritu Santo y la aversión por las verdades de la Palabra de Dios, muchos que profesan ser cristianos y que se sienten competentes para enseñar a otros, serán inducidos a apartarse de los requerimientos de Dios.

PABLO LE DIJO A TIMOTEO: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas".

EL APÓSTOL NO SE REFIERE AQUÍ A LOS ABIERTAMENTE IRRELIGIOSOS, sino a los profesos cristianos que han hecho de sus inclinaciones la norma, y que así se han esclavizado al yo. Los tales están deseosos de oír solamente las doctrinas que no reprenden sus pecados ni condenan su afán de placeres. Se ofenden ante las sencillas palabras de los fieles siervos de Cristo, y escogen a los maestros que los alaban y lisonjean. Y entre los profesos ministros de Cristo hay quienes predican las opiniones de los hombres en vez de la Palabra de Dios. Infieles a su cometido, desvían a los que buscan en ellos orientación espiritual.

EN LOS PRECEPTOS DE SU SANTA LEY, Dios ha dado una perfecta norma de vida; y ha declarado que hasta el fin del tiempo esa ley, que no ha cambiado ni en una sola jota ni en un tilde, sostendrá su vigencia ante los seres humanos.

CRISTO VINO PARA MAGNIFICAR LA LEY Y ENGRANDECERLA. Mostró que se funda en el amplio conocimiento del amor a Dios y al hombre, y que la obediencia a sus preceptos abarca todos los deberes de éste. Su propia vida es un ejemplo de obediencia a la ley de Dios. En el sermón del monte demostró que sus requerimientos se refieren no sólo a las acciones externas sino que abarcan los pensamientos y las intenciones del corazón.

LA LEY, cuando es obedecida, induce a los hombres a renunciar "a la impiedad y a los deseos mundanos" y a vivir "en este siglo sobria, justa y piadosamente" (Tito 2:12).

PERO EL ENEMIGO DE TODA JUSTICIA ha sometido el mundo a cautiverio, y ha instigado a la humanidad 403 a desobedecerla. Como Pablo lo previó, multitudes se han apartado de las claras y escrutadoras verdades de la Palabra de Dios, y han elegido maestros que les presentan las fábulas que desean. Muchos, tanto pastores como miembros de iglesia, están pisoteando los mandamientos de Dios. Así se insulta al Creador del mundo, y Satanás se ríe triunfalmente al verificar cuánto éxito obtienen sus estratagemas.

6-8. HAp 409. DURANTE LA VISTA DEL PROCESO FINAL DE PABLO ANTE NERÓN, éste quedó vivamente impresionado por la lógica argumentación del procesado, de suerte que sin absolverle ni condenarle, difirió el fallo. Pero no tardó en renacer la malicia del emperador contra Pablo. Exasperado al no poder atajar los progresos de la religión cristiana aun en la misma casa imperial, determinó condenar a muerte al apóstol en cuanto se deparase una oportuna ocasión. No tardó en pronunciar la sentencia de muerte; pero como Pablo era ciudadano romano, no se le podía atormentar, y así se le condenó a la decapitación.

EL APÓSTOL FUE CONDUCIDO SECRETAMENTE AL LUGAR DE EJECUCIÓN. A pocos se les permitió presenciarla, porque alarmados sus perseguidores por la amplitud de su influencia, temieron que el espectáculo de su muerte ganara más conversos al cristianismo. Pero aun los empedernidos soldados que le escoltaban, al escuchar sus últimas palabras, asombráronse de ver la placidez y hasta el gozo de la víctima en presencia de la muerte.

PARA ALGUNOS DE LOS CIRCUNSTANTES fue sabor de vida para vida el contemplar su martirio, su espíritu de perdón para con los verdugos y su inquebrantable confianza en Cristo hasta el último momento. Varios de ellos aceptaron al Salvador predicado por Pablo, y no tardaron en sellar intrépidamente su fe con su sangre.

HASTA SU ÚLTIMA HORA, la vida del apóstol testificó de la verdad de sus palabras a los corintios: "Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.  Tenemos empero este 407 tesoro en vasos de barro, para que la alteza del poder sea de Dios, y no de nosotros; estando atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperamos; perseguidos, mas no desamparados; abatidos, mas no perecemos; llevando siempre por todas partes la muerte de Jesús en el cuerpo, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestros cuerpos." (2 Cor. 4:6-10.)

