lunes, noviembre 23, 2009

DTG CAPÍTULO 12 "La Tentación"

(Este capítulo 12 está basado en San Mateo 4:1-11; San Marcos 1:12,13; San Lucas 4:1-13).

"Y JESÚS, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto." Las palabras de Marcos son aún más significativas. Él dice: "Y luego el Espíritu le impele al desierto. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado de Satanás; y estaba con las fieras." "Y no comió cosa en aquellos días."

CUANDO JESÚS FUE LLEVADO AL DESIERTO PARA SER TENTADO, fue llevado por el Espíritu de Dios. El no invitó a la tentación. Fue al desierto para estar solo, para contemplar su misión y su obra. Por el ayuno y la oración, debía fortalecerse para andar en la senda manchada de sangre que iba a recorrer. Pero Satanás sabía que el Salvador había ido al desierto, y pensó que ésa era la mejor ocasión para atacarle.

GRANDES ERAN PARA EL MUNDO LOS RESULTADOS QUE ESTABAN EN JUEGO EN EL CONFLICTO ENTRE EL PRÍNCIPE DE LA LUZ Y EL CAUDILLO DEL REINO DE LAS TINIEBLAS. Después de inducir al hombre a pecar, Satanás reclamó la tierra como suya, y se llamó príncipe de este mundo. Habiendo hecho conformar a su propia naturaleza al padre y a la madre de nuestra especie, pensó establecer aquí su imperio. Declaró que el hombre le había elegido como soberano suyo. Mediante su dominio de los hombres, dominaba el mundo.

CRISTO HABÍA VENIDO PARA DESMENTIR LA PRETENSIÓN DE SATANÁS. Como Hijo del hombre, Cristo iba a permanecer leal a Dios. Así se demostraría que Satanás no había obtenido completo dominio de la especie humana, y que su pretensión al reino del mundo era falsa. Todos los que deseasen liberación de su poder, podrían ser librados. El dominio que Adán había perdido por causa del pecado, sería recuperado. Desde el anuncio hecho a la serpiente en el Edén: "Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya,' (Génesis 3:15).

SATANÁS SABÍA QUE NO EJERCÍA DOMINIO ABSOLUTO 90 SOBRE EL MUNDO. Veía en los hombres la obra de un poder que resistía a su autoridad. Con intenso interés, consideró los sacrificios ofrecidos por Adán y sus hijos. En esta ceremonia discernía el símbolo de la comunión entre la tierra y el cielo. Se dedicó a interceptar esta comunión.

REPRESENTÓ FALSAMENTE A DIOS, así como los ritos que señalaban al Salvador. Los hombres fueron inducidos a temer a Dios como a un ser que se deleitaba en la destrucción.

LOS SACRIFICIOS QUE DEBÍAN REVELAR SU AMOR, eran ofrecidos únicamente para apaciguar su ira. Satanás excitaba las malas pasiones de los hombres a fin de asegurar su dominio sobre ellos.

CUANDO FUE DADA LA PALABRA ESCRITA DE DIOS, Satanás estudió las profecías del advenimiento del Salvador. De generación en generación, trabajó para cegar a la gente acerca de esas profecías, a fin de que rechazase a Cristo en ocasión de su venida.

AL NACER JESÚS, Satanás supo que había venido un Ser comisionado divinamente para disputarle su dominio. Tembló al oír el mensaje del ángel que atestiguaba la autoridad del Rey recién nacido. Satanás conocía muy bien la posición que Cristo había ocupado en el cielo como amado del Padre. El hecho de que el Hijo de Dios viniese a esta tierra como hombre le llenaba de asombro y aprensión. No podía sondear el misterio de este gran sacrificio. Su alma egoísta no podía comprender tal amor por la familia engañada.

LA GLORIA Y LA PAZ DEL CIELO Y EL GOZO DE LA COMUNIÓN CON DIOS, eran débilmente comprendidos por los hombres; pero eran bien conocidos para Lucifer, el querubín cubridor. Puesto que había perdido el cielo, estaba resuelto a vengarse haciendo participar a otros de su caída. Esto lo lograría induciéndolos a menospreciar las cosas celestiales, y poner sus afectos en las terrenales.

NO SIN OBSTÁCULOS IBA EL GENERALÍSIMO DEL CIELO A GANAR LAS ALMAS DE LOS HOMBRES PARA SU REINO. Desde su infancia en Belén, fue continuamente asaltado por el maligno. La imagen de Dios se manifestaba en Cristo, y en los concilios de Satanás se había resuelto vencerle. Ningún ser humano había venido al mundo y escapado al poder del engañador. Las fuerzas de la confederación del mal asediaban su senda para entablar guerra con él, y, si era posible, prevalecer contra él.

EN OCASIÓN DEL BAUTISMO DEL SALVADOR, Satanás se hallaba 91 entre los testigos. Vio la gloria del Padre que descansaba sobre su Hijo. Oyó la voz de Jehová atestiguar la divinidad de Jesús.

DESDE EL PECADO DE ADÁN, la especie humana había estado privada de la comunión directa con Dios; el trato entre el cielo y la tierra se había realizado por medio de Cristo; pero ahora que Jesús había venido "en semejanza de carne de pecado," (Romanos 8:3), el Padre mismo habló. Antes se había comunicado con la humanidad por medio de Cristo; ahora se comunicaba con la humanidad en Cristo.

