Basado En Colosenses Y Filipenses.
EN LOS PRIMEROS AÑOS De La Experiencia Cristiana Del Apóstol Pablo, le fueron dadas oportunidades especiales de aprender la voluntad de Dios concerniente a los seguidores de Jesús. Fue "arrebatado hasta el tercer cielo," "al paraíso, donde oyó palabras secretas que el hombre no puede decir."
El mismo reconoció que muchas "visiones y revelaciones" le
fueron dadas "del Señor." Su comprensión de los principios de las
verdades evangélicas, era igual a la de "los sumos apóstoles." (2
Cor. 12:2,4,1,11.) Tenía una clara y amplia comprensión de "la anchura, y
la longitud, y la altura y la profundidad" del "amor de Cristo, que
sobrepuja a todo conocimiento." (Efe. 3:18,19, V.M.)
PABLO NO PODÍA DECIR TODO LO QUE HABÍA VISTO EN
VISIÓN, porque entre sus oidores había algunos que habrían hecho mal uso de
sus palabras. Pero aquello que le fue revelado, le habilitó para trabajar como
dirigente y sabio maestro, y también modeló los mensajes que en años ulteriores
envió a las iglesias. La impresión que recibió cuando estuvo en visión le
acompañaba siempre y le habilitaba para dar una correcta representación del carácter
cristiano. A viva voz y por carta expresó su mensaje que en todo momento trajo
ayuda y fuerza a la iglesia de Dios. Para los creyentes de la actualidad, sus
mensajes hablan claramente de los peligros que amenazarán a la iglesia y las
falsas doctrinas que tendrán que arrostrar.
EL
DESEO DEL APÓSTOL para aquellos a quienes escribía sus cartas de consejo y
admonición era que no fuesen "niños fluctuantes y llevados por doquiera de
todo viento de doctrina," 375
sino que todos llegaran "a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo
de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de
Cristo." Rogó a aquellos que eran seguidores de Cristo y que vivían en
comunidades paganas, que no anduviesen "como los otros Gentiles, que andan
en la vanidad de su sentido, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de
la vida de Dios . . . por la dureza de su corazón," sino
"avisadamente; no como necios, mas como sabios; redimiendo el
tiempo." (Efe. 4:14,13,17,18; 5:15,16.) Animó a los creyentes a mirar
hacia el tiempo cuando Cristo, que "amó a la iglesia y se entregó a sí
mismo por ella," podría "presentársela gloriosa para sí, una iglesia
que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante," una iglesia
"santa y sin mancha." (Efe. 5:25,27.)
ESTOS
MENSAJES, ESCRITOS, No Con Poder Humano, Sino Con El De Dios, contienen
lecciones que deben ser estudiadas por todos, lecciones que será provechoso
repetir frecuentemente. En ellas encontramos delineada la piedad práctica, se
formulan principios que deben ser seguidos en cada iglesia y se define el
camino que lleva a la vida eterna.
EN SU CARTA "A Los Santos Y Hermanos Fieles En Cristo Que
Están En COLOSAS," escrita mientras estaba preso en Roma, Pablo hace mención de
su regocijo por la constancia de ellos en la fe, cuyas buenas nuevas le fueron
traídas por Epafras, quien, escribió el apóstol, "nos ha declarado vuestro
amor en el Espíritu. Por lo cual -continúa,- también nosotros, desde el día que
lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del
conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia; para
que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda
buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios: corroborados de toda
fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, para toda tolerancia y largura
de ánimo con gozo."
De
este modo Pablo expresó en palabras sus deseos para con los creyentes de
Colosas. ¡Cuán elevado es el ideal que mantienen 376 estas palabras ante el seguidor de
Cristo! Muestran las maravillosas posibilidades de la vida cristiana y hacen
bien claro que no hay límites para las bendiciones que los hijos de Dios pueden
recibir. Creciendo constantemente en el conocimiento de Dios, podían ir de
fortaleza en fortaleza, de altura en altura en la experiencia cristiana, hasta
que por "la potencia de su gloria," llegasen a ser "aptos para
participar de la suerte de los santos en luz."
