martes, noviembre 03, 2009

07. ACERCA DE SU FUTURO. (CURSO) “DESCUBRA TESOROS”


Los doctores Patricia y David Mrazek han visto cosas muy deprimentes en su trabajo. Como pediatras especializados han tenido que atender a muchos niños que sufren. Pero se han sorprendido al ver que algunos de sus pequeños pacientes reaccionaban muy bien ante situaciones negativas, mientras que otros sucumbían. Por ejemplo, ¿por qué un niño al crecer sucumbe ante las drogas mientras otro del mismo nivel asiste al colegio? ¿Cómo se explica que algunos que han sido abusados llegan a hacer lo mismo cuando son adultos, mientras otros se convierten en buenos padres?

Los doctores Mrazek hicieron una minuciosa encuesta para hallar respuestas a estas preguntas. En su estudio apareció algo que se destacaba en los niños que superaban los traumas y desarrollaban vidas saludables. ¿El secreto? Una visión básica de optimismo y esperanza en la vida. La esperanza hizo la diferencia. La esperanza, más que cualquier otra cosa, nos ayuda a superar los problemas que se amontonan sobre nosotros. Los seres humanos necesitan desesperadamente una nueva esperanza. Pero es imposible hallarla A MENOS que la busquemos de acuerdo a la visión de las profecías bíblicas. Esta Guía de DESCUBRA presenta una asombrosa profecía que ha llenado a innumerables personas con una vibrante esperanza.


1. UNA ASOMBROSA PROFECÍA BÍBLICA
Seis siglos antes del nacimiento de Cristo, Dios le dio al mundo una vislumbre del futuro por medio del profeta Daniel. Le presentó un bosquejo anticipado de la historia, desde ese tiempo hasta nuestros días. La profecía comenzaba con un sueño que Dios le dio a Nabucodonosor, rey de Babilonia, hace unos 2.500 años. El sueño inquietó mucho al rey, pero cuando despertó no podía recordar nada. Después que los sabios de Babilonia fracasaron en decir el sueño al rey y mucho menos interpretarlo, entró en escena Daniel, un joven hebreo cautivo, que declaró que el Dios del cielo podía revelar todos los misterios.

De pie, delante del rey, le dijo con seguridad: “Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen... que era muy grande y cuya gloria era sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. “La cabeza de esta imagen era de oro fino; sus pechos y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. “Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. “Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas LA PIEDRA QUE HIRIÓ A LA IMAGEN fue hecha un gran monte que LLENÓ TODA LA TIERRA”. -- Daniel 2:31-35. A primera vista, parece que esta estatua no tiene nada que ver con la idea de hallar esperanza en nuestro tiempo. Pero lo veremos más adelante.

2. LA INTERPRETACIÓN DE LA PROFECÍA
Después de decirle al sorprendido Nabucodonosor exactamente lo que había visto en su sueño, Daniel continúo: “Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey”. -- Daniel 2:36.

LA CABEZA DE ORO:
¿Qué poder mundial le dijo Daniel al rey que estaba representando la cabeza de oro? “Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; TÚ ERES AQUELLA CABEZA DE ORO”. -- Vers. 37-38. Con esas palabras, Daniel le estaba diciendo al rey del más brillante imperio mundial: “Nabucodonosor, tu sueño es un mensaje de Dios. La cabeza de oro de la estatua representa tu reino”.

EL PECHO Y LOS BRAZOS DE PLATA:
Desde una perspectiva humana, el imperio babilónico parecía que duraría para siempre. Pero, ¿cómo continuaba la profecía? “Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo”. -- Vers. 39. En cumplimiento de esta predicción divina, el reino de Nabucodonosor se derrumbó cuando Ciro, general persa, derrotó al Imperio Babilónico en el año 539 a.C. Y el Imperio Medo-Persa, representado por el pecho y los brazos de plata, se convirtió en el poder dominante.