SATANÁS HABÍA ESPERADO QUE EL ABORRECIMIENTO QUE DIOS SIENTE HACIA EL MAL produjera una eterna separación entre el cielo y la tierra. Pero ahora era evidente que la relación entre Dios y el hombre había sido restaurada.

SATANÁS VIO QUE DEBÍA VENCER O SER VENCIDO. Los resultados del conflicto significaban demasiado para ser confiados a sus ángeles confederados. Debía dirigir personalmente la guerra. Todas las energías de la apostasía se unieron contra el Hijo de Dios. Cristo fue hecho el blanco de toda arma del infierno.

MUCHOS CONSIDERAN ESTE CONFLICTO ENTRE CRISTO Y SATANÁS COMO SI NO TUVIESE IMPORTANCIA PARA SU PROPIA VIDA; y para ellos tiene poco interés. Pero esta controversia se repite en el dominio de todo corazón humano. Nunca sale uno de las filas del mal para entrar en el servicio de Dios, sin arrostrar los asaltos de Satanás.

LAS SEDUCCIONES QUE CRISTO RESISTIÓ SON LAS MISMAS QUE NOSOTROS ENCONTRAMOS TAN DIFÍCILES DE RESISTIR. Le fueron infligidas en un grado tanto mayor cuanto más elevado es su carácter que el nuestro. Llevando sobre sí el terrible peso de los pecados del mundo, Cristo resistió la prueba del apetito, del amor al mundo, y del amor a la ostentación que conduce a la presunción. Estas fueron las tentaciones que vencieron a Adán y Eva, y que tan fácilmente nos vencen a nosotros.

SATANÁS HABÍA SEÑALADO EL PECADO DE ADÁN COMO PRUEBA DE QUE LA LEY DE DIOS ERA INJUSTA, y que no podía ser acatada. En nuestra humanidad, Cristo había de resarcir el fracaso de Adán.

PERO CUANDO ADÁN FUE ASALTADO POR EL TENTADOR, NO PESABA SOBRE ÉL NINGUNO DE LOS EFECTOS DEL PECADO. Gozaba de una plenitud de fuerza y virilidad, así como del perfecto vigor de la mente y el cuerpo. Estaba rodeado por las glorias del Edén, y se hallaba en comunión diaria con los seres celestiales.

NO SUCEDÍA LO MISMO CON JESÚS CUANDO ENTRÓ EN EL DESIERTO PARA 92 LUCHAR CON SATANÁS. Durante cuatro mil años, la familia humana había estado perdiendo fuerza física y mental, así como valor moral; y Cristo tomó sobre sí las flaquezas de la humanidad degenerada. Únicamente así podía rescatar al hombre de las profundidades de su degradación

MUCHOS SOSTIENEN QUE ERA IMPOSIBLE PARA CRISTO SER VENCIDO POR LA TENTACIÓN. En tal caso, no podría haberse hallado en la posición de Adán; no podría haber obtenido la victoria que Adán dejó de ganar.

SI EN ALGÚN SENTIDO TUVIÉSEMOS QUE SOPORTAR NOSOTROS UN CONFLICTO MÁS DURO QUE EL QUE CRISTO TUVO QUE SOPORTAR, él no podría socorrernos. Pero nuestro Salvador tomó la humanidad con todo su pasivo. Se vistió de la naturaleza humana, con la posibilidad de ceder a la tentación. No tenemos que soportar nada que él no haya soportado.

PARA CRISTO, COMO PARA LA SANTA PAREJA DEL EDÉN, EL APETITO FUE LA BASE DE LA PRIMERA GRAN TENTACIÓN. 

Precisamente donde empezó la ruina, debe empezar la obra de nuestra redención. Así como por haber complacido el apetito Adán cayó, por sobreponerse al apetito Cristo debía vencer. "Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre. Y llegándose a él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se hagan pan. Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con sólo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios."

Desde el tiempo de Adán hasta el de Cristo, la complacencia de los deseos propios había aumentado el poder de los apetitos y pasiones, hasta que tenían un dominio casi ilimitado. Así los hombres se habían degradado y degenerado, y por sí mismos no podían vencer. Cristo venció en favor del hombre, soportando la prueba más severa. Por nuestra causa, ejerció un dominio propio más fuerte que el hambre o la misma muerte. Y esta primera victoria entrañaba otros resultados, de los cuales participan todos nuestros conflictos con las potestades de las tinieblas.

CUANDO JESÚS ENTRÓ EN EL DESIERTO, FUE RODEADO POR LA GLORIA DEL PADRE. Absorto en la comunión con Dios, se sintió elevado por encima de las debilidades humanas. Pero la gloria se apartó de él, y quedó solo para luchar con la tentación. Esta le apremiaba en todo momento. Su naturaleza humana rehuía el 93 conflicto que le aguardaba. Durante cuarenta días ayunó y oró. Débil y demacrado por el hambre, macilento y agotado por la agonía mental, "desfigurado era su aspecto más que el de cualquier hombre, y su forma más que la de los hijos de Adán." (Isaías 52:14). VM.

