(Este capítulo 7 está basado en San Lucas
2:39,40).
JESÚS PASÓ SU NIÑEZ Y JUVENTUD EN UNA ALDEA DE MONTAÑA. No había en la tierra lugar que no habría resultado
honrado por su presencia. Habría sido un privilegio para los palacios reales
recibirle como huésped. Pero él pasó por alto las mansiones de los ricos, las
cortes reales y los renombrados atrios del saber, para vivir en el obscuro y
despreciado pueblo de Nazaret.
ES ADMIRABLE POR SU SIGNIFICADO EL BREVE RELATO DE SUS
PRIMEROS AÑOS: "Y el niño crecía, y
fortalecíase, y se henchía de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre
él." En el resplandor del rostro de su Padre, Jesús "crecía en sabiduría, y en
edad, y en gracia para con Dios y los hombres.' (Lucas 2:52).
SU INTELIGENCIA ERA VIVA Y AGUDA; TENÍA UNA REFLEXIÓN Y UNA SABIDURÍA QUE SUPERABAN A SUS AÑOS. Sin embargo, su carácter era de hermosa simetría. Las facultades de su intelecto y de su cuerpo se desarrollaban gradualmente, en armonía con las leyes de la niñez.
DURANTE SU INFANCIA, JESÚS
MANIFESTÓ UNA DISPOSICIÓN ESPECIALMENTE AMABLE. Sus manos voluntarias
estaban siempre listas para servir a otros. Revelaba una paciencia que nada
podía perturbar, y una veracidad que nunca sacrificaba la integridad.
EN LOS BUENOS PRINCIPIOS, ERA FIRME COMO UNA ROCA, y su vida revelaba la gracia de una cortesía desinteresada.
CON PROFUNDO INTERÉS, LA MADRE DE JESÚS MIRABA EL DESARROLLO
DE SUS FACULTADES, y contemplaba la
perfección de su carácter. Con deleite trataba de estimular esa mentalidad
inteligente y receptiva. Mediante el Espíritu Santo recibió sabiduría para cooperar
con los agentes celestiales en el desarrollo de este niño que no tenía otro
padre que Dios.
DESDE LOS TIEMPOS MÁS REMOTOS, LOS FIELES DE ISRAEL HABÍAN
PRESTADO MUCHA ATENCIÓN A LA EDUCACIÓN DE LA JUVENTUD. El Señor había indicado que, desde la más tierna infancia,
debía enseñarse a los niños su bondad y grandeza, especialmente en la forma en
que se revelaban en la ley divina y en la historia de 50 Israel. Los cantos,
las oraciones y las lecciones de las Escrituras debían adaptarse a los intelectos
en desarrollo.
LOS PADRES DEBÍAN ENSEÑAR A SUS HIJOS QUE LA LEY DE DIOS ES
UNA EXPRESIÓN DE SU CARÁCTER, y
que al recibir los principios de la ley en el corazón, la imagen de Dios se
grababa en la mente y el alma.
GRAN PARTE DE LA ENSEÑANZA ERA ORAL; pero los jóvenes aprendían también a leer los escritos
hebreos; y podían estudiar los pergaminos del Antiguo Testamento.
EN LOS DÍAS DE CRISTO, El Pueblo O Ciudad Que No Hacía
Provisión Para La Instrucción Religiosa De Los Jóvenes, se consideraba bajo la maldición de Dios. Sin embargo, la
enseñanza había llegado a ser formalista.
LA TRADICIÓN había
suplantado en gran medida a las Escrituras. La verdadera educación debía
inducir a los jóvenes a que "buscasen a Dios, si en alguna manera,
palpando, le hallen." (Hechos 17:27).
PERO LOS MAESTROS JUDÍOS DEDICABAN SU ATENCIÓN
AL CEREMONIAL. Llenaban las
mentes de asuntos inútiles para el estudiante, que no podían ser reconocidos en
la escuela superior del cielo.
