1 Tesalonicenses 3.
RESEÑA DEL MINISTERIO A LOS TESALONICENSES…:
Timoteo enviado en lugar de Pablo, 3:1-13.
1.Propósito De La Visita De Timoteo,
3:1-5.
2.Informe De Timoteo Y Su Efecto
En Pablo, 3:6-13.
a. El informe, 3:6.
b. Gozo de Pablo por el informe,
3:7-9.
c. El continuo deseo de Pablo de
visitar la iglesia, 3:10-11.
d. Oración de Pablo por sus
conversos, 3:12-13.
1 Por lo cual, no pudiendo
soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas, 2 y enviamos a Timoteo
nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de
Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe,
6 Pero cuando Timoteo volvió de
vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que
siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a
vosotros,
7 por ello, hermanos, en medio de
toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de
vuestra fe; 8 porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. 9
Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo
el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios,
10 orando de noche y de día con
gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a
vuestra fe? 11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo,
dirija nuestro camino a vosotros.
12 Y el Señor os haga crecer y
abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos
nosotros para con vosotros, 13 para que sean afirmados vuestros corazones,
irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de
nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. (1 Tesalonicenses 3).
1. Por lo
cual. Es decir, debido al gran amor de los apóstoles, a su preocupación por
sus conversos y a la prolongada frustración de Pablo en sus intentos de volver
a Tesalónica.
Soportarlo. Gr. stégÇ, "cubrir", "ocultar",
"soportar" (cf. 1 Cor. 9:12; 13:7). El sujeto en plural,
"nosotros" en este versículo, parece indicar que el apóstol deseaba
aclarar que sus compañeros compartían su afán por esos nuevos creyentes y que
participaban de todo corazón en sus esfuerzos por resolver los problemas
creados por la separación (ver com. 1 Tes. 2:17-18).
Solos en Atenas. Por la narración sabemos que
cuando Pablo fue obligado a salir de Macedonia, "Silas y Timoteo se quedaron
allí" (Hech. 17:14). Cuando el apóstol llegó a Atenas, apreció la
formidable oportunidad que representaba esa culta metrópoli pagana, y sintió la
necesidad de tener fieles ayudantes; por eso les envió la orden "de que
viniesen a él lo más pronto que pudiesen" (vers. 15). La narración de los
Hechos no dice si Silas o Timoteo pudieron ir a Atenas; pero este pasaje
sugiere que Timoteo fue, y luego lo enviaron de regreso a Macedonia casi
inmediatamente para ayudar a los creyentes de Tesalónica. Pablo debió quedarse
solo en Atenas. Debe haberle sido sumamente difícil tomar esta decisión. El
gran sacrificio que el apóstol estaba dispuesto a hacer privándose de Timoteo y
de su ayuda, indica que las necesidades de los tesalonicenses eran urgentes. Timoteo
después de su visita a esa ciudad, viajó con Silas a Corinto, donde estaba
Pablo (cap. 18:5). Es claro que los tres misioneros se unieron para desarrollar
los planes trazados, y que Pablo tomó la iniciativa, tanto en presentar planes
como en cumplirlos.
2. Enviamos a Timoteo. Ver com. vers. 1.
Servidor. Gr. diákonos (ver com. Mar. 9:35).
Colaborador nuestro. La evidencia textual favorece
(cf. p. 10) el texto "Timoteo nuestro hermano y colaborador de Dios en el
evangelio de Cristo". El joven no sólo era hermano de Pablo, participaba
de la misma fe y estaba unido con él, sino que además era colaborador con Dios
en la proclamación del Evangelio de Cristo. Este noble concepto de estar
vinculado con Dios en su gran misión de amor en favor de la humanidad caída,
ocupaba un lugar prominente en el pensamiento de Pablo y con frecuencia lo
expresaba en sus escritos (cf. Rom. 1:9; 1 Cor. 3:9; 2 Cor. 6:1; Fil. 4:3).
Para confirmaros. Gr. st'rízÇ (ver com. Rom. 16:25).
El principal propósito de la visita de Timoteo era confirmar y
fortalecer a los creyentes para que ninguno se apartara de la fe.
Exhortaros. Gr. parakaléÇ (ver com. Mat. 5:4). El segundo
propósito de la misión de Timoteo era exhortar a los creyentes. Eso incluiría
un repaso de lo que se les había enseñado, una ampliación de sus horizontes
doctrinales y un fortalecimiento de su experiencia cristiana diaria. Todo eso
se resume en las palabras "respecto a vuestra fe".
3. Se inquiete. Gr. sáinomai,
"agitarse", "perturbarse". Según las versiones antiguas,
éste es el sentido de este verbo pasivo que sólo aparece aquí en el NT. De ahí
las traducciones: "Nadie vacile" (BJ); "ninguno titubease"
(BC); "ninguno fuese perturbado" (VM). En los escritos clásicos se
emplea en sentido literal, que significa "menear la cola", para
referirse a los perros; por lo tanto, tiene la connotación de
"adular", "engañar". Algunos creen que este último
significado debe aplicarse en este versículo. Pablo conocía los peligros que la
persecución local significaría para los tesalonicenses. Por eso esperaba
fervientemente que el ministerio de Timoteo impidiera de alguna manera que
flaquearan en la fe.
