(Este capítulo 70. Está basado en San Mateo 25:31-46).
"CUANDO EL
HIJO DEL HOMBRE VENGA EN SU GLORIA, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará sobre el trono de su gloria. Y serán reunidas delante de él
todas las gentes y los apartará los unos de los otros." Así presentó
Cristo a sus discípulos, en el monte de las Olivas, la escena del gran día de
juicio. Explicó que su decisión girará en derredor de un punto.
CUANDO
LAS NACIONES ESTÉN REUNIDAS DELANTE DE ÉL, habrá tan sólo dos clases; y su
destino eterno quedará determinado por lo que hayan hecho o dejado de hacer por
él en la persona de los pobres y dolientes.
EN AQUEL DÍA, Cristo no presenta a los hombres la gran obra que él hizo
para ellos al dar su vida por su redención. Presenta la obra fiel Que Hayan Hecho Ellos para él.
*A
LOS PUESTOS A SU DIESTRA DIRÁ: "Venid, benditos de mi Padre,
heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo porque
tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
huésped, y me recogisteis; desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis;
estuve en la cárcel, y vinisteis a mí."
PERO AQUELLOS A QUIENES CRISTO ELOGIA no saben
que le han estado sirviendo. A las preguntas
que hacen, perplejos, contesta: "En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos
pequeñitos, a mí lo hicisteis."
JESÚS DIJO A
SUS DISCÍPULOS que serían aborrecidos de todos los hombres, perseguidos y
afligidos. Muchos serían echados de sus casas y empobrecidos. Muchos sufrirían
angustias por la enfermedad y las privaciones. Muchos serían encarcelados. A
todos los que abandonasen a sus amigos y su hogar por amor a él, prometió en
esta vida cien veces tanto. Ahora asegura una bendición especial a todos los
que iban a servir a sus hermanos. En todos los que sufren por mi nombre, dijo
Jesús, habéis de reconocerme a mí. Como me serviríais a mí, habéis de servirlos
a ellos. Esta será la evidencia de que sois mis discípulos. 593 Todos los que
han nacido en la familia celestial son en un sentido especial los hermanos de
nuestro Señor. El amor de Cristo liga a los miembros de su familia, y
dondequiera que se hace manifiesto este amor se revela la filiación divina. "Cualquiera que ama, es nacido de
Dios, y conoce a Dios."*(1 Juan 4:7).
AQUELLOS A QUIENES CRISTO ELOGIA EN EL JUICIO, pueden haber
sabido poca teología, pero albergaron sus principios. Por la influencia del
Espíritu divino, fueron una bendición para los que los rodeaban.
v
AUN
ENTRE LOS PAGANOS, HAY QUIENES HAN ABRIGADO EL ESPÍRITU DE
BONDAD; antes que las palabras de
vida cayesen en sus oídos, manifestaron amistad para con los misioneros, hasta
el punto de servirles con peligro de su propia vida.
v
ENTRE LOS PAGANOS HAY QUIENES ADORAN A DIOS
IGNORANTEMENTE, quienes no han
recibido jamás la luz por un instrumento humano, y sin embargo no perecerán.
v
AUNQUE IGNORANTES DE LA LEY ESCRITA DE DIOS, oyeron su voz hablarles en la naturaleza e hicieron
las cosas que la ley requería. Sus obras son evidencia de que el Espíritu de
Dios tocó su corazón, y son reconocidos como hijos de Dios.
v
¡CUÁNTO SE SORPRENDERÁN Y ALEGRARÁN Los Humildes De Entre
Las Naciones y entre los paganos, al oír de los labios del Salvador: "En
cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo
hicisteis"! ¡Cuán alegre se sentirá el corazón del Amor Infinito cuando
sus seguidores le miren con sorpresa y gozo al oír sus palabras de aprobación!
v
PERO
EL AMOR DE CRISTO NO SE LIMITA A UNA CLASE. Se identifica con cada hijo de la
humanidad. A fin de que pudiésemos llegar a ser miembros de la familia
celestial, se hizo miembro de la familia terrenal. Es Hijo del hombre, y así
hermano de cada hijo e hija de Adán. Sus seguidores no se han de
sentir separados del mundo que perece en derredor suyo. Son una parte de la
trama y urdimbre de la humanidad; y el Cielo los mira como hermanos de los
pecadores tanto como de los santos. Los que han caído, los que yerran y los
pecaminosos, son abarcados por el amor de Cristo; y cada buena acción hecha
para elevar a un alma caída, cada acto de misericordia, son aceptados como
hechos a él. Los ángeles del cielo son enviados para servir a los que han de
heredar la salvación. No sabemos ahora quiénes son; aún 594 no se ha
manifestado quiénes han de vencer y compartir la herencia de los santos en luz;
pero los ángeles del cielo están recorriendo la longitud y la anchura de la
tierra, tratando de consolar a los afligidos, proteger a los que corren
peligro, ganar los corazones de los hombres para Cristo. No se descuida ni se
pasa por alto a nadie. Dios no hace acepción de personas, y tiene igual cuidado
por todas las almas que creó. Al abrir vuestra puerta a los menesterosos y
dolientes hijos de Cristo, estáis dando la bienvenida a ángeles invisibles.
