Efesios 5.
EXHORTACIÓN A LA
PUREZA DE VIDA 1-14: Vers. (1-2) Después de una
exhortación general al amor, (3) el apóstol pide apartarse de fornicación, (4-6)
de toda inmundicia, (7-14) y a no Participar en las obras de los impíos.
INSENSATEZ Y
SABIDURÍA 15-21: Vers. (15-17) Exhorta a caminar cautelosamente y (18-21)
a ser llenos del Espíritu.
OBLIGACIONES EN EL SENO DE LA FAMILIA 22-33: Vers. (22-24) el apóstol presenta algunos deberes particulares: cómo las esposas deben de obedecer a sus maridos, (25-31) y como los maridos deben amar a sus esposas: (32-33) así como Cristo ama a su iglesia.
1 SED, pues, imitadores de Dios
como hijos amados. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó
a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
3 Pero fornicación y toda
inmundicia, o avaricia, ni aun se
nombre entre vosotros, como conviene a santos;
4 ni palabras deshonestas, ni
necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de
gracias. 5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que
es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6 Nadie os engañe
con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos
de desobediencia.
7 No seáis, pues, partícipes con
ellos. 8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor;
andad como hijos de luz 9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad,
justicia y verdad), 10 comprobando lo que es agradable al Señor.
11 Y no participéis en las obras
infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; 12 porque vergonzoso
es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. 13 Mas todas las cosas, cuando
son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es
lo que manifiesta todo. 14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y
levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.
15 Mirad, pues, con diligencia
cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo,
porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos
de cuál sea la voluntad del Señor.
18 No os embriaguéis con vino, en
lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre
vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al
Señor en vuestros corazones; 20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre,
en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 21 Someteos unos a otros en el temor
de Dios.
22 Las casadas estén sujetas a
sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer,
así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su
Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las
casadas lo estén a sus maridos en todo.
25 Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El
que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su
propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la
iglesia, 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31
Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los
dos serán una sola carne.
32 Grande es este misterio; mas
yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. 33 Por lo demás, cada uno de
vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su
marido. (Efesios 5).
1. Imitadores. Gr. mim'ts, "imitador". Este
versículo es una ampliación y continuación del tema del inmediato anterior. El
apóstol ha estado urgiendo a seguir el ejemplo de Dios, particularmente en lo
relacionado con el espíritu de perdón. Dios es el Modelo, el Ideal que debemos
imitar; en este caso, con referencia al espíritu perdonador que debemos
manifestar. El creyente fiel puede, por la gracia de Dios, aprender a perdonar
como Dios perdonó.
Hijos amados. Saber que Dios nos ama nos proporciona fuerza y capacidad
para imitarlo (1 Juan 4:19). Si nos percatamos de la paternidad divina produce
en nosotros el amor fraternal (1 Juan 4:11). Los que con sinceridad llaman a
Dios "Padre", necesariamente deben considerar a sus semejantes como
hermanos y hermanas.
2. Andad en amor. O "seguid andando en amor", "haced del andar en amor un hábito". Debemos vivir la vida en una atmósfera de amor.
Respecto a la idea de "amor" ver com. 1 Cor. 13:1.
Como también Cristo nos amó. La evidencia textual (cf. p. 10)
se inclina por este texto, aunque algunos antiguos MSS dicen "os amó"
(BJ, NC).
Se entregó a sí mismo. Cristo demostró su amor al
entregarse a sí mismo. Nosotros no podemos hacer menos. El amor de Cristo fue
tan grande que voluntariamente se ofreció en sacrificio. Uno de los propósitos
de su encarnación fue precisamente manifestar su amor y el del Padre, porque
"Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo" (2 Cor. 5:19),
y "nadie tiene mayor amor que éste" (Juan 15:13).
Ofrenda y sacrificio. Los servicios del santuario
prefiguraban el ministerio y el sacrificio de Cristo. El acto voluntario por
medio del cual Cristo se entregó como sacrificio estaba prefigurado en el
ritual ceremonial del antiguo Israel. Algunos han sugerido que debe hacerse
distinción entre "ofrenda" y "sacrificio", porque la
primera denota una ofrenda sin sangre y en el segundo se presupone la muerte de
una víctima, algo cruento. Sin embargo, las palabras griegas que se traducen
"ofrenda" y "sacrificio" no necesariamente implican dicha
distinción. Pablo probablemente tomó esta frase del Sal. 40:6.
Olor fragante. Dios se complació tanto con el sacrificio de Cristo como con el espíritu con que fue hecho; pero no significa que el sacrificio de Cristo fuera necesario para "apaciguar" a Dios (ver com. Rom. 5:10).
Acerca
de la figura "olor fragante" ver com. 2 Cor. 2:15 (cf. Fil. 4:18).
3. Pero. Pablo a menudo utiliza agudos contrastes para realzar
el efecto de su mensaje. Lo que presenta a continuación contrasta marcadamente
con "olor fragante", estrechamente relacionado con el sacrificio de
Cristo (vers. 2).
Fornicación. Gr. pornéia, término común para referirse a las
relaciones sexuales ilícitas de todo tipo (ver. com. 1 Cor. 6:18).
Inmundicia. O "impureza". Fornicación e inmundicia
frecuentemente se mencionan juntas; por ejemplo, 2 Cor. 12:21; Gál. 5:19; Col.
3:5. El apóstol ha estado considerando el amor santo, pero pasa a presentar el
amor no santificado para mostrar que los sentimientos más sagrados pueden ser
corrompidos.
Avaricia. Gr. pleonexía, "el deseo de tener más".
La asociación de este pecado con fornicación e inmundicia es significativa (cf.
1 Cor. 5:11; Efe. 5:5; Col. 3:5). La avaricia es avidez de poseer más, una
característica de todo pecado sensual. La avaricia y la concupiscencia deben
ser dominadas por todo el que se llama cristiano (ver com. cap. 4:19). ¿Cuántos
cristianos están dispuestos a colocar el pecado de la avaricia en el mismo
nivel de la fornicación? La avaricia es un pecado mortífero, pero a menudo pasa
desapercibido en los círculos más respetables; muchas veces se oculta tras
nombres como "competencia" y "éxito".
Se nombre. Los pecados mencionados son tan temibles que no era ni siquiera apropiado que fueran tratados entre los santos. Deben mencionarse únicamente con el propósito de reprensión; pero es innecesario discutirlos porque no deben existir entre los santos. Santos. Gr. hágios, (ver com. Rom. 1:7).
4. Palabras deshonestas. Gr. aisjrót's, "cosa
repugnante", "grosería", "indecencia". Este vocablo
aparece sólo aquí en el NT, y aunque puede referirse a una forma indecente de
hablar también incluye la manera de comportarse.
Necedades. Conversación insípida, vana, que no edifica ni beneficia.
En el juicio tendremos que dar cuenta de toda palabra ociosa que
hayamos pronunciado (Mat. 12:36), pues esta clase de conversación es más que
una simple vacuidad.
Truhanerías. Gr. eutrapelía, palabra compuesta por dos raíces
que significan "bien" y "resultar" o "salir", de
allí su significado como "ingenio", "viveza". Pero puede ser utilizada también en sentido
negativo como "truhanería", "bufonada",
"chocarrería". El apóstol no está condenando el humor inocente, sino
las bromas bajas y groseras.
Que no convienen. Es decir, que no son apropiadas
ni decentes,
Acciones de gracias. El espíritu de gratitud y ánimo
es el mejor antídoto contra el indecoroso espíritu de liviandad (cf. Sant. 5:13).
5. Porque sabéis esto. Expresión enfática para destacar
que aunque cualquier otra cosa pudiera ser dudosa, ésta es cierta. Es una
apelación a la conciencia.
Fornicario. Gr. pórnos,
"fornicario", que practica la pornéia (ver com. vers. 3). Ninguna
persona de carácter licencioso es apta para el reino de Dios (ver Apoc. 22:15).
Inmundo. O "impuro" (cf. vers. 3).
Avaro. Ver com. vers. 3. La avaricia se define como
idolatría (cf. Col. 3:5) y es digna de la misma condenación.
Idólatra. El avaro convierte el objeto de su avaricia en
dios. La idolatría es una de las obras de la carne (Gál. 5:19-21).
Herencia. Ver com. 1 Cor. 6:9.
De Cristo y de Dios. Aquí se insinúa intensamente la
divinidad de Cristo por la estrecha asociación de su nombre con el del Padre
(cf. Rom. 9:5). El texto griego se puede traducir también "de Cristo, es
decir, Dios".