Por estas tribulaciones. O "en estas
tribulaciones", pues Pablo tenía la imagen mental de las difíciles
circunstancias en que tendrían que vivir su fe sus conversos.
Estamos. El verbo en plural se refiere a los apóstoles y también a sus conversos. El hecho de saber que Dios conoce la persecución que están sufriendo y que ésta tiene una parte ya asignada en el plan divino para las vidas de ellos, fortalece a los cristianos al soportar aflicciones.
Las
pruebas que permite nuestro amante Padre son el medio necesario para la
salvación, y son dirigidas y mitigadas de acuerdo a ese fin (1 Cor. 10:13). Las
pruebas perfeccionan los caracteres, y los cristianos no deben rebelarse ante
el proceso de refinamiento (ver com. Mal. 3:3; Hech. 14:22; 2 Tim. 3:12; 1 Ped.
2:21; 4:12-13).
4. Os predecíamos. En el corto tiempo que Pablo y sus compañeros estuvieron con los tesalonicenses, se esforzaron a fin de prepararlos para las inevitables dificultades que sobrevendrían (Hech. 18:23).
En primer lugar esos creyentes conocían el terrible castigo que Pablo y Silas
habían sufrido en Filipos (ver com. 1 Tes. 2:2), y en su predicación los
misioneros les habían presentado la persecución venidera. Ahora Pablo les
recuerda sus predicciones y su penoso cumplimiento. La veracidad del mensaje
apostólico debe haber confirmado la confianza de los tesalonicenses en él (cf.
com. Juan 13:19), y debe haber significado un incentivo eficaz para que permanecieran
firmes.
Ibamos a pasar tribulaciones. O "estamos por sufrir
tribulaciones".
5. Por lo cual. Aunque Pablo sabía que los tesalonicenses serían perseguidos, no aceptó esa certidumbre con indiferencia. Amaba a sus hijos espirituales, y estaba tiernamente interesado en su bienestar. Por eso envió a un mensajero personal para que le trajera informaciones directas acerca de la condición de ellos. No se menciona a la persona enviada, pues ya había entregado esa información (vers. 2). Simplemente da la razón por la que envió a Timoteo. Ya había hecho una afirmación similar en los vers. 1 y 2, pero aquí la hace más personal hablando en primera persona singular, "yo", sin usar verbos en plural. Soportar. Ver com. vers. 1.
Informarme de vuestra fe. La principal preocupación de
Pablo era el estado de la salud espiritual de sus conversos.
Os hubiese tentado el tentador. Pablo conocía las debilidades
humanas, y por eso temía que algunos de los creyentes pudieran haber abandonado
la pureza de la fe. Su preocupación podía desaparecer únicamente cuando
recibiera noticias directas de Tesalónica. El apóstol revela su conocimiento de
las sutilezas de la tentación. Dios había permitido que las pruebas asediaran a
los cristianos tesalonicenses; pero la tentación no se originaba en él. Pablo reconoce que la incitación al mal
proviene del tentador, de Satanás (cf. com. Mat. 4:1; Sant. 1:13-l4); se da
cuenta de que un demonio personal trabaja por medio de hombres impíos, que está
atacando a los hijos de Dios con el propósito de desanimarlos para que
abandonen su fe. Si el diablo lograba tener éxito, entonces toda la obra hecha
en favor de los creyentes habría sido en vano, pues Pablo consideraba que sus
esfuerzos no habían tenido fruto a menos que concluyeran con la salvación de
aquellos para quienes trabajaba.
6. Pero cuando. Literalmente "pero
ahora", lo cual indica que Timoteo acababa de llegar de Tesalónica. Por lo
tanto, esta primera epístola fue escrita poco después de la llegada de Timoteo,
y por eso refleja los cariñosos sentimientos cansados por el reanimador informe
de Timoteo, y también aclara que la epístola fue escrita en Corinto, no en
Atenas (ver pp. 232-233), pues el relato dice que Timoteo y Silas se reunieron con
Pablo en Corinto (Hech. 18:5).
Amor. Gr. agáp' (ver com. Mat. 5:43; Juan 11:3; 1 Cor.
13:1). Fue un bálsamo para el corazón de Pablo el saber que la fe de los
creyentes no había flaqueado y que su amor no se había enfriado.
Nos recordáis con cariño. Pablo había temido que las
tergiversaciones de los judíos lo hubieran malquistado con los tesalonicenses una
vez que se alejó de ellos. La noticia de que todavía se acordaban de él con
cariño y que continuamente anhelaban verlo, tuvo que haber sido muy reconfortante
para el apóstol. El declara que el anhelo era mutuo: él también deseaba verlos
(cf. cap. 2:17-18).
