Colosenses 3. SECCIÓN EXHORTATORIA.
A. El cristiano
muerto al mundo sólo vive para Cristo, 3:1-4.
B. Las pasiones de
la carne eliminadas por el poder de Cristo, 3:5-11.
C. Verdadera
semejanza a Cristo desarrollada por el creyente cristiano, 3:12-17.
D. Deberes de las
relaciones sociales, 3:18-25
1. De esposas y
esposos, 3:18-19.
2. De hijos y
padres, 3:20-21.
3. De esclavos y amos, 3:22-25
1 Si, Pues, habéis resucitado con
Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de
Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque
habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando
Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria.
5 Haced morir, pues, lo terrenal
en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y
avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre
los hijos de desobediencia, 7 en las cuales vosotros también anduvisteis en
otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora dejad también vosotros todas
estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra
boca. 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre
con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que
lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11 donde no hay griego ni
judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino
que Cristo es el todo, y en todos.
12 Vestíos, pues, como escogidos
de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de
humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y
perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas
vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15 Y la paz de Dios gobierne en
vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y
sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia
en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y
todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
18 Casadas, estad sujetas a
vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amad a vuestras
mujeres, y no seáis ásperos con ellas. 20 Hijos, obedeced a vuestros padres en
todo, porque esto agrada al Señor. 21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos,
para que no se desalienten.
22 Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. 25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas. (Colosenses 3).
1. Si. En el texto griego no se implica duda. La
construcción gramatical señala que la condición ya se ha cumplido.
Resucitado con Cristo. Estas palabras podrían
parafrasearse de esta manera: "Puesto que habéis resucitado con
Cristo". La frase "puesto que" nos hace volver al pasaje del
cap. 2:20 y aún más atrás, a los vers. 12 y 13. Pablo destaca la posición
gloriosa y los privilegios que el creyente tiene en su Salvador. Es inútil y
vano recurrir a una religión legalista o rutinaria, llena sólo de prácticas
ritualistas y tabúes que contrastan con un cristianismo vital y pujante.
Buscad. Es decir, buscad habitualmente, seguid buscando,
como lo implica el griego (cf. Mat. 6:33).
Las cosas. El impulso de la voluntad, vitalizada por el poder de Jesús, debe ser dirigido hacia las cosas celestiales. Los propósitos y los esfuerzos del hombre, apartados de "los rudimentos del mundo", deben enfocarse en las realidades celestiales. De arriba. En contraste con los "rudimentos del mundo" (cap. 2:20).
Está... sentado. La flexión del verbo sugiere la continuidad de su misión (cf. Mar 14:62).
El trono de Cristo está en los cielos.
Diestra de Dios. Lugar de autoridad y honor (ver
com. Hech. 2:33; Rom. 8:34). En sentido figurado describe la unión de Cristo
con el Padre en el gobierno del universo (ver com. Fil. 2:5-8; cf. com. Efe. 1:20).
2. Poned la mira. Más bien "aspirad a las
cosas de arriba" (BJ, BC); "pensad en las cosas de arriba" (NC).
Cosas de arriba. Es decir, las del cielo (cf. com.
vers. 1). Donde está el tesoro de una persona, allí estará su corazón (Mat.
6:21).
La tierra. En contraste con "cielo", implícito en
"arriba". Las cosas celestiales pertenecen a Cristo y a la vida
eterna pero las terrenales tienen que ver con el programa instaurado por
Satanás en su rebelión contra Dios, y de éstas debe apartarse el cristiano
porque no son su meta.
3. Porque habéis muerto. Mejor "porque
moristeis", es decir, simbólicamente en el bautismo (ver com. Rom. 6:2-4).
La muerte precede a la nueva vida. Hay una clara distinción entre la naturaleza
carnal y la regenerada. La muerte espiritual de que habla Pablo es el resultado
de una entrega completa de la voluntad humana a Dios mediante la fe en Cristo.
Escondida con Cristo. La flexión del verbo griego
indica que el acto de esconderse fue completo y que su efecto aún continúa. La
vida sigue oculta. La vida de la cual aquí se habla es la que el creyente
recibe cuando acepta a Cristo. Jesús dijo: "El que cree en el Hijo tiene
vida eterna" (Juan 3:36). Esa vida es suya ahora, y se traducirá en
gloriosa inmortalidad cuando Cristo venga por segunda vez (ver com. Juan 8:51).