SU SUFICIENCIA no estaba en él mismo, sino en la presencia e influencia del Espíritu divino que llenaba su alma y sometía todo pensamiento a la voluntad de Cristo. El profeta declara: "Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera porque en ti se ha confiado."(Isa. 26:3.)  La paz celestial manifestada en el rostro de Pablo ganó a muchas personas para el Evangelio.

PABLO LLEVABA CONSIGO EL AMBIENTE DEL CIELO. Todos cuantos le trataban sentían la influencia de su unión con Cristo. Daba mayor valía a su predicación la circunstancia de que sus obras estaban de acuerdo con sus palabras. En esto consiste el poder de la verdad.

La impremeditada e inconsciente influencia de una vida santa, es el más convincente sermón que puede predicarse en favor del cristianismo. Puede ser que los argumentos, por irrebatibles que sean, no provoquen más que oposición; pero un ejemplo piadoso entraña fuerza irresistible.

OLVIDÓSE EL APÓSTOL de sus inminentes sufrimientos para atender solícitamente a los que iba a dejar expuestos al prejuicio, odio y persecución de sus enemigos. Procuró fortalecer y alentar a los pocos cristianos que le acompañaron al lugar de la ejecución repitiéndoles las promesas dadas a los que padecen persecución por su amor a la justicia. Les aseguró que nada de cuanto el Señor había dicho respecto a sus atribulados y fieles hijos dejaría de cumplirse. Por un corto tiempo, se verían tal vez apesadumbrados por múltiples tentaciones y desposados de las comodidades terrenas; pero podrían confortar su corazón con la seguridad de que Dios sería fiel y decir: "Yo sé a quién he creído, Y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día." (2 Tim. 1:12). Pronto acabaría la 408 noche de prueba y sufrimiento, y alborearía la alegre mañana del día de perfecta paz.

EL APÓSTOL CONTEMPLABA EL GRAN MÁS ALLÁ, no con temor e incertidumbre, sino con gozosa esperanza y anhelosa expectación. Al llegar al paraje del martirio, no vio la espada del verdugo ni la tierra que iba a absorber su sangre, sino que a través del sereno cielo de aquel día estival, miraba el trono del Eterno.

ESTE HOMBRE DE FE contemplaba la visión de la escalera de Jacob, que representaba a Cristo, quien unió la tierra con el cielo, y al hombre finito con el Dios infinito. Su fe se fortaleció al recordar cómo los patriarcas y profetas habían confiado en Uno que fue su sostén y consolación y por quien él sacrificaba su vida. Oyó a esos hombres santos que de siglo en siglo testificaron por su fe asegurarle que Dios es fiel.

A SUS COLABORADORES, que para predicar el Evangelio de Cristo salieron al encuentro del fanatismo religioso supersticiones paganas, persecución desprecio, que no apreciaron sus propias vidas, a fin de llevar en alto la luz de la cruz en el obscuro laberinto de la incredulidad, oía testificar de Jesús como el Hijo de Dios, el Salvador del mundo. De la rueda de tormento, la estaca, el calabozo y de los escondrijos y cavernas de la tierra, llegaba a sus oídos el grito de triunfo de los mártires.

OÍA EL TESTIMONIO DE LAS ALMAS RESUELTAS, quienes, aunque desamparadas, afligidas y atormentadas, padecían sin temor testificando solemnemente de su fe, diciendo: "Yo sé en quién he creído." Los que así rindieron su vida por la fe, declararon al mundo que Aquel en quien habían confiado era capaz de salvar hasta lo sumo.

REDIMIDO PABLO POR EL SACRIFICIO DE CRISTO, lavado del pecado en su sangre revestido de su justicia, tenía en sí mismo el testimonio de que su alma era preciosa a la vista de su Redentor. Estaba su vida oculta con Cristo en Dios, y tenía el convencimiento de que quien venció la muerte es poderoso para guardar cuanto se le confíe.