ENTONCES VIO SATANÁS SU OPORTUNIDAD. Pensó que podía vencer a Cristo. Como en contestación a las oraciones del Salvador, se le presentó un ser que parecía un ángel del cielo. Aseveró haber sido comisionado por Dios para declarar que el ayuno de Cristo había terminado. Así como Dios había enviado un ángel para detener la mano de Abrahán a fin de que no sacrificase a Isaac, así también, satisfecho con la buena disposición de Cristo para entrar por la senda manchada de sangre, el Padre había enviado un ángel para librarlo. Tal era el mensaje traído a Jesús.

EL SALVADOR SE HALLABA DEBILITADO POR EL HAMBRE, y deseaba con vehemencia alimentos cuando Satanás se le apareció repentinamente. Señalando las piedras que estaban esparcidas por el desierto, y que tenían la apariencia de panes, el tentador dijo: "Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se hagan pan."

AUNQUE SE PRESENTÓ COMO ÁNGEL DE LUZ DELATABAN SU CARÁCTER ESTAS PRIMERAS PALABRAS: "Si eres Hijo de Dios." En ellas se insinuaba la desconfianza. Si Jesús hubiese hecho lo que Satanás sugería, habría aceptado la duda. El tentador se proponía derrotar a Cristo de la misma manera en que había tenido tanto éxito con la especie humana en el principio. ¡Cuán arteramente se había acercado Satanás a Eva en el Edén! "¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?" (Génesis 3:1).

HASTA AHÍ LAS PALABRAS DEL TENTADOR ERAN VERDAD; pero en su manera de expresarlas, se disfrazaba el desprecio por las palabras de Dios. Había una negativa encubierta, una duda de la veracidad divina. Satanás trató de insinuar a Eva el pensamiento de que Dios no haría lo que había dicho, que el privarlos de una fruta tan hermosa contradecía su amor y compasión por el hombre. Así también el tentador trató de inspirar a Cristo sus propios sentimientos: "Si eres el Hijo de Dios." Las palabras repercuten con amargura en su mente.

EN EL TONO DE SU VOZ HAY UNA EXPRESIÓN DE COMPLETA INCREDULIDAD. ¿Habría de tratar Dios así a su propio Hijo? ¿Lo dejaría en el desierto con las fieras, sin alimento, sin compañía, sin 94 consuelo? Le insinúa que Dios nunca quiso que su Hijo estuviese en tal estado. "Si eres el Hijo de Dios," muéstrame tu poder aliviándote a ti mismo de esta hambre apremiante. Ordena que estas piedras sean transformadas en pan. Las palabras del Cielo: "Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento," (Mateo 3:17), resonaban todavía en los oídos de Satanás.

PERO ESTABA RESUELTO A HACER DUDAR A CRISTO DE ESTE TESTIMONIO. La palabra de Dios era para Cristo la garantía de su misión divina. Él había venido para vivir como hombre entre los hombres, y esta palabra declaraba su relación con el cielo. Era el propósito de Satanás hacerle dudar de esa palabra.

SI LA CONFIANZA DE CRISTO EN DIOS PODÍA SER QUEBRANTADA, Satanás sabía que obtendría la victoria en todo el conflicto. Vencería a Jesús. Esperaba que bajo el imperio de la desesperación y el hambre extrema, Cristo perdería la fe en su Padre, y obraría un milagro en su propio favor. Si lo hubiera hecho habría malogrado el plan de salvación.

CUANDO SATANÁS Y EL HIJO DE DIOS SE ENCONTRARON POR PRIMERA VEZ EN CONFLICTO, Cristo era el generalísimo de las huestes celestiales; y Satanás, el caudillo de la rebelión del cielo, fue echado fuera.

AHORA SU CONDICIÓN ESTÁ APARENTEMENTE INVERTIDA, y Satanás se aprovecha de su supuesta ventaja. Uno de los ángeles más poderosos, dijo, ha sido desterrado del cielo. El aspecto de Jesús indica que él es aquel ángel caído, abandonado de Dios y de los hombres. Un ser divino podría sostener su pretensión realizando un milagro: "Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se hagan pan." Un acto tal de poder creador, insistía el tentador, sería evidencia concluyente de su divinidad. Pondría término a la controversia. No sin lucha pudo Jesús escuchar en silencio al supremo engañador.

PERO EL HIJO DE DIOS NO HABÍA DE PROBAR SU DIVINIDAD A SATANÁS, ni explicar la razón de su humillación. Accediendo a las exigencias del rebelde, no podía ganar nada para beneficio del hombre ni la gloria de Dios. Si Cristo hubiese obrado de acuerdo con la sugestión del enemigo, Satanás habría dicho aún: "Muéstrame una señal para que crea que eres el Hijo de Dios." La evidencia habría sido inútil para quebrantar el poder de la rebelión en su corazón.

Y CRISTO NO HABÍA DE EJERCER EL PODER DIVINO PARA SU PROPIO BENEFICIO. Había 95 venido para soportar la prueba como debemos soportarla nosotros, dejándonos un ejemplo de fe y sumisión. Ni en esta ocasión, ni en ninguna otra ulterior en su vida terrenal, realizó él un milagro en favor suyo. Sus obras admirables fueron todas hechas para beneficio de otros. AUNQUE JESÚS RECONOCIÓ A SATANÁS DESDE EL PRINCIPIO, no se sintió provocado a entrar en controversia con él. Fortalecido por el recuerdo de la voz del cielo, se apoyó en el amor de su Padre. No quiso parlamentar con la tentación.