LA EXPERIENCIA QUE SE OBTIENE POR UNA
ACEPTACIÓN PERSONAL DE LA PALABRA DE DIOS,
no tenía cabida en su sistema educativo.
ABSORTOS EN LAS CEREMONIAS EXTERNAS, los alumnos no encontraban tiempo para pasar
horas de quietud con Dios. No oían su voz que hablaba al corazón. En su búsqueda
de conocimiento, se apartaban de la Fuente de la sabiduría.
LOS GRANDES HECHOS ESENCIALES DEL SERVICIO DE
DIOS ERAN DESCUIDADOS. Los
principios de la ley eran obscurecidos. Lo que se consideraba como educación
superior, era el mayor obstáculo para el desarrollo verdadero.
BAJO LA PREPARACIÓN QUE DABAN LOS RABINOS, las facultades de la juventud eran
reprimidas. Su intelecto se paralizaba y estrechaba.
EL NIÑO JESÚS NO RECIBIÓ INSTRUCCIÓN EN LAS ESCUELAS DE LAS
SINAGOGAS. Su madre fue su primera maestra
humana. De labios de ella y de los rollos de los profetas, aprendió las cosas
celestiales. Las mismas palabras que él había hablado a Israel por medio de
Moisés, le fueron enseñadas sobre las rodillas de su madre.
Y AL PASAR DE
LA NIÑEZ A LA ADOLESCENCIA, no frecuentó las escuelas de los rabinos. No
necesitaba la instrucción que podía obtenerse de tales fuentes, porque Dios era
su instructor.
LA PREGUNTA
HECHA DURANTE EL MINISTERIO DEL SALVADOR "¿Cómo sabe éste letras, no habiendo
aprendido?" (Juan 7:15). No indica 51 que Jesús no sabía leer, sino meramente que no
había recibido una educación rabínica.
PUESTO QUE ÉL ADQUIRIÓ SABER CÓMO NOSOTROS PODEMOS
ADQUIRIRLO, su conocimiento íntimo de
las Escrituras nos demuestra cuán diligentemente dedicó sus primeros años al
estudio de la Palabra de Dios.
DELANTE DE ÉL SE EXTENDÍA LA GRAN BIBLIOTECA DE LAS OBRAS DE
DIOS. El que había hecho todas las cosas,
estudió las lecciones que su propia mano había escrito en la tierra, el mar y
el cielo. Apartado de los caminos profanos del mundo, adquiría conocimiento
científico de la naturaleza. Estudiaba la vida de las plantas, los animales y
los hombres.
DESDE SUS MÁS TIERNOS AÑOS, FUE DOMINADO POR UN PROPÓSITO:
VIVIÓ PARA BENEFICIAR A OTROS.
Para ello, hallaba recursos en la naturaleza; al estudiar la vida de las
plantas y de los animales concebía nuevas ideas de los medios y modos de
realizarlo.
CONTINUAMENTE trataba
de sacar de las cosas que veía ilustraciones con las cuales presentar los vivos
oráculos de Dios.
LAS PARÁBOLAS
MEDIANTE LAS CUALES, DURANTE SU MINISTERIO, le gustaba enseñar sus lecciones de
verdad, demuestran cuán abierto estaba su espíritu a la influencia de la
naturaleza, y cómo había obtenido enseñanzas espirituales de las cosas que le
rodeaban en la vida diaria.
ASÍ SE REVELABA A JESÚS EL SIGNIFICADO DE LA PALABRA Y LAS
OBRAS DE DIOS, mientras trataba de
comprender la razón de las cosas que veía. Le acompañaban los seres
celestiales, y se gozaba cultivando santos pensamientos y comuniones.
DESDE EL PRIMER DESTELLO DE LA INTELIGENCIA, estuvo constantemente creciendo en gracia espiritual y conocimiento de la verdad.