SU MENTE SE AFERRABA A LA PROMESA DEL SALVADOR: "Yo le resucitaré en el día postrero". 409 (Juan 6:40). Sus pensamientos y esperanzas estaban concentrados en la segunda venida de su Señor. Y al caer la espada del verdugo, y agolparse sobre el mártir las sombras de la muerte, se lanzó delante su último pensamiento -como lo hará el primero que de él brote en el momento del gran despertar - al encuentro del Autor de la vida que le dará la bienvenida al gozo de los bienaventurados.

CASI VEINTE SIGLOS han transcurrido desde que el anciano Pablo vertió su sangre como testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo. Ninguna mano fiel registró para las generaciones futuras las últimas escenas de la vida de este santo apóstol; pero la Inspiración nos ha conservado su postrer testimonio. Como resonante trompeta, su voz ha vibrado desde entonces a través de los siglos, enardeciendo con su propio valor a millares de testigos de Cristo y despertando en millares de corazones afligidos el eco de su triunfante gozo: "Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida." (2 Tim. 4:6-8.) 410

10. HAp 363. ENTRE LOS ASISTENTES DE PABLO EN ROMA había muchos que habían sido antes sus compañeros y colaboradores. Lucas, "el médico amado," quien le había atendido en el viaje a Jerusalén, durante los dos años de su encarcelamiento en Cesarea, y en su arriesgado viaje a Roma, estaba todavía con él. Timoteo también velaba por su comodidad. Tíquico, "hermano amado y fiel ministro y consiervo en el Señor," auxiliaba noblemente al apóstol. Demas y Marcos estaban también con él. Aristarco y Epafras eran sus compañeros "en la prisión." (Col. 4:7-14.)

DESDE LOS PRIMEROS AÑOS DE SU PROFESIÓN DE FELa Experiencia Cristiana De Marcos Se Había Profundizado. A medida que estudiaba más atentamente la vida y muerte de Cristo, obtenía más claros conceptos de la misión del Salvador, sus afanes y conflictos. Leyendo en las cicatrices de las manos y los pies de Cristo las señales de su servicio por la humanidad, y el extremo a que llega la abnegación para salvar a los extraviados y perdidos, Marcos se constituyó en un seguidor voluntario del Maestro en la senda del sacrificio. Ahora, compartiendo la suerte de Pablo, el preso, comprendía mejor que nunca antes que es una infinita ganancia alcanzar a Cristo, e infinita pérdida ganar el mundo y perder el alma por cuya redención la sangre de Cristo fue derramada. Frente a la severa prueba y adversidad, Marcos continuó firmemente, como sabio y amado ayudador del apóstol.

DEMAS fue fiel por un tiempo, pero luego abandonó la causa de Cristo. Refiriéndose a esto, Pablo escribió: "Demas me ha desamparado, amando este siglo." (2Tim.4:10.) Demas sacrificó toda alta y noble consideración para conseguir la ganancia mundanal. ¡Qué cambio insensato! Poseyendo solamente riqueza u honor mundano, Demas era ciertamente pobre, por mucho que fuera lo que orgullosamente pudiera considerar suyo; mientras tanto Marcos, escogiendo sufrir por la causa de Cristo, poseía riquezas eternas, siendo considerado 364 por el cielo como heredero de Dios y coheredero con su Hijo.

10-12. HAp 390. NO PODÍA ESCAPAR a la atención de sus enemigos la obra de Pablo entre las iglesias después de su absolución en Roma. Desde los comienzos de la persecución de Nerón, los cristianos se convirtieron por doquier en una secta proscrita.

PASADO ALGÚN TIEMPO, los judíos incrédulos concibieron la idea de achacar a Pablo el crimen de haber INSTIGADO el incendio de Roma. Ninguno de ellos, ni por un instante, lo creyó culpable; pero sabían que semejante acusación, hecha con la menor apariencia de probabilidad, acarrearía su condena. Debido a sus esfuerzos, Pablo fue detenido nuevamente y llevado en seguida a su prisión final.

EN SU SEGUNDO VIAJE A ROMA, acompañaron a Pablo varios de sus antiguos colaboradores; otros deseaban con ansias compartir su suerte, pero él no quiso permitirles que pusieran su vida en peligro. Las perspectivas esta vez eran bastante más desfavorables que en ocasión de su primer encarcelamiento.