EL VIENTRE Y LOS MUSLOS DE BRONCE:
¿Qué representa esta parte de la gran imagen de metal? “Y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra”. -- Vers. 39. El vientre y los muslos de bronce representan a Grecia. Alejandro Magno derrotó a los persas en la batalla de Arbela, convirtiendo a Grecia en el tercer gran imperio mundial, que gobernó desde el año 331 hasta el 168 a.C.

LAS PIERNAS DE HIERRO:
“Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo”. -- Ver. 40. Después de la muerte de Alejandro, su imperio de debilitó y dividió, y en el año 168 a.C. Roma, el imperio de hierro, derrotó a los griegos en la batalla de Pidna. César Augusto gobernaba el Imperio Romano cuando Cristo nació (S. Lucas 2:1). Cristo y sus apóstoles vivieron en el período representado por las piernas de hierro. Gibbon, historiador del siglo XVIII, sin duda tenía la profecía de Daniel en mente cuando escribió: “Las imágenes de oro, plata o bronce que podían servir para representar a las naciones y sus reyes, fueron sucesivamente quebradas por la férrea monarquía de Roma”. -Edward Gibbon, The History of the Decline and Fall of the Roman Empire (John D. Morris Company), tomo 4, pág. 89. Piense por un momento en esta predicción desde el punto de vista humano. ¿Cómo pudo saber Daniel, un cautivo hebreo en Babilonia, cuántos imperios habría y cómo se sucederían uno a otro cientos de años después? A nosotros se nos hace difícil predecir cómo funcionarán de aquí a una semana los mercados de cambio. Pero Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma aparecieron en el orden predicho.
¿Controla Dios el futuro? ¿Podemos confiar en sus planes? La respuesta es un rotundo ¡Sí!

LOS PIES Y LOS DEDOS DE HIERRO MEZCLADO CON BARRO:
“Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, SERÁ UN REINO DIVIDIDO; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil”. -- Vers. 41-42. El profeta no predijo un quinto imperio sino la división de la férrea monarquía de Roma, que se dividió en diez reinos, simbolizados por los diez dedos de los pies de la imagen. ¿Sucedió realmente así? Efectivamente, en los siglos IV y V de la era cristiana, tribus bárbaras invadieron el decadente imperio romano desde el norte y, finalmente, diez de las tribus conquistaron la mayor parte del territorio occidental del imperio. Como resultado, diez naciones se establecieron en Europa. Los diez dedos representan las modernas naciones de la Europa de hoy.
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DIEZ DEDOS - DIEZ TRIBUS PRINCIPALES EN EL IMPERIO ROMANO OCCIDENTAL
1. Anglosajones (Inglaterra)
2. Francos (Francia)
3. Alamanes (Alemania)
4. Lombardos (Italia)
5. Ostrogodos (Destruidos más tarde)
6. Visigodos (España)
7. Burgundios (Suiza)
8. Vándalos (Norte de África, destruidos después)
9. Suevos (Portugal)
10. Hérulos (Desparecieron siglos después)
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3. NUESTROS DÍAS EN LA PROFECÍA BÍBLICA
¿Predijo Daniel que se harían esfuerzos para unir estas naciones bajo un solo gobernante?
“Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro”. -- Daniel 2:43. Muchos han tratado de unir Europa, pero han fracasado. Napoleón fue el que estuvo más cerca de lograrlo, pero probablemente pensando en esta profecía, cuando se retiraba vencido de la batalla de Waterloo, lamentándose dijo: “El Todopoderoso Dios es demasiado para mí”. El káiser Guillermo II y Adolfo Hitler crearon los más poderosos ejércitos de su tiempo. Pero fracasaron también en el intento de unir Europa. Todos los que han tratado de unir Europa no han podido anular la profecía de Daniel. Dios es el que tiene el futuro en sus manos; todo está bajo su control. Esto es suficiente para darnos esperanza, paz mental y confianza en su plan para nuestras vidas.