4. Cristo, vuestra vida. Cf. com. Juan 1:4. Jesús no sólo es el autor de la vida cristiana y el propósito final de los esfuerzos humanos. También es la fuente diaria de fortaleza y orientación para los hijos y las hijas de Dios, y la garantía de la vida inmortal futura. La vida del cristiano es inseparable de la de Cristo. Se manifieste. Gr. faneróò, "hacer visible", manifestar". Cuando faneróò se refiere a la segunda venida de Cristo, destaca el hecho de que él, que ahora está oculto de la vista de los humanos, será revelado al hombre cuando venga en las nubes de los cielos (cf. Apoc. 1:7). Faneróo también se aplica al segundo advenimiento en 1 Ped. 5:4 y 1 Juan 3:2.
Manifestados. . . en gloria. Faneróò también se aplica a los
santos (cf. com. "se manifieste"), quienes serán manifestados
"en gloria", con cuerpos semejantes "al cuerpo de la gloria suya
[de Cristo]" (Fil. 3:21). "Cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él" (1 Juan 3:2). Entonces se cumplirá la oración de Cristo:
"Aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén
conmigo" (Juan 17:24). Los que han sido súbditos del reino de la gracia de
Cristo en la tierra, serán entonces ciudadanos del reino de la gloria.
5. Haced morir. Ver los comentarios respectivos
de Rom. 8: 13 y Gál. 5:24.
Pues. Es decir, en vista de lo que el apóstol acaba de
decir (vers. 2-4).
Lo terrenal. Con mayor precisión, "vuestros miembros
terrenos" (BJ, NC); es decir, los órganos y facultades del cuerpo que aquí
quizá deba entenderse que atañen al viejo hombre, como lo indican las palabras
"lo terrenal". El viejo hombre, con sus miembros empleados como
instrumentos de injusticia, debe morir.
Fornicación. Gr. pornéia, término genérico para referirse a relaciones
sexuales ilícitas de cualquier clase (cf. Efe. 5:3).
Impureza. O "contaminación moral".
Pasiones desordenadas. Gr. páthos, "pasión",
"deseo apasionado"; en el NT se usa para referirse a un deseo malo.
En Rom. 1:26 páthos se usa con atimía, "deshonra", y se traduce
"pasiones vergonzosas".
Malos deseos. Gr. epithumía, "concupiscencia" (ver com.
Rom. 7:7).
Avaricia. Gr. pleonexía, "deseo de tener más";
"codicia" (BJ, BC). Compárese con el uso que se le da en Rom. 1:29; 2
Cor 9:5; Efe. 4:19; 5:3; etc. La codicia hace que perjudiquemos a otros, pues
es un deseo egoísta que puede impulsamos a apoderarnos de lo que les
corresponde a otros.
Idolatría. Todo lo que ocupe en el corazón el lugar que
corresponde a Dios, es idolatría (cf. com. Gál. 5:20).
6. La ira de Dios. Ver com. Rom. 1:18.
Sobre los hijos de desobediencia. Si bien muchos
MSS omiten esta frase, la evidencia textual sugiere (cf. p. 10) su inclusión. En
cuanto a la expresión "hijos de desobediencia", ver com. Efe. 2:2.
7. Anduvisteis. Gr. peripatéò, "andar",
pero en sentido figurado, "comportarse"; "practicasteis"
(BJ). Ver com. Efe. 2:2,10.
En otro tiempo. O "anteriormente".
8. Pero ahora. En contraste con "en otro tiempo" (vers.
7).
Dejad. Gr. apotíthèmi, "sacarse de encima" como quitarse un vestido (Hech. 7:58). Metafóricamente "quitarse", "poner de lado" (cf. com. Rom. 13:12). Pablo está ordenando a los colosenses que mediante un acto de su voluntad dejen, pongan a un lado, todo lo que está por enumerar. Ira. Gr. Orgè, palabra que se usa en el vers. 6 para referirse a la "ira de Dios". Ver com. Rom. 2:8; cf com. Efe. 4:26,31.
Enojo. Gr. thumós (ver com. Rom. 2:8).