EL
APÓSTOL EXALTÓ A CRISTO delante de sus hermanos como aquel por quien
Dios había creado todas las cosas, y por quien había labrado su redención. Declaró
que la mano que sostiene los mundos en el espacio y mantiene en su ordenada
distribución e infatigable actividad todas las cosas en el universo, es la que
fue clavada por ellos en la cruz. "Por él fueron criadas todas las cosas
-escribió Pablo- que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo
fue criado por él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y por él todas
las cosas subsisten." "A vosotros también que erais en otro tiempo
extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado en
el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos y sin mancha, e
irreprensibles delante de él."
El Hijo de Dios se humilló
para levantar al caído. Por ello dejó los mundos celestiales que no han
conocido el pecado, los noventa y nueve que le amaban, y vino a esta tierra
para ser "herido por nuestras rebeliones," y "molido por
nuestros pecados." (Isa. 53:5.) Fue hecho, en todas las cosas, semejante a
sus hermanos. Se revistió de carne humana igualándose a nosotros.
Él sabía lo que
significaba tener hambre, sed y cansancio. Fue sustentado por el alimento y
refrigerado por el sueño. Fue un extranjero y advenedizo sobre la tierra, -en
el mundo, pero no del mundo. Tentado y probado como lo son los hombres de la
actualidad, vivió, sin embargo, una vida libre del pecado. 377 Lleno de ternura,
compasión, simpatía, siempre considerado con los demás, representó el carácter
de Dios. "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros, ...
lleno de gracia y de verdad." (Juan 1:14.)
RODEADOS
POR PRÁCTICAS E INFLUENCIAS PAGANAS, los creyentes de Colosas estaban en
peligro de ser inducidos a dejar la sencillez del Evangelio, y Pablo,
amonestándoles contra eso, les señaló a Cristo como el único guía seguro. "Porque quiero que sepáis -escribió-
cuán gran solicitud tengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por
todos los que nunca vieron mi rostro en carne; para que sean confortados sus
corazones, unidos en amor, y en todas riquezas de cumplido entendimiento para
conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo, en el cual están
escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento”.
"Y
esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas. . . Por tanto de
la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él: arraigados y
sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis aprendido,
creciendo en ella con hacimiento de gracias.
Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las
tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según
Cristo: porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente: y
en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y
potestad."
CRISTO
había anticipado que se levantarían engañadores, por cuya influencia la
maldad se multiplicaría y la caridad de muchos se enfriaría. (Mat. 24:12.) Advirtió
a sus discípulos que la iglesia estaría en mayor peligro por este mal que por
las persecuciones de sus enemigos. Una y otra vez Pablo previno a los creyentes
contra esos falsos maestros. De este peligro, más que de cualquier otro,
deberían prevenirse; pues, al recibir falsos maestros, abrirían la puerta a
errores por los cuales el enemigo podría empañar las percepciones espirituales
y hacer tambalear la confianza de los nuevos conversos al Evangelio. 378
Cristo era la norma
por la cual debían probar las doctrinas presentadas. Todo lo que no estaba en
armonía con sus enseñanzas debían rechazarlo.
Cristo crucificado por el pecado, Cristo resucitado de entre los muertos,
Cristo ascendido a lo alto, ésta era la ciencia de la salvación que ellos debían aprender y enseñar.
LAS AMONESTACIONES DE LA PALABRA DE DIOS respecto
a los peligros que rodean a la iglesia cristiana, son para nosotros hoy. Como
en los días de los apóstoles, los hombres intentan, por medio de tradiciones y
filosofías, destruir la fe en las Escrituras. Así hoy, por los complacientes
conceptos de la "alta crítica," evolución, espiritismo, teosofía y
panteísmo, el enemigo de la justicia está procurando llevar a las almas por
caminos prohibidos.