Invitáis la compañía de los seres celestiales. Ellos traen una sagrada
atmósfera de gozo y paz. Vienen con alabanzas en los labios, y una nota de
respuesta se oye en el cielo. Cada hecho de misericordia produce música allí.
Desde su trono, el Padre cuenta entre sus más preciosos tesoros a los que trabajan
abnegadamente.
*LOS QUE ESTÁN A LA
IZQUIERDA DE CRISTO, los que le han
descuidado en la persona de los pobres y dolientes, fueron inconscientes de su
culpabilidad. Satanás los cegó; no percibieron lo que debían a sus hermanos.
Estuvieron absortos en sí mismos, y no se preocuparon por las necesidades de
los demás.
A LOS RICOS, DIOS DIO RIQUEZAS PARA QUE
ALIVIASEN Y CONSOLASEN A SUS HIJOS DOLIENTES; pero con demasiada frecuencia son indiferentes a las necesidades
ajenas. Se creen superiores a sus hermanos pobres. No se ponen en el lugar del
indigente.
NO COMPRENDEN LAS TENTACIONES Y LUCHAS
DEL POBRE, y la misericordia muere en
su corazón. En costosas moradas y magníficas iglesias, los ricos se encierran
lejos de los pobres; gastan en satisfacer el orgullo y el egoísmo los medios
que Dios les dio para beneficiar a los menesterosos.
LOS POBRES QUEDAN DESPOJADOS DIARIAMENTE
DE LA EDUCACIÓN QUE DEBIERAN TENER CONCERNIENTE A LAS TIERNAS COMPASIONES DE
DIOS; porque él hizo amplia provisión
para que fuesen confortados con las cosas necesarias para la vida. Están
obligados a sentir la pobreza que estrecha la vida, y con frecuencia se sienten
tentados a ser envidiosos, celosos y llenos de malas sospechas. Los que han
sufrido por su cuenta la presión de la necesidad tratan con demasiada
frecuencia a los pobres de una manera despreciativa, y les hacen sentir que los
consideran indigentes.
PERO CRISTO LO CONTEMPLA TODO, y
dice: Yo fui quien tuvo 595 hambre y sed. Yo fui quien anduvo como extraño. Yo
fui el enfermo. Yo estuve en la cárcel. Mientras estabais banqueteando en
vuestras mesas abundantemente provistas, yo sufría hambre en el tugurio o la
calle vacía. Mientras estabais cómodos en vuestro lujoso hogar, yo no tenía
dónde reclinar la cabeza. Mientras llenabais vuestros guardarropas con ricos
atavíos, yo estaba en la indigencia. Mientras buscabais vuestros placeres, yo
languidecía en la cárcel.
Cuando concedíais la pitanza de pan al pobre hambriento,
cuando les dabais esas delgadas ropas para protegerse de la mordiente escarcha,
¿recordasteis que estabais dando al Señor de la gloria? Todos los días de
vuestra vida yo estuve cerca de vosotros en la persona de aquellos afligidos,
pero no me buscasteis. No trabasteis compañerismo conmigo. No os conozco.
MUCHOS PIENSAN QUE SERÍA UN GRAN PRIVILEGIO
VISITAR EL ESCENARIO DE LA VIDA DE CRISTO EN LA TIERRA, andar donde él anduvo,
mirar el lago en cuya orilla se deleitaba en enseñar y las colinas y valles en
los cuales sus ojos con tanta frecuencia reposaron. Pero no necesitamos ir a
Nazaret, Capernaúm y Betania para andar en las pisadas de Jesús.
HALLAREMOS SUS HUELLAS AL LADO DEL LECHO DEL
ENFERMO, en los tugurios de los pobres, en las atestadas callejuelas de la gran
ciudad, y en todo lugar donde haya corazones humanos que necesiten consuelo. Al
hacer como Jesús hizo cuando estaba en la tierra, andaremos en sus pisadas.
TODOS PUEDEN HALLAR ALGO QUE HACER.
"Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros," dijo Jesús,
*(Juan 12:8). Y nadie necesita pensar que no hay lugar donde
pueda trabajar para él. Millones y millones de almas humanas a punto de perecer,
ligadas en cadenas de ignorancia y pecado, no han oído ni siquiera hablar del
amor de Cristo por ellas. Si nuestra condición y la suya fuesen invertidas, ¿Qué desearíamos que ellas hiciesen por nosotros?
TODO ESTO, EN
CUANTO ESTÁ A NUESTRO ALCANCE HACERLO, TENEMOS LA MÁS SOLEMNE OBLIGACIÓN DE
HACERLO POR ELLAS. La regla de vida de Cristo, por la cual cada uno de
nosotros habrá de subsistir o caer en el juicio, es: "Todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con
vosotros, así también haced vosotros con ellos."*Mateo 7:12).
EL SALVADOR DIO SU VIDA PRECIOSA PARA
ESTABLECER UNA IGLESIA 596 capaz de cuidar de las almas entristecidas y tentadas.
Un grupo de creyentes puede ser pobre, sin educación y desconocido; sin
embargo, estando en Cristo puede hacer en el hogar, el vecindario y la iglesia,
y aun en regiones lejanas, una obra cuyos resultados serán tan abarcantes como
la eternidad.
DEBIDO A QUE
ESTA OBRA ES DESCUIDADA, muchos jóvenes discípulos no pasan nunca más allá del mero
alfabeto de la experiencia cristiana. Ayudando a los menesterosos, podrían
haber mantenido viva la luz que resplandeció en su corazón cuando Jesús les
dijo: "Tus pecados te son perdonados."
LA
INQUIETA ENERGÍA QUE ES CON TANTA FRECUENCIA UNA FUENTE DE PELIGRO PARA LOS
JÓVENES podría ser
encauzada en conductos por los cuales fluiría en raudales de bendición. Se
olvidarían del yo en el trabajo ferviente destinado a hacer bien a otros. Los
que sirvan a otros serán servidos por el príncipe de los pastores. Ellos mismos
beberán del agua de vida y serán satisfechos. No desearán diversiones
excitantes, o algún cambio en su vida.
EL
GRAN TEMA DE SU INTERÉS SERÁ CÓMO SALVAR LAS ALMAS QUE ESTÁN A PUNTO DE PERECER. El trato
social será provechoso. El amor del Redentor unirá los corazones. Cuando
comprendamos que somos colaboradores con Dios, no pronunciaremos sus promesas
con indiferencia. Arderán en nuestro corazón y en nuestros labios.
A MOISÉS, CUANDO LE LLAMÓ A SERVIR A UN PUEBLO IGNORANTE,
indisciplinado y rebelde, Dios le prometió: "Mi rostro irá contigo, y te haré descansar." Y dijo: "Yo seré
contigo."*(Éxodo 33:14; 3:12). Esta promesa es hecha a todos los que
trabajan en lugar de Cristo por sus hijos afligidos y dolientes.
EL AMOR HACIA
EL HOMBRE ES LA MANIFESTACIÓN TERRENAL DEL AMOR HACIA DIOS. El Rey de
gloria vino a ser uno con nosotros, a fin de implantar este amor y hacernos
hijos de una misma familia. Y cuando se cumplan las palabras que pronunció al
partir: "Que os améis los unos a
los otros, como yo os he amado,"*(Juan 15:12).
CUANDO AMEMOS AL MUNDO COMO ÉL LO AMÓ, ENTONCES SE HABRÁ CUMPLIDO SU MISIÓN PARA CON NOSOTROS. Estaremos listos para el cielo, porque lo tendremos en nuestro corazón. Pero "si dejares de librar los que son tomados para la muerte, y los que son llevados al degolladero; si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿no lo entenderá el que pesa los corazones? 597 El que mira por tu alma, él lo conocerá, y dará al hombre según sus obras." (Proverbios 24:11,12).
EN EL GRAN DÍA DEL JUICIO, los que no hayan trabajado para Cristo,
que hayan ido a la deriva pensando en sí mismos y cuidando de sí mismos, serán
puestos por el Juez de toda la tierra con aquellos que hicieron lo malo. Reciben
la misma condenación.
A CADA ALMA HA
SIDO DADO UN COMETIDO. A cada uno preguntará el gran Pastor: "¿Dónde está el rebaño que te fue dado, la grey de tu
gloria?" Y "¿qué dirás cuando te visitará?" (Jeremías 13:20,21).
598 DTG/EGW
(Este
capítulo 70. Está basado en San Mateo 25:31-46).
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