Malicia. Gr. kakía (ver com. Rom. 1:29). Blasfemia. Gr. blasfèmía, "difamación", "lenguaje ultrajante"; "maledicencia" (BJ, BC, NC), palabras dirigidas contra el prójimo o contra Dios (Mar. 2:7; 7:22; cf. com. Apoc. 13:1).
Palabras deshonestas. Gr. aisjrología, "lenguaje
vergonzoso" (BJ); "palabras torpes" (BC). Esta es la única vez
en que se usa este vocablo en el NT. Sugiere no sólo un habla sucia, sino
también injurias verbales. Cf. com. Efe. 4:29.
De vuestra boca. El que emplea "palabras
deshonestas" sólo está dejando al descubierto la impureza de su alma (cf
Mat. 15:11-18); pero el que domina su lengua y no ofende con palabras,
"éste es varón perfecto" (Sant. 3:2). El cristiano debe poner guarda
a su boca (Sal. 141:3).
9. No mintáis. Ver com. Efe. 4:25.
Habiéndoos despojado. Gr. apekdúomai (ver com. cap. 2:15).
La figura es la de quitarse un vestido.
Viejo hombre. Ver com. Rom. 6:6; Efe. 4:22; cf. com. Juan 3:3,5.
Sus hechos. O prácticas como las que se enumeran en los vers.
5, 8, 9.
10. Revestido. Lo opuesto al proceso de despojarse de un vestido.
Nuevo. Ver el comentario de Efe. 4:24; cf. DTG 147; 3JT
288,294.
El cual. . . se va renovando. La raíz griega de este verbo
destaca novedad en calidad. La figura corresponde con un desarrollo gradual
hasta el conocimiento pleno de Dios. El crecimiento es el producto y la
demostración de que hay vida tanto en el aspecto físico como en el espiritual. El
poder del Dador de la vida es el único medio por el cual se puede mantener el
crecimiento.
Conforme a la imagen. Ver com. Rom. 8:29.
Del que lo creó. Es decir, que creó al hombre
nuevo. Así como Cristo es la imagen misma de su Padre (Heb. 1:3), así también
el cristiano debe crecer hasta ser "un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo" (ver com. Efe. 4:13).
Conocimiento pleno. Gr. epígnòsis, "conocimiento
pleno, completo y cabal". Cf. cap. 1:9-10; 2:2. Este conocimiento es la
comprensión experimental y el entendimiento de los principios celestiales, y es
el propósito hacia el cual tiende la "renovación".
11. Griego ni judío. En el nuevo orden de la vida
cristiana desaparecen todas las distinciones de nacionalidades (ver com. Rom.
10:12; Gál. 3:28; cf. com. Rom. 1:6). Pablo repite esta verdad a través de
todas sus epístolas.
Circuncisión ni incircuncisión. Ver com. Rom. 2:25-29; Gál. 5:6.
Bárbaro. Ver com. Hech. 28:2; Rom. 1:14.
Escita. Sinónimo de los bárbaros más incultos.
Siervo ni libre. O "esclavo ni libre". El
apóstol habla aquí de diferencias sociales. Declara que no existen barreras
nacionales, religiosas, raciales o sociales en la esfera de Cristo y en el
proceso de permitir que la energía creadora de Dios produzca una nueva
criatura, "Por su vida, Cristo estableció una religión sin castas, merced
a la cual judíos y paganos, libres y esclavos quedan unidos por un vínculo
fraternal de igualdad delante de Dios" (3JT 387).
Cristo es el todo, y en todos. Una descripción de Cristo como la
meta de una realización final. Él es "la plenitud de Aquel que todo lo
llena en todo" (Efe. 1:23). Puesto que su carácter está en todos los
suyos, ¿cómo puede haber distinción alguna entre ellos? No puede haber
rivalidades o enemistades entre los miembros del cuerpo de Cristo. Jesús pertenece
a todos sus santos. Él es el ideal, la meta en la edificación del carácter de
todos ellos, y también es el medio por el cual se logra esa hermandad de
vencedores.
12. Vestíos, pues. Teniendo en cuenta lo dicho,
Pablo destaca la necesidad de un acto voluntario por el cual el cristiano asume
la semejanza de Cristo y de su carácter. Ver com. vers. 10.
