(Este capítulo 69. Está basado en San Mateo Capitulo 24; San Marcos Capitulo 13; San Lucas 21:5-38).
LAS PALABRAS DE
CRISTO A LOS SACERDOTES Y GOBERNANTES: "He
aquí vuestra casa os es dejada desierta,"*(Mateo 23:38). Habían
llenado de terror su corazón. Afectaban indiferencia, pero seguían
preguntándose lo que significaban esas palabras. Un peligro invisible parecía
amenazarlos. ¿Podría ser que el magnífico templo que era la gloria de la nación iba
a ser pronto un montón de ruinas? Los discípulos compartían ese
presentimiento de mal, y aguardaban ansiosamente alguna declaración más
definida de parte de Jesús.
MIENTRAS SALÍAN
CON ÉL DEL TEMPLO, LLAMARON SU ATENCIÓN A LA FORTALEZA Y BELLEZA DEL EDIFICIO. Las piedras
del templo eran del mármol más puro, de perfecta blancura y algunas de ellas de
tamaño casi fabuloso. Una porción de la muralla había resistido el sitio del
ejército de Nabucodonosor. En su perfecta obra de albañilería, parecía como una
sólida piedra sacada entera de la cantera. Los discípulos no podían comprender
cómo se podrían derribar esos sólidos muros. Al ser atraída la atención de
Cristo a la magnificencia del templo, ¡cuáles no deben haber sido los
pensamientos que guardó para sí Aquel que había sido rechazado!
EL ESPECTÁCULO
QUE SE LE OFRECÍA ERA HERMOSO EN VERDAD, PERO DIJO CON TRISTEZA: LO VEO TODO. Los edificios
son de veras admirables. Me mostráis esas murallas como aparentemente
indestructibles; pero escuchad mis palabras: Llegará el día en que "no
será dejada aquí piedra sobre piedra, que no sea destruida." Las
palabras de Cristo habían sido pronunciadas a oídos de gran número de personas;
pero cuando Jesús estuvo solo, Pedro, Juan, Santiago y Andrés vinieron a él
mientras estaba sentado en el monte de las Olivas.
"DINOS
--LE DIJERON,-- ¿Cuándo
Serán Estas Cosas, Y Qué Señal Habrá De Tu Venida, Y Del Fin Del Mundo?"
En
su contestación a los discípulos, Jesús no consideró por separado la
destrucción de Jerusalén y el gran día de 582 su venida. Mezcló la descripción
de estos dos acontecimientos. Si hubiese revelado a sus discípulos los
acontecimientos futuros como los contemplaba él, no habrían podido soportar la
visión. Por misericordia hacia ellos, fusionó la descripción de las dos grandes
crisis, dejando a los discípulos estudiar por sí mismos el significado.
CUANDO SE
REFIRIÓ A LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN, sus palabras proféticas llegaron más
allá de este acontecimiento hasta la conflagración final de aquel día en que el
Señor se levantará de su lugar para castigar al mundo por su iniquidad, cuando
la tierra revelará sus sangres y no encubrirá más sus muertos. Este discurso
entero no fue dado solamente para los discípulos, sino también para aquellos
que iban a vivir en medio de las últimas escenas de la historia de esta tierra.
VOLVIÉNDOSE A
LOS DISCÍPULOS, CRISTO DIJO: "Mirad Que Nadie
Os Engañe. Porque vendrán muchos en mi
nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán." Muchos falsos mesías iban a
presentarse pretendiendo realizar milagros y declarando que el tiempo de la
liberación de la nación judía había venido. Iban a engañar a muchos. Las
palabras de Cristo se cumplieron. Entre su muerte y el sitio de Jerusalén,
aparecieron muchos falsos mesías. Pero esta amonestación fue dada también a los
que viven en esta época del mundo. Los mismos engaños practicados antes de la
destrucción de Jerusalén han sido practicados a través de los siglos, y lo
serán de nuevo.
"Y
OIRÉIS GUERRAS, Y RUMORES DE GUERRAS: Mirad Que No Os Turbéis; Porque Es Menester Que Todo Esto
Acontezca; Más Aún No Es El Fin." Antes de la destrucción de Jerusalén,
los hombres contendían por la supremacía. Se mataban emperadores. Se mataba
también a los que se creía más cercanos al trono. Había guerras y rumores de
guerras. "Es menester que todo esto acontezca --dijo Cristo;-- más aún no
es el fin [de la nación judía como tal.] Porque se levantará nación contra
nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por
los lugares. Y todas estas cosas, principio de dolores."