JESÚS HIZO FRENTE A SATANÁS CON LAS PALABRAS DE LA ESCRITURA. "Escrito está," dijo. En toda tentación, el arma de su lucha era la Palabra de Dios. Satanás exigía de Cristo un milagro como señal de su divinidad. Pero aquello que es mayor que todos los milagros, una firme confianza en un "así dice Jehová," era una señal que no podía ser controvertida. Mientras Cristo se mantuviese en esa posición, el tentador no podría obtener ventaja alguna.

FUE EN EL TIEMPO DE LA MAYOR DEBILIDAD CUANDO CRISTO FUE ASALTADO POR LAS TENTACIONES MÁS FIERAS. Así Satanás pensaba prevalecer. Por este método había obtenido la victoria sobre los hombres. Cuando faltaba la fuerza y la voluntad se debilitaba, y la fe dejaba de reposar en Dios, entonces los que habían luchado valientemente por lo recto durante mucho tiempo, eran vencidos.

MOISÉS se hallaba cansado por los cuarenta años de peregrinaciones de Israel cuando su fe dejó de asirse momentáneamente del poder infinito. Fracasó en los mismos límites de la tierra prometida.

ASÍ TAMBIÉN SUCEDIÓ CON ELÍAS, que había permanecido indómito delante del rey Acab y había hecho frente a toda la nación de Israel, encabezada por los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal. Después de aquel terrible día pasado sobre el Carmelo, cuando se había muerto a los falsos profetas y el pueblo había declarado su fidelidad a Dios, Elías huyó para salvar su vida, ante las amenazas de la idólatra Jezabel. Así se había aprovechado Satanás de la debilidad de la humanidad.

Y AÚN HOY SIGUE OBRANDO DE LA MISMA MANERA. Siempre que una persona esté rodeada de nubes, se halle perpleja por las circunstancias, o afligida por la pobreza y angustia, Satanás está listo para tentarla y molestarla. Ataca los puntos débiles de nuestro carácter. Trata de destruir nuestra 96 confianza en Dios porque él permite que exista tal estado de cosas. Nos vemos tentados a desconfiar de Dios y a poner en duda su amor.

MUCHAS VECES EL TENTADOR VIENE A NOSOTROS COMO SE PRESENTÓ A CRISTO, desplegando delante de nosotros nuestras debilidades y flaquezas. Espera desalentar el alma y quebrantar nuestra confianza en Dios. Entonces está seguro de su presa. Si nosotros le hiciéramos frente como lo hizo Jesús, evitaríamos muchas derrotas. Parlamentando con el enemigo, le damos ventajas.

CUANDO CRISTO DIJO AL TENTADOR: "No con sólo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios," repitió las palabras que más de catorce siglos antes había dicho a Israel: "Acordarte has de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, . . . y te afligió, e hízote tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido; para hacerte saber que el hombre no vivirá de sólo pan, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre." (Deuteronomio 8:2,3).

EN EL DESIERTO, CUANDO TODOS LOS MEDIOS DE SUSTENTO SE HABÍAN AGOTADO, Dios envió a su pueblo maná del cielo, y esto en una provisión suficiente y constante. Dicha provisión había de enseñarles que mientras confiasen en Dios y anduviesen en sus caminos, él no los abandonaría. El Salvador puso ahora en práctica la lección que había enseñado a Israel. La palabra de Dios había dado socorro a la hueste hebrea, y la misma palabra se lo daría también a Jesús.

ESPERÓ EL TIEMPO EN QUE DIOS HABÍA DE TRAERLE ALIVIO. Se hallaba en el desierto en obediencia a Dios, y no iba a obtener alimentos siguiendo las sugestiones de Satanás. En presencia del universo, atestiguó que es menor calamidad sufrir lo que venga, que apartarse en un ápice de la voluntad de Dios. "No con sólo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios."

MUCHAS VECES EL QUE SIGUE A CRISTO SE VE COLOCADO EN DONDE NO PUEDE SERVIR A DIOS Y LLEVAR ADELANTE SUS EMPRESAS MUNDANALES. Tal vez le parezca que la obediencia a algún claro requerimiento de Dios le privará de sus medios de sostén. Satanás quisiera hacerle creer que debe sacrificar las convicciones de su conciencia. Pero lo único en que podemos confiar en este mundo es la Palabra de Dios. 97 "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas." (Mateo 6:33).

AUN EN ESTA VIDA, no puede beneficiarnos el apartarnos de la voluntad de nuestro Padre celestial. Cuando aprendamos a conocer el poder de su palabra no seguiremos las sugestiones de Satanás para obtener alimento o salvarnos la vida. Lo único que preguntaremos será: ¿Cuál es la orden de Dios, y cuál es su promesa?

CONOCIÉNDOLAS, OBEDECEREMOS LA PRIMERA Y CONFIAREMOS EN LA SEGUNDA. En el último gran conflicto de la controversia con Satanás, los que sean leales a Dios se verán privados de todo apoyo terrenal. Porque se niegan a violar su ley en obediencia a las potencias terrenales, se les prohibirá comprar o vender.

 Finalmente será decretado que se les dé muerte. (Véase Apocalipsis 13:11-17; y La Nota 1. del Apéndice).