6. Palabras vanas. Literalmente "palabras
vacías"; por ejemplo, palabras que sugieran que los pecados mencionados
(vers. 3-5) no impedirán la entrada al reino. Las herejías ya estaban
amenazando a la iglesia naciente. Pablo advierte contra la manera engañosa como
los falsos maestros se estaban introduciendo en la comunidad cristiana. En
cuanto a advertencias generales adicionales acerca de los engaños que dividirían
al rebaño, ver Rom. 16:18; 1 Cor. 3:18; 2 Cor. 11:3; Col. 2:8; 2 Tes. 2:3-4.
La ira de Dios. Ver com. Rom. 1:18.
HiJos de desobediencia. Ver com. cap. 2:2.
7. Partícipes. Mejor "copartícipes", es decir, que
participan con ellos en sus pecados.
8. Tinieblas. Cf. Rom. 2:19; 1 Juan 2:11. En otro tiempo estaban
sumergidos en las tinieblas y practicaban las abominaciones de las tinieblas
(cf. Efe. 2:11-12; 4:18).
Luz. La idea parece ser no solamente que estaban
"en luz" sino que eran luz a causa de su unión con Cristo, quien es
la Luz.
Andad. Es decir, dirigid vuestra vida (ver com. cap. 2:2).
Hijos de luz. La extraordinaria pureza de los primeros cristianos que estaba en agudo contraste con la vida de los paganos que los rodeaban, fue reconocida, aunque no de muy buena gana, por hombres como Plinio. Cuando éste le escribió al emperador Trajano le hizo comentarios al respecto (Cartas x. 96).
Cf. Juan 12:36; 1 Tes. 5:5; Sant. 1:17.
9. Fruto del Espíritu. La evidencia textual favorece
(cf. p. 10) el texto "fruto de la luz" (BJ, BC, NC). El fruto del
Espíritu es también el fruto de la luz. "Fruto" significa resultado o
consecuencia. Las tinieblas impiden que haya fruto y crecimiento; la luz es
esencial para ambos.
Bondad. Gr. agathÇsún' (ver com. Gál. 5:22).
Justicia. Gr. dikaiÇsún', aquí principio de rectitud (ver
com. Mat. 5:6).
Verdad. Gr. altheia, aquí probablemente denota
sinceridad en palabra, pensamiento y hechos. La bondad, la rectitud y la verdad
resumen completamente el precepto y el deber del hombre.
10. Comprobando. Gr. dokimázÇ (ver com. Rom. 2:18).
El cristiano debe poner a prueba constantemente la bondad, la rectitud y la
verdad para saber qué es lo que agrada a Dios (Rom. 12:2). La voluntad divina,
como nos es revelada en su Palabra y en la experiencia, es la piedra de toque
por la cual toda comprobación y aprobación debe ser hecha. "¿Qué haría
Jesús?" llega a ser una pregunta importante y continua en la mente de los
creyentes.
Agradable. Cf. Col. 1:
10.
11. No participéis. Gr. sugkoinÇnéÇ,
"participar", "compartir algo con alguien". Sugiere la idea
de que los cristianos no deben participar en las infructuosas obras del pecado,
ni siquiera tolerarlas ni simpatizar con ellas.
Infructuosas. O que no producen buenos frutos. Cf. Gál. 5:19-21
respecto a las "obras de la carne".
Reprendedlas. Gr. elégjÇ, "redargüir",
"convencer", "corregir", "reprender". Compárese
con el uso que se da a esta palabra en Luc. 3:19; Juan 3:20; 8:9; 16:8. Los
cristianos deben ser un constante reproche para el mundo y el mal por medio de
sus palabras y sus vidas. No es suficiente "no participar" en las
obras del mal; el cristiano debe reprenderlas. El cristiano no puede ser un
observador pasivo o neutral frente a la iniquidad; por el contrario, debe ser
activo en exponer y denunciar el pecado. El simpatizar con los afligidos no
debe degenerar en una cómoda indiferencia o tolerancia sentimental, pues
entonces será difícil demostrar que no tenemos "comunión" con las
obras de las tinieblas.
12. Vergonzoso. La delicadeza y el refinamiento
del cristiano no permiten ni siquiera discutir ciertos temas, ni mucho menos
practicarlos. Generalmente basta mencionar los males sin describir
detalladamente su proceso. Es recomendable cierto grado de franqueza; poco
puede decirse en favor de la sorprendente crudeza con la cual el pecado es a
menudo discutido en nuestra sofisticada cultura. Pablo nombró y denunció vicios
vergonzosos (vers. 3-5) pero nunca los pintó con colores atractivos que
estimularan los apetitos sensuales y las bajas pasiones de los lectores.
En secreto. Pablo puede estarse refiriendo a algunos de los
"misterios" celebrados por los paganos, los cuales eran a menudo
acompañados de obscenas y lascivas ceremonias de iniciación. O pudo haber
estado aludiendo simplemente a las prácticas licenciosas a las cuales se
entregan secretamente los débiles y corruptos.
13. Puestas en evidencia. Gr. elégjÇ (ver com. vers. 11). Las
cosas secretas y oscuras en la vida de una persona son puestas en evidencia por
los rayos brillantes de la luz espiritual. Cuando Cristo dirigió los rayos de
la verdad sobre la hipocresía de sus días, el fingimiento se reveló tal como
era. Cuando lo que se hace en la oscuridad se observa en la oscuridad,
desaparecen sus contornos y su verdadero carácter no puede conocerse (ver com.
Juan 3:20).
Hechas manifiestas. Los pecados secretos mencionados
en el vers. 12 quedan expuestos por los destellos de la luz de la verdad en la
vida. "porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos;. . . y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón" (Heb. 4:12). Es una lente que concentra la luz de la verdad en la
conciencia con ardiente convicción.
14. Por lo cual. Esto es, en relación a lo que se dijo acerca de disipar las tinieblas por medio de la luz. Dice. O"se dice".
Despiértate. Esta cita no se encuentra en el AT. Algunos ven en
ella tina posible alusión a Isa. 26:19; 60:1. Otros sugieren como probable
fuente algún himno cristiano antiguo desconocido para nosotros. Evidentemente
ya existían en aquella época, como en todas, quienes dormían espiritualmente.
La Biblia exhorta a menudo a despertar (Rom. 13:11-14; 1 Cor. 15:34; 1 Tes.
5:6,8; 1 Ped. 1:13).
Los muertos. Es decir, los que están sumergidos en el sueño de
la muerte espiritual.
Te alumbrará. O "brillará sobre ti". Al alma que se
vuelve a Cristo se le asegura que recibirá los rayos senadores de luz que
provienen del "Sol de justicia" (Mal. 4:2). El llamamiento es para
que los que no se han arrepentido se levanten de su letargo y den oportunidad
para que Cristo lleve a cabo en sus vidas su obra salvadora.
15. Con diligencia. Gr. akrib^s, "con diligencia
o exactitud", "esmeradamente". "Mirad atentamente cómo
vivís" (BJ). Se insta al creyente a seguir un curso de acción
disciplinado, haciendo todo lo posible para resistir las tentaciones que lo
rodean.
Necios. Literalmente "faltos de sabiduría".
16. Aprovechando bien el tiempo. Literalmente "comprándose el tiempo" o "procurándose la oportunidad", es decir, sacando el mayor provecho de las oportunidades que se presentan (cf. Col. 4:5). El cristiano tiene el privilegio y la obligación de aprovechar cada momento para cumplir todo propósito noble y elevado. Redimir el tiempo es más que no ocuparse en actividades ociosas o frívolas.
Una persona no es buena sencillamente porque no es mala. Como Jesús, debemos sentirnos impulsados a identificarnos con "los negocios" de nuestro Padre (Luc. 2:49), buscando activamente oportunidades para hacer el bien (Mat. 5:44).
En la
parábola del mayordomo infiel Jesús destacó la diligencia y sabiduría de los
comerciantes del mundo al hacer sus negocios, como un ejemplo para los hijos de
luz (ver com. Luc. 16:1-12).
Los días son malos. La necesidad de echar mano de
cada oportunidad que se presenta es evidente cuando se considera que la vida
está continuamente expuesta a toda clase de males, no solamente del mal moral
prevaleciente, sino también de enfermedad, persecución, y sufrimiento mental,
lo cual priva al cristiano de muchas oportunidades de servicio (cf. Ecl. 12:1;
Amós 5:13).