CRISTO DIJO: A
MEDIDA QUE LOS RABINOS VEAN ESTAS SEÑALES, declararán que son los juicios
de Dios sobre las naciones por mantener a su pueblo escogido en servidumbre.
Declararán que estas señales son indicios del advenimiento del Mesías. No os
engañéis; son el principio de sus juicios. El pueblo se miró 583 a sí mismo. No
se arrepintió ni se convirtió para que yo lo sanase.
LAS SEÑALES QUE
ELLOS PRESENTEN COMO INDICIOS DE SU LIBERACIÓN DE LA SERVIDUMBRE, os serán
señales de su destrucción.
"ENTONCES OS ENTREGARÁN PARA SER AFLIGIDOS,
Y OS MATARÁN; y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos a otros, y unos a
otros se aborrecerán." Todo esto lo sufrieron los cristianos.
Hubo padres y madres que traicionaron a sus hijos e hijos que traicionaron a
sus padres. Amigos hubo que entregaron a sus amigos al Sanedrín. Los
perseguidores cumplieron su propósito matando a Esteban, Santiago y otros
cristianos. Mediante sus siervos, Dios dio al pueblo judío una última
oportunidad de arrepentirse. Se manifestó por medio de sus testigos cuando se
los arrestó, juzgó y encarceló. Sin embargo, sus jueces pronunciaron sobre
ellos la sentencia de muerte. Eran hombres de quienes el mundo no era digno, y
matándolos, los judíos crucificaban de nuevo al Hijo de Dios.
ASÍ SUCEDERÁ
NUEVAMENTE. LAS AUTORIDADES HARÁN LEYES PARA RESTRINGIR LA LIBERTAD RELIGIOSA. Asumirán el
derecho que pertenece a Dios solo. Pensarán que pueden forzar la conciencia que
únicamente Dios debe regir. Aun ahora están comenzando; y continuarán esta obra
hasta alcanzar el límite que no pueden pasar. Dios se interpondrá en favor de
su pueblo leal, que observa sus mandamientos.
EN TODA OCASIÓN
EN QUE HAYA PERSECUCIÓN, los que la presencian se deciden o en favor de Cristo o
contra él. Los que manifiestan simpatía por aquellos que son condenados
injustamente demuestran su afecto por Cristo.
OTROS SON
OFENDIDOS PORQUE LOS PRINCIPIOS DE LA VERDAD CONDENAN DIRECTAMENTE SUS
PRÁCTICAS.
Muchos tropiezan, caen y apostatan de la fe que una vez defendieron. Los que
apostatan en tiempo de prueba llegarán, para conseguir su propia seguridad, a
dar falso testimonio y a traicionar a sus hermanos. Cristo nos advirtió todo
esto a fin de que no seamos sorprendidos por la conducta antinatural y cruel de
los que rechazan la luz.
CRISTO DIO A
SUS DISCÍPULOS UNA SEÑAL DE LA RUINA QUE IBA A VENIR SOBRE JERUSALÉN, Y LES DIJO CÓMO
PODÍAN ESCAPAR: "Cuando viereis a Jerusalem
cercada de ejércitos, sabed entonces que su 584 destrucción ha llegado.
Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de
ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos
son días de venganza: para que se cumplan todas las cosas que están
escritas."
ESTA ADVERTENCIA
FUE DADA PARA QUE LA RECORDASEN CUARENTA AÑOS MÁS TARDE en ocasión de
la destrucción de Jerusalén. Los cristianos obedecieron la amonestación y ni
uno de ellos pereció cuando cayó la ciudad.
"ORAD,
PUES, QUE VUESTRA HUIDA NO SEA EN INVIERNO NI EN SÁBADO," DIJO CRISTO. El que hizo el
sábado no lo abolió clavándolo en su cruz. El sábado no fue anulado por su
muerte. Cuarenta años después de su crucifixión, había de ser considerado
todavía sagrado. Durante cuarenta años, los discípulos debían orar por que su
huida no fuese en sábado.