Escogidos de Dios. Estos son los súbditos del reino
de los cielos. Todos los que han aceptado a Cristo -sin tener en cuenta
diferencias nacionales, religiosas, raciales y sociales- son los elegidos de
Dios, la sal de la tierra, la luz del mundo. Ver TM 422; com. Rom. 8:33; cf. PP
207-208.
Santos. Los que han sido apartados están separados del
mundo y dedicados al servicio de Dios (ver com. Rom. 1:7). La santidad es la
manifestación de una vida en perfecta concordancia con Dios. "Así como
Dios es santo en su esfera, el hombre caído, por medio de la fe en Cristo, debe
ser santo en la suya" (HAp 446).
Amados. Esto es, amados por Dios.
Entrañable. Gr. splágjnon, literalmente, entrañas". En
sentido figurado, la sede de las emociones. "Entrañas de
misericordia" (BJ, BC, NC, VM).
Misericordia. Gr. oiktirmós, "ternísima compasión" (ver
com. Rom. 12:1). Un corazón lleno de compasión es un rasgo distintivo del
verdadero cristianismo.
Benignidad. Gr. jrèstótès, "bondad", "gentileza",
"excelencia" (cf. Rom. 3:12; Gál. 5:22 Efe. 2:7). Este vocablo
expresa el amor en acción (1 Cor. 13: 4). Describe la consideración gentil,
bondadosa y amable tanto en disposición como en acción hacia las necesidades de
nuestro prójimo.
Humildad. Gr. tapeinofrosúnè (ver com. Hech. 20:19; Efe.
4:2). Compárese con el uso de este vocablo en Fil. 2:3; 1 Ped. 5:5. En Col.
2:18,23 se describe una falsa humildad. El hijo de Dios "debe trabajar
constantemente para obtener la humildad de espíritu, y ese ánimo manso y sereno
que es de gran valor a los ojos de Dios" (1JT 249).
Mansedumbre. Mansedumbre es la ausencia de justificación propia, lo opuesto a agresividad. Es una ecuanimidad dulce y bondadosa.
Nuestro
Salvador fue el ejemplo perfecto de verdadera mansedumbre durante sus horas de
prueba más acerba (DTG 682). El verdadero cristiano debe esforzarse por imitar
ese Modelo en su vida diaria (DTG 320). Ver com. Mat. 5:5; cf. Gál. 5:23.
Paciencia. Gr. makrothumía, "paciencia",
"sufrimiento paciente". Compárese con el uso del verbo afín
makrothuméò, en 1 Cor. 13:4; Sant. 5:7. Makrothumía describe la sujeción máxima
del alma, su permanente decisión de no rendirse a ninguna pasión, especialmente
la ira. Cf. com. 2 Cor. 6:6; Col. 1:11.
13. Soportándoos unos a otros. O "tolerándoos
mutuamente".
Perdonándoos unos a otros. En nuestras relaciones con nuestros
hermanos en Cristo debe haber una moderación habitual externa, o indulgencia en
palabras o actos, y además el hábito de pasar por alto en nuestra mente las
faltas, las equivocaciones, o debilidades de los otros. Este es el verdadero
perdón (cf. Mar. 11:25; Efe. 4:32).
Queja. Gr. momfè, "queja", "causa de queja",
"censura". Este vocablo griego sólo aparece aquí en el NT.
Cristo. Aunque en algunos MSS se lee "Señor", la
evidencia textual se inclina (cf p. 10) por "Cristo". La gran norma
del perdón del hombre para con el hombre es el perdón de Dios a la familia
humana (cf. Efe. 4: 32; DMJ 92-93; 5T
170).
14. Amor. Gr. agápè. Ver com. Mat. 5:43; 1 Cor. 13:1. El amor
es la virtud que debe dar cohesión a todas las demás virtudes. No importa
cuánto haga alarde de su fe el cristiano nominal, si su alma no está llena del
amor a Dios y a sus prójimos, no es un verdadero discípulo de Cristo (ver com.
1 Cor. 13:1-3).
Vínculo. Gr. súndesmos, "lo que mantiene unido",
"vínculo". En otro pasaje de esta epístola (cap. 2:19) se refiere a
las "coyunturas y ligamentos" del cuerpo. El amor mantiene juntas con
perfecta unidad las virtudes del cristiano y también a los diversos miembros
del cuerpo místico de Cristo.
