Juan 19. Enjuiciamiento, Crucifixión Y Sepultura. Vers. (1-3) Cristo es azotado y coronado de espinas. (4-16) Pilato desea liberarlo, pero, vencido por el odio de los judíos, (17-22) lo entrega para que lo crucifiquen (23-24) los soldados echan suertes sobre sus vestidos. (25-27) Encomienda su madre a Juan. (28-30) Muere. (31-37) Su costado es perforado. (38-42) José y Nicodemo lo entierran.
1 ASÍ que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó. 2 Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura; 3 y le decían: ¡Salve, Rey de los judíos! y le daban de bofetadas.
4 Entonces Pilato salió otra vez,
y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito
hallo en él. 5 Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de
púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre!
6 Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito en él. 7 Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.
8 Cuando Pilato oyó decir esto,
tuvo más miedo. 9 Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde
eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta.
10 Entonces le dijo Pilato: ¿A mí
no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo
autoridad para soltarte? 11 Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra
mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado,
mayor pecado tiene.
12 Desde entonces procuraba Pilato soltarle; pero los judíos daban voces, diciendo: Si a éste sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey, a César se opone.
13 Entonces Pilato, oyendo esto,
llevó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal en el lugar llamado el Enlosado,
y en hebreo Gabata.
14 Era la preparación de la
pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro rey!
15 Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato
les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales
sacerdotes: No tenemos más rey que César.
16 Así que entonces lo entregó a
ellos para que fuese crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron. 17 Y
él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo,
Gólgota; 18 y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y
Jesús en medio.
19 Escribió también Pilato un
título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESUS
NAZARENO, REY DE LOS JUDIOS.
20 Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín. 21 Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: No escribas Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. 22 Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito.
23 Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. 24 Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados.
25 Estaban junto a la cruz de
Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María
Magdalena.
26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. 29 Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca.
30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
31 Entonces los judíos, por
cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en
la cruz en el día de reposo* (pues aquel día de reposo* era de gran
solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen
quitados de allí. 32 Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al
primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él.
33 Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron muerto, no le quebraron las piernas. 34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. 35 Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. 36 Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. 37 Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
38 Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de
los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y
Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39 También
Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un
compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. 40 Tomaron, pues, el cuerpo de
Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre
sepultar entre los judíos.
41 Y en el lugar donde había sido
crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún
no había sido puesto ninguno. 42 Allí, pues, por causa de la preparación de la
pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.
(Juan 19).
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 1-28.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1-16
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1-24
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1. Le azotó. El cap. 19 continúa con el relato ya comenzado (cap. 18:39). Esta fue la primera vez que Jesús fue azotado. Sería azotado nuevamente cuando se pronunció su sentencia de crucifixión (ver com. Mat. 27:26).
El propósito del primer azotamiento fue el de despertar, de ser
posible, la compasión de la turba sedienta de sangre (DTG 683).
4. Ningún delito hallo en él. Cf. Juan 18:38; 19:6; 1 Ped.
2:21-22. Pilato reveló su debilidad con estas palabras. Si Jesús era inocente,
no debería haber permitido que fuera azotado. Una claudicación de la conciencia
siguió a la otra, hasta que Pilato abandonó toda noción de justicia.
5. ¡He aquí al hombre! Sin duda, el propósito de Pilato
con esta exclamación fue provocar la compasión de la multitud. Allí estaba
Jesús ante la turba con sus supuestos mantos reales, coronado de espinas,
sangrante y pálido por su reciente flagelación, y, sin embargo, evidenciaba un
porte real. Seguramente -pensó Pilato- las demandas de los caudillos judíos
quedarán satisfechas. Pero en esto estaba engañado.
No hay modo de saber por qué Pilato usó el término "hombre". Sin saberlo, pronunció una gran verdad. Aquel que estaba ante él, el Verbo eterno (ver com. cap. 1:1) se había hecho hombre (ver com. cap. 1:14).
Ciertamente, era el Hijo del Hombre (ver com. Mat. 1:1; Mar. 2:10), pero también era el Hijo
de Dios (ver com. Luc. 1:35). Su encarnación y muerte ganaron para nosotros la
salvación eterna.