DE
LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN, Cristo pasó rápidamente al
acontecimiento mayor, el último eslabón de la cadena de la historia de esta
tierra: la venida del Hijo de Dios en majestad y gloria. Entre estos dos
acontecimientos, estaban abiertos a la vista de Cristo largos siglos de
tinieblas, siglos que para su iglesia estarían marcados con sangre, lágrimas y
agonía. Los discípulos no podían entonces soportar la visión de estas escenas,
y Jesús las pasó con una breve mención. "Habrá entonces grande aflicción
--dijo,-- cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será. Y si
aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de
los escogidos, aquellos días serán acortados."
DURANTE MÁS DE MIL AÑOS IBA
A IMPERAR CONTRA LOS SEGUIDORES DE CRISTO UNA PERSECUCIÓN COMO EL MUNDO NUNCA
LA HABÍA CONOCIDO ANTES. Millones
y millones de sus fieles testigos iban a ser muertos. Si Dios no hubiese
extendido la mano para preservar a su pueblo, todos habrían perecido. "Más
por causa de los escogidos --dijo,-- aquellos días serán acortados."
LUEGO, EN LENGUAJE
INEQUÍVOCO, NUESTRO SEÑOR HABLA DE SU SEGUNDA VENIDA y anuncia los
peligros que iban a preceder a su advenimiento al mundo. "Si alguno os dijere:
He aquí está el Cristo, o allí, no creáis. Porque se levantarán falsos Cristos,
y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que
engañarán, si es posible, aun a los escogidos. He aquí os lo he dicho antes.
Así que, si os dijeren: He aquí en el 585 desierto está; no salgáis: He aquí en
las cámaras; no creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se
muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del
hombre."
UNA DE LAS
SEÑALES DE LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN QUE CRISTO HABÍA ANUNCIADO ERA: "Muchos
falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos." Se levantaron
falsos profetas que engañaron a la gente y llevaron a muchos al desierto. Magos
y hechiceros que pretendían tener un poder milagroso arrastraron a la gente en
pos de sí a las soledades montañosas.
PERO ESA
PROFECÍA FUE DADA TAMBIÉN PARA LOS ÚLTIMOS DÍAS. Se trataba de
una señal del segundo advenimiento. Aun ahora hay falsos cristos y falsos
profetas que muestran señales y prodigios para seducir a sus discípulos. ¿No
oímos el clamor: "He aquí en el desierto está"? ¿No han ido millares
al desierto esperando hallar a Cristo?
Y
DE LOS MILES DE REUNIONES DONDE LOS HOMBRES PROFESAN TENER COMUNIÓN CON LOS
ESPÍRITUS DESENCARNADOS, ¿no se oye ahora la invitación: "He aquí en las cámaras"
está? Tal es la pretensión que el espiritismo expresa. Pero, ¿qué dice Cristo?
"No creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se
muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del
hombre."
EL SALVADOR DIO SEÑALES DE SU VENIDA Y AÚN MÁS
QUE ESO, FIJÓ EL TIEMPO EN QUE LA PRIMERA DE ESTAS SEÑALES IBA A APARECER. "Y luego
después de la aflicción de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no
dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos
serán conmovidas. Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el
cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del
hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria. Y
enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los
cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro."*
APENDICE:
NOTA 3. (Página 585). Los presagios que
han de preceder a la segunda venida de Cristo son muchos (Lucas 21:25-27); pero
en Mateo 24:29,30 se presentan tres señales específicas en el sol, la luna y
las estrellas, como sigue: "Y luego después de la aflicción de aquellos
días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas
caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas. Y entonces se
mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo. Y entonces lamentarán todas las
tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del
cielo, con grande poder y gloria." Los días aquí mencionados son los 1.260
días proféticos, o años, de la tribulación del pueblo de Dios, que abarcan la
Edad Media, y están predichos en Daniel 7:25; 11:33-35 y en Apocalipsis 12:6
13-16.
Ø Estos
días comenzaron en el año 538 de nuestra era cuando el obispo de Roma fue
hecho, por decreto de Justiniano y por el derrocamiento de las potencias
arrianas opositoras, "Cabeza de todas las Santas Iglesias" y
"Verdadero y Eficaz Corrector de Herejes." Continuaron hasta 1798,
cuando Pío VI fue llevado prisionero por el general Berthier y el poder del
papado sobre los gobiernos de Europa quedó quebrantado.
Ø La
tribulación, o activa persecución, no abarcó todo ese período. El Señor abrevió
la tribulación por causa de los escogidos.