Perfecto. O "maduro". Cada uno en su propia esfera debe alcanzar el máximo desarrollo posible. "Primero hierba, luego espiga, después grano lleno" (Mar. 4:28).
Así como Dios es perfecto en su esfera,
así también el cristiano debe serlo en la suya (Mat. 5:48; PVGM 45; HAp
423-424).
15. Dios. La evidencia textual establece (cf. p.10) el texto
"Cristo". Aquí se describe la paz de Cristo no como una virtud estática
sino como un poder activo. Esta paz capacita al hombre para vivir tranquilo,
imperturbable y confiado en medio de las más difíciles circunstancias de la
vida. Cristo, la fuente de esta paz, se convierte en el piloto del alma y
conduce serenamente el barco de la vida hasta el puerto seguro (Juan 14:27;
Efe. 2:14; Fil. 4:7).
Gobierne. Gr. brabéuò, "actuar como árbitro", por
lo tanto, "conceder el premio" (el sustantivo afín brabéion,
"premio", se halla en 1 Cor. 9:24; Fil. 3:14), "pronunciar
decisiones", "arbitrar". Del corazón provienen las decisiones y
las normas que no sólo afectan al individuo sino también a la iglesia y a la sociedad.
Pablo está diciendo a los cristianos colosenses que entronicen en su vida a
Cristo, el "árbitro" de su vida, de quien proviene la paz.
Fuisteis llamados. La paz de Cristo que disfrutan
los verdaderos creyentes, es una parte esencial del propósito de Dios mediante
el Evangelio. Es imposible imaginar que un genuino cristiano esté en guerra con
Dios y con sus hermanos.
En un solo cuerpo. El cuerpo místico de Cristo es el
grupo organizado de creyentes, cuya meta es el firme establecimiento de los propósitos
divinos (ver Efe. 1:22-23; 2:16; 4:4). Como todos los verdaderos cristianos son
parte del cuerpo de Cristo, no puede haber disputas sin que sea perjudicado
cada miembro, y entonces todo el cuerpo queda enfermo. Dios desea que todos
posean espíritu de cooperación, unidos en amor y servicio.
Sed agradecidos. Es un deber cristiano el ser
agradecidos. La gratitud a Dios puede compararse con la tierra en la que
prospera la tierna planta de la paz (ver Fil. 4:6-7). Agradecer es reconocer
que Dios es el Dador de toda dádiva buena y perfecta y el Guía del cristiano en
cada paso de la senda de esta vida. Puesto que Dios hace que todas las cosas
ayuden a bien de todos los que le aman (ver com. Rom. 8:28) y nada está oculto
de los ojos de Aquel de quien dependemos, ¿qué necesidad hay de temer? El
cristiano que ahora eleva su voz en alabanza, algún día se unirá al coro de
"aleluyas" de los seres humanos redimidos y de los ángeles que no
cayeron.
16. La palabra de Cristo. Podría entenderse tanto del
mensaje que proviene de Cristo como del Evangelio que trata de él. Compárese
con las expresiones "palabra del Señor" (2 Tes. 3:1) y "mi
palabra" (Juan 5:24).
More. O "se establezca", "se
domicilie" en vosotros.
En abundancia. Esta expresión destaca la abundancia desbordante
que enriquece al alma. El relato del Evangelio en los labios de los colosenses,
dentro de sus corazones, guiando sus pensamientos y acciones, los enriquecería
en todo lo relacionado con el reino de los cielos.
Enseñándoos. Es decir, la comunicación del conocimiento. Aquel
en cuyo corazón vive la Palabra de Dios, debe enseñar paciente y
sistemáticamente sus principios a otros, comenzando con lo más sencillo y
avanzando hacia lo más profundo, y todo mientras les da ejemplo con su propia
vida. Cf. com. 1 Cor. 12:28; Efe. 4:11.
Exhorandoos. Gr. nouthetéò (ver com. cap. 1:28).
En toda sabiduría. Esta frase se puede relacionar
con lo precedente como en la RVA y BC, o con lo que sigue: "enseñándoos y
exhortándoos unos a otros en toda sabiduría..."