7. Necesidad y aflicción. Gr. anágk' y thlípsis. En cuanto
al significado de estas dos palabras griegas, ver com. Rom. 2:9 y 1 Cor. 7:26,
respectivamente. Algunos intérpretes han pensado que "necesidad y
aflicción" se refieren a dificultades internas y externas. Lo más probable
es que se refiera a las duras pruebas con que los judíos apremiaban al apóstol
en Corinto (Hech. 18:1-17). Allí los dirigentes judíos se habían opuesto con
mucha vehemencia y en forma muy blasfema a la predicación del Evangelio hecha
por Pablo, y por esta razón se separó de ellos y se dirigió completamente a los
gentiles (vers. 6). Los hostiles intentos para silenciarlo no cesaron; antes
bien, aumentaron hasta el punto de que "se levantaron de común acuerdo
contra Pablo" (vers. 12).
En esos momentos de dificultades
el Señor misericordiosamente animó a Pablo en visión para que fuera valiente en
la presentación de su mensaje, y le aseguró protección y éxito en su obra
(vers. 9-10). Quizá en esos momentos recibió el consolador mensaje que le trajo
Timoteo.
Fuimos consolados. Pablo, tan cuidadoso para animar
a otros, a su vez fue consolado por los que procuraban ayudarle. Ojalá que los
ministros de Dios también sean reconfortados ahora por aquellos por quienes
trabajan. El mejor modo en que un converso puede animar a quien lo trajo al
Salvador es mantenerse firme en el camino cristiano.
8. Porque ahora vivimos. Un contraste con la perturbada
existencia, rodeada de aflicción y angustia, que habían soportado los
apóstoles.
Si. . . estáis firmes. En cuanto al significado de
"estar firmes", ver com. Fil.
1:27. Pablo declara que mientras los tesalonicenses permanecieran firmes, él y
sus compañeros disfrutarían el máximo gozo cristiano posible. Una expresión de
amor tan cordial, y el ardiente interés del apóstol en el bienestar de ellos,
deben haber animado a los tesalonicenses a ser fieles.
9. ¿Qué acción de gracias podremos dar? El corazón de
Pablo rebosaba de legítimo júbilo ante el pensamiento del magnífico comportamiento
de sus conversos. Pablo deseaba, naturalmente, agradecer por el testimonio
ejemplar de ellos, y deseaba agradecer no a los hombres sino a Dios que había
hecho posible su vida victoriosa. Su gozo era espiritual.
Derivaba de su contemplación del
crecimiento espiritual de los creyentes. En este gozo no hay egoísmo; es
similar a la alegría que sienten los ángeles por la conversión de un pecador
(Luc. 15:10). Pablo expresa por tercera vez agradecimiento a Dios por su poder
sustentador en favor de los conversos del apóstol (cf. 1 Tes. 1:2; 2:13).
¿Podría haber una causa mayor para expresar agradecimiento? El gozo que siente
un verdadero siervo de Cristo cuando conoce la felicidad de los que ha llevado
al Señor, es la máxima recompensa por su servicio (cf. 3 Juan 4).
10. Orando de noche y de día. Ver com. cap. 2:9. Aquí se
presenta una vislumbre de la vida privada de oración del apóstol. Pablo trabajaba
"de noche y de día" (cap. 2:9); sin embargo, como el sumo sacerdote,
continuamente llevaba a sus conversos sobre su corazón (ver com. Exo. 28:29).
Para que veamos vuestro rostro. Cf. cap. 2:17-18; 3:6. Pablo sabe que hay algo que sólo puede hacer en forma personal; pero el hecho de que no le es posible cumplir su deseo, lo induce a escribir esta carta que tanto bien hace en favor de sus amigos distantes. ¡Pero cuánto más ha beneficiado a la iglesia en todos los siglos!
Esta epístola, que quizá es el más antiguo de todos sus escritos conocidos, fue redactada como resultado directo de sus infructuosos intentos de volver a Tesalónica (ver com, cap. 2:18). Es posible que hubiera visitado más tarde esa iglesia y dado más instrucciones a sus miembros (ver Hech. 20:2). Pero en ese momento tenía obstáculos que le impedían ir. La demora que obligó al apóstol a posponer su visita, por la gracia de Dios se convirtió en la oportunidad para que escribiera la epístola. De esa manera la ira del hombre se convirtió en alabanza a Dios.
Completemos lo que falte. Gr. katartízÇ (ver com. Luc. 6:40; Gál. 6:1). Pablo anhelaba
completar lo que les faltaba espiritualmente. Había ensalzado la fe, el amor y
la esperanza de ellos (1 Tes. 1:3), pero reconocía que les faltaban virtudes
esenciales (ver com. cap. 4:11; 5:14), y necesitaban abundar "más y
más" (cap. 4:10) en los atributos cristianos.