Ø DOS
COSAS IMPORTANTES OCURRIERON PARA QUEBRAR EL PODER DE ESTA PERSECUCIÓN:
(1) La creciente influencia de la
Reforma sobre Europa, que iluminó a los príncipes acerca del verdadero
cristianismo, y
(2) la apertura del Nuevo Mundo a los oprimidos de todas las
naciones. Los gobernantes de Europa vieron a sus súbditos más concienzudos
abandonarlos para irse a América, y vieron que era necesaria la tolerancia para
retenerlos.
El primer
gobernante de influencia que obro en este sentido fue María Teresa, emperatriz
de Austria, quien en 1776 abolió la tortura en sus estados hereditarios, lo
cual fue seguido por el edicto de tolerancia de su hijo, el emperador José II,
el 22 de junio de 1781.
En 1776, las colonias unidas de Norteamérica se declararon
estados libres e independientes; y así se abrió un refugio para los oprimidos
de todas las naciones. "Y la tierra ayudó a la mujer." (Apocalipsis
12:16.) El obscurecimiento del sol iba a ocurrir "en aquellos días,
después de aquella aflicción" (Marcos 13:24), "después de la
tribulación." (Mateo 24:29, V.M.).
COMO LA TRIBULACIÓN CESÓ
HACIA 1776, y los días terminaban en 1798, quedamos reducidos a un breve
periodo de 22 años para ver la aparición de la primera de estas señales. Por lo
tanto, por muchos obscurecimientos del sol que hayan ocurrido en lo pasado, o
puedan ocurrir en lo futuro, esta profecía no queda afectada por ellos. La
profecía señala un obscurecimiento del sol que debe haberse realizado 784 entre
1776 y 1798, habiendo de ser más cercano a la primera fecha que a la última. En
cumplimiento de la predicción de nuestro Señor, el 19 de mayo de 1780 ocurrió
un muy notable obscurecimiento del sol, que se extendió por la parte oriental
de Norteamérica y fue notado por muchos eruditos y escritores.
v A él se
refiere el Webster's Unabridged Dictionary (diccionario completo de Webster),
el cual, después de dar la fecha del acontecimiento dice: "La verdadera causa de este fenómeno notable es
desconocida." El ganado volvió a casa, las aves subieron a sus palos, los
hombres y mujeres lloraban y se lamentaban, creyendo que había llegado el día
del juicio. A la noche siguiente, aunque era luna llena, hubo tales tinieblas
que, según las palabras de cierto escritor, "una hoja de papel blanco,
mantenida a pocas pulgadas de los ojos, era tan invisible como el terciopelo
más negro." A veces, cuando se veía la luna, era roja como sangre. (Véase
Apocalipsis 6:12.)
v La
última señal de la serie fue la lluvia de estrellas o meteoros, más
gráficamente descrita en Apocalipsis 6:13. Esta señal se cumplió con la gran
lluvia meteórica del 13 de noviembre de 1833, que fue visible en la mayor parte
de la tierra.
v El siguiente diagrama ayudará a comprender la profecía: Estas son señales específicas para la última generación de hombres que había de vivir en la tierra antes del regreso de Cristo. No revelan el día ni la hora de su venida, pero recalcan con triple seguridad esta advertencia: "Cuando viereis todas estas cosas, sabed que él está cerca, a las puertas. En verdad os digo, que no pasara esta generación, hasta que todo esto sea hecho. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán." (San Mateo 24:32-36, V.M.) La venida de Cristo está a las puertas.
CRISTO DECLARÓ QUE AL FINAL DE LA GRAN PERSECUCIÓN PAPAL, EL SOL SE
OBSCURECERÍA Y LA LUNA NO DARÍA SU LUZ. Luego las estrellas caerían del
cielo. Y dice: "De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se
enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca. Así también
vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, a las
puertas." Cristo anuncia las señales de su venida. Declara que
podemos 586 saber cuándo está cerca, aun a las puertas. Dice de aquellos que
vean estas señales: "No pasará esta generación, que todas estas cosas no
acontezcan." Estas señales han aparecido. Podemos saber con
seguridad que la venida del Señor está cercana. "El cielo y la tierra
pasarán --dice,-- mas mis palabras no pasarán."
CRISTO VA A VENIR EN LAS NUBES Y CON GRANDE GLORIA. Le acompañará
una multitud de ángeles resplandecientes. Vendrá para resucitar a los muertos y
para transformar a los santos vivos de gloria en gloria. Vendrá para honrar a
los que le amaron y guardaron sus mandamientos, y para llevarlos consigo. No
los ha olvidado ni tampoco ha olvidado su promesa. Volverán a unirse los
eslabones de la familia. Cuando miramos a nuestros muertos, podemos pensar en
la mañana en que la trompeta de Dios resonará, cuando "los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos
transformados." (1 Corintios 15:52).