6. Tomadle. Las palabras "y crucificadle" demuestran que Pilato no estaba entregando el asunto al sanedrín, pues la crucifixión era una forma de pena capital romana. Si los judíos hubieran aplicado la pena máxima, hubiera sido por apedreamiento (ver com. cap. 18:32). Pilato parece haber estado hablando con exasperación y con airado sarcasmo: "Si demandáis la crucifixión, vosotros [en este caso. pronombre enfático en griego] debéis ejecutar la sentencia; yo no encuentro falta en él".
No hallo delito. Esta es la tercera vez en que Pilato menciona el hecho (18:38; 19:4).
7. Según nuestra ley. Ver com. Juan 18:32; cf. Lev. 24:16.
Hijo de Dios. Ver com. cap. 5:18; 10:33.
8. Tuvo más miedo. La carta de su
esposa en la que le informaba de su sueño (Mat. 27:19), dio lugar a la ocasión
anterior para que tuviera miedo. La intimación de que Jesús fuera un ser
sobrenatural lo llenó de malos presentimientos.
9. Pretorio. Ver com. Mat. 27:2. ¿De dónde eres tú? El temor ante la posibilidad de que Jesús fuera
algún ser sobrenatural provocó una pregunta adicional de Pilato en cuanto al
origen de Jesús. No tenía interés en conocer el país de origen de Cristo, pues
ya sabía eso (Luc. 23:6-7). Pero se apoderó de él un misterioso temor ante el
pensamiento de que el noble ser que estaba ante él pudiera ser divino.
No le dio respuesta. Comparar con el silencio ante
Caifás (Mat. 26:63) y ante Herodes (Luc. 23:9). Pilato había tenido su
oportunidad de aprender la verdad (ver com. Juan 18:38). Mayores explicaciones
no habrían servido para nada. Jesús sabía cuándo hablar y cuándo quedar
callado.
10. ¿No me hablas? Pilato se irritó por lo que
podría llamarse un desacato a la autoridad de un juez.
11. Si no te fuese dada. Ver com. Dan. 4:17; Rom. 13:1.
El que a ti me ha entregado. No se trata de Judas (cap. 6:71;
12:4; 13:2; 18:2), pues éste no entregó a Jesús a las autoridades romanas. El
acusado aquí es Caifás, como sumo sacerdote y como el funcionario más encumbrado
que representaba a los judíos (cf. cap. 18:35).
Mayor pecado. Caifás ejercía una autoridad delegada, pero al
mismo tiempo pretendía ser adorador del Dios que delega la autoridad, y
afirmaba ser el intérprete de la ley divina ante el pueblo; por lo tanto, su
culpa era mayor. También había pecado contra una luz mayor. Jesús había dado
repetidas pruebas de su divinidad, pero los líderes judíos habían endurecido
sus corazones ante los rayos de luz.
El hecho de que el pecado de
Caifás fuera "mayor", no significa que Pilato fuera inocente. El gobernador
romano tuvo su parte de responsabilidad. Podría haber rehusado
entregar a Jesús. El Salvador habría sido muerto, pero la culpa no habría
recaído sobre Pilato.
12. Soltarle. La respuesta de Jesús (vers. 11) incremento los
temores de Pitato. El endurecido gobernante quedó profundamente impresionado
por las palabras y la conducta del misterioso personaje que estaba ante él.
Amigo de César. Es decir, alguien que apoyaba
firmemente a César. Al fin los judíos habían encontrado un argumento que iba a
resultar eficaz. Su respuesta fue una amenaza, pues si el emperador sabía que
Pilato había procurado amparar a un pretendiente al título de rey, iba a peligrar
la posición del gobernante. Esa amenaza contra su seguridad indujo a Pilato a
olvidar el temor religioso con que había considerado al preso.
La respuesta de los líderes fue
completamente hipócrita. ¿Eran amigos del César los acusadores? Entre todos los
pueblos, ninguno era un enemigo más enconado del yugo romano que los judíos, y,
sin embargo, tuvieron la duplicidad de fingir ser celosos por el honor del
César, a quien tanto despreciaban.
13. Llevó fuera a Jesús. Es decir, salió del pretorio
adonde Pilato había hecho llevar a Jesús para tener con él una entrevista
privada (vers. 9). Los dirigentes judíos no estaban dispuestos a entrar en el
pretorio para no contaminarse y quedar impedidos de participar de la pascua
(cap. 18:28).
Tribunal. Quizá en una silla improvisada que se dispuso
afuera, puesto que los judíos querían entrar en el aposento del tribunal mismo.