PERO AL OBEDIENTE SE LE HACE LA PROMESA: "Habitará en las alturas: fortalezas de rocas serán su lugar de acogimiento; se le dará su pan, y sus aguas serán ciertas." (Isaías 33:16). Los hijos de Dios vivirán por esta promesa. Serán alimentados cuando la tierra esté asolada por el hambre. "No serán avergonzados en el mal tiempo; y en los días de hambre serán hartos.' (Salmos 37:19).

EL PROFETA HABACUC PREVIÓ ESTE TIEMPO DE ANGUSTIA, y sus palabras expresan la fe de la iglesia: "Aunque la higuera no florecerá, ni en las vides habrá frutos; mentirá la obra de la oliva, y los labrados no darán mantenimiento, y las ovejas serán quitadas de la majada, y no habrá vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salud."(Habacuc 3:17,18).

DE TODAS LAS LECCIONES Que Se Desprenden De La Primera Gran Tentación De Nuestro Señor, Ninguna Es Más Importante Que La Relacionada Con El Dominio De Los Apetitos Y Pasiones.

EN TODAS LAS EDADES, las tentaciones atrayentes para la naturaleza física han sido las más eficaces para corromper y degradar a la humanidad.

MEDIANTE LA INTEMPERANCIA, Satanás obra para destruir las facultades mentales y morales que Dios dio al hombre como un don inapreciable. Así viene a ser imposible para los hombres apreciar las cosas de valor eterno.

MEDIANTE LA COMPLACENCIA DE LOS SENTIDOS, Satanás trata de borrar del alma todo vestigio de la semejanza divina. La sensualidad irrefrenada y la enfermedad y degradación consiguientes, que existían en tiempos del primer advenimiento de Cristo, existirán, con intensidad agravada, antes de 98 su segunda venida.

CRISTO DECLARA QUE LA CONDICIÓN DEL MUNDO SERÁ COMO EN LOS DÍAS ANTERIORES AL DILUVIO, y como en tiempos de Sodoma y Gomorra. Todo intento de los pensamientos del corazón será de continuo el mal. Estamos viviendo en la víspera misma de ese tiempo pavoroso, y la lección del ayuno del Salvador debe grabarse en nuestro corazón.

ÚNICAMENTE POR LA INDECIBLE ANGUSTIA QUE SOPORTÓ CRISTO podemos estimar el mal que representa el complacer sin freno los apetitos. Su ejemplo demuestra que nuestra única esperanza de vida eterna consiste en sujetar los apetitos y pasiones a la voluntad de Dios. En nuestra propia fortaleza, nos es imposible negarnos a los clamores de nuestra naturaleza caída. Por su medio, Satanás nos presentará tentaciones.

CRISTO SABÍA QUE EL ENEMIGO SE ACERCARÍA A TODO SER HUMANO PARA APROVECHARSE DE LAS DEBILIDADES HEREDITARIAS y entrampar, mediante sus falsas insinuaciones, a todos aquellos que no confían en Dios. Y recorriendo el terreno que el hombre debe recorrer, nuestro Señor ha preparado el camino para que venzamos.

NO ES SU VOLUNTAD QUE SEAMOS PUESTOS EN DESVENTAJA EN EL CONFLICTO CON SATANÁS. No quiere que nos intimiden ni desalienten los asaltos de la serpiente. "Tened buen ánimo -dice; - yo he vencido al mundo."(Juan 16:33 VM.).

CONSIDERE AL SALVADOR EN EL DESIERTO DE LA TENTACIÓN todo aquel que lucha contra el poder del apetito. Véale en su agonía sobre la cruz cuando exclamó: "Sed tengo." El padeció todo lo que nos puede tocar sufrir.

SU VICTORIA ES NUESTRA. Jesús confió en la sabiduría y fuerza de su Padre celestial. Declara: "Jehová el Señor me ayudará; por tanto no he sido abochornado;... y sé que no seré avergonzado.... He aquí que Jehová me ayudará."

LLAMANDO LA ATENCIÓN A SU PROPIO EJEMPLO, él nos dice: "¿Quién hay de entre vosotros que teme a Jehová,. . . que anda en tinieblas y no tiene luz? ¡Confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios!" (Isaías 50:7-10. VM.).

"VIENE EL PRÍNCIPE DE ESTE MUNDO-dice Jesús;-mas no tiene nada en mí.' (Juan 14:30). No había en él nada que respondiera a los sofismas de Satanás. El no consintió en pecar. Ni siquiera por un pensamiento cedió a la tentación. Así también podemos hacer nosotros. La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad. Fue hecho idóneo para el conflicto mediante la 99 permanencia del Espíritu Santo en él. Y él vino para hacernos participantes de la naturaleza divina.

MIENTRAS ESTEMOS UNIDOS CON ÉL POR LA FE, el pecado no tendrá dominio sobre nosotros. Dios extiende su mano para alcanzar la mano de nuestra fe y dirigirla a asirse de la divinidad de Cristo, a fin de que nuestro carácter pueda alcanzar la perfección. Y Cristo nos ha mostrado cómo puede lograrse esto.

¿POR MEDIO DE QUÉ VENCIÓ ÉL EN EL CONFLICTO CON SATANÁS? -Por la Palabra de Dios. Sólo por medio de la Palabra pudo resistir la tentación. "Escrito está," dijo. Y a nosotros "nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia." (2 San Pedro 1:4).