AUN UN POCO MÁS, Y VEREMOS AL REY EN SU HERMOSURA. Un poco más, y
enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Un poco más, y nos presentará "delante de su gloria irreprensibles,
con grande alegría." (Judas 1:24).
POR LO TANTO, CUANDO DIO LAS SEÑALES DE SU VENIDA, DIJO: "Cuando
estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque
vuestra redención está cerca." Pero el día y la hora de su venida,
Cristo no los ha revelado. Explicó claramente a sus discípulos que él mismo no
podía dar a conocer el día o la hora de su segunda aparición. Si hubiese tenido
libertad para revelarlo, ¿por qué habría necesitado exhortarlos a mantener una
actitud de constante expectativa?
HAY QUIENES ASEVERAN
CONOCER EL DÍA Y LA HORA DE LA APARICIÓN DE NUESTRO SEÑOR. Son muy
fervientes en trazar el mapa del futuro. Pero el Señor los ha amonestado a que
se aparten de este terreno. El tiempo exacto de la segunda venida del Hijo del
hombre es un misterio de Dios.
CRISTO CONTINUÓ SEÑALANDO
LA CONDICIÓN DEL MUNDO EN OCASIÓN DE SU VENIDA: "Como los días de Noé, así
será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días antes del diluvio
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día que
Noé entró en el arca, y no conocieron hasta que vino el diluvio y llevó a
todos, así será también la venida del Hijo del hombre."
CRISTO
NO PRESENTA AQUÍ UN 587 MILENARIO
TEMPORAL, mil años en los
cuales todos se han de preparar para la eternidad. Nos dice que como fue en los
días de Noé, así será cuando vuelva el Hijo del hombre.
¿CÓMO ERA EN LOS DÍAS DE
NOÉ? -- "Vió Jehová que la malicia
de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos
del corazón de ellos era de continuo solamente el mal." (Génesis 6:5).
Los habitantes del mundo
antediluviano se apartaron de Jehová y se negaron a hacer su santa voluntad.
Siguieron sus propias imaginaciones profanas e ideas pervertidas. Y a causa de
su perversidad fueron destruidos; y hoy el mundo está siguiendo el mismo camino.
No ofrece señales halagüeñas de gloria milenaria. Los transgresores de la ley
de Dios están llenando la tierra de maldad. Sus apuestas, sus carreras de
caballos, sus juegos, su disipación, sus prácticas concupiscentes, sus pasiones
indomables, están llenando rápidamente el mundo de violencia.
EN
LA PROFECÍA REFERENTE A LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN, CRISTO DIJO: "Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad
[el amor] de muchos se resfriará. Mas el que perseverare hasta el fin, éste
será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por
testimonio a todos los Gentiles; y entonces vendrá el fin."
Esta profecía volverá a cumplirse. La abundante iniquidad de
aquel día halla su contraparte en esta generación.
LO MISMO OCURRE
CON LA PREDICCIÓN REFERENTE A LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO. Antes de la
caída de Jerusalén, Pablo, escribiendo bajo la inspiración del Espíritu Santo,
declaró que el Evangelio había sido predicado a "toda criatura que está debajo del cielo". (Colosenses 1:23).
Así también ahora, antes de la venida del Hijo del hombre, el Evangelio eterno
ha de ser predicado "a toda nación
y tribu y lengua y pueblo." (Apocalipsis 14:6,14). Dios "ha
establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo." (Hechos 17:31).
CRISTO NOS DICE
CUÁNDO HA DE INICIARSE ESE DÍA. No afirma que todo el mundo se
convertirá, sino que "será predicado este evangelio del reino en todo el
mundo, por testimonio a todos los Gentiles; y entonces vendrá el fin." Mediante
la proclamación del Evangelio al mundo, está a nuestro alcance apresurar la
venida de nuestro Señor. No sólo hemos de esperar la venida del día de Dios, sino apresurarla. (2 Pedro 3:12).
SI LA
IGLESIA DE CRISTO hubiese hecho su obra como el Señor le ordenaba, todo 588 el mundo habría sido ya amonestado, y el
Señor Jesús habría venido a nuestra tierra con poder y grande gloria.