TODO NIÑO PUEDE
APRENDER COMO JESÚS. Mientras tratemos de familiarizarnos con nuestro Padre celestial
mediante su Palabra, los ángeles se nos acercarán, nuestro intelecto se
fortalecerá, nuestro carácter se elevará y refinará. Llegaremos a ser más
semejantes a nuestro Salvador. Y mientras contemplemos la hermosura y
grandiosidad de la naturaleza, nuestros afectos se elevarán a Dios. Mientras el
espíritu se prosterna asombrado, el alma se vigoriza poniéndose en contacto con
el ser infinito mediante sus obras.
LA COMUNIÓN CON
DIOS POR MEDIO DE LA ORACIÓN DESARROLLA LAS FACULTADES MENTALES Y MORALES, y las
espirituales se fortalecen mientras cultivamos pensamientos relativos a las
cosas espirituales. 52
LA VIDA DE JESÚS ESTUVO EN ARMONÍA CON DIOS. Mientras era niño, pensaba y hablaba como niño; pero
ningún vestigio de pecado mancilló la imagen de Dios en él. Sin embargo, no
estuvo exento de tentación. Los habitantes de Nazaret eran proverbiales por su
maldad. La pregunta que hizo Natanael: "¿De Nazaret puede haber algo de
bueno?" (Juan 1:46). Demuestra la poca estima en que se los tenía
generalmente.
JESÚS FUE COLOCADO DONDE SU CARÁCTER IBA A SER PROBADO. Le era necesario estar constantemente en guardia a fin de
conservar su pureza. Estuvo sujeto a todos los conflictos que nosotros tenemos
que arrostrar, a fin de sernos un ejemplo en la niñez, la adolescencia y la
edad adulta.
SATANÁS FUE INCANSABLE EN SUS ESFUERZOS POR VENCER AL NIÑO
DE NAZARET. Desde sus primeros años,
Jesús fue guardado por los ángeles celestiales; sin embargo, su vida fue una
larga lucha contra las potestades de las tinieblas. El que hubiese en la tierra
una vida libre de la contaminación del mal era algo que ofendía y dejaba
perplejo al príncipe de las tinieblas. No dejó sin probar medio alguno de
entrampar a Jesús.
NINGÚN HIJO de la
humanidad tendrá que llevar una vida santa en medio de tan fiero conflicto con
la tentación como nuestro Salvador.
LOS PADRES DE JESÚS ERAN POBRES Y DEPENDÍAN DE SU TRABAJO DIARIO
PARA SU SOSTÉN. El conoció la pobreza, la
abnegación y las privaciones. Esto fue para él una salvaguardia. En su vida
laboriosa, no había momentos ociosos que invitasen a la tentación.
NO HABÍA HORAS VACÍAS QUE PREPARASEN EL CAMINO PARA LAS
COMPAÑÍAS CORRUPTAS. En cuanto le era posible,
cerraba la puerta al tentador. Ni la ganancia ni el placer, ni los aplausos ni
la censura, podían inducirle a consentir en un acto pecaminoso.
ERA SABIO PARA
DISCERNIR EL MAL, Y FUERTE PARA RESISTIRLO. Cristo fue el
único ser que vivió sin pecar en esta tierra.
SIN EMBARGO, DURANTE CASI TREINTA AÑOS Moró Entre Los Perversos Habitantes De Nazaret. Este hecho es
una reprensión para los que creen que dependen del lugar, la fortuna o la
prosperidad para vivir una vida sin mácula.
LA TENTACIÓN, LA POBREZA, LA ADVERSIDAD son la
disciplina que se necesita para desarrollar pureza y firmeza.
JESÚS VIVIÓ EN UN HOGAR DE ARTESANOS, y con fidelidad y alegría desempeñó su parte en llevar las
cargas de la familia. 53 Había sido el generalísimo del cielo, y los ángeles se
habían deleitado cumpliendo su palabra; ahora era un siervo voluntario, un hijo
amante y obediente. APRENDIÓ UN OFICIO,
y con sus propias manos trabajaba en la carpintería con José. Vestido como un
obrero común, recorría las calles de la pequeña ciudad, yendo a su humilde
trabajo y volviendo de él. No empleaba su poder divino para disminuir sus
cargas ni aliviar su trabajo.