PARA
MUCHOS, LA BIBLIA ES UNA LÁMPARA SIN ACEITE, porque han dirigido
sus mentes hacia canales de creencias especulativas que traen falsos conceptos
y confusión. La obra de la "alta crítica" al criticar, conjeturar y
reconstruir, está destruyendo la fe en la Biblia como revelación divina. Está
privando a la Palabra de Dios del poder de guiar, levantar e inspirar las vidas
humanas.
Por el espiritismo, multitudes son
inducidas a pensar que el deseo es la mayor ley, que la licencia es libertad y
que el hombre es responsable únicamente de sí mismo y ante sí mismo.
EL
SEGUIDOR DE CRISTO se encontrará con las "palabras persuasivas"
contra las cuales el apóstol advirtió a los creyentes de Colosas. Se encontrará
con interpretaciones espiritualistas de las Escrituras, pero no debe
aceptarlas. Ha de oírsele afirmar claramente las verdades eternas de las
Escrituras. GUARDANDO sus ojos fijos
en Cristo, caminará constantemente hacia adelante en la senda señalada,
descartando todas las ideas que no están en armonía con su enseñanza. La verdad
de Dios es el objeto de su contemplación y meditación. Considerará la Biblia
como la voz de Dios que le habla directamente. Así encontrará la sabiduría
divina.
EL
CONOCIMIENTO DE DIOS, como está revelado en Cristo, es 379 el conocimiento que deben tener
todos los que están salvos. Este es el conocimiento que obra la transformación
del carácter. Recibido en la vida, volverá a crear en el alma la imagen de
Cristo. Tal es el conocimiento que Dios invita a sus hijos a obtener, pues en
comparación con él todo lo demás es vanidad y nada.
EN TODA GENERACIÓN y en
cada país el fundamento de la verdad para la construcción del carácter ha sido
el mismo: los principios contenidos en la Palabra de Dios. La única norma
segura e infalible es hacer lo que Dios dice. "Los mandamientos de Jehová
son rectos," y "el que hace estas cosas, no resbalará para
siempre." (Sal. 19:8; 15:5.) Fue con la Palabra de Dios cómo los apóstoles
hicieron frente a las falsas teorías de sus días, diciendo: "Nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto." (1 Cor. 3:11.)
AL
TIEMPO DE SU CONVERSIÓN Y BAUTISMO, los creyentes de Colosas prometieron
dejar a un lado creencias y prácticas que hasta entonces habían sido una parte
de sus vidas, y ser constantes en su lealtad a Cristo. En su carta, Pablo les
recordó esto, rogándoles que no olvidasen que, a fin de cumplir su voto,
deberían hacer un esfuerzo constante contra los males que buscaban tener
dominio sobre ellos. "Si habéis pues
resucitado con Cristo -dijo,- buscad las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las
de la tierra. Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en
Dios." "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es:
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (2 Cor. 5:17.)
POR MEDIO DEL PODER DE CRISTO, los hombres y mujeres han roto las cadenas de los hábitos pecaminosos. Han renunciado al egoísmo. El profano se transformó en reverente, el borracho en sobrio, el libertino en puro. Almas que habían manifestado la semejanza de Satanás, han llegado a transformarse a la imagen de Dios. Este cambio, en sí mismo, es el milagro de los milagros.
El cambio
realizado por la Palabra 380 es uno
de los más profundos misterios de ella. No lo podemos entender; solamente
podemos creerlo, como lo señalan las Escrituras: "Cristo en vosotros, la
esperanza de gloria."
CUANDO EL ESPÍRITU DE DIOS
domina la mente y el corazón, el alma convertida prorrumpe en una nueva
canción; porque ha reconocido que la promesa de Dios ha sido cumplida en su
experiencia, que su transgresión ha sido perdonada, su pecado cubierto. Ha
sentido arrepentimiento hacia Dios por la violación de su divina ley, y fe
hacia Cristo, quien murió por la justificación del hombre. Justificado
"pues por la fe" tiene "paz con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo." (Rom. 5:1.)