TODA PROMESA DE LA PALABRA DE DIOS NOS PERTENECE. Hemos de vivir de "toda palabra que sale de la boca de Dios." Cuando nos veamos asaltados por las tentaciones, no miremos las circunstancias o nuestra debilidad, sino el poder de la Palabra. Toda su fuerza es nuestra. "En mi corazón he guardado tus dichos-dice el salmista,-para no pecar contra ti." "Por la palabra de tus labios yo me he guardado de las vías del destructor." (Salmos 119:11; 17:4). DTG/EGW

(Este capítulo 12 está basado en San Mateo 4:1-11; San Marcos 1:12,13; San Lucas 4:1-13).

NOTA 1. Página 97. LA IGLESIA, EN SU PROPIA ESFERA, es de ordenación divina, el "cuerpo de Cristo," "el templo de Dios," "la plenitud de Aquel que hinche todas las cosas en todos," y deriva su poder, su autoridad, su dirección, de Cristo, su cabeza. Como todos los afectos e intimidades de la esposa deben reservarse para el esposo solo, de entre todos los hombres, así también debe relacionarse la iglesia con Cristo. Ella ha de guardarse para él, como casta virgen para siempre. Ninguna alianza, cortejo, ni vínculos, ni acuerdos, ni compromisos pueden existir entre ella y las potestades de la tierra. Si ella ha de permanecer fiel, fuerte y elevadora, debe ser leal a Cristo solo. Su propósito en la tierra es llevar las almas a la perfecta y divina unión con Cristo que ella misma posee. No puede hacerlo si traiciona la verdad, o renuncia a su pureza.

EL ESTADO TAMBIÉN ha sido ordenado por Dios para conservar el orden y proteger a los hombres contra la violencia. Existe a causa del pecado; si no hubiese pecado, no tendría razón de existir. Su misión consiste solamente en evitar, por medio del temor de las penalidades, que cometan el mal las personas de malas intenciones. Actuando en su propia esfera, es siempre útil, y lo será mientras exista el pecado. En el cumplimiento de su más alto propósito, no puede tener unión alguna con la religión o con la iglesia.

La religión no debe hallar cabida en los libros de sus estatutos, y la iglesia no debe hallar reconocimiento allí. Tales son los propósitos divinos, plenamente presentados en la Palabra, respecto de la iglesia y el estado.

LA IGLESIA DIVINA CRECE POR LA VIDA DE DIOS, y es amoldada y guiada por la Palabra de Dios. El estado es ordenado, en general, según las exigencias de la época y el lugar de su existencia, y ejerce la debida jurisdicción cuando atiende con carácter civil sus propios asuntos, sin tener nada que ver con la religión. Ha sido objeto del estudio y esfuerzo de Satanás unir la iglesia y el estado desde el principio. Separados, son útiles y valiosos para la vida del mundo. Unidos, vienen a ser un veneno mortífero, tanto para el cuerpo político como para el cuerpo eclesiástico.

De una unión tal, brotan las grandes bestias apocalípticas, que desgarran cruelmente y aplastan despiadadamente la vida de todos los que se les oponen. (Véase Daniel 7 y Apocalipsis 12, 13 y 17.) La "bestia" de Apocalipsis 13 :1-10 es un símbolo de este poder a 777 través de los siglos, que ha existido bajo diversas formas, simbolizadas por las siete cabezas. Bajo la cabeza dominante del período presentado en Apocalipsis 13:1-10, la bestia representa el papado. Ejerció el poder perseguidor durante 1.260 años, al fin de los cuales nos es representada como yendo en cautiverio. Lo que hizo de ella un poder perseguidor fue la unión de la iglesia con el estado.

LA EDAD MEDIA ATESTIGUA sus funestos efectos tanto sobre la iglesia como sobre el estado. Precisamente cuando este poder perseguidor va en cautiverio (vers. 10), el profeta ve otro poder que se levanta en forma de "otra bestia" que sube "de la tierra," y que tiene "dos cuernos semejantes a los de un cordero, mas hablaba como un dragón."

HABÍA, ENTRE OTRAS ESPECIFICACIONES DIGNAS DE NOTA, QUE SIGNIFICABAN CLARAMENTE A QUÉ POTENCIA SE APLICA ESTE SÍMBOLO, LAS CUATRO SIGUIENTES: 1. E1 tiempo de su nacimiento. 2. E1 territorio en que actúa. 3. El carácter que profesa tener, según lo indican sus cuernos. 4. Su verdadero carácter y obra, según lo revela su voz.

1. ESTA POTENCIA, NACE MÁS O MENOS, CUANDO LA BESTIA ANTERIOR, GOBERNADA POR LA CABEZA PAPAL, ES LLEVADA EN CAUTIVERIO O CESA DE SER POTENCIA PERSEGUIDORA. Esto sucedió en 1798, cuando el papa Pío VI fue llevado en cautiverio, y desde esa fecha el papado no ha sido reconocido por el poder civil como defensor de la fe de las naciones y juez de herejes. En esa oportunidad --al fin del siglo XVIII-- había tan sólo una nueva potencia notable que hacía su aparición en el horizonte del mundo, a saber, los Estados Unidos de Norteamérica.