LA PERSECUCIÓN desatada por Nerón había contribuido a que disminuyera muchísimo el número de cristianos que vivían en Roma. Miles habían sufrido el martirio por causa de su fe; muchos habían abandonado la ciudad, y los que quedaban estaban sumamente deprimidos e intimidados.

AL LLEGAR A ROMA, lo encerraron en una lóbrega mazmorra, en la cual iba a quedar hasta que terminara su proceso. Acusado de instigar uno de los más viles y terribles crímenes contra la ciudad y la nación, era objeto de desprecio universal.

LOS POCOS AMIGOS Que Habían Compartido Las Penurias Del Apóstol, Comenzaron A Abandonarlo; algunos simplemente lo dejaron solo, otros salieron a cumplir misiones definidas en favor de diversas iglesias, Figelo y Hermógenes fueron los primeros en irse. Luego Demas, desanimado por las crecientes nubes de dificultades 391 y peligros, abandonó al apóstol perseguido.

11. HAp 138. PABLO Y SUS COMPAÑEROS CONTINUARON VIAJE A PERGA DE PANFILIA. Su camino era penoso; afrontaban adversidades y privaciones, y estaban acosados por peligros por doquiera. En los pueblos y ciudades por los cuales pasaban y a lo largo de los caminos solitarios, estaban rodeados de peligros visibles e invisibles. Pero Pablo y Bernabé habían aprendido a confiar en el poder libertador de Dios. Sus corazones estaban llenos de ferviente amor por las almas que perecían. Como fieles pastores que buscaban las ovejas perdidas, no pensaban en su propia comodidad y conveniencia. Olvidándose de sí mismos, no vacilaban frente al cansancio, el hambre y el frío. No tenían sino un objetivo en vista: la salvación de aquellos que se habían apartado lejos del redil.

ALLÍ FUE DONDE MARCOS, ABRUMADO POR EL TEMOR Y EL DESALIENTO, Vaciló por un tiempo en su propósito de entregarse de todo corazón a la obra del Señor. No acostumbrado a las penurias, se desalentó por los peligros y las privaciones del camino. Había trabajado con éxito en circunstancias favorables; pero 138 ahora, en medio de la oposición y los peligros que con tanta frecuencia asedian al obrero de avanzada, no supo soportar las durezas como buen soldado de la cruz. Tenía todavía que aprender a arrostrar el peligro, la persecución y la adversidad con corazón valiente. Al avanzar los apóstoles, y al sentir la aprensión de dificultades aún mayores, Marcos se intimidó, y perdiendo todo valor, se negó a avanzar, y volvió a Jerusalén.

ESTA DESERCIÓN INDUJO A PABLO A Juzgar Desfavorable Y Aun Severamente Por Un Tiempo A Marcos. Bernabé, por otro lado, se inclinaba a excusarlo por causa de su inexperiencia. Anhelaba que Marcos no abandonase el ministerio, porque veía en él cualidades que le habilitarían para ser un obrero útil para Cristo. En años ulteriores su solicitud por Marcos fue ricamente recompensada; porque el joven se entregó sin reservas al Señor y a la obra de predicar el mensaje evangélico en campos difíciles. Bajo la bendición de Dios y la sabia enseñanza de Bernabé, se transformó en un valioso obrero.

Pablo Se Reconcilió Más Tarde Con Marcos, y le recibió como su colaborador. También lo recomendó a los colosenses como colaborador "en el reino de Dios," y uno que me ha "sido consuelo." (Col. 4:11.) De nuevo, no mucho antes de su muerte, habló de Marcos como uno que le era "útil para el ministerio." (2 Tim: 4:11).

12. HAp 405. A MEDIDA QUE LOS FIELES Y FATIGADOS PORTAESTANDARTES están ofreciendo su vida por causa de la verdad, ¿quién se adelantará para ocupar su lugar? ¿Aceptarán nuestros jóvenes el santo cometido de manos de sus padres? ¿Están ellos preparados para llenar las vacantes producidas por la muerte de los fieles? ¿Tendrán en cuenta las recomendaciones de los apóstoles? ¿Escucharán el llamamiento del deber mientras están rodeados 405 por las incitaciones al egoísmo y a la ambición que engañan a la juventud?