Enlosado. Gr. lithóstrÇton, que significa un pavimento de
mosaico, quizá de mármol.
Gabata. "Gabbatá" (BJ). Palabra de etimología
dudosa. Algunos la hacen derivar del arameo geba', "ser alto", por lo
que sería un lugar elevado. Habría estado apenas fuera del pretorio. En cuanto
a la ubicación de este último, ver com. Mat. 27:2
14. Preparación de la pascua. Gr. paraskeu' tóu pásja. Esta
frase sin duda equivale al Heb. 'éreb happésaj, "víspera de la pascua",
término usual en la literatura rabínica para designar al 14 de Nisán (ver
Mishnah Pesahim 4.1,5-6; 5.1; 10.1; cf. Pesahim 1.1,3; 3.6; 4.7; 5.4,9; 7.9).
La expresión podría compararse
con "la víspera" del sábado, que usaban los judíos para designar al
día anterior al sábado. Su equivalente griego es paraskeu' (Mar. 15:42; Luc.
23:54). Paraskeu' todavía es el nombre del día viernes en el griego moderno. En
el año de la crucifixión la Paraskeu' de la pascua coincidió con la Paraskeu' o
"preparación" para el sábado (Juan 19:31,42).
De este modo, Juan parece indicar
el día 14 de Nisán como el de la crucifixión. Los que sostienen que la
crucifixión se efectuó el día 15 de Nisán explican que "preparación de la
pascua" significa el viernes de la semana de la pascua. Un uso tal de esa
expresión no se puede demostrar en ninguna otra parte. Juan emplea la palabra
Paraskeu' para referirse al día que precede al sábado (vers. 31, 42). El
problema del día de la crucifixión se trata en la primera Nota Adicional de
Mat. 26.
En un comentario al Talmud
(considerado legendario por algunos eruditos), fechado por el año 200 d. C., se
dice lo siguiente: "En la tarde antes de la fiesta de la pascua colgaron a
Jesús [Yeshua]. Antes de esto, sin embargo, un heraldo había caminado delante
de él por cuarenta días clamando, 'Este hombre va a ser apedreado porque ha
practicado la magia y ha pervertido y dividido a Israel. Que todo aquel que
sepa algo en su favor venga y pleitee por él'. Pero no hallaron nada en su
favor y lo colgaron en la víspera de la pascua" (Baraita Sanhedrin 43a).
Hora sexta. Probablemente, empleando el cómputo romano del
tiempo, aproximadamente las 6 de la mañana. Según el cómputo tradicional judío,
la hora sexta sería como a mediodía. El Evangelio de Juan fue escrito cerca de
la terminación del siglo I, y principalmente para creyentes gentiles (ver com.
cap. 1:38). Aquí se presenta la hora en términos familiares para ellos (ver
com. Mat. 27:45). En otras partes Juan parece computar las horas del día a
partir de la salida del sol y no de la medianoche (cap. 4:6,52; 11:9).
¡He aquí vuestro Rey! Evidentemente, un aguijonazo
irónico contra los judíos.
15. No Tenemos Más Rey Que César. Estas palabras fueron dichas a la ligera, pues los
judíos no estaban dispuestos a abandonar su esperanza mesiánica ni a repudiar
formalmente a Dios como a su Rey (ver Juec. 8:23; 1 Sam. 8:7; 12:12). Su
subterfugio revela su ansiedad de terminar con Jesús; pero con esta afirmación
se apartaron de la relación del pacto con Dios y no fueron más su pueblo
escogido (ver DTG 686-687).
16. Lo entregó a ellos. Juan no menciona cuando Pilato se
lavó las manos (Mat. 27:24). Jesús no fue entregado a los judíos sino a las
autoridades romanas encargadas de cumplir la sentencia de crucifixión.
17. Cargando su cruz. [La crucifixión, Juan 19:17-37 =
Mat. 27:31b -56 = Mar. 15:20-41 = Luc. 23:26-49. Comentario principal: Mateo y
Juan.] Los diversos acontecimientos
ocurridos en el camino al Calvario pueden verse en Luc. 23:26-32.
18. Le crucificaron. Ver com. Mat. 27:33-35.
21. No escribas. Sólo Juan registra esta protesta.
Para lo que ella implicaba, ver com.
Mat. 27:37.