DESPUÉS QUE
HUBO INDICADO LAS SEÑALES DE SU VENIDA, CRISTO DIJO: "Cuando
viereis hacerse estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas."
"Mirad, velad y orad." Dios advirtió siempre a los hombres los juicios que iban a caer
sobre ellos. Los que tuvieron fe en su mensaje para su tiempo y actuaron de
acuerdo con ella, en obediencia a sus mandamientos, escaparon a los juicios que
cayeron sobre los desobedientes e incrédulos.
A NOÉ FUERON
DIRIGIDAS ESTAS PALABRAS: "Entra tú y
toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí." Noé
obedeció y se salvó.
ESTE MENSAJE
LLEGÓ A LOT:
"Levantaos, salid de este lugar;
porque Jehová va a destruir esta ciudad." (Génesis 7:1; 19:14). Lot se
puso bajo la custodia de los mensajeros celestiales y se salvó. Así también los
discípulos de Cristo fueron advertidos acerca de la destrucción de Jerusalén.
Los que se fijaron en la señal de la ruina inminente y huyeron de la ciudad
escaparon a la destrucción.
Así también ahora hemos sido advertidos acerca de la segunda
venida de Cristo y de la destrucción que ha de sobrecoger al mundo. Los que
presten atención a la advertencia se salvarán.
POR CUANTO NO SABEMOS LA HORA EXACTA DE SU
VENIDA, se nos ordena que
velemos. "Bienaventurados aquellos
siervos, a los cuales cuando el Señor viniere, hallare velando." (Lucas
12:37).
LOS QUE VELAN ESPERANDO LA VENIDA DE SU SEÑOR
NO AGUARDAN EN OCIOSA EXPECTATIVA. La espera de la venida de Cristo debe
inducir a los hombres a temer al Señor y sus juicios sobre los transgresores.
Les ha de hacer sentir cuán grande pecado es rechazar sus ofrecimientos de
misericordia. Los que aguardan al Señor purifican sus almas obedeciendo la verdad.
Con la vigilancia combinan el trabajo ferviente. Por cuanto saben que el Señor
está a las puertas, su celo se vivifica para cooperar con los seres divinos y
trabajar para la salvación de las almas. Estos son los siervos fieles y
prudentes que dan a la familia del Señor "a
su tiempo. . . su ración." (Lucas 12:42).
DECLARAN LA VERDAD QUE TIENE APLICACIÓN
ESPECIAL A SU TIEMPO. Como Enoc, Noé, Abrahán y Moisés
declararon cada uno la verdad para su tiempo, así también los siervos de Cristo
dan ahora la amonestación especial para su generación. 589
PERO
CRISTO PRESENTA OTRA CLASE: "Y si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor se tarda en
venir: y comenzare a herir a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los
borrachos; vendrá el señor de aquel siervo en el día que no espera."
El mal siervo dice en su corazón: "Mi señor se tarda en venir." No
dice que Cristo no vendrá. No se burla de la idea de su segunda venida. Pero en
su corazón y por sus acciones y palabras, declara que la venida de su Señor
tarda. Destierra del ánimo ajeno la convicción de que el Señor va a venir
prestamente. Su influencia induce a los hombres a una demora presuntuosa y
negligente. Los confirma en su mundanalidad y estupor. Las pasiones terrenales
y los pensamientos corruptos se posesionan de su mente. El mal siervo come y
bebe con los borrachos, y se une con el mundo en la búsqueda de placeres. Hiere
a sus consiervos acusando y condenando a los que son fieles a su Maestro. Se
asocia con el mundo. Siendo semejantes, participan juntos en la transgresión.
Es una asimilación temible. Juntamente con el mundo, queda entrampado.
SE NOS
ADVIERTE:
"Vendrá el Señor de aquel siervo. . . a la hora que no sabe, y le cortará
por medio, y pondrá su parte con los hipócritas. "Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora
vendré a ti."*(Apocalipsis 3:3).
EL ADVENIMIENTO DE CRISTO SORPRENDERÁ A LOS
FALSOS MAESTROS. Están diciendo: "Paz
y seguridad." Como los sacerdotes y doctores antes de la caída de
Jerusalén, esperan que la iglesia disfrute de prosperidad terrenal y gloria.
Interpretan las señales de los tiempos como indicios de esto.
¿PERO QUÉ DICE
LA PALABRA INSPIRADA? "Vendrá sobre
ellos destrucción de repente." (1
Tesalonicenses 5:3).