MIENTRAS JESÚS TRABAJABA EN SU NIÑEZ Y JUVENTUD, su mente y cuerpo se desarrollaban. No empleaba
temerariamente sus facultades físicas, sino de una manera que las conservase en
buena salud, a fin de ejecutar el mejor trabajo en todo ramo.
NO QUERÍA SER DEFICIENTE Ni
Aun En El Manejo De Las Herramientas. Fue perfecto como obrero, como lo fue en
carácter.
POR SU EJEMPLO,
nos enseñó que es nuestro deber ser laboriosos, y que nuestro trabajo debe
cumplirse con exactitud y esmero, y que una labor tal es honorable.
EL EJERCICIO QUE ENSEÑA A LAS MANOS A SER ÚTILES, Y PREPARA
A LOS JÓVENES PARA LLEVAR SU PARTE DE LAS CARGAS DE LA VIDA, da fuerza física y desarrolla toda facultad. Todos deben
hallar algo que hacer benéfico para sí y para otros.
“Dios nos asignó
el trabajo como una bendición, y sólo el obrero diligente halla la verdadera
gloria y el gozo de la vida”.
LA APROBACIÓN DE
DIOS DESCANSA CON AMANTE SEGURIDAD SOBRE LOS NIÑOS Y JÓVENES que alegremente
asumen su parte en los deberes de la familia, y comparten las cargas de sus
padres. Los tales, al salir del hogar, serán miembros útiles de la sociedad.
DURANTE TODA SU VIDA TERRENAL, JESÚS TRABAJÓ
CON FERVOR Y CONSTANCIA. Esperaba mucho resultado; por lo tanto
intentaba grandes cosas.
DESPUÉS QUE HUBO ENTRADO EN SU MINISTERIO, dijo: "Conviéneme
obrar las obras del que me envió, entretanto que el día dura: la noche viene,
cuando nadie puede obrar." (Juan 9:4).
JESÚS NO
REHUYÓ LOS CUIDADOS Y LA RESPONSABILIDAD, COMO LOS REHÚYEN MUCHOS QUE PROFESAN
SEGUIRLE. Y debido a que tratan de eludir esta disciplina, muchos son débiles y
faltos de eficiencia. Tal vez posean rasgos preciosos y amables, pero son
cobardes y casi inútiles cuando se han de arrostrar dificultades y superar
obstáculos.
EL CARÁCTER
POSITIVO Y ENÉRGICO, sólido y fuerte que manifestó Cristo, debe desarrollarse
54 en nosotros, mediante la misma disciplina que él soportó. Y a nosotros se
nos ofrece la gracia que recibió él.
MIENTRAS VIVIÓ ENTRE LOS HOMBRES, NUESTRO
SALVADOR compartió la suerte de
los pobres. Conoció por experiencia sus cuidados y penurias, y podía consolar y
estimular a todos los humildes trabajadores.
LOS QUE TIENEN UN VERDADERO CONCEPTO DE LA ENSEÑANZA DE SU
VIDA, no creerán nunca que deba hacerse
distinción entre las clases, que los ricos han de ser honrados más que los
pobres dignos.
JESÚS trabajaba con alegría y
tacto.
SE NECESITA MUCHA PACIENCIA Y ESPIRITUALIDAD para introducir la religión de la Biblia en la vida
familiar y en el taller; para soportar la tensión de los negocios mundanales,
y, sin embargo, continuar deseando sinceramente la gloria de Dios.
EN ESTO CRISTO FUE UN AYUDADOR. Nunca estuvo tan embargado por los cuidados de este mundo
que no tuviese tiempo o pensamientos para las cosas celestiales.
A MENUDO EXPRESABA SU ALEGRÍA CANTANDO SALMOS E HIMNOS
CELESTIALES. A menudo los moradores de
Nazaret oían su voz que se elevaba en alabanza y agradecimiento a Dios.