11. Mas el mismo Dios. Pablo da comienzo a una nueva
sección, y registra una oración específica. El hecho de que Dios y Cristo se
mencionen juntos destaca la unidad de esos dos miembros de la Divinidad. En
cuanto a los títulos que Pablo da al Padre y al Hijo, ver com. Rom. 1:7; Gál.
1:4; Fil. 2:5.
Dirija. Con más precisión "hagan derecho" (cf.
Luc. 1:79; 2 Tes. 3:5). Satanás había puesto obstáculos en el camino de Pablo
(1 Tes. 2:18), y por esta razón el apóstol recurrió al Padre y a Cristo
pidiéndoles que quitaran todos los obstáculos e hicieran posible que él y sus
compañeros visitaran de nuevo Tesalónica.
12. Y el Señor. Pablo virtualmente dice: no
importa lo que me suceda, deseo que crezcáis en estatura espiritual.
Os haga. . . abundar. Gr. pleonázo,
"superabundar" (BJ). La "abundancia" adicional sirve para
destacar el fervor del deseo de Pablo por sus conversos. Ora para que Dios les de
un amor cada vez más profundo por sus hermanos en la fe, y luego por los que
están fuera de la iglesia. Quería que el ardiente amor que sentía por ellos se
reprodujera en sus corazones en favor de otros. El amor ferviente mutuo es una
prueba para el mundo de la autenticidad de la religión cristiana. Esta es la
enseñanza explícita de Cristo (Juan 13:34-35).
13. Para que. Señala el resultado de la sobreabundancia de amor
en los corazones.
Afirmados. Gr. st'rízÇ (ver com. Rom. 16:25). En 1 Tes. 3:
Irreprensibles. Gr. ámemptos,
"impecable", "sin tacha", "irreprochable" (cf.
com. Efe. 1:4; Fil. 2:15; 3:6). El deseo del apóstol para sus conversos era que
en asuntos espirituales estuvieran libres de toda imperfección.
Santidad. Esto indica la esfera hacia la cual Cristo dirige a
los creyentes. Los capacita de tal modo a vivir vidas santas, intachables, que
podrán presentarse sin mancha delante del juez del universo. "Irreprensibles
en santidad" representa la norma ética y espiritual máxima. El apóstol
cree que una norma tal puede ser alcanzada mediante la gracia que Cristo proporciona
a aquellos de sus seguidores que crecen en el amor. Creer menos que eso sería
negar el Evangelio.
Delante de Dios. La preocupación de Pablo era que
sus conversos fueran considerados irreprensibles, no por los hombres, que son
falibles, sino por Dios, que escudriña los corazones y sabe lo que hay en la
mente.
Nuestro Padre. Cf. vers. 11.
Venida. Gr. parousía (ver com. Mat. 24: 3). La venida de
nuestro Señor es una de las notas clave de esta epístola (1 Tes 1:10; 2:19;
4:16; 5:23). Pablo destaca en estas últimas palabras que el carácter de los
creyentes debe estar desarrollado para el día de la venida de Cristo, pues
entonces ya no habrá posibilidad alguna de cambio.
Santos. Gr. hágios (ver com. Rom. 1:7). Hágios generalmente
se refiere en el NT a los hijos redimidos de Dios (Mat. 7:52; Hech. 9:13; 1
Cór. 1:2; etc.). Algunos creen que hágios se refiere aquí a los ángeles que
acompañan a Cristo en su parousía o venida (Mat. 25:31); pero otros creen que
Pablo se está refiriendo a los santos que resucitarán y a los que estén vivos,
que se reunirán cuando Cristo aparezca (1 Tes. 4:13-17), y con quienes él
entonces se unirá. (7CBA).
COMENTARIOS DE EGW
1. HAp 190. LA CIUDAD DE ATENAS
ERA LA METRÓPOLI DEL PAGANISMO. Allí Pablo no se encontró con un populacho
ignorante y crédulo como en Listra, sino con gente famosa por su inteligencia y
cultura. Por doquiera se veían estatuas de sus dioses y de los héroes deificados
de la historia y la poesía, mientras magníficas esculturas y pinturas
representaban la gloria nacional y el culto popular de las deidades paganas.
LOS SENTIDOS DE LA
GENTE SE EXTASIABAN CON LA BELLEZA Y EL ESPLENDOR DEL ARTE. Por doquiera
los santuarios y templos, que representaban gastos incalculables, levantaban
sus macizas formas. Las victorias de las armas y los hechos de hombres célebres
eran conmemorados mediante esculturas, altares e inscripciones. Todo esto
convertía a Atenas en una vasta galería de arte.