PABLO CONCLUYÓ SU CARTA Con Mensajes Particulares Para Distintas Personas, y otra vez repitió el urgente ruego de que Timoteo fuera pronto -si fuese posible, antes del invierno. Habló de su soledad, causada por el abandono de algunos amigos suyos, y la ausencia necesaria de otros; y para que Timoteo no vacilase, temiendo que la iglesia de Éfeso necesitara sus atenciones, Pablo le manifestó que había enviado ya a Tíquico para que ocupase la vacante.

DESPUÉS de hablar de la escena de su juicio ante Nerón, la deserción de sus hermanos y la gracia sostenedora del Dios guardador de su pacto, Pablo concluyó su carta encomendando a Timoteo al cuidado del jefe de los pastores, quien, aun cuando los subpastores cayesen en la lucha, seguiría cuidando su rebaño. 406

14. HAp 238. UNA VEZ AL AÑO SE CELEBRABAN EN ÉFESO ceremonias especiales en honor de la diosa Diana. Con este motivo, venían a la ciudad grandes multitudes de todas partes de la provincia y se efectuaban durante todo este período grandes fiestas con mucha pompa y esplendor.

Este tiempo de fiesta constituía un tiempo de prueba para aquellos que acababan de aceptar la fe.

LA COMPAÑÍA DE LOS CREYENTES que se reunían en la escuela de Tirano era una nota discordante en el coro festivo, y se los hacía objeto del ridículo, el reproche y el insulto. Las labores de Pablo habían asestado al culto pagano un golpe eficaz, en consecuencia del cual se notaba un decaimiento perceptible en la asistencia a la fiesta nacional y en el entusiasmo de los adoradores. La influencia 237 de sus enseñanzas se extendía mucho más allá de los conversos efectivos a la fe. Muchos que no habían aceptado abiertamente las nuevas doctrinas, llegaron a iluminarse hasta tal punto que perdieron toda confianza en sus dioses paganos.

HABÍA TAMBIÉN OTRA CAUSA DE DESCONTENTO. Se había convertido en un extenso y lucrativo negocio en Éfeso la fabricación y venta de pequeños santuarios e imágenes, modeladas conforme al templo y la imagen de Diana. Los que se interesaban en esta industria descubrieron que sus ganancias disminuían, y todos concordaron en atribuir el desventurado cambio a las labores de Pablo.

Demetrio, un fabricante de templecitos de plata, reuniendo a los que trabajaban en ese oficio, dijo: "Varones, sabéis que de este oficio tenemos ganancia; y veis y oís que este Pablo, no solamente en Éfeso, sino a muchas gentes de casi toda el Asia, ha apartado con persuasión, diciendo, que no son dioses los que se hacen con las manos. Y no solamente hay peligro de que este negocio se nos vuelva en reproche, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida su majestad, la cual honra toda el Asia y el mundo."

Estas palabras despertaron las excitables pasiones del pueblo. "Llenáronse de ira, y dieron alarido, diciendo: ¡Grande es Diana de los Efesios!" Rápidamente se difundió un informe de este discurso. "Y la ciudad se llenó de confusión."

SE BUSCÓ A PABLO, pero el apóstol no pudo ser hallado. Sus hermanos, siendo advertidos del peligro, le hicieron salir apresuradamente del lugar. Fueron enviados ángeles de Dios para guardar al apóstol; el tiempo en que había de morir como mártir todavía no había llegado. Ya que no podía encontrar el objeto de su ira, la turba se apoderó de "Gayo y Aristarco, Macedonios, compañeros de Pablo," y con éstos, "unánimes se arrojaron al teatro."

El lugar en que Pablo había sido ocultado no estaba muy distante, y pronto se enteró él del peligro en que se hallaban sus amados hermanos. Olvidando su propia seguridad, quiso ir al 238 teatro para hablar a los que causaban el tumulto. Pero "los discípulos no le dejaron." Gayo y Aristarco no eran la presa que el pueblo buscaba; de modo que no había de temerse que se les hiciese mucho daño. Pero a la vista del pálido y agobiado rostro del apóstol, se hubieran despertado las peores pasiones de la turba, y no habría habido la menor posibilidad humana de salvar su vida.