Mantenía comunión con el Cielo mediante el canto; y cuando sus compañeros se
quejaban por el cansancio, eran alegrados por la dulce melodía que brotaba de
sus labios.
SUS ALABANZAS PARECÍAN AHUYENTAR A LOS MALOS ÁNGELES, y como incienso, llenaban el lugar de fragancia. La mente
de los que le oían se alejaba del destierro que aquí sufrían para elevarse a la
patria celestial.
JESÚS ERA LA FUENTE DE LA MISERICORDIA
SANADORA PARA EL MUNDO; y durante todos aquellos
años de reclusión en Nazaret, su vida se derramó en raudales de simpatía y
ternura. Los ancianos, los tristes y los apesadumbrados por el pecado, los
niños que jugaban con gozo inocente, los pequeños seres de los vergeles, las
pacientes bestias de carga, todos eran más felices a causa de su presencia.
AQUEL CUYA PALABRA SOSTENÍA LOS MUNDOS PODÍA AGACHARSE A
ALIVIAR UN PÁJARO HERIDO. No había nada tan
insignificante que no mereciese su atención o sus servicios.
ASÍ, MIENTRAS CRECÍA EN SABIDURÍA Y ESTATURA, JESÚS CRECÍA
EN GRACIA PARA CON DIOS Y LOS HOMBRES.
Se granjeaba la simpatía de todos los corazones, mostrándose capaz de
simpatizar con todos. La atmósfera de esperanza y de valor que le rodeaba 55
hacía de él una bendición en todo hogar.
Y A MENUDO, EN LA SINAGOGA, LOS SÁBADOS, SE LE PEDÍA QUE
LEYESE LA LECCIÓN DE LOS PROFETAS, y
el corazón de los oyentes se conmovía al ver irradiar una nueva luz de las
palabras familiares del texto sagrado.
SIN EMBARGO, JESÚS REHUÍA LA OSTENTACIÓN. Durante todos los años de su estada en Nazaret, no
manifestó su poder milagroso.
NO BUSCÓ NINGUNA POSICIÓN ELEVADA, ni asumió títulos.
SU VIDA TRANQUILA Y SENCILLA, y aun el silencio de las Escrituras acerca de sus primeros
años, nos enseñan una lección importante.
CUANTO MÁS TRANQUILA Y SENCILLA SEA LA VIDA
DEL NIÑO, cuanto más libre de excitación artificial y más en armonía
con la naturaleza, más favorable será para el vigor físico y mental y para la
fuerza espiritual. Jesús es nuestro ejemplo.
SON MUCHOS LOS QUE SE ESPACIAN CON INTERÉS EN EL PERÍODO DE
SU MINISTERIO PÚBLICO, mientras pasan por alto
la enseñanza de sus primeros años.
PERO ES EN SU VIDA FAMILIAR DONDE ES EL MODELO PARA TODOS
LOS NIÑOS Y JÓVENES. El Salvador condescendió
en ser pobre, a fin de enseñarnos cuán íntimamente podemos andar con Dios
nosotros los de suerte humilde.
VIVIÓ PARA AGRADAR, Honrar
Y Glorificar A Su Padre En Las Cosas Comunes De La Vida.
EMPEZÓ SU OBRA CONSAGRANDO EL HUMILDE OFICIO DEL ARTESANO que trabaja para ganarse el pan cotidiano.
ESTABA HACIENDO EL SERVICIO DE DIOS tanto cuando trabajaba en el banco del carpintero como
cuando hacía milagros para la muchedumbre.
Y TODO JOVEN QUE SIGA FIEL Y OBEDIENTEMENTE EL EJEMPLO DE
CRISTO EN SU HUMILDE HOGAR, puede aferrarse a estas
palabras que el Padre dijo de él por el Espíritu Santo: "He aquí mi
siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma toma
contentamiento." (Isaías 42:1). 56 DTG/EGW
Este capítulo 7 está basado en San Lucas
2:39,40).
No hay comentarios:
Publicar un comentario