CUANDO PABLO VIO LA
HERMOSURA Y GRANDEZA QUE LO RODEABAN, Y La Ciudad Enteramente Entregada A La
Idolatría, Su Espíritu Se Llenó De Celo Por Dios, a quien veía
deshonrado por todas partes; y su corazón se llenó de compasión por la gente de
Atenas, que, no obstante, su cultura intelectual, no conocía al Dios verdadero.
El apóstol no se
engañaba por lo que veía en ese centro del saber. Su naturaleza espiritual
estaba tan despierta a los atractivos de las cosas celestiales, que el gozo y
la gloria de las riquezas que no perecerán nunca, invalidaban a sus ojos la
pompa y el esplendor que lo rodeaban. Al ver la magnificencia de Atenas,
comprendía su poder seductor para los amantes del arte y de la ciencia, y quedó
profundamente impresionada su mente por la importancia de la obra que tenía por
delante.
EN ESTA GRAN CIUDAD, donde no se adoraba
a Dios, Pablo se sentía oprimido por un sentimiento de soledad; y anhelaba la
simpatía y la ayuda de sus colaboradores. En cuanto se refería a la amistad
humana, se sentía completamente solo. Lo expresa en su Epístola a los
Tesalonicenses al decir: "Acordamos quedarnos solos en Atenas."
(1Tes. 3:1.) Delante de él 191 se presentaban obstáculos que
parecían insuperables, haciendo casi desesperada para él la tentativa de
alcanzar los corazones de la gente. Mientras esperaba a Silas y Timoteo,
Pablo no estaba ocioso. "Disputaba en la sinagoga con los Judíos y
religiosos; y en la plaza cada día con los que le ocurrían." Pero su
principal labor era proclamar las nuevas de la salvación a aquellos que no
tenían un concepto claro de Dios y de su propósito en favor de la especie
caída.
El apóstol había de
encontrarse pronto con el paganismo en su forma más sutil y seductora.
LOS GRANDES HOMBRES
DE ATENAS no tardaron en enterarse de la presencia en su ciudad de un maestro
singular, que estaba presentando a las gentes doctrinas nuevas y extrañas.
Algunos de esos hombres buscaron a Pablo, y entablaron conversación con él.
Pronto una multitud de oyentes se reunió en torno de ellos.
ALGUNOS estaban listos
para ridiculizar al apóstol como a uno muy inferior a ellos tanto social como
intelectualmente, y ésos dijeron con mofa: "¿Qué quiere decir este
palabrero?"
OTROS, "porque les predicaba a Jesús y la
resurrección," dijeron: "Parece que es predicador de nuevos
dioses." Entre aquellos que se encontraron con Pablo en la plaza, había
"algunos filósofos de los Epicúreos y de los Estoicos;"
pero éstos, y todos los demás que trataron con él, vieron pronto que tenía un
caudal de conocimiento aun mayor que el de ellos. Sus facultades intelectuales
imponían el respeto de los letrados; mientras su fervor, su lógico razonamiento
y el poder de su oratoria llamaban la atención de todo su auditorio.
SUS OYENTES
Reconocieron El Hecho De Que No Era Un Novicio, sino un hombre
capaz de hacer frente a todas las clases de argumentos convincentes en defensa
de la doctrina que enseñaba. Así el apóstol permaneció impávido, haciendo
frente a sus opositores en su propio terreno, haciendo frente a la lógica con
la lógica, a la filosofía con la filosofía, a la elocuencia con la elocuencia.
SUS OPONENTES PAGANOS le llamaron la
atención a la suerte de Sócrates, quien, por haber predicado dioses extraños,
había 192 sido condenado a muerte; y aconsejaron a Pablo que
no arriesgara su vida de la misma manera.
Pero los discursos del apóstol cautivaron la atención del pueblo, y su
sabiduría sin afectación les imponía respeto y admiración.
NO FUE REDUCIDO AL
SILENCIO Por La Ciencia O La Ironía De Los Filósofos; convencidos de que
estaba resuelto a cumplir su cometido entre ellos y, bajo cualquier riesgo, dar
su mensaje, decidieron darle una justa audiencia. De consiguiente, lo
condujeron al Aerópago. Este era uno de los puntos más sagrados de toda Atenas,
y sus recuerdos y asociaciones inducían a considerarlo con supersticiosa
reverencia que, en la mente de algunos, se convertía en terror.
Era en este lugar donde los asuntos relacionados con la religión eran a
menudo considerados cuidadosamente por hombres que actuaban como jueces finales
en todo lo de mayor importancia moral, tanto como en asuntos civiles. Aquí,
lejos del ruido y la bulla de las atestadas vías públicas, del tumulto de la
promiscua discusión, el apóstol podría ser oído sin interrupción.
SE REUNIERON en
derredor de él poetas, artistas y filósofos los doctos y sabios de Atenas, quienes se
dirigieron así a él: "¿Podremos saber qué sea esta nueva
doctrina que dices? Porque pones en nuestros oídos unas nuevas cosas: queremos
pues saber qué quiere ser esto."