EL DÍA DE DIOS
VENDRÁ COMO LADRÓN SOBRE TODOS LOS QUE MORAN EN LA FAZ DE LA TIERRA, que hacen de
este mundo su hogar. Viene para ellos como ladrón furtivo. El mundo, lleno de
orgías, de placeres impíos, está dormido en la seguridad carnal. Los hombres
están postergando la venida del Señor. Se burlan de las amonestaciones.
Orgullosamente se jactan diciendo: "Todas
las cosas permanecen así como desde el principio." "Será el día de
mañana como éste, o mucho más excelente." (2 Pedro 3:4; Isaías 56:12).
Nos hundiremos aún más en el amor a los deleites. Pero Cristo dice: "He aquí, yo vengo como 590
ladrón."*(Apocalipsis 16:15).
EN EL MISMO TIEMPO EN QUE EL MUNDO PREGUNTA
CON DESPRECIO: "¿Dónde está la promesa de su
advenimiento?" (2 Pedro 3:4).
SE ESTÁN
CUMPLIENDO LAS SEÑALES. MIENTRAS CLAMAN: "Paz y seguridad," se acerca la
destrucción repentina. Cuando el escarnecedor, el que rechaza la verdad, se ha
vuelto presuntuoso; cuando la rutina del trabajo en las diversas formas de
ganar dinero se lleva a cabo sin consideración a los principios; cuando los
estudiantes procuran ávidamente conocerlo todo menos la Biblia, Cristo viene
como ladrón.
EN EL MUNDO
TODO ES AGITACIÓN. Las señales de los tiempos son alarmantes. Los
acontecimientos venideros proyectan ya sus sombras delante de sí.
EL ESPÍRITU DE DIOS SE ESTÁ RETIRANDO DE LA
TIERRA, y una calamidad sigue a otra por tierra y mar. Hay
tempestades, terremotos, incendios, inundaciones, homicidios de toda magnitud.
¿QUIÉN PUEDE LEER LO FUTURO? ¿Dónde hay seguridad? No hay
seguridad en nada que sea humano o terrenal.
RÁPIDAMENTE LOS
HOMBRES SE ESTÁN COLOCANDO BAJO LA BANDERA QUE HAN ESCOGIDO. Inquietos,
están aguardando y mirando los movimientos de sus caudillos.
HAY QUIENES ESTÁN
AGUARDANDO, Velando Y Trabajando Por La Aparición De Nuestro Señor.
OTRA CLASE SE ESTÁ COLOCANDO Bajo La Dirección Del Primer Gran Apóstata.
POCOS CREEN de todo corazón y alma que tenemos
un infierno que rehuir y un cielo que ganar.
LA CRISIS SE
ESTÁ ACERCANDO GRADUAL Y FURTIVAMENTE A NOSOTROS. El sol brilla
en los cielos y recorre su órbita acostumbrada, y los cielos continúan
declarando la gloria de Dios.
LOS HOMBRES
SIGUEN COMIENDO Y BEBIENDO, plantando y edificando, casándose y dándose en casamiento.
Los negociantes siguen comprando y vendiendo. Los hombres siguen luchando unos
con otros, contendiendo por el lugar más elevado. Los amadores de placeres
siguen atestando los teatros, los hipódromos, los garitos de juego. (Casinos,
Juegos de azar..).
PREVALECE LA
MÁS INTENSA EXCITACIÓN, y sin embargo el tiempo de gracia está llegando
rápidamente a su fin, y cada caso está por ser decidido para la eternidad.
SATANÁS VE QUE
SU TIEMPO ES CORTO. Ha puesto todos sus agentes a trabajar a fin de que los
hombres sean engañados, seducidos, ocupados y hechizados hasta que haya
terminado el tiempo de gracia, y se haya cerrado para siempre la puerta de la
misericordia.591
SOLEMNEMENTE
LLEGAN HASTA NOSOTROS, A TRAVÉS DE LOS SIGLOS, las palabras amonestadoras de
nuestro Señor desde el monte de las Olivas: "Mirad por vosotros, que
vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los
cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día." "Velad
pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas
cosas que han de venir y de estar en pie delante del Hijo del hombre." 592
DTG/EGW
(Este
capítulo 69. Está basado en San Mateo Capitulo 24; San Marcos Capitulo 13; San
Lucas 21:5-38).
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