17. Por tanto. Es decir, en vista de lo que se acaba de comentar respecto
a tinieblas, luz, tiempo, y días malos.
Insensatos. Gr. áfrÇn, "necio",
"insensato", "ignorante". Compárese con el uso que se hace
de esta palabra en Luc. 11:40; 12:20; 1 Cor. 15:36. El cristiano que no usa las
facultades e inteligencia que Dios le ha concedido para saber cuál es la
voluntad de Dios para él, comete pecado.
Entendidos. La evidencia textual (cf. p. 10) establece el texto
"comprended". No se puede vivir sabiamente sin entendimiento.
"El conocimiento del Santísimo es la inteligencia" (Prov. 9:10).
Voluntad del Señor. El conocer la voluntad del Señor
debe ser el blanco supremo del creyente (ver com. Juan 7:17). La mente
transformada no sólo posee la capacidad de entender la voluntad de Dios, sino
también la intuición divinamente implantada por la cual puede comprobar
"cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Rom. 12:2).
18. No os embriaguéis con vino. Pablo ha estado hablando acerca de las tinieblas y de la falta de sabiduría de los hombres necios, y hay pocas cosas más necias que el embriagarse.
Este mal es condenado frecuentemente en las Escrituras (Prov. 20:1; Luc. 21:34; 1 Cor. 5:11; Gál. 5:21; 1 Tim. 3:3).
Pablo probablemente está pensando en la embriaguez no sólo como complacencia del apetito sino también como un mal social que glorifica el desperdicio, la excitación emocional a expensas del buen sentido, y la temeraria búsqueda de placer. Todo lo que priva al ser humano del uso de la razón, significa deterioro del alma e ineptitud para el reino de Dios.
Disolución. Gr. asÇtía, "disolución",
"libertinaje". Compárese con el uso de esta palabra en Tito 1:6; 1
Ped. 4:4; cf. Luc. 15:13, donde se utiliza el adverbio asotos. El desenfreno,
la juerga, el abandono y los excesos de toda clase siguen a la indulgencia con
el vino.
Del Espíritu. O "en espíritu", lo cual podría
considerarse como refiriéndose al espíritu humano. La excitación de la
embriaguez es totalmente opuesta al gozo y la vivificación del espíritu. La
búsqueda de los estimulantes malsanos es reemplazada por el entusiasmo espiritual
del espíritu humano bajo la influencia del poder del Espíritu Santo. Es cierto
que la obra del Espíritu está acompañada de sobriedad, pero no es menos cierto
que el efecto de la presencia del Espíritu Santo se deja ver en la
testificación entusiasta de la fe. La demostración del Espíritu en las palabras
y hechos de los discípulos en el día de Pentecostés, fue comparada burlonamente
con el estado de ebriedad (Hech. 2:13).
19. Hablando. Probablemente sea una sugerencia de un canto
antifonal, o quizá sencillamente una referencia al beneficio mutuo que se
deriva de la adoración en conjunto. Plinio dice al referirse a los primeros
cristianos y su adoración: "tenían la costumbre de reunirse en ciertos
días determinados antes del alba y cantar en versos alternados un himno a
Cristo como a un Dios" (Cartas x. 96).
Una de las primeras
manifestaciones de estar lleno del Espíritu, es el gozo que se siente en la
confraternidad con los creyentes y en los actos de adoración comunitaria.
Con salmos, con himnos y cánticos espirituales. La distinción
entre estos tres tipos de adoración puede ser como sigue: en general, los
salmos eran los del AT cantados con acompañamiento instrumental; los himnos
eran alabanzas a Dios, compuestas por los creyentes y cantadas por todos,
mientras que los cantos espirituales u odas eran de una naturaleza más general
y meditativa, con o sin acompañamiento (ver Mat. 26:30; Hech. 4:24-30; 1 Cor.
14:26; Sant. 5:13; cf. Col. 3:16). La alabanza es la parte más importante de la
adoración.
Cantando. Gr. psállÇ, "tocar un instrumento de
cuerdas", "cantar himnos". Esta palabra puede, por lo tanto,
referirse a música instrumental o a canto en general. Como ya se ha hablado
acerca de "cánticos", algunos piensan que psállÇ se refiere a lo
primero; pero otros sostienen que en el NT esta palabra sólo significa
"cantar".
En vuestros corazones. La adoración debe surgir del
corazón y no ser simplemente algo mecánico. La música ha sido siempre parte de
la adoración; el cristianismo es el que la ha elevado y consagrado. En la
adoración religiosa el canto debe ser dirigido a Dios, de otra manera no es más
que una auto exhibición. Este peligro llevó a Calvino y a Knox a menospreciar
la música instrumental. La música no es un fin en sí misma sino que, como la oración,
es un medio para acercarse a Dios. Una oración puede expresarse de muchas
maneras: por medio de palabras, de meditación, o de música.
20. Dando siempre gracias. "Nada tiende más a fomentar la salud del cuerpo y del alma que un espíritu de agradecimiento y de alabanza" (MC 194). El espíritu de alabanza es un verdadero antídoto contra el mal y el desánimo. Aunque todo parezca salir de la peor manera, el cristiano se siente bien y animado.
El espíritu de agradecimiento prevalece en
la alegría o en la tristeza, en la victoria o en la derrota, pues es un
atributo permanente y fundamental del carácter del cristiano (ver com. Col.
3:17; 1 Tes. 5:18).
Por todo. Tanto lo agradable como lo desagradable (Job 2:10;
Rom. 8:28). No hay virtud especial en sólo sentirse agradecido por las
bendiciones recibidas, así como tampoco la hay en amar únicamente a nuestros
amigos (Mat. 5:46). Es más difícil convivir tanto con las aflicciones como con
nuestros enemigos.
Dios y Padre. "Dios Padre" (BJ, NC). Esta traducción es
más apropiada. El título en cuestión designa a Aquel que es Dios y al mismo
tiempo Padre.
En el nombre de. Dios es el receptor de nuestro
agradecimiento, el cual es ofrecido en el nombre de Cristo. El Padre merece
nuestra gratitud (Rom. 8:14-17; Gál. 4:4-6). Su paternidad fue demostrada al
dar a su Hijo; por lo tanto, las oraciones y los agradecimientos se ofrecen en
el nombre del Hijo. Todo lo que el Padre tiene para dar ha sido puesto a
disposición de los hombres a través de Cristo; por eso podemos allegarnos a
Dios con completa confianza (Juan 14:13; 15:16; 16:23-24).
21. Someteos unos a otros. Aun cuando este principio general
de conducta puede relacionarse con los pensamientos expuestos, conduce,
naturalmente, al pasaje siguiente, donde recibe aplicación específica.
Sumisión, humildad y sujeción son características esenciales en el creyente. El
yo debe empequeñecerse frente a Dios y nuestros semejantes. Lo que exigimos los
unos de los otros, aun respecto de nuestros derechos, a menudo está en
contradicción con el espíritu del amante ministerio, que es el corazón mismo
del Evangelio (Juan 13: 15-16; Gál. 5: 15).
Además de la obediencia cristiana
a los mayores, a los que ejercen autoridad, y de respeto hacia los que son
considerados como iguales, hay también una sumisión o consideración cristiana a
los que se hallan en posición de inferioridad. Esta sumisión revela
consideración, caridad y respeto por la persona de todos los hijos de Dios.
Por medio de esta declaración
general de principio, el apóstol ha preparado el camino para la instrucción
detallada que está a punto de presentar. Pablo propone tres áreas en las cuales
el espíritu de sumisión debe expresarse plenamente para que las relaciones
involucradas se cumplan cristianamente: relaciones entre esposos, entre padres
e hijos, y entre amos y esclavos.
Temor de Dios. La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto
"temor de Cristo", es decir, reverencia para con Cristo.
22. Las casadas estén sujetas. Pablo coloca a las mujeres en una
posición de subordinación con relación a sus esposos (cf. 1 Ped. 3:16). La
ética de las relaciones cristianas en la familia puede percibirse con claridad
sólo cuando se entiende que diferencia y subordinación de ninguna manera
implican inferioridad. La sumisión que se ordena a la esposa es del tipo que
sólo puede darse entre iguales; no es una obediencia servil sino una sumisión
voluntaria en los aspectos en los cuales el hombre ha sido puesto por su Hacedor
como la cabeza (cf. Gén. 3:16). Toda la comunidad necesita tener una cabeza
para existir en forma organizada. Aun en nuestra era de libertad, en la cual se
insiste en la igualdad entre hombres y mujeres, el hombre que no asume con amor
la dirección de su familia es menospreciado por los hombres y las mujeres. Este
principio de sumisión es permanente; pero su aplicación específica puede variar
a lo largo del tiempo de acuerdo con las costumbres y conciencia sociales. Cf.