En esta hora de
solemne responsabilidad, el apóstol estaba sereno y dueño de sí. Su corazón
estaba cargado con un mensaje importante, y las palabras que brotaron de sus
labios convencieron a sus oyentes de que no era un ocioso palabrero.
"VARONES
ATENIENSES DIJO en todo os veo como más supersticiosos; porque pasando y mirando
vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción:
AL DIOS NO CONOCIDO. Aquel pues, que vosotros honráis sin conocerle, a éste os
anuncio yo." Con toda su inteligencia y conocimiento general, no conocían
al Dios que había creado el universo. Sin embargo, algunos de ellos deseaban
tener mayor luz. Los tales buscaban el Infinito. 193
CON LA MANO
EXTENDIDA HACIA EL TEMPLO CUAJADO DE ÍDOLOS, Pablo derramó la carga de su alma y
expuso la falacia de la religión de los atenienses. Sus más sabios oyentes
estaban asombrados al escuchar su razonamiento. Demostró que estaba
familiarizado con sus obras de arte, su literatura y su religión. Señalando sus
estatuas e ídolos, declaró que Dios no podía ser asemejado con formas de
invención humana. Esas imágenes esculpidas no podían, en el sentido más débil,
representar la gloria de Jehová. Les recordó que las imágenes no tenían vida,
sino que eran manejadas por el poder humano. Se movían solamente cuando las
manos del hombre las movían; por lo tanto, los que las adoraban eran en todo
sentido superiores a los objetos de adoración.
PABLO DIRIGIÓ LA
MENTE DE SUS IDÓLATRAS OYENTES más allá de los límites de su falsa
religión a un verdadero concepto de la Deidad, que habían titulado: "Dios
no conocido." Este Ser, a quien ahora les declaraba, no dependía del
hombre, ni necesitaba que las manos humanas añadiesen nada a su poder y gloria.
La gente se llenó de admiración por el fervor de Pablo y su lógica exposición
de los atributos del Dios verdadero: su poder creador y la existencia de su
providencia predominante.
CON ARDIENTE Y
FÉRVIDA ELOCUENCIA, EL APÓSTOL DECLARÓ: "El Dios que hizo el mundo y
todas las cosas que en él hay, éste, como sea Señor del cielo y de la tierra,
no habita en templos hechos de manos, ni es honrado con manos de hombres,
necesitado de algo; pues él da a todos vida, y respiración, y todas las
cosas." Los cielos no eran bastante grandes para contener a Dios, cuánto
menos los templos hechos por manos humanas.
EN AQUELLA ÉPOCA DE
CASTAS, cuando a menudo no se reconocían los derechos de los hombres,
Pablo presentó la gran verdad de la fraternidad humana, declarando que Dios
"de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen
sobre toda la faz de la tierra." A la vista de Dios, todos son iguales.
Cada ser humano debe suprema lealtad al Creador.
LUEGO EL APÓSTOL
MOSTRÓ cómo, a través de todo el trato de Dios 194 con
el hombre, su propósito de misericordia y gracia corre como un hilo de oro.
El "les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de
la habitación de ellos; para que buscasen a Dios, si en alguna manera,
palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros." Señalando
a los nobles exponentes de la humanidad que le rodeaban, con palabras tomadas
de un poeta suyo pintó al Dios infinito como a un Padre cuyos hijos eran. "En
él vivimos, y nos movemos, y somos declaró; como también algunos de vuestros
poetas dijeron: Porque linaje de éste somos también. Siendo pues linaje de
Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser semejante a oro, o a plata, o a
piedra, escultura de artificio o de imaginación de hombres. "Empero
Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a
todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan."
EN LOS SIGLOS DE
OBSCURIDAD QUE HABÍAN PRECEDIDO AL ADVENIMIENTO DE CRISTO, el Gobernante
divino había pasado por alto la idolatría de los paganos; pero ahora, mediante
su Hijo, había enviado a los hombres la luz de la verdad; y esperaba que todos
se arrepintieran para salvación, no solamente los pobres y humildes, sino
también los orgullosos filósofos y príncipes de la tierra. "Por
cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia,
por aquel varón al cual determinó; dando fe a todos con haberle levantado de
los muertos."
AL HABLAR PABLO DE
LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS, "unos se burlaban, y otros decían: Te
oiremos acerca de esto otra vez." ASÍ TERMINARON las labores del apóstol
en Atenas, el centro de la cultura pagana; porque los atenienses, aferrándose
insistentemente a su idolatría, se apartaron de la luz de la religión
verdadera.
Cuando Un Pueblo
Está Plenamente Satisfecho Con Sus Propias Realizaciones, Poco Puede Esperarse
De Él.
Aunque se
vanagloriaban de su saber y refinamiento, los atenienses se estaban
corrompiendo cada vez más, y contentándose cada vez más con los vagos misterios
de la idolatría. 195 Entre los que escucharon las palabras de
Pablo había algunos en cuyas mentes produjeron convicción las verdades
presentadas; pero no quisieron humillarse para reconocer a Dios y aceptar el
plan de la salvación.