PERO HABIENDO ALCANZADO ESA EXPERIENCIA, el
cristiano no debe por lo tanto cruzarse de brazos conforme con lo que ha
logrado. Aquel que está determinado a entrar en el reino espiritual encontrará
que todos los poderes y las pasiones de la naturaleza no regenerada,
respaldadas por las fuerzas del reino de las tinieblas, están preparadas para
atacarle.
Cada día debe renovar su consagración,
Cada día debe batallar contra el pecado.
Los Hábitos Antiguos, las tendencias
hereditarias hacia el mal, se disputarán el dominio, y contra ellos debe
siempre velar, apoyándose en el poder de Cristo para obtener la victoria.
ESCRIBIÓ
PABLO A LOS COLOSENSES: "Amortiguad, pues, vuestros miembros que
están sobre la tierra: . . . en las cuales [cosas] vosotros también anduvisteis
en otro tiempo viviendo en ellas. Mas ahora, dejad también vosotros todas estas
cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, torpes palabras de vuestra boca. . .
. Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;
sufriéndoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros si alguno
tuviere queja del otro: de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo
de la perfección. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la cual
asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos." 381
LA
CARTA A LOS COLOSENSES está llena de lecciones de gran valor para
todos los que están ocupados en el servicio de Cristo, lecciones que muestran
la sinceridad de propósito y la altura del blanco que será visto en la vida de
aquel que representa correctamente a su Salvador. Renunciando a todo lo que
pueda impedirle realizar progresos en el camino ascendente, o quiera hacer
volver los pies de otros del camino angosto, el creyente revelará en su vida
diaria misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, tolerancia y el amor de
Cristo.
El Poder De Una Vida Más
Elevada, Pura Y Noble Es Nuestra Gran Necesidad. El Mundo Abarca Demasiado De
Nuestros Pensamientos, Y El Reino De Los Cielos Demasiado Poco.
EN
SUS ESFUERZOS POR ALCANZAR EL IDEAL DE DIOS, el cristiano no
debería desesperarse de ningún empeño. A todos es prometida la perfección moral
y espiritual por la gracia y el poder de Cristo. Él es el origen del poder, la
fuente de la vida. Nos lleva a su Palabra, y del árbol de la vida nos presenta
hojas para la sanidad de las almas enfermas de pecado. Nos guía hacia el trono
de Dios, y pone en nuestra boca una oración por la cual somos traídos en
estrecha relación con él. En nuestro favor pone en operación los todopoderosos
agentes del cielo. A cada paso sentimos su poder viviente.
DIOS
NO FIJA LÍMITES al avance de aquellos que desean ser "llenos del
conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia."
Por la oración, la vigilancia y el desarrollo en el conocimiento y comprensión,
son "corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su
gloria." Así son preparados para trabajar en favor de los demás. Es el
propósito del Salvador que los seres humanos, purificados y santificados, sean
sus ayudadores. Demos gracias por este gran privilegio a Aquel "que nos
hizo aptos para participar de la suerte de los santos en luz: que nos ha
librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado
Hijo."
A LOS FILIPENSES
LA
CARTA DE PABLO A LOS FILIPENSES, como la escrita a los colosenses, fue
redactada mientras estaba preso en Roma. La 382 iglesia de Filipos había enviado regalos a Pablo por mano de
Epafrodito, a quien el apóstol llama "mi hermano, y colaborador y
compañero de milicia, y vuestro mensajero, y ministrador de mis
necesidades." Mientras estaba en Roma, Epafrodito "estuvo enfermo a
la muerte; mas Dios tuvo misericordia de él -escribió Pablo,- y no solamente de
él, sino aun de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza."
Al
oír de la enfermedad de Epafrodito, los creyentes de Filipos se llenaron
de ansiedad respecto de él, por lo que decidió volver a ellos. "Porque
tenía gran deseo de ver a todos vosotros, -escribió el apóstol,- y gravemente
se angustió porque habíais oído que había enfermado.... Así que le envío más
presto, para que viéndole os volváis a gozar, y yo esté con menos tristeza. Recibidle
pues en el Señor con todo gozo; y tened en estima a los tales: porque por la
obra de Cristo estuvo cercano a la muerte, poniendo su vida para suplir vuestra
falta en mi servicio."