1 Cor. 11:3, 7-9; Col. 3:18; 1 Tim. 2:11-12; Tito 2:5.
Propios maridos. Es decir, a sus
"propios" esposos y no a los de otras mujeres. Se realza la relación
santa de posesión sobre la cual se fundamenta la sumisión.
Como al Señor. Compárese con la frase "como conviene en el
Señor" (Col. 3:18). La esposa debe ver en su relación con su esposo un
reflejo o ilustración de su relación con Cristo.
23. Es cabeza. Esta frase, que aparece dos veces en el versículo,
no tiene artículo definido en el texto griego, para enfatizar la cualidad de
preeminencia. Pablo hace la misma aseveración en 1 Cor. 11:3. Pero afirma en
otro lugar que delante de Dios "no hay esclavo ni libre; no hay varón ni
mujer" (Gál. 3:28). Para los que están "en Cristo" no hay
distinciones de sexo, clase o raza; sin embargo, en virtud de sus cualidades
diferentes, cada sexo, clase, y raza puede hacer su propia contribución mutua y
en favor de la sociedad. La preeminencia del esposo consiste en cuidar de su
esposa con conocimiento y responsabilidad, así como Cristo cuida a la iglesia.
Su cuerpo. Es decir, la iglesia. Así como Cristo es el
"salvador del cuerpo", o sea de la iglesia, el esposo debe ser el
protector y sostenedor de su esposa y familia. En una familia donde el esposo
muestra la misma solicitud por el bienestar de su esposa que Cristo muestra por
su iglesia, nunca se levanta polémica en cuanto a la preeminencia o
inferioridad de alguno de sus miembros.
24. La iglesia está sujeta. ¿Cuáles son las características de la sujeción de la iglesia a Cristo? Buena voluntad, confianza, fe, amor. El servicio rendido con amor es una de las experiencias más agradables.
La cabeza
de la iglesia dice: "Ligera [es] mi carga" (Mat. 11:30).
En todo. Por supuesto, en todo lo que está en armonía con la
mente de Dios, porque no puede existir ninguna otra lealtad que se interponga
entre el alma y Dios.
25. Amad a vuestras mujeres. La adecuada respuesta del esposo
a la sumisión de la esposa no es por medio de órdenes sino de amor. Esto
inmediatamente transforma en una sociedad lo que de otra manera sería una
dictadura. Un verdadero esposo nunca expresa órdenes rudas o desconsideradas.
Su amor se expresará de distintas maneras, una de las cuales es por medio de
palabras de afecto y comprensión. Además, el esposo sostendrá materialmente a
su esposa (1 Tim. 5:8), hará todo lo posible por hacerla feliz (1 Cor. 7:33) y
la honrará en todo (1 Ped. 3:7). Para un comentario sobre el tipo de amor que
aquí se ordena (agápe), ver com. Mat. 5:43.
Se entregó a sí mismo. La prueba suprema de amor
consiste en abstenerse voluntariamente de la felicidad propia para que otro
pueda disfrutarla. En este aspecto el esposo debe imitar a Cristo, abandonando
sus placeres y comodidades personales, permaneciendo al lado de su esposa en la
hora de enfermedad para contribuir a su felicidad. Cristo se dio a sí mismo por
la iglesia porque ella estaba en profunda necesidad; lo hizo por salvarla. De
la misma manera el esposo se dará a sí mismo por la salvación de su esposa,
ayudándola en sus necesidades espirituales, y ella se dará a su esposo con
espíritu de amor mutuo.
26. Para santificarla, habiéndole purificado. Cristo nos
quitó los vestidos de impureza y en su lugar nos dio el manto de su perfecta
justicia (ver com. Mat. 22:11).
Lavamiento. Gr. loutrón, "lavacro", "baño",
"lavatorio". Esta palabra reaparece sólo una vez más en Tito 3:5:
"lavamiento de regeneración". Como en el capítulo que comentamos
aparece en relación con el matrimonio, posiblemente haya una alusión a la
antigua costumbre del baño purificador de la novia antes del matrimonio; pero
la referencia puede ser al bautismo. De todos modos la idea básica es que
Cristo ha purificado a la iglesia, y que se dio a sí mismo por ella para que
pudiera llegar a ser pura y en esa forma habitar con él por la eternidad.
Palabra. Gr. rma, "palabra",
"expresión", "cosa". Compárese con el uso que se le da en
Rom. 10:8,17; 2 Cor. 13:1; Heb. 1:3. Muchos comentadores ven aquí una alusión a
la fórmula usada en conexión con el rito bautismal (ver com. Mat. 28:19). Otros
ven una referencia a la expresión de fe del nuevo converso (Rom. 10:8-10). Pero
hay quienes aplican el término rma al Evangelio o a la palabra de
fe predicada antes del bautismo.
27. Presentársela. Gr. paríst'mi,
"presento", "pongo". Compárese el uso dado a esta palabra
en 2 Cor. 4:14; Col. 1:22,28; Jud. 24. Cristo presenta la iglesia, la novia, a
sí mismo. Cristo descendió para salvar a su novia, y más tarde, como novio, la
recibe en el glorioso hogar que él ha preparado (cf. Juan 14:2-3).
Gloriosa. Gr. éndoxos, "honrado",
"distinguido", "eminente", "glorioso". Sal. 45:10-14
presenta una comparación interesante. La relación entre Cristo y la iglesia, a
la cual alude este pasaje, realza el esplendor y la hermosura de la relación
matrimonial como Pablo la describe. La unión de Cristo con la iglesia es tan
real como la unión entre los esposos.
Mancha ni arruga. Esta condición se alcanzará
cuando Cristo vuelva por segunda vez. La cizaña y el trigo crecerán juntos
hasta el momento de la cosecha (Mat. 13:30); entonces se quitará la cizaña y la
iglesia alcanzará la pureza total.
Santa. Gr. hágios (ver com. Rom. 1:7). En su discusión en
cuanto a la condición final que la iglesia debe alcanzar el apóstol parece
haber ido más allá de la comparación entre iglesia y matrimonio.
Sin mancha. Cf. Efe. 1:4; Col. 1:22; Heb. 9:14.
28. Así. Luego de la breve digresión en la cual se refirió a
la iglesia glorificada, el apóstol regresa a su tema destacando el elemento
principal de la semejanza entre el matrimonio terrenal y la unión de Cristo con
la iglesia: el amor sacrificado que nunca deja de ser. "Así" se
refiere a la descripción del amor de Cristo de los vers. 25-27.
Como a sus mismos cuerpos. Se hace esta recomendación no
porque el amor propio sea el ideal más elevado, sino porque los esposos son un cuerpo,
una carne (cf. Gén. 2:24; Efe. 5:31).
Así como el hombre protege su propio cuerpo contra peligros e incomodidades, en
forma similar dará a su esposa el mismo tipo de consideración. Pablo enfatiza
aquí que debe existir una unidad esencial.
A sí mismo se ama. Es así porque sus intereses son
los mismos, sus ideales se complementan y sus blancos en la vida espiritual son
idénticos. Cuando el esposo fomenta el bienestar de la esposa está fomentando
al mismo tiempo su propio bienestar, no solamente porque ambos están
estrechamente ligados, sino porque la esposa impartirá al esposo la felicidad
que recibe de él. La bondad produce bondad.
29. Nadie aborreció jamás. Pablo presenta una verdad
general. El hombre que odia su propia carne debe estar mentalmente
desequilibrado.
Sustenta. Gr. ektréfo, "sustentar",
"criar". En el cap. 6:4 se utiliza esta palabra para referirse a la
crianza de los hijos. A veces se habla de un buen esposo como de quien sustenta
apropiadamente a su familia.
Cuida. Gr. zálpÇ, literalmente "calentar", de
donde deriva en sentido figurado "acariciar", "confortar". En
el NT esta palabra se utiliza sólo en 1 Tes. 2:7, en donde el apóstol afirma
que se preocupaba por los hermanos de Tesalónica "como la nodriza que cuida
con ternura a sus propios hijos".