2. LAS BESTIAS QUE REPRESENTABAN LAS NACIONES DEL VIEJO MUNDO APARECEN COMO SALIENDO DEL MAR (Daniel 7:2, 3, 17; Apocalipsis 13:1); el mar, o las aguas, simboliza los grandes movimientos nacionales de flujo y reflujo, con todos los cambios y fluctuaciones que ocasionan (Apocalipsis 17:15; Isaías 8:7). Pero la bestia de dos cuernos llega al poder, no entre las naciones conocidas del mundo, sino en una parte desconocida hasta entonces. Esta especificación se cumple en los Estados Unidos y su gobierno ¡ porque surgieron, por así decirlo, "entre las soledades de la tierra."

3. TENÍA DOS CUERNOS COMO LOS DE UN CORDERO, RASGO QUE NO SE NOTÓ EN NINGÚN OTRO SÍMBOLO DE LA PROFECÍA DIVINA. El "cordero" es un símbolo de Cristo, el Cordero muerto desde la fundación del mundo, Cordero que "tenía siete cuernos." (Apocalipsis 5:6 Un cuerno es símbolo de fuerza o exaltación, o de lo que produce eminencia o exaltación. Había dos principios en las doctrinas de Cristo que, adoptados por cualquier gobierno, le darían preeminencia y servirían para elevarlo. Estos dos principios de la religión cristiana han contribuido, aparte de su inherente poder divino, para granjearle 778 favor dondequiera que hayan sido conocidos, y los hombres que no los abrazan los admiran.

Estos dos principios de este gobierno han granjeado también la admiración de todos los que aman la justicia en todas las naciones, y han llevado a sus playas desde el Viejo Mundo, multitudes de oprimidos y amantes de la libertad. Estos principios son la absoluta igualdad o fraternidad de los hombres y la perfecta libertad de elección en cuanto a creer o no creer en asuntos religiosos. El primero se expresa en pasajes como éstos: "Dios . . . de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres"(Hechos 17:26), y "Uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos"(Mateo 23:8). El segundo, por estas palabras: "El que oyere mis palabras, y no las creyere yo, no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo." (Juan 12:47.) "Dios no hace acepción de personas." (Véase también Juan 18:36; Mateo 20:25-28; Lucas 9:51-56; 2 Corintios 1:24; 5:11, 20.)

La obra de los ministros de Cristo no consiste en obligar, sino en ganar; no en ordenar sino en persuadir y rogar. Únicamente una religión sobre toda la faz de la tierra reconoce los principios de la igualdad de los hombres y la absoluta libertad de la voluntad, sin compulsión. Únicamente una nación importante sobre toda la faz de la tierra ha encarnado alguna vez en la constitución de su existencia y los principios de su gobierno estas dos características, y esta nación es la de los Estados Unidos de Norteamérica. La igualdad del hombre se presenta así en la declaración de la independencia: "Tenemos por verdades evidentes de por sí: Que todos los hombres son creados iguales; que están dotados por su |Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad." La libertad religiosa se presenta en la primera enmienda de la constitución: "Ninguna ley promulgará el Congreso respecto del establecimiento de la religión, o que prohíba el libre ejercicio de ella; o cercene la libertad de palabra o de prensa; o el derecho de reunión pacífica." Estos principios cristianos limitan el símbolo de la bestia de dos cuernos a los Estados Unidos.

4. "HABLABA COMO UN DRAGÓN." El "dragón" es satánico, y símbolo de una potencia perseguidora. (Apocalipsis 12:9, 13.) "De la abundancia del corazón habla la boca." La manera de hablar revela la verdadera naturaleza y el desarrollo ulterior de la nación que nos ocupa. Un gobierno habla por sus leyes y decretos. El símbolo indica, por lo tanto, que los Estados Unidos llegarán todavía a ser una potencia perseguidora. ¿Hay indicaciones de que tal será el caso ? Hace noventa años, no se podía decir que las hubiese. Ahora son legión. 779 Por la profecía puede verse que la bestia de dos cuernos levanta una imagen a la bestia e impone la marca de la bestia a aquellos que están dentro de su jurisdicción. Lo que constituía la bestia era una unión de la iglesia y el estado, en la que el estado imponía a todos los dogmas de la iglesia. Una imagen de la bestia sería el establecimiento de un sistema semejante en el gobierno de los Estados Unidos.

EL ESPACIO LIMITADO DE ESTE APÉNDICE no permite citar las pruebas de que esto ya se está haciendo en principio. Notaremos, sin embargo, algunos hechos:

A) EN 1864 SE FORMÓ LA ASOCIACIÓN PRO REFORMA NACIONAL con el objeto confesado de "conseguir una enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que declare la fidelidad de la nación a Jesucristo, y su aceptación de las leyes morales de la religión cristiana, que indique que ésta es una nación cristiana, y coloque todas las leyes, instituciones y costumbres cristianas de nuestro gobierno sobre una base legal innegable en la ley fundamental del país." Por supuesto, el lector inteligente y avizor verá en seguida que este propósito cristalizado en ley no sería sino la interpretación humana de "las leyes morales de la religión cristiana " Y la Edad Media poseyó en abundancia estas interpretaciones.