22. He escrito. Pilato estaba muy molesto con los
judíos, y resolvió no concederles nada más. Debido a la presión de ellos -en
contra de la advertencia de su esposa y de su propia conciencia- había
condenado a un inocente. Ahora demostró que podía ser firme si así lo quería.
23. Hicieron cuatro partes. Los verdugos se quedaron con la
vestimenta. Sólo Juan menciona el número de soldados. Se ha sugerido la
siguiente división: el turbante (o su equivalente), las sandalias, el cinturón
y la prenda de vestir externa con flecos o tallith (Robertson). No se dice qué
pasó con las vestimentas de los ladrones crucificados.
Túnica. Gr. jitÇn, una prenda de vestir interior (ver com.
Mat. 5:40).
Sin costura. Esta prenda puede haber sido tejida a la manera de
la que usaba el sumo sacerdote, que Josefo describe así: "Pero esta túnica
no está compuesta de dos piezas que deben ser cosidas en los hombros y en los
costados: es un género tejido, largo, con una abertura para el cuello"
(Antigüedades iii. 7. 4).
24. Para que se cumpliese. Este pasaje podría traducirse:
"Como resultado, la Escritura fue cumplida" (ver com. Mat. 1:22; Juan
9:3; cf. com. Juan 11:4; 12:38).
Repartieron. La cita es de Sal. 22:18.
25. Su madre. Juan no menciona el nombre de ella en su Evangelio.
Jesús no olvidó a su madre en medio de su dolor físico y su sufrimiento mental.
La vio cuando estaba allí al pie de la cruz. Bien sabía su angustia y la
entregó al cuidado de Juan.
Y la hermana de su madre. No es claro si en este versículo
Juan menciona a tres o a cuatro mujeres. Es posible que las frases "la
hermana de su madre" y "María mujer de Cleofas" estén en
aposición. Cleofas podría ser el Cleofas de Luc. 24:18 (ver allí el
comentario). No es posible saber la identidad exacta sin tener referencias
adicionales.
María Magdalena. En cuanto a su identidad, ver
Nota Adicional com. Luc. 7.
26. A quien él amaba. Ver com. cap. 13:23.
Mujer. En cuanto a esta forma de trato, ver com. cap. 2:4.
He ahí tu hijo. La relación entre Juan y Jesús
era más íntima que la relación de Jesús con cualquiera de los otros discípulos
(ver pp. 869-870), y, por lo tanto, el apóstol podía cumplir con los deberes de
un hijo más fielmente que los otros. El hecho de que Jesús dejara a su madre al
cuidado de un discípulo, demuestra que José había muerto, y algunos piensan que
esto indica que María no tenía otros hijos, por lo menos en condiciones de
cuidar de ella. Los hermanos mayores de Jesús -hijos de José, de un matrimonio
anterior (ver com. Mat. 12:46)-, en ese tiempo no creían en Cristo, y tal vez
el Señor pudo haber pensado que el proceder de ellos para con María habría sido
de crítica y de falta de simpatía, como lo había sido con él (ver com. Juan 7:3-5).
28. Todo estaba consumado. Cf. Hech. 13:29. Se cumpliesen. Cf. Sal. 69:20-21.
29. Vinagre. Esta es la segunda bebida que se le ofreció a Jesús
(ver com. Mat. 27:34,48).
30. Consumado es. Jesús había
completado la obra que su Padre le había dado para que hiciera (cap. 4:34). De
acuerdo con lo establecido, se había cumplido cada paso del plan de la
redención forjado antes de la fundación del mundo (ver com. Luc. 2:49). Satanás había fracasado en sus intentos de
desbaratar ese plan. La victoria de Cristo aseguraba la salvación de los
hombres (DTG 706-713).
31. Preparación. Gr. Paraskeu' (ver com. vers.
14).
No quedasen en la cruz. De acuerdo con Deut. 21:22-23,
los cuerpos no debían quedar en un "madero" durante la noche, sino
que tenían que ser sepultados en el mismo día. El hecho de que el día siguiente
fuera sábado hacía aún más imperativo que se cumpliera con esa orden.
Gran Solemnidad. Sin duda, se lo presenta como una
"gran solemnidad" porque ese sábado también era el primer día de los
panes sin levadura (Lev. 23:6; ver la primera Nota Adicional de Mat. 26). El
uso de la expresión "gran solemnidad" ("muy solemne", BJ) no
se puede explicar por medio de la literatura judía de la época.