30. Miembros. Gr. mélos, "miembro" o "parte",
como de un cuerpo (ver com. 1 Cor. 12:12; cf. Rom. 12:4-5; 1 Cor. 6:15; Efe. 4:25).
Hay una íntima unión entre Cristo y su cuerpo.
Carne. . . huesos. La evidencia textual (cf. p.10)
favorece la omisión de la frase "de su carne y de sus huesos". Esta
expresión recuerda la declaración de Gén. 2:23: "Esto es ahora hueso de
mis huesos y carne de mi carne", con la cual Adán describió la estrecha
relación que había entre él y Eva.
Si se incluyeran aquí estas
palabras, su sentido sería claramente figurado. La vida que sostiene la viña
fluye a través de las ramas y llega a ser fuente de vida para las mismas Juan
15:1-8), así también la gracia y la vida espiritual que recibe el creyente
provienen de Cristo. El cristiano no puede hacer nada por sí mismo; si se
separa de su Señor, morirá espiritual e incluso físicamente.
31. Por esto. Una cita de Gén. 2:24 (ver com. Gén. 2:24; Mat. 19:5).
Una sola carne. Es como si el hombre y la mujer fueran sólo partes complementarias que unidas formaran un ser único y perfecto. Una consideración seria de este pensamiento impediría la forma frívola en la cual muchos contraen matrimonio, a veces con la deliberada intención de divorciarse si la unión no marcha "satisfactoriamente".
El propósito
de Dios es que el matrimonio sea una asociación de por vida; por lo tanto, toda
sociedad que trata livianamente esta institución divina lleva en su seno la
semilla de su autodestrucción. La familia es una parte de la sociedad
supremamente importante para jugar descuidadamente con ella. Cristo también
desea que su unión con su pueblo sea eterna (Juan 10:28-29).
32. Grande es este misterio. Ver el comentario sobre "misterio"
que aparece en Rom. 11:25. "Misterio" sugiere en el NT algo que ha
sido ocultado, particularmente una verdad espiritual que luego es revelada. Pablo
está diciendo que el "misterio" revelado de la unión entre esposos es
verdaderamente grande y profundo; pero que él lo está aplicando a la unión de
Cristo con su iglesia. El matrimonio puede ser entendido; pero la unión mística
de Cristo con el creyente, aun cuando es una verdad revelada, aún está más allá
del alcance de nuestra capacidad de comprensión, pues "ahora vemos por espejo,
oscuramente" (1 Cor. 13:12).
33. Por lo demás. Pablo regresa al tema que ha
estado considerando en los vers. 21-29. Después de la digresión respecto al
amor que Cristo ha mostrado por su iglesia, el apóstol vuelve de nuevo a
aquello que todos debieran captar: la mutua obligación entre esposos. Luego
procede a hacer una aplicación práctica, individual y personal de la verdad que
ha estado presentando.
Cada uno. Pablo pone de relieve la idea de responsabilidad y
privilegios individuales.
Ame también a su mujer. Ver com. vers. 28.
Respete. Gr. fobéomai, "temer", "respetar". Pablo no se refiere a temblar de temor, porque no concordaría con el consejo que acaba de dar. Este honor y respeto que se aconseja dar no elimina de manera alguna el amor de la esposa. Significa que el orden natural en el cual la familia tiene que desenvolverse por mandato divino, no debe ser cambiado, y que la función especial de liderazgo que Dios ha conferido al esposo debe ser respetada (ver com. vers. 23). Donde hay amor y respeto mutuos no se levantarán preguntas en cuanto a dominación o desconocimiento de los deberes y privilegios de los cónyuges. (6CBA).
COMENTARIOS DE EGW
1. 3JT 430. "Imitadores De Dios Como Hijos Amados" Toda alma
verdaderamente convertida puede decir: "Soy mozo pequeño, pero soy hijo de
Dios." Costó un precio infinito el hacer posible que la filiación divina
fuese devuelta a la familia humana. En el principio, Dios hizo al hombre a su
semejanza. Nuestros primeros padres escucharon la voz del tentador y se entregaron
al poder de Satanás. Pero el hombre no fue abandonado a las consecuencias del
mal que había escogido. Le fue prometido un Libertador. Dios dijo a la
serpiente: "Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar." (Gén. 3:15.) Antes de oír hablar de espinas y cardos, de las
penas y dolores que habían de ser su suerte, o del polvo al cual debían tornar,
nuestros primeros padres oyeron palabras que no podían sino infundirles
esperanza. Todo lo que habían perdido cediendo a Satanás, podía recuperarse por
medio de Cristo.
El Hijo de Dios fue dado para
redimir a la familia humana. Mediante sufrimientos infinitos, sobrellevados por
el inocente en lugar del culpable, se pagó el precio que iba a redimir a la
familia humana del poder del destructor y restaurar en ella la imagen divina. Los
que aceptan la salvación que Cristo les trae, se humillarán ante Dios como
niñitos.
Dios quiere que sus hijos le
pidan las cosas que le permitirán a él revelar su gracia al mundo mediante
ellos. Quiere que busquen su consejo y reconozcan su poder. Con amor, Cristo
reivindica sus derechos sobre aquellos por quienes dio su vida; si quieren
compartir las alegrías reservadas a los que reflejan su carácter aquí, deben
acatar su voluntad. Es bueno que sintamos nuestra debilidad; porque entonces
buscaremos la 431 fuerza y la sabiduría que el Padre se complace en dispensar a
sus hijos para las luchas de cada día contra las potestades del mal.
Aun cuando la instrucción, la
preparación y los consejos de hombres de experiencia sean cosas esenciales,
debe enseñarse a los obreros a no confiar exclusivamente en el juicio de hombre
alguno. Como agentes libres de Dios, todos deben pedirle a él su sabiduría. Cuando
el que está aprendiendo depende enteramente de los pensamientos de otro y sin
ir más lejos acepta sus planes, sólo ve por los ojos de ese hombre y llega a
ser, en este sentido, tan sólo su eco. 432
2. DTG 515.
MUCHOS son los que ofrendan sus dones
preciosos a los muertos. Cuando están alrededor de su cuerpo frío, silencioso,
abundan en palabras de amor. La ternura, el aprecio y la 515 devoción son
prodigados al que no ve ni oye. Si esas palabras se hubiesen dicho cuando el
espíritu fatigado las necesitaba mucho; cuando el oído podía oír y el corazón
sentir, ¡cuán preciosa habría sido su fragancia!
MARÍA NO CONOCÍA EL
SIGNIFICADO PLENO DE SU ACTO DE AMOR. No podía contestar a sus
acusadores. No podía explicar por qué había escogido esa ocasión para ungir a
Jesús.
El Espíritu Santo
Había Pensado En Lugar Suyo, Y Ella Había Obedecido Sus Impulsos. La
Inspiración No Se Humilla A Dar Explicaciones. Una
Asistencia Invisible Habla A La Mente Y Al Alma, Y Mueve El Corazón A La
Acción. Es Su Propia Justificación.
CRISTO LE DIJO A
MARÍA el significado de su acción, y con ello le dio más de lo que había
recibido. "Porque echando este ungüento sobre mi cuerpo --dijo
él,-- para sepultarme lo ha hecho." De la manera en que el
alabastro fue quebrado y se llenó la casa entera con su fragancia, así Cristo
había de morir, su cuerpo había de ser quebrantado; pero él había de resucitar
de la tumba y la fragancia de su vida llenaría la tierra. "Cristo
nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en
olor suave."*(Efesios 5:2).
"DE CIERTO OS
DIGO --DECLARÓ CRISTO,-- que donde quiera que este evangelio
fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella, lo
que ésta ha hecho." Mirando en lo futuro, el Salvador habló
con certeza concerniente a su Evangelio. Iba a predicarse en todo el mundo. Y
hasta donde el Evangelio se extendiese, el don de María exhalaría su fragancia
y los corazones serían bendecidos por su acción espontánea. Se levantarían y
caerían los reinos; los nombres de los monarcas y conquistadores serían
olvidados; pero la acción de esta mujer sería inmortalizada en las páginas de
la historia sagrada. Hasta que el tiempo no fuera más, aquel vaso de alabastro
contaría la historia del abundante amor de Dios para con la especie caída.