Con gracia. Gr. járis (ver com. Rom. 3:24). Muchos eruditos
piensan que aquí corresponde la traducción "agradecimiento";
"agradecidos" (BJ); otros piensan que es una referencia a la gracia
divina. Ver com. Efe. 5:20.
En vuestros corazones. La melodía de los labios debe
primero llenar el alma, y sólo entonces será eficaz para conmover a otros. Cuando
el corazón experimenta el significado de lo que se está cantando, la voz
expresará las virtudes internas.
Al Señor. La evidencia textual favorece (cf. p. 10) el texto "a Dios" (BJ, BA, BC, NC).
El apóstol ha reunido en este versículo la
plenitud del ministerio de aquel cuyo corazón está enriquecido con la presencia
permanente de la palabra de Cristo. Enseña mediante sus mensajes y cantos, y
amonesta a su hermano y alaba y ensalza a Dios.
Salmos. Gr. psalmós, un salmo del AT o un himno de alabanza
que quizá se cantaba con el acompañamiento de instrumentos de cuerda. El verbo
afín psállò con frecuencia significa tocar un instrumento (1 Sam. 16:16, LXX),
aunque sencillamente podría significar "cantar alabanzas".
Himnos. Gr. húmnos, de donde deriva la palabra
"himno"; con esto el apóstol quizá se refería a cantos típicamente
cristianos.
Cánticos espirituales. Es decir, cantos sagrados.
17. De palabra o de hecho. Las dos grandes maneras en que se
expresan la vida y la conducta humanas. Los hijos de Cristo no deben hacer ni
decir nada indigno de él.
En el nombre. Es decir, en el espíritu y carácter del que
verdaderamente sirve a Cristo y con referencia a Cristo. El cristiano siempre
debe tener en cuenta que día tras día está edificando un carácter para la
eternidad. Debe colocarse constantemente bajo el dominio de Dios, precaverse en
todo lo que dice y hace y tener en cuenta que en su vida "la religión no
es simplemente una influencia entre otras; ha de ser la influencia que domine
todas las demás" (CM 374).
Dando gracias. La alabanza debe acompañar a todo lo que el cristiano
piensa y hace (cf Efe. 5:4, 20; 1 Tes. 5:18). Repetidas veces el apóstol pone
énfasis en la necesidad de expresar nuestra gratitud y agradecimiento a Dios
(Col. 1:12; 2:7; 3:15; 4:2).
Dios Padre. El objeto de la alabanza del cristiano es Dios,
quien es su Padre. Jesús es Aquel mediante el cual extendemos nuestra gratitud
al Padre.
18. Casadas, estad sujetas. Ver com. Efe. 5:22.
Conviene. O "es propio", "es adecuado".
En el Señor. Ver com. Efe. 1:4.
19. Amad a vuestras mujeres. Ver com. Efe. 5:25.
20. Hijos, obedeced a vuestros padres. Ver com. Efe.
6:1.
En todo. No debe interpretarse que esta frase incluye
cualquier exigencia contraria a la voluntad de Dios. Una orden que implique
pecado no es obligatoria para un hijo. Pablo se está dirigiendo a familias
cristianas, por lo tanto no hay por qué interpretarlo de esa manera.
Al Señor. La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto
"en el Señor" (BJ, BC, NC). Así hay un paralelo con el vers. 18. El
centro de la obediencia es el Señor, y agradarle debe ser el propósito supremo
de los hijos. Mientras cumplen con las
órdenes de sus padres, están agradando a Dios.
21. Exasperéis. Gr. erethízò,
"provocar", "excitar", ya sea en un buen sentido, como en 2
Cor. 9:2, o en un mal sentido, como aquí. Los continuos regaños y observaciones,
las reprensiones y censuras frecuentes pueden exasperar los sentimientos de los
hijos y hacer que repudien todo tipo de disciplina.
Desalienten. Gr. athuméò, "descorazonarse",
"abatirse", "desanimarse"; "no se vuelvan
apocados" (BJ). Este vocablo aparece sólo aquí en el NT. El joven que es
hostigado continuamente puede descorazonarse en sus intentos por alcanzar la
victoria sobre sus debilidades, y renunciar completamente a la vida
cristiana. Los propósitos de su padre
pueden haber sido correctos, pero su método desafortunado de tratar de lograr
la perfección en su hijo produce un resultado desastroso. Cf Efe. 6:4.