"NINGUNA
ELOCUENCIA DE PALABRAS, ni fuerza de argumentos, puede convertir al pecador.
Sólo el poder de Dios puede aplicar la verdad al corazón. El que se aparta
persistentemente de este poder no puede ser alcanzado".
LOS GRIEGOS BUSCABAN SABIDURÍA; sin
embargo, el mensaje de la cruz era locura para ellos porque estimaban su propia
sabiduría más que la que viene de lo alto.
EN SU ORGULLO DE
INTELECTUAL Y Humana Sabiduría Puede Hallarse La Razón Por La Cual El Mensaje
Evangélico Tuvo Comparativamente Poco Éxito Entre Los Atenienses.
LOS SABIOS SEGÚN EL
MUNDO que acudan a Cristo como pobres y perdidos pecadores, llegarán a ser
sabios para salvación; pero aquellos que acudan como hombres distinguidos,
enalteciendo su propia sabiduría, no recibirán la luz y conocimiento que sólo
él puede dar.
ASÍ AFRONTÓ PABLO EL
PAGANISMO DE SUS DÍAS. Sus labores en Atenas no fueron totalmente inútiles.
Dionisio, uno de los ciudadanos más eminentes, y algunos otros, aceptaron el
mensaje evangélico, y se unieron plenamente con los creyentes.
LA INSPIRACIÓN nos ha dado esta vislumbre de la vida de los
atenienses, que, con todo su conocimiento, refinamiento y arte, estaban sin
embargo sumidos en el vicio, para que pudiera verse cómo Dios, mediante su
siervo, reprendió la idolatría y los pecados de un pueblo orgulloso y confiado
en sí mismo.
LAS PALABRAS DEL
APÓSTOL y la descripción de su actitud y del ambiente que lo rodeaba, como los
traza la pluma inspirada, habían de transmitirse a todas las generaciones
venideras como testimonio de su firme confianza, su valor en la soledad y
adversidad, así como de la victoria ganada en favor del cristianismo en el
mismo corazón del paganismo.
LAS PALABRAS DE
PABLO CONTIENEN UN TESORO DE CONOCIMIENTO PARA LA IGLESIA. Estaba en una
posición desde donde hubiera 196 podido
fácilmente decir algo que irritara a sus orgullosos oyentes y lo metiera en
dificultad. Si su discurso hubiera sido un ataque directo contra sus dioses y
los grandes hombres de la ciudad, hubiera estado expuesto a sufrir la suerte de
Sócrates. Pero con un tacto nacido del amor divino, apartó cuidadosamente sus
mentes de las deidades paganas, y les reveló el Dios verdadero, que era
desconocido para ellos.
HOY DÍA LAS VERDADES
DE LAS ESCRITURAS deben presentarse a los grandes del mundo, a fin de que puedan
escoger entre obedecer a la ley de Dios y servir al príncipe del mal. Dios les
presenta la verdad eterna, la verdad que los hará sabios para la salvación;
pero no los obliga a aceptarla.
SI SE APARTAN DE
ELLA, Los Abandona A Sus Propios Medios, Para Que Se Llenen Con Los Frutos De
Sus Propias Obras.
"Porque la
palabra de la cruz es locura a los que se pierden; más a los que se salvan, es
a saber, a nosotros, es potencia de Dios. Porque está escrito: Destruiré la
sabiduría de los sabios, y desecharé la inteligencia de los entendidos."
"Antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo
flaco del mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte; y lo vil del mundo y
lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es." (1
Cor. 1:18,19,27,28.)
MUCHOS DE LOS MAYORES
ERUDITOS Y ESTADISTAS, los más eminentes hombres del mundo, se
apartarán en estos últimos días de la luz, porque el mundo con toda su
sabiduría no conoce a Dios. No obstante, los siervos de Dios han de aprovechar
toda oportunidad para comunicar la verdad a estos hombres. Algunos reconocerán
su ignorancia de las cosas divinas y ocuparán un lugar como humildes aprendices
a los pies de Jesús, el gran Maestro.
EN TODO ESFUERZO POR
ALCANZAR A LAS CLASES ALTAS, el obrero de Dios necesita fe
firme. Las apariencias pueden ser desalentadoras; pero en la hora más obscura
se recibe luz de lo alto. La fuerza de los que aman y sirven a Dios se renovará
día tras día. El entendimiento del Infinito se coloca a su servicio, de modo
que al realizarse sus propósitos no yerren. Mantengan 197 firme estos
obreros el principio de su confianza hasta el fin, recordando que la luz de la
verdad de Dios ha de brillar en medio de las tinieblas que envuelven nuestro
mundo.