PABLO ESTABA TODAVÍA ANSIOSO DE DEFENDER LA VERDAD ANTE LA MULTITUD; pero fue al fin disuadido por un mensaje de amonestación enviado desde el teatro. "Algunos de los principales de Asia, que eran sus amigos, enviaron a él rogando que no se presentase en el teatro." El tumulto del teatro iba creciendo. Algunos gritaban una cosa "y otros gritaban otra cosa; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían juntado."

El hecho de que Pablo y algunos de sus compañeros fuesen de sangre hebrea, llenó a los judíos del deseo de mostrar claramente que no simpatizaban con él ni con su obra. Por lo tanto, presentaron a uno de los suyos para que expusiese el asunto ante el populacho.

El orador elegido fue Alejandro, uno de los artesanos, un calderero, a quien Pablo se refirió más adelante como a uno que le había hecho mucho daño. (2 Tim. 4:14.)

ALEJANDRO ERA UN HOMBRE DE CONSIDERABLE HABILIDAD, y concentró todas sus energías para dirigir la ira de la gente exclusivamente contra Pablo y sus compañeros. Pero la turba, dándose cuenta de que Alejandro era judío, lo hizo a un lado; y "fue hecha una voz de todos, que gritaron casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los Efesios!" Al fin, completamente exhaustos, pararon, y hubo un silencio momentáneo.

ENTONCES EL ESCRIBANO DE LA CIUDAD llamó la atención de la turba, y en virtud de su cargo consiguió que le escucharan. Hizo frente al pueblo en su propio terreno, y le mostró que no había motivo para ese tumulto. Apeló a su razón:  "Varones Efesios ­dijo,­ ¿y quién hay de los hombres que no sepa que la ciudad de los Efesios es honrada de la 239 grande diosa Diana, y de la imagen venida de Júpiter? Así que, pues esto no puede ser contradicho, conviene que os apacigüéis, y que nada hagáis temerariamente; pues habéis traído a estos hombres, sin ser sacrílegos ni blasfemadores de vuestra diosa. Que, si Demetrio y los oficiales que están con él tienen negocio con alguno, audiencias se hacen, y procónsules hay; acúsense los unos a los otros. Y si demandáis alguna otra cosa, en legítima asamblea se puede decidir. Porque peligro hay de que seamos argüídos de sedición por hoy, no habiendo ninguna causa por la cual podamos dar razón de este concurso. Y habiendo dicho esto, despidió la concurrencia."

EN SU DISCURSO DEMETRIO había indicado que su oficio estaba en peligro. Estas palabras revelan la verdadera causa del tumulto de Éfeso, y también la causa de mucha de la persecución que afrontaron los apóstoles en su trabajo. Demetrio y sus compañeros de oficio vieron que por la enseñanza y la extensión del Evangelio, el negocio de la fabricación de imágenes estaba en peligro. Los ingresos de los sacerdotes y artesanos paganos estaban comprometidos y por esta razón levantaron contra Pablo la más acerba oposición.

La decisión del escribano y de otros que ocupaban puestos de honor en la ciudad, había puesto a Pablo delante del pueblo como una persona inocente de acto ilegal alguno. Este fue otro triunfo del cristianismo sobre el error y la superstición. 

Dios había levantado a un gran magistrado para vindicar a su apóstol y detener a la turba tumultuosa. El corazón de Pablo se llenó de gratitud a Dios porque su vida había sido conservada y el cristianismo no había cobrado mala fama a causa del tumulto de Éfeso. 

16-17. HAp 392. NUEVAMENTE ANTE NERÓN. (392-396)

https://elaguila3008.blogspot.com/2021/10/capitulo-48-nuevamente-ante-neron.html

 LA ULTIMA CARTA DE PABLO. Basado En 2 Timoteo 

https://elaguila3008.blogspot.com/2021/10/capitulo-49-la-ultima-carta-de-pablo.html

CONDENADO A MUERTE. 

https://elaguila3008.blogspot.com/2021/10/capitulo-50-pablo-condenado-muerte.html

Ministerio Hno. Pio 


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