22. Siervos, obedeced. Ver com. Efe. 6: 5.
No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar. El motivo del servicio no debe ser únicamente satisfacer una norma humana, trabajar mientras el supervisor observa y rendir lo mínimo posible. Estos siervos pueden pensar que sólo están agradando a sus patrones humanos, pero éste es un motivo indigno para los cristianos.
Ver com. Efe 6:6.
Sincero. Gr. haplótès, "sencillez", "sinceridad"
(ver com. Rom. 12:8). Esto es exactamente lo opuesto de "servir al
ojo". Es un hipócrita el que sólo procura agradar a su amo únicamente
mientras este lo vigila, pero en otras oportunidades no trabaja nada. ver el
comentario de Efe. 6:5.
Temiendo a Dios. O "reverenciando a
Dios". El es el Amo supremo. Sus normas son las que deben impulsar a los
cristianos en cualquier trabajo en que se ocupen, para que actúen reconociendo
que el Señor es Aquel ante quien tendrán finalmente que rendir cuentas.
23. De corazón. Ver com. Efe. 6:6; cf. Deut. 6:5;
Mar. 12:30.
Para el Señor. Ver com. Efe. 6:7.
24. Recibiréis. Ver com. Efe. 6:8. La recompensa de la herencia. Es decir, "la recompensa que es la herencia". En lo que se refiere al reino de Dios, no hay diferencia entre "siervo ni libre" (ver com. vers. 11), y por esa razón Pablo ahora magnifica esa idea declarando que el esclavo también puede recibir la recompensa de la herencia. Porque. La evidencia textual establece (cf. p. 10) la omisión de esta conjunción. La omiten la BJ, BA y NC.
Servís. Con la omisión de la conjunción causal
"porque" (ver com. "porque"), este verbo se traduce mejor
en imperativo: "servid" (NC). Ambas traducciones concuerdan con el
contexto. Es cierto que los siervos deben recibir órdenes de sus amos
terrenales, pero sus normas de servicio y su propósito final deben ser agradar
a Cristo.
25. El que hace injusticia. Algunos entienden que estas palabras se aplican al siervo que no rinde un servicio completo; otros, que se refieren al amo que trata mal a su siervo. Hay quienes consideran que es una declaración de alcances generales.
En contra de la opinión de que es una
amonestación al siervo, se hace notar que la declaración "no hay acepción
de personas" generalmente se aplica a quienes ocupan una jerarquía más
elevada. Una comparación con Efe. 6:9 sugiere que la segunda opinión
probablemente es la correcta.
Recibirá. Gr. komízo, "ganar", "obtener', recobrar". Compárese con el uso de este vocablo en 2 Cor. 5:10. Sin duda Pablo se está refiriendo al juicio final, cuando los amos opresores o los siervos desleales recibirán la sanción por su conducta injusta.
No hay acepción de personas. Literalmente "no recibe rostros"
(ver com. Efe. 6:9; cf. com. Rom. 2:11). 7CBA
COMENTARIOS DE
EGW
1-3. HAp 379. EL
CONOCIMIENTO DE DIOS, como está
revelado en Cristo, es 379 el conocimiento que deben tener
todos los que están salvos. Este es el conocimiento que obra la transformación
del carácter. Recibido en la vida, volverá a crear en el alma la imagen de
Cristo. Tal es el conocimiento que Dios invita a sus hijos a obtener, pues en
comparación con él todo lo demás es vanidad y nada.
EN
TODA GENERACIÓN y en cada país el fundamento de la verdad para la construcción
del carácter ha sido el mismo: los principios contenidos en la Palabra de Dios.
La única norma segura e infalible es hacer lo que Dios dice. "Los
mandamientos de Jehová son rectos," y "el que hace estas cosas, no
resbalará para siempre." (Sal. 19:8; 15:5.) Fue con la Palabra de Dios
cómo los apóstoles hicieron frente a las falsas teorías de sus días, diciendo:
"Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto." (1 Cor.
3:11.)