NO DEBE HABER
DESALIENTO EN RELACIÓN CON EL SERVICIO DE DIOS. La fe de los
obreros consagrados ha de soportar todas las pruebas a que tenga que hacer
frente. Dios puede y quiere conceder a sus siervos toda la fuerza que
necesitan, y darles la sabiduría que sus variadas necesidades demanden. El hará
más que cumplir las más altas expectaciones de los que confían en él.
Los Hechos De Los Apóstoles En La Proclamación
Del Evangelio De Jesucristo. (EGW). MHP
6-10. HAp 2O7. LA LLEGADA DE SILAS
Y TIMOTEO DESDE MACEDONIA, durante la permanencia de Pablo en Corinto, había
alegrado grandemente al apóstol. Ellos le trajeron buenas nuevas de la "fe
y caridad" de aquellos que habían aceptado la verdad durante la primera
visita de los mensajeros evangélicos a Tesalónica. El corazón de Pablo
simpatizaba tiernamente con esos creyentes, que, en medio de la prueba y la
adversidad, habían permanecido fieles a Dios. Anhelaba visitarlos en persona,
pero como no podía hacerlo entonces, les escribió.
EN ESTA CARTA A LA
IGLESIA DE TESALÓNICA, El Apóstol Expresa Su Gratitud A Dios
Por Las Alegres Nuevas De Su Aumento De Fe.
"HERMANOS ESCRIBIÓ, recibimos
consolación de vosotros en toda nuestra necesidad y aflicción por causa de
vuestra fe: porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. Por lo
cual, ¿qué hacimiento de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el
gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, orando de
noche y de día con grande instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos
lo que falta a vuestra fe?"
"DAMOS
SIEMPRE GRACIAS A DIOS POR TODOS VOSOTROS, haciendo memoria de vosotros en
nuestras oraciones; sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de
la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la
esperanza del Señor nuestro Jesucristo." Muchos de los creyentes de
Tesalónica se habían vuelto "de los ídolos . . . al Dios vivo y
verdadero." Habían recibido "la palabra con mucha tribulación;"
y sus corazones estaban llenos 208 del "gozo del Espíritu
Santo." El apóstol declaró que por su fidelidad en seguir al Señor, eran
"ejemplo a todos los que" habían "creído en Macedonia y en
Acaya."
ESTAS PALABRAS DE
ALABANZA NO ERAN INMERECIDAS; "porque de vosotros escribió
ha sido divulgada la palabra del Señor no sólo en Macedonia y en Acaya, más
aún en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido."
LOS CREYENTES
TESALONICENSES ERAN VERDADEROS MISIONEROS. Sus corazones
ardían de celo por el Salvador que los había librado del temor y "de la
ira que ha de venir." Por la gracia de Cristo, se había producido una
maravillosa transformación en sus vidas; y la palabra del Señor, hablada por
ellos, era acompañada de poder. Los corazones eran ganados por las verdades
presentadas, y almas eran añadidas al número de los creyentes.
12-13. HAp 213. EL APÓSTOL PABLO
SENTÍA QUE ERA RESPONSABLE en gran medida 213 del
bienestar espiritual de aquellos que se convertían por sus labores. Deseaba que
crecieran en el conocimiento del único Dios verdadero y de Jesucristo, a quien
había enviado. A menudo en su ministerio se encontraba con pequeños grupos de
hombres y mujeres que amaban a Jesús, y se postraba en oración con ellos para
pedir a Dios que les enseñara cómo mantener una relación vital con él. A menudo
se reunía en consejo con ellos para estudiar los mejores métodos de dar a otros
la luz de la verdad evangélica.
Y A MENUDO, cuando
estaba separado de aquellos con quienes había trabajado así, suplicaba a Dios
que los guardara del mal, y les ayudara a ser misioneros fervientes y activos.
Una De Las Mayores
Evidencias De La Verdadera Conversión Es El Amor A Dios Y Al Hombre. Los Que
Aceptan A Jesús Como Su Redentor Tienen Un Profundo Y Sincero Amor Por Otros De
La Misma Preciosa Fe.
ESO PASABA CON LOS
CREYENTES DE TESALÓNICA. "Más acerca de la caridad fraterna escribió
el apóstol no habéis menester que os escriba: porque vosotros mismos habéis
aprendido de Dios que os améis los unos a los otros; y también lo hacéis así
con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Empero os rogamos,
hermanos, que abundéis más; y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros
negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado; a fin
de que andéis honestamente para con los extraños, y no necesitéis de
nada."
"Y a vosotros
multiplique el Señor, y haga abundar el amor entre vosotros, y para con todos,
como es también de nosotros para con vosotros; para que sean confirmados
vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante de Dios y nuestro Padre
para la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos."
"También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que andan
desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los
flacos, que seáis sufridos para con todos. Mirad que ninguno dé a otro mal por
mal; antes seguid lo 214 bueno siempre los unos para con los
otros, y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en
todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús."
Ministerio Hno. Pio
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