Por
su mano, Pablo envió una carta a los creyentes filipenses, en la cual
les agradecía las dádivas que le enviaron. De todas las iglesias, la de Filipos
había sido la más liberal para suplir sus necesidades, "Y sabéis también
vosotros, oh Filipenses -decía el apóstol en su carta,- que al principio del
evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia me comunicó en razón de
dar y recibir, sino vosotros solos. Porque aun a Tesalónica me enviasteis lo
necesario una y dos veces. No porque busque dádivas; mas busco fruto que abunde
en vuestra cuenta. Empero todo lo he recibido y tengo abundancia: estoy lleno,
habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor de suavidad, sacrificio
acepto, agradable a Dios."
"Gracia sea a
vosotros y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Doy gracias a Dios
en toda memoria de vosotros, siempre en todas mis oraciones haciendo oración
por todos vosotros con gozo, por vuestra comunión en el evangelio, desde el
primer día hasta ahora: estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros
la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; como me es justo
sentir esto de todos 383 vosotros
por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y
confirmación del evangelio, sois todos vosotros compañeros de mi gracia. Porque
Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros.... Y esto ruego, que
vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que
discernáis lo mejor: que seáis sinceros y sin ofensa para el día de Cristo;
llenos de frutos de justicia, que son por Jesucristo, a gloria y loor de
Dios."
LA
GRACIA DE DIOS SOSTENÍA A PABLO en su encarcelamiento, habilitándolo para regocijarse
en la tribulación. Con fe y convicción escribió a sus hermanos filipenses que
su prisión había resultado en el adelantamiento del Evangelio. "Y quiero,
hermanos -declaró,- que sepáis que las cosas que me han sucedido, han redundado
más en provecho del evangelio; de manera que mis prisiones han sido célebres en
Cristo a todo el pretorio, y a todos los demás; y muchos de los hermanos en el
Señor, tomando ánimo con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la
palabra sin temor."
EN
ESA EXPERIENCIA DE PABLO hay una lección para nosotros; nos revela la
manera en que Dios obra. El Señor puede sacar victoria de lo que nos parece
desconcierto y derrota. Estamos en peligro de olvidar a Dios, de mirar las
cosas que se ven, en vez de contemplar con los ojos de la fe las cosas que no
se ven. Cuando viene la desgracia o el infortunio, estamos listos para culpar a
Dios de negligencia o crueldad. Si ve conveniente interrumpir nuestro servicio
en alguna actividad, nos lamentamos, sin detenernos a reflexionar que así Dios
puede estar obrando para nuestro bien.
Necesitamos aprender que
la corrección es parte de su gran plan y que bajo la vara de la aflicción, el
cristiano puede hacer, a veces, más por su Maestro que cuando está ocupado en
el servicio activo.
COMO
EJEMPLO PARA LA VIDA CRISTIANA, Pablo señaló a los filipenses a Cristo,
"el cual siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios:
sin embargo se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a
los hombres: 384 y hallado en la
condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte,
y muerte de cruz."
"POR TANTO, AMADOS MÍOS -continúa,- como
siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más
ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; porque
Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena
voluntad. Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa en medio de la nación
maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo;
reteniendo la palabra de vida para que yo pueda gloriarme en el día de Cristo,
que no he corrido en vano, ni trabajado en vano."
ESTAS PALABRAS fueron
registradas para ayudar a cada alma que lucha. Pablo presentó el nivel de
perfección y mostró cómo puede ser alcanzado. Dijo: "Ocupaos en vuestra
salvación ... porque Dios es el que en vosotros obra."