Los que sostienen que el día de
la crucifixión de Jesús fue el 15 de Nisán, argumentan que ese sábado fue
"solemne" debido a que el sábado semanal coincidió con el día cuando
se mecía "la gavilla" "de los primeros frutos" (Lev. 23:9-14).
Sin embargo, Jesús resucitó en el día cuando se ofrecían los primeros frutos
como un cumplimiento exacto de los símbolos (ver la primera Nota Adicional de
Mat. 26; cf. DTG 728-730).
Se les quebrasen las piernas. Con el propósito de acelerar la
muerte.
33. Ya muerto. Era sumamente extraño que la muerte ocurriera tan
pronto después de la crucifixión. Algunas víctimas vivían durante varios días.
Orígenes, que vivió en el tiempo
cuando todavía se practicaba la crucifixión, menciona que la mayoría de las
víctimas sobrevivían toda la noche y el día siguiente (Orígenes, Comentario
sobre Mateo, sec. 140; Migne, Patrologia Graeca, t. 13, col. 1793; ver también
Eusebio, Historia eclesiástica, viii. 8).
34. Sangre y agua. Se han presentado varias explicaciones
para este fenómeno. Ya en 1847 el Dr. W. Stroud (Physical Cause of the Death of
Christ) sugirió que la sangre y el agua constituían una evidencia de que Jesús
murió de la rotura física del corazón, pero falta la comprobación de esta
teoría.
Es evidente que Jesús murió con
el corazón quebrantado como resultado de la horrible presión del peso de los
pecados del mundo (DTG 717); pero es arriesgado tratar de llegar a un
diagnóstico preciso contando con los escasos detalles del relato evangélico.
Sin duda fue abundante el flujo de sangre y agua, puesto que normalmente la
sangre no fluye de un cadáver, o por lo menos no fluye copiosamente.
Juan llama especialmente la
atención a este flujo y lo afirma con un testimonio solemne (vers. 34-35). Se
ha sugerido que hace resaltar ese hecho a fin de exponer la realidad de la
verdadera humanidad de Jesús para combatir así el docetismo, que era la herejía
de sus días. Según esa herejía, Jesús se había encarnado sólo en apariencia. Los
padres de la iglesia le daban una interpretación sumamente alegórico a este
pasaje.
36. No será quebrado. Ver com. Exo. 12:46.
37. Al que traspasaron. Ver com. Zac. 12:10.
38. José de Arimatea. [La inhumación, Juan 19:38-42 =
Mat. 27:57-61 = Mar. 15:42-47 = Luc. 23:50-56. Comentario principal: Mateo y
Marcos.] Los cuatro Evangelios describen la participación de José en la
sepultura de Jesús. Sólo Juan observa que era un discípulo secreto.
39. Nicodemo. Ver com. cap. 3:1. Mirra. Ver com. Mat. 2:11.
Aloes. Mejor "áloe" (BJ). Resina aromática del
árbol Aquilaria agallocha. Este producto se menciona sólo aquí en el NT, y en
el AT en Núm. 24:6; Sal. 45:8; Cant. 4:14.
Libras. Gr. lítra, unos 330 g (ver com. cap. 12:3). Por lo
tanto, "como cien libras" serían unos 33 kg. Esta gran cantidad sin
duda fue comprada a un costo elevado.
41. Huerto. Sólo Juan menciona este detalle.
42. Preparación. Gr. Paraskeu' (ver com. vers.14).
5CBA
COMENTARIOS DE EGW
1-16. DTG 680-689. "EN
EL TRIBUNAL DE PILATO"
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/dtg-capitulo-77-en-el-tribunal-de.html
16-30. DTG 690-705. "EL
CALVARIO"
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/dtg-capitulo-78-el-calvario.html
30. DTG 706,
713, "CONSUMADO ES" 706-713
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/dtg-capitulo-79-consumado-es.html
33. DTG 716
34-37. DTG 717
39. DTG 718
40-42. DTG 719
"EN
LA TUMBA DE JOSÉ" 714-724
https://elaguila3008.blogspot.com/2009/11/dtg-capitulo-80-en-la-tumba-de-jose.html
38-42. HAp 86. EL EVANGELIO EN SAMARIA. 85-91
https://elaguila3008.blogspot.com/2012/07/capitulo-11-el-evangelio-en-samaria.html
Ministerio Hno.
Pio
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