4. UN VISTAZO AL FUTURO
Sólo una parte de la profecía de Daniel no se ha cumplido todavía. ¿Qué significa la piedra que golpeó la estatua en sus pies, la desmenuzó y se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra? (Vers. 34-35). “Y EN LOS DÍAS DE ESTOS REYES (las naciones modernas de Europa Occidental) EL DIOS DEL CIELO LEVANTARÁ SU REINO que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él PERMANECERÁ PARA SIEMPRE”. -- Daniel 2:44. “Estos reyes” sólo puede referirse a los gobernantes simbolizados por los pies y los dedos de la estatua, a saber, los dirigentes de los países de la moderna Europa. La conclusión es inevitable: “En los días de estos reyes” apunta al tiempo en que estamos viviendo. Jesús volverá muy pronto para establecer “un reino que... permanecerá para siempre”; un reino de paz y de felicidad. Su reino -la piedra que desmenuzará al mundo-- ocupará toda la tierra. Cristo, la Roca de la eternidad y el Rey de Reyes gobernará para siempre. El clímax de esta profecía de Daniel es la segunda venida de Cristo. Jesús, el Hijo de Dios, está a punto de poner fin a la historia humana y establecer su reino eterno de amor y de gracia.

5. EL SUEÑO DEL REY Y USTED
Esta profecía revela la mano de Dios dirigiendo el surgimiento y la caída de las naciones. Dios conoce el pasado y esta profecía bíblica nos muestra que también conoce el futuro. Si Dios dirige los movimientos de las naciones con tal precisión, seguramente puede guiar la vida de cada ser humano. Jesús prometió: “Aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis” -- S. Mateo 10:30-31. La fe, un don de Dios, es el remedio para nuestras angustias y temores. La esperanza que Cristo nos inspira puede servir como una “segura y firme ancla” para nuestras almas (Hebreos 6:19).

Erasmo, erudito del siglo XVI, cuenta un incidente que ocurrió en uno de sus viajes por mar, que recordó el resto de su vida. En medio de una tempestad, el barco en el que viajaba encalló. Las violentas olas golpeaban la nave, que comenzó a romperse. Hasta los curtidos marineros sentían temor. Los pasajeros estaban histéricos. La mayoría invocaba a su santo patrón, cantaban himnos o hacían promesas en alta voz. Erasmo notó que una pasajera se comportaba en forma diferente, y escribió: “ De todos nosotros, la única persona que permanecía serena era una joven madre que sostenía a un niño que alimentaba. No gritaba ni hacía promesas apresuradas al cielo. Lo único que hacía era orar silenciosamente mientras apretaba al niño en su regazo”.

Erasmo comprendió que esta oración formaba parte de su vida regular. Parecía estar confiada en Dios. Cuando el barco comenzó a hundirse, la joven madre fue colocada en una tabla, se le dio un palo como remo y fue lanzada a las olas. Tenía que sostener a su pequeño con una mano y remar con la otra. Pocos pensaron que sobreviviría al oleaje. Pero su fe y su serenidad la salvaron. Con su hijito fueron los primeros en llegar a la orilla. La esperanza en Dios puede hacer la diferencia -aun cuando el mundo parezca derrumbarse a nuestro alrededor. Estamos aquí porque la mano del Todopoderoso nos guía y nos mantiene a flote.

Si usted se allega a Cristo de todo corazón, él le dará una fe tal que lo guiará en medio de todas las tempestades de la vida. Descubra la paz sobrenatural que Jesús promete: “La paz os dejo, mi paz os doy... No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.
-- S. Juan 14:27. ¿Tiene usted esta paz en su corazón? Si la tiene, agradezca a Jesús, su Salvador. En caso contrario, ¿por qué no lo invita a entrar en su vida hoy?
Derechos reservados © 2002 The Voice of Prophecy Radio Broadcast Los Angeles, California, U.S.A.

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