LA OBRA DE GANAR LA SALVACIÓN ES UNA OPERACIÓN MANCOMUNADA. Debe haber cooperación entre Dios y el pecador arrepentido. Es necesaria para la formación de principios rectos de carácter. El hombre debe hacer fervientes esfuerzos para vencer lo que le impide obtener la perfección. Pero depende enteramente de Dios para alcanzar el éxito. Los esfuerzos humanos, por sí solos, son insuficientes. Sin la ayuda del poder divino, no se conseguirá nada.
Dios
Obra Y El Hombre Obra. La resistencia a la tentación debe venir del hombre,
quien debe obtener su poder de Dios. Por un lado hay sabiduría, compasión y
poder infinitos, y por el otro, debilidad, perversidad, impotencia absoluta.
DIOS
DESEA QUE TENGAMOS DOMINIO SOBRE NOSOTROS MISMOS, pero no puede
ayudarnos sin nuestro consentimiento y cooperación. El Espíritu divino obra por
medio de los poderes y facultades otorgados al hombre. Por naturaleza, no
estamos capacitados para armonizar nuestros propósitos, deseos e inclinaciones
con la voluntad de Dios; pero si tenemos el deseo 385 de que Dios cree en nosotros la voluntad, el Salvador lo
efectuará por nosotros, "derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a
la obediencia a Cristo" (2 Cor. 10:5).
El Que Desea adquirir un carácter fuerte y
armónico, el que desea ser un cristiano equilibrado, debe darlo todo a Cristo y
hacerlo todo por él; porque el Redentor no aceptará un servicio a medias.
Debe Aprender cada día el significado de la
sumisión propia.
Debe Estudiar la Palabra de Dios, para
aprender su significado y obedecer sus preceptos. De ese modo puede alcanzar la
norma de la excelencia cristiana.
Día A Día Dios trabaja con él, para perfeccionar
el carácter que será capaz de resistir en el momento de la prueba final. Y día
tras día el creyente hace ante hombres y ángeles un experimento sublime, que
demuestra lo que el Evangelio puede hacer en favor de los seres humanos caídos.
'YO
MISMO no pretendo haberlo ya alcanzado -escribió Pablo-, pero una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús".
PABLO
HACÍA MUCHAS COSAS. Desde el momento en que decidió ser fiel a Cristo, su vida
estuvo llena de un servicio incansable.
De
ciudad en ciudad, de país en país, viajaba refiriendo la historia
de la cruz, para ganar conversos al Evangelio y fundar iglesias.
Siempre
estaba
preocupado por esas iglesias, y les escribió muchas cartas de instrucción.
A
veces trabajaba en su oficio para ganarse el pan cotidiano. Pero en medio
de todas las absorbentes actividades de su vida, Pablo nunca perdió de vista su
gran propósito: Avanzar hacia el premio de su soberana vocación.
Mantenía
resueltamente su blanco ante sí: Ser fiel al que se le había revelado junto a
la puerta de Damasco. Nada tenía poder para apartarlo de ese blanco. Exaltar la
cruz del Calvario era el motivo dominante que inspiraba sus palabras y actos. 386
EL
GRAN PROPÓSITO QUE IMPULSABA A PABLO a avanzar frente a las penurias y
dificultades, debe inducir a cada obrero cristiano a consagrarse enteramente al
servicio de Dios. Se le presentarán atracciones mundanales para desviar su
atención del Salvador, pero debe avanzar hacia la meta, demostrando ante el
mundo, los ángeles y los hombres que la esperanza de ver el rostro de Dios es digna
de todo el esfuerzo y el sacrificio que demando su logro.
Aunque Estaba Preso, Pablo No Se Desanimó. Por El Contrario, Una Nota De Triunfo
Resuena En Las Cartas Que Escribió Desde Roma A Las Iglesias.
"Regocijaos en el Señor siempre -escribió a los
filipenses-. Otra vez digo: ¡Regocijaos!... Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás,
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad". "Mi Dios, pues, suplirá todo
lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús... La gracia
de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros".387
Los Hechos
De Los Apóstoles En La Proclamación
Del
Evangelio De Jesucristo. (EGW). MHP
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