3. PP 530. (LA CODICIA) EL PECADO MORTAL
que condujo a Acán a la ruina tuvo su origen en la codicia, que es, entre todos
los pecados, el más común y el que se considera con más liviandad. Mientras que
otros pecados se averiguan y se castigan, ¡cuán raro es que se censure siquiera
la violación del décimo mandamiento! La historia de Acán nos enseña la
enormidad de ese pecado y cuáles son sus terribles consecuencias. La codicia es
un mal que se desarrolla gradualmente. Acán albergó avaricia en su corazón
hasta que ella se hizo hábito en él y le ató con cadenas casi imposibles de
romper. Aunque fomentaba este mal, le
habría horrorizado el pensamiento de que pudiera acarrear un desastre para
Israel; pero el pecado embotó su percepción, y cuando le sobrevino la tentación
cayó fácilmente.
¿No Se Cometen Aun
Hoy Pecados Semejantes A Ése, Y Frente A Advertencias Tan Solemnes Y Explícitas
Como Las Dirigidas A Los Israelitas? Se nos prohibe tan
expresamente albergar la codicia como se le prohibió a Acán que tomara despojos
en Jericó. Dios declara que la codicia o avaricia es idolatría. Se nos
amonesta: No podéis servir a Dios y a Mamón." "Mirad, y guardaos de
toda avaricia." "Ni aun se nombre entre vosotros." (Col. 3:5;
Mat. 6:24; Luc. 12:15; Efes. 5:3.) Tenemos ante nosotros la terrible suerte que
corrieron Acán, Judas, Ananías y Safira. Y aun antes de estos casos tenemos el
de Lucifer, aquel "hijo de la mañana" que, codiciando una posición
más elevada, perdió para siempre el resplandor y la felicidad del cielo. Y no
obstante, a pesar de todas estas advertencias, la codicia reina por todas
partes. 531
Por doquiera se ve
su viscosa huella. Crea descontento y disensión en las familias; despierta en
los pobres envidia y odio contra los ricos; e induce a éstos a tratar
cruelmente a los pobres.
Es un mal que
existe no sólo en las esferas seglares del mundo, sino también en la iglesia.
¡Cuán común es encontrar entre sus miembros egoísmo, avaricia, ambición,
descuido de la caridad y retención de los "diezmos las primicias"! Entre los miembros de la iglesia que gozan
del respeto y la consideración de los demás hay, desgraciadamente, muchos
Acanes. Más de un hombre asiste ostentosamente al culto y se sienta a la mesa
del Señor mientras que entre sus bienes se ocultan ganancias ilícitas, cosas
que Dios maldijo. A cambio de un buen manto babilónico, muchos sacrifican la
aprobación de la conciencia y su esperanza del cielo. Muchos truecan su
integridad y su capacidad para ser útiles, por un saco de monedas de plata. Los
clamores de los pobres que sufren son desoídos; se le ponen obstáculos a la luz
del Evangelio; existen prácticas que provocan el desprecio de los mundanos y
desmienten la profesión cristiana; y sin embargo, el codicioso continúa
amontonando tesoros. "¿Robará el
hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado" (Mal. 3:8), dice el Señor.
4. Ev 467. PASTORES JOVIALES Y DIVERTIDOS.- En su asociación hay un hombre
(no conozco su nombre) que no debiera estar en la asociación como pastor,
porque es desfavorable la influencia que ejerce sobre las mentes de los que
buscan la verdad. Se me llamó la atención hacia él y se pronunciaron estas
palabras: "La casa de Dios no necesita pastores joviales y divertidos. El
espíritu de este hombre no está de ningún modo en armonía con la obra solemne
en la que nos hemos comprometido". La verdad que profesamos creer no
necesita hombres frívolos para que la presenten. Un hombre con una disposición
liviana, jovial y divertida hará más para echar a perder las iglesias con el
mismo espíritu que lo que pueden hacer diez hombres piadoso para quitar ese
efecto. . .
El poder convertidor de Dios debe
descender sobre los corazones de los pastores, o bien éstos deben dedicarse a
otra vocación. Si los embajadores de Cristo comprenden la solemnidad de la
tarea de presentar la verdad a la gente, serán obreros juntamente con Dios,
serios y juiciosos. Si poseen una exacta apreciación de la comisión que Cristo
dio a sus discípulos abrirán con reverencia la Palabra de Dios y escucharán 467
la instrucción del Señor, pidiendo sabiduría del cielo para que, al estar entre
los vivos y los muertos, puedan comprender que deben rendir cuenta a Dios de la
obra que sale de sus manos.
¿Qué Podría Hacer El Ministro Sin
Jesús? En verdad, no podría hacer nada. Luego, si es un hombre frívolo y acostumbrado
a decir bromas, no está preparado para llevar a cabo el deber que el Señor le
ha encomendado. Cristo dijo: "Porque separados de mí nada podéis
hacer" (Juan 15:5). Las palabras irreflexivas que pronuncia, las anécdotas
frívolas, las palabras dichas para hacer reír, todo esto es condenado por la
Palabra de Dios y está completamente fuera de lugar en el púlpito sagrado...
A menos que los pastores sean
hombres convertidos, las iglesias enfermarán y estarán a punto de morir.
Únicamente el poder de Dios puede cambiar el corazón humano y llenarlo con el
amor de Cristo. Solamente el poder de Dios puede corregir y dominar las
pasiones y santificar los afectos. Todos los que ministran deben humillar sus
corazones orgullosos, someter sus voluntades a la voluntad de Dios y ocultar
sus vidas con Cristo en Dios.
¿Cuál Es El Objeto Del
Ministerio? ¿Consiste En Mezclar Lo Cómico
Con Lo Religioso? El teatro es el lugar para tales exhibiciones. Si
Cristo se ha formado en lo interior, si la verdad con su poder santificador es
llevada al santuario interior del alma, entonces no tendremos hombres joviales
y divertidos, ni tampoco tendremos hombres descontentos, de mal genio y
malhumorados para predicar las preciosas lecciones de Cristo a las almas que
perecen (Carta 15, 1890).
HAY QUE ANDAR
CON CIRCUNSPECCIÓN.- Toda la "sangre fría",
que es tan común, los gestos teatrales, toda liviandad y frivolidad, todo el
uso de chanzas y bromas, deben ser considerados por el que lleva el yugo de
Cristo como "cosas que no convienen" (Rom. 1:28), como una ofensa a
Dios y una negación de Cristo. Esto incapacita la mente para pensar con
seriedad y para llevar a cabo una labor sólida. Hace a los hombres ineficaces,
superficiales y enfermos en sentido espiritual...
Sea serio y formal cada pastor.
Al estudiar la vida de Cristo verá que es necesario andar con cautela. Sin
embargo, si está relacionado con el Sol de justicia podrá ser, y será, alegre y
feliz, y alabará a Aquel que lo llamó de las tinieblas a su luz admirable. La
conversación será pura y estará completamente libre de expresiones vulgares
(Manuscrito 8ª, 1888).
5. CS 596. El Señor declara por el profeta
Isaías: "Decid al justo que le irá bien." "¡Ay del impío! mal le
irá porque según las obras de sus manos le será pagado." (Isaías 3: 10,
11.) "Pero aunque el pecador haga mal cien veces -dice el sabio,- y con
todo se le prolonguen los días, sin embargo yo ciertamente sé que les irá bien
a los que temen a Dios, por lo mismo que temen delante de él. Al hombre malo
empero no le irá bien." (Eclesiastés 8:12,13, V.M.) Y San Pablo declara
que el pecador se atesora "ira para el día de la ira de la manifestación
del justo juicio de Dios; el cual pagará a cada uno conforme a sus obras;"
"tribulación y angustia sobre toda persona humana que obra lo malo."
(Romanos 2:5,6,9.)
"Ningún fornicario, ni
persona impúdica, u hombre avaro, el cual es idólatra, tiene herencia alguna en
el reino de Cristo y de Dios." (Efesios 5:5, V.M.) "Seguid la paz con
todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor." (Hebreos 12:14.)
"Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea
en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad. Más los
perros estarán fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los
idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira." (Apocalipsis 22:14,15.)
Dios ha hecho a los hombres una
declaración respecto de su carácter y de su modo de proceder con el pecador:
"¡Jehová, Jehová, Dios compasivo y clemente, lento en iras y grande en
misericordia y en fidelidad; que usa de misericordia hasta la milésima
generación; que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, pero que de
ningún modo tendrá por inocente al rebelde!" (Éxodo 34:6,7, V.M.)