AL
TIEMPO DE SU CONVERSIÓN Y BAUTISMO, los
creyentes de Colosas prometieron dejar a un lado creencias y prácticas que
hasta entonces habían sido una parte de sus vidas, y ser constantes en su
lealtad a Cristo. En su carta, Pablo les recordó esto, rogándoles que no
olvidasen que, a fin de cumplir su voto, deberían hacer un esfuerzo constante
contra los males que buscaban tener dominio sobre ellos. "Si
habéis pues resucitado con Cristo -dijo,- buscad las cosas de arriba, donde
está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra. Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con
Cristo en Dios." "De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas." (2 Cor. 5:17.)
POR
MEDIO DEL PODER DE CRISTO, los hombres
y mujeres han roto las cadenas de los hábitos pecaminosos. Han renunciado al
egoísmo. El profano se transformó en reverente, el borracho en sobrio, el
libertino en puro. Almas que habían manifestado la semejanza de Satanás, han
llegado a transformarse a la imagen de Dios. Este cambio, en sí mismo, es el
milagro de los milagros.
1-4. CM 245. Es necesario dedicar mucho tiempo a la oración secreta en íntima comunión con Dios. Únicamente así pueden ganarse las victorias.
La eterna vigilancia es el precio
de la seguridad.
El pacto del Señor ha sido hecho
con sus santos. Cada uno ha de discernir sus puntos débiles de carácter, y
guardarse celosamente contra ellos. Los que han sido sepultados con Cristo en
el bautismo y resucitados a la semejanza de su resurrección, se han
comprometido a andar en novedad de vida. "Si, pues, habéis resucitado con
Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de
Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque
habéis muerto, y vuestras vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando
Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria" (Col. 3:1-4).
Los jóvenes cristianos deben ser preparados para llevar responsabilidades con corazón valiente y mano voluntaria. Han de aprender a arrostrar las pruebas de la vida con paciencia y fortaleza, a seguir máximas de valor, y a confirmarse en hábitos que los habilitarán para obtener la corona del vencedor. No hay tiempo más favorable que la juventud para reconocer el poder de la gracia salvadora de Cristo y ser controlados por los principios de la ley divina.
Dondequiera que en su
providencia os haya colocado, Dios os guardará. "Y como tus días serán tus
fuerzas" (Deut. 33: 25). 246
5, 7-8; 12-15. HAp 380. El
cambio realizado por la Palabra 380 es uno de los más
profundos misterios de ella. No lo podemos entender; solamente podemos creerlo,
como lo señalan las Escrituras: "Cristo en vosotros, la esperanza de
gloria."
CUANDO
EL ESPÍRITU DE DIOS domina la mente y el corazón, el alma convertida prorrumpe
en una nueva canción; porque ha reconocido que la promesa de Dios ha sido
cumplida en su experiencia, que su transgresión ha sido perdonada, su pecado
cubierto. Ha sentido arrepentimiento hacia Dios por la violación de su divina
ley, y fe hacia Cristo, quien murió por la justificación del hombre.
Justificado "pues por la fe" tiene "paz con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo." (Rom. 5:1.)
PERO
HABIENDO ALCANZADO ESA EXPERIENCIA, el cristiano
no debe por lo tanto cruzarse de brazos conforme con lo que ha logrado. Aquel
que está determinado a entrar en el reino espiritual encontrará que todos los
poderes y las pasiones de la naturaleza no regenerada, respaldadas por las
fuerzas del reino de las tinieblas, están preparadas para atacarle.
Cada día
debe renovar su consagración,
Cada día
debe batallar contra el pecado.
Los
Hábitos Antiguos, las tendencias
hereditarias hacia el mal, se disputarán el dominio, y contra ellos debe
siempre velar, apoyándose en el poder de Cristo para obtener la victoria.
ESCRIBIÓ
PABLO A LOS COLOSENSES: "Amortiguad,
pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: . . . en las cuales [cosas]
vosotros también anduvisteis en otro tiempo viviendo en ellas. Mas ahora, dejad
también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, torpes
palabras de vuestra boca. . . . Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y
amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de
mansedumbre, de tolerancia; sufriéndoos los unos a los otros, y perdonándoos
los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Cristo
os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de
caridad, la cual es el vínculo de la perfección. Y la paz de Dios gobierne en
vuestros corazones, a la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed
agradecidos." 381
Ministerio Hno. Pio
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