B) AUNQUE LA ASOCIACIÓN NOMBRADA NUNCA HA SIDO NUMÉRICAMENTE MUY GRANDE, ha difundido sus opiniones erróneas en toda denominación religiosa, en las instituciones del saber y entre los miembros de toda organización que se destaque por sus esfuerzos en realizar reformas. La Unión de Mujeres Cristianas Temperantes, que fomentó la prohibición, y las grandes denominaciones protestantes del país, han favorecido, en una forma u otra, estas opiniones, y han ejercido presión, por la influencia política, sobre los funcionarios públicos del gobierno nacional y de los estados.

C) EL 29 DE FEBRERO DE 1892, la Suprema Corte de los Estados Unidos declaró, en la decisión respecto de la iglesia Trinity, que "ésta es una nación cristiana," y el verano siguiente ambas cámaras del Congreso, juntamente con el presidente, cedieron a la presión, y declararon que el día de reposo del cuarto mandamiento era el domingo, primer día de la semana, con lo que los magistrados civiles fallaron con respecto a una cuestión religiosa y así comprometieron el gobierno a este procedimiento.

D) SUCESOS ULTERIORES, notablemente el reconocimiento oficial y la recepción de un representante del Vaticano de parte del gobierno, precisamente antes de la guerra de 1898 con España, revelan el hecho de que los pasos preliminares de una unión de la iglesia y el estado --una imagen de la bestia-- han sido dados. La marca de un poder es lo que se presenta específicamente como 780 señal de su autoridad. La autoridad de Dios y su jurisdicción se concentran en su poder creador de todo. La señal o marca de esa autoridad es el sábado. (Véase Éxodo 20:8-11; Ezequiel 20:12, 20.) La marca de la bestia es aquello que el papado presenta como señal de su autoridad. Como poder perseguidor, el papado debe ser un poder que se opone al verdadero cristianismo. Su marca debe mostrar oposición a la ley de Dios, o un cambio en ella. En la diferencia que hay entre la ley de Dios tal como la da su Palabra y la practicó Jesucristo, y esa misma ley según la interpreta, enseña, practica e impone el papado, debe hallarse la marca de esa potencia. Como se ha notado ya, la señal del poder de Dios es su santo sábado del cuarto mandamiento. La interpretación papal de aquella ley discrepa de la Palabra mayormente en lo que respecta a ese mandamiento. La ley de Jehová declara que "el séptimo día será sábado a Jehová."

LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA DECLARA QUE GUARDAR ESTE MANDAMIENTO CONSISTE EN "dedicar el domingo [primer día de la semana] a la oración y otros deberes religiosos." --Catecismo de Butler. Al querer probar que "la iglesia tiene poder para instituir fiestas de precepto," el Catecismo Doctrinal dice: "Si no tuviese tal poder, no podría haber hecho aquello en que concuerdan con ella todos los religiosos modernos: no podría haber substituido la observancia del domingo, primer día de la semana, en lugar de la observancia del sábado, séptimo día, cambio para el cual no hay autoridad bíblica."

OTRA OBRA CATÓLICA (Abridgment of Christian Doctrine) prueba la misma autoridad de la iglesia "por el mismo acto de cambiar el sábado en domingo.... Guardando el domingo, ellos [los protestantes] reconocen el poder que tiene la iglesia para ordenar fiestas, y para ordenarlas so pena de pecado."

Muchos otros testimonios respecto del mismo hecho podrían presentarse de fuentes católicas y protestantes La marca de la bestia es, por lo tanto, el domingo impuesto por la ley. ¿Hay pruebas de que el gobierno norteamericano hará esto, y que obligará a todos sus súbditos a recibir esta marca en la diestra, absteniéndose de todo trabajo, o en la frente, es decir libremente y por su profesión de fe? En verdad, las pruebas abundan. Ya varios estados, por separado, han perseguido a los que realizaban trabajos comunes en domingo.

Por la multiplicación de las decisiones judiciales, contrarias a la Constitución y al verdadero espíritu americano, y por la enorme presión de los entusiastas religiosos sobre los magistrados, la nación de los Estados Unidos se está dirigiendo hacia el fin lógico de los pasos ya dados, a saber una unión completa de la iglesia y el estado y la elevación del domingo al estado de ley. ¿Qué vendrá luego? Habrá quienes, en conciencia obedientes a 781 Dios y a su Palabra, no podrán observarla. No podrán rendir obediencia al estandarte de otra potencia.

Por lo tanto, las leyes se volverán más estrictas; pero serán violadas por razones de conciencia. El gobierno, cegado y lanzado en su carrera fatal, creerá necesario mantener su falsa dignidad. Impondrá multas y penalidades cada vez más severas, hasta la confiscación de los bienes y la privación de la ciudadanía. Los "herejes" no podrán ni comprar ni vender. Serán boicoteados. Y aún más, si persisten en lo que un gobierno cegado llama "obstinación," serán considerados traidores y el castigo que merece la traición es la muerte. La profecía declara que el gobierno de los Estados Unidos llegará aún a decir que a los tales se les ha de dar muerte. Lo ya explicado demuestra que el camino en el cual ha entrado ya la nación de los Estados Unidos conduce lógicamente a este fin. Y no sólo esto, sino que su influencia al respecto hará retroceder al mundo a la Edad Media, a la ruina completa de la iglesia y el estado. Los que no saben estas cosas pueden tratarlas como increíbles, más si tan sólo quieren investigar, pueden comprenderlas. A pesar de todo, Dios cuidará a los fieles; no necesitan temer. Los que corren peligro son los perseguidores, no los perseguidos.

 

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