Efesios 3. LA REVELACIÓN DEL MISTERIO:
Revelado a los apóstoles y profetas (1-6). La sabiduría de Dios manifestada por medio de la iglesia (7-13). Oración en favor de los creyentes y doxología (14-21).
1 Por esta causa yo Pablo,
prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 2 si es que habéis oído
de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3
que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito
brevemente, 4 leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el
misterio de Cristo, 5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a
los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y
profetas por el Espíritu: 6 que los
gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la
promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,
7 del cual yo fui hecho ministro
por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su
poder. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue
dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las
inescrutables riquezas de Cristo, 9 y de aclarar a todos cuál sea la
dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas
las cosas; 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer
por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares
celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro
Señor, 12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe
en él; 13 por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por
vosotros, las cuales son vuestra gloria.
14 Por esta causa doblo mis
rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre
toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las
riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con
poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por
la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18
seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de
Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda plenitud
de Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la
iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos.
Amén. (Efesios 3).
1. Por esta causa. Esta frase evidentemente se
refiere a las declaraciones inmediatamente anteriores relacionadas con los
gentiles, quienes no sólo no son ya más extranjeros ni advenedizos, sino que
forman parte de la edificación del "templo santo en el Señor" y,
desde un punto de vista más general, están incluidos en el propósito del plan
de salvación. De esta manera Pablo dirige con mucho tacto la atención de sus
oyentes hacia asuntos de gran importancia que desea presentar. Ver el
comentario que se presenta en TM 391, sobre la importancia de las instrucciones
presentadas en este capítulo.
Yo Pablo. Cf. 2 Cor. 10:1; Gál. 5:2; Col. 1:23-24; File. 19. El
énfasis se debe indudablemente a las siguientes declaraciones concernientes a
la gran comisión que Pablo recibió del Señor. El apóstol está asombrado porque
es un instrumento de Dios en la proclamación de la gran obra de redención, la
cual ha descrito en los dos primeros capítulos.
Prisionero. Respecto al encarcelamiento de Pablo en esta
oportunidad, ver p. 32. Pablo a menudo se refería a sus prisiones; lo hace tres
veces en esta epístola (cf. cap. 4:1; 6:20). Es mejor estar encarcelado por una
buena causa que estar libre sin cumplir el deber ni estar a la altura de los
privilegios recibidos.
De Cristo Jesús. Es decir, prisionero
perteneciente a Cristo o por su causa.
Por vosotros los gentiles. El apóstol estaba en la cárcel
debido a su obra en favor de los gentiles (Hech. 21:28), particularmente porque
sostenía que ellos eran herederos de las promesas como los judíos. Por esta
razón se había granjeado el odio de sus compatriotas. La amplitud de su visión superaba cualquier
barrera nacional,
2. Si es que habéis oído. Aquí comienza una digresión que
llega quizá hasta el vers. 14 donde se repiten las palabras "por
causa" (vers. 1), para reanudar el curso original de la reflexión. En esta
digresión Pablo se refiere a dos asuntos íntimamente relacionados: la
revelación del "misterio escondido" -que los gentiles fueran
coherederos-, y su llamamiento especial al apostolado con el propósito de
hacerles conocer este misterio.
La incertidumbre implícita en la
frase "si es que habéis oído", se ha presentado como una evidencia de
que la epístola no fue dirigida a los efesios. Se argumenta que Pablo no
hablaría de esa manera a un grupo para el cual había trabajado durante tres
años. Sobre esto se pueden presentar tres explicaciones: (1) que la declaración
es una referencia sutilmente irónica en cuanto a algo que era indudable; (2)
que la epístola tenía el propósito de servir no sólo para los efesios, sino
también para las iglesias de Asia en general; (3) como habían transcurrido
cinco años desde la última visita de Pablo a Éfeso, la feligresía de esa
iglesia había cambiado de tal manera que el apóstol prefirió hablar en un tono
más general. Daba por sentado que los nuevos miembros habían escuchado lo que
había dicho a los miembros más antiguos, En cuanto a este problema, ver P. 991.
Administración. Ver com. cap. 1:10. La idea
esencial de esta palabra -oikonomía- es mayordomía (Efe. 3:2; Col. 1:25).
Gracia. Respecto a la idea de gracia, ver com. Rom. 3:24. Pablo
ensalza su misión, pero se humilla como un instrumento o mayordomo. Cuando el
Maestro nos pone en su obra, nos honra.
Para con vosotros. Es decir, para con los gentiles
(Hech. 9:15; 22:21). La carrera de Pablo y su propósito para la vida consistían
en una entrega total al servicio de sus semejantes (Hech. 26:17-18; Rom. 1:5).
3. Por revelación. Ver com. Gál. 1:11-12; cf. HAp.
309. Pablo tenía una clara conciencia de su llamamiento. Era apóstol, pero no
seguía sus propias ideas; había sido instruido, comisionado e iluminado: tal
revelación explica su completo conocimiento de los misterios del Evangelio.
Misterio. Gr. musterion (ver com. Rom. 11:25; cf.
com. Efe. 1:9).
Como antes lo he escrito. Quizá sea una referencia a lo ya
escrito por el apóstol en la presente carta (cap. 1:9-13; 2:11, etc.), y no en
otra epístola. "Tal como brevemente acabo de exponemos" (BJ). "Según
os lo acabo de escribir en pocas palabras" (BC). Sin embargo, hay quienes
sostienen que el apóstol se está refiriendo a una epístola anterior.
4. Entender. O "percibir", "captar con el
intelecto".
Conocimiento. O "discernimiento",
"entendimiento". Pablo no está haciendo valer su propia inteligencia,
sino el hecho de que Dios le había conferido cierto discernimiento que podía
ser comprobado por los lectores de la epístola, cuyas mentes estuvieran
espiritualmente capacitadas. Pablo aseguraba a estos lectores que poseía una
información cabal de los temas sobre los cuales escribía, por lo que era digno
de confianza. Todo testigo de Dios puede también sentir la misma convicción de
que su mensaje es verdadero y válido.
Misterio. Gr. musterion (ver com. Rom. 11:25 -cf.
com. Efe. 1:9).
5. Otras generaciones. Cada generación tuvo su
revelación, pero nunca en el grado y la forma en que la han tenido las
generaciones a partir del tiempo de Cristo. La revelación fue progresiva,
calculada para servir a los mejores intereses de cada generación; pero al mismo
tiempo limitada debido a la ignorancia voluntaria de la gente, hasta que la
plenitud de la revelación se manifestó en la persona de Jesucristo.
Hijos de los hombres. Es decir la humanidad en general,
todos los seres humanos. Esta frase era un modismo hebreo muy común.
Ahora es revelado. El misterio sólo puede ser
conocido en la medida en que Dios lo revele. Dios no está tratando de
mantenerlo en secreto; desea hacerlo conocer. Sobre el significado de
"misterio", ver com. Rom. 11:25.
Santos apóstoles y profetas. Cf. com. cap. 2:20. El uso del
término "santo" en este contexto es interesante. Los críticos han
cuestionado la aplicación que hace Pablo del término "santo" a los
apóstoles, de los cuales él era uno; sin embargo, los creyentes también son
llamados santos (Deut. 7:6; Mar. 6:20; Col. 1:22; Heb. 3:1).
Por el Espíritu. Ver com. 2 Ped. 1:21.
6. Coherederos. Cf. Rom. 8:17; Gál. 3:29; 4:7; Heb. 11:9. Ninguna de las bendiciones del plan de salvación debía ser negada a los gentiles.
Así se cumpliría la promesa hecha a Abrahán de que en él serían
benditas todas las familias de la tierra (Gén. 12:2-3).
La historia judía muestra
claramente que el pueblo hebreo no comprendió que el plan de salvación abarcaba
también a los gentiles, ni tampoco entendió la universalidad del Evangelio. Por
eso los gentiles permanecieron en relativa ignorancia. Sin embargo, en todo el
AT existen insinuaciones de la gloria que Dios intentaba revelar a todos los
pueblos (Gén. 18:18; Sal. 22:27; etc.: ver t. IV, pp. 28-32).
Mismo cuerpo. Ver cap. 2:16. El evidente propósito de Dios por
medio de Jesucristo era unificar en un solo cuerpo a los que durante siglos
habían estado separados por animosidades y temores. Toda diferencia histórica
debido a raza, nación y posición social, debe ser eliminada no por medio de
algún tipo de unificación política, sino por el irresistible poder del amor y
de la lealtad de todo ser humano a la persona de Cristo. Todos los buenos
aunque insuficientes esfuerzos de los hombres por armonizar sus diferencias,
fracasan inevitablemente porque no están en armonía con los principios básicos
del reino de Dios: respeto mutuo y amor.
Pablo lo anuncia a judíos y a gentiles por igual.
Copartícipes. La palabra griega que se traduce
"copartícipes" aparece sólo una vez más en el cap. 5:7.
En Cristo Jesús. Esta es la frase clave de la
epístola (ver com. cap. 1:1). Todas las preciosas promesas de Dios para Israel
y también ahora para los gentiles, se cumplieron en Cristo (2 Cor. 1:20). La
frase "en Cristo Jesús por medio del evangelio" se refiere no sólo a
"la promesa", sino también a los "coherederos" y a los
"copartícipes".
Por medio del evangelio. Compárese con la declaración
"yo os engendré por medio del evangelio" (1 Cor. 4:15; cf. Rom.
10:8-15-, 16:25-26). El Evangelio son las buenas nuevas de que los hombres no
tienen por qué perderse, sino que para su eterna salvación pueden unirse a
Cristo para formar un solo cuerpo.
7. Ministro. Gr. diákonos (ver coro. Mar. 9:35). La palabra
sugiere actividad, subordinación y servicio.
Gracia. En este contexto es el don específico para el
cumplimiento del ministerio y apostolado de Pablo (ver com. Rom. 3:24). El
siempre agradeció por el privilegio de su llamamiento.
Operación de su poder. Cf. com. cap. 1:19. La intensa
obra del apóstol fue el resultado de un poder que le fue conferido. El divino
don de la gracia iba acompañado de energía divina.
8. Menos que el más pequeño. Cf. 1 Cor. 15:9-10; 2 Cor. 11:30;
1 Tim. 1:12-16. El reconocimiento de la gracia de Dios y de la protección
divina hacía que Pablo siempre se sintiera humilde. Nunca olvidó que había
perseguido a los santos. Este recuerdo renovaba constantemente en él su aprecio
por la grandeza de su llamamiento en contraste con lo insuficiente de su
persona.
Pablo parecía estar siempre
maravillado de que Dios pudiera tomar a alguien tan imperfecto como él, que
había sido tan rebelde, para hacerlo ministro de su gracia. Se sentía no sólo
inferior a los profetas y apóstoles, sino también menor que cualquiera de los
santos. Los que están más íntimamente relacionados con la gracia divina, serán
también los más humildes. Únicamente así estarán debidamente preparados para el
servicio.
Sin embargo, los sentimientos que se despertaban en Pablo cuando reflexionaba en su vida pasada, deben ser comprendidos en relación con su declaración de que había vivido "con buena conciencia... delante de Dios" (Hech. 23:1) y con la exhortación a sus conversos de que fueran imitadores de él como él lo era de Cristo (1 Cor. 4:16; 11:1; Fil. 3:17).
La humildad no es una cualidad negativa, por el contrario,
armoniza con el conocimiento de la victoria personal sobre el pecado y con el
crecimiento en la gracia.
Entre los gentiles. O "a los gentiles" (BJ,
BC, NC).
Inescrutables riquezas. Cf. Job 5:9; 9:10; 11:7; Rom. 11:33.
Podemos apreciar sólo parcialmente la magnanimidad divina porque "vemos por espejo, oscuramente" (1 Cor. 13:12). La plenitud de Cristo no puede ser agotada, pues él no sólo posee inescrutables riquezas, sino que es las riquezas. Estas son insondables no porque estén distantes u ocultas, sino porque son muy abundantes. Dios es sumamente generoso con su gracia para los gentiles, en su amor por los pecadores y en su actividad redentora. Esto significa que en Cristo debe encontrarse la respuesta para cada posible problema al cual pueda enfrentarse el hombre. Los recursos divinos son inagotables. No debe asombrarnos que Pablo declarara con este concepto y esta convicción: "Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado" (1 Cor. 2:2).
9. Aclarar a todos. Literalmente "alumbrar"
o "iluminar". La evidencia textual sugiere (cf. p. 10) la inclusión
de la palabra "todos"; sin embargo, es factible la traducción "y
aclarar", eliminando la frase "a todos". El Evangelio hace
visibles los misterios que estaban ocultos (vers. 3-5); tiene el propósito de
mostrar los designios divinos a toda la familia humana, tanto a judíos como a
gentiles. Cualquier iglesia o predicación que no cumple con esto, fracasa en su
misión. Cf. cap. 1:18: "alumbrando los ojos de vuestro entendimiento"
Dispensación. Gr. oikonomía (ver com. cap. 1:10; cf. cap. 3:2).
La
iglesia, como administradora de los misterios divinos, debe hacer conocer la
sabiduría de Dios. El plan oculto está ahora siendo manifestado.
Desde los siglos. El plan de salvación fue trazado antes de la fundación del mundo (ver com. cap. 1:4), y su ejecución en la historia fue una expresión de la eterna bondad divina. En Dios. O "por Dios".
Creó todas las cosas. Probablemente Pablo incluyó esta
reflexión sobre el poder creador para destacar la importancia y profundidad del
tema. La creación y la nueva creación (conversión) están siempre íntimamente
ligadas en el Evangelio y ambas se realizan en el Hijo y mediante él (Juan 1:3;
Col. 1:20; Heb. 1:2). El Dios que creó todas las cosas es igualmente poderoso
para llevar a cabo sus propósitos redentores.
10. Multiforme sabiduría. Especialmente como se manifiesta
en la obra de la redención. La sabiduría de Dios puede también ser apreciada en
las variadas formas del mundo físico, en la compleja mente humana y en los
innumerables métodos que Dios utiliza para alcanzar a los hombres y efectuar su
salvación. Esta sabiduría se comprenderá en su plenitud cuando concluya en esta
tierra el plan de salvación.
Por medio de la iglesia. El propósito de Dios es que la
iglesia sea un testigo viviente de la sabiduría divina, así como un paciente
recuperado demuestra la capacidad del médico. En realidad puede decirse que la
iglesia es más una prueba o evidencia del poder y de la sabiduría de Dios que
un agente de éstos. La iglesia cumple mejor su misión cuando utiliza todos los
dones de todos sus miembros.
Principados y potestades. Ver com. cap. 1:21. El propósito
de la redención incluye en su más amplio y universal sentido la vindicación del
nombre y del carácter de Dios, los cuales han sido puestos en duda por Satanás
y cuestionados por los ángeles caídos (cf. com. cap. 1:6). Este es el espectáculo
máximo que los seres celestiales pueden contemplar (cf. 1 Cor. 4:9). ¿A qué se
les parecerá el desarrollo de la historia a medida que desde su ventajosa
posición observan los movimientos de los sucesos y los agentes
interplanetarios?
En los lugares celestiales. Ver com. cap. 1:3
11. Propósito eterno. Literalmente "el propósito
de los siglos". Tanto las Escrituras como la experiencia humana hablan de
la realización de un propósito divino. Dios no creó el mundo en vano, y aunque
por el momento sus planes sean estorbados, su propósito finalmente triunfará.
Cristo Jesús nuestro Señor. Ver com. cap. 1:10, 22-23.
Pablo
recuerda a sus lectores que el Jesús histórico a quien reconocían como Señor,
era el Cristo que en el propósito eterno de Dios debía efectuar la salvación
del hombre y vindicar el carácter divino. La unidad del propósito de Dios
requiere la completa sumisión de la voluntad de cada creyente a la de su Señor
y Maestro. Dicha unidad es semejante a la que el director espera de los
diferentes instrumentos de su orquesta.
La iglesia que no puede
integrarse en unidad y devoción comunitaria a su Señor, se enfrenta a la derrota
y el rechazo inevitables. El argumento de Pablo es (1) que la voluntad de Dios
nos ha sido revelada, (2) que esa voluntad se está cumpliendo (3) y que esto
terminará con la restauración de la armonía en el universo de Dios, que ahora
está resquebrajada.
12. Seguridad. Gr. parr'sía, "libertad de palabra",
"temeridad", "confianza" (ver com. Hech. 4:13).
Acceso. Ver com. cap. 2:18. Adán se relacionaba al
principio libre y directamente con Dios; pero cuando perdió esa relación se
escondió entre los árboles del huerto, pues ya no podía estar frente a Dios con
limpia conciencia. La redención permitirá que el hombre pueda presentarse de
nuevo ante Dios, sin temores ni restricciones y sin la necesidad de
intermediarios humanos como sacerdotes, santos o alguna forma de ritual. Dios
está al alcance directo del alma que con confianza se acerca a él mediante los
méritos de Cristo.
La fe en él. Primero nos acercamos a Dios por medio de la fe, y
luego vivimos por fe la vida a la cual hemos sido llamados. Sólo podemos
acercarnos a Dios confiadamente y con seguridad si aceptamos a Cristo como
nuestro mediador. Él es el único que ha pasado por sobre el abismo que separó
al hombre de Dios desde la entrada del pecado (Isa. 59:1-2).
13. Por lo cual. Considerando que los gentiles
ahora pertenecen al cuerpo de Cristo, que el propósito eterno de Dios está
siendo cumplido, que tenemos libre acceso al Señor y que han ocurrido tan
grandes y maravillosos acontecimientos, Pablo delicadamente pide a sus lectores
que no se preocupen demasiado por los sufrimientos que ha padecido a fin de
predicarles las bendiciones del Evangelio.
Desmayéis. Gr. egkakéo, "cansarse",
"desanimarse". El original permite la traducción en dos formas. Pablo
pudo haber querido decir: "pido [a Dios] que yo no desmaye", o
"pido [a Dios] que no desmayéis".
La segunda concuerda mejor con el
estilo de Pablo. El apóstol estaba preso, pero deseaba profundamente que su
grey no se sintiera perturbada porque él estaba encarcelado. Se sentía más
preocupado por sus hijos espirituales que por sí mismo. Temía que llegaran a
pensar que lo que les había predicado tenía muy poco poder salvador, que el
Dios en quien él había confiado no se preocupaba por el destino de sus siervos,
o que ellos mismos pronto pudieran sufrir pruebas similares, como en efecto
sucedió. Este es oí¡ ejemplo conmovedor de la solicitud del apóstol por sus
hijos en la fe.
El sabía muy bien que la tribulación es una prueba
para los que la contemplan en otros y también para los que la sufren.
El sufrimiento que se soporta valientemente tiene
doble gloria cuando es de provecho para los que lo contemplan y para los que lo
sufren.
Vuestra gloria. Pablo se identifica con su grey
como todo buen pastor. Si puede encontrar gloria en su tribulación, su iglesia
la compartirá con él. Sufre debido a su sublime misión de apóstol y embajador
de Dios, y los efesios son algunos de los frutos de su apostolado. Por eso
tienen el privilegio de reflejar esa gloria. Cuando sufre una parte del cuerpo
de Cristo, sufre todo el cuerpo.
14. Por esta causa. Ver com. vers. 1. Después de un
largo paréntesis regresa al pensamiento que interrumpió en el vers 1.
Doblo mis rodillas. Esta posición para orar se comenta en Luc. 22:41; Hech. 7:60; 20:36; 21:5; Rom. 14:11; Fil. 2:10. De nuestro Señor Jesucristo. La evidencia textual (cf. p. 10) favorece la omisión de esta frase.
15. Toda familia. Se ha discutido mucho si este pasaje debe traducirse "la familia completa" o "cada familia". El griego permite las dos formas, aunque la segunda posibilidad se ajusta mejor a la sintaxis.
Sin embargo se podría citar un buen número de casos
en los cuales la misma construcción es traducida "completa" o
"entera" (Mat. 3:15; 28:18; Hech. 1:21; etc.). Una excepción notable
se encuentra en Efe. 2:21, versículo en el cual la misma construcción se
traduce "todo el edificio", mientras que en el cap. 3:15 se traduce
"toda familia".
Como el griego no es aquí muy
claro, la traducción debe ajustarse al contexto. Pablo parece estar
refiriéndose a una unidad según la cual los seres del cielo y los santos de la
tierra son una misma y gran familia. Pero si se opta por la traducción
"cada familia", es necesario suponer la existencia de varias familias
en el cielo, algo que no se menciona en las Escrituras. Por esta razón es mejor
entender que se trata de "la familia entera" (frase que no se
encuentra en las Biblias en castellano), pues concuerda mejor con el sentido de
unidad y totalidad del linaje, familia o parentela de Dios, Padre de todos,
tema al cual el apóstol se refiere con frecuencia.
16. Las riquezas de su gloria. Cf. cap. 1:18. Esta es la medida
con la cual Dios otorga sus bendiciones a la humanidad; por eso son ilimitados
los recursos a disposición de los hijos de Dios. El hombre mide con su propia
debilidad e insignificancia; Dios, con su gloria y riquezas ilimitadas. Pablo
no está satisfecho de que sus conversos sean sólo cristianos de nombre. Desea
que reciban abundantemente las gracias divinas para que puedan sondear las
profundidades y escalar las alturas de la vida espiritual, y así participen de
las gloriosas riquezas del reino de Dios.
Fortalecidos con poder. El poder que fortalece es el de
Dios, el cual es transmitido mediante la operación del Espíritu Santo. El mismo
poder que convierte a los seres humanos debe continuar en ellos para que haya
crecimiento cristiano. Aquí es donde muchos cristianos fracasan, pues no
reconocen que la perseverancia espiritual necesita de la gracia de Dios tal
como la necesitaron en su conversión inicial. La fuerza física aumenta por
medio de la alimentación y la vida intelectual con el estudio, y la vida
espiritual es sustentada por el poder y la presencia inmediata del Espíritu
Santo.
En el hombre interior. El griego sugiere la idea de
poderes que penetran en el hombre, en donde permanecen. Estos poderes
espirituales no son inherentes a la naturaleza humana. El hombre no tiene nada
con qué contribuir para su salvación; no posee nada en sí mismo de lo cual
pueda gloriarse.
17. Habite. Gr. katoikéo, "morar",
"habitar", "permanecer". La idea de permanencia se agrega a
la de fortaleza (vers. 16). Cristo no es un visitante esporádico, pues habita
en el corazón del cristiano para proporcionarle sin cesar una fuente inagotable
de poder que ilumina y purifica (cf. Juan 14:23; Apoc. 3:20).
Por la fe. La fe abre plenamente el corazón a Cristo. Fe es la confianza total en Dios y en sus promesas, es un principio que continuamente sustenta la vida del hombre.
(ver com. Rom. 4:3).
Arraigados y cimentados. Dos expresiones frecuentes en las
Escrituras. Las usan Pablo y otros escritores bíblicos (Sal. 1:3; Jer 17:8;
Col. 1:23; 2:7). Pablo a menudo combina metáforas para reforzar el significado
de su mensaje (1 Con 3:9).
En amor. En el texto griego esta frase está colocada al
comienzo de la frase para dar énfasis a su significado; por esta razón, estas
palabras pueden relacionarse con la primera parte del vers. 17. Entonces la
traducción sería:" para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones
en amor". O pueden ser unidas con las palabras "arraigados y
cimentados", como traducen la RVR, BJ, BC y NC.
El amor que se arraiga penetra en
las profundidades del alma y de todas las facultades mentales, mientras que el
amor que se cimienta proporciona el fundamento firme para la vida del
cristiano. Contra tal clase de amor no hay argumento, pues no hay nada mayor
que él (1 Cor. 13). El amor surge de la experiencia personal del hombre con
Cristo, se convierte en la raíz y el cimiento de la unidad entre Dios y el
hombre, y entre el hombre y su prójimo.
18. Seáis plenamente capaces. Lo que debe conocerse supera el
entendimiento humano; por lo tanto, Pablo ora para que sus oyentes puedan
recibir un poder especial que los habilite para adquirir tan sublime
conocimiento.
Comprender. Literalmente "recibir", "tomar".
Figuradamente "recibir con la mente", "comprender".
Todos los santos. Ver com. cap. 1:1. Ciertas
actividades espirituales sólo tienen lugar individualmente en el corazón del
cristiano, mientras que otras -como en este caso, la comprensión del amor de
Cristo- pertenecen al conjunto de los hermanos. Esta posesión en común es la
que une mutuamente a los creyentes.
Anchura. Pablo no nos dice específicamente a qué se aplican
las dimensiones que menciona en este versículo. Los comentadores han dado varias
explicaciones. La más sencilla quizá sea que Pablo interrumpe su sentencia
abrumado por la magnitud del tema que está contemplando. Al apreciar el
misterio de la comunión íntima con Cristo, del amor de Dios, de la unidad del
cuerpo de la iglesia de Cristo, o particularmente del amor de Cristo (vers.
19), el apóstol se siente profundamente conmovido, como cuando nos sentimos
sobrecogidos al contemplar en una noche estrellada el infinito universo de
Dios.
19. El amor de Cristo. Una referencia al amor de Cristo
por nosotros y no a nuestro amor por Cristo.
Excede a todo conocimiento. El amor de Cristo sobrepasa todo
conocimiento humano porque es libre, infinito e inagotable, y siempre presenta
nuevos aspectos que deben ser entendidos. El amor divino es la fuente de
nuestra propia experiencia de crecimiento en ese amor (1 Juan 4:19). Los seres
humanos no han tocado ni aun con la punta de los dedos el poder para vivir la
vida que puede hallarse cuando se experimenta el amor de Cristo en su plenitud.
La plenitud de Dios. Ver com. cap. 1:23. Llegamos
ahora al glorioso clímax de la obra de Cristo en nosotros. La iglesia, como
vaso escogido, debe ser llenada hasta el borde con la gracia celestial para que
sus miembros reflejen algo de la "plenitud de Dios".
Pablo está presentando la más
elevada concepción posible de la naturaleza humana y de sus posibilidades de
crecimiento en la gracia. El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, se
le confirieron facultades de desarrollo y el elevado privilegio de llegar a ser
participante de "la naturaleza divina" (2 Ped. 1:4).
Las bendiciones de Dios no son
otorgadas con mezquindad; conducen sin cesar a una creciente comprensión de la
mente divina, a llenar plenamente con poder espiritual los lugares vacíos del
alma humana. Ya que la plenitud de Dios puede ser encontrada realmente sólo en
Cristo (Col. 2:9), la "plenitud" divina llega al hombre mediante el
Cristo que vive y actúa en el corazón (Efe. 3:17).
20. A Aquel. Esta magnífica doxología (vers. 20-21) resume todo lo que Pablo ha presentado hasta aquí en su carta.
La alabanza a Dios surge
espontáneamente del corazón convertido. La Biblia contiene muchas doxologías
(Rom. 16:25-27; 1 Tim. 6:15-16; Apoc. 1:6; etc.), cada una con su motivo
particular. En la presente el apóstol está abrumado por el indescriptible poder
de Dios y su amor ilimitado para el hombre.
Poderoso. Pablo frecuentemente realza el poder de Dios que
ejecuta todo lo que se ha propuesto cumplir (Rom. 4:21; 11:23; 2 Cor. 9:8). Considera
que es un motivo de gran aliento para el fatigado hijo de Dios, a quien se le
asegura que el fundamento de su fe no es débil ni defectuoso.
Mucho más abundantemente. Gr. huperekperissôs,
"absolutamente por encima de toda medida", "infinitamente más que".
"Sobre toda medida con incomparable exceso" (BC). Pablo gusta de utilizar palabras compuestas. Aquí
destaca una superabundancia que está por encima y más allá de la plenitud y el
desbordamiento (cf. 1 Tes. 3:10; 5:13). Esta abundancia se manifestó
especialmente en el tiempo de la más profunda necesidad (cf. Rom. 5:20); el
cristiano sólo tiene que aferrarse a ella.
Pedimos. Más bien "pedimos para nosotros". Toda la
expresión se refiere sin lugar a dudas a gracias espirituales: "la
plenitud de Dios" (vers. 19). Pablo está ardiendo énfasis a la idea de la
superabundancia de la gracia y dadivosidad de Dios. Hay recursos de poder
espiritual a nuestra disposición que sobrepasan nuestra más atrevida
imaginación. No los aprovechamos como debiéramos. Compárese con la admonición
de nuestro Señor (ver com. Mat. 7:7).
Poder. Ver com. Efe. 3:16; cf. Efe. 1:19-20; Col. 1:29.
21. Gloria. Literalmente "la gloria" (BJ, BC,
NC). El crédito, el reconocimiento y el
honor por la obra redentora de la gracia pertenecen solamente a Dios. No se da
lugar ni siquiera a la suposición de que pueda existir alguna virtud o gloria
por parte de la iglesia o sus miembros.
En la iglesia en Cristo. La evidencia textual establece
(cf. p. 10) el texto "en la Iglesia y en Cristo Jesús" (BJ, BC, NC). Los
motivos para alabar a Dios pueden ser hallados básicamente tanto en la iglesia,
debido a que en ella se refleja la gloria de Cristo, como en Cristo, porque él
es la cabeza del cuerpo, la iglesia.
Por todas las edades. Literalmente "por todas las
generaciones por los siglos de los siglos", o sea por toda la eternidad.
Amén. Ver com. Mat. 5:18. Así concluye la oración del
apóstol y la primera parte de la epístola. El tema, que va más allá de lo que
puede expresar el lenguaje humano, ha sido la admirable gloria y la majestad
incluidas en las promesas de Dios para sus hijos que, aunque son imperfectos,
tienen esperanza. El corazón queda reconfortado y el espíritu purificado, y se
recibe una esperanza viva para el advenimiento del reino de Dios en su
plenitud. (6CBA).
COMENTARIOS DE EGW
1-21. TM 397. Jesús dice: "He aquí, yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". El anduvo una
vez como hombre sobre la tierra, revestida su divinidad de humanidad, un hombre
que sufría y era tentado, perseguido por los ardides satánicos. Fue tentado en
todo punto como nosotros, y sabe cómo socorrer a los que son tentados. Ahora
está a la diestra de Dios; está en el cielo como nuestro abogado, para
interceder por nosotros. Siempre hemos de cobrar consuelo y esperanza al pensar
en esto. Él está pensando en los que están sujetos a las tentaciones de este
mundo. Piensa en nosotros individualmente, y conoce cada una de nuestras
necesidades.
Cuando Seáis
Tentados, Decid: El Cuida De Mí,
Él Hace Intercesión
En Mi Favor,
Él Me Ama, Él Ha
Muerto Por Mí. Miraré Sin Reservas A Él.
Entristecemos El
Corazón De Cristo Cuando Vamos Condoliéndonos De Nosotros Mismos Como Si
Fuéramos Nuestro Propio Salvador. NO; Debemos Encomendar La Guarda De Nuestras
Almas A Dios Como A Un Creador Fiel.
Él siempre vive para interceder
por los probados y tentados. Abrid vuestro corazón a los brillantes rayos del
Sol de Justicia, y no permitáis que un solo suspiro de duda, una sola palabra
de incredulidad escape de vuestros labios, para que no sembréis las semillas de
duda. Hay ricas bendiciones para nosotros; apropiémonos de ellas por la
fe. Os ruego que tengáis valor en el
Señor. La fortaleza divina es nuestra; hablemos palabras de ánimo y fortaleza y
fe. Leed el tercer capítulo de Efesios. Practicad la instrucción dada. Presentad un testimonio viviente en favor de
Dios bajo toda circunstancia. 398
5-11. HAp 129. LA
CAUSA DE DIOS En La Tierra Necesita Hoy Día Representantes Vivos De La Verdad
Bíblica. Los ministros ordenados solos no pueden hacer
frente a la tarea de amonestar a las grandes ciudades. Dios llama no solamente
a ministros, sino también a médicos, enfermeros, colportores, obreros bíblicos,
y a otros laicos consagrados de diversos talentos que conocen la Palabra de
Dios y el poder de su gracia, y los invita a considerar las necesidades de las
ciudades sin amonestar. El tiempo pasa rápidamente, y hay mucho que hacer.
Deben usarse todos los agentes, para que puedan ser sabiamente aprovechadas las
oportunidades actuales.
LAS
LABORES DE PABLO EN ANTIOQUÍA, EN UNIÓN CON BERNABÉ, le
fortalecieron en su convicción de que el Señor le había llamado a hacer una
obra especial en el mundo gentil. En ocasión de la conversión de Pablo, el
Señor había declarado que había de ser ministro a los gentiles, para abrir
"sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la
potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión
de pecados y suerte entre los santificados." (Hech. 26:18.)
El
ángel que le apareció a Ananías le había dicho de Pablo: "Instrumento
escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y
de reyes, y de los hijos de Israel." (Hech. 9:15.) Y Pablo mismo, más
tarde en su vida cristiana, mientras oraba en el templo de Jerusalén, había
sido visitado por un ángel del cielo, que le ordenó: "Ve, porque yo te
tengo que enviar lejos a los Gentiles." (Hech. 22:21.)
ASÍ
EL SEÑOR HABÍA MANDADO A PABLO Que Entrase En El Vasto Campo Misionero Del Mundo
Gentil. A fin de prepararlo para esta extensa y
difícil tarea, Dios le había atraído en estrecha comunión consigo y había
abierto ante su arrobada visión las bellezas y glorias del cielo. Se le había
confiado el ministerio de hacer conocer el "misterio" que había
estado "encubierto desde los tiempos eternos," "el misterio de
su voluntad, . . . el cual misterio en los otros siglos no se dio a conocer a
los hijos de los hombres como ahora es revelado a sus santos apóstoles y 130 profetas
en el Espíritu: Que los Gentiles sean juntamente herederos, e incorporados, y
consortes de su promesa en Cristo por el evangelio:
Del
cual declara Pablo, yo soy hecho ministro. . . A mí, que soy menos que el
más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los
Gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a
todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios,
que crió todas las cosas. Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora notificada
por la iglesia a los principados y potestades en los cielos, conforme a la
determinación eterna, que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor." (Rom.
16:25; Efe: 1:9; 3:5-11.)
DIOS HABÍA BENDECIDO
ABUNDANTEMENTE LAS LABORES DE PABLO Y BERNABÉ durante el año que
permanecieron con los creyentes de Antioquía. Pero ni uno ni otro había sido
ORDENADO todavía formalmente para el ministerio evangélico. Habían llegado a un
punto en su experiencia cristiana cuando Dios estaba por encomendarles el
cumplimiento de una empresa misionera difícil en cuya prosecución necesitarían
todos los beneficios que pudieran obtenerse por medio de la iglesia.
13-21. NB 481. "Hemos de
mantenernos firmes como una roca a los principios de la Palabra de Dios,
recordando que Dios está con nosotros para darnos fortaleza a fin de hacer
frente a cada nueva experiencia. Mantengamos siempre en nuestras vidas los
principios de la justicia, para que avancemos de fortaleza en fortaleza en el
nombre del Señor. Hemos de considerar como muy sagrada la fe que ha sido
sostenida por la instrucción y la aprobación del Espíritu de Dios desde nuestra
primera experiencia hasta el tiempo presente. Hemos de considerar como preciosa
la obra que el Señor ha estado llevando adelante por medio de su pueblo que
guarda sus mandamientos, y que, mediante el poder de su gracia, aumentará en
fuerza y en eficiencia a medida que avanza el tiempo. Los enemigos están
tratando de nublar el discernimiento de los hijos de Dios, y debilitar su
eficacia; pero si éstos trabajan de acuerdo con la dirección del Espíritu Santo,
el abrirá puertas de oportunidades delante de ellos, para la obra de edificar
los antiguos lugares desolados. Su experiencia será una experiencia de
constante crecimiento, hasta que el Señor descienda del cielo con poder y
grande gloria para poner su sello de triunfo final sobre sus fieles.
"La obra que está delante de
nosotros pondrá a 481 prueba toda la capacidad del ser humano. Exigirá el
ejercicio de una fe fuerte y de constante vigilancia. En ocasiones, las
dificultades que encontraremos serán muy desalentadoras. La misma grandeza de
la tarea nos abrumará. Y sin embargo, con la ayuda de Dios sus siervos
triunfarán finalmente. Por lo cual pido hermanos míos, que no desmayéis a causa
de las tribulaciones que os esperan. Jesús estará con vosotros. El irá delante
de vosotros por medio de su Santo Espíritu, preparando el camino. Y él será
vuestro ayudador en toda emergencia.
"'Por esta causa doblo mis
rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda
familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas
de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su
Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que,
arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con
todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura;
y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis
llenos de toda la plenitud de Dios. "Y a Aquel que es poderoso para hacer
todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según
el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús
por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén' ". Efesios 3:14-21 482
Ministerio Hno. Pio
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