"Destruirá a todos los inicuos." "Los transgresores ¡todos a una
serán destruídos; el porvenir de los malos será cortado!" (Salmos 115: 20;
37: 38, V.M.) El poder y la autoridad del gobierno de Dios serán empleados para
vencer la rebelión; sin embargo, todas las manifestaciones de su justicia
retributiva estarán perfectamente en armonía con el carácter de Dios, de un
Dios misericordioso, paciente y benévolo. 597
8. 2JT 551. Una Experiencia Preciosa. Cuando los colportores salgan con
corazón humilde y llenos de fervorosa actividad, hallarán muchas oportunidades
de dirigir una palabra en sazón a las almas a punto de perecer en el
desaliento. Después de trabajar por estos menesterosos, podrán decir: "En
otro tiempo erais tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor." (Efe. 5:8.)
Cuando ven la conducta pecaminosa de otros, pueden decir: "Y esto erais
algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios." (1 Cor. 6:11.)
Los que trabajan para Dios
encontrarán desaliento, pero siempre les pertenece esta promesa: "He aquí,
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (Mat.
28:20.) Dios dará experiencia admirable a los que digan: "Creo tu promesa;
no fracasaré ni me desalentaré."
Los informes. Los que adquieran tal experiencia al trabajar para el Señor debieran escribir un relato de ello para nuestros periódicos, a fin de que otros sean alentados. Hable el colportor del gozo y la bendición que ha disfrutado en su ministerio como evangelista. Estos informes deben hallar cabida en nuestros periódicos; porque son de gran alcance en su influencia. Serán como dulce fragancia en la iglesia y un sabor de vida para vida. Así se verá que Dios obra con aquellos que cooperan con él.
11. HAp 235. POR MEDIO DEL
ESPIRITISMO, muchos de los enfermos, los enlutados, los curiosos, se están
comunicando con los malos espíritus. Todos los que se atreven a hacer esto
están en terreno peligroso. La palabra de verdad declara cómo los
considera Dios. En los tiempos antiguos pronunció él severo juicio contra
un rey que había enviado a pedir consejo a un oráculo pagano: "¿No hay
Dios en Israel, que vosotros vais a consultar a Baalzebub dios de Ecrón? Por
tanto así ha dicho Jehová: Del lecho en que subiste no descenderás, antes morirás
ciertamente." (2 Rey. 1:3,4).
LOS MAGOS DE LOS
TIEMPOS PAGANOS TIENEN SU CONTRAPARTE EN LOS MÉDIUMS ESPIRITISTAS, los
clarividentes y los adivinos de hoy día. Las místicas voces que hablaban
en Endor y en Éfeso están todavía extraviando a los hijos de los hombres con
sus palabras mentirosas. Si se descorriera el velo ante nuestros ojos,
podríamos ver a los ángeles malignos empleando todas sus artes para engañar y
destruir. Dondequiera se ejerce una influencia para inducir a los hombres
a olvidar a Dios, está Satanás ejerciendo su poder hechicero.
CUANDO LOS HOMBRES se entregan a
su influencia, antes que se den cuenta la mente se confunde y el alma se
contamina. El pueblo actual de Dios debería prestar atención a la amonestación
del apóstol a la iglesia de Éfeso: "No comuniquéis con las obras
infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargüidlas." (Efe. 5:11.)
236
14-16. CS 660. MUCHOS SE ENGAÑAN CON RESPECTO A SU VERDADERA CONDICIÓN ANTE DIOS. Se felicitan
por los actos reprensibles que no cometen, y se olvidan de enumerar las obras
buenas y nobles que Dios requiere, pero que ellos descuidan de hacer. No basta
660 que sean árboles en el huerto del Señor. Deben corresponder a lo que Dios
espera de ellos, llevando frutos. Dios los hace responsables de todo el bien
que podrían haber realizado, sostenidos por su gracia. En los libros del cielo
sus nombres figuran entre los que ocupan inútilmente el suelo. Sin embargo, aun
el caso de tales personas no es del todo desesperado. El Dios de paciencia y
amor se empeña en atraer aún a los que han despreciado su gracia y desdeñado su
misericordia. "Por lo cual se dice: Despiértate tú que duermes, y
levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, cómo andéis
avisadamente; . . . redimiendo el tiempo, porque los días son malos."
(Efesios 5:14-16.)
Cuando llegue el tiempo de la
prueba, los que hayan seguido la Palabra de Dios como regla de conducta, serán
dados a conocer. En verano no hay diferencia notable entre los árboles de hojas
perennes y los que las pierden; pero cuando vienen los vientos de invierno los
primeros permanecen verdes en tanto que los otros pierden su follaje. Así puede
también que no sea dado distinguir actualmente a los falsos creyentes de los
verdaderos cristianos, pero pronto llegará el tiempo en que la diferencia
saltará a la vista. Dejad que la oposición se levante, que el fanatismo y la
intolerancia vuelvan a empuñar el cetro, que el espíritu de persecución se
encienda, y entonces los tibios e hipócritas vacilarán y abandonarán la fe;
pero el verdadero cristiano permanecerá firme como una roca, con más fe y
esperanza que en días de prosperidad.
El salmista dice: "Tus
testimonios son mi meditación." "De tus mandamientos he adquirido
inteligencia: por tanto he aborrecido todo camino de mentira." (Salmo
119:99,104.)
"Bienaventurado el hombre
que halla la sabiduría." "Porque él será como el árbol plantado junto
a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando
viniere el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se
fatigará, ni dejará de hacer fruto." (Proverbios 3:13; Jeremías 17:8). 661
15-16. HAp 375. EL
DESEO DEL APÓSTOL para aquellos a quienes
escribía sus cartas de consejo y admonición era que no fuesen "niños
fluctuantes y llevados por doquiera de todo viento de doctrina," 375 sino
que todos llegaran "a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de
Cristo." Rogó a aquellos que eran seguidores de Cristo y que vivían en
comunidades paganas, que no anduviesen "como los otros Gentiles, que andan
en la vanidad de su sentido, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de
la vida de Dios . . . por la dureza de su corazón," sino
"avisadamente; no como necios, mas como sabios; redimiendo el
tiempo." (Efe. 4:14,13,17,18; 5:15,16.) Animó a los creyentes a mirar
hacia el tiempo cuando Cristo, que "amó a la iglesia y se entregó a sí
mismo por ella," podría "presentársela gloriosa para sí, una iglesia
que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante," una iglesia
"santa y sin mancha." (Efe. 5:25,27.)
ESTOS
MENSAJES, ESCRITOS, No Con Poder Humano, Sino Con El De Dios, contienen
lecciones que deben ser estudiadas por todos, lecciones que será provechoso
repetir frecuentemente. En ellas encontramos delineada la piedad práctica, se
formulan principios que deben ser seguidos en cada iglesia y se define el
camino que lleva a la vida eterna.
21. 1JT 344. Dios quiere que
su pueblo sea disciplinado y que obre con 344 armonía, a fin de que lo vea todo
unánimemente y tenga un mismo sentir y criterio. Para producir este estado de
cosas, hay mucho que hacer. El corazón carnal debe ser subyugado y
transformado. Dios quiere que haya siempre un testimonio vivo en la iglesia,
Será necesario reprender y exhortar, y a algunos habrá que hacerles severos
reproches, según lo exija el caso. Oímos el argumento: "¡Oh, yo soy tan
sensible que no puedo soportar el menor reproche!" Si estas personas
presentasen su caso correctamente, dirían: "Soy tan voluntarioso, tan
pagado de mi mismo, tan orgulloso que no tolero que se me den órdenes; no
quiero que se me reprenda. Abogo por los derechos del juicio individual; tengo
derecho a creer y hablar según me plazca." El Señor no desea que
renunciemos a nuestra individualidad. Pero, ¿qué hombre es juez adecuado para
saber hasta dónde debe llevarse este asunto de la independencia individual?
Pedro recomienda a sus hermanos:
"Igualmente, mancebos, sed sujetos a los ancianos; y todos sumisos unos a
otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a
los humildes." (1 Ped. 5:5.) También el apóstol Pablo exhorta a sus hermanos
filipenses a tener unidad y humildad: "Por tanto, si hay alguna
consolación en Cristo; si algún refrigerio de amor; si alguna comunión del
Espíritu; si algunas entrañas y misericordias, cumplid mi gozo; que sintáis lo
mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria;
antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros: No mirando
cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también a lo de los otros. Haya,
pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús." (Filip.
2:1-5.) Y Pablo vuelve a exhortar así a sus hermanos: "El amor sea sin
fingimiento: aborreciendo lo malo, llegándoos a lo bueno; amándoos los unos a
los otros con caridad fraternal; previniéndoos con honra los unos a los
otros." (Rom.12:9, 10.)
"Sujetaos los unos a los otros en el temor de Dios." (Efe. 5:21.) 345
22-25. HAd 99. CADA UNO TIENE
RESPONSABILIDADES.- Las dos personas que unen su interés en la vida tendrán
distintas características y responsabilidades individuales. Cada uno tendrá su
trabajo, pero no se ha de valorar a las mujeres por el trabajo que puedan hacer
como se estiman las bestias de carga. La esposa ha de agraciar el círculo
familiar como esposa y compañera de un esposo sabio. A cada paso debe ella
preguntarse: "¿Es ésta la norma de la verdadera femineidad?" y:
"¿Cómo haré para que mi influencia sea como la de Cristo en mi hogar?"
El marido debe dejar saber a su esposa que él aprecia su trabajo.*
La esposa ha de respetar a su
marido. Él ha de amar y apreciarla a ella: y así como los une el voto
matrimonial, su creencia en Cristo debe hacerlos uno en él. ¿Qué podría agradar
más a Dios que el ver a los que contraen matrimonio procurar juntos aprender de
Jesús y llegar a compenetrarse cada vez más de su Espíritu?*
Tenéis ahora deberes que cumplir
que no existían para vosotros antes de vuestro matrimonio. "Vestíos pues,
como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de
benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia." Examinad con
cuidado las instrucciones siguientes: "Andad en amor, como también Cristo
nos amó.... Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.
Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la
iglesia.... Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las
casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, 100 amad a vuestras mujeres,
así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella."* Col.
3:12; Efesios 5:2, 22-25.
24-28. DMJ 57. Como todas las
demás excelentes dádivas que Dios confió a la custodia de la humanidad, el
matrimonio fue pervertido por el pecado; pero el propósito del Evangelio es
restablecer su pureza, y hermosura.
Tanto en el Antiguo como en él
Nuevo Testamento, se emplea el matrimonio para representar la unión tierna y
sagrada que existe entre Cristo y su pueblo, los redimidos a quienes él
adquirió al precio del Calvario. Dice: "No
temas... porque tu marido tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y
tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado".
"Convertíos, hijos rebelde , dice Jehová, porque yo soy vuestro
esposo". En el Cantar de los Cantares oímos decir a la voz de la
novia: "Mi amado es mío, y yo
suya". Y el "señalado
entre diez mil" dice a su escogida: "Tú eres hermosa, amiga mía, y en ti no hay mancha". Isaías
54:4, 5; Jeremías 3:14; Cantares 2:16; 5:10; 4:7.
Mucho después, Pablo, el apóstol,
al escribir a los cristianos de Éfeso, declara que el Señor constituyó al
marido cabeza de la mujer, como su protector y vínculo que une a los miembros
de la familia, así como Cristo es la cabeza de la iglesia y el Salvador del
cuerpo místico. Por eso dice: "Como
la iglesia, está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos
en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y
se entregó a sí 58 mismo por ella, para santificarla, habiéndole purificado en
el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a si mismo, una
iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus
mujeres". Efesios 5:24-28
La gracia de Cristo, y sólo ella,
puede hacer de esta institución lo que Dios deseaba que fuese: un medio de
beneficiar y elevar a la humanidad. Así las familias de la tierra, en su
unidad, paz y amor, pueden representar a la familia de los cielos.
Ahora, como en el tiempo de
Cristo, la condición de la sociedad merece un triste comentario, en contraste
con el ideal del cielo para esta relación sagrada. Sin embargo, aun a los que
encontraron amargura y desengaño donde habían esperado compañerismo y gozo, el
Evangelio de Cristo ofrece consuelo. La paciencia y ternura que su Espíritu
puede impartir endulzará la suerte más amarga. El corazón en el cual mora
Cristo estará tan henchido, tan satisfecho de su amor que no se consumirá con
el deseo de atraer simpatía y atención a sí mismo. Si el alma se entrega a
Dios, la sabiduría de él puede llevar a cabo lo que la capacidad humana no
logra hacer. Por la revelación de su
gracia, los corazones que eran antes indiferentes o se habían enemistado pueden
unirse con vínculos más fuertes y más duraderos que los de la tierra, los lazos
de oro de un amor que resistirá cualquier prueba.
29. HAd 21. DIOS PREPARÓ EL PRIMER HOGAR DEL HOMBRE. - El hogar edénico de nuestros primeros padres fue preparado para ellos por Dios mismo. Cuando lo hubo provisto de todo lo que el hombre pudiera desear, dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza." El Señor estaba complacido con este ser, el último y el más noble de cuantos había creado, y se propuso que fuese el habitante perfecto de un mundo perfecto. No quería, sin embargo, que el hombre viviera en soledad. Dijo "No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para él."*
Dios mismo dio a Adán una
compañera. Le proveyó de una "ayuda
idónea para él," alguien que realmente le correspondía, una persona digna
y apropiada para ser su compañera y que podría ser una sola cosa con él en amor
y simpatía. Eva fue creada de una
costilla tomada del costado de Adán, este hecho significa que ella no debía
dominarle como cabezas ni tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus
plantas como un ser inferior, sino que más bien debía estar a su lado como su
igual para ser amada y protegida por él.
Siendo parte del hombre, hueso de sus huesos y carne de su carne, era
ella su segundo yo; y quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa que
debía existir en esta relación.
"Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la
sustenta y regala." "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su
madre, y allegarse ha a su mujer, y serán una sola carne."*
DIOS EFECTUÓ EL
PRIMER CASAMIENTO.- Dios celebró la primera 22 boda. De manera que la institución del matrimonio
tiene como su autor al Creador del universo.
"Honroso es en todos el matrimonio." Fue una de las primeras
dádivas de Dios al hombre, y es una de las dos instituciones que, después de la
caída, llevó Adán consigo al salir del paraíso.
Cuando se reconocen y obedecen los principios divinos en esta materia,
el matrimonio es una bendición: salvaguarda la felicidad y la pureza de la
raza, satisface las necesidades sociales del hombre y eleva su naturaleza
física, intelectual y moral.*
El que creó a Eva para que fuese
compañera de Adán realizó su primer milagro en una boda. En la sala donde los amigos y parientes se
regocijaban, Cristo principió su ministerio público. Con su presencia sancionó el matrimonio,
reconociéndolo como institución que él mismo había fundado...
Cristo honró también las
relaciones matrimoniales al hacerlas símbolo de su unión con los
redimidos. Él es el Esposo, y la esposa
es la iglesia, de la cual, como escogida por él, dice: "Toda tú eres
hermosa, amiga mía, y en ti no hay mancha."*
TODA NECESIDAD
FUE SUPLIDA.- Adán fue rodeado de todo lo que su corazón pudiera desear. Toda necesidad era suplida. No había pecado ni indicios de decadencia en
el glorioso Edén. Los ángeles de Dios
conversaban libre y amablemente con la santa pareja. Los felices cantores emitían sus gozosos
trinos de alabanza a su Creador. Los
animales apacibles, en su feliz inocencia, jugaban en derredor de Adán y Eva,
obedientes a su palabra. En la
perfección de su virilidad Adán era la obra más noble del Creador.*
Ni una sombra intervenía entre
ellos y su Creador. Conocían a Dios como
su Padre benéfico, y en todo se conformaba su voluntad con la de Dios. El carácter de Dios se reflejaba en el de
Adán. Su gloria se revelaba en todo
objeto de la naturaleza.*
PP 27. Dios mismo dio a Adán una
compañera. Le proveyó de una "ayuda idónea para él," alguien que
realmente le correspondía, una persona digna y apropiada para ser su compañera
y que podría ser una sola cosa con él en amor y simpatía. Eva fue creada de una
costilla tomada del costado 27 de Adán; este hecho significa que ella no debía
dominarle como cabeza, ni tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus
plantas como un ser inferior, sino que más bien debía estar a su lado como su
igual, para ser amada y protegida por él. Siendo parte del hombre, hueso de sus
huesos y carne de su carne, era ella su segundo yo; y quedaba en evidencia la
unión íntima y afectuosa que debía existir en esta relación. "Porque
ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y regala."
"Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su
mujer, y serán una sola carne." (Efe 5:29; Gén. 2:24
Ministerio Hno. Pio
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