Juan 21. Vers. (1-11) Cristo se aparece de nuevo a sus discípulos, quienes lo reconocen por la gran cantidad de peces que sacan del mar. (12.14) Come con ellos. (15-17) Pide con insistencia a Pedro que alimente a sus ovejas y corderos. (18-21) Predice cómo morirá Pedro. (22-24) Reprende la curiosidad de éste en cuanto a la suerte de Juan. (25) Epilogo Final.
1 Después de esto, Jesús se
manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de
esta manera: 2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el
Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de
sus discípulos. 3 Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos
nosotros también, contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no
pescaron nada. 4 Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; más
los discípulos no sabían que era Jesús.
5 Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. 6 Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. 7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar. 8 Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos. 9 Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. 10 Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. 11 Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió.
12 Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. 13 Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. 14 Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.
15 Cuando hubieron comido, Jesús
dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás,
¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le
dijo: Apacienta mis corderos.
16 Volvió a decirle la segunda
vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?
Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis
ovejas.
17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; más cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. 19 Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.
20 Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? 21 Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste?
22 Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. 23 Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? 24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.
25 Y hay también otras muchas cosas
que hizo Jesús, las cuales, si se escribieran una por una, pienso que ni aun en
el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén. (Juan 21).
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 1-28.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1-16
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1-24
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1. Después de esto. [Aparición junto al mar de Galilea, Juan 21:1-23.] Es decir, entre la segunda aparición en el aposento alto (cap. 20:26-29) y la aparición en una montaña de Galilea (Mat. 28:16-20). Resulta evidente porque ahora se describe como "la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos" (Juan 21:14).
Ver Nota Adicional de Mat. 28.
Mar de Tiberias. Ver com. cap. 6:1.
2. Simón Pedro. Ver com. Mar. 3:16.
Tomás. Ver com. Mar. 3:18. Dídimo. Ver com. cap. 11:16.
Natanael. Ver com. Mar. 3:18; Juan 1:45. Caná de Galilea. Ver com. cap. 2:1.
Hijos de Zebedeo. Es decir, Jacobo y Juan, que sólo
aquí son llamados de esa manera por Juan (Mat. 4:21; Mar. 10:35).
3. Voy a pescar. La pesca había sido el oficio de
Pedro antes de que se convirtiera en discípulo de Jesús (Mat. 4:18-20). Jacobo
y Juan también eran pescadores (Mat. 4:21). Sin duda, en esa ocasión su propósito era el de aumentar sus escasos
recursos. Los discípulos no estaban abandonando su vocación más excelsa. Habían
ido a Galilea para encontrarse con su Maestro (ver com. Mat. 28:16; DTG
749-750).
Aquella noche. Debido a la claridad de las aguas del mar de
Galilea, la noche era el momento apropiado para pescar (ver com. Luc. 5:5).
No pescaron nada. Como en la ocasión anterior (ver
com. Luc. 5:5).
4. No sabían. Quizá los ojos de ellos estaban "velados"
como los de los discípulos que iban en el camino a Emaús (Luc. 24:16). Quizá
todavía había poca luz. Tampoco María reconoció a Jesús cuando se le presentó
por primera vez (Juan 20:14-16).
5. Hijitos. En los Evangelios sólo se registra esta ocasión en que Jesús se dirige así a sus discípulos. Juan usa esta forma en su primera epístola (1 Juan 2:13,18).
Moulton y Milligan sugieren que esta palabra podría
aquí ser el equivalente de "muchachos", y citan una balada en la cual
este término se aplica a soldados (The Vocabulary of the Greek Testament). Como
quiera que fuere, la forma de hablar no identificó al que hablaba. Sin duda los discípulos pensaron que era un
extraño.
Algo de comer. "Pescado" (BJ). Gr. prosfágion, lo que se
come además del pan; por ejemplo, carne, pescado, huevos, verduras, etc. (cf.
com. cap. 6:9). El pan era el principal alimento de los judíos. Aquí, siendo
que la pregunta se formula a pescadores, lo más probable es que prosfágion se
refiera a pescado. La forma de la pregunta en griego muestra que se espera una
respuesta negativa.
6. A la derecha. Este era el lado en que Jesús
estaba en la orilla, y al pedirles que echaran la red a ese lado, quería
enseñarles una lección de fe y de cooperación con el poder divino (DTG 751).
Gran cantidad de peces. Este milagro haría recordar a los
discípulos el milagro anterior cuando dejaron todo por seguir al Maestro (ver
com. Luc. 5:11).
7. A quien Jesús amaba. En cuanto a esta forma de denominar
a Juan, ver com. cap. 13:23. Juan fue el primero en reconocer al Maestro, así
como también fue el primero en creer en la resurrección (cap. 20:8).
Simón Pedro. Pedro, impulsivo, ferviente, afectuoso, impetuoso y
expresivo, respondió en su forma característica.
La ropa. "El vestido de encima" (BJ). Gr.
ependútes, "prenda exterior".
Se había despojado de ella. "Pues estaba desnudo"
(BJ). Gr. gumnós, palabra que aunque puede aplicarse para describir a una
persona completamente desnuda, también puede referirse a uno que sólo se ha
quitado las prendas exteriores, como debe ser el caso aquí. Sin duda Pedro
deseaba estar debidamente vestido para saludar a su Maestro.
Al mar. Probablemente, el agua era poco profunda. No debe
haber necesitado nadar.
8. La barca. Gr. ploiárion, literalmente "bote", "barquito", "barca". En el vers. 3, la palabra también traducida como "barca" es plóion, "un barco". Por usarse ploiárion en el vers. 8, algunos han llegado a la conclusión de que la embarcación más grande fue abandonada debido a que el agua era poco profunda y que se usó otra más pequeña para arrastrar la red hasta la orilla.
Sin embargo,
es posible que se usen indistintamente plóion y ploiárion, como se ve con toda
claridad en otros pasajes (cap. 6:17,19,21-22,24) que se refieren a un mismo
hecho y en el que se trataba de una sola embarcación.
Como doscientos codos. Unos 100 m
9. Brasas. Cf. cap. 18:18.
Pez. Gr. opsárion (ver com. cap. 6:9). Comparar con prosfágion (ver com.
cap. 21:5). Cristo previó el cansancio y el hambre de los desanimados
pescadores. Los discípulos no preguntaron de dónde procedían los alimentos y el
fuego.
10. Traed de los peces. Para añadirlos al alimento que
estaba sobre las brasas.
11. Subió. Pedro respondió con su impulsividad característica.
Ciento cincuenta y tres. El número exacto muestra que los
peces fueron realmente contados. Algunos comentadores han forjado
interpretaciones místicas y fantásticas en cuanto a este número. Por ejemplo,
se ha dicho que el "tres" representa a la trinidad. Tales interpretaciones no merecen tomarse en
cuenta.
12. Comed. Gr. aristáÇ, en este caso, "desayunar" '
Se atrevía a preguntarle. Los discípulos comieron en silencio,
asombrados y con reverencia. Por sus mentes pasaron muchos pensamientos que no
se atrevieron a expresar.
13. Tomó el pan. Jesús era el bondadoso dador del
alimento. El Códice Beza añade: "habiendo dado gracias". Pero aun sin
esta añadidura puede darse por sentado que se elevó una oración de
agradecimiento.
14. Tercera vez. Juan enumera sólo las apariciones
a los discípulos, no las apariciones a las mujeres (Mat. 28:9; Juan 20:14-17).
Las apariciones enumeradas son: (1) A los discípulos en el aposento alto, la noche del día de la resurrección (Juan 20:19); (2) a los discípulos una semana más tarde, en el mismo aposento alto (Juan 20:26); (3) a los discípulos, junto al mar de Galilea.
(Ver Nota
Adicional com. Mat. 28).
15. Hubieron comido. O "hubieron terminado de
desayunar" (ver com. vers. 12).
Me amas. Gr. agapáÇ. En su respuesta a la pregunta de Jesús,
Pedro usa otro verbo para "amar", a saber, filéÇ.
Estas dos palabras
a veces se diferenciaban en su significado. Cuando hay diferencia, agapáÇ se refiere a una
forma más excelsa de amor, un amor regido por principios y no por emociones; filéÇ tiene relación con
un amor espontáneo, movido por una emoción.
*Hay un estudio de la diferencia de estos dos
vocablos en com. Mat. 5:43; Juan 11:3.
Los eruditos no están de acuerdo
en cuanto a si las dos palabras tienen aquí un significado diferente o si se
usan como sinónimos, como es el caso en Juan 14:23; cf. cap. 16:27.
En el registro de las dos
primeras preguntas de Jesús se ha usado la palabra agapáÇ', y en las respuestas
de Pedro, la palabra filéÇ. En la tercera vez aparece la palabra filéÇ en la
pregunta de Jesús, y, como en las ocasiones anteriores, también filéÇ en la
respuesta de Pedro. Si debe hacerse diferencia entre las dos palabras -lo que
no se puede determinar con certeza-, es posible presentar la siguiente
explicación: Dos veces Jesús le preguntó a Pedro si lo amaba con la forma más
excelsa de amor (agapáÇ).
Sin embargo, Pedro sólo admitió
un sentimiento emanado de una amistad común: "Tú sabes que te amo
[filéÇ]".
*La tercera vez en la pregunta se
ha consignado la palabra que Pedro usó antes dos veces. En la tercera
oportunidad, la pregunta es si realmente lo amaba como un amigo (filéÇ), lo
cual el apóstol ya había admitido dos veces. Es evidente que para Pedro había
una duda implícita en la tercera pregunta. De acuerdo con esta interpretación,
le dolió no porque se le hubiera hecho la misma pregunta tres veces, sino
porque la tercera vez Jesús cambió su pregunta y, aparentemente, puso en duda
la sinceridad de las respuestas de Pedro.
Es posible que las tres preguntas
de Jesús se relacionaran con las tres negaciones de Pedro. Tres veces el
apóstol había negado a su Señor; ahora se le daba la oportunidad de confesarlo
tres veces.
Más que éstos. Gr. pléon tóutÇn. El pronombre tóutÇn puede tener
por antecedente a cosas o a personas. Por lo tanto, la pregunta de Cristo
podría entenderse de dos maneras en el texto griego. "¿Me amas más que a
la barca y los aparejos de pesca [cosas]?"; es decir, más que a los
instrumentos de que disponía Pedro para ganarse la vida. La segunda forma es:
"¿Me amas más que éstos?", es decir, más que los otros discípulos. Teniendo
en cuenta que los objetos materiales (barca, red, etc.) no han sido mencionados
en el contexto inmediato, es mejor considerar que la referencia es a los
discípulos (DTG 751-752).
Tú sabes. La respuesta de Pedro es humilde. Ha desaparecido
toda arrogancia.
Apacienta mis corderos. Los corderos representaban a los
que eran nuevos en la fe. Más tarde
Pedro comparó a los ancianos de la iglesia con pastores y llamó
"grey" a aquellos que debían ser alimentados (1 Ped. 5:14). Los
ministros de Dios son pastores que sirven a las órdenes del Pastor Supremo.
16. La segunda vez. Se repite la pregunta, pero sin
la adición de "más que éstos" (vers. 15). El amor de Pedro es puesto
en tela de juicio. Pedro da la misma respuesta humilde.
Pastorea. "Apacienta" (BJ). Gr. poimáinÇ, muy similar
al verbo bóskÇ (vers. 15). Este segundo verbo ha sido traducido como
"apacienta" en la RVR. La BJ no hace diferencia entre los dos verbos
griegos (pues traduce "apacienta" en los dos casos, y también en el
vers. 17, donde se repite en griego el verbo bóskÇ).
LA DIFERENCIA de
significado entre "apacentar" y "pastorear" es muy pequeña
en nuestro idioma.
“El primero de los verbos se refiere más al hecho de dar pasto a los ganados.
El segundo también
da esa idea, pero le añade el cuidado general que debe tenerse de ellos”
Es muy posible que ambas palabras
se usen en este pasaje del NT como sinónimos o, por lo menos, como términos
casi equivalentes.
La responsabilidad de Pedro como
pastor se hace resaltar más y se amplía. Si los "corderos" (vers. 15)
eran las personas nuevas en la fe, las "ovejas" (vers. 16) sería un
término general para referirse a todo el ganado o grey. A pesar de su fracaso,
no se depuso a Pedro de su ministerio como "pescador" de hombres
(Luc. 5:10).
17. La tercera vez. En su tercera pregunta a Pedro, al referirse al verbo "amar", Jesús usó una palabra diferente de la empleada en las dos primeras interrogaciones. Es dudoso que hubiera una diferencia de significado.
Ver com. vers. 15 en lo que atañe al significado de
la pregunta si es que el nuevo verbo equivalente a "amar"
("querer", BJ) debe distinguirse del precedente.
Se entristeció. Ver com. vers. 15 en lo que atañe
a una posible causa de tristeza. Pedro sabía que había dado motivos a otros
para que dudaran de su amor por su Maestro.
Las repetidas preguntas
le recordaron vívidamente las veces que negó vergonzosamente a su Maestro, y,
como incisivos dardos, deben haberle herido el corazón.
Sabes todo. La tercera vez Pedro omitió el "sí"
(vers. 15-16). Recurrió al ojo que todo lo ve, que leía los secretos más
íntimos de su vida.
Apacienta mis ovejas. Jesús aquí repite la orden (cf.
vers. 15-16).
Pedro había demostrado que estaba plenamente
arrepentido. Su corazón enternecido estaba lleno de amor. Ahora sí podía
confiársele la grey
18. De cierto. Ver com. Mat. 5:18; Juan 1:51. Extenderán tus manos. Una evidente referencia a la crucifixión (cf. vers. 19). De acuerdo con la tradición, Pedro murió crucificado cabeza abajo, debido a que pidió que no lo crucificaran como a su Maestro, pues ese hubiera sido un honor demasiado grande para quien había negado a su Señor (HAp 428-429).
19. Dando a entender. Cf. cap. 12:33. Glorificar a Dios. Es decir, al morir como mártir silenciosamente testificaría del poder del cristianismo (cf. 1 Ped. 4:16).
Sígueme. Hay una reflexión en cuanto a esta orden en 1 Ped. 2:21.
20. Volviéndose. Esta palabra y las palabras "les seguía", sugieren que Jesús había llevado a Pedro aparte y le había hablado en privado en cuanto a la naturaleza de su muerte, quizá mientras caminaban a la orilla del lago. Tal vez Juan los seguía a cierta distancia. Al lado de él. Ver com. cap. 13:23.
21. ¿Y qué de éste? Pedro había recibido una
revelación notable acerca de su propio futuro y debiera haber quedado contento
con lo que el Señor había creído conveniente revelarle. Pero el apóstol estaba
curioso por saber el futuro de Juan. Jesús aprovechó la oportunidad para grabar
en Pedro la importante lección de poner en primer lugar lo que es más
importante.
22. Si quiero. Esta oración expresa una suposición que se aclara
en el vers. 23. Algunos tergiversaron esto y lo interpretaron como una
declaración afirmativa. En realidad, Cristo sólo había dicho: "Supongamos
que yo quisiera que él quedara, eso no debería preocuparte a ti, Pedro". La
respuesta fue como un reproche para Pedro. No debería estar demasiado ansioso
por el porvenir de sus prójimos. Debía preocuparse por seguir a su Señor. Esto
no significa que no debía tener un amante interés por el bienestar de su
hermano. Pero un afán tal nunca debe ser un motivo para que no mantengamos la
vista puesta en Jesús. El mirar demasiado intensamente a nuestro hermano puede
inducirnos a caer donde él cae.
23. No moriría. Los hermanos creyeron que era una
realidad lo que Jesús sólo había presentado como suposición o frase condicional
(ver com. vers. 22). Evidentemente, creían que la venida de Jesús estaba muy
próxima (Hech. 1:6-7).
24. El discípulo. Ver com. cap. 20:30. "El
discípulo a quien amaba Jesús" (cap. 21:20) se identifica como el autor
del Evangelio (ver p. 869). Los vers. 24 y 25 son un clímax adecuado para todo
el Evangelio (ver com. cap. 20:30).
Estas cosas. Se refiere a la narración de este capítulo, y
también al Evangelio entero.
Sabemos. No sabemos a quiénes se refiere esta forma plural
del verbo. Otros, quizá los ancianos de Éfeso (ver p. 870), querían afirmar que
lo que había sido escrito era sin duda la verdad. Circulaban narraciones
espurias, obra de autores inescrupulosos, y Juan deseaba fervientemente que se
conocieran los hechos verdaderos.
25. Otras muchas cosas. En este versículo final Juan
prorrumpe en una apasionada declaración acerca de las muchas cosas notables que
había dicho y hecho su Maestro. Escribió
su Evangelio teniendo en cuenta ciertos propósitos espirituales, y relató los acontecimientos
y registró las cosas que contribuyeron a esos propósitos (ver p. 870). Los
escritores de los otros Evangelios hicieron lo mismo. Por eso muchos de los
hechos de Jesús quedaron sin ser registrados.
Ni aun en el mundo cabrían. Este lenguaje es hiperbólico,
pero sirve bien para hacer resaltar la inmensa cantidad de dichos y obras de
Jesús. Una hipérbole similar, de la misma época en que escribió Juan,
proveniente de Rabbán Johanán ben Zakkai, ha llegado hasta nosotros. Se
registra que él dijo: "Si todo el cielo fuera un pergamino y todos los
árboles cañas de escribir, y tinta todo el mar, eso no sería suficiente para
consignar por escrito la sabiduría que he aprendido de mis maestros"
(Strack y Billerbeck, Kommentar zum Neuen Testament, t. 2, p. 587). Esta figura
literaria judaica ha sido popularizada en el himno evangélico "¡Oh amor de
Dios!", de F. M. Lehman (Himnario adventista, Nº. 62, 53NHA). Comentando
estas palabras finales de Juan, observa Calvino: "Si el evangelista,
contemplando la grandeza de la majestad de Cristo, exclama con asombro que aun
el mundo entero no podría contener el relato pleno de ella, ¿debiéramos
asombrarnos por eso?"
Amén. Ver com. Mat. 5:18. (5CBA).
COMENTARIOS DE EGW
1-22. DTG 749-756. "DE
NUEVO A ORILLAS DEL MAR"
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/dtg-capitulo-85-de-nuevo-orillas-del.html
Ministerio